Como un No muerto has vivido, como un Elegido fuiste seleccionado por tus defectos y virtudes, como Cazador te adaptaste al ambiente y como un Héroe serás recordado por tus acciones desinteresadas a lo largo del trayecto.
Muy buenas a todos y les doy la bienvenida a este último recuerdo de esta historia. Agradezco a todos los que se hayan tomado la molestia de leer y especialmente a las personas que comentaron sus opiniones, sencillamente me gusta leer sus comentarios y a pesar de ser una historia corta he logrado ver más de los que creí que tendría. Ya que este es el último recuerdo creo que va a ser el más largo, no diría que mucho pero si un poco más extenso. No tengo mucho más que decir aparte de eso, solo que responderé a los comentarios y luego comenzamos:
Silverstein Ravenfang: Jaja, espero que también disfrutes de este recuerdo que es el final.
AssassinHero: Jeje, de verdad soy alguien sabio para ir dando importantes lecciones de vida, espero que hayas aprendido la lección de que nunca se está lo suficientemente preparado XD, también ten preparados pañuelos ya que este recuerdo es emotivo. Por cierto me sorprende encontrar a un hermano del Team Nino, sin duda ella es the best waifu seguida de Miku, tengo planeado hacer historias de las quintillizas pero llegarán a su tiempo, hasta una donde Izuku este en el papel de Futarou, sin nada más que decir disfruta de este final.
JAlexGamer: Jeje, estoy de acuerdo contigo, ellos dos sin duda fueron muy dulces que pueden llegar a matar, por eso es requerida mucha insulina para ser precavido, y si, ciertamente el final es como dices, ellos dos juntos en un final feliz, aunque ya verás al final.
Bucio: La película estuvo increíble siendo ahora mi favorita de Marvel, ten cuidado de los Spoilers para no arruinartela. Gracias de nuevo por tus largos comentarios, me entretengo mucho releyendo varias veces, el motivo por el que puse a Bakugou como padrino es por el hecho de que me es más creíble al ser el rival y amigo de la infancia de Izuku. Me alegra mucho que te haya gustado el desarrollo que le he dado a la historia, por favor disfruta de este capitulo que será el "final".
Cario Regun: Que bien que sea de tu agrado, entonces supongo que es inevitable que también vomites arcoiris con este final.
Disclaimer: Los personajes de Boku no Hero Academia le pertenecen a su creado Kosei Horikoshi, por lo cual escribo esta historia ficticia sin lucro alguno y solo por diversión.
Recuerdos Memorables
Recuerdo 7: Y juntos hicimos nuestro milagro: Crear una familia juntos
Sin duda ella y su esposo han vivido por muchas cosas juntos.
Parecía que fue ayer cuando hace 3 años se habían casado y habían comenzado a vivir como marido y mujer.
Recuerda perfectamente como la gran celebración en la recepción no tuvo ningún inconveniente, solo que ambos estuvieron acaparados por sus amigos y familiares que les felicitaban y les daban diferentes regalos de bodas, innecesarios pero aun así lo agradecieron cortésmente.
Al final ese mismo día se fueron al aeropuerto ya teniendo todo su equipaje preparado para irse de luna de miel.
Estuvieron en dos lugares diferentes, primero estuvieron dos meses en Hawái donde se alojaron en el mejor hotel de la isla con los mejores servicios disponibles para la famosa pareja de héroes de los cuales la noticia de su unión se había propagado rápidamente por el mundo.
No hace falta decir que la pasión y el romance predominaron durante ese lapso de tiempo en el cual ambos querían permanecer juntos y relajarse teniendo como paisaje las aguas tropicales y los bellos atardeceres de películas.
Luego se fueron un mes a un hotel lujoso en Londres ya que Momo quería visitar el lugar con más calma, ya que le había gustado la ciudad antes cuando tuvo que acompañar a Izuku a la gestión de una de sus agencias.
Allí tuvieron más libertad para hacer turismo juntos, fueron a distintos museos, a los lugares más concurridos para turistas, a la noria gigante donde se maravillaron con la vista que tenían en lo alto.
Además llegaron a inscribirse en un evento en el cual ambos lograron hacer el papel de detectives en un caso de homicidio ficticio y ambos lograron resolverlo en conjunto complementando las ideas del otro hasta que ambos al mismo tiempo dedujeron al culpable.
Al finalizar su luna de miel volvieron a Japón donde ambos se mudaron a la casa en la cual vivirían de allí en adelante, pues antes vivían en un apartamento de lujo que Izuku se había comprado desde que ascendió al puesto número uno.
Los Midoriya se compraron una hermosa casa familiar de dos pisos, la verdad muy bonita y de diseño moderno pero no era muy grande ni extravagante en algún sentido.
Tenía la habitación de ambos, tres cuartos más, 3 baños, una sala de estar, comedor, una espaciosa cocina, un bonito jardín y un despejado patio.
Nadie pensaría que en ese lugar vive el símbolo de la paz y la heroína Creati que era la sucesora de la familia Yaoyorozu, pero así lo quisieron ambos.
Una casa humilde y acogedora en la cual pudieran convivir con sus hijos una vez los tuvieran.
Cuando volvieron de su luna de miel y se mudaron a su casa ya habían terminado el papeleo para adoptar a cierta niña.
