Capítulo 1.- Un nuevo comienzo.

Hola queridos lectores, ¿Cómo andan? Yo me encuentro de maravilla. Llevó un tiempo dentro del fandom de Evangelion por lo que he visto y leído la gran mayoría de contenido que está relacionada con la obra (canon o no) A mí me encanta la pareja de Asuka x Shinji, pero me he dado cuenta de que hay muy pocas historias actuales de la pareja, por esa razón estoy escribiendo esta historia, la cual tendrá muchas cosas, incluyendo acción. Espero que como fans disfruten este fic, y dejen sus cometarios que hacen que me motive.

Sin más que decir, disfruten de la lectura.

Las alarmas sonaban sin control, los pasillos fueron cubiertos por una luz roja. Una gran cantidad de militares corrían por los pasillos del lugar. Un grupo de científicos se mantenían reunidos en una habitación donde un gran tablero era el centro. En las pantallas se leía claramente las palabras "Situación crítica"

Unas cuantas habitaciones cercanas a los científicos, varios doctores trabajaban para parar la hemorragia del pecho de una pequeña.

— ¡¿Cómo se encuentra?! —gritó desesperada una mujer de cabellera rubia

— ¡Tranquilízate, Kyoko! ¡Ellos están haciendo todo lo posible! —le contesto otra mujer, la cual tenía una cabellera castaña.

— ¡¿Cómo demonios voy a calmarme si la vida de mi hija se encuentra en peligro?! —dijo la mujer bañada en lágrimas.

— ¡Asuka no es la única que se encuentra en peligro! ¡Shinji se encuentra en coma, maldita sea!

La mujer de cabello castaño rompió en llanto, dejándose caer al suelo.

—P-perdóname, Yui— Kyoko la abrazó con fuerza, ambas mujeres estaban destrozadas.

Un doctor salió de la blanca habitación, ambas madres se alegraron al verlo, pero al ver la expresión en su rostro supieron que algo no andaba bien.

Abrió sus ojos pesadamente, observó por unos segundos su reloj despertador solo para comprobar que era muy temprano.

—5:12 am… —murmuró con cansancio.

Quería dormir una hora más, pero sabía que era imposible, de lo contrario no tendría el tiempo suficiente para hacer su rutina matutina. Se levantó de la cama, tomó una toalla y se fue directo al baño de la casa.

Se demoró poco más de 30 minutos, a esa hora sus padres aún permanecían durmiendo por lo que no era ningún problema que saliera desnudo del baño.

Al terminar se vestirse fue a la cocina con la intención de preparar el desayuno. Ese día no quería complicarse al hacerlo, había vuelto a tener una pesadilla.

Cada vez que tenía una era diferente, desarrolladas en distintos escenarios, pero todas compartían dos cosas; en cada una de ellas aparecía una chica con un peculiar color de cabello y siempre todos los lugares se encontraban destruidos, como si algo o alguien lo hubieran hecho.

Ikari Shinji era un joven de 14 años con una vida relativamente normal, la mayor parte de las veces se quedaba solo debido a que sus padres tenían un trabajo de casi tiempo completo. Eso no importaba, los quería sin importar que no los viera muy seguido.

Durante casi toda su vida siempre fue tranquila, pero muchas cosas cambiaron cuando los sueños que denominaba "perturbadores" aparecieron. En un principio pensó que serían temporales, pero con el paso de los meses fueron más recurrentes. Para no asustar a nadie mintió en su recurrencia.

Volvió a revisar la hora, apenas estaban por dar las seis de la mañana. Tomó su mochila y su inseparable SDAT, el cual fue un obsequio de parte de su padre. Miró por última vez su sala y salió rumbo a la escuela.

Le gustaba irse temprano a la escuela ya que podía caminar tranquilo, sin muchas personas en las calles, salvo por la que hacían su rutina de ejercicios y los que tenía que trabajar.

Una vez que llegó a su destino, camino a su salón y luego a su asiento. Poco a poco fueron llegando sus demás compañeros. Escuchó como algunas personas discutían en la entrada del salón. Sin verlos dedujo que era uno de sus mejores amigos, Suzuhara Toji y la representante de la clase, Hokari Hikari. Ellos mantenían una relación desde hace cerca de un año, en un principio ellos lo negaban, pero poco a poco comenzaron a mostrarla sin problemas.

Detrás de ellos estaba su segundo mejor amigo, Aida Kensuke, el cual tenía su cámara en sus manos, revisando alguna grabación que hizo.

