Capitulo 2

-Mimi-gritaba Miyako fuertemente mientras golpeaba la puerta

-Miyako está aquí- Yamato se levantó de golpe al escucha a la chica gritar

-Tus cosas-Dijo Mimi levantándose del mismo modo-Voy- grito la castaña intentando levantarse, pero Yamato la detuvo solo para besarla

La castaña se sorprendió mucho por el beso pero no sé lo negó, después de ello fue rápidamente a ponerse una bata de baño y luego por la guitarra y los zapatos de Yamato, abrió la puerta y Miyako se encontraba algo preocupada

-¿Dónde estabas donde te metiste?, Estuve buscándote toda la noche y no te pude localizar

-Vine a casa

-¿Y tu celular?, Para eso tienes teléfono para estar en contacto

-Yamato lo trae

-¿Yamato? ¿Por qué?

-Larga historia

-Tengo tiempo-Dijo Miyako mientras entraba deliberadamente a la casa de la castaña

Mimi no tuvo más remedio que contarle lo que había ocurrido con su ex novio y que Yamato estuvo con ella apoyándole, Yolei no se podía creer que el rubio estuviese haciendo eso por ella, e inclusive se sorprendió. Mimi tenía que ser muy cuidadosa en no revelar más información de la debida. Mientras que en el cuarto Yamato estaba conteniendo las ganas de ir al baño, era una tortura cuando ellas dos se ponían a hablar por qué tardaban horas contando un chisme y luego salía otro y otro y así sucesivamente, pero por fortuna, Miyako se fue casi 40 minutos después por qué Ken la estaba buscando

-ya se fue-Dijo Mimi entrando al cuarto, cuando Yamato salió corriendo desnudo hacia el baño, sentía que explotaría.

Mimi no se podía creer lo que estaba pasando, tenía a Yamato Ishida en su casa, desnudo y había hecho lo que había hecho. Busco una toalla y con la placa que tenía fuera del baño conecto el agua caliente para la tina

-Ten, toma una ducha si quieres-Dijo Mimi cuando salió Yamato del baño

-¿Estas segura?

-Sí, no quiero que vayas oliendo raro por ahí-Yamato la tomo por la cintura

-No huelo raro, huelo a ti-dijo mientras le plantaba un beso

-sabrás aquel me refiero-Mimi dijo en los labios del rubio

-¿Por qué no tomas la ducha conmigo?, prometo hacerte sentir más relajada de lo común- Yamato se había vuelto loco por ella y no quería desperdiciar ni una oportunidad

-No tienes ya condones-Mimi se preocupó un poco por ello

-Prometo que no habrá penetración, y seré muy cuidadoso con ello-Yamato decía mientras desabrochaba la bata de Mimi dejándola caer al suelo, para después meterla con él a la regadera

El agua caía en sus cuerpos desnudos mientras Yamato la besaba, tomo su cintura de a poco acariciaba sus caderas suavemente, el resbalar del agua hacia que el cuerpo de Mimi se sintiera mejor que nunca, la castaña de apoco tocaba su miembro, el cual cada caricia lo hacía sentir más rígido, y con el agua se sentía más resbaladizo, Yamato realmente lo estaba disfrutando

-Siéntate en la tapa de la tina-dijo Mimi Yamato entendió y obedeció inmediatamente

Mimi cerro la ducha y comenzó acariciando suavemente a Yamato, besándolo por el pecho hasta llegar a su pelvis, beso primero la punta, y con pequeñas lamidas comenzó, Yamato se sentía soñado, tener a Mimi de rodillas entre sus piernas era la tortura más maravillosa que podía existir, ella lo chupaba como si fuese una paleta de fresa, y debido a eso no se pudo contener mucho, dejando salir todo el líquido en su boca.

Mimi no protesto, y se veía bastante excitada por ello, e hizo algo que no pensó que haría y lo comió todo, Yamato estaba aún excitado y más por lo que acaba de hacer, Mimi arrodillada delante de él movía instintivamente sus caderas hacia adelante y hacia atrás, como pidiendo algo más, pero él también quería más de la chica

-Siéntate-Dijo Yamato jalando a Mimi a la tina

El chico abrió las piernas de la castaña, mientras las besaba, podía tocarse mientras la castaña disfrutaba y comenzó a besarla, con ese primer beso la chica grito haciendo que el eco del baño sonará tan hermoso a los odios de Yamato, lentamente comenzó a torturarla. Dando pequeña lamidas mientras veía como la chica se arremolinaba, por pocos segundos dejaba de hacerlo a lo que ella protestaba u pedía más, pero eso lo hacía con intención para que la chica disfrutará más.

Mimi comenzaba a perder el control, e instintivamente movía sus caderas mientras con una mano tocaba el cabello de Yamato. El con una mano acariciaba la pierna de Mimi y con la otra se tocaba mientras escuchaba los gemidos de la castaña estaba por volverse loco sin duda, no entendía cómo podía no haber notado a esa chica tan maravillosa.