Al poco tiempo Eri de 12 años se unió a la familia Midoriya como la hija de ambos.
Ella tenía un especial cariño por Izuku que todo el tiempo después de salvarla la ha querido como si de una hija se tratara y antes de casarse él y Momo han conversado la opción de adoptarla.
Momo completamente feliz por la inclusión de la niña la trató con cariño y afecto maternal que le nació por instinto a medida que pasaba el tiempo cuidando de la albina que al mes ya se había integrado perfectamente como una más de la familia.
Esos días sin duda fueron pacíficos y felices para Momo.
Desayunaban como familia, Izuku llevaba a Eri a la escuela en su espalda mientras surcaba el cielo con sus potentes saltos, luego ambos se iban a patrullar y visitaban sus agencias para asegurarse de que todo esté en orden, luego los dos juntos buscaban a su hija a la escuela y todos regresaban como familia para cenar y pasar el tiempo divirtiéndose juntos.
Sin duda fue un fresco y renovador nuevo comienzo para la pareja de casados que ahora tenían a Eri como su hija y sus trabajos como héroes no fueron preocupantes dado que cualquier conflicto lograban solucionarlo para después dejarle el resto a la policía.
Si, sin duda esos días eran la calma antes de la tormenta.
En ese caso la tormenta que los sacudió a ambos fue algo llamado… embarazo.
Si, una palabra aterradora que podría causar escalofríos a muchos adultos que ya habían pasado por esa experiencia.
Fue casi como medio año después de haberse casado con Izuku que Momo comenzó a sentir náuseas, mareos, mucha hambre y distintos síntomas que comenzaron a preocupar mucho a Izuku.
El peliverde le insistía a ella que fuera al hospital pero Momo decía que estaba bien, por lo cual no le quedó de otra al héroe que llevarla cargada al hospital de confianza donde la joven doctora que los conocía personalmente la chequeó.
Ese día Izuku se mantuvo en el pasillo preocupado con Eri a su lado esperando a que Momo saliera de allí y la doctora les dijera qué sucedía.
Allí luego de una hora de espera salió Momo acompañada de la doctora.
La pelinegra sonreía algo nerviosa mirando a su esposo que se acercó preocupado con Eri tomándole de la mano.
-¿Qué te sucedió, mamá?-, le preguntó Eri a la pelinegra un poco preocupada conmoviendo un poco a la pelinegra que encontró un poco difícil el responder pero la doctora ya se encargó de eso.
-Está embarazada-, respondió la doctora con una gran sonrisa alegre y lo siguiente que se escuchó fue el sonido de algo cayendo duro contra el suelo.
Las tres chicas observaron que el héroe Deku, el símbolo de la paz se había desmayado por la noticia.
-Izuku-kun-, dijo Momo que se sintió algo insegura de si a él le gustaría tener al bebé.
Vale que fueran padres de Eri pero era diferente el concebir un hijo ellos mismos, un bebé que tuviera la sangre de ambos.
Pusieron al inconsciente héroe número uno sobre una cama de la habitación y Momo se sentó al lado de él en una silla esperando a que despertara para hablar.
Eri se había ido un rato con la doctora para darles privacidad a ellos dos, sin duda Momo sabía que su hija era perceptiva e inteligente para leer el ambiente.
Lo miró dormir y un poco preocupada colocó una mano sobre la de él para buscar apoyo en esas confiables manos que le han dado valor en el pasado.
Momo se sentía preocupada por lo que él diría.
Ella quería tener ese bebe, era el fruto de su amor con el hombre que ama, no podría ser más feliz al tener la oportunidad de crear vida en base al amor que ambos se profesaban.
Ese bebé seria la prueba física de que Izuku y Momo Midoriya se amaban.
Él se levantó abruptamente sorprendiéndola un poco e Izuku de inmediato se giró a verla sorprendido.
-¿E-Es cierto?, ¿estás embarazada?-, preguntó el peliverde sin poder creérselo todavía.
Momo estaba algo nerviosa y asintió con la cabeza.
-Si-, respondió ella esperando ver qué opinaba él.
-¿Desde hace cuánto lo sabes?, ¿Cuántos meses tiene?-, le preguntó él con aun más intriga en su tono mientras que colocaba sus manos sobre las de su esposa.
-Lo supe hace dos semanas, lleva 2 meses-, respondió la heroína Creati sin poder mirar a los ojos a su esposo por miedo a lo que diría, que no quería tener a ese bebé.
Pero ella le escuchó sollozar y preocupada levantó su cabeza y para su sorpresa él estaba llorando, Izuku lloró de alegría y la envolvió en un cariñoso y cálido abrazo en el cual él expresó libremente su felicidad ante la noticia.
-¡V-Voy a ser padre!, ¡v-vamos a ser padres Momo!, ¡v-vamos a tener un bebé!-, exclamaba el héroe Deku con felicidad mientras que lágrimas de alegría brotaban de sus ojos.
Ella no pudo evitarlo también lloró, lloraba de alegría de saber que su alma gemela deseaba tanto al bebé como ella, la felicidad la superaba y se desbordaba al saber que ambos tendrían a ese pequeño o pequeña que vivía adentro suyo.