Muy cerca de que la campana sonara llegó una chica de cabello azulado. Era Ayanami Rei, la chica la cual sus padres le dijeron que era una prima lejana. No negaba que era de su familia, después de todo era casi idéntica a su madre, excepto por el color de cabello y de los ojos.

Ellos mantenían una buena relación cercana, siempre estaban juntos. Aunque él no quería decirlo, sentía una ligera atracción hacia la chica.

Luego de un buen tiempo llegó la profesora llamada Katsuragi Misato, el amor platónico de la mayoría de chicos de la escuela.

—Lamento la tardanza chicos— dijo la mujer con un ojo cerrado y sacando la lengua.

—Siempre dice lo mismo— respondieron al unísono los alumnos.

Una gota recorrió la nuca de la mayor.

—De cualquier forma, esta vez fue por una buena razón— con su mano alentó a alguien que entrara al salón—. Saluden a su nueva compañera.

—Guten morgen, Mi nombre es Langley Sōryū Asuka — saludó la chica.

Shinji se puso de pie, mostrando una cara de temor, aquella chica era la misma con la que soñaba, la misma a la que algunas veces estrangulaba.

Todos se sorprendieron por la acción del chico, en especial Asuka.

— ¿Shinji-kun?— preguntó algo preocupada Misato.

Ikari sacudió con fuerza su cabeza, luego se dio una bofetada para aclarar sus pensamientos.

—L-lo lamento…

—Cuando terminen las clases tengo que hablar contigo— comentó Misato de una manera seria—. Busca un asiento, es hora de comenzar la clase.

Asuka asintió, la única silla vacía se encontraba junto a Shinji. Sin otra opción, se sentó.

La clase comenzó como de costumbre. Casi todos prestaban atención. Shinji y Asuka se encontraban perdidos en sus pensamientos.

En el caso de Shinji, no sabía si podría mantener la distancia con la chica. Tarde o temprano tendrían que hablar y conocerse.

En cuanto a la chica, ella odiaba ese lugar. No le agradó que su madre decidiera mudarse a Japón, dejando gran parte de su vida en Alemania. A pesar de que no existía alguien que la esperase ahí, ella extrañaba el lugar.

Las horas pasaron muy rápido. El timbre sonó, indicando que era la hora de la salida. Los alumnos salieron tranquilamente del aula.

—Ikari-kun, te estaré esperando en la entrada— dijo Rei mostrando una sonrisa calmada.

—Gracias, Ayanami.

—No tomara mucho tiempo— contestó Misato guiñando el ojo.

Asuka se encontraba parada fuera del salón. Quería escuchar la conversación de Shinji y la profesora. Rei pasó junto a ella, pero antes de alejarse, se paró de golpe.

—Escuchar las conversaciones ajenas es irrespetuoso— dijo para luego proseguir con su camino.

Aquel comentario descolocó a la chica. No permitiría que alguien le dijera ese tipo de cosas. Ella era una chica que siempre se encontraba por encima de los demás, sin importar quien sea. Le haría pagar de alguna manera la próxima vez, por ahora era importante seguir con lo que empezó.

—Shinji-kun, quiero saber si has tenido esos sueños otra vez. No quiero que vuelvas a enfermarte—dijo Misato preocupada, tomando de la mano a Shinji.

Aquel gesto dejó algo sorprendida a Asuka. Ella se preguntaba qué clase de relación mantenían ambos.

—Lo lamento, Misato-san. Es solo que no he podido dormir muy bien en estos días.

La respuesta no la convenció en lo absoluto.

— ¿Esa es la razón del porque actuaste de esa manera al conocer a Asuka?

Él sabía que le preguntaría eso. No sabía la manera de explicarle lo que sintió. Simplemente no contestó.

—Por favor, confía en mi Shinji-kun. Sabes que eres una persona muy importante para muchas personas, eso me incluye.

Esta vez se le acercó más al chico. Shinji se sonrojo bastante, para que se calmara el asunto, el asintió.

—Gracias por preocuparte, pero no tienes que hacerlo. Me siento bien, es solo cansancio— contestó Shinji regalándole a su profesora una sonrisa sincera.

Al ver aquella sonrisa, un pequeño sonrojo surgió. Para ocultarlo tragó saliva y miró a la ventana.

—Está bien, pero cualquier problema que tengas sabes dónde encontrarme.

—Gracias.

Tomó sus cosas y salió del salón. Asuka se escondió para que no la pudieran ver. Ahora se encontraba más interesada en aquel chico. Lo siguió hasta ver como él le decía algo a Ayanami mientras se disculpaba.

—Oh Asuka, no esperaba verte todavía en la escuela— dijo Hikari, cargando unos papeles.

— ¿Quién eres?

