Capítulo 14

Ante los ojos de Uchiha Sarada, la batalla tomaba escena. Su padre había comenzado a atacar a Daichi así como su tío. Seguía los movimientos rápidos de izquierda a derecha, tragando grueso.

—¡Sarada!—escuchó. Al instante el calor de un abrazo la lleno. Sus ónix comenzaron a cristalizarse. —Es un alivio que te encuentres bien—murmuró.

—Mamá—susurró la Uchiha.

A un metro de ellas, observaron al mayor de los Uchiha pasar de golpe, hasta escuchar el gran estruendo tras golpear contra la pared del lugar. Sus miradas se fijaron en la batalla, observando como Sasuke esquivaba un golpe.

—Estás equivocado si piensas que solo me dejaré golpear—gruñó Daichi.

—Lo mismo, si crees que podrás arrebatarme a mi familia—gruño Sasuke mirándolo con el Sharingan. Desapareció ante los ojos de Sarada, un gran estruendo fuera dejo perplejo a los presentes,

Itachi frunció el ceño justo en el momento de parecer esquivar algo, ladeando la cabeza. Detrás una enorme nube de humo se alzó y junto a ella, el crujir del muro. Segundos más tarde el polvo que se había levantado se dispersara, Daichi aun seguía ahí. Podía sentir su presencia con facilidad.

El polvo por fin se disperso por completo. Sarada y Sakura miraron sorprendidas la escena, aquel hombre se colocaba de pie con dificultad. Llevando su mirada a la matriarca Uchiha, Sarada frunció el ceño colocando se frente a su madre.

—No tengo tiempo para estar perdiendolo—gruño Daichi con el ceño fruncido.—…..…Sakura—llamó, logrando que la nombrada se tensara. —Solo entréguenla—inquirió.

No le dio tiempo suficiente para hacer contacto con los jades de ella, Saltó hacia atrás, siendo obligado por un par de agujas, esquivándolas con facilidad.

—¿Crees que te entregare fácilmente a mi madre?—comentó arrogante Sarada.

—Solo eres una simple mocosa, Uchiha—soltó con acidez..

—Hmp—emitió Sarada sonriendo ladino.—No soy una simple mocosa…—le miró con burla.—Soy el hijo de Sakura y Sasuke Uchiha—termino orgullosamente.

—¡Ella no es una Uchiha!—gruñó Daichi. Sasuke, Sarada, Itachi fruncieron el ceño.

Y antes de siquiera poder decir alguna otra cosa. Sasuke se lanzo contra él, tomándolo del rostro y llevándolo contra el suelo con tal dureza que lo destrozó con suma facilidad. Los jades de Sakura llenos de sorpresa.

Más el hombre impregno chakra en su mano, dejando fluir una cantidad extraordinaria, tanto Sarada como Itachi también alcanzaron a verlo, Daichi alzó su brazo con fuerza, llevando su ataque contra el Uchiha, dejando un corte profundo en su único brazo.

Yuike abrió los ojos con sorpresa, no tuvo mucho tiempo para pensar, ya que el rubio impacto con la mano derecha llena flujo un poco incrementado de chakra en el estomago del Uchiha.

—¡Aléjate de él!—escucharon ambos. Y en menos de un segundo, Daichi ya hacia contra el muro de aquel lugar. Completamente destrozado

El alarido grito en coro de Deidara quien entro al lugar, junto a los demás, lograron sacar del shock a la pelirrosa. Itachi soltó un suspiró mientras negaba. Mirando de soslayo a Akatsuki entrar. Y junto a ellos Naruto y los demás.

—Esa niña es…—Sakura fue interrumpida.

—Insensata—sonrió orgulloso Itachi.

—Increíble—murmuro la Deidara. Llegando junto a Itachi.

Sintieron el suelo del lugar, temblar, tras unos segundos los pedazos de piedra y rocas que se abultaban en el lugar donde Daichi había caído, salieron disparados. Lo vieron impulsarse de un saltó cayendo a solo unos metros delante de ellos. Daichi levanto la cabeza. Sasuke se encontraba con la cabeza gacha, empezando a respirar con cansancio, la velocidad y fuerza que estaba utilizando le comenzaba a dejar agotado, hacía apenas unos minutos y pudo resguardar poco chakra.

