Padres

Syaoran no amaba a Sakura, pero su familia era otra cosa. Lo que sentía por sus hijos era especial, lo había sabido desde el nacimiento de su primer hijo.

Aun recordaba sus dudas durante el embarazo de Sakura, pero habían llegado a los 9 meses y todo había salido bien en el parto, Syaoran se había sentido aliviado de que todo terminara, pero cuando le colocaron a su pequeño en brazos su mundo volvió a dar un giro de 180 grados al sentir una emoción tan grande y tan pura al ver por primera vez a su bebe, fue amor a primera vista.

- Sakura, es tan hermoso –había declarado con lágrimas en los ojos.

- Syaoran-kun

Sakura no había podido responder a las emociones que su esposo sentía en ese momento, solo se quedó observándolo mientras Syaoran acunaba a su niño en brazos. En ese momento Syaoran supo que tendrían una gran familia.

Syaoran había limpiado su agenda por 3 meses para ayudar a Sakura y disfrutar de su bebe al cual no podía dejar de admirar. ¿Eran tan hermosos todos los niños? Porque su hijo lo era, hermoso, despierto, inteligente…

- Lo quiero mucho –había dicho una tarde mientras el bebé dormía entre Sakura y el.

- Estoy tan feliz por ti –había respondido su mujer acariciando su rostro –me da gusto ver que eres capaz de…

Sakura callo de repente mirando al vacío, mientras Syaoran la observaba.

- ¿Capaz de?

- Capaz de… ver que no tiene nada de malo tener más hijos –había dicho Sakura, pero a Syaoran le parecía que no era lo que había estado pensando.

- Bueno… tal vez podamos tener otro –dijo Syaoran

- Otro o varios

- ¿Varios?

- Si, unos 2 más, ¿no crees?

- Tal vez –contesto el mirando al bebe.

De eso habían pasado 15 años, y habían tenido 4 hijos más. La ultima bebe ya tenía 6 años y había demostrado que poseía habilidades mágicas así como sus hermanos. Syaoran estaba orgulloso de sus 5 hijos.

- No pudimos ganarle a tu madre –había dicho Sakura en forma de broma cuando su última hija nació.

- Ya está bien así –dijo Syaoran besando la cabecita de su recién nacida, con el pecho lleno de amor por ella.

- ¿Syaoran?

- ¿Si?

- ¿Eres feliz?

Syaoran había levantado la cabeza mirando a Sakura con rostro confuso, pero aun así pensó en la respuesta, amaba a sus hijos, amaba su vida, el clan estaba perfecto y la generación siguiente lo llenaba de orgullo.

- Sí, soy feliz. Tengo todo lo que necesito conmigo.

El rostro de Sakura lucio aliviado de la respuesta de su esposo, y dio un suspiro de satisfacción.

- Qué bueno. Soy muy feliz por eso.

Syaoran no había dicho más nada, porque lo correcto de hacer era preguntarle a ella si era feliz, pero una parte del tenía miedo de la respuesta, ya que sabía que por más aprecio que le tenía a Sakura y por más feliz que le hiciera que ella fuera su esposa, no podía devolverle el sentimiento que ella quería (que anhelaba) que Syaoran le brindara.

Sus hijos también eran un recordatorio de esto, hacían preguntas constantes que ponían en evidencia a Syaoran

- ¿Cómo se conocieron tú y mama? –Esa era fácil, la historia de las cartas Clow era muy narrada por Syaoran desde que sus hijos comenzaron a pedir historias y cuentos. Pero los niños crecían y querían saber la historia de amor de sus padres.

- ¿Tu primer beso fue con papa? –Había preguntado una de sus niñas una vez a Sakura.

- Si, y ya estábamos comprometidos cuando ocurrió, así que espero que tú también esperes. –había respondido Sakura con mucha astucia como siempre.

- Papa, ¿Cómo hiciste para enamorar a una mujer tan hermosa como mama? –había preguntado su hijo mayor.

