Hola gente, Demon vuelve con un nuevo capítulo de esta cosa que hago llamar historia, aquí para recordarles que sí quieren comentar o criticar háganlo de manera constructiva y respetuosa, en cuanto a las filias o fetiches sí quieren que lo tenga en cuenta envíenme un mensaje, ya sea por público o por privado (Este mensaje estará hasta el final de la historia, mejor acostúmbrense) Y me he dado cuenta de que en realidad esta parte la dejo más seca que la arena del desierto así que creo que comenzare a responder comentarios del capítulo anterior

Por cierto, me encuentro aburrido debido a la cuarentena y me puse a pensar ¿Qué tal andan ustedes? Cómo sé que no me pueden responder cuando estoy escribiendo esto pasaré a responder los comentarios.

Bio RL: Pues en realidad eso pensaba ser tratado en este mismo capítulo, los motivos que tiene Naruto para no ser tan descarado pese a que la aldea de Konoha parece ser bastante inútil.

Guest: Pues la idea en sí me pareced buena, aunque no sé si te refieres a una historia que sea de un personaje creación del autor, o sí te refieres a que sea Naruto, pero en cualquier caso dependería de cómo se desarrollará la historia, en cuanto a sí lo haría me resultaría un poco complicado debido a que no estoy acostumbrado a hacer personajes pero con el género cambiado, pero supongo que debería pensarlo.


Naruto estaba seguro de que se arrepentiría profundamente no haber estado más concentrado y evitar que el Susano de Shisui le golpeara, pero no creyó que su golpe le rompiera las costillas de ese modo, sí hubieran sido solo fisuras o algo menor podría usar su shikotsumyaku para regenerar el daño, pero no, tenía las costillas separadas en dos o tres partes, había resultado que la carrera que había tenido que dar para escapar de su primo le había costado más caro de lo que creyó, ahora, no podía usar el kekei genkai Kaguya tan fácilmente para recuperar sus huesos.

Por mucho que regenerará sus huesos sí tenía dentro de él los filosos fragmentos, duros como el hierro, de su sistema óseo representaba una amenaza vital, en cualquier momento una cuchilla de calcio podría perforarlo, no podía ir con un médico porque tendría que explicar cómo se rompió las costillas de un modo tan agresivo, por lo que ahí estaba, en una mesa de operaciones que tenía su laboratorio subterráneo, mordiendo una pieza de madera mientras Ino le había abierto el pecho para remover los huesos rotos mientras el de cabellos negros usaba el kekei genkai Kaguya para regenerar las costillas, tras varias horas de dolor la rubia le cosió el pecho.

— Mi señor, no creo que deba hacer mucho esfuerzo pronto, incluso con su regeneración acelerada necesitará descansar —Le advirtió Ino con preocupación palpable, Naruto sabía que tenía razón, incluso sí había regenerado sus huesos, y su piel y músculo no deberían tardar en recuperarse el dolor sería más que suficiente para reducir sus capacidades de reacción, pero eso no era lo importante, Kagami llegaría en cualquier momento para llevarlo con Shisui, quien parecía tener grandes noticias.

Por lo que se puso de pie, aunque la punzada de dolor fue suficiente para hacerle replantarse tener esa charla con Shisui, pero sabía lo sospechoso que sería aquello, Shisui no pararía hasta descubrir lo que le aquejase, aun no podía olvidar cómo prácticamente le acoso cuando tuvo un dolor de muelas, sí se enteraba de que se había roto las costillas comenzaría a preguntar y en algún punto llegaría a la conclusión de cómo había ocurrido.

Para nadie era un secreto que tenía una relación con el bajo mundo, la mayoría suponía que había sido una víctima, que al crecer en ese ambiente había sido victimizado prácticamente desde bebe, otros creían que sí había colaborado con la mierda que había en el bajo mundo había sido por mera supervivencia, una minoría no estaba tan seguro y desconfiaban de él, y eso era lo que le permitía estar a salvo, sí alguien se enteraba de lo que realmente había hecho, de los motivos por los que trabajaba, lo ejecutarían en el acto, en menos de un parpadeo.

— ¡Naruto! —Le llamó Kagami desde las afueras de la casa, se puso su remera gris y su chaleco negro antes de salir, pero ahí había algo que no había previsto, Shisui e Ibiki, el primero con una sonrisa llena de alegría mientras que Ibiki tenía una mirada de autosuficiencia.

— ¿Qué ocurre? —Preguntó en cuanto estuvo frente a ellos, Shisui estaba por saltar de alegría cuando Ibiki habló.

— Está resuelto —Sentenció con confianza, Naruto realmente estuvo confuso, cierto era que Ibiki era de los que hablaban poco pero cuando hablaba con sus alumnos era para algo importante.

— Disculpe Ibiki-sensei, pero no le entiendo —Aceptó tras unos segundos, cuando su mentor iba a responderle su primo ya no se aguantó.

— Ya no tienes que preocuparte por todo lo del bajo mundo —Bramó con alegría su primo, su rostro debió de demostrar la sorpresa, o Shisui seguía muy emocionado, pues siguió hablando— Después de unos años creemos que encontramos la entrada a la concentración del bajo mundo, mañana, cuando se haga la redada, ya no tendrás que preocuparte por lo que te hayan obligado a hacer cuando eras niño —Explicó con una gran sonrisa que casi parecía que le rompería el rostro.

Naruto se obligó a sonreír aunque en su interior estaba a instantes de sufrir un colapso, cualquier cosa que pudiese ser una concentración del bajo mundo era peligroso, obviando el claro hecho de que debían ser mínimo decenas, lo que le preocupaba era lo que podía saberse de él, eran raros los grupos del bajo mundo para los que no había trabajado, y sí se descubría realmente lo que hacía su cabeza rodaría.

— Y ¿Cómo lo han logrado? —Preguntó obligándose a tragar en seco, forzó todo lo que pudo su cuerpo para recuperar la calma mientras esperaba que no le incluyesen en la redada o alguien podría descubrirle.

— Bueno, desde hace años hemos llevado esto, logramos seguir a algunos conocidos miembros del bajo mundo y encontramos una entrada a una concentración, aunque me imagino que estarás ansioso lo mejor será que te alejes de esto, no nos gustaría que algún trauma reprimido despierte, y ya que mañana será un día tan feliz pensé que podríamos ir a por un helado —Declaró con una sonrisa llena de emoción.

— Muchas gracias, avísenme mañana cuando todo este hecho o sí necesitan ayuda, quiero hacer cuanto este en mis manos para ayudar —Suspiró intentando fingir alivio, oficialmente tenía dos cosas que hacer, informar a Pride para ver que sabía y ver sí podían minimizar daños, y follar con alguna de sus amantes para relajarse, pero por ahora le tocaba hacer la actuación de familiar agradecido y aliviado.


Erik sacó un cigarrillo antes de extenderlo hacía la persona a su lado para que lo encendiera por él, unos segundos más tarde llevó su cigarrillo a su boca para darle una profunda calada antes de expulsar el humo al cielo, paso durante varios segundos viendo el humo disiparse antes de girar su cabeza para ver la persona a su lado, una mujer de cabellos purpura usando una gabardina marrón, una sonrisa se formó en su rostro.

— ¿Así que la pequeña idiota creyó que puede superar las serpientes Yamata en solo dos semanas? Esas cosas la matarán —Comentó con voz picara aunque mientras más palabras pronunciaban su tono de voz iba bajando hasta que al final solo era un susurro anodino.

— Creí que estarías más preocupado, es tu novia, ¿No? —Le interrogó Anko enarcando una ceja mientras su mirada seguía más concentrada en el cielo, como las nubes cubrían el cielo anunciando la lluvia pese a lo temprano que era, su mirada se desvió a Erik notando que pese a su tono apagado tenía una sonrisa en el rostro.

— Que sea mi novia solo significa que me la cojo, no que me importe —Declaró antes de llevarse el cigarrillo a la boca para darle una fuerte calada, cerrando los ojos antes de dejar escapar el humo una vez más— Pero tampoco me sale conveniente, ella me ayudaba a que el gobierno no descubriera mi negocio, y era de las mejores en la faena —Murmuró más para sí mismo dándose cuenta de aquel detalle.

— ¿Usabas a tu novia como una de tus putas? Vaya que eres un enfermo —Soltó Anko sin una pizca de enfado, su voz sonaba más bien divertida, cómo si todo aquel asunto fuera un chiste— Pero en serio, te recomiendo que bajes tus actividades, Ibiki está bastante seguro de que este ataque será grande, dudo que hayan encontrado el mercado, por lo que solo se me ocurre que sean los lugares de tráfico o prostitución, y sabes que aparecerás en las listas de cualquier prostíbulo —Señaló cambiando su semblante a uno más serio.

— De todas formas, todos me conocen como Envy, y los putos y putas que les hago llegar tienen tanto veneno y droga en el organismo que no podrían testificar —Afirmó antes de dar unos golpecillos para tirar la ceniza al suelo, miró con curiosidad su cigarrillo descubriendo que se lo había acabado en esas dos caladas, con un encogimiento de hombros lo tiró al suelo para pisarlo— Como fuese, me mantendré apartado y bajo el radar un tiempo —Sentenció antes de comenzar a caminar.

Pero antes de que el moreno pudiese abandonar el oscuro callejón donde se encontraba volteó a ver a la mujer con la que había estado hablando, sin importarle que lo único que evitaba la absoluta desnudes de la mujer era la gabardina que esta se había puesto en cuanto drogó al hombre que le estaba manoseándole las tetas antes de charlar.

— Eso no significa que debas dejar de trabajar —Fueron sus últimas palabras antes de salir de ahí, su tono jovial había desaparecido y su voz se había vuelto increíblemente severa, en cuestión de minutos había abandonado el callejón.

Mientras caminaba por los callejones Erik podía sentir que le seguían, estaba simplemente por lanzarse a envenenar a ese espía de pacotilla que creía que podía atraparle, se giró para atacar y ahí estaba Hinata Hyuga viéndole con calma absoluta, eso no logró calmar sus nervios, tenía confirmado que estaban a nada de cazarlos, que por primera vez en décadas, desde que el bajo mundo comenzó a tomar forma en Konoha, peligraban.

— ¿Así que el negocio se acabó por un tiempo? —Fue su única pregunta, el chico de cabellos castaños estaba concentrando toda su atención en asegurarse que nadie les estuviera espiando, tras varios segundos en los que la chica esperaba una respuesta que nunca llegó— Es una lástima, me encantaban los chicos que usabas, Envy —Susurró con calma aunque su mirada se mostraba apenada solo para segundos más tarde cambiar a una llena de seriedad, pero Erik estaba más ocupado pensando en cómo sabía que él era Envy— ¿Qué sabes de Wrath? —Cuestionó con sus ojos en clara amenaza.

— Perdona preciosa, pero no sé de quienes me hablas —Pronunció tras unos segundos que utilizó para serenarse, por el momento era imposible que alguien supiera sus identidades, la chica sonrió como sí esperase aquella respuesta clavándole otro dardo de preocupación en su ser.

— Mira Erik, he sido una cliente bastante habitual en tu negocio, pagando bastante caro por poder divertirme con alguno de los chicos que drogas, pero hemos trabajado incluso por más tiempo como parte de Homúnculo, y dudo ser la única que se haya dado cuenta de que Naruto tiene algo raro, cuenta, ahora —Ordenó sacando un látigo del interior de su abrigo, un látigo que conocía bastante bien, toda su preocupación abandono su ser mientras una sonrisa se formaba en su rostro.