Con su simple boca Yamato en un segundo hizo que gritara varias veces, cada contracción le indicaba a Yamato un orgasmo, y conto cinco al menos

-Basta... duele…-Mimi protestaba a lo que Yamato dejo de hacerlo por miedo

-Discúlpame no fue mi intención lastimarte-Yamato no sabía que hacer así que la levantó y abrió la tina, e inmediatamente entro en ella invitándola a entrar

Mimi estaba sentada justo delante de Yamato, esa chica sí que lo quería matar de un infarto por tanta belleza que le hacía mirar

-Lo…lo he pensado -Dijo finalmente Yamato sintiéndose bastante avergonzado Mimi volteo rápidamente su rostro haciendo que su cuerpo rosara con el miembro de Yamato dándole un pequeño suspiro involuntario- ¿Por qué...hicimos todo esto?-pregunto Yamato intentando resolver el por qué Mimi acepto todo eso

-No lo sé…la verdad si me gustabas, y yo…pues…me deje llevar-Mimi sabía bien por qué había ocurrido todo eso

-Sé que no sabremos cómo actuar después de todo eso, no sé si seguir tratándote como lo he hecho hasta ahora, o si quieras algo más, o que es lo que realmente quieras-Yamato la abrazo con ternura a Mimi-Pídeme lo que quieras-Le susurró al oído, y era la primera vez en esos dos días que Mimi se sonrojaba.

Después de la ducha, Mimi fue a la cocina para preparar algo de comida, mientras Yamato terminaba de arreglar sus pocas pertenencias y limpiar la habitación, al salir Mimi tenía preparado el almuerzo. Comieron en silencio, y al terminar Mimi hablo por primera vez en todo el día.

-No sé lo que somos…hasta anoche éramos amigos…pero…no importa que seamos…quisiera….quisiera seguir viéndote-Mimi en ningún momento lo volteo a ver

-Me seguirás viendo-Yamato dijo con una sonrisa.

Mimi no estaba segura del por qué pero quería seguir viendo de esa manera más tiempo a Yamato, su cuerpo le pedía más de él, y sus pensamientos estaban todos revueltos. Después de almorzar Yamato le dijo que tenía que volver a su departamento, pero si ella quería se podía quedar más tiempo, Mimi dijo que estaría bien, pero quedaron de volver a encontrarse el día siguiente después de clases, Yamato se despidió de Mimi con un beso en la puerta, y no se dieron cuenta de que Taichi los veía desde el otro lado del pasillo. Había ido a buscar a Mimi pero se desconcertó mucho al ver esa escena. Cuando Yamato se fue Taichi se escondió para que no lo viera, poco después fue con Mimi

-¿Dónde estabas? Te estuvimos buscando toda la noche y no contestabas-Otro reclamo por un teléfono apagado

-Volví a casa, Yamato me trajo, el estúpido de Kenta me dejo anoche-Dijo bastante nerviosa Mimi-Pasa te preparare algo

Tai entro al pequeño departamento, pero no vio nada fuera de lo normal, Mimi se la paso contando como el tonto de su exnovio la había engallado y como ella lo había terminado y le invento que toda la noche se la paso llorando, pero que Yamato en un acto de caballerosidad la había acompañado a cenar y a su casa. Tal vez había visto mal, tal vez solo se acercó para darle un beso en la mejilla. Tai realmente estaba confundido de lo que realmente vio.

-Si es una maldita zorra, como me pudo terminar

Taichi y Yamato paseaban por el campus cuando escucharon al exnovio de Mimi hablar cerca de ahí, al día siguiente.

-Es que la muy mustia prefirió irse con sus amigos que ir conmigo y claro que yo no podía quedarme encerrado en una noche de sábado

Ambos chicos vieron que en la mesa que dejaron atrás se encontraba Kenta el exnovio de Mimi junto con otro amigo, ambos detuvieron su caminar

-Así que fui a ver a Yami y pues paso lo que tenía que pasar, y no sé cómo la mustia de Momoe me vio y le dijo una sarta de mentiras a Mimi y la muy zorra me dejo puedes creerlo

-¿Pero ya salías con Yami no? De que te preocupas

-Si, pero era más divertido así

Kenta guardo silencio cuando vio el rostro pálido de su amigo

-Oye que te pasa…-Dijo antes de sentir la mano de alguien destrozándole el hombro

-A ti que es lo que te pasa-Taichi hablo por primera vez, el chico de cabellos negros volteo a ver y se encontraba rodeado por dos tipos que apenas había visto con cara de querer asesinarlo

-Disculpa, pero me lastimas-Dijo Kenta parándose y zafándose del agarre de Taichi

Yamato lo tomo por el cuello de la camisa, sus ojos azules irradiaban ira y sangre, Kenta ni se inmuto de lo que le hacia aquel tipo