Syaoran sabía que su hijo le preguntaba porque tal vez necesitaba algún consejo para conquistar a alguna chica que le gustara, pero era una pregunta que no tenía respuesta, Syaoran nunca tuvo la intención de enamorar a Sakura, ni había buscado la forma de mantener ese amor que ella le profesaba.

- Yo puedo responderte eso –dijo Sakura para alivio de su esposo –tu padre siempre fue una figura fuerte y poco amigable

- ¡Hey! –exclamó Syaoran haciendo que sus niños más pequeños se carcajearan.

- Pero –continúo Sakura –esa era en verdad una parte muy pequeña de su carácter. Tu padre también fue muy respetuoso y leal, además fue ganándose mi confianza con el tiempo siendo un buen amigo, me apoyaba en todo y se prestaba para estar ahí para mí.

- Ah –suspiraron sus hijas.

- ¿Y cómo… se declaró papa? –siguió preguntando el joven.

- Bueno, éramos muy pequeños solo teníamos doce años y estábamos luchando contra lo que creíamos que era una amenaza por parte de su tío Eriol, pero luego de que paso todo Syaoran me declaro que yo le gustaba y luego me dijo que yo lo había cambiado, y que yo poseía virtudes de las que el carecía, también me dijo que se sentía muy feliz de haberme conocido.

- Wow papa, se nota que no eres un cobarde como mi hermano –interrumpió uno de los pequeños.

La charla había terminado en risas y peleas entre hermanos, pero Syaoran se había quedado impresionado con la historia de Sakura.

- Vaya historia la de hoy –le había dicho ya luego en su recamara mientras se preparaban para dormir.

- Aja

- ¿Cómo te inventaste tantos detalles?

Sakura se quedó pensativa mientras Syaoran se llenaba de vergüenza, no debió preguntarle eso, tal vez en la mente de Sakura así hubiera comenzado su historia de amor, ella solo había narrado lo que hubiera sido una fantasía de la historia de su amor.

- Debí haberles narrado tu proposición de matrimonio, lo siento –dijo Sakura con una pequeña sonrisa.

- No, yo lo siento –interrumpió Syaoran –debiste tener una historia de amor como lo que dijiste, un hombre que pensara en ti a cada instante y que se pusiera nervioso como nuestro hijo, y que te conquistara y… Yo no pude darte nada de eso.

- No es cierto –dijo Sakura con convicción –tú me diste todo eso Syaoran.

- Sabes que no.

- Si, lo hiciste, solo…

Sakura se veía triste y Syaoran se sintió culpable de su tristeza, si Sakura quería inventar historias para sus hijos, él se lo permitiría con gusto.

- Lo siento, te he lastimado –dijo Syaoran con dolor.

- No me lastiman tus palabras, me lástima que creas que no he tenido la vida que quería. Tú eres el amor de mi vida Syaoran, y me has dado todo.

Sakura se acercó a él rodeándole con sus brazos, se inclinó hacia el besándole suavemente, lo que tuvo una reacción instantánea en Syaoran excitándole rápidamente.

- Para mí no hay un hombre mejor que tu Syaoran –susurro su esposa besándole –lo único que lamento es que… lo que lamento son los momentos como este en los que dudas.

- No dudo de nosotros, sé que ninguna otra mujer hubiese sido una compañera como tú, es que hay veces en las que siento que falta algo, siento un hueco en nuestra relación y tengo la percepción que es por mi parte, que a mí me falta darte algo.

- Me lo has dado todo Syaoran –dijo Sakura con ojos aguados por las palabras de su esposo.

- Tú me has dado más –dijo Syaoran besándole nuevamente.

Syaoran iba desvistiendo y besando a Sakura al mismo tiempo, quería hacerle ver lo importante que ella era en su vida, que aunque no sintiera ese amor tan profundo el la valoraba y se enorgullecía de tenerla.

Sakura gemía y se estremecía, mientras su esposo le besaba el cuerpo, Syaoran era un experto en el arte de hacer arder a Sakura, darle placer le producía placer a él, por eso muchos hombres se enorgullecían de ser buenos en la cama, que su pareja disfrutara era tan importante como disfrutar uno mismo y Syaoran sabía que su esposa disfrutaba de su tacto.

- ¡Syaoran… ya!