— Lust —Susurró como una sencilla confirmación— De haber sabido que trabajábamos juntos te hubiera hecho un descuento princesita, —Se permitió burlarse pese a que sabía que su situación no era la mejor, entre los dos Lust tenía la ventaja, ella podía atacar a distancia y él no, pero llevaban trabajando tanto tiempo, y la situación que estaba por llegar era devastadora, que podía confiar en que no revelaría nada— ¿Wrath, cierto? Algo, su poder ha aumentado en niveles anómalos, un tiempo es uno y a los pocos meses aumenta mucho más de lo posible ¿En qué piensas? —Cuestionó pensando por primera vez en aquello.

Años sufriendo los ataques de las serpientes Yamata habían sensibilizado su cuerpo de modo que podía sentir hasta los cambios más leves, temperatura, luz, la vibración del sonido, chakra y lo más importante, peligro, pero nunca había pensado en aquello detenidamente, mientras que todos en Homúnculo aumentaban de forma habitual había habido periodos en los que el peligro que podía sentir de Wrath se disparaba en niveles imposibles de lograr en tan poco tiempo.

— Quiero que investigues con quienes se ha juntado, siento que hay algo peligroso en esto y quiero descubrirlo —Pidió aunque su voz sonaba con un tono absolutista que no dejaba espacio a una negación, chasqueo la lengua antes de seguir hablando— A cambio veré que puedo hacer para averiguar qué es lo que van a atacar —Canjeó antes de salir de aquel callejón tan rápido como llegó


Por fin había dado resultados, Rose miraba la jaula con cierto alivio, era cierto que odiaba y repudiaba el experimento que estaba liderando, pero esos frutos significaban acabar con toda esa matanza de niños, en un complicado sello circular estaba una morena gritando, sus ojos dorados estaban abiertos expresando el más absoluto dolor, pero no era la única, había dos chicas más, dos chicas rubias, la de la izquierda, que parecía ser la mayor, estaba llorando evitando que vieran sus ojos, la otra apretaba con fuerza sus puños conteniendo sus reacciones.

— ¡¿Por qué nos hacen esto?! —Rugió la chica pelirroja, pero Rose solo se mordió la mejilla para contener su propio lamento, habían tenido 3 resultados positivos en aquel tiempo, eran sus únicas opciones en realidad, y por fin, estaba hecho.

— Porque es lo mejor para la aldea, es su deber como Kunoichi de Kumo —Anunció una voz que Rose odiaba a más no poder, el Raikage se posicionó a su lado con una sonrisa llena de júbilo, la científica no necesitaba ver el rostro de su jefe para saber qué cara tenía, una repugnante sonrisa además de que seguramente estaba viendo al trio de chicas, que perfectamente podrían ser sus hijas o hermanas menores, con lujuria y deseo— Rose, actívalas —Ordenó sin dejar de ver los cuerpos desnudos de las mujeres.

— Muy bien —Susurró la científica en jefe con voz apagada antes de tronar los dedos, las tres chicas volvieron a gritar a todo pulmón mientras brillantes líneas rojas aparecieron en su piel antes de ser cubiertas totalmente por aquellas líneas, cuando el brillo rojo se extinguió de las chicas ya no había rastro alguno de ellas.

Donde habían estado tumbadas las chicas ahora había tres animales diferentes, una gata rubia, una perra de pelaje pelirrojo y una zorra rubia, los tres animales se encontraban tumbados en el suelo con notoria dificultad para mantenerse de pie, Rose simplemente apartó la mirada antes de emprender camino a la salida ignorando los gritos de alegría de sus compañeros en festejo por lograr su objetivo, en cuanto salió del lugar se encontró con Killer Bee que estaba recargado en la pared esperando a su hermano.

— ¿Por qué la usaste a ella? —Interrogó el hombre usando por primera vez, o al menos lo era para Rose, un tono de voz frío y severo, la mujer se detuvo sin animarse a voltear a verlo mientras pensaba en una respuesta que no fuera tan desagradable como la verdad.

— Eso también me gustaría saberlo, en realidad porque usaron a Karui también —Soltó una voz tras ella, Rose mantuvo su rostro sin expresión alguna a la vez que se giraba encontrándose con el Raikage viéndola con calma, o lo más cercano a ello que ese hombre pudiese sentir, pero ella soltó un suspiro antes de responder, podía mentirle a Killer Bee, total él no necesitaba saber la verdad, pero al Raikage estaba obligada a hacerlo, era su jefe a fin de cuentas.

— Yugito Nii fue elegida dado que era una jinchuriki, confiábamos en que el chakra del biju mitigará los efectos negativos del sello, ella tendría una mayor tasa de éxito, Karui tiene sangre Uzumaki de parte de su madre, cómo recordará uno de los motivos para atacar Uzushiogakure fue eliminar al clan Uzumaki por su peculiar chakra, creíamos que ella podría dar resultados más confiables —Comunico hablando tan rápido como podía mientras se preparaba para evitar un ataque, el Raikage solo asentía con una sonrisa aparentemente de acuerdo a ella, pero podía notar cómo Killer Bee tensaba sus músculos al escuchar los motivos de que su novia y sus dos alumnas fueran víctimas de aquello.

— ¿Entonces ya están preparados para hacerlo en masa? La idea es implementarlo en la academia para que sean de utilidad como shinobis —Cuestionó el Raikage tras unos segundos, Rose sabía que realmente no le había entendido del todo, entendía lo básico, habían usado a dos de esas chicas porque eran peculiares, pero para él valían como victorias si sobrevivían.

— Para eso utilizamos a Samui, a diferencia de las otras dos participantes del experimento ella carecía de cualidades anómalas que aumentaran su probabilidad de supervivencia, al sobrevivir, pero aun no podemos pasar a usarlo activamente, el sello para dar resultados positivos tiene un código que lo hace increíblemente costoso de lograr, para los tres sellos perdimos a los 15 científicos encargados de la conversión, necesitaremos esperar hasta conseguir una fuente de energía más útil o convertir el código en uno menos problemático —Explicó mientras lo anotaba en su diario de investigación aquella información.

— Bien, las tres irán a los exámenes chunin en Konoha para asegurar los resultados —Afirmó con seguridad, Rose estaba por comentar que tendrían que esperar más de dos semanas para siquiera darlas de alta, pero sabía que era una batalla perdida por lo que mejor se calló— Bee, hasta nuevo aviso Yugito pasará a ser la sensei del equipo B, esta nueva habilidad será útil para nuestro plan —Declaró con una sonrisa, pero Rose ya no estaba prestándole debida atención, estaba pensando en lo que podrían perder en este movimiento.


Shikamaru estaba sopesando los pros y los contras de terminar con Karin, pero terminar con ella resultaría en un problema mayor, su madre, desde que se enteró por Inoichi que Ino tenía novio, maldecía a Naruto por no poder mantener esa relación en secreto, su madre, Yoshino Nara, había estado preguntándole cuando tendría novia, después de aguantarla por meses termino preguntándole a la chica menos problemática que encontró.

Y después de un largo análisis llego a la conclusión de que Karin era la menos problemática de las chicas que conocía, esta le pidió un día para pensarlo y luego aceptó, los motivos para aceptar realmente le parecían curiosos, por un lado solo podía suponer que quería obtener pronto la ciudadanía para evitar los impuestos extra, pero mientras le ahorrara las discusiones con su madre por él bien, incluso cuando se lo explicó a ella pareció aceptarlo relativamente bien, el problema actual venía de que había invitado a Karin a cenar, tenía que mantener la fachada, y por lo tarde que era se quedó a dormir y su madre le había entregado unos cuantos condones diciéndole que se cuidara.

— ¿Qué ocurre? —Preguntó Karin desde la cama, Shikamaru cerró los ojos pensando en que ocurriría, si mostraba los condones Karin lo creería un pervertido y no sabía si eso podría afectarle más, por otro lado si terminaba con ella en ese instante su madre volvería a fastidiarle, por donde lo viese salía perdiendo, pero entonces llegó un pensamiento fugaz pero efectivo, si Karin terminaba con él por mostrar los condones e insistir un poco con tener sexo su madre no podría echarle en cara nada e incluso, con un poco de suerte, le dejaría en paz.

— ¿Quieres tener sexo? —Preguntó hablando con el tono más descarado y vulgar posible mientras le enseñaba los condones, esperaba que eso bastara para que la chica se levantará, le gritara que terminaban y se fuera, puede que recibiera una bofetada pero sería un pago que estaba dispuesto a pagar.

Y para su sorpresa la chica trago en seco, se le notaba lo nerviosa pero parecía extrañamente decidida, una extraña y peculiar mezcla, pero en lugar de alarmarse se quedó quieta esperando, Shikamaru estaría demasiado curioso por esto si no fuese porque estaba más apurado en que la chica terminase con él, solo le quedaba una carta por jugar, una carta que bien podía hundir su vida social, no es que tuviera mucha pero sería peligroso cuando fuese líder de clan, y un regaño monumental, pero si seguía saliendo con Karin llegaría el punto en el que su madre buscaría una boda, y aun no quería pensar en eso por lo que tomó el riesgo.

Dejo los condones en la mesita de noche antes de sujetar el borde de sus pantalones para bajarlos de golpe, la chica no se movió pero no parecía en shock, acababa de cambiar su opinión de la chica, era demasiado problemática, a cualquier otra persona le haces lo que él estaba haciendo y no solo habrían terminado cualquier relación sino que habría recibido una patada en las bolas, pero ya había avanzado mucho como para darse por vencido, se quitó la playera y dejo toda su ropa tirada por el suelo antes de subirse a la cama, en cuanto colocó su mano en el muslo de la pelirroja esta reaccionó levantándose de golpe.

— "¡Al fin!" —Pensó Shikamaru aliviado— "¿Tan difícil era terminar conmigo cuando te enseñe los condones?" —Se obligó a guardar el suspiró que quería escapar de sus labios, solo podía imaginarse la ira que provocaría en la muy problemática chica, esa era la nueva categoría en la que asigno a la Uzumaki, sí se enteraba que todo eso había sido solo para que terminarán, estaría muerto en cuanto ocurriese.

— T-tengo que pensarlo, aún no estoy lista —El rostro de Shikamaru se deformó en una mueca de sorpresa que no pudo ocultar, antes de que intentase mover otra ficha para dar por terminada la relación está había salido corriendo.

— "¿Tengo que pensarlo? ¿Es en serio? Al final solo postergue toda esta mierda un poco más" —Pensó hastiado antes tumbarse en la cama, aparentemente no solo era problemático empezar y mantener una relación, también terminarla era problemático.


— ¿Entonces no sabemos nada? —Preguntó al borde de la histeria, Tsume se encogió asustada por el casi grito de su amo y señor, mientras tanto ella se reprendía mentalmente por no haber conseguido nada que hiciera feliz a su amo, pero Naruto sabía que por primera vez el bajo mundo estaba dependiendo de un hilo muy delgado, sí llegaban a él harían una investigación, sí hacían una investigación se arriesgaría a que descubrieran todos sus movimientos, y sí lograban aquello su cabeza rodaría.