El Uchiha cerro los ojos con fuerza, sintiéndose mareado. Un sonido seco zumbo en sus oídos, gruño dos veces, antes de dejarse caer de rodillas al suelo. Inconscientemente tanto Sakura y Sarada levantaron la mirada, fijándola en él. Sasuke sintió el tiempo detenerse, dejó de sentir el viento y lo único que escuchaba era la respiración de Daichi y la propia completamente pausada.

Lo observó por segundos, el tipo le dirigió la mirada, una mirada oscura, reflejando resentimiento, odio y envidia. Frunció el ceño en el momento en que se estremeció. Daichi había comenzado a reír de forma espeluznante.

—¿Qué me hiciste?—murmuro Sasuke, tratando de llevar el mayor oxigeno posible a sus pulmones..

Había estado luchando contra un Uchiha con el mismo nivel sucesorio que el de su padre. De inmediato bajaron la mirada, evitando el contacto visual. Percatándose que sus cuerpos temblaban.

—Debo admitir, que tu hija y tu lo han estado haciendo bien—hablo Daichi. —Pero ya me cansé, no tengo tiempo de jugar más—gruño amenazadoramente.

—Maldición—susurró el azabache mientras miraba con atención al suelo.

—Esto se acaba ahora—escuchó. Inevitablemente Sasuke alzó la mirada.

Ante sus ojos una persona apareció delante de él, caminando hacia su dirección, parando de frente, sin antes impactar un puñetazo en las costillas del azabache. El impacto en sus costados derechos los hizo lanzar un grito lleno de desesperación. No era necesario ser medico para saber que aquel crujido había sido sus costillas crujiendo. Y sin dejarlo un segundo en paz. Un nuevo golpe aterrizo sobre su hombro, dislocándolo. Gimió de dolor al levantar el rostro.

Daichi sonrió burlón, Sakura se estremeció al ver a su marido arrodillado frente aquel hombre, con los brazos tendidos a sus costados, escuchando cada grito lleno de agonía salir de sus labios. Sarada observó como su padre tosió seguidamente, escupiendo sangre.

—Papá—se escuchó la voz de Sarada. —¡Papá!—volvió a exclamar.

Se apresuró y en menos de un parpadeó soltó un puñetazo contra el rostro de Daichi, siendo detenida por el mismo. La sujeto del brazo, apretándola con fuerza, la Uchiha gruño con dolor, alzando el otro puño, queriendo golpearlo. Nuevamente quedo atrapada por el enemigo, azotándola contra el suelo, sin siquiera soltarla.

El alarido de la Uchiha hizo tensar a los demás. Boruto y Deidara se apresuraron. Llegando hasta Daichi con intenciones de querer golpearlo. Más él hombre desapareció junto a la azabache. Sasuke quien seguía de rodillas cayó contra el suelo de golpe

—¡Sasuke!—grito Sakura. Se apresuró a su marido.

Este aún se encontraba tosiendo un poco, se apoyó con los brazos con dificultad. Naruto apretó con fuerza su mandíbula, dando un paso al frente, el chakra del Kyubi se extendió por todo su cuerpo. Más el Hatake lo detuvo, colocando su mano sobre su hombro.

—No—negó el Hatake.—Lo conoces muy bien, se molestará si interferimos—susurró. —Es una lucha que solo concierne a los Uchiha—soltó.

Daichi sonrió ladino, mientras que con su pie derecho golpeaba la parte trasera de las rodillas de la chica, arrodillándola frente a los demás. Sarada le miró con el ceño fruncido, él le tomo del mentón, más la Uchiha giro su rostro con brusquedad.

—Quería tratarte como te mereces, Hime-san—se burló Daichi. —Darte un trató de princesa antes de morir—escupió. El cuerpo dolorido de Sasuke se tensó, alzando la mirada, una mirada llena de desesperación. Sakura tembló completamente. i

—Comenzaré contigo, Uchiha hime—sonrió sádicamente.