¿QUÉ HUBIERA OCURRIDO SI HERMIONE SPENCER CONOCÍA AL PRÍNCIPE DRACO A LOS 17 AÑOS?

Hermione se veía al espejo en su vestido celeste, a sus 17 años tenía la idea de que lucía como la cenicienta solo le faltaban los zapatos de cristal. Ginny y Luna la estaban obligando a asistir a la fiesta de la fraternidad, era una fiesta de despedida para los estudiantes del último año.

Además el combo extra es que supuestamente era "la fiesta donde el príncipe asistiría para buscar novia" eso lo sabía por las locas de sus amigas. No consideraba que pudiese atraparlo además se sentía mal, apenas hace unos meses David se fue a Alemania y ella tuvo que dejar el conservatorio para mudarse a la universidad de Irlanda. Quedó sorda al violín, solo porque no tenía para quien tocar, no había un motivo fuerte... No existía el deseo de expresar lo que su ser deseaba...

La puerta de la habitación sonó repetidas veces, al abrirla vio a su hermano mayor que estaba del brazo de Ginny y de Luna, sí, eran un trío.

─ ¿nos vamos? ─ Les preguntó.

─ Considero que no deberías asistir a la fiesta ─ Harry ingresó a la habitación de su hermana. ─ Estás preciosa cualquiera podría...

Ese era un argumento que Hermione hubiese aceptado como válido para seguir encerrada y llorando por David. Pero decidió que era mejor no aceptar. Esa decisión cambiaría su futuro.

─ Tengo 17 años, hermano, no 12 ─ Le sonrió─ Luna puede cuidarme mientras bailas con Ginny.

─ Déjala ir amor, mira que la fiesta de despedida es para nosotros tres y Herms tiene que saber cómo será cuando no estemos más en la universidad...─ Luna besó los labios del azabache.

─ Sí, así podremos bailar y luego prometo que te recompensaremos ─ Ginny acarició el pecho de Harry.

— Por el amor de Dios, no hablen de eso en mi presencia— Hermione estaba colorada hasta las orejas. — dijeron que el príncipe estará ahí.

— Eso dicen pero todos llevarán un antifaz, no lo reconoceríamos aunque quisiéramos — sonrió la pelirroja

Durante la mayor parte del baile Lady Spencer no logró reconocer al príncipe, había leído en los periódicos que era un hombre muy amable durante con los niños, que era de un gran corazón y que era favorito convertirse en rey antes que su caprichuda hermana la princesa Daphne, no es que hubieran montones de rubios platinados solo que creía como si alguien la estuviera observando.

Podría apostar su violín Windsor a que era por observada por el príncipe... estaba segura... aunque si se enamoraba de él... su madre de estar viva y poder, le rompería el violín en la cabeza. Le hizo gracia aquel pensamiento que sonrió y pidió una Martini al barman de la fiesta.

En cierto momento Luna se fue a bailar con Harry mientras Ginny iba al tocador. Empezó a beber el Martini mientras oía la melodía que invitaba a bailar. Un rubio platino de ojos grises con traje elegante, con un antifaz verde y plateado se le acercó, le extendió la mano — ¿me concedería este baile?

Hermione bebió de un tragó el Martini y le extendió la mano, fueron a la pista y bailaron durante un minutos hasta que la melodía se tornó lenta, Lady Spencer alzó la vista y observó al hombre era casi 5 centímetros más alta que ella.

—Príncipe Draco— le susurró al oído y continuó bailando sin soltarlo.

— Señorita me ha descubierto — dijo algo sorprendido en el oído de la castaña — ¿cómo lo ha hecho?

—Soy hija de un conde, usted es muy distinguido al bailar y bueno el resto lo hace como plebeyos. —Lady Spencer sonrió viéndolo a los ojos.

— Entonces soy el doble de afortunado al saber que es de una familia de nobles — Draco le sonrió. — Quiero bailar toda la noche solo usted.

— Creo que ha venido para buscar novia, su alteza — Hermione se sonrojó — No quiero acaparar su atención.

— Ya he hallado a mi futura novia...— el príncipe la tomó por las caderas para acercarla más a él — Solo me interesa usted... me exigen que me case... pero yo quiero elegir por amor.

— Mi madre me enseñó que nunca debía unirme a la realeza — La castaña se inclinó hacia un lado mientras bailaba.

— Olvida que soy un príncipe, trátame como uno más... no bajes la cabeza... soy normal...— Draco besó su mejilla.

Bailaron hasta la madrugada, En cuanto el príncipe se distrajo vio la oportunidad de huir. Notó que su hermano y sus amigas ya se habían marchado... Cuando había algo sexual de por medio Harry era un descuidado. Ahora tendría que caminar hasta su apartamento en vestido y tacones.