— P-perdón amo —Tsume se lamentó mordiendo su labio inferior— Solo puedo suponer que Minato intentará ver sí los líderes de clan son confiables, ninguno se enteró de nada —Gimió apenada la mujer arrodillada frente a su maestro esperando un castigo por su ineficiencia pero solo vio como el brazo del sillón donde el chico Uzumaki se sentaba fue golpeado con furia.

— Esto es una mierda —Gruñó intentando calmarse solo para dirigir su mirada a Tsume, completamente desnuda esperando sus órdenes o un castigo, le encantaría castigarla pero no podía hacerlo con eso, el Hokage tenía bastante claro de que la estructura del bajo mundo no se había creado de un día para el otro, y menos bajo las narices del gobierno, sin que nadie se enterase.

El bajo mundo se había formado por décadas, usando a concejales civiles que querían más dinero en sus codiciosas manos, líderes de clan que querían encubrir cosas que no les enorgullecían, comerciantes en mala situación, entre otro sinfín de cosas, pero habían cubierto casi todos sus pasos a medida que crecían, mataban a los concejales civiles antes de que comenzarán a intentar chantajearlos, los líderes de clan se avergonzaban demasiado y se llevaban los secretos a la tumba, los comerciantes se arriesgaban tanto como ellos, y por una vez alguien pensaba en la estrategia para maximizar el daño, que nadie estuviera enterado, Minato no sabía si los líderes de clan habían usado al bajo mundo para limpiar sus trapos sucios, desconfiaba certeramente del concejo civil, los concejales seguramente estaban vetados también, estaba atacándoles con un círculo de confianza a un punto secreto, un punto que dependiendo de cuál fuese podría borrarlos del mapa.

Así que solo les quedaba esperar, reducir sus actividades tanto como pudieran y esperar el golpe, rogar porque no fuese uno que les aniquilase, ya había recurrido a todo homúnculo para descubrir algo, Sloth que trabajaba directamente para el Hokage parecía desconocer mucho, en realidad solo sabía que al día siguiente le dirían donde atacarían, momento en el que sería demasiado tarde, Greed y Gluttony que eran los mayores parecían saber tanto como los demás, ni siquiera Pride estaba enterado y sabía que ese chico de algún modo estaba tratando con los altos mandos.

— Necesito sexo, sexo duro que me haga olvidar mis problemas —Declaró mirando a Tsume que asintió con una ligera sonrisa, sus únicas chicas allí eran las Inuzuka, Karin estaría con Shikamaru, con suerte le sacaría algo interesante, por lo que haría un agradable dueto madre e hija, comenzó a deshacerse de sus prendas tirándolas una por una hasta que quedo solo usando una sunga verde militar que marcaba su paquete, una sencilla seña bastó para que su perra comenzara a restregar la cara contra su entrepierna lamiéndola por sobre la tela.

Mientras la matriarca Inuzuka lamía y restregaba su rostro contra su entrepierna la puerta se abrió, como esperaba, Hana había llegado aunque llevaba una bolsa pese a que no había recibido órdenes de traer o comprar algo, pero no le importó, la morena comenzó a deshacerse de su blusa y pantalones deportivos solo para demostrar que debajo de ellas no llevaba ropa interior alguna, justo cuando estaba por disfrutar del dúo carnal que representaban madre e hija cuando la puerta fue abierta otra vez, enarcó una ceja pues normalmente Ino no llegaba en la noche, pero quien entró en su hogar resulto ser Karin

— ¿Por qué nunca pasa nada normal aquí? —Cuestionó la chica pelirroja sin animarse en lo más mínimo con encontrarse a su pariente más cercano, que eran considerablemente lejanos en realidad, en ropa interior mientras una de sus esclavas sexuales lamía su entrepierna mientras otra se acercaba tranquilamente para recibir su parte.

— ¿Para que ocurran cosas normales tendríamos que, no sé, ser normales? —Devolvió la duda con una sonrisa burlona, Naruto sabía que estaban lejos de los estándares habituales de "Normal", pero a él no podría importarle menos— Aunque el sexo es muy normal, ahora ¿Qué haces aquí? Dijiste que pasarías la noche con Shikamaru —Cuestionó con seriedad, sí esa chica había hecho algo que pusiera en riesgo sus planes no pensaba tener mucha piedad con ella sin importarle que fuera su pariente.

— ¡Él quería coger! ¡Me entró pánico cuando se quitó la ropa y me largue! —Admitió cubriéndose la cara, sabía que eso no le haría mucha gracia al pelirrojo pero ella tampoco había sido precisamente útil en lo que hacía su primo por lo que pensó que tal vez le tendría algo de comprensión.

— ¿Y no pensaste en usar un genjutsu si lo que querías era no coger? Bien hecho podrías hacerle creer que tuvieron la mejor noche de sus vidas mientras él está tumbado en el suelo —Le regañó queriendo palmearse la cara, no pensaba indagar en los motivos para que la chica se pusiera así, pero realmente no era lo más grave, aun podían arreglarlo.

— Yo no sé cómo hacer un genjutsu así —Susurro en una mezcla de vergüenza e ira, Naruto solo enarcó una ceja mientras le daba una mirada que decía claramente "¿Y me lo dices ahora?"

— Ven, mírame a los ojos, voy a enseñarte de manera ultra exprés a hacer un genjutsu —Anunció levantándose del sofá despejando su mente, iba a cortar el problema de raíz.

— ¿Mirarte a los ojos? ¿No puedes enseñármelo de otro modo? —Cuestionó temerosa mientras las chicas veían toda la discusión con una mirada de curiosidad, Karin conocía los peligros de ver directamente a los ojos a Naruto, desde que había añadido los genes Hyuga a su ser ver esos ojos, pese a que no habían cambiado prácticamente nada, era un miedo extrañamente primitivo como si llevase años temiendo aquello.

— No, para que llegues al dominio de genjutsu necesario del modo normal tardaríamos años, me tardaré menos de un segundo —Explicó casi en un gruñido, la chica pareció tragarse el miedo antes de verlo a los ojos, pero no podía importarle menos el miedo de ella, él mismo debía admitir que aunque ya había reescrito una mente con sus ojos mejorados ahora una parte de su cerebro le llenaba de miedo el hacerlo, pero debía anteponer el deber a un miedo anómalo que carecía de sentido.

Un vistazo, la chica había perdido toda defensa mental dándole una perfecta entrada, pero ese tal vez había sido un error de parte de la Uzumaki, Naruto no pensaba permitir que Karin volviera a poner en riesgo el plan, sí había podido fallar en algo como aquello nada le impedía volver a cometer un error cuando la situación fuese más apremiante o más delicada, cuando la pelirroja pareció darse cuenta de que podía haber algo mal fue demasiado tarde.

Cuando terminaron la chica tenía sus pupilas dilatas mientras una amarga sensación caía en la boca del estómago del pelirrojo, un repentino malestar implantándose en su pecho, un sentimiento terriblemente desagradable que tenía la certeza de no haber sentido nunca antes, la chica casi cae al suelo pero Hana la sujetó evitando que la muñeca que era Karin chocase contra el suelo.

— "¿Qué mierdas me pasa? ¿Mis ojos me están provocando alguna enfermedad?" —Pensó sin entender por qué se sentía así, un bufido de parte del zorro que le acompañaría durante toda su vida llamó lo suficiente su atención como para distraerlo.

— "Eso, pequeño demente emocionalmente incompetente, es culpa, sientes culpa" —Le aclaró el biju con un bufido aburrido, no negaría que le parecía curioso que ese demente pudiese sentir culpa pero tenía una vaga idea de lo que podría ocurrir.

— "¿Culpa? ¿Me estás jodiendo? No siento culpa, jamás he sentido culpa por nada" —Cuestionó sin poder creer que sintiera aquella emoción que desde siempre había categorizado como estúpida y que solo provocaba debilidad, al mismo tiempo Hana dejaba a Karin en un sillón.

— "Creo haberte dicho en su tiempo, cuando te conseguiste un hijo, que eres un ser humano defectuoso" —A pesar de que Naruto sabía que solo lo había insinuado prefirió no corregirle— "Pero a tu anormal manera estabas feliz de que alguien estuviera dispuesto a seguir tu plan de conquista por voluntad propia, por ende, al quitarle parcialmente su libre albedrió tienes un sentimiento de culpa creado por tu deformada manera de pensar" —Explicó con pereza.

Kurama sabía que a una manera peculiar ese deseo de conquista mundial era su más grande anhelo, un sueño anómalo que le mantenía con vida y que le ayudaba a no ahogarse en la desesperación, un motivo para vivir, pero sabía que el chico era solitario, era un sueño que no podía compartir con nadie y en una peculiar forma Karin había sido lo que había necesitado, alguien que le acompañase en su sueño y con quien compartirlo, algo que probablemente el Uzumaki ni siquiera supiese que quería, dudaba, incluso, que supiera el verdadero valor que tenía su sueño en su propio ser.

— "Ella era una brecha, debía protegerla demasiado, necesito aliados más activos, menos temerosos de actuar" —Con un gruñido se tragó aquel sentimiento ignorándolo, tenía que tranquilizar su mente o de nada serviría lo que había hecho, puede que perdiese a la única persona que estaba dispuesta a compartir su sueño pero no pensaba aguantar que alguien de su equipo fuera tan ineficiente.

— Amo, ¿Qué hacemos con nuestra nueva hermana? —Cuestionó Hana acercándose lentamente a su amo abrazándole restregando sus tetas contra su pecho, la otra castaña estaba viéndole, esperando alguna orden, ya fuese para encargarse de Karin o si podía seguir disfrutando de su amo.

— ¿Qué rol seguirá en sus planes? —Interrogó Tsume con voz trémula cuando pasaron unos segundos sin que respondiese a la pregunta de Hana, Naruto suspiro sabiendo que no podría disfrutar de fornicar con sus golfas hasta encargarse de la chica.

— Esperar, vamos a darle el recibimiento que merecen todas mis siervas, va a ser nuestra conexión con los clanes —Soltó en un gruñido sobándose los ojos, necesitaba relajarse, ya tenía demasiada tensión sobre él, tronó los dedos para que sus hembras le siguieran a su habitación.

Cuando llegaron a su habitación el pelirrojo solo se recostó en la cama mirando al par de hembras castañas con una sonrisa, por una vez no quería hacer verdadero esfuerzo al follar, quería una noche tranquila en la que haría que sus siervas le atendieran, su pinga estaba comenzando a ponerse dura y en alto para deleite de Tsume mientras que Hana se preguntaba cómo es que aquella sunga no se rompía ante la fuerza de aquella pija que ella y su madre habían sentido de primera mano.

La mujer Inuzuka fue la primera en subirse a la cama con su amo para comenzar a masajear aquel pito, su mano agarró el borde de aquella prenda que intentaba esconder aquel obelisco de carne antes de jalarla lentamente para poder observar con detenimiento aquella arma de carne que penetraba su interior cada vez que su amo lo quería, tiró de la prenda hasta poder tirarla al suelo para que las dos hembras vieran con adoración y devoción aquel cipote que adoraban con todo su ser, la matriarca Inuzuka abrió su boca para comenzar a lamer aquella herramienta para llevarla a su máximo esplendor.