-¡L-Lo sé Izuku!, ¡v-vamos a ser padres!, ¡tendremos un bebé!-, respondió Momo en el mismo estado que su esposo mientras seguían abrazados el uno del otro sin querer soltarse.
Ambos estuvieron abrazados tanto tiempo que Eri y la doctora volvieron y la niña albina se juntó al abrazo familiar.
Tanto Izuku como Eri comenzaron a hablarle al vientre de Momo que solo sonreía divertida y enternecida al ver que trataban de comunicarse con el bebé que apenas tenía dos meses y no podría escucharles, pero le gustaba verles así de animados así que les dejó ser.
No duró mucho tiempo para que al día siguiente contactaran a sus amigos y familiares con la gran noticia y el mismo día vinieron sus excompañeros junto con sus padres.
Todos se reunieron en su casa y comenzaron a hacer un gran alboroto por el asunto y se dio un festejo.
Un nuevo integrante de la familia Midoriya estaba en camino.
Ella se sentó en los sofás con sus amigas que le hablaban animadas sobre su embarazo proponiendo ideas para nombres del bebé, los regalos que podrían darle al nacer y lo que le enseñarían como tías a medida que creciera.
Los chicos por su parte rodeaban a Izuku que estaba junto con Eri.
Kirishima y Iida hablaban con la pequeña albina mientras que Shinso y Todoroki estaban comenzando a meterle ideas de paternidad en la cabeza en base a sus propios juicios, cosa que agobió un poco al peliverde que trataba de lo posible de no intimidarse por toda la información que le daban.
Era extraño que ellos dos fueran a darles consejos de paternidad a pesar de que ninguno de ellos era padre, quizás aprovecharon la oportunidad para influenciar a Izuku en su modo de crianza.
Bakugou por su parte estaba más callado de lo usual, pues al parecer por ser un momento tan valioso no podía burlarse de alguna forma de su rival, además el peliverde le había avisado múltiples veces que no dijera groserías en presencia de Eri y luego de alguna que otra batalla a puños se resignó a obedecer.
La madre y el padre de Momo conversaban animadamente con una feliz Inko y su esposo Toshinori sobre lo que harían como abuelos una vez el bebé naciera.
Hablaban de cómo le consentirían y de como esperaban que fuese en apariencia, si los ojos de Izuku o el cabello de ella, si tendría pecas o no, eran pequeños detalles que al fin y al cabo les hacía felices imaginar.
Todo fueron risas y charlas sobre el bebé que estaba en camino.
Por petición de Izuku, de sus padres y de sus amigos ella como la heroína Creati decidió tomarse una licencia medica de sus deberes para no poner al bebé en riesgo, el más satisfecho con este hecho fue su esposo que se sintió aliviado al saber que estaría segura.
A partir de ese momento comenzó la Odisea.
Izuku se volvió aún más atento con ella de lo que era antes.
Se levantaba de primero para hacerle el desayuno y llevárselo a la cama para que no hiciera el esfuerzo de levantarse. Hacia cualquier favor que le pidiera a gran velocidad y se encargó completamente de las tareas de la casa.
Momo agradecía que fuese tan atento y amable pero el bebé nacería dentro de 7 meses, aun ella podía valerse por sí misma y luego de una conversación con él pudo hacer que se calmara un poco, después de todo él era dulce, sí, pero podía llegar a ser asfixiante la manera en la que le cuida.
Eri parecía muy emocionada con su nuevo hermanito o hermanita que venía en camino, entusiasmada con lo lindo que seria y lo que ella podría enseñarle como hermana mayor.
Así fueron pasando los meses para la familia Midoriya que ahora tenían a un bebé en camino creciendo dentro del vientre de Momo.
No está de más decir que Izuku batalló contra los antojos de su esposa, sus repentinos y extremos cambios de humor y su monstruosa hambre.
Con el pasar del tiempo Momo comenzó a comer en mayor cantidad, hasta el punto en que parecía exagerado como su apetito se había duplicado.
Izuku tuvo inconvenientes para poder preparar la cantidad de comida adecuada para satisfacer la insaciable hambre de su esposa.
Una vez él tuvo que cocinar 7 veces el mismo día ya que Momo cada par de horas tenía de nuevo hambre.
Luego estuvo la ocasión en la que quisieron ir al cine como familia pero Momo hizo una escena al ver como varias chicas tenían la mirada puesta sobre SU hombre, menos mal que Eri logró tranquilizarla mientras que Izuku se disculpaba con todos.
También estuvo la ocasión en la que Momo repentinamente explotó sobre un canal de noticias porque una de sus entrevistadoras miraba demasiado a Izuku en una entrevista. Por ello Izuku le pidió amablemente que se tranquilizara y la pelinegra comenzó a llorar pidiendo perdón y después mandó al peliverde a buscarle comida china por un antojo
Momo llegó finalmente a los 8 meses de embarazo y ahora Izuku junto con sus amigos se turnaban para cuidarla en caso de que en cualquier momento entrara en labor.
Charló con sus amigas Kyouka, Mina, Toru, Uraraka, Tsuyu, Itsuka, Saiko, Nejire y Yui.
Comía algunos postres que le preparaban Satou y Aoyama trabajando juntos.
