Un mes y medio transcurrió desde aquel accidente.

El joven despertó tras ser curado por Darien (era estudiante de medicina) durante la primera semana.

— ¿Quién eres? — preguntó Rei cuando éste la miró largamente.

— Seiya Kou. ¿Dónde estoy? ¿Porque estoy aquí? ¿Quiénes son? — el joven de larga cabellera que estado recostado le preguntó.

Cuando le explicaron su caída desde el cielo, su semana dormido. Se sintió frustrado, no recordaba nada. Apenas sabía su nombre y todo estaba en blanco en su memoria.

Por supuesto que sabía leer japonés e inglés. Tenía algunos conocimientos básicos... El abuelo se compadeció del muchacho. Vio su potencial. Era casi como un nieto más, así que nadie supo cómo, pero le consiguió una identificación y papeles.

Luego durante la fase de la luna menguante él cambió, se convirtió en una chica de cabello negro. Incluso comparó su vida con la del anime Ranma 1/2. Aunque deseó tener que usar agua caliente y no esperar a la luna creciente o la luna llena, para ser un chico. Así que cuando era chica, solo usaba la voz más gruesa y vendas en el pecho para seguir pareciendo un chico.

Rei suspiró, ambos estaban sentados en Crown, una cafetería y lugar de videojuegos. Estaban asistiendo a la preparatoria juntos.

— Te apuesto la cena a que te gano en la carrera de autos. — retó Seiya en vista de que su amiga parecía estar perdida.

— No quiero jugar, estoy preocupada.

— Los sueños son sueños, si juegas vas a olvidarlo. — recomendó el pelinegro.

— ¿no vas a dejar de insistir hasta que diga que sí? — Rei le miró acusadora.

Él le sonrió. — ya me conoces.

Así que subieron a las máquinas, que simulaba una carrera fórmula uno, tras varios intentos Rei no lograba ganarle. Sentía mucha frustración.

— ¿no puedes ganar por siempre? — ella reclamó.

— No hay quien me gane, soy el mejor en la fórmula uno. — Él sonrió, en poco tiempo había aceptado que si no recordaba nada, crearía nuevos recuerdos.

Las puertas de The Crown se abrieron dejando paso a un guapo joven, un rubio con el uniforme de la escuela Mugen. Iba sosteniendo su maletín con un aire de masculinidad.

Seiya pudo observar los corazones en los ojos de su amiga, cuando miró al joven sintió algo extraño, ¿atracción?, ¿Acaso su parte femenina reconocía aquel rubio como un lindo chico?— Rei, continúa jugando...

— eres invencible. — respondió ella sin quitar la mirada del rubio.

— Nadie es invencible, pequeña. — respondió el chico. — Yo ganaré por ti.

— ¿y crees que me dejaré ganar tan fácilmente? — El pelinegro se ofendió. Incluso había algo extraño en la voz profunda de ese chico. Como si no fuese natural.

Rei sostuvo el portafolio del joven y le cedió su lugar.

"Él" le dio ventaja a Seiya y un par de minutos después le ganó. Dejándolo ofendido y molesto.

— Quiero una revancha. — el pelinegro lo miró retador.

Las puertas del local volvieron a abrirse dejando ver a una joven rubia, que usaba dos coletas con unos chonguitos, también iba con el uniforme de la escuela Mugen y utilizaba un labial rosa que la hacía lucir encantadora.

El rubio se levantó, se despidió de sus acompañantes.

— Tardé demasiado. Lo siento — la joven de chonguitos se disculpó. — ¿nos vamos?

— Sí, caminemos, mi auto está en el mecánico. — Haruka giró hacia ellos —Bueno nos vemos, La próxima jugaremos unas carreras, señorita.

— Sí — respondió Rei con un sonrojo en las mejillas.

Ambos se retiraron, se veían perfectos.

— Tengo que saber quién es él. — Rei empezó a caminar dispuesta a seguirlo.

— Pero tenemos que estudiar...

— Ve al templo.

— No sé cómo llegar...

— Entonces ven conmigo. — Sentenció Rei.

— Yo lo quiero saber nada del rubio estirado.

— Entonces espera a que vuelva aquí. — Rei estaba enfadada.