— Amo, gracias por dejarnos probar su polla —Jadeó Hana con una sonrisa embobada antes de subirse a la cama del lado contrario de su madre sacando su lengua con lentitud para comenzar a lamer aquella herramienta con golosa lentitud, ambas mujeres lamían la completa extensión de aquel miembro con lentitud ante la sonrisa de su amo, compitiendo y cooperando en darle tanto placer como pudieran cada una intentando ser la que más abarcara, la que más pudiera degustar aquello.

Cuando aquel mástil se encontró empalmado por todo lo alto, con su rojizo glande brillando por saliva de sus siervas, su tronco grande y venoso duro como roca, y su capullo movido constantemente por las lenguas de sus siervas la puerta de la habitación fue abierta entregándole a Naruto una vista que ya esperaba, Karin con ojos un poco oscurecidos, totalmente desnuda revelando su cuerpo, pese a que la chica tenía buenas curvas a sus tetas y culo les faltaba algo de firmeza que podía corregirse con entrenamiento, una sonrisa retorcida se asomó en el rostro del chico.

— ¿Quién eres pequeña esclava? —Preguntó en una risilla mientras contenía los gemidos que querían escapar de su boca al sentir a sus amantes atenderlo con devoción.

— Soy Karin Uzumaki, una Uzumaki inferior que solo sirve para atender pijas —Jadeo la chica sonrojada mientras su mirada estaba clavada en el cipote de Naruto quien lo meneaba un poco solo por la diversión de verla así, casi babeando por ella sin siquiera tocarla.

— ¿Cómo servirás al clan Uzumaki ahora que sabes que eres una inútil? —Cuestionó con picardía llevando sus manos a los depilados coños de sus hembras caninas para comenzar a rozar sus labios de manera lenta y tortuosa.

— "Creí que la harías una Uzumaki funcional, no una adicta a la verga cualquiera" —Le critico el zorro con curiosidad marcando sus palabras pero eso no le importaba, estaba más concentrado en ver como la pelirroja adentraba un par de dígitos en su almeja para acariciarse ante la visión de la polla Uzumaki.

— Y-yo seré una furcia que recibirá gustosa las vergas de los herederos y de los ninjas cachondos para obtener información que sirva al clan Uzumaki, todo mientras veneró la verga absoluta de Naruto-sama, este fue el castigo de Naruto-sama por seguir los deseos del antiguo clan Uzumaki, por no ser capaz de hacer lo necesario por el clan Uzumaki, Naruto-sama —Gimió la chica pasándose la lengua por los labios con coquetería— ¿P-puedo probar su verga? —Pregunto ansiosa.

— Primero debes demostrar que serás útil a la causa, por el momento estas incluso debajo de Tsume-chan, una perra por donde se le vea —Río divertido viendo como la chica parecía entristecida por aquello, como si le hubiesen negado lo que más ansiaba en la vida, por otro lado la castaña mayor se detuvo un momento para ladrar feliz— Ahora Tsume-chan, quiero que me hagas una paja con esas tetas tuyas, Hana, ven aquí —Ordenó sonriente.

Hana no tardó en gatear hasta su amo con una sonrisa deseosa, lamiendo el tonificado vientre de su maestro mientras sus ojos no se despegaban de los del pelirrojo, acariciándole con sus tetas por donde pasaba, mientras tanto Tsume sujetó sus firmes pechos antes de envolver aquel pollón con ellos con suavidad pero firmeza sacándole un ronco gemido a su amo, una sonrisa traviesa apareció en el rostro del Uzumaki antes de sujetar uno de los pechos de la castaña más joven para llevárselo a la boca chupándolo con gula mientras con una de sus manos jugaba con el otro pecho de la joven y su mano sobrante se adentraba en su conchita.

Los pechos de Tsume se movían lentamente sobre toda la extensión de aquel monumento fálico lamiendo suave, lenta y tortuosamente aquel glande cuando quedaba a la vista mientras tanto Karin decidió dar un paso al frente acercándose a la entrepierna del chico ahuecando sus manos para sujetar esas grandes y gordas bollas llenas del simiente Uzumaki, comenzando a acariciarlos y lamerlos como si fuera un helado.

— Eso es chicas, trabajen duro en atender a su amo y puede que les dé un premio —Las incentivo el pelirrojo pellizcando el pezón de Hana con diversión mientras sentía su coño humedecerse ante sus jugueteos, su lengua recorría aquella teta con deseo disfrutando de la textura y firmeza que tenía.

Los pechos de la matriarca Inuzuka aumentaban lentamente la velocidad intercalando entre lamer y besar aquel glande, ocasionalmente jugando con el capullo de aquella enhiesta pija cuando este le cubría, disfrutando del olor almizclado que liberaba su amo cuando sentía el placer de follarlas, cuando le atendían como las siervas obedientes que eran, mientras, Karin intentaba introducir aquellos huevos en su boca para poder lamerlos y darles el calor que solo podía darles la boca de una sierva ramera pero debido al gran tamaño de estos solo podía meter uno dentro de su boca disfrutando del sabor.

— A-amo, nuestro premio, ah, es servirle, ser usadas por usted, ¡Ah! —Gimió Hana al sentir como aquella mano pellizcaba aquel botoncito de carne que coronaba su almejita mientras ella restregaba sus generosos pechos contra el pecho del Uzumaki.

— Pero siempre puedo recompensarlas con mi rabo en sus coños, hm —Fue la respuesta que entrego Naruto mientras algunos gemidos escapaban de sus labios al sentir el trabajo bucal del par de siervas de menor jerarquía, sentía cerca la primer descarga, una descarga que marcaría el inicio de una noche sexual, movía sus caderas buscando un poco más de aquel contacto, sentir su pija ser oprimida por aquel par de pechos firmes, suaves y cálidos era algo que le estaba encantando mientras se cuestionaba por qué no lo había intentado antes.

— Tenemos un amo tan generoso, que nos da leche de pija cuando la queremos, por esto amo servirle —Aseguró Tsume antes de que aquellos pechos bajaran dejando libre aquel glande rojo y brillante de pre semen, pero justo antes de que pudiera lamerlo como había deseado la primer descarga de lefa fue disparada, disparó tras disparo mientras aquella placentera descarga proveniente del alivio y placer recorría el cuerpo del chico liberándole de un poco de su estrés.

Aquella espesa semilla blanca manchaba el rostro, pechos y cabello de la matriarca Inuzuka, el rostro de Karin, el pecho, pelvis y pies del Uzumaki que sonreía mientras veía al trio de esclavas que sonreían bobamente mientras su pija seguía orgullosa, firme, dura y erguida como si hace segundos no hubiese disparado su esencia, pero antes de que cualquiera de sus siervas se lanzara a degustar el simiente de su amo este levantó la mano en señal de que debían esperar.

— Ahora, Karin, por qué no demuestras tu fidelidad al clan, limpiando a Tsume-chan, de la lefa que la cubre, y tu Hana-chan, límpiame a mí —Ordenó antes recostarse para ver como su esclava pelirroja comenzaba a lamer golosa los pechos de la mujer que hacía un puchero entristecido por no poder disfrutar del salado sabor de su amo— Vamos, cálmate Tsume-chan, si eres una buena perra podrás tener a pija-sama en tu interior —Declaró sonriente mientras observaba como sus hembras se besaban compartiendo su semilla.

Ver al par de hembras en una batalla de lenguas era una delicia, con la lengua de la Inuzuka acariciando y explorando el interior de la boca de la pelirroja mientras quitaba los sobrantes de semen que se escondían en el interior de la boca ajena dominando a la chica más joven que gemía mientras se dejaba hacer por la contraria que no solo violaba la boca contraria sino que masajeaba las tetas de la pelirroja, oh sí que iba a disfrutar esa noche.


Aki Aburame podía contar con los dedos de una mano las veces que había estado tan preocupado, número 1; La vez que descubrió que tenía una anormal variedad de insectos dentro de su cuerpo, los Nikushokuchu, también conocidos como insectos carnívoros, una variedad rara de insectos que devoraban el cuerpo de sus oponentes, eran increíblemente parecidos a los Rinkaichu, pero la diferencia era que estos podían vivir hasta una hora fuera de su piel, podían seguir reproduciéndose mientras tuvieran células de carne cerca de ellos, poderosos pero incontrolables puesto que no era fácil retirarlos, solo los devoraban hasta los huesos e incluso la sangre, una muerte infinitamente dolorosa que tardaría entre 3 minuto a 4 minutos.

Número 2: Cuando Pride lo invitó a unirse a Homúnculo, en aquel entonces estaba subsistiendo a base de los ahorros de sus difuntos padres que básicamente fueron asesinados por sus insectos cuando los encontró planeando asesinándolo por creerlo peligroso, cómo era predecible no pudo negarse, había necesitado dinero y en aquel entonces no había dejado que algo semejante a la moral lo detuviera, con él tiempo Pride le consiguió un puesto en la raíz y de ahí fue asignado como secretario del Hokage.

Pero ahí estaba, apurándose incluso a sabiendas de que podría cometer un terrible error, había escuchado que los proxenetas tenían una chica nueva, una chica civil que había venido de Iwa, señales demasiado obvias de que era una espía a su parecer, pero debía ir y confirmar, sí era quien se le había escapado simplemente la mataría antes de que las cosas se salieran de control y volvería a su puesto, pero antes de que pudiera llegar al local lo vio, de la entrada al mercado negro, sus ojos se abrieron ante la revelación.

— Aki Aburame, el secretario del Hokage, debí imaginarme que estarías en esta mierda —Gruñó una voz a sus espaldas, allí se encontraba Shisui Uchiha mirándolo directamente a los ojos, se notaba la furia en esos ojos negros por lo que tragó en seco, se imaginaba, con bastante certeza en realidad, que no podría mentir.

— Shisui-san, sabe tan bien como todos los miembros de la oficina del Hokage que no podrán capturarme así que sí va a matarme, hágalo de una vez —Eso sería lo mejor, sabía que Danzo le aniquilaría si descubría que era un miembro del bajo mundo, y seguramente en las interrogaciones descubrirían que era del grupo Homúnculo, y sus compañeros no serían piadosos, sí uno era capturado había dos opciones, o lo liberaban, o lo asesinaban.

— ¿En serio crees eso? —Otra voz sonó a sus espaldas solo para quedar atrapado en una jaula, no, un sarcófago que le aplastaba, demasiado pequeño como para poder respirar bien o moverse, pero no tan apretado como para poner en riesgo su vida— Tenemos métodos de neutralizar a tus insectos —Y con esas palabras la falta de aire le llevo al mundo de la inconsciencia.

Cuando volvió a abrir los ojos estaba en una celda con las manos encadenadas a la pared, incluso le habían puesto una máscara para que no pudiese liberar a sus insectos a través de su piel, pero sus Nikushokuchu estaban sedados, seguramente habían recurrido a los farmacéuticos del clan Aburame, pero podía ver a las personas que estaban frente a él, Minato, Ibiki, Shisui, Danzo y un Anbu que estaba casi seguro de que era Itachi.

— ¿Cuánto tiempo llevó aquí? ¿Cuántos días han pasado? —Interrogó con notable calma, estaba condenado, lo sabía muy bien, o lo mataba Danzo para que no divulgara nada sobre Raíz, Pride se encargaría de eliminarlo para evitar comprometer las identidades de los otros miembros, e incluso si decidía divulgar información a cambio de la indulgencia lo más seguro es que solo harían que se pudriese en la prisión en lugar de matarle.