Tokoyami y Shouji le platicaban tranquilamente y la ayudaban en cualquier tarea que pudieran hacer para hacerla sentir cómoda.
Sero, Kaminari y Kirishima se encargaron de hacerla reír contando algunas historias que les sucedieron en sus agencias o como Bakugou terminó explotando algo importante por accidente y por ello comenzó a ocultarlo con miedo de que le descubrieran, a lo cual ellos tomaron fotos para chantajearle un poco.
También venían Todoroki y Shinso para acompañarla, Todoroki decidía ponerse a leer en silencio mientras que Shinso observaba la televisión despreocupado, esto no le importaba a ella que con el ambiente pacifico se mantuvo complacida.
Bakugou solo se sentaba en el sofá a comer mientras veía un canal de luchas, se instalaba como si fuera su propia casa y en varias situaciones ambos terminaban gritándose el uno al otro. El rubio cenizo por su explosiva actitud y Momo por su voluble temperamento producto del embarazo, al final el rubio siempre terminaba perdiendo la pelea.
Mineta… con Mineta lo tuvo que echar a escobazos un par de veces para evitar la atención de enterrarlo 5 metros bajo tierra una vez que él le molestara con algún comentario pervertido.
Sus padres se pasaron varias veces para ver cómo estaba a pesar de que podrían llamarle simplemente, quizás solo querían ver con sus propios ojos lo poco que quedaba para que naciera el bebé.
Inko junto con Toshinori también pasaron a saludar y para pasar el tiempo con Eri que no dejaba de ser su primera nieta y la sacaban a pasear para darle un poco de privacidad a la embarazada.
Momo se sentía feliz de que la pequeña vida que estaba creciendo en su interior fuera a crecer en tal entorno lleno de grandes personas que se preocuparían por él o ella.
Sus abuelos y tíos estarían allí para que creciera adecuadamente, pero sobretodo él o ella tendría a una confiable hermana mayor como Eri y tendría a Izuku y a Momo como sus padres.
Un día le había tocado la visita de Todoroki, Shinso y Bakugou.
Eri estaba a su lado luego de volver de la escuela, ella estaba a su lado sentada en el sofá mientras que con su oído tocaba el vientre de su madre que estaba hinchado por el bebé en su interior.
-¡Acabo de sentir una patada!-, dijo Eri emocionada y levantando la cabeza para sonreírle a Momo.
-Si, al parecer hoy está muy inquieto-, respondió Momo calmada mientras se sobaba el vientre para tratar de tranquilizar a su bebé.
-Sigo sin entender porque no quieren saber el género-, comentó Shinso con sencillez desde un sofá individual mientras cambiaba de canal del televisor.
-Porque queremos que sea una sorpresa, para nosotros y para todos-, respondió la pelinegra con tranquilidad con un aura serena y pacífica.
-¡Te pasaste el canal de luchas!, ¡regrésate idiota!-, le reclamó Bakugou al pelimorado con enojo.
-Que ruidoso, baja el volumen de tus gritos Bakugou, vas a molestar a Yaoyorozu-, dijo Todoroki desde la mesa del comedor mientras tenía su mirada puesta en su libro.
-Siempre ves las luchas, por lo menos trata de ver películas o algo así, es molesto tener que escucharte gritar cuando alguien pierde-, le dijo Shinso al rubio cenizo con despreocupación mientras se rasca la nuca.
-¡Esos cobardes no tienen el valor para seguir!, ¡son unos inútiles!-, exclamaba enojado el rubio de solo recodar a esos peleles.
Momo se mantuvo tranquila en su lugar, imperturbable hasta que sintió un pulsante dolor en su vientre.
Se sujetó el estómago mientras hacia una mueca de dolor que captó la atención de los presentes.
-¿Mamá?, ¿estás bien?-, le preguntó Eri a Momo con preocupación mientras se acercaba a revisarla.
-E-Estoy bien, solo fue otra patadita-, respondió Momo forzando una pequeña sonrisa.
-Dios, no me asustes así, mujer-, dijo Bakugou sentándose de nuevo en el sofá ya que de la impresión se había levantado.
-Lo mismo digo, no sé qué haría si de verdad sacaras a ese bebé ahora-, dijo Shinso relajándose con una pequeña sonrisa de lado.
-Acabas de levantar una bandera-, dijo Todoroki cerrando su libro y preparándose para lo que seguramente estaba por ocurrir.
-¿Ustedes no han pensado en tener hijos?-, les preguntó Momo a sus amigos para hacer conversación.
-No, Camie y yo no hemos hablado sobre tener mocosos-, dijo Bakugou de forma tajante para luego recostar sus pies sobre la mesita al frente suyo.
-Saiko y yo todavía no estamos seguros de sí esperar un poco más o no-, respondió esta vez Todoroki con tranquilidad desde su sitio.
-Quizás, lo he pensado pero es difícil encontrar a la indicada-, respondió Shinso recostando más su espalda del sofá individual mientras soltaba un suspiro.
-Pues les recomiendo que lo intenten, después de todo no hay sensación más increíble que!-¡HAAAAAAAA!-, decía Momo que empezó a gritar de dolor.
-¡Mamá!-, exclamó Eri preocupada por su madre mientras que los tres hombres se acercaban alertados.