—Es verdad, Mi nombre es Hikari, soy la representante del salón—ella le tendió la mano.

— ¿Y tú porque aun estabas en la escuela?

—Tenía que recoger algunos avisos para la clase— dijo enseñando las hojas—. ¿Necesitas que alguien te ayude? Si te encuentras perdida puedo ayudarte.

—No es eso, simplemente quería ver cómo era la escuela— comentó Asuka algo nerviosa al no buscar una mejor excusa—. De cualquier forma me tengo que ir.

—Nos vemos—contestó la chica sonriente.

Cuando ya se había alejado lo suficiente de la escuela se detuvo, pensó que hubiese sido mejor aceptar la propuesta de la chica. Bajando del avión la llevaron donde viviría y luego a la escuela en auto. No conocía ningún lugar.

El tiempo pasó volando, cuando se dio cuenta el sol ya se había ocultado. Maldecía internamente la nota que le dejaron los guardias de NERV, en lugar de escribirla en alemán o en inglés lo hicieron en japonés.

—Ahora como demonios voy a regresar al departamento, para el colmo mamá no contesta el teléfono.

Por estar revisando el celular, no se percató de que alguien se encontraba parado frente a ella. Ambos chocaron, tirando las compras de la otra persona.

—Ten más cuidado, estúpido— gruño la chica, aunque ella sabía que fue su culpa.

—Lo siento— contestó el afectado.

El chico afectado era Shinji el cual salió a comprar los ingredientes para la cena de esa noche. Asuka se sorprendió al verlo, pero rápidamente cambió de gesto al recordar lo que sucedió en la escuela.

— ¿Acaso te asustó, kínder?— preguntó con clara molestia en su voz.

—L-lo lamento mucho— dijo apresurado, inclinándose—. De verdad

—Por eso odio a los japoneses, siempre muy corteses.

Asuka se fue del lugar, pero antes de doblar la esquina, observó por última vez al chico. Shinji recogía sus compras que yacían en el suelo.

Ella se sintió realmente mal por lo que hizo. Para remediarlo, regresó para ayudarlo.

—No creas que me agradas, es solo que no fue correcto lo que hice.

Aquel gesto le agradó, fue pasando su vista por todo el cuerpo de la chica. Era una persona de rasgos finos, cualquier hombre que la viera se quedaría hipnotizado por la belleza de la chica, él no era el caso contrario.

La chica notó que era observada por su compañero, dudo si recriminarlo por lo que hacía, pero no lo hizo. Era la primera vez que alguien le llamaba la atención. No de una manera romántica, simplemente de curiosidad.

—Lamento mi comportamiento en la escuela— comentó Shinji en un tono bajo.

—Olvídalo, buscaré alguna manera en la que puedas pagármelas— Asuka suspiro.

El destino le hizo una mala jugada, en ese preciso instante su estómago sonó. Ella trató de ocultar su evidente sonrojo; Shinji rio en sus adentros.

—Si gustas puedo cocinarte algo, no soy muy bueno, pero los que han probado mi comida dicen que les encantan— dijo con algo de timidez.

—Aceptaré tu oferta solo porque no conozco a nadie más por aquí—contesto volviendo a su carácter habitual—. ¿Y dónde se encuentra tu novia? ¿Acaso dejaste que se vaya sola a su casa?

Esa pregunta dejo confundido al castaño.

— ¿Novia?

—Sí, tú novia. La de cabello azul.

—Ya entiendo. Ella no es mi novia, es una prima de parte de mi madre— reveló algo apenado por la confusión.

Por alguna razón que ella no conocía, esa respuesta la dejó aliviada.

—Vamos, se está poniendo muy oscuro por aquí.

Los dos caminaron tranquilamente por las calles de Tokyo-3. En la mente de Shinji pasaban muchas ideas. Él no esperó que hiciera contacto con Asuka tan pronto. Necesita pensar bien las cosas, de alguna manera sabía que aquellos sueños podrían significar algo. No teniendo otra opción, decidió actuar cortes, como es su carácter habitual.

Cuando se dieron cuenta ambos ya habían llegado a un gran edificio. Subieron por el elevador y caminaron algunos departamentos hasta llegar a uno que se encontraba al final. El chico sacó sus llaves y prosiguió a abrir.

—Entra, solo me cambió y preparó la cena.

Asuka lentamente llegó a la sala, el lugar era bastante grande para estar ubicado en un edificio. En un estante observó algunas fotos de la familia, una en especial se robó su atención; en ella aparecían tres personas, los padres y el hijo. Al ver el rostro de Shinji en aquella foto la dejó muy pensativa, como si en algún momento ya tuvieron contacto, lamentablemente no recordaba en dónde.

