XV.

25 de diciembre de 2019

Querida mamá:

Lamento haber tardado años en escribirte, pero no he tenido tiempo. Sé que no tengo perdón, ni excusa, pero mi sección en El Quisquilloso me tiene demasiado tiempo fuera y ni tiempo apenas para mí tengo. Y estas Navidades me he pedido un año sabático porque lo necesito. Apenas he visto a las niñas estos tres años. Y Florence me lo ha estado repitiendo demasiado.

Tus nietas están perfectamente.

Hace tres años, Rosalie y Coralie entraron en Hogwarts. Rosalie cayó en Slytherin mientras que Coralie en Hufflepuff. Irónico, ¿no? Gemelas y en casas tan distintas. Pero no me sorprende en absoluto.

Marguerite empezó el curso pasado y fue a… sí, a Gryffindor. Hasta a mí me entró la risa tener una hija en cada casa.

Con Florence estoy perfectamente. Ahora que las niñas están todas en Hogwarts y yo me he tomado este merecido descanso en el trabajo, nos vamos de viaje como hacía años. Como cuando éramos novios. Casi no nos lo creemos.

Ella está muy recuperada de aquello que nos pasó. Ni se lo menciono, porque no quiero que recaiga otra vez, pero sé que lo tiene presente. Ambos lo tenemos. Pero hay que seguir adelante como sea. Y yo me alegro de que ella vuelva a sonreír.

Bueno, mamá. Creo que es todo por ahora. Es posible que tengas más noticias mías muy pronto, ahora que tengo más tiempo, y así compenso estos años sin escribir nada.

Te quiere mucho,

Dudley

PD: Besitos de parte de todos los Evans-Géroux y los Weasley-Potter.


NDA: Pues eso es todo. Y no, no lo voy a continuar, aunque tenga el final un poco abierto.

Es muy posible que te escriba otra petición, pero no sé cuándo lo terminaré (quiero darme un respiro), pero será muy pronto, porque no quiero que esté con la idea pululando en el aire para nada.

En fin, espero que te haya gustado. Un besito enorme, de mermelada, como los de Marguerite. :3

Un saludo y hasta la próxima.

~Miss Lefroy Fraser~