-¡¿Qué pasa ahora contigo?!-, le preguntó el rubio cenizo a la esposa de su rival que se sujetaba el estómago adolorida.
-O-Oh perdón, ¡es que me gusta gritar sin sentido idiota!, ¡s-se me rompió la fuente!-, gritó una adolorida y enojada Momo que dejó a todos impactados ante la revelación.
Rápidamente todos reaccionaron en consecuencia como si hubieran practicado para ese momento.
Todoroki y Shinso cargaron a Momo hasta el auto de Bakugou que se puso al volante mientras que en el asiento de copiloto estaba Eri nerviosa haciendo varias llamadas a todos para darles la noticia de que Momo iba camino al hospital para el nacimiento del bebé.
Iban a gran velocidad por las calles como si de una película de acción se tratase.
-¡Conduces como un maniático!, ¿¡Quieres matarnos!?-, le gritó Momo al rubio al volante para regañarle.
-¡Esto no es Initial D, Bakugou!, ¡te juro que no cantaré "Deja Vu" ni "Gas Gas Gas" para ti!-, le gritó Shinso al conductor idiota que para ser el héroe numero dos no parecía importarle mucho la seguridad de los peatones.
A los minutos llegaron al hospital y de inmediato ingresaron a Momo en una habitación donde la doctora la atendería junto con varias personas del personal médico.
Sin duda Momo recordaba muy bien la para nada normal vista que tenía ella al ver como alrededor de toda la habitación estaban sus amigos y sus padres junto con Inko y Toshinori.
Allí estaban muchos héroes reconocidos, Ingenium, Red Riot, Uravity, el héroe número 3: Shoto, el héroe numero 2: Bakugou, Sugar Man, Earphone Jack y muchos más que iban llegando.
Todos al escuchar la noticia de que el bebé ya iba a nacer dejaron todo lo que estaban haciendo para dirigirse al hospital para apoyar a Momo, aun si dejaron a la mitad su patrullaje y aun llevaban puestos sus trajes de héroes.
Las visitas llegaron a ser tan ruidosas que la doctora y las enfermeras recurrieron a sacarlos a todos de allí para darle espacio a ella, solo dejaron que los padres de ella, e Inko y Toshinori se quedaran.
Momo extendió un poco su mano hacia su hija que la estaban sacando de la habitación. -E-Eri cariño, llama a tu padre-, le pidió Momo a su hija haciendo un poco de esfuerzo por aguantar el dolor antes de que las enfermeras les terminaran de sacar a sus amigos del lugar.
Eri de inmediato obedeció y tomó su teléfono para llamar a su padre mientras que ella estaba en el pasillo junto con las demás 40 personas que esperaban a que llegara el padre del bebé que nacería en breve.
[Aló Eri, ¿qué sucede?], se escuchó la voz del peliverde del otro lado de la línea.
-¡P-Papá!, ¡es una emergencia, tienes que venir al hospital rápido!-, le dijo Eri a Izuku claramente alarmada.
[Espera un poco, es que ahora estoy a mitad de un combate y (¡BOOM!) necesito sacar a los civiles antes de que el edificio se caiga], respondía Izuku y Eri sencillamente no podía esperar tanto tiempo, mucho menos su madre.
-¡E-Está naciendo ya, mi hermanito o hermanita ya está naciendo!, ¡mamá te necesita, está en labor!-, exclamó alarmada la niña y luego de eso se escuchó como se colgó la llamada repentinamente.
-¿Qué te dijo, Eri?-, le preguntó Kyouka a la pequeña niña que se quedó unos segundos viendo su teléfono.
-La llamada se colgó-, respondió la albina y luego de eso trascurrieron un par de minutos para que luego el suelo comenzara a temblar.
Todos se sostuvieron de algo pensando que era un terremoto hasta que vieron como una rápida figura en movimiento corría hacia ellos en el pasillo dejando una estela de rayos verdes a su paso.
Ya todos reconocieron quien estaba llegado, lo sorprendente es que haya llegado casi 3 minutos luego de que Eri le llamara.
Izuku se detuvo frente a ellos jadeando un poco por el cansancio mientras que sus ropas de héroe estaban algo chamuscadas y cortadas mientras que detrás de él solo era visible un rastro de polvo y papeles que se había traído en la carrera.
-¿M-Momo?, ¿d-donde?-, preguntó él apenas manteniendo su mente en calma para que luego todos señalaran la habitación a la que estaba Momo con su bebé a punto de nacer.
Él no esperó ni un segundo más para meterse dentro de la habitación donde estaba su esposa para apoyarla.
Más tarde Momo se enteraría de la noticia:
"¡El héroe de la paz Deku logra sacar a 100 personas de un edificio en llamas, derrotar a los villanos y evitar que el edificio colapse en tan solo 2 minutos!"
También un noticiero dio el reportaje de una secuencia de grabación que grabaron por helicóptero donde perseguían desde el cielo a ese destello de velocidad verde que corría a toda velocidad a travesando la ciudad de punta a punta. Enviaron héroes velocistas a tratar de averiguar quién era el corredor pero no le podían igualar en velocidad y según sus argumentos solo pudieron ver al héroe Deku con una expresión de pánico como si su vida dependiera de correr a su máxima velocidad.