— Pareces demasiado tranquilo para saber que eres sospechoso de traición al estado —Gruñó Minato con los puños firmes, aguantando las ganas de golpearle sí debía apostar, soltó un suspiro en un intento de calmarse antes de continuar— Siendo que fuiste mi secretario ya sabes los procesos, y que dada la acusación careces de una cantidad considerable de derechos, ¿Prefieres hacerlo de la manera fácil o de la difícil? —Le interrogó el Hokage aunque no estaba seguro de cual respuesta esperaba.

— ¿Cuántos días han pasado? —Volvió a preguntar ignorando al líder de la aldea que volvió a tensar sus músculos, dispuesto a golpearle, pero en lugar de volver a interrogarle fue Ibiki quien le respondió.

— ¿A qué viene esa curiosidad por el tiempo? ¿Tienes esperanzas de que tus amiguitos del bajo mundo vengan a ayudarte? —Cuestionó con un leve toque socarrón aunque amigable, pero Aki estaba más ocupado pensando, mientras una sensación cálida se apoderaba de su estómago.

— En lo más mínimo, atacaron desde la mayoría de las entradas, al menos el 80% de los mercaderes habrán sido capturado o asesinados, sin contar a los que cometieron suicidio —Declaró con voz calmada pese a hablar de lo que solo podría describirse como una matanza— Pero estoy curioso de cuánto tiempo me queda de vida —Aceptó mientras aquel calor en la boca de su estómago aumentará de intensidad, lenta pero progresivamente.

— ¿Cómo sabes que cometerían suicidio? ¿Por qué estás tan seguro de que morirás? —Volvió a interrogarle Ibiki, con seriedad, una mueca se asomó en su rostro normalmente inexpresivo mientras aquel calor se comenzaba a extender en su cuerpo a todo su pecho, pero retomo su máscara antes de responder.

— Aquellos que aceptaron vivir a base del mercado negro están dispuestos a morir, los crímenes que hemos cometido son tan graves como para ser inconfesables —Proclamó antes de volver a tomar una fuerte calada de aire, sus pulmones no estaba obteniendo el oxígeno adecuado mientras el calor se terminaba de extender por sus miembros— Usted cree que lo que vieron era todo, ilusos, nosotros hemos hecho cosas que nos descalificarían de humanos, pero bueno, ya no me queda tiempo, Homúnculo no permitirá que viva mucho tiempo —Declaró viendo con reto al líder militar mientras el calor se comenzaba a volver difícil de aguantar.

— ¿Homúnculo? ¿Sabes la identidad de alguno? —Ahora llegó el turno de Danzo de cuestionarle, una sonrisa se formó en su rostro, igual de extraña en el rostro de cualquier Aburame pero era seguramente más extraña considerando su situación, ver a esa vieja momia enarcar una ceja curiosa por su reacción fue algo que le encantó.

— Yo soy uno de ellos, Gluttony, el devorador —Confeso cuando estuvo seguro del resultado, sin poderlo evitarlo comenzó a toser violentamente alertando a los investigadores de lo que estaba ocurriendo.

— Cuervo, ve por Tsunade ¡Ahora! —Ordenó el Hokage, un cabeceó de parte del ninja fue suficiente para dar por entendida la orden, pero Aki sabía que llegarían muy tarde, pronto la tos se convirtieron en arcadas que le obligaban a vomitar, un vomito rojizo por la sangre.

— No importa si viene Tsunade, Envy es el maestro del veneno, se las ingenió para envenenarme, Homúnculo estará a salvo con mi muerte —Declaró antes de que sus oídos dejaran de funcionar mientras la sangre comenzaba a escurrir de ellos, pronto le siguió su nariz y tras unos segundos le siguieron los ojos.

La escena era realmente desagradable, Minato estaba seguro de que no había visto algo semejante ni siquiera en sus tiempos de guerra, alguien sangrando de todos sus orificios, casi convulsionando, sin contar que parecía estar perdiendo su forma, como si los huesos se estuvieran derritiendo en su interior, su rostro se deformaba perdiendo su forma volviéndolo una desagradable escena pasando de ser humano a una masa de piel y músculos que no dejaba de expulsar sangre o espuma rojiza, Tsunade llegó cuando el cuerpo ya se había desinflado y la piel comenzaba a abrirse demostrando que había sido derretido desde el interior hacía el exterior.


Kurotsuchi estaba tomando un poco de té en la sala de interrogatorios de Konoha, nunca había esperado estar tan agradecida con gente de la aldea con la que tenía la mayor enemistad y la más absoluta pero lo estaba, poco menos de una semana había pasado desde que llego a la aldea, había teñido su cabello de azul marino y usaba unos lentes de contacto para volver sus ojos de color purpura, el único fallo aparente en su plan fue que no tenía mejor pensada su tapadera.

Había dicho que era una chica huérfana y sin dinero de Iwa, aunque odiase admitirlo era conocimiento público que su país no estaba pasando un buen momento económico por lo que la excusa de que había partido en busca de un trabajo honrado había sido aceptada, pero el falló es que admitió el país de origen, si hubiera mentido diciendo que era de Kumo o Kiri hubieran sospechado menos de ella, pero al poco tiempo la habían invitado a una fiesta local, y ahí cometió el segundo error, resulta que la drogaron en algún momento de la fiesta y cuando despertó estaba en un lugar subterráneo, esposada y desnuda, atrapada en un burdel ni más ni menos.

— ¿Señorita…? —Cuestionó el joven frente a ella, era pelirrojo con puntas negras y ojos del color de la obsidiana, el chico parecía tener una cara hastiada marcada con el aburrimiento más absoluto pero eso menos no le podía importar.

La persona que le había llevado allí había asegurado que ese chico la comprendería y tomaría su declaración, que él también había sido víctima del bajo mundo hacía sus años y que no la juzgaría, ella no estaba tan segura por la mueca de fastidio que el joven se cargaba que amargaba el atractivo rostro que tenía.

— Junko Tsumiki —Respondió con voz calma, repitiendo aquel nombre falso que había practicado frente al espejo tantas veces, el chico enarcó una ceja confundido aunque se imaginaba que era porque no aparentaba trauma alguno pese a lo vivido, pero lo había aceptado rápidamente, cada parte le dolía en lo más profundo de su ser pero era algo para lo que estaba preparada hasta cierto punto.

La vida de kunoichi era menos glamorosa de lo que parecía, aprendían sobre sexo mucho antes que los hombres, y cuando se les asignaban misiones de espionaje casi con seguridad llegaban a involucrar usar sus encantos con tal de obtener la información, revolcarse con hombres desagradables, y mientras que desconocía los métodos para entrenar kunoichi de los otros países en Iwa eran obligadas a perder la virginidad en la academia.

Eran forzadas a aprender métodos de complacer a un hombre, desde a sus compañeros hasta a los maestros, lo que le hicieron pasar en aquel burdel aunque desagradable no era lo peor de lo que había oído, sabía de compañeras que habían hecho mucho más con tal de obtener la información en las misiones contra países menores, por lo que no se sentía tan herida como lo estarían otras personas y no le salía el fingir aquello.

— Bueno, señorita Tsumiki, —Continuó el chico ignorando su falta de sufrimiento aparente en pro de continuar su deber— Podría relatarme lo que vivió durante los seis días que se encontró en el burdel "Mr. Slave" —Soltó un bufido ante el nombre de aquel burdel que aparentemente le sonaba ridículo.

— En realidad casi nada, sí, fui violada cuatro de esos seis días, el primero y el último no ocurrió nada debido a que fue que llegué extremadamente tarde mientras que me rescataron bastante temprano en el sexto —Comenzó mientras un ligero suspiro de alivio escapaba de sus labios, pese a que estaba concentrada aún se sentía asqueada— Casi todo el tiempo que alguien pagaba por mí era para golpearme, aparentemente aquí no les agradamos los que nacimos en Iwa —Murmuró lo último desviando la mirada.

— Le aseguro que un grupo criminal no representa la mentalidad de nuestra aldea —Fue su casi inmediata respuesta que Kurotsuchi debía reconocer que aunque era una respuesta casi mecánica tenía más emoción de lo que se esperaría, sí no fuese tan obvio hasta se creería esa mentira.

— Prosigo, más que nada se dedicaron a introducir objetos dentro de mis orificios, consoladores, lo negativo fueron las descargas eléctricos, azotes y golpes, como podrá ver realmente no es necesario todo esto —Opinó la nieta del Tsuchikage con calma sobando sus muñecas sin poder olvidar bien aquellas ataduras, pero no era algo para lo que no hubiese estado preparada— Lo más serio era algo que en teoría iba a ocurrir el día en que me rescataron, aparentemente ese día iba a ser usada por un caballo, aunque desconozco de si es verdad —Proclamo con alivio, todo apuntaba a que evitaría el tema que más le preocupaba, el que realmente le repugnaba y por lo que apenas había probado bocado durante esos días.

— Muy bien, si usted lo dice —Susurró con notoria pereza antes de pasar la página del cuadernillo donde estaba anotando— Bueno, pese a todo no se encontraron reservas alimenticias, lo más cercano a ello que fue encontrado en las instalaciones donde usted se encontraba fue el congelador —En ese segundo casi se ahogó con su propia saliva mientras su estómago era golpeado por los recuerdos se vio obligada a cerrar su boca con su mano ante la arcada que prometía le haría deshacerse de lo poco que había desayunado.

— N-no quiero hablar de eso —Logró susurrar mientras una sincera mirada de ruego era plantada en sus ojos en dirección del chico que parecía estar hecho de hielo, su mirada se había vuelto inexpugnable, carente de emociones y que solo le ordenaban hablar.

— Mire señorita, es la única de las chicas que había ahí que sigue viva, y es nuestra mejor oportunidad de descubrir a la gente involucrada, hable y ahórrenos una larga investigación donde seguramente no descubriremos nada, así que, dele —Ordenó con voz seca el joven, aunque Kurotsuchi se preguntaba sí ese chico realmente era el más cualificado para entenderla y no juzgarla porque solo lograba que se pusiera nerviosa.

— Escúcheme, agente… —Intento leer alguna placa o semejante que le anunciara el nombre de su interlocutor pero este solo bufó antes de apoyar sus codos sobre la mesa, la chica de Iwa debía reconocer que lo que arruinaba su idea de que ese chico era atractivo eran sus ojos, demasiado fríos, carentes de emociones y su voz solo la ponía nerviosa como si debiera de apurarse.

— Naruto Uchiha Uzumaki, y no soy un agente oficial, estoy asignado a su caso porque me consideran poco apto para interrogar a alguno de los criminales —Sentenció con una frialdad que sonaba tan natural que hacía que se preguntará que métodos tendría aquel sujeto para interrogar a alguien, y un terrible escalofrío le hizo estar segura de que no quería saberlo— Ahora, escúcheme usted, tenemos una cantidad casi nula de testigos, la mayoría de los mercaderes cometieron suicidio, y no tenemos nada contra los clientes ya que no tenemos pruebas reales de que hayan hecho algo ilegal, así que si no copera, esta historia se repetirá una y otra vez, ¿Acaso quiere que lo que le hicieron se repita?

