¡Saludos!

Hora de los spin off.

Según lo que constaté en el desarrollo de "Gesta de la Hechicera y el Gaijin", muchos se quedaron con las ganas de escenas que fueran más allá de lo romántico con nuestra pareja favorita. Y la verdad es que yo también. Les voy a ampliar esos momentos.

Así que con esto vamos a la primera alerta de spoiler: Es de suma importancia haber leído al menos hasta el capítulo 8 de "Gesta de la Hechicera y el Gaijin", al menos para estar contextualizados, aún cuando este espacio estará diseñado para lectores eventuales y podrá sostenerse sola.

En fin, creo que son suficientes explicaciones. Para aquellos que ya leyeron la historia base, sabrán de donde viene la ampliación de la siguiente escena, y para los que no, sólo una pequeña explicación: los personajes tiene catorce para el momento de la escena.

¡Disfrútenlo!


Clear Lemony Chronicles.

Primera base.

—¿Sabes qué día es hoy?— Preguntó de pronto la chica, cambiando totalmente su actitud, ahora mostrándose alegre a pesar de los ojos humedecidos y su voz ligeramente temblorosa. Sus manos en las mejillas de él ahora lo tomaban con delicadeza.

—No…— Respondió él con sinceridad, sabía que no tenía más de un mes de comenzado el verano, pero nada más, no era un conocimiento precisamente necesario en el campo.

—Hoy es trece de julio—. Dijo ella, radiante—. Así que… ¡feliz cumpleaños!

—¿En serio?

—Sí… y por eso, te tengo un regalo—. Bajó los ojos un momento, —Es algo muy pequeño en realidad, y sé que puede resultarte insignificante, pero es algo que sólo podría regalarte a ti, y quiero que lo tengas… y una vez que lo recibas, nunca podrás devolverlo.

—¿Sakura…?— Preguntó sintiendo que su estómago trataba de ocultarse en algún lugar de su abdomen, quitándole momentáneamente la capacidad de respirar. —¿Y qué es…?

Ella volvió a mirarlo, sus ojos verdes mostraban un color muy curioso en combinación a la moribunda luz del fuego cercano. Su respuesta fue un susurro apenas audible:

—Mi primer beso.

Fue demasiado el tiempo que le tomó al chico comprender las palabras de la jovencita. Cualquier pensamiento o idea al respecto fue interrumpida, desechada de inmediato, innecesaria. La iluminación lo alcanzó en un momento de éxtasis espiritual, mientras trataba de comprender por qué el rostro de Sakura estaba tan cerca del suyo, porqué podía sentir su respiración a tal proximidad y sus lágrimas rodando por sus propias mejillas, cómo es que su esencia había entrado tan profundo en sus pulmones… como es que la sensación en sus labios lo hacía sentir que podría morir en ese mismo momento sin ningún tipo de arrepentimiento. Cerró los ojos, tratando de extender al infinito esos segundos únicos, para que cada sensación quedara tatuada en sus sentidos.

El corazón de ella latía con tanta fuerza que temió en serio que se detendría de un momento a otro, a menos claro que estallara primero, sentía como si alguien hubiera tomado su estómago y lo hubiera llevado al tejado de la casa, estaba mareada y su cara ardía… y aunque todo esto pueda sonar como una pesadilla sensorial, era lo más gratificante que había sentido en su corta vida, la textura, el sabor y la torpe interacción de labios que nunca habían coincidido con otros, le hicieron sentir escalofríos recorriendo su espalda, era como estar en la montaña rusa, pero no tenía deseos de que el viaje terminara jamás.

Fueron pocos segundos. Pero en esos breves instantes, en el beso más delicado, cálido y enternecedor del mundo, una parte de la niñez de ambos se despedía para siempre.

Ella se separó, alejándose unos centímetros, esperando algún tipo de reacción. Cuando él abrió los ojos, no atinaba a decir o hacer nada, no le era siquiera legible una expresión. Ella pensó entonces que se había pasado de la raya, empezó a sentir algo de miedo… ¿y si había ido demasiado lejos? ¿Qué tal si él no estaba preparado para un paso tan importante? ¿Era una falta de respeto en la cultura china que una chica te besara…? Si su mente pensaba en una pregunta más, huiría en ese mismo momento al templo, declarando que todo había salido terriblemente mal.

Y antes de que Sakura pudiera echar un vistazo a la habitación para buscar la mejor ruta de escape, los brazos de Xiao-Lang ya la habían tomado por la cintura con firmeza, con la fuerza precisa, con amabilidad pero con determinación. Ella, incapaz de resistirse, principalmente porque esa nueva actitud de él le gustaba mucho, permitió que el abrazo la guiara, de tal suerte que quedó acomodada en su regazo, y fue él esta vez quien inició el segundo beso. Para ella fue un poco sorpresivo, intempestivo incluso, pero no fue malo en absoluto… y rendida ante las recién descubiertas agallas del futuro líder del clan Li, correspondió con pasión equiparable, atando su cuello con los brazos. Ninguno de los dos había besado antes, así que ambos pensaban que el otro lo hacía bien, y simplemente se dejaron llevar.