Había salido de la fiesta y empezó a caminar directo a su apartamento, maldecía su suerte ya que los pies le dolían, sentía frío en las piernas y brazos por lo pequeño de su vestido, debió haber manejado con su camioneta en lugar de creer que volvería con sus amigas. Se quitó el antifaz, no llevó ni el teléfono para llamar a otra amiga.

— Señorita...

Hermione giró sobre sus talones para encontrar al príncipe junto a un par de guardaespaldas siguiéndola. Así que hizo una pequeña reverencia y clavó su mirada en el piso — Su alteza.

— ¿Qué te dije sobre como deberías tratarme? — El príncipe quedó maravillado con la belleza de la joven, era preciosa y delicada como una muñeca de porcelana. Se acercó a ella y le puso su saco encima.

— Huele a menta y lavanda — Lady Spencer dijo sin querer ser escuchada. — Gracias... Draco.

— Te llevaré a tu apartamento, no puedo dejar que estés sola en este campus. — el príncipe la dirigió a su Audi negro.

Los guardaespaldas lo seguían en otras camionetas. Draco puso algunas canciones de la Duquesa del Pop, ambos empezaron a cantar mientras la castaña le dirigía hacia su apartamento. Sonrieron al saberse compatibles. Cuando llegaron al edificio donde se encontraba el apartamento, una vez en la puerta Hermione buscó bajo la maceta la llave de su apartamento.

— Gracias por tu atención — La joven Lady se acercó para besarle la mejilla. Fue un rose tan corto que hizo al Duque de York suspirar.

— Tengo que confesarle que usted me ha hechizado en cuerpo y alma.

— Oh señor Darcy es usted tan romántico — La castaña le sonrió. — Yo también me encuentro hechizada por usted.

— Eres tan dulce. — él la miró a los ojos.

— Es porque soy una Spencer, las mujeres de mi familia somos tan dulces como los caramelos, todos nos aman. — le dio un guiño y una sonrisa tierna.

— Entiendo, incluso haces que desee cubrirte de besos además de protegerte.

— Yo te protegería de cualquier asaltante, sé karate... — Bromeo y ambos rieron — ¿Quieres una taza de té? — Hermione decidió que debía dejarlo pasar.

— ¿vas a dejar entrar a un desconocido? —preguntó cauteloso.

— ¿Entonces no eres Draco Windsor? — Bromeó — me ha engañado para beber té gratis

Rieron más y bebieron el té.

Su despedida consistió en un dulce beso en los labios. Al día siguiente Harry se marchó de la universidad, se encontraba furioso con las que fueron sus novias por haber permitido que su hermana se juntara con el príncipe como lo había deseado el Rey George VII. Pero años más tarde se casaría con Ginny, Luna lo quiso así debido a que era estéril y no podía tener hijos, pero seguían siendo un trío.

Eventualmente Draco solo tenía ojos para la jovencita, durante la vacaciones fue iba a visitarla a la mansión Spencer. Cuando regresó a la universidad fue a buscarla en las noches y la sorprendía en pijama de abuelita viendo películas viejas, ella le contaba sobre sus clases de danza, él le hablaba de sus deberes como príncipe, fue entonces empezaron a enamorarse.

Lady Spencer estuvo para él cuándo su padre falleció de un paro cardíaco... Le dio la fortaleza que necesitaba para superar el luto, también cuando supieron de la enfermedad de Daphne. Lo ayudó a evitar escuchar a Princesa Consorte Narcissa.

Cuando tuvo la joven tuvo 21 años se casaron, Su primogénito era un varón de nombre Felipe Orión John Guillermo (Philip Orión John William) Más adelante tuvieron dos gemelos: María Victoria Lyra Isabel (Mary Victory Lyra Elizabeth) y John Jorge Scorpius Eduardo (John George Scorpius Edward), tuvieron un cuarto hijo cuando Hermione tuvo 37 años, un niño de nombre Louis Draco Jhon Michael, un pequeño que era la travesura encarnada.

Pero eso no la libró de ser secuestrada por un loco Duque de Montrose. Al cuál un detective valeroso y su esposa cantante acorralaron para salvar a su alteza.

El rey Draco II y la reina consorte Jean trajeron prosperidad al Reino Unido y a las otras naciones sobre las que gobernaban, fueron el modelo del amor y paternidad. Así como en el año 1685 el rey Draco I y la reina Consorte Hermione lo fueron. Las teorías conspirativas decían que los antiguos reyes habían reencarnado para amarse otra vez. Cualquiera que supiera como Draco I había sido sirviente reiría y amaría el romance que se formó en aquella época, un amor verdadero que surgió con la rebeldía de dos jóvenes que se negaron a casarse.