Eso solo aumento la fuerza de las arcadas ¿En serio ese sujeto estaba capacitado para interrogar testigos? Esa frialdad la hacía creer que ella era la criminal, que estaba cometiendo alguna especie de pecado el estar frente a él y no confesar sus secretos, pero se obligó a calmarse, sentía su cuerpo demasiado tenso pero debía admitir que decía la verdad, puede que para ella y las otras kunoichi de Iwa una experiencia semejante no sería igual de traumática pero no quería pensar en lo que sentirían las civiles, o kunoichi que no hubieran pasado los entrenamientos sexuales que había en su país, así que mordió su mejilla interior antes de escupir las palabras.

— Su-supongo que entraron al congelador, que saben lo que había ahí —Las palabras le salieron atropelladamente tras varios minutos pero el chico permaneció inflexivo, en serio esa mirada le estaba poniendo nerviosa.

— Cuerpos humanos, de… otras víctimas —Pronunció lo último tras unos segundos de lo que a Kurotsuchi le pareció duda, y aunque el tono de voz fuera tan plano como el papel podía escuchar cierta mezcla de burla y duda que le dejaba en claro cuál era su verdadera opinión sobre ella y todas las víctimas que allí habían encontrado, que eran putas, que se lo habían buscado— ¿Qué me puede decir de aquello? —Le interrogó con una mueca retorcida que pretendía ser una sonrisa.

Apretó sus manos en un intento de mantener la calma y la compostura, fuese quién fuese ese sujeto estaba colmando su paciencia y ahora tenía unas inmensas ganas de romperle los dientes de esa sonrisa retorcida extrañamente coqueta pero que solo le transmitía un fastidio absoluto y unas terribles ganas de golpearle, pero hizo el intento de calmarse, era la clave para cerrar todo aquello, solo debía hurgar en su memoria, pero su memoria se nublaba, mientras más intentaba concentrarse en las imágenes más difusas se volvían.

— Todo apunta a que cuando ya no podían… trabajar, decidían matarlas y usar sus cuerpos para alimentar a las otras —Declaró con una voz imperturbable que solo le perturbaba más, no podía ser que estuviese hablando con tanta calma y serenidad sobre que habían cometido canibalismo, casi como si fuese algo habitual— Quiero recordarle que usted es la única que puede ayudarnos, que debe decirnos todo lo que recuerde con total detalle o no lograremos nada, entenderá que es muy importante para nosotros.

Esas palabras casi le hacían vomitar, de solo recordarlo su cuerpo sufría arcadas, podía recordar como cortaban los cuerpos frente a ellas, el olor a carne quemándose le perseguiría por años, ver a las chicas que llevaban más tiempo allí arrastrándose, totalmente desesperadas, a por la carne semi cruda que aún estaba pegada al hueso, el repugnante sabor que tenía unas aterradoras semejanzas con el cerdo, como no había podido evitar comer la carne con desesperación deseosa de poder llevarse algo a la boca por que el hambre le nublaba la poca razón que le quedaba.

Sin poderlo evitar su mente se desvió a lo que hizo después en su desesperación de llenarse el estómago, ella misma clavo sus dientes dentro de la carne de otra chica, no se detuvo en largos minutos, arrancando la carne del hueso dejando que la sangre baña sus manos, manchase su rostro y llenase su boca, el sabor metálico mezclándose en un calor putrefacto, y como el olor del cadáver inundaba el lugar, antes de que pudiera reaccionar estaba con la cabeza enterrada en el bote de basura que el agente le estaba extendiendo para soltar lo poco que había alcanzado a desayunar.

— Veo que no podrá decirnos algo más, puede retirarse, intente comer bien, le recomiendo el restaurante de la calle Oni, venden la mejor carne de cerdo del país —Con esas palabras las arcadas volvieron a atacarle, sin esperar si necesitaría atención médica o algo semejante el chico se largó.

Naruto recorrió los pasillos del edificio de interrogación y tortura con el porte más serio que podía tener, cada paso era dado con seguridad hasta entrar en la habitación de donde escuchaba bastante jaleo, personas gritando, y todo se detuvo de improvisto cuando entró en el área de las celdas, un olor putrefacto le golpeó de lleno, parecido a carne en descomposición mezclado con un olor acido que hacía que escocieran los ojos, llevó su mano a su rostro para cubrirse la boca y la nariz para que el olor no le hiciera vomitar cuando se acercase, se encontró con Shisui poco antes de llegar a la celda culmine.

— La testigo no está capacitada mentalmente para hablar, dudo que pueda decirnos quién la llevó allí, o cualquier cosa útil, lamento no poder hacer nada por la causa —Fingió lamentarse agachando la cabeza cargando su voz se pena y tristeza para mejorar su actuación, Shisui le dio una mirada compasiva antes de revolverle los cabellos, se obligó a sí mismo a no poner los ojos en blanco con fastidio, le permitía aquel gesto entre fraternal y paternal porque le daba mejores márgenes con el Uchiha mayor.

— No me sorprende, hablé con los demás interrogadores que se encargan de las testigos y la mayoría están iguales, me imagino que tampoco te sentirás de lo mejor, ve a casa, yo le entregaré tu informe a Ibiki —Relató el mayor extendiéndole la mano a lo que Naruto le entregó el informe antes de largarse de ahí luchando consigo mismo para que una sonrisa se asomase en sus labios, si no lograba contenerse echaría por la borda todo su trabajo.

Incluso debió morderse la lengua para evitar reír mientras caminaba por los callejones de la aldea, sabía que Orochimaru mantenía la vigilancia sobre él, dudaba que esa vieja serpiente lunática no estuviese desconfiando de él, es más, si no había comenzado a dudar de él era idiota, sus pasos le llevaron a un callejón, un callejón donde Pride le daría más información, o en su lugar donde le entregaría su próxima misión.

— ¡Aquí estás pequeño bastardo! —Le saludó el espía de Orochimaru saliendo de detrás de un contenedor de basura que estaba dentro del callejón, era el sujeto de los seis brazos, Kidomaru, este se le acercó con tranquilidad— Te estaba buscando —Eso le hizo enarcar una ceja con curiosidad, los llamados de Orochimaru solían ser mediante cartas— Orochimaru-sama quiere verte, es sobre vuestro trabajo juntos —Solo asintió tranquilamente.

— Iré en unas horas, con la redada, los exámenes chunin y los entrenamientos tengo que estar muy atento con mis horarios, a nadie le conviene que nuestro trabajo entre en radares —Explicó con su voz convertida en un susurro apenas audible, incluso encontraba peligroso que Pride descubriera la verdadera naturaleza de ese trato, si consideraba que sería una amenaza peligrosa a los planes de Homúnculo.

— Por supuesto, creemos que este puede ser el último trabajo donde estarás de ese lado —Explicó antes de alejarse caminando por la calle, esperó, sabía que Pride ya estaba ahí, y por el momento debía esperar que tuviera oportunidad de evitar una ejecución, tras unos segundos la sombra frente a él se volvió más espesa antes de que unos ojos aparecieran en ella.

— ¿Se puede saber, que significa eso? —Cuestionó con aparente calma en un tono plano, pero él no lo creía nada.

— He sido sujeto de una pequeña cantidad de experimentos, por el momento me ha mantenido lejos de los laboratorios, pero ya le informó a Minato que me quiere como alumno, eso me permitirá acercarme más y descubrir sí está relacionado con los secuestros de los niños, con un poco de suerte podré estar lo suficientemente cerca para matarle si resulta serlo —Se explicó con aparente calma pero por dentro estaba nervioso, estaba seguro de que Pride podía matarlo más rápido de lo que él podía, y sin saber dónde estaba el cuerpo de ese enano solo cerraría su condena.

— ¿De qué clase de experimentos? —Le cuestionó mientras los ojos parecían llenarse de molestia y una muda amenaza.

— Investigación genética —Fue su respuesta, pronunciada con relativa rapidez, al verlo enarcar una ceja agregó— Aparentemente, se encuentra curioso sobre lo que ocurriría si mezcla mi peculiar genética con ADN de otros clanes —Era una mentira a medias, eran clanes particulares, aparentemente clanes unidos por un ancestro en común, pero eso era poco importante dentro de lo que cabía.

— ¿Nada que pueda poner en riesgo nuestras operaciones? —Le volvió a interrogar pero podía notar cierto nivel de calma, lo que resultaba ser un alivio, eso cuando menos le daría la oportunidad de escapar, o en su caso concreto, usar el shikotsumyaku para endurecer su esqueleto y crear huesos para proteger sus órganos vitales.

— Por el momento ninguno, si pasamos a términos mentales durante los experimentos cortaré ahí, ¿Qué tienes sobre este asunto? —Por primera vez pudo respirar tranquilo, aunque la situación era increíblemente tensa no tendría que preocuparse por que intentasen matarlo en la próxima hora.

Las sombras del callejón perdieron su espesor hasta que dejo de sentir la presencia de Pride, lo tomó como un "Hablamos más tarde" por lo que se preparó para lo que vendría con Orochimaru.


Miraba los informes con una mezcla de alivio y fastidio, era incapaz de asegurar que lado era mayor, por un lado había limpiado su aldea, pero por otro dudaba de que eso fuera todo, habían empezado gracias al bastardo de Kushina, aunque reticente habían logrado sonsacarle un par de nombres, dichos nombres resultaron ser de traficantes menores, que conseguían el producto de terceros, eso a su vez había resultado en una pequeña red.

Cuando habían llegado al final de esa red se había sentido un ganador, hasta que habían interrogado al fabricante, ese sujeto resultó querer entrar en las grandes ligas, así es como habían descubierto la existencia del mercado negro, o mejor dicho del concepto, habían hecho todo cuanto estuvo en sus manos para poder infiltrarse en las redes, el fabricante que habían atrapado les había hecho creer que el mercado negro era una red con varios lugares para el tráfico.

Cuando descubrieron que realmente existía el mercado negro, y posteriormente las magnitudes de este, quedaron sorprendidos, tenía tal proporción como para compararse con un quinto o sexto de la aldea en tamaño, y lo que descubrieron fue francamente horrible, habían esperado drogas, era lo único que se le podía ocurrir, no eso, trata de blancas, drogas, prostitución, y de la extremadamente horrible, restaurantes caníbales, mataban gente como un espectáculo, cuando llegó para comprobar lo que decían los informes vomitó.

— ¿Y bien, Hokage-sama, qué encontró? Tengo que tratar ciertos preparativos con mi próximo alumno, me imagino que Jiraiya estará deseoso de preparar su entrenamiento —Declaró Orochimaru con una sonrisa tensa, no había sido ignorante de la red del bajo mundo, pero había dudado que hubiera mucho, tal vez había sido iluso conociendo la mente humana como lo hacía pero solo se lamentaba de haber perdido lo que allí vendían.

— Si, seguro que van a hablar de entrenamiento —Murmuró por lo bajo rodando los ojos, de esa serpiente había suficientes rumores, ya fuese sobre sus experimentos o sobre los supuestos gustos sexuales de ese loco— Como sea, el 30% de los vendedores cometieron suicidio allí mismo, 30% fueron asesinados en autodefensa por nuestros ninjas, 25% fueron asesinados por clientes, 10% de ellos han desaparecido, no sabemos si escaparon o alguien se encargó de ellos, el 5% de los restantes los atrapamos y al menos la mitad de ellos han cometido suicidio dentro de las celdas —Explicó con una mueca, en realidad dudaba de algunos de esos suicidios pero no tenían nada.