Minutos antes de que Izuku llegara al hospital, Momo se encontraba aguantando el dolor sobre la cama de hospital mientras que la doctora y el personal médico ya habían terminado de acomodar todo el material que necesitaban.
No estaba muy familiarizada con el dolor físico, claro que como heroína se ha expuesto a ataques, lesiones y demás heridas. Su esposo por el otro lado había sufrido lo impensable habiendo experimentado la muerte de cerca en varias ocasiones, él y el dolor estaban tomados de la mano.
Ella le envidiaba un poco por eso en esos momentos ya que se hubiera podido acostumbrar mínimamente al infierno que sería dar luz. Las unidades de dolor que sentía en su interior eran insoportables y sin duda aseguraría que esto haría llorar a cualquier hombre por muy rudo que fuera, este dolor hasta podría hacer llorar a Endeavor y Bakugou.
-Señora Midoriya, ya podemos empezar-, le dijo la doctora a la pelinegra que estaba respirando adolorida aguantando las contracciones.
-¿D-Donde está Izuku?, n-no puedo hacerlo sin él-, decía Momo necesitando enormemente el apoyo del amor de su vida que todavía no aparecía.
-No te preocupes, Izuku vendrá, no se perdería este momento por nada del mundo-, le dijo Inko dándole una gentil sonrisa que fue correspondida por Momo que se sintió más aliviada al escucharle.
Lo necesitaba a su lado, sin él no se sentía con la fuerza suficiente para darle luz a su bebé.
Aguantaría todo el dolor que sea necesario para darle tiempo a su esposo para hacer acto de presencia.
Ese bebé nacería con sus dos padres presentes.
De repente el suelo comenzó a temblar como si de un terremoto se tratara, las enfermeras y los adultos se sostuvieron de algo para no caerse y Toshinori soltó una pequeña risa.
-Ya llegó-, dijo el rubio sabiendo que su discípulo era el causante de tal movimiento y luego de eso la puerta de la habitación se abrió abruptamente y de allí entró Izuku que cerró la puerta al entrar para luego correr al lado de Momo.
-Izuku… si viniste-, dijo Momo sonriendo a pesar del dolor, el simple hecho de verle allí ya era suficiente como para que quisiera llorar.
-Juntos somos invencibles, no puedo dejarte sola en esto-, le dijo Izuku a su amada mientras que tomaba su mano con cariño y se la besaba para darle el apoyo que necesitaba.
-Vamos a iniciar el parto, todos a excepción del padre salgan al pasillo-, le dijo la doctora a los padres de ambos héroes que aceptaron y se fueron no sin antes desearles suerte a la pareja y a su futuro nieto o nieta.
-Bien señora Midoriya, por favor puje-, le pidió la doctora a la pelinegra que de inmediato comenzó a gritar de dolor.
-¡AHHHH!-, gritaba ella ante el dolor tan agónico que estaba sintiendo.
Pensaba que iba a morir en ese momento, que sus cuerdas vocales se desgarrarían y que su interior iba a explotar.
Izuku por su parte trataba de disimular el dolor de soportar el fuerte agarre mortal que tenía Momo sobre su mano mientras daba a luz. Con un agarre de esa magnitud ella podría ahorcar a un oso fácilmente, el peliverde no daba crédito a esto y solo se mantuvo aguantando.
-¡Cuando esto termine te voy a matar, Izuku!, ¡tú me hiciste esto!-, le gritó Momo a su esposo con enojo mientras seguía pujando.
El amor y la necesidad se cambiaron por el enojo.
Fue culpa de él que ella estuviera experimentando tanto jodido dolor.
Izuku al ser tan dulce con Momo le era imposible a ella el no querer tener relaciones con él. Además por culpa de que él sería un buen padre, ella decidió no tomar más sus píldoras anticonceptivas y fue cuestión de tiempo para que se embarazara.
Todo es culpa de Izuku.
-¡Te voy a matar!-, exclamó ella aumentando la fuerza de su agarre que hizo que el peliverde hiciera una pequeña mueca de dolor.
-Yo también te quiero, cariño-, respondió Izuku sonriendo ante las "dulces" palabras de su esposa.
Así fue como ambos estaban dando todo de sí para dar luz al bebé que sería el nuevo integrante de la familia.
Desde afuera en el pasillo los amigos y familiares escuchaban como los gritos de dolor de Momo cedieron de un momento a otro dejándoles unos segundos de preocupación por lo que sucedió.
Pero luego el llanto de un bebé llegó a oídos de todos y Eri fue la primera en saltar emocionada y el resto no tardó mucho en seguirle.
Ese día un nuevo Midoriya había llegado a la familia.
Al pasar un tiempo la doctora abrió la puerta de la habitación para dar su permiso para que entraran a ver al recién nacido.
Momo estaba cansada luego de que todo sucedió.
Se acostó a dormir presa del cansancio pero lo hizo con una pequeña sonrisa en su cara ya que recordaba el beso en la frente que le dio Izuku mientras la felicitaba por haberlo logrado.
Ahora era madre de su propio Bebé.
Ella lentamente fue despertándose de su sueño y se encontró con una de las escenas más conmovedoras y lindas que ha podido ver en toda su vida.
