Los personajes originales de la "Saga de Harry Potter" no me pertenecen, son propiedad de J. K. Rowling y Warner Bros.

CAPÍTULO 2 - SUSTITUTO

Estaba de nuevo en la realidad, lo había conseguido; ahora podía regresar a su reinado de terror, y lo mejor de todo, con un cuerpo joven. Era una lástima que Potter fuese también un mestizo como él, pero no se podía obtener todo en la vida, lo sabía.

Pero había un inconveniente, no podía ver nada con claridad. ¿Siempre tuvo esa mala visión? No, esta era la visión de Potter. Sin embargo, eso no era lo peor, se sentía todo molido, como resultado del maleficio; sumando el hecho, de que varios escalofríos recorrían su nuevo cuerpo.

- Señor Potter, no se mueva, por favor. - Fueron las palabras de la enfermera. Si no fuese porque no tenía una varita en sus manos ni contaba con las fuerzas suficientes, habría lanzado un crucio a esa mujer. ¿Cómo era que se llamaba? ¿Pomfrey? Si, debía ser ella. Era algo extraño, tenía sus viejos recuerdos como Tom Riddle y Lord Voldemort, pero ahora, también tenía los recuerdos de Harry Potter.

- De acuerdo. - Se sentía frustrado, porque dijo esas palabras de la forma más miserable posible. Además, de que no era su voz característica, sino la del muchacho.

- Vuelva a recostarse. - Ordeno Madam Pomfrey. - Esto no tardara mucho. - Una vez que Tom se recostó, ella lo baño con hechizos. - Listo. - Saco un pergamino de su varita. - Vaya, vaya, señor Potter, me ha dejado muy sorprendida. - Su estado había mejorado muchísimo en cuestión de minutos, comparándolos con el diagnostico anterior. - Esta fuera de peligro, pero, aun así, estará aquí un par de días. - Esto definitivamente, era algo extraordinario.

- Por supuesto. - Contesto Tom con aceptación, de igual forma, ahora no poseía las energías necesarias como para contradecir. - ¿De casualidad, no tiene mis anteojos? - No era como si tuviera un verdadero deseo de usarlos, pero "viendo" la situación, no tenía otra opción. - Ya que, no veo nada sin ellos. - Odiaba sentirse débil en cualquier aspecto, él debía ser alguien de temer.

- No, cielo. - Le acaricio la mejilla con ¿Cariño? - Haré que alguien los busque. - Se retiró, iría con Filch para pedirle que buscara los anteojos de su paciente.

Dumbledore se acercó a Tom, junto con Snape y Draco, quienes estaban esperando nerviosos a cualquier reacción. - Harry, mi muchacho, es un verdadero alivio, que sigas con vida, luego de tan terrible suceso. - Posiblemente, era por la pérdida del horrocrux; sin embargo, era imposible que sobreviviera el muchacho de cualquier forma.

Tom estaba reprimiendo con todas sus fuerzas sus emociones negativas, debía actuar ahora como Potter; si quería pasar desapercibido por el anciano. - ¿Qué hay de mis amigos? - Ignoro el comentario de Dumbledore. - ¿Saben que estoy aquí? - No le importaba en lo absoluto lo que pasara con esos mocosos, pero cualquier cosa era mejor que contestar el comentario de Dumbledore.

El anciano se mostró sorprendido. - ¡Cierto! Eso me recuerda… - Se aproximó a uno de los cuadros, y despertó al medimago plasmado en la pintura. - Disculpe, querido amigo, pero ¿Podría ser tan amable de buscar a la profesora McGonagall? Dígale que el joven Potter se encuentra vivo y bastante bien ahora mismo y que sus amigos podrán visitarlo mañana en la mañana. - El medimago solo asintió, somnoliento y desapareció de su cuadro. - Estas son realmente, buenas noticias para sus compañeros, señor Potter. - No solo para ellos, de eso estaba seguro.

- Creo que les di un buen susto. - Contesto Tom, con la mejor actuación que pudo hacer.

- Eso no lo dude, señor Potter. - Comento Severus Snape con voz monótona, cualquiera pensaría que no sentía nada por el chico, pero estaría equivocado.

