CAPÍTULO I: El sepelio

Disclaimer: Todos los personajes reconocibles pertenecen a J. K. Rowling. Esta historia pertenece al Proyecto New Writers de Cristy 1944.

Pansy

Hoy era el día, maldita sea, lo último que Pansy quería era ir al sepelio de su mejor amiga. Era tan desgarrador el simple hecho de pensar que ya estaba muerta siendo solo un año menor que ella, que a veces tenía la sensación de estar ahogándose en sus propios pensamientos cuando su mente se sumergía de lleno en los recuerdos que tenía de ella.

Finalmente, y sin poder evitar ese sentimiento desolador en su pecho se apareció en el lugar donde se llevaría a cabo el sepelio. Ya estaban ahí Molly y Arthur Weasley, así como Daphne y Blaise; al verlos, no pudo evitar pensar que la mayoría de sus amigos tenían serios problemas con los Weasley.

Antes de que se produjera la Batalla de Hogwarts, Daphne había sorprendido a todos al confesar su embarazo de uno de los gemelos. Fred había vivido lo suficiente para enterarse de que sería padre, pero no para presenciarlo. Una explosión se había llevado el último de sus suspiros, dejando a una chica rota por la pérdida y a unos niños huérfanos incluso antes de nacer. Ginevra también había muerto, pero su caso había sido más impactante que el de su hermano, ya que había descubierto que tenía un mes de embarazo cuando Bellatrix logró rajarle el cuello. Sorprendentemente Blaise había confesado ser el padre cuando todo acabó, y pocos meses después, Astoria había decidido celebrar la victoria mandándolo todo a la mierda y casándose con Ronald.

Ambos se habían sentido desamparados y melancólicos durante meses, hasta que finalmente llegó el momento en que se dieron cuenta de que la vida seguía su rumbo sin esperar a nadie. Blaise y Daphne habían decidido casarse con el único fin de darles un padre a los mellizos. Él había adoptado a los hijos de Fred como si fueran suyos, y a pesar de que no se amaban se respetaban. Blaise ya no podía imaginar un escenario en el que no tuviera a los niños cerca. Fred y Ginny. Ambos pelirrojos pero con rasgos de Daphne.

Pansy encontró a su amiga al entrar en la habitación continua. Daphne Greengrass tenía en brazos a su hija Isabella, de cabello negreo como Blaise y de piel blanca como ella. Buscó a los mellizos con la mirada, encontrándolos con Charlie Weasley que, a pesar de su aspecto rudo, era el tío favorito de todos.

Cerca de ahí estaban los señores Greengrass. Se veían deprimidos, desamparados, incluso con un deje de culpabilidad en la mirada. Pansy había esperado que así fuera, pues el cargo de conciencia que debían estar experimentando en ese momento por haber desheredado a Astoria por casarse con Ronald debía ser enorme.

Sin atreverse a acercarse a Daphne y a Blaise, Pansy siguió recorriendo a los presentes con la mirada. Cerca de los cuerpos diviso a Bill y Fleur intentando consolar a la pequeña Victoire que lloraba desconsoladamente la muerte de su tía Astoria, Dominique estaba en los brazos de su padre y la mujer abrazaba a la bebé Camille con fuerza. Un poco más allá, vio a los últimos dos presentes del pequeño sepelio: Hermione Granger lloraba desconsolada con la cabeza apoyada en el pecho de Harry Potter, cuyos ojos verdes reflejaban la tristeza de quien sabía que jamás volvería a ver a quien alguna vez fuera su mejor amigo.

De repente alguien la abrazó por la espalda

—Llegaste temprano— susurró Draco en su oído.

—Sí, no pude aguantar mucho en casa.

—Bueno, ven. Hay que dar el pésame a los Weasley.

Ambos se acercaron lentamente a Molly y Arthur; en cuanto los vio, Molly la abrazó con fuerza y la sintió sollozar en su hombro.

—Gracias por venir Pansy— dijo entre hipidos.

Pansy se limitó a abrazarla más fuerte. Molly se había convertido en una madre para ella después de que su padre fuese encerrado en Azkaban y su madre hubiese huido a Merlín sabía dónde. Ambas eran totalmente opuestas, tanto física como emocionalmente. Mientras que una siempre se había comportado fría y distante con ella, la otra le había proporcionado la calidez y el cariño materno que siempre había necesitado. Al pensar que esa mujer, a pesar de su bondad y su buen corazón, ya había perdido tres de sus hijos… no pudo evitar que las lágrimas acudieran a sus ojos.

Cuando se separaron, Pansy recordó involuntariamente como había entrado a la familia de Molly Weasley.

Había acompañado a Daphne a aquella casa para contarles lo ocurrido con Fred; ya que necesitaba desesperadamente un soporte para su hijo; estaba ya en el cuarto mes de embarazo y sabía que si se lo contaba a sus padres estos la desheredarían y se quedaría con el bebé en la calle.

Astoria era una visitante frecuente ahí, así que no era raro que llevase algunas amigas de vez en cuando.

—Hola Molly— había saludado al entrar.

—Astoria querida, que gusto verte— había respondido la mujer al tiempo que la abrazaba.

—Ella es mi hermana Daphne y ella mi amiga Pansy.

Molly las había abrazado y besado a ambas, y enseguida las hizo pasar a la sala donde estaba el resto de la familia. En cuanto habían tomado asiento, Astoria había tomado la iniciativa:

—Molly, mi hermana quiere hablar contigo, es algo importante.

—¿Qué ocurre cariño?— había preguntado con tono maternal. La chica se había llevado las manos a la cara y había empezado a sollozar de repente, incapaz de proferir una sola palabra.

—Señora Weasley…— había dicho Pansy

—Molly, querida— había pedido la mujer, que miraba con preocupación a la devastada hermana de Astoria.

—Verá Molly, mi amiga está embarazada de su hijo Fred.

La sutileza nunca fue lo suyo, por eso todos los presentes se quedaron sorprendidos ante sus palabras.

—¿Eso es cierto querida?— había preguntado esta vez mirando a Daphne

—Sí señora Weasley, Fred y yo estábamos enamorados.

Molly había dirigido su mirada a George para saber un poco más. El chico había parecido contener la respiración un momento, pero luego había asentido con resignación.

—Sí mamá. Creo fue unas semanas antes de la Batalla de Hogwarts, no sé cómo empezaron, pero lo que dice Greengrass es cierto.

Ante esto Molly se derrumbó y abrazó a Daphne mientras sollozaba

—Oh hija, y ahora supongo que estás sola

—Sí Molly, es por eso que vine a verla— confesó.

—No te preocupes cariño, aquí tendrás el apoyo de todos, después de todo, tu hijo es lo último que nos queda de Fred

Después de esta visita, ambas empezaron a frecuentar mucho a Molly Weasley, al grado que se volvió una madre para ambas.

Empezaron a descender los ataúdes de Astoria y Ron y, volvió a la realidad. Su mejor amiga había muerto y ya era tiempo de que empezara a aceptarlo por difícil que fuera.

Cuando los cuerpos estuvieron bajo tierra, se aparecieron en La Madriguera, donde se llevaría a cabo un almuerzo. Cuando estaban a punto de empezar, llegó Percy acompañado del Ministro Kinsgley

—Kingsley, me alegra que vinieras.

—Lamento llegar tarde Molly, pero teníamos asuntos en el Ministerio.

—Por favor pasa, vamos a empezar apenas.

Kingsley tomó asiento y comenzamos a comer. Pansy no pasó por alto que no apartaba la mirada de Potter, Granger, Draco y ella..