— ¿Y los clientes o las chicas prostituidas, las personas que estaban atrapadas en los restaurantes, los esclavos? —Cuestionó Danzo en un gruñido bajo, uno de los sicarios bastardos había matado a Homura y quería saber quién lo había hecho.

— Ibiki y yo dudamos que esos hayan sido todos los clientes, los que estaban allí murieron en su mayoría, no dudamos de que algunos habrán escapado, otros tantos repitieron el cuento, suicidio, asesinados, los más raros fueron comidos por animales exóticos, y los capturados se niegan a hablar, ya enviamos a algunos Yamanaka a investigarlo pero por el momento no han logrado nada —Gruñó Minato mientras sus manos se tensaban teniendo que contenerse para no golpear la mesa.

— Y las chicas no están preparadas para hablar, algunas de ellas fueron obligadas a matarse entre ellas para obtener alimentos, otras fueron tan golpeadas que sufrieron daño mental severo, —Empezó a relatar Shikaku, era, junto con Inoichi, de los pocos líderes de clan que se "comprobó" que estaban fuera de la red criminal por lo que se había sumado prontamente al operativo— para otras la experiencia las bloqueó, los Yamanaka no pueden entrar en sus mentes sin arriesgarse a que la mente se derrumbe —Suspiró sentándose llevando su mano a su frente.

— Los demás, bueno, los que eran vendidos como comida nunca veían a los clientes. —Inoichi suspiró agotado, había agotado los números de su clan notablemente, eligió a los más seguros rogando que no estuvieran involucrados, y los menos capacitados habían sufrido ataques al ver dentro de esas mentes— Los esclavizados son variados, los que llevan ahí más tiempo no piensan, son muñecos vivientes en realidad, los Yamanaka que han entrado solo ven mentes en blanco —Explico con una mueca tensa, había esperado una infinidad de cosas, y aunque era horrible, eso no salía de sus parámetros.

— Los más nuevos aseguran que sus clientes siempre usaban máscaras, y los que eran asesinados como espectáculo, bueno, ninguno sobrevivió, los que estaban atrapados ya comenzaron a ser tratados para recuperar sus capacidades de comunicación básica, en otras palabras solo nos queda esperar a que la terapia funcione o los presos quieran confesar —Fue el hastiado gruñido de Jiraiya, pese a que tenían un considerable número de arrestos, unos 25 vendedores y casi 75 clientes pero eso no ayudaba si cada tanto alguno moría por aparente suicidio.

— Aunque —Cortó Minato recordando un detalle— Aki hizo mención a un tal Envy, y se nombró a sí mismo como Gluttony, otros piden que los protejamos del Homúnculo, otros aseguran que el Homúnculo vendrá a rescatarlos, y tú, —Aquello lo dijo apuntando a cierto concejal con una mirada de advertencia empezando a crear teorías dentro de su cabeza, uniendo hilos que antes no veía— parecías familiarizado con él ¿Algo qué quieras comentar, Danzo? —Le interrogó con una mirada oscurecida.

— Sí, estoy familiarizado con el termino —Admitió tras unos segundos sopesando las probabilidades— Después del asesinato de Homura comencé mi propia investigación —Concedió el anciano llevándose la mano a la barbilla— Homúnculo no es un él, es un ellos, por lo que logre averiguar es un grupo de sicarios de elite, y por lo que vi hoy no lo pongo en duda —Aceptó haciendo una mueca— Hasta hoy, con la muerte de Aki Aburame, eran siete miembros activos, los que asesinaron a Homura son apodados Wrath y Sloth.

— ¿Por qué no notificaste tu descubrimiento anteriormente? El resto de la aldea también está intentando encontrar al asesino del concejal Mitokado —Le increpó el Hokage con firmeza, había tantos motivos para eso como para dudar de que realmente haya llevado a cabo una investigación, pero los motivos eran muchos, buscar sicarios, descubrir quien habrá pagado por la muerte del concejal, unirlos a él, o estar interesado en sus habilidades.

— Me temía que hubiera alguno infiltrado entre los altos mandos, y uno resultó ser su secretario —Bufó por lo bajo el anciano antes de rodar su ojo— Supongo que ordenará una orden de captura y asesinato para los seis miembros de este grupo, según la información recolectada todos los miembros ameritarían como mínimo un escuadrón Anbu para eliminarlos, lo que "Envy" le hizo a Aki o "Gluttony" lo demuestra —Declaró aguantando la sonrisa que quería asomarse en sus labios.

— ¿Todos son igual de hábiles? ¿Con habilidades así de raras? —Preguntó Minato con sus engranajes moviéndose, había muchos riesgos en lo que estaba pensando pero podía traer buenos resultados si lograba que funcionase, sus ojos azules se centraron en Danzo que asentía lentamente, como considerando si era verdad— Ordenen la captura de todos los miembros, solo captura —Ordenó logrando que todos volteasen a verle sin entenderle del todo.

— Disculpe, Hokage-sama —Comenzó Orochimaru con considerable lentitud, casi sin creerse lo que estaba escuchando—, pero, ¿Qué está tramando? Matar a uno de ellos ya parece algo complicado para los chunin o jonin, capturar a un objetivo es… considerablemente más complicado —Opino sin dejar ese tono lento, pensando cada palabra intentando resolver un rompecabezas dentro de su mente.

— Cuando empezamos con esta investigación esperábamos terminar pronto o encontrarnos con algo de proporciones infinitamente menores —Reconoció el hombre girando su silla para poder ver a la ventana con una mirada firme— Konoha siempre se ha caracterizado por ser una aldea limpia, un ejemplo de excelencia frente a las otras aldeas, sí una red de estas proporciones se hace conocida estaremos perdidos —Declaró mientras su porte se tornaba frío y serio— El tratado con Kumo se romperá, Suna dejará de estar acomplejada y no tardaríamos en recibir un ataque, Iwa apoyará todo lo que signifique intentar destruirnos —Proclamó con tono fatal.

— ¿Y eso que tiene que ver con Homúnculo? —Cuestionó Jiraiya a su alumno, podía entender parcialmente al rubio, sí esa información se volvía publica se verían condenados al ostracismo, perderían su credibilidad, sus alianzas se debilitarían y con el tiempo llegaría una guerra, una guerra civil si alguien dentro de la aldea estaba lo suficiente deseoso de poder y sabía sembrar la desconfianza, podría contenerlo gracias a su red pero tampoco estaba seguro de que lograrán contener todo el daño.

— Los miembros más peligrosos de nuestro bajo mundo han sido eliminados, desaparecieron o están bajo custodia, sí son listos no intentarán divulgar la información o también se involucrarán en esta guerra —Proclamó con facilidad, tal vez lo único positivo de esa situación era que había menos ratas entre ellos— los miembro de Homúnculo parecen estar en un nivel superior al de los Anbu promedio, cuando los atrapemos tendrán dos opciones, o son asesinados, o se volverán un escuadrón que sirva a la aldea —Aseguró con frialdad pero una sonrisa se había formado en su rostro.

— ¿Después de que dos de sus miembros estuvieran involucrados en el asesinato de un concejal o que uno estuviese dentro de la red criminal? —Cuestionó el concejal Shimura con una mueca de enfado e incredulidad, sin terminar de creerse que estuviera considerando tal cosa en primer lugar.

— Según investigaciones posteriores de la red criminal el concejal Mitokado Homura fue encontrado como un nexo, alguien que encubría los movimientos ilegales de la red y abriría caminos —Pronunció aquellas palabras con voz de narrador aunque con un toque cantarín— Los miembros del escuadrón Homúnculo, Wrath y Sloth, lo eliminaron después de que este asesinará a los Anbu que lo iban a escoltar a prisión. —Con cada palabra su voz obtenía una mal sana alegría— Como venganza los líderes del bajo mundo asesinaron al miembro de Homúnculo, Gluttony, cuando descubrieron su identidad. ¿Quedan dudas? —Cuestionó girándose para ver a los otros hombres en la habitación.

Casi encontraba divertidas las expresiones de los hombres, Inoichi y Jiraiya parecían realmente aterrados o asustados de su idea, casi seguramente incrédulos de que estuviera ofreciendo amnistía a un grupo criminal que casi podía considerarse terrorista, Shikaku mordía su labio con disgusto pero pensando en las posibilidades, como todo un estratega considerando si eso resultaría conveniente, Danzo parecía completamente enfadado, casi histérico, los dientes apretados, músculos tensos, pero Orochimaru parecía realmente calmado, imperturbable mejor dicho.

— Hokage-sama —Tomó la palabra Orochimaru sin importarle que los demás no hubieran tenido tiempo apenas para reponerse de su anunció— ¿Piensa ofrecer algo además de la amnistía? Gluttony aceptó su muerte con una velocidad casi alarmante, nada garantiza que acepten formar un escuadrón —Advirtió el hombre serpiente con una sonrisa divertida formándose en su rostro.

— A cada uno de sus miembros se les ofrecerá un "deseo" sí está en nuestras manos y no es excesivo se lo concederemos, como una muestra de su habilidad serán enviados a Kiri para ayudar a la derrota del régimen del cuarto Mizukage, Yagura Karatachi, si vuelven con éxito el mundo los reconocerá como una fuerza a temer y se les concederá sus "deseos" —Explicó con una sonrisa por primera vez desde que asumió el puesto de Hokage parecía que Orochimaru y él trabajaban del mismo lado, tal vez debería cuestionar su sanidad mental si habían llegado a esa situación.

— Debó admitir que su plan es brillante Hokage-sama —Reconoció el sannin provocándole un aterrador escalofrío recorriera su espalda, solo en ese momento consideró realmente detener su plan solo por lo tétrico de la situación, pero no podía titubear— Los que trabajan conmigo no dudarán en ayudarle con esta búsqueda, estoy seguro de que mi próximo alumno opinará igual —Proclamó con una sonrisa el hombre.

— Si, un maravilloso plan —Suspiró Shikaku sin querer ahondar en el tema, podía ver los posibles resultados, tanto buenos como malos, tendría que dar el brazo a torcer y esperar que el resultado sea suficientemente bueno como para compensar los puntos negativos—, pero, ¿Qué haremos con el área del mercado negro? No podemos dejarla sin vigilancia o el bajo mundo volverá a tomarla, pero el espacio es demasiado como para desaprovecharlo —Fue su tranquila declaración haciendo una ligera mueca.

— Eso es lo que más me cuesta pensar —Admitió el rubio llevándose la mano a la barbilla— Por un lado consideré que lo convirtiéramos en un estadio para los exámenes chunin, pero ya tenemos uno por lo que no es tan rentable. —Opinó con cierto desdén— He considerado que lo usemos como lugar de entrenamiento o que construyamos más refugios —Señaló volviéndose a sentar juntando sus manos bajo su mentón—, consideré una prisión, cultivos, librerías, usar el espacio como minería, pero me encantaría escuchar sus ideas, es mucho espacio pero tenemos que ser conscientes —Concluyó con una sonrisa maliciosa.