Dumbledore suspiro y retomo la conversación. - Ignorando eso Harry. ¿Sabes en qué dilema estamos metidos? - Tom trato de visualizar al hombre, sin éxito.

- No. - A pesar de no poder ver bien, sentía la mirada de los 3 magos.

- El señor Malfoy ha confesado todo lo ocurrido, por lo que usted casi termino muerto. - Tom torció los ojos internamente, la estúpida pelea. - Es por eso, que ahora; usted tiene la decisión final sobre el futuro del joven Malfoy. - Interesante, era tentador la idea de hacer que lo encarcelarán a Azkaban junto con Lucius; pero a pesar de haber estado "dormido" en el cuerpo de Potter, recibió información de su contraparte; por lo que sabía que Voldemort necesitaba los servicios del chico, para cometer el asesinato hacia el anciano.

Por lo que, dejaría las cosas por la paz. - Bueno. - Fingió duda, provocándole más nerviosismo al rubio. - Yo fui quién provoco a Malfoy, ambos somos culpables de lo que ha ocurrido. - Si por él fuera, culparía totalmente al estúpido sangre pura, pero ya se vengaría de él después. - No es que quiera que hagan de la vista gorda, pero, sería injusto que lo castigarán por mis provocaciones. - Mostró falso arrepentimiento, debía ser convincente.

Draco no esperaba esas palabras, más con esa serenidad. - ¿Espera que esto pase desapercibido? - Cuestiono Severus con incredulidad, sin duda, no conocía a Potter; él hubiese jurado que el muchacho buscaría cualquier forma para desquitarse de su ahijado. Más aun por sus tan acertadas sospechas de que Draco planeaba matar a su querido profesor Dumbledore.

Tom busco recostarse en otra posición en la cama, provocándole un gesto de dolor, suspiro para soportar mejor el malestar; estaba desesperándose de esa platica, sin duda, sería difícil fingir ser Harry Potter. - Sinceramente, creo que es lo mejor. - Comenzó a sentirse somnoliento. - ¿Podrían considerarlo? Ahora mismo, apenas puedo mantener mis ojos abiertos. - ¿En qué cabeza cabía que buscaran solucionar ese asunto, justo en ese momento? Quizá sería un señor oscuro, pero no por eso había perdido todo rastro de razón.

- Claro, mi muchacho. - Dijo apenado Dumbledore. - Será mejor dejarte descansar, ya discutiremos este asunto en los próximos días. - Tom solo asintió, demasiado hastiado por las palabras de aquel vejestorio; pero Potter era muy cercano a él, sin duda eso lo convertía en un obstáculo bastante grande en su nueva treta.

Aunque, recordó un viejo dicho muggle: "Mantén cerca a tus amigos, pero aún más a tus enemigos". Y aunque odiaba admitirlo, esa frase tenía algo de verdad.

Snape no confiaba en el juicio de Potter, esto no tenía sentido. Y sabía que Albus pensaba lo mismo, pero dejaría que el director fuese quien cuestionará la situación. Aun así, se sentía aliviado por Draco.

Malfoy duro un par de segundos más viendo a su enemigo. ¿Debía seguir llamándolo así? Porque, se imaginaba que la situación hubiese sido a la inversa, él no hubiese titubeado para mandar a Potter a Azkaban, pero él no lo hizo. No significaba que ya por esa acción, fuesen amigos, pero debía compensarlo de alguna forma. Con cansancio, se retiró de la enfermería, un poco después de sus profesores; sin notar que Tom le dedico una mirada de furia reprimida.

-.-.-.-.-

- ¡Harry! ¡Nos diste un buen susto! - Chillaba Hermione mientras abrazaba eufóricamente a Tom. - ¡No sabíamos que haríamos sin ti! - Sin duda, fueron los peores momentos de sus vidas, ella fue un mar de lágrimas y Ron seguía repitiéndose que debió hacer más por su amigo.

Tom sentía asco por el agarre de la sangre sucia. ¿Cómo se atrevía a tocarlo de esa forma? Cualquier persona que se hubiese atrevido, habría recibido un hechizo cortante como castigo. Pero dentro de él, también sentía un calor extraño por ese tacto; algo que Tom no podía descifrar. - Hermione, a este paso lo vas a matar de asfixia. - Regaño Ron, al notar las expresiones de su amigo.

