Hola, mi nombre es Paula, soy de Chile y este es un fic que estoy escribiendo para sanar mi corazón después de Endgame. Será mi mejor intento por arreglar todo el desmadre que quedó tras la película, para aquellos que simplemente hemos decidido ignorar la mala decisión que tomaron los directores y el equipo al quitarnos a Nat ya Tony. Esta historia será sobre el -intento- de regresar a Natasha a la vida, y como James Barnes y Sam Wilson re-arman (y desarman) su vida tras el retiro de Steve. Espero que les guste. Cualquier comentario, sugerencia o reclamo, pueden dejarlo en los comentarios y reviews. También intentaré publicar una versión paralela en inglés, ya que en español me frikea un poco. Desde Chile, con mucho cariño.

Disclaimer: Los personajes mencionados aquí no son de mi propiedad, sino de Marvel Cómics y Marvel Estudios. Las canciones en las que me inspiré para escribir esta historia tampoco son de mi propiedad, eventualmente daré crédito a cada artista o grupo.


-¿Y ahora qué? - Dijo Sam, mirando el reluciente escudo, como si no hubiese sido casi destruido hace unos días atrás.

- Ahora qué qué - Respondió Bucky acomodándose el pelo. No estaba seguro de querer seguir auto llamándose Bucky. No desde que Steve había vuelto siendo una pasa arrugada.

Demonios, todo había pasado tan rápido. Los años siempre pasaban rápido. Recordaba haberse quejado del tiempo un montón de veces, dentro de lo poco que recordaba. Pero estar fuera del hielo lo ayudaba a recuperarse a sí mismo. De todo lo que había perdido en su vida, perderse a sí mismo había sido lo más doloroso.

Todo había pasado rápido. Sus últimos días en Wakanda, tras despertarse de la criogenización. La batalla contra… ¿Thanos? Demonios, siempre imaginó que había vida allá afuera, pero no así. La metralleta que sacó del quinet hacia Siberia hace un par de años lo ayudó a sacarse un buen par de aliens de encima. ¿Habían pasado años ya? Se sentía como una semana apenas. Luego se hizo polvo, o cenizas, Steve y los vengadores que sobrevivieron al chasquido encontraron una forma de traerlos de vuelta 5 años después. Mierda. No es que le preocupara perder 5 años más de su vida porque, bueno, ya había perdido casi 70 años y haciendo peores cosas; 5 más no le harían daño. Dios, Steve viajó en el tiempo para estar con Peggy y volvió cuando ella falleció. Él lo habría salvado de Hydra si hubiese podido. Pero volver en el tiempo no cambiaría las cosas, no borraría lo que había vivido. Ya no importaba. Tony se había llevado todas las pesadillas con su chasquido. ¿Cómo estaría su familia? No había alcanzado a despedirse ni disculparse como correspondía. Quizás era una de las cosas de las que más se arrepentía, aunque Steve le hubiese dicho que no era su culpa.

Necesitaba respirar, todo era muy denso. "Las cosas pasan por algo, supongo" se convencía a sí mismo. Dios, su cabeza le dolía si comenzaba a recordar todo así. El escudo, Sam, Steve viejo, Tony, despertar, aliens, despertar de nuevo, Wakanda…

Oh Dios, ¿cómo estarían sus cabras?

- Hey, llevo 3 sólidos minutos esperando que me respondas, y sólo estás mirando el pasto. - Le respondió Sam. A veces este tipo se quedaba pegado mirando cosas, quieto, como una estatua. ¿En qué estaría pensando? ¿Acaso está pensando si quiera?

-Lo siento, estaba recordando algo. - Buck se enderezó en la banca. Era la única banca que quedaba en el complejo de los Vengadores. El resto del campo había sido destruido en batalla. Había un par de metros de pasto frente a ellos y el lago a continuación. Era la misma banca en donde encontraron a Steve cuando volvió del viaje.

-¿Algo nuevo?- Preguntó Sam. Sabía que Barnes estaba llevando un proceso psicológico fuerte. Cuando estuvo en terapias tras perder a su mejor amigo y copiloto le costó recuperarse y comprendió que la sanación se manifestaba de muchas maneras. Pero él había perdido ya casi a todos. Riley, Steve, Nat… Dios, no podía creer lo que ella había hecho. Por él, por todos. Ojalá existiera alguna forma de agradecerle. No la había llegado a conocer bien, si es que alguien en la Tierra había logrado hacerlo, pero le agradaba.

-No, pensaba en mis cabras, en Wakanda… -Le respondió Buck distraído, aunque sabía que sus pensamientos habían sido mucho más profundos que eso.

Sam resopló.

-Oh, vamos, ¿cabras? ¿Qué eres ahora, un pastor? Con ese cabello te pareces a Jesucristo. Seguro apestabas igual que ellas.

Bucky se rió un poco. Sam era un payaso, pero de esos que te dice cosas graciosas sin mover un músculo de la cara, lo que lo vuelve más gracioso todavía. Llevaban pocos días conociéndose mejor, aunque aún no olvidaba su intento de dejarlo encerrado en ese jodido y oxidado escarabajo que había encontrado Steve para ir encubiertos. Ahora estaba atado a él por el resto de su vida.

-No sé qué haremos ahora, supongo que retomar en donde quedó… la vida - Dijo Buck. ¿Se puede hacer eso realmente después de algo así?

-Sí, supongo que es lo que nos queda. Al menos no somos un grandulón verde.-

Buck volvió a reírse. Sam esbozó una sonrisa mientras miraba el lago.

Dios, ojalá fuera tan fácil comenzar de nuevo.

-Oye, ¿Qué tan bueno eres como dueño de casa?- Buck lo miró algo desconcertado. -¿A qué te refieres?

-Eres, o eras, un soldado, ¿no? ¿Sabes limpiar? ¿Lavar los platos? ¿Hacer camas? -A Sam le divertía internamente molestarlo con esas cosas.

-Sí, sé limpiar, soy ordenado. -James frunció el ceño, pero quería reírse.

-Muy bien, muy bien… - Dijo Sam levantándose de la banca, pero no era suficiente con eso.

-...¿Sabes pasar una aspiradora, cierto? Dime que sabes qué es una aspiradora, anciano.

-Oye no soy un imbécil, sé perfectamente qué es una aspiradora, no nací ayer. -Barnes también se levantó, Sam era un idiota a veces, pero era gracioso.

-Oh no, por supuesto que no naciste ayer. -Ahora sí Sam se estaba riendo.