-Si vuelo a saber que hablas mal de Mimi, o que le dices algo o que siquiera estas cerca de ella juro que no saldrás bien de esta-Yamato amenazó, pero aquel chico ni siquiera miedo sentía

-¿O que me harás niño bonito?-Kenta sonrió descaradamente Yamato lo soltó y se alejó de él unos pasos-Vez como no puedes hacerme nada, solo hablas por hablar, Mimi la maldita zorra me dejo por ti dicen los rumores

Entonces la ira se apodero de Yamato y volteo rápidamente y le rompió la nariz

-Qué te pasa estúpido, ahora tendrás que pagar por esto

Kenta se abalanzo hacia el intentando golpearlo pero Yamato lo esquivo con bastante facilidad, y en un movimiento Taichi lo golpeo en el estómago para que perdiera un poco de equilibrio, pero lo que no conto es que cayera de rodillas

-Ken...Ken amigo…ya nos vamos, ya déjalo así-Dijo el otro chico ayudando a su amigo que estaba sangrando de la nariz-Nos vamos, disculpen las palabras de mi amigo-Aquel chico era un poco más razonable y se disculpó con Yamato y Taichi para después irse.

-Oye, le diste un muy duro golpe, si te pasaste un poquito, no digo que este mal, pero creo que necesitará cirugía-Dijo Taichi un poco más tranquilo al ver que Yamato no dejaba esa ira incontrolable

-NO ESCUCHASTE COMO LLAMABA A MIMI, TAMBIEN LA ENGAÑABA CON OTRA CHICA-Agritos hablaba Yamato

Taichi no entendía el comportamiento de Yamato y recordó aquella escena donde los vio besarse y pensó que tal vez aquel chico tenía razón y Mimi estaba saliendo con Yamato, pero tenía que tener muchísimas pruebas para demostrarlo. No le parecía mal, al contrario le hubiese gustado que esa relación se diera hacia años cuando una vez Mimi lloro por el en casa de Taichi, pero después de esa única ocasión ya no hubo comentarios de ningún tipo.

-Lo escuche, te escuche pero vámonos antes de que esto se ponga peor-Taichi dijo para después jalarlo.

Esa tarde Yamato estaba solo en su departamento, se encontraba en su habitación cuando un escándalo en la puerta lo hizo levantarse de su escritorio

-¡¿Qué demonios crees que hiciste?!-Mimi se encontraba bastante molesta picándole el pecho

-¿De qué hablas? Cálmate-Yamato no entendía ese comportamiento de la castaña

-Kenta fue a mi casa a cobrarme lo del médico y las medicinas, yo no supe qué demonios hacer y entro a mi casa a la fuerza y tomo todo mi dinero de mi bolsa

-¿Qué demonios dices? Como que te fue a robar-Yamato estaba más molesto que la vez que lo golpeo

-Traía la nariz parchada y la cara hinchada, ¿Qué demonios hiciste?-Le volvió a exigir Mimi

-En primer lugar no debió meterse a tu casa a tomar tu dinero hay que ir con la policía para reclamarle, en segundo yo no fui solo Tai me ayudo a partirle la nariz a ese desgraciado, y en tercer lugar y lo más importante, estaba hablando mal de ti, diciéndole a medio mundo que eras una zorra y quien sabe cuántas más, y sabes algo más, ese maldito idiota salía con las dos al mismo tiempo y se divertía haciéndolo, y por si fuera poco también llamo zorra a Momoe-Yamato tomo un minuto para respirar

-Ósea…que…lo hiciste por mi…-Mimi estaba bastante confundida al respecto, Yamato quien no la veía a los ojos asintió

-Te pagare cada centavo que ese desgraciado te robo-Dijo Yamato sin siquiera verla a los ojos, pero de un momento a otro Mimi comenzaba a besarlo tiernamente

-No es necesario-Mimi se separó un poco de el

-Ven-Dijo Yamato mientras continuaba besándola, para después ambos entrar a la casa

Se sentaron en el sofá, y Yamato continuo besándola, haciendo que el rostro de Mimi tomara un tinte rosado. Yamato acariciaba su espalda con ternura para después acostarla en el sofá, Mimi rodeo su cuello con sus manos y su cadera con sus piernas haciéndolo que estuviese más cerca de ella casi aplastándola. Yamato le siguió el juego

-Te extrañe muchísimo-Susurro en el oído de la chica para después besar su cuello y escuchar un pequeño suspiro

-También yo, quería que ese día volvieras y te quedaras conmigo-Dijo la castaña para después besar su cuello

-Tengo una loca idea-Yamato se separó de la chica para verla a los ojos-Que te parece si pasas conmigo la noche apenas voy a cenar y creo señorita que ya es un poco tarde para que vuelvas a casa-Yamato sonrió pícaramente

-Me encantaría-Dijo Mimi mientras continuaba besandolo


Hola nuevamente, espero que les guste este segundo capitulo, decidí continuar y hacer un fic "corto" de algunos cuatro capítulos mas o menos, espero que les guste y continuare leyendolos