Tom exhalo fuertemente, una vez que la chica lo soltó. - Lo siento. - Se sonrojo de vergüenza.

- Esta bien, Mione. - Tom se sorprendió por la facilidad que salieron esas palabras de su boca, ni siquiera las había pensado. - Lamento haberlos preocupado. - Se suponía que era una mentira, pero al mismo tiempo no lo era.

- ¿Qué fue lo que pasó con el hurón y tú? - Soltó Ron sin más, ya no podía con las dudas.

Hermione mostró la misma duda en sus facciones. ¿Debía explicarles? Porque, no estaba de humor para contar estupideces; suspiro derrotado. - Estaba molesto porque no me creyeron sobre que Draco planeaba matar a Dumbledore. - Vio la expresión de negación de la chica. - Así que, fui a confrontarlo, obviamente, las cosas se salieron de control y Draco uso un maleficio sin saber qué consecuencias habría de por medio. - Omitió muchos detalles, pero si quería que el plan de su otro yo resultara, debía eliminar las sospechas sobre el joven Malfoy. - Y bueno, aquí estamos. -

Notó como el Weasley se ponía colorado de coraje y que Granger fue quien comenzó a reclamar. - ¡Harry, fue una estupidez lo que hiciste! ¡Más porque fuiste tú solo! -

- ¡Compañero, debiste decirme que fuera contigo! - Secundo el pelirrojo.

Tom se sintió extraño por esos reclamos, nunca nadie le había dicho semejantes palabras; él siempre hizo las cosas solo, desde que tenía uso de razón. Esto era nuevo y confuso para él, sabía que iban dirigidos a Potter, pero él ahora era Potter, un sustituto; por lo tanto, ahora eran para él. - Eso ya no importa, de igual forma, me equivoque. - Eso pareció enmudecer a sus compañeros. - ¿Qué? - Era una pegunta estúpida y simplona, pero no sabía que más decir.

- ¿Qué has dicho? - Pregunto Ron sin poder creer las palabras del niño que vivió.

- He dicho que me equivoque. - Por merlín, esto era bastante desesperante, y esos ineptos se lo complicaban aún más. - Malfoy no planeaba nada, simplemente fueron imaginaciones mías. -

Hermione se acercó a Tom, se sentó en la cama y le tomo de la mano. - ¿Estás seguro? - Cuestiono la chica. - Harry, por lo que te hizo, es más que evidente que si oculta algo. - Tom se frustro un poco, esa sangre sucia era más lista de lo que creía.

- Hermione, estoy seguro. - Suspiro cansado. - Por favor, dejemos este asunto de lado, solo quiero recuperarme. - Entre más rápido se recuperará, mejor para poder continuar con sus planes.

- Tienes razón, las prácticas de Quidditch serán pronto, por lo que tienes que hacer los nuevos reclutamientos. - Argumento Ron, recordando los partidos.

¿Perdona? ¿Quidditch? Ese apestoso juego. De todas sus preocupaciones, eso era lo más irrelevante en su nueva existencia. Pero esto servía como excusa para dejar el asunto de su "muerte" a un lado. - Exacto, es más importante eso que el asunto de Malfoy; en eso debo enfocarme, me canse de esta estúpida rivalidad. - Y aunque solo era una falsa ilusión, la castaña se alegró por el hecho de que por fin dejara sus eternos pleitos con el rubio; por otro lado, el pelirrojo pareció bastante contrariado por sus palabras.

- ¿Estas hablando en serio? Es de Malfoy de quien estamos hablando. - No comprendía que su amigo, no buscara alguna forma de vengarse del sangre pura.

- Ron, esto ya fue demasiado lejos. - Tom no tenía tiempo para discusiones infantiles. - Esto es una prueba de ello, pude morir. - Eso le molestaba en cierta forma, porque tanto Potter como él pudieron perecer sin más. Suficiente malo era que el horrocrux del diario ya fue destruido como para destruirse así mismo por peleas de estudiantes pubertos.

Eso le recordaba una cosa, debía contactarse con su otro yo; él estaba dentro de Hogwarts, esto le traía una gran ventaja sobre la guerra mágica. Solo debía llevar las cosas con calma.