— ¿Y darle la oportunidad de seducirte?, iré para cuidarte. — Y para ver quién es. Había algo extraño en ese sujeto. Algo que no terminaba de gustarle o que empezaba a... — Sí, necesitas protección, además Darien no me perdonaría si te hace algo.

La pelinegra resopló y salieron para seguirlos.


— Nos están siguiendo — Serena afirmó.

Haruka sonrió encantadora. — Esa era la chica que rescatamos haces semanas.

— Se ve saludable. — La rubia menos se mostró triste y frustrada. — el cristal de plata ha perdido su brillo. No puedo transformarme.

— Jedite encontrará la manera de ayudar.

— No lo creo, está ocupado en la escuela de medicina y en el gimnasio. Apenas ha logrado tener tiempo para entrenarme. — Serena se quejó y luego caminaron en silencio durante unos 15 minutos. La pequeña rubia miró a su hermana. — ¿Crees que haya alguna manera de que funcione mi broche?

— Debes enamorar a tu príncipe. Puede que él sea la solución.

— No hay manera de que sepa quién es. — Serena se mostró frustrada. Llegaron a la puerta de la mecánica. — Iré a buscar un teléfono para que Jedite venga a buscarme. No quiero esperar a que esté listo tu auto...

— Sí, va a tomar mucho tiempo y hoy es tu turno de bañar a Luna. — Haruka sonrió a su hermanita. — De paso voy a jugar con los que nos han seguido.

— es claro que piensan que eres un chico, deberías usar una falda.

— No en la escuela. Suficiente molestia tengo con Ken.

Su hermana ya se había ido y la dejó hablando sola. Haruka ingresó a la mecánica.

— Señor Kameda, ¿cómo está?— Le preguntó al mecánico que estaba bajo su auto.

Este se deslizó y se sentó — Hola, ¿con que regresaste? Espera un poco, ya casi acabo.

— Deberíamos ir a casa — Seiya dijo a Rei, tras diez minutos en la puerta de la mecánica.— La luna menguante sale en una hora y sabes lo que eso significa.

— ya te dije que puedes tomar un taxi en ir a casa.

— No quiero — Seiya se quejó.

Estuvieron en la puerta esperando, la hora transcurrió y Seiya era una linda estudiante con ropa de chico. Algo que no le gustaba porque se sentía extraño con sus bondades.

— ¿Preciosa, vas a estar todo el rato escondida?— Preguntó Haruka.

— Esquer mi hermana, dejó su moto en la mecánica vecina, la estoy esperando— Mintió Rei y Seiya roló los ojos para sacarse la chaqueta y atarla a su cintura, para parecer femenina. Aunque claro no usaba sostén y esa blusa traslucida era provocativa, pero siendo hombre no le importaba el recato.

La rubia salió y vio ambas chicas, Seiya se mostraba seria, sus ojos azules no se fijaron en ella.

— Soy Haruka Tennoh, segundo año de preparatoria.

— ¿Qué?— preguntó Seiya.

— ¿querían saberlo o no? me refiero a mi. — Giro a verlas.

Ambas asintieron.

— ¿otra cosa que les gustaría saber sobre mi... ¿sería?

Rei alzó la mano — La chica que estaba contigo hace poco ¿qué significa para ti?— se acercó a Haruka — ¿qué tipo de relación tienen? ¿Son novios?

La rubia quedó sorprendida — ¿Novios? ¿Te refieres a Serena?

— Ella no es tu novia— Afirmó seiya.

— ¿o sí?— Secundó Rei.

— Bueno, la verdad es que Serena es mucho más que eso — Desde luego que sí, era su hermana menor. — Pero no se rindan, ustedes aún tienen oportunidad.— Miró a los ojos de seiya y luego a Rei.

Serena regresó, había escuchado lo último y le causaba gracia.— No las engañes. Cuando ves a las muchachas lindas siempre les dices ese tipo de cosas.

— Por supuesto que no— Negó la rubia mayor con indignación.

— Bueno, no importa, me voy a la casa— Sentenció Serena, su hermana no perdía la costumbre de coquetear cuando le venía en gana. Posiblemente algún día a falta de admiradoras coquetearía con roca.

— Cálmate, Serena.

Rei se acercó a la rubia menor— ¿acaso eres su novia?