- Dame un momento, quiero verte totalmente perdida en placer.

- No me tortures –dijo Sakura besándole intensamente.

En ese momento ya era una cuestión de quien volvía al otro más loco de placer, si Syaoran conocía los puntos débiles de su esposa, Sakura más aún. Ella tenía el don de hacerle perder la cabeza totalmente, así que Syaoran se rindió uniéndose a ella, buscando aplacar la necesidad.

- Dime que me quieres –demando Syaoran mientras embestía a Sakura con fuerza.

Ella se sorprendió de la petición, en su vida juntos nunca le había pedido que le declarara sus sentimientos, y hasta cuando el había necesitado escuchar la confirmación de los sentimientos de Sakura y que ella nunca le dejaría, lo había pedido a través de toques y miradas en la penumbra de la noche.

- Dímelo –volvió a demandar Syaoran con los ojos fijos en ella.

- Te quiero… te amo Syaoran –dijo Sakura gimiendo.

- ¿Me quieres?

- Si

- ¿Me deseas?

- Si, si…

- ¿Deseas a otro hombre? –volvió a preguntar gimiendo el también.

- Noo… solo…. Solo a ti Syaoran. Soy tuya… de nadie más.

En ese momento perdieron el control y se dejaron llevar por la pasión la cual hizo estallar estrellas en sus ojos, quedaron rendidos abrazados el uno al otro. Al rato Syaoran hablo.

- Sabes que eres importante para mí, ¿Verdad?

- Si, lo sé –respondió Sakura abrazándole más fuerte.

-Yo... si yo pudiera… si pudiera…

- Lo sé, lo se mi amor.

- Tú lo sabes, pero yo no. No entiendo Sakura.

Sakura se incorporó en la cama para mirar a su esposo a la cara, en sus ojos había cierta duda, pero también determinación.

- ¿Qué es lo que sabes, Sakura? –preguntó Syaoran deduciendo la mirada de su mujer.

- Pasaron cosas… hace muchos años.

Él estaba listo para escuchar la explicación, pero en ese momento se escuchó un toque en la puerta.

- ¿Papa? –era su niña pequeña.

- Hola princesa –dijo Syaoran abriendo la puerta.

- Tuve un sueño feo –dijo la pequeña con sus grandes ojos verdes.

Syaoran le hizo señas a Sakura de que saldría de la habitación y acompaño a su hija hasta su aposento. Ya en la cama le arropo y quiso saber más acerca del sueño.

- A ver, ¿tuviste una pesadilla?

- No era pesadilla, fue un sueño malo –dijo su pequeña mirándole con preocupación.

Syaoran supo que había sido una premonición por la distinción que hacia la niña.

- ¿Y que tenia de malo ese sueño?

- No te va a gustar –dijo la niña desviando la mirada.

- ¿Por qué?

- Porque… vas a llorar mucho, y mama… no va a estar aquí cuando llores.

Al escuchar esas palabras un frío atravesó la espalda de Syaoran, ¿Qué significaba esto? Tomo una gran bocanada de aire y miro fijamente a su hija diciendo…

- Cuéntame que paso en tu sueño, princesa. Cuéntame y podrás dormir mejor…


Holaaa a todos, el jueves no pude actualizar, trabajo en la calle y esta semana del 14 de febrero las calles estaban a reventar de gente, asi que cada tarde llegaba solo con ganas de acostarme y no hacer nada, pero aun así estamos hoy qui. Por cierto feliz día del amor y la amistad :)

Quiero agradecerles por sus comentarios y por seguir la historia, gracias a James, Fani, Chibitan, Luna98 y Mia que dejaron sus reviews, cada vez que veo una notificación de review me emociono y me adelanto a leerlo, los amo.

Bueno, el capitulo de hoy nos dejo algo... Como ven, no les puse nombres a los hijos de Syaoran y Sakura, espero que les alla gustado este capitulo, de paso les digo que me quedan solo un par de capítulos para esta historia. Desde el principio la pensé corta, así que tenia el bosquejo preparado par capítulos.

Dejen sus comentarios y nos leemos luego. ;)