Después de unos minutos, él, incapaz de mantener la posición, cayó sobre su espalda ruidosamente, soltando un quejido ahogado. Sakura no pudo evitar reír, rió con ganas durante un par de minutos, tumbada sobre su pecho.

Ella se levantó sólo un poco para poder apreciarlo. Él hizo otro tanto mirándola con infinita dulzura mientras acariciaba ese rostro siempre sonriente como en sus sueños. Ella se recostó nuevamente sobre su pecho, buscando un nuevo beso. Él correspondió.

Y no sólo era el hecho de que eso los hiciera felices… era el hecho de que no había dudas en sus corazones de que eso era lo correcto.

¿A qué mentir? Todo el camino inmediato ante ellos era nuevo y rico en descubrimientos, y aún cuando de verdad tenían necesidad el uno del otro, no era apremiante.

Él, alguna vez imaginó que la besaba, muchas veces de hecho, y en esas fantasías pensó en lo lindo que sería, pero la realidad, aunque desconcertante y distinta, estaba resultando mucho mejor. En sus sueños era sólo el contacto de sus labios, pero en la realidad era eso, sumado al aroma de su cabello, el calor y la suavidad de su cuerpo, el sabor y textura de su boca, y sus delicadas manos que acariciaban las mejillas del muchacho con tanta ternura y cariño que sentía que se derretía.

El corazón de ella comenzó a recuperar su ritmo, pero aún estaba muy emocionada y feliz, tanto así que apenas daba tregua al chico. Besar era increíble, mucho mejor de lo que pensó alguna vez, a pesar de que no sabía exactamente cómo hacerlo… ¿Era sólo dar besos breves? Tal vez debían ser prolongados y profundos… ¿Debía involucrar a su lengua en ellos? Aunque la última idea le pareció demasiado osada y pasó de ella de momento, aunque sí se dio la licencia de aprisionar el labio inferior de él entre los suyos, haciendo una pequeña presión que le sacó un expresión de sorpresa al muchachito, seguida de una risa sincera y nerviosa.

Ambos estaban agotados. Para ella, la evocación a la que fue invitada por Tomoyo la había fulminado y comenzaba a perder la batalla contra el sueño, mientras que él, entre el ayuno y el desgaste físico, estaba en una condición semejante. pasaron sólo minutos para que la cabeza de ella dejara de luchar contra la gravedad, y buscara la mayor comodidad posible en el regazo del chico.

Quedaron abrazados cuando los primeros ronquidos comenzaron a sonar, aunque la sensación de estar en los brazos del otro los hacían volver a la vigilia cada cuanto. Xiao-Lang despertó por un instante al sentir los dientes de Sakura presionando con suavidad su lóbulo auricular, y se preguntaba a qué se debía tan rara, pero encantadora conducta. Lo cierto es que ella tampoco lo sabía, sólo sintió el impulso y comenzó a hacerlo.

Luego, durmieron otra vez.

La siguiente ocasión, durante la madrugada, fue ella quien se levantó en un pequeño sobresalto, causado por dos condiciones: la primera, sus labios eran nuevamente atacados por él, con suavidad y dulzura tal que ella correspondió elevando bastante la intensidad de la caricia. la segunda, que la tomó totalmente por sorpresa, las manos del chico tocaban con timidez su cintura por la espalda… y lenta, pero ininterrumpidamente comenzó a ir más al sur, hasta que se concentró en sus caderas, donde se quedó haciendo toda suerte de juegos de manos con su anatomía, haciéndola suspirar entre cada somnoliento beso.

Y antes de que el sueño los derrotara una vez más, el pensó que si bien esa parte del cuerpo de ella lucía muy bien, se sentía mucho mejor a merced de sus manos, además de que a ella no parecía molestarla semejante invasión.

Ya en la madrugada, ella se dio la vuelta, dándole la espalda; él, sin dar resistencia, aceptó la nueva postura y pasó con suavidad su mano derecha por arriba de su cintura, logrando que sus dedos se colaran por el pliegue debajo del obi y alcanzando su ombligo… eso fue desconcertante aunque muy agradable, pero lo realmente interesante pasaba en otro lado…

Aquella zona que a lo largo de la noche había sido el centro de la atención del lobito, ahora se presionaba despreocupadamente contra su bajo abdomen, el calor y la cercanía lo despertaron completamente por unos instantes, dejándolo tieso… en más de un sentido.

Un mundo de fantasías disparatadas y confusas se revolvieron en su mente vulnerable por el agotamiento y confundida por la excitación. Y mientras sentía el inocente roce del cuerpo de la jovencita, el sueño lo tomó por última vez esa noche.

Ya tendrían tiempo en la mañana para aclarar lo que pasó.

Primera base.

Fin.


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