— No lo soy— Contestó Serena.

Se quedaron esperando, hasta que Jedite llegó. Saludó a las jóvenes pelinegras y centró su mirada en sus hermanas. Otra vez estaban en la misma mecánica y otra vez peleadas.

— El señor Kameda tiene la ambición de ser un gran mecánico y que su máquina sea aceptada en las carreras internacionales, por eso me gusta venir a este lugar. A veces siento como si de repente una pista de 100 km apareciera de la nada frente a mí, Me fascina el aire que sopla en una pista de carreras. — Dijo Haruka.

— El sueño de Haruka es ser el mejor corredor de autos del mundo —Sentenció Jedite.

— No, no es cierto, ya no lo es. Antes era mi sueño.

— ¿Era tu sueño?— Preguntó Seiya. —¿Cuál es tu sueño de ahora?

— Hacer cosas que nadie podía ser capaz de hacer y no me importa si me cuesta la vida para lograrlo o si pierdo algo en el camino, nunca me rendiré.

Serena y Jedite se miraron, entendían el sentimiento de su Hermana.

Seiya pensó que Haruka se veía muy guapo y admiraba sus palabras. Tal vez ambos…

Escucharon el grito del señor Kameda.

— Nosotros nos encargamos. — Dijo Jedite— Serena llévalas lejos.

Serena tomó a las pelinegras de las manos y echaron a correr.

— ¿No te preocupan tus hermanos? — Preguntó Rei, estaba agitada pero aun así se dejaba arrastrar.

Serena no contestó, solo las subió al coche de Jedite y puso el auto en marcha, a sabiendas de que debería perseguir y bloquearle el paso al monstruo en caso de se escapara.

Así lo hizo "Volante", salió a toda carrea con el talismán del corazón puro convertida en un Mercedes AMG F1 W09 EQ Power+.

— ¿Por qué siento que nosotros vamos a ser quienes bloqueen la avenida? — Preguntó Seiya al verse a la mitad de la pista y ver frenar a la cosa.

Detrás en una moto lineal iban Sailor Uranus y El rey celestial Jedite.

— ¡No dejaremos que te lleves ese cristal! — Grito Uranus. — ¡Tierra Tiembla! — tras enviar su energía grito— ¡Vamos Sailor Moon!

Serena se vio impotente por no ayudar, pero notó que Jedite había tomado su identidad para lanzar la tiara lunar que al llegar al enemigo se convirtió en una amenazadora cuchilla.

El talismán salió volando y fue tomado en las manos por otra Sailor — Se volvieron a equivocar. — Miró a Jedite, que seguía mantenía la identidad de su hermana — Sailor Moon, por favor devuélvelo a su dueño. — Y el corazón puro fue a sus manos.


Casa Tennoh-Tsukino

Se encontraban en el salón.

— ¿Así que es una Sailor? — Preguntó Luna — ¿vieron el símbolo de Mars en su frente?

— Sí, pero no la pudimos traer porque estaba con su hermana mayor — Serena se dejó caer en el sofá.

— ¿se hicieron amigas? — Preguntó Artemis— Así podríamos traerla aquí y revelarle su procedencia.

— Haruka coqueteo con ella— Serena aun segura molesta con su hermana. — Así que no será difícil traerla a casa.

La rubia mencionada frunció el entrecejo dejaba su te sobre la mesilla — No voy a coquetearle para traerla, va a pensar que soy un lobo mañoso que quiere de ella su…

— Según nuestra investigación apellidan Chiba — Amy veía la información en su laptop. — y Jedite estudia medicina junto al Hermano mayor y…

— Chiba… Chiba… — el rubio llevó su mano a su meten pensativo — Creo que he oído ese apellido — Chasqueó los dedos— Es Darien Chiba, sí, ya recuerdo, ha estado pidiendo una pasantía en la clínica del tío Haruto Tennoh.

— Yo le diré al tío Haruto que le conceda la pasantía. — Serena sonrió de manera dulce — De paso llevare algunos obsequios para los niños.

— Entonces queda cerrado, le ofrecerás tu ayuda y pronto tendremos nueva Sailor.

Todos los presentes asistieron al plan, sin llegar a pensar que era más fácil encontrar a Rei en The Crown.