Disclaimer: Los personajes no son míos, la historia sí.

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¿Era posible amar tanto a una persona?, Peter se dijo que sí, porque jamás, en sus diecisiete años de vida, se había sentido de esa manera por alguien. De acuerdo, era joven, pero aquello no significaba que su amor valiera menos, de todas las chicas de las que se había enamorado a su corta edad, Michelle era la única que le caló del todo.

—¿En qué piensas? —preguntó, recostada junto a él.

—En ti.

Michelle sonrió y se pegó más a él, Peter le acarició el muslo denudo y ella suspiró.

Por alguna razón ─sus hormonas adolescentes serían la respuesta más acertada─ les gustaba acostarse en la cama semidesnudos cuando no había nadie en casa.

Peter se incorporó para observarla, apoyando su peso en el antebrazo.

—¿Ya te dije que eres hermosa?

—Como todos los días— contestó después de fingir que se lo pensaba. Porque lo era, al verla así, cubierta únicamente con un pequeño bóxer femenino de encaje, Peter estaba seguro que no existía mujer más hermosa.

Estaba enamorado de cada parte de ella, de su piel morena, de sus ojos marrones, de sus sedosos rizos castaños, de sus labios carnosos, de la inteligencia que poseía, de su increíble forma de ser. De absolutamente todo.

Una parte de él se encontraba feliz porque los demás se interesaban en ella por su increíble inteligencia y no por su físico, no soportaba pensar que alguien más pudiera mirarla con tan poca ropa como él. Simplemente no podía.

Se inclinó para besarla con hambre, siempre estaba hambriento de ella, jamás lograba saciarse del todo, como si la necesitara para vivir.

—¿Crees que tu padre tarde? —preguntó entre jadeos.

—Es noche de bingo— contestó, atrayéndolo más, eso bastó para que Peter se desatara.

Clavó los dedos en la pequeña cintura de su novia y suspiró al sentir sus pequeños y perfectos senos, Michelle jadeó, la melodía más hermosa que Peter jamás creyó escuchar.

¿Cómo pudo desperdiciar tanto tiempo con Liz?, tenía todo lo que quería delante y no se dio cuenta hasta después.

Se separaron solo para que ambos pudieran desnudarse por completo, se sintió crecer más cuando la vio retorcerse únicamente con el collar de la dalia negra entre los senos, tomó un preservativo de su billetera y entró en ella de golpe.

Michelle soltó un pequeño grito y se aferró a la sabana con fuerza, presa del placer, comenzaron a moverse al unísono y sonidos húmedos inundaron la habitación, Peter recorrió el cuello femenino, chupando y marcando, Michelle lo imitó, enterrando las uñas en la espalda de su novio, el joven arácnido levantó con facilidad a su chica y la empotró en la cabecera de la cama, empujando más fuerte, Michelle enredó las piernas alrededor de la cadera masculina, perdiéndose en las sensaciones. Los gritos no se hicieron esperar cuando todo acabó.

Volvieron a recostarse, esperando a que la respiración se les regularizara, Michelle se sentía feliz como nunca antes, el hombre del que se había enamorado estaba a su lado y la adoraba como a una diosa. La hacía sentir como la mujer más importante del mundo.

—Voy a amarte siempre— prometió el muchacho, cogiéndola de la mano.

—Eso es demasiado tiempo— respondió, correspondiendo a su apretón.

—Nunca nada será demasiado cuando se trate de ti.


Hola, sip, tengo historias sin terminar y vuelvo con una nueva, apláudanle a Harry, como sea, estaba viendo Far From Home y salió esto, no hay muchas historias de esta pareja que me tiene encantada, así que díganme que les pareció, extraño leer sus reviews.

Entonces... ¿Review? ¿No? Ok.

Harry.