Izuku estaba allí cargando un cobertor blanco en sus brazos, le sonreía dulcemente y le hablaba con afecto como si este pudiera entenderle aunque no fuera así.
Su esposo estaba cargando a su bebé entre sus brazos y le hablaba con tal cariño que sencillamente le era fácil a Momo el volver a enamorarse de ese hombre.
Sus amigos y padres estaban también en la habitación observando al padre peliverde que consentía a su bebé.
Las chicas ya habían tenido tiempo para ver a la pequeña ternurita y enternecerse solo de ver su durmiente rostro.
Los hombres ya felicitaron a Izuku por ser padre y que todo haya resultado bien.
Los padres de ambos también tuvieron su momento para ver al recién nacido y cargarlo para verlo y notar las similitudes que tenía con sus padres.
-Izuku-, dijo Momo débilmente con una sonrisa mientras que estaba recostada delas almohadas que la dejaban en un ángulo adecuado para ver a su esposo.
-Momo, aquí hay alguien que ya quiere conocerte-, le dijo Izuku a su esposa sonriéndole gentilmente para luego tanto él como Eri acercarse a Momo para darle al bebé en los brazos.
Momo se quedó fascinada y una indescriptible sensación de felicidad y satisfacción llenaba todo su ser al ver frente a sus ojos a la vida que ha estado dentro suyo por nueve meses.
No había palaba para definir lo que estaba sintiendo en ese momento.
Momo Midoriya había dado luz al bebé más lindo del mundo.
Momo se había hecho madre.
-Es un hermanito, Mamá, es un niño-, le dijo Eri a su madre que sonrió cálidamente mientras que se grababa la imagen de su hijo en su mente.
Adorable y pacifico mientras dormía plácidamente con sus regordetas y sus ojitos cerrados.
Tenía un poco de cabello rizado negro que se tornaba verde oscuro en las puntas. Tiene pecas en sus mejillas y más tarde verían que tiene los ojos verdes.
Si su cabello fuera más verde que negro entonces sería la viva imagen de Izuku.
-Es perfecto-, dijo Momo mientras se le escapaba una lagrima de felicidad.
Izuku se la limpió gentilmente y luego le dio un casto beso en la frente mientras que se arrodillaba para también besar a su hijo, también atrajo a Eri para darle también un beso en la frente y la familia que antes era de tres se quedó viendo al nuevo integrante que dormía ajeno a todo lo que sucedió.
-¿Cuál será su nombre?-, le preguntó la madre de Momo a la pareja con una pequeña sonrisa y el resto también mostró interés en eso.
Momo e Izuku se giraron para verse mutuamente mientras se sonreían divertidos.
En caso de que fuera niña ya tenían un nombre planeado desde hace meses.
Hace unas 3 semanas atrás fue que ambos se habían visto un nombre que les gustó a ambos.
Momo miró a ese pequeño entre sus brazos y sonrió maternalmente mientras acariciaba su dormida carita.
Ese pequeño era el fruto de su amor por Izuku.
Ese era su regalo de dios.
Se decidió por nombrarle de una manera adecuada a pesar de que fuera un nombre extranjero.
-Mathew, se llamará Mathew-, respondió Momo recordando que este derivaba del nombre Mattahaeus del latín "Regalo de dios".
No hubo quejas en cuanto al nombre por parte de los presentes y en cambió sonrieron al ver a la familia allí reunida en la cama de hospital.
Ese día Mathew Midoriya se había unido a la familia.
Si, Momo recordaba el nacimiento de su primer hijo con mucho amor, tanto como el que una madre puede tener.
Eso sucedió hace más de un año.
La paternidad fue un verdadero reto para ella y para Izuku pero ambos lograron lidiar con ello y sin duda esos días estuvieron llenos de alegría.
Además contaban con el apoyo de sus amigos y padres que pasaban más seguido para saludar al pequeño niño que ya podría abrir sus ojitos y varios estaban encantados con la idea de cuidarle cuando la pareja estuviera ocupada.
Claro que su camino como padres seria para toda la vida pero ninguno de los dos tenían problemas con eso, estaban más que encantados por la manera en la que estaban como familia.
Una familia de cuatro en la cual cada día tanto Izuku como ella aprendían cosas nuevas sobre la paternidad.
Sin duda la felicidad más genuina había llegado a la familia Midoriya.
Pero… al poco tiempo la familia de cuatro se convertiría en una de cinco.
*En el Presente*
Momo se encontraba descansando en la cama de hospital.
Tenía una pequeña sonrisa en su cara mientras tenía los ojos cerrados.
Desde hace un rato ha estado despierta pero decidió permanecer así mientras rememoraba todos los recuerdos importantes que pasó junto al hombre de sus sueños, el amor de su vida, su esposo y mejor amigo.
Quiso recordar los momentos más preciosos que resaltaban sobre el resto por la importancia que tuvieron en la relación entre ellos dos.
Se acercaron, se confesaron, salieron en su primera cita, compartieron su primer beso, experimentaron su primera vez, se casaron y tuvieron a su primer hijo.
Esos eran recuerdos invaluables que nunca abandonarían la ágil mente de Momo que tenía una memoria envidiable.
Ella decidió abrir lentamente los ojos para volver a quedar encantada y grabar otro recuerdo memorable en su mente.