El joven Ikari salió de su habitación vistiendo unos pantalones cortos de color café y una playera tipo polo de color azul. Una vez en la cocina se colocó un mandil y prosiguió a lavar los ingredientes.

—Toma asiento, trataré de no tardar demasiado.

Como si se tratara de un experto, Shinji se movía de un lado para otro; Asuka nunca había conocido a alguien que lo hiciera de esa manera, ni si quiera su madre la cual cocinaba en sus tiempos libres.

Shinji no mintió, en menos de treinta minutos ya estaba por acabarse la comida. Dejó que terminara de cocerse el arroz, sacó dos platos de una repisa y un par de vasos y los asentó en la mesa. Sirvió la comida con cuidado y llenó los vasos con refresco de cola.

—Espero que te guste.

Dio su primer bocado, el sabor de la comida era algo nuevo para ella. El chico le dijo que no era muy bueno pero mintió, tenía un sabor inigualable, si se lo proponía podría abrir un restaurante y sería todo un éxito.

—Nada mal baka—dijo para ocultar que realmente le encantó la comida.

El comentario le molestó un poco, pero lo dejó pasar. Nunca le ha gustado responderles de mala manera a las personas. La cena transcurrió sin problemas, nadie hablaba, pero el silencio era cómodo, como si no necesitaran decirse algo.

Muy pronto serían las diez de la noche, Asuka se despidió y agradeció por la comida.

— ¿Tu casa está muy lejos? Te puedo acompañar.

—No, gracias. Puedo cuidarme sola.

—Mmm, De acuerdo, pero cuídate—respondió Shinji no muy tranquilo.

Ya había caminado algunas cuadras, realmente maldecía su orgullo, en la cena no pudo tener una buena conversación por los nervios. En un principio pensó que Shinji era algún tipo de pervertido y estúpido, pero su opinión cambió en el transcurso de la noche. Descubrió que era alguien muy amable, tranquilo y respetuoso. De manera repentina un pequeño sonrojo apareció en sus mejillas, sacudió su cabeza para tratar de olvidar ese pequeño sentimiento. Ella podría tener al chico que quisiera cuando quiera, pero no lo quería buscar porque sentía que no había encontrado a la persona correcta para enamorarse, creía que los chicos eran unas personas estúpidas, por lo menos hasta ese día.

Tan perdida estaba en sus pensamientos que no escuchó como alguien llegaba detrás de ella y colocaba algo en sus hombros. Por instinto soltó una fuerte patada a la cara de esa persona.

— ¡Shinji! —gritó al percatarse de quien se trataba—. ¿Te encuentras bien?

—Sí. Esa fue una buena patada.

Un hilillo de sangre surgía de su boca, alertando a Asuka pensando que realmente le hizo daño. Sacó un pañuelo de su mochila para limpiarle la boca. Una vez que se puso de pie, le dio un golpe en la cabeza.

— ¿Y ahora porque?

— ¿Por qué? ¿¡Qué clase de idiota se le acerca a una mujer de esa forma!? —gruño la chica.

— ¡Pero si desde hace unas cuadras te estoy gritando!—se defendió.

— ¡Esas no son excusas!

Volvió a golpearlo, pero no con la misma intensidad que las veces pasadas.

— ¿Por qué me sigues? Recuerdo que te dije que no necesitaba tu ayuda.

—S-sí, pero…

—Solo olvídalo… y gracias por el abrigo—dijo al percatarse de la prenda en sus hombros—. Ya que estas aquí ¿Puedes ayudarme a entender esto?

Le entregó la nota que tantos dolores le causaron, el chico la examinó dándose cuenta que se trata de una dirección y un pequeño mensaje que decía "Te amo, cariño" Le dijo a Asuka el significado del escrito, ella solo sonrió.

—No queda muy lejos de aquí, yo te acompaño. Bueno, si quieres…

—No tengo otra opción, ya estás aquí.

En unos cuantos minutos llegaron a otro edificio, no era muy alto a comparación de donde vivía el castaño. Subieron las escaleras hasta llegar al penúltimo piso.

—Creo que es hora de irme. Hasta mañana—dio media vuelta.

—E-espera— Asuka le había apretado la camisa.

— ¿Qué sucede?

—Me preguntaba si mañana podrías pasar a buscarme para ir a la escuela. Todavía no me acostumbro… —sus ojos se mantenían ocultos en una pequeña sombra.

—Ah, solo era eso—él sonrió—. Mañana a primera hora estoy aquí. Ya es tarde, mis padres deberían estar por llegar.