No continuo con sus pensamientos, ya que, apareció la pequeña Weasley junto con Luna y Neville. - ¡Harry! ¿Cómo estás? - Pregunto sonrojada Ginny, eso desconcertó a Tom. Recordaba cuando otro fragmento de él la manipulo, era algo curioso.

- Hola Harry. - Dijo Neville preocupado mientras sostenía una maseta entre sus manos.

Pero algo que inquieto a Tom, fue la mirada soñadora de Luna, que se mostraba un poco seria. Aunque era encubierta por los extraños anteojos que portaba. - ¿Cómo te sientes? - No dijo el nombre de Harry, eso preocupo a Tom. ¿La chica practicaría legeremancia? Si ese era el caso, debía trabajar inmediatamente en las defensas de su nuevo cuerpo.

- Hola chicos, estoy bien. - Sonrió con algo de dificultad, no acostumbraba a tales acciones. - Solo me siento como si el sauce boxeador me hubiese dado un masaje. - Eso provoco una risita leve en sus amigos, excepto de la rubia. - Debo estar unos días en reposo, nada más. -

- ¿Qué fue lo que te paso? - Interrogo Ginny, nadie quiso darle explicaciones, ni siquiera Ron ni Hermione.

Tom miro a la sangre sucia, y luego al traidor de la sangre; para finalmente ver a los otros 3 chicos. - No voy a decirles mentiras, pero tampoco les daré explicaciones; lo que paso, solo quiero que lo sepan las personas que estuvieron presentes. - Neville asintió, él estaba acostumbrado a ser reservado, una actitud que le inculco su abuela; si Harry no quería contarlo, no tenían por qué obligarlo. Por otro lado, Ginny no se mostró conforme pero no dijo nada.

Luna permaneció en silencio, incluso parecía desinteresada por sus explicaciones. - Bueno, vendremos a verte después de clases. - Aclaro Hermione mientras se bajaba de la cama.

- Claro. - Se limitó a decir Tom, mientras todos se despedían, excepto Luna, que permaneció ahí. - ¿No vas a ir a clase? No quiero que te castiguen por mi culpa, Luna. - La presencia de la chica le estaba incomodando.

- ¿Quién eres? - Pregunto ella, ignorando sus palabras. Cualquier otro estudiante estaría en total pánico, al saber que su mejor amigo fue reemplazado por un desconocido, pero ella solo sentía curiosidad.

- Luna, soy yo, Harry. - ¿Cómo era posible? ¿Cómo es que ella sabía que él no era Harry Potter? Rebusco en los recuerdos de Potter, Luna era extremadamente inteligente, pero su extrañeza la opacaba totalmente. Quizá una de sus excentricidades era el de poder leer la mente de las personas, o algo similar.

- No, no lo eres. - Respondió con seguridad, mientras se quitaba los anteojos. - Puedo verlo en tus ojos, sé que no eres mi amigo Harry. - Desde el momento que los vio, supo que era un impostor.

Tom dejo de lado su fachada y su mirada cambio completamente, sus ojos eran de un color carmesí. - ¿Y quién crees que soy? - Si con ella no funciono la farsa, al menos, quería saber sus conclusiones.

Luna no se asustó en ningún momento, respondió con serenidad. - No lo sé, y realmente no me importa. - Se aproximó a Tom. - Sea quien seas, sé que no eres malo. - Eso le provoco a Tom querer reír. ¿Acaso esa chica era una ingenua? Definitivamente, lo era, ya que, ni siquiera se daba cuenta del evidente Bullying que sufría por parte de sus compañeros. - Aunque malas intenciones sigan rondando por tu mente. - Tomo un mechón de su cabello, jugando con el.

- Entonces ¿Qué planeas hacer? - Soltó con voz amenazante. ¿A que estaba jugando esta lunática?

- Nada. - Respondió con tranquilidad. - Que disfrutes esto, "Harry". - Se fue brincando de la enfermería, dejando a Tom bastante confundido; ella era una amenaza, pero sus palabras lo convencieron de dejarla con vida. Aun así, la mantendría vigilada.

-.-.-.-.-

Gracias por leer el capítulo, me es de mucha ayuda. Cualquier review es bien recibido.