Gaara miraba a la vieja anciana Chiyo despidiéndose de ellos con una sonrisa que aparentaba amabilidad, su padre, el cuarto Kazekage, estaba dudando de sí estaba haciendo lo correcto, enviar al jinchuriki a los exámenes podía dar demasiados resultados, pero ignoraba el que mantenía la mente del pelirrojo ocupada, el pergamino ya se encontraba escondido en el lugar más seguro que había podido encontrar, su calabaza de arena, nadie investigaría allí, ni su padre se atrevía a investigar allí por lo que se aseguraba que el pergamino que comenzaría una nueva guerra estuviera seguro.

— No lo olviden niños, no solo representan a Suna en estos exámenes —Declaró Chiyo con una sonrisa mientras Rasa solo asentía suavemente dándole la razón, pero la mirada que le dio la anciana fue suficiente para que él supiera que estaba hablando de la misión encomendada. Desconectó su mente por unos instantes a sabiendas de que no le dirían nada más que eso, o nada más que le llamase la atención cuando menos.

De algún modo su mente terminó divagando en las palabras que había recibido de la anciana la noche anterior, casi había atacado a la anciana cuando apareció en su habitación a mitad de la noche, pero le dejó las cosas claras, él era un truco desesperado de su padre, tenía la esperanza de que se descontrolará en los exámenes y destruyera la aldea, deshaciéndote del mayor competidor económico del país, eso o esperaba que ellos cumplieran la misión que le encomendó a su tío y este fracaso.

— Gaara —Le llamó Temari en un intento de centrarle en el camino, o fingir que podían tener una conversación normal, en cualquier caso solo chasqueó la lengua haciéndole saber que la escuchaba, la mirada de confusión de su hermana fue inmediata, normalmente solo se quedaría callado obligándola a adivinar— P-pareces más enérgico últimamente ¿Estas emocionado por los exámenes? —Preguntó con cierta lentitud sin estar segura de sí estaba haciendo bien al intentar mantener una charla medio normal.

— Hm —Fue lo primero que escapó de la boca del pelirrojo, Kankuro a su lado se tensó al instante desesperado imaginando que debería salvar a su hermana de su hermanito demente— Oí de un par de presas interesantes —Murmuró mientras una sonrisa comenzaba a formarse en su rostro, eso era una mentira a medias, solo estaba interesado en los Uzumaki que había en Konoha por la posibilidad de desatar una catástrofe, pero siempre podía resolverlo con violencia sí se negaban.

— ¿D-de quienes hablas? N-no tenemos casi información de los otros competidores —Le interrogó Kankuro con nerviosismo, con suerte habían logrado conseguir el número de equipos extranjeros, de muy pocos miembros habían obtenido el nombre, o esos eran de los que pese a todo habían conseguido una considerable fama o alguien más le había avisado de ellos, y fuese como fuese, solo podía sentir pena por quien llamase la atención de su hermano.

— No sé sus nombres —Confeso tras unos segundos, normalmente no sería tan vocal pero Chiyo le había puesto bajo aviso de que debía buscarlos sin llamar la atención o sin que sus hermanos estuvieran, eso solo facilitaría que no le interrogarán por buscar a alguien al llegar— Pero sé que hay dos Uzumaki dentro de Konoha, esperó encontrarlos en los exámenes —Declaró con calma, esto le daba un margen para buscarlos pero tenía que pensar cómo evitar que sus hermanos le siguieran.

— ¿U-Uzumaki, s-sabes? Son parientes lejanos nuestros, t-tengo entendido que por eso tú y papa son pelirrojos —Pronunció aquello con voz trémula, no sabía prácticamente nada del clan con el que compartían conexión más allá de saber que su aldea había participado en su destrucción, tenía cierto mal sabor de boca al saber lo que le había ocurrido a ese clan, por lo que intentaría, por lo menos, evitar que fuesen asesinados por otro de ellos.

— Lo sé, quiero comparar —Fueron sus últimas palabras pero su mente tenía claro una cosa, los engranajes de la historia, o el destino, estaban comenzando a moverse, lo que haría la máquina que estaban creando era un misterio que quería resolver.


Dejó su tazón en la mesita que tenía frente a ellas con una inmensa lentitud, su cuerpo dolía, cada centímetro de su cuerpo dolía de un modo difícil de describir, era como si después de recibir una paliza por osos grizzli estos le prendieran fuego para después apuñalarle y cortarle, multiplícalo por 20 y estaría acercándose terriblemente a la suela del dolor que Karui estaba sintiendo, volteó a ver a Omoi, este era el único miembro del equipo que no había sido parte del proyecto Quimera, como habían nombrado a la tortura que les habían hecho pasar, su maestra, temporal, Yugito, parecía más recuperada, mientras que Samui parecía obligarse a actuar con más normalidad pese a que cabía la posibilidad de que lo estuviera pasando peor que ella.

— ¿Se encuentran bien? Se ven bastante mal ¿Están enfermas? ¿Acaso es grave? No dicen nada, eso significa que es demasiado grave, oh no, es letal, tal vez es un arma… —Antes de que Omoi pudiera seguir con sus paranoias ella le golpeó en la cabeza.

— Solo fue un entrenamiento con Killer B para estar segura de que estoy en el nivel adecuado para enseñarles en lo que él ayuda a Raikage-sama —Se excusó Yugito con una sonrisa que pretendía der amable pero Karui podía ver a través de eso, sí había algo que aprendió de su madre eran dos cosas, a observar más de lo que se aparenta y a hacer cuanto hiciese falta para sobrevivir, por lo que podía notar la tensión y dolor que escondía esa sonrisa.

— Y Karui y yo tuvimos un combate de practica bastante intenso antes de venir, supongo que no descansamos lo suficiente —Respondió con más calma y frialdad de la que esperaba de ella que seguramente tardaría más en recuperarse del experimento.

— Te dejamos con la limpieza, vamos a darnos un baño en la laguna que vimos un poco más atrás —Sentenció la pelirroja con una mueca antes de levantarse para tomar el brazo de Samui mientras le dirigía su dorada mirada a Yugito que ya estaba levantándose para seguirlas— Eres hombre muerto si te acercas aunque sea un poco ¿Entendido? —Le advirtió con el dueto de rubias ya caminando en dirección al cuerpo de agua.

La pelirroja debía admitir que cuando consideró tener esa charla le pareció excelente para hablar de esa experiencia, habían estado hospitalizadas después de aquello y con suerte se habían dedicado un par de palabras, pero ignoró un asunto totalmente diferente, que ver al dúo de rubias desnudas, cada una con tetas de un tamaño más que considerables, siendo que las de Samui debían ser demasiado grandes como para que no le doliera la espalda, tal vez demasiado grandes para su edad viniendo al caso.

— ¿Cómo pueden estar tan tranquilas después de…? —Comenzó con cierto enfado difícil de mantener debido a que el agua relajaba su cuerpo y calmaba el agónico dolor que dominaba su cuerpo, más fue interrumpida por Samui que le dirigía una mirada polar pero cargada de molestia.

— Era, y es, nuestro deber para con Kumo —Sentenció la rubia de enormes pechos con cierto tono solemne— Nos ordenaron callar sobre el proyecto Quimera hasta que este sea totalmente apto para usarse en la academia, deberías sentirte honrada de haber ayudado al crecimiento de la aldea —Le recordó la chica con una calma que hasta resultaba fastidiosa, Karui saltaría a golpearle si no fuera porque Yugito le sujetó.

La rubia jinchuriki abrazaba a la pelirroja intentando calmarla, apretando su cabeza contra su pecho como hacía su madre cuando ella tenía pesadillas, aunque Yugito ignoraba que probablemente no tendría el mismo efecto si lo hacia una madre a si lo hacía su maestra desnuda, de pechos grandes, que lo hacía mientras le susurraba palabras al oído, y aunque dio el resultado deseado, que Karui dejase de intentar matar a Samui, la pelirroja ahora estaba sonrojada con los puños apretados sintiendo las tetas de la mujer en su cuello.

— No sabía que tuvieran ese tipo de… relación, lamento hacer mal trío —Se disculpó Samui con un leve, apenas notable, rubor en sus mejillas, se dio la vuelta para ir a vestirse, antes de que Karui pudiera corregirle la mano de su nueva mentora se posó sobre su boca callándola.

— Cálmate —Le ordenó con firmeza, no aflojó en lo más mínimo la fuerza de su agarre hasta que la otra rubia salió de escena— El Raikage te hará lo mismo que le hizo a tu madre si no te considera competente como kunoichi —Le advirtió a la vez que alejaba su mano de su boca con lentitud— Intenta adaptarte así tal vez puedas ser feliz —A medida que hablaba su voz perdía firmeza hasta ser una mezcla de pena, melancolía y esperanza.

— Me volverá una mula de carga de todas formas, solo convencerá a algún idiota que me aguante hasta estar casados —Murmuró por lo bajo, podía entender parcialmente a su maestra, y la mirada que esta le dedicaba anunciaba que ella tampoco estaba muy conforme.

— Al menos podrías elegir al caballo —Intentó relajar el ambiente con una sonrisa suave— Mira, no debería decirte esto, pero oí que hay dos Uzumaki en Konoha, podrías intentar contactarlos y ver si puedes aprender algo del clan de tu madre, estoy segura de que les encantará compartir lo que sepan de su clan —Ofreció con una sonrisa amable mientras le tallaba los cabellos a la chica.

— ¿Sabes por qué mi madre no me dijo nada, nunca, sobre ese clan? —Le cuestionó con una mezcla de sarcasmo y dolor, tras varios segundos, casi minutos, de silencio en los que Yugito pensó en algo Karui se decidió a continuar— Mi madre aceptó casarse con el imbécil de mi padre para sobrevivir, mantener esa información en secreto mantiene el interés del gobierno en mantenernos con vida, cuando la vi en el hospital me dijo que recordará lo que me enseñó, solo me enseñó una canción de cuna, pero sirvió para estar protegida dentro de la aldea —Explicó con un tono sombrío aunque una sonrisa suave se formaba en su rostro.

— Cada una hace lo que se puede por sobrevivir, una se asegura no ser tratada como la mierda siendo la novia del hermano del Raikage, y otra se aferra a un secreto legendario, pero mira, con un poco de suerte podrás encontrar pareja con esta alianza con Konoha, piensa positivo —Intentó subirle el ánimo a la chica antes de que esta se apartará.

— Si, puede que en Konoha encuentre un nuevo futuro —Aceptó mientras su mente se desviaba a otro blanco, otros Uzumaki, aunque dependía de la aldea donde terminaran casi con seguridad sus vidas eran malas, muchas mujeres eran violadas para concebir hijos con genes poderosos, los niños tendrían suerte si se volvían animales que solo saben reproducirse, en otros casos eran prácticamente gladiadores, bien podrían tener una respuesta, una escapatoria a la vida que le depararía en Kumo, los engranajes del Karma había comenzado a moverse, solo necesitaba saber qué lugar ocupaba en dicha maquinaria.


Bueno, hasta aquí llego este capítulo, lamento mucho haber tardado tanto, pero tuve problemas tanto escolares como de salud que me complicaron escribir, como fuese, tengo dos preguntas que hacerles antes de despedirme.

1- ¿Cuáles fetiches les gustaría ver en esta historia? Para añadirlos o considerarlos.

2- En referente a mi historia "Rikudou Sennin el demonio de Konoha" ¿Debería hacer a Naruto más pervertido o agresivo?

Probablemente la última también se vuelva una encuesta en mi perfil, pero bueno, aquí me despido.