Al frente de ella se encontraba Izuku cargando con un brazo a Mathew de un año con un biberón en su boca mientras que con el otro cargaba cuidadosamente a su pecho a su recién nacida hija llamada Elea que estaba cubierta por un cobertor rosa.
La pequeña se asimilaba a ella en los rasgos faciales, tiene el mismo color de ojos y su cabello era liso, pero de su padre sacó el color verde de su cabello y Elea tenía cierto parecido a su abuela Inko.
Eri de recién cumplidos 15 años que ahora llevaba el uniforme de Yuuei estaba al lado de Izuku viendo a su hermanita recién nacida.
Ahora eran una familia de cinco, Izuku les hablaba a Elea y a Mathew como presentándoles entre ellos y contándoles cosas de héroes mientras que Eri le decía a su padre que todavía no podía entenderle, pero eso no evitó que ella también comenzara a hablarle a su hermanita.
Momo sonrió gentilmente viendo la escena.
Si alguien le preguntaba, ¿eres feliz?, entonces ella respondería lo siguiente.
Claro, después de todo he formado una familia con el amor de mi vida. Si eso no era felicidad entonces no sabía lo que era.
Pero de algo sí que estaba segura, no cambiaría ninguna decisión que ha hecho en su vida ya que todo la ha llevado a ese momento.
Esto que tenía delante de ella no era el final feliz de una historia.
Sino el comienzo feliz de otra nueva que ella y su familia debían afrontar juntos.
Elea Midoriya se unió ese día a su familia.
Su nombre derivado de Eleanor: Brillante.
Su esposo y Eri notaron que ella despertó y le sonrieron ambos en conjunto para comenzar a acercarse a ella.
-Aquí está la pequeña que ha querido verte, Momo-, le dijo Izuku a su esposa mientras le pasaba a Elea a sus brazos con delicadeza y él se quedaba cargando a Mathew que seguía con su biberón.
-Se parece a la abuela Inko pero es tan bonita como tú, Mamá-, dijo esta vez Eri sonriendo alegre mientras que Momo veía a detalle el dormido rostro de su pequeña hija.
Momo sonrió maternalmente y le dio un casto beso en la frente y luego se giró a ver a su esposo, a su hija mayor y a su hijo varón.
-Vamos a seguir creando recuerdos juntos, ¿de acuerdo?-, les dijo Momo sonriendo hermosamente transmitiendo a través de esa sonrisa la felicidad que sentía tanto como mujer como madre.
Izuku le sonrió con cariño y le dio un cariñoso beso en los labios para luego alejarse un poco y colocarle una mano en la mejilla a su querida esposa.
-Aún nos queda un largo camino que recorrer Momo, esto solo es el comienzo-, le respondió Izuku y la pelinegra dejó escapar una lágrima para limpiársela enseguida y asentir con la cabeza.
Pues todo era cierto.
Ellos dos comenzaron solos, se fueron uniendo hasta ser inseparables, entrelazaron sus vidas para ser invencibles juntos y expandieron a su familia hasta ser cinco integrantes quienes la conformaban.
Pero esto solo era el comienzo de la historia de ambos, no, era el comienzo de la historia de ellos cinco.
Izuku y Momo Midoriya eran los padres de Elea, Mathew y Eri Midoriya.
A esa familia aun le quedaba un largo trayecto por delante.
Para Momo aún quedaban cientos de recuerdos nuevos que crear.
Y sería mejor empezar desde ahora.
Lo que ese día significó, cuando abrimos nuestros corazones todo el tiempo queríamos estar juntos. Entonces unimos nuestros labios y nuestro amor fusionó el calor de nuestros corazones al volvernos uno. Enlazamos nuestras vidas para afrontar el futuro y juntos hicimos nuestro milagro: Crear una familia juntos.
*Fin del Séptimo Recuerdo*
Pero aún quedan muchos nuevos que vivir... ¿fin?
Y eso ha sido todo amigos. De verdad me siento un poco jodido de mi corazoncito por terminar esto en este punto, de verdad me gustaría no ser el autor de la historia para leerla y ponerme a llorar de felicidad al terminarla, no es que diga que me quedó bien, sino que soy muy putamente sensible a escenas tan bonitas. Ahora me siento orgulloso y satisfecho de haber hecho este seguimiento de siete días con esta historia que aquí finaliza, pero la familia Midoriya continuará creando recuerdos juntos.
Quizás… solo quizás si de verdad me siento inspirado, creo que podría hacer una historia siguiendo la vida de los Midoriyas. No desde el punto de vista de Momo sino desde un punto de vista más amplio generalizando a la familia de cinco. No prometo nada pero la idea está allí por si en algún momento me siento inspirado a crearla.
Menos mal que escribí esto antes de ver Avengers: EndGame ya que hace unas horas la vi y... Wow, deben verla, sencillamente es una obligación si son seguidores de las películas de super héroes. El punto es que seguramente no hubiera subido capitulo hoy de no haber sido precavido, así que aquí tuvieron el final de Recuerdos Memorables.
Espero que les haya gustado y si es asa comenten en los Reviews qué les ha parecido. Sin nada más que decir me despido hasta la siguiente… Sayonara.