Disclaimer: Todo pertenece a George R. R. Martin.

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Canción de la nieve

Primera parte: myräkkä

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I

No se fija en ella la primera vez que la conoce, al menos no de manera romántica, porque en ella en sí es imposible no fijarse. Daenerys Targaryen es guapa, guapa en el sentido más amplio de la palabra, pero no es eso lo que hace que la gente se fije en ella. Transmite algo, poder, fuerza, tiene algo magnético, algo que te hace querer seguirla. Jon piensa que es como una tormenta, estruendosa y arrolladora. También piensa que se alegra de tenerla como aliada, que de ningún modo querría que fuera su enemiga, aunque sabe que en un futuro lo será.

Ella ya se lo ha dejado claro. Ha venido a luchar por la humanidad, siguiendo el consejo del sacerdote rojo que la acompaña tras haber leído las cartas que encontrara cuando reconquistó Rocadragón. Cuando termine la guerra contra los caminantes volverá a luchar por su trono y ya ha dicho que quiere los siete reinos, los siete.

II

La guerra avanza y Jon comienza a fijarse más en ella. Pasan mucho tiempo juntos. Son dos de los principales comandantes. Pronto aprende a conocerla, se cuentan historias del pasado. Él le habla de Ygritte y ella le habla de Drogo y de Daario. Él le habla de Robb y ella le habla de Viserys. Se buscan cuando la guerra les da un respiro, pero solo para hablar. Nunca pasa nada más y Jon tampoco piensa que tenga que pasar.

III

Es Sansa la que se da cuenta. Su hermana no empuña arma alguna, pero se encarga de cuidar a los pequeños y de organizar las provisiones, además de ayudar con la estrategia. También pasa mucho tiempo con ella. Es curioso porque nunca estuvieron unidos, pero ahora lo están.

Sansa ha cambiado mucho, aunque en algunas cosas sigue siendo la niña que fue. Sigue disfrutando de las historias de amor, y quizá por eso es la primera en detectar la suya, antes incluso que él.

Jon nunca se había parado a pensar en sus sentimientos por Daenerys. La guerra no deja espacio en su cabeza para nada más, pero cuando Sansa lo dice sabe que es cierto, que hay algo que está empezando a surgir, que hay algo que él quiere que surja.

IV

No sabe cuánto tiempo ha pasado desde la conversación con Sansa, los días en la guerra siempre son iguales y al final siempre se pierde la cuenta. Solo sabe que un día Daenerys lo besa y él corresponde el beso y al segundo siguiente están tirados en la cama de él haciendo el amor. No hay romanticismos de los que a Sansa le gustan, pero su hermana sonríe cuando él se lo cuenta. Se alegra por ellos. En estos tiempos cualquier excusa es buena para tener algo por lo que alegrarse.

V

A partir de ahí se acuestan juntos todas las noches. Nunca se dicen que se quieren, solo se acuestan, salvaje, desesperadamente, como si todavía estuvieran luchando. En esas noches Jon piensa más que nunca que ella es una tormenta, tal y como su nombre indica, pero le encanta ser arrasado por ella y caer rendido en el colchón, agotado y feliz, más satisfecho de lo que está en cualquier otro momento del día.

VI

Al principio todo es un secreto. Él solo se lo cuenta a Sansa y a Sam y ella solo se lo cuenta a sus doncellas, pero las doncellas hablan con los jinetes y Sansa se lo cuenta a sus hermanos y Sam a Elí y a los amigos de la guardia y al final al que no se lo ha contado uno se lo ha contado el otro y el que no ha recibido la noticia de boca de nadie se acaba enterando por sus propios medios.

En contra de los peores temores de Jon, la mayoría de la gente se alegra por ellos. A otros simplemente les da igual, pero los reproches que pensó que le lloverían no llegan nunca. Quizá en la paz sea diferente, pero en la guerra nadie va a reprochar a nadie algo así. Hay demasiadas parejas que no están casadas, demasiados hijos que no tienen padre conocido, como para que nadie tenga nada que objetar.

VII

Así que así siguen. Luchan y hacen el amor. Así pasan los días y a veces Jon se siente culpable porque a su alrededor la gente muere mientras él es feliz, porque la gente cae y él sonríe cuando ve que ella no ha caído. Es una tontería, porque su tristeza no hará que los muertos vuelvan a estar vivos, aunque ciertamente que los muertos revivan no es ahora mismo una buena opción.

Sansa le dice que disfrute de los pequeños placeres, los únicos que pueden tener en esa vida, y él se pregunta si ella tiene a alguien. Sabe que Tyrion y ella pasan mucho tiempo juntos, pero ella le asegura que no son nada más que amigos para luego, sonrojada como una niña, susurrar otro nombre: Wyllas Tyrell. Jon se alegra por ella también, aunque ese verbo, "alegrarse", le suene tan raro.

VIII

Y sin embargo, en algún momento llega a echar de menos esos días porque la guerra cada vez es más dura, más cruda, más sombría, más cruel. Cada vez hay más muertos y menos respiros. Cada vez hacen menos el amor porque no hay tiempo para hacerlo y cuando lo hay están tan cansados que no lo quieren hacer, pero siguen durmiendo juntos, eso sí, eso siempre. No hay una sola noche que pasen separados y Jon se alegra por eso, porque todo se está desmoronando, pero al menos no está solo, hasta que ella empieza a desmoronarse también.

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Solo hay tres cosas que me gustan del jonerys: que transcurre durante la guerra, la locura de Daenerys y que acaba en drama. Me encantan la guerra, la locura y el drama, así que ya va siendo hora de que experimente con ello en esta pareja.

Supongo que ha quedado claro, pero esto se sitúa más allá de la línea temporal de los libros publicados y no tiene nada que ver con la serie, porque aquí habrá más de esas tres cosas que me gustan, es decir, más guerra, más locura y más drama.

No tengo ni idea de cuántos capítulos tendrá esto y, aunque he empezado centrándome en Jon y uno de mis objetivos principales es contar la locura de Daenerys también intentaré centrarme en otros personajes. El capítulo siguiente será de Sansa, eso lo ttengo claro.

Para terminar esta nota tan larga, solo decir que los títulos de los capítulos son palabras finesas relacionadas con la nieve. Myräkkä significa tormenta de nieve, hace referencia a que Jon piensa en Dany como en una tormenta.