—Muchas gracias, baka—su vista mostró un pequeño brillo que Shinji no notó—. C-cuídate.

Shinji asintió, al ver el rostro de Asuka hizo que su corazón latiera más rápido. La manera en la que le dijo que se cuidara fue tierna.

Dentro del departamento alguien observaba la pequeña escena, logrando que se formara una gran sonrisa en sus labios.

La chica entró a su casa, se sentía feliz; el encuentro que tuvo con Shinji esa tarde le pareció muy agradable, más de lo que se imaginaba.

—Parece que te divertiste en tu primer día en Tokio, ¿verdad cariño? — Comentó una mujer de gran cabellera rubia—. Sabía que estarías en casa de Shinji.

— ¡Mamá!— la chica corrió para abrazar a su madre—. Espera un momento, ¿Cómo sabes su nombre?

— ¿Saberlo? Como no me voy a acordar del niño que juró casarse con mi bella hija—Dijo muy feliz Kyoko.

En su mente veía a Asuka y Shinji ya de adultos, a punto de casarse.

— ¿¡QUEEEEEE?! —gritó Asuka completamente roja.

— «Aun no pierde el efecto el tratamiento, debo de cuidar lo que diga, de lo contrario podría perjudicarla» —pensó algo preocupada la mujer

—P-pero si apenas lo acabo de conocer, ¿Cómo rayos me enamoraría de alguien a quien no conozco?

—No te preocupes cariño, poco a poco recuperaras esos bellos recuerdos—su mente comenzó a trabajar, buscando la manera en la que podría ayudar a su hija—. ¡Ya sé! Enseguida vuelvo.

Kyoko fue corriendo hacia una cajas apiladas al final del cuarto, en una de ellas sacó algo. Cuando regresó junto a su hija abrió el objeto que resultó ser un álbum de fotografías. La menor se sorprendió al ver como en la mayoría de fotos aparecía ella junto a un niño, abrazados, tomados de la mano, riéndose e inclusive en una, dándose un inocente beso en las mejillas.

Su mirada se centró en la cara del niño, al analizarlo correctamente recordó que es el mismo que vio en la casa de Shinji. Sus mejillas adquirieron un color carmín, alegrando a su madre.

—Pero, ¿Por qué no recuerdo nada de esto…? —lagrimas brotaron de sus ojos celestes.

—Hace años ustedes dos vivieron una experiencia que fue muy traumante. Días enteros no comían, solo lloraban—Kyoko abrazó a Asuka para consolarla—. Para lograr que lo olviden, hicimos algunos experimentos en ambos. Se tenía previsto que en este año poco a poco los recuerdos volviesen.

La chica abrió sus ojos de golpe, en ese instante su mente dio un click.

—En ese incidente obtuve estas cicatricen que tengo en el pecho, ¿verdad?

Kyoko afirmó lentamente.

—Ahora entiendo…

—Era la única manera en la que ustedes pudieran crecer sin sufrir—le limpió las lágrimas con la manga de su suéter.

—Quiero saber que pasó— la forma en la que lo dijo estaba llena de determinación.

—Eso es algo que ustedes descubrirán con el paso del tiempo, ahora es muy pronto para que sepan la verdad de este mundo.

Lo dicho por su madre la dejó confundida, ¿la verdad del mundo? Definitivamente investigaría donde pudiera.

—No te preocupes, por ahora vive tu adolescencia como cualquier joven de tu edad. Sé que ustedes serán felices.

La chica supo a que se refería con lo último, ella y Shinji siendo felices. No estaba segura si realmente pudieran hacerlo, ambos no recuerdan el tiempo que pasaron juntos. Por un instante el miedo se apoderó de ella, existía la posibilidad de que ambos nunca recordaran eso, ella no tenía idea de que vida tenía el chico. ¿Y si él ya tenía a alguien en su vida a la cual ama? ¿Y si él solo se comportó con ella de esa manera para no parecer maleducado?

Kyoko notó como su hija temblaba, rápidamente la abrazó con fuerza para transmitirle confianza. El contacto con su madre la relajo un poco.

—Sea lo que sea que te tiene así, tiene una solución. Tranquilízate, acuéstate y duerme; mañana es otro día.

Asuka obedeció, necesitaba dormir para procesar toda esa información que obtuvo de golpe. Se fue a cambiar de ropa, cuando terminó se acostó en su nueva cama; el techo era completamente extraño, a pesar de que sus cosas estaban junto a ella, se sentía extrañada.

En poco tiempo el sueño se fue apoderando de ella, cerró sus ojos, quedándose profundamente dormida.