No tengo derecho de naruto ni de boku no hero, solo el fic que se publica únicamente en fanfiction

Shinigami 1

El soleado día se arrastra a través de la lujosa habitación de preferencias tradicionales japonés, fotos enmarcadas adornan las escasas repisas, un estante de libros gruesos junto con un escritorio donde una moderna laptop está abierta pero apagada.

En un gemido se despierta mirando el techo desde el centro del cuarto, Todoroki Fuyumi pasa su mano por la frente sintiéndose agotada y aterrada en proporciones similares... aun su corazón golpea con fuerza su agobiado pecho y le duele.

Todo duele.

Cree que es el estrés de saber a su madre lejos, que le han hecho daño a su hermanito Shoto sin que a su padre le preocupe en algo la estabilidad emocional en esta casa... lo débil que es ni siquiera defenderlos.

Parpadea al tratar de sentarse cayendo penosamente en su almohada con un sonido seco, hay una voz detrás de su cabeza que golpea fuerte como el eco de algo que está olvidando, esforzándose por venirse a la vanguardia entre sus prioridades en este aparente día normal.

Su pesadilla.

El motivo de su agitación en ese día, enfocándose en esa sensación de arrastre que deja sus suposiciones de estrés fuera de cuestión que le arrebata el aliento de manera agresiva... su nariz pica olfateando la hierba, la sangre y el agua como viejos recuerdos que golpean su mente frágil.

Fuyumi apenas tiene el pensamiento que no ha estado expuesta a ese tipo de olores para saber identificarlos, pero lo sabe... esa voz al margen de su mente... endurecida... demandante... le hace saber que si los puede detectar aun cuando es un ligero viento en los bosques ¿Qué bosques?

Entonces viene como un ruido que la deja sorda, sus ojos se abren aterrados cuando todo es borroso... no está viendo el techo... está viendo un escenario de sangre interminable entre enormes árboles y la adrenalina de que está siendo perseguido ¿por quién?

Fuyumi se retuerce tratando de centrarse de nuevo, aferrarse a la lucidez porque un instinto le dice que si se relaja... si acepta todas estas emociones y dolores será su fin... pero esta perdiendo, lo sabe y le aterra cuando su voz ha sido arrebatada, sus gritos por auxilio... porque alguien venga nunca brotan.

Ella está en un bosque, no en una habitación y la pegajosidad el olor a sangre bombardea sus sentidos.

Imágenes vienen, pensamientos que no son suyos y una personalidad abrasiva la comienza a empujar... todas las muertes que ha contado, todos los rostros que ha torcido, todos esos Uchiha que se han atravesado en su camino.

Su tortura, su sacrificio y su inminente muerte rodeada de enemigos.

Cuando llega la paz, cuando al fin esta descansando con sus antepasados... no son los Todoroki... es otro nombre con más significado y honor, con más guerras y muerte, un fundador... un líder que Fuyumi mas siente suyo.

Despierta viendo un mundo nuevo, su pueblo es más grande y un anciano herido le regresa la mirada ¿su alumno?... pero esta la solemnidad que debe luchar, que esta reducido a un muñeco.

A su lado esta su hermano, no es Touya, no es Natsuo, no es Shoto... es solo el... alguien a quien confiaría su vida, por el que mataría y prosperaría... el tonto que hizo un sueño tan ambicioso... su lealtad es para él, solo él y cuando murió se sintió tan solo... ahora están ahí de nuevo bajo el control de su vil ¿jutsu?

Su cabeza duele cuando todo termina con solo una lagrima rodando en su mejilla... Fuyumi gime como un animal herido sin poder moverse, apagándose paulatinamente cuando piensa en ese sentimiento de traición e impotencia recorriéndole, llenándole de emociones que alguien de su edad no debería de experimentar.

Ella perdió o gano algo más.

Lucha, sangre, supervivencia, muerte, enseñanza, entrenamiento, clanes, guerra, protector, compromiso, lealtad a su pueblo... su amado pueblo.

Por Konoha.

...

No tarda en nada en sacar conclusiones o teorías, su inteligencia moviéndose antes de su despertar enteramente... sabe no está en Konoha, es antinatural pero ahí está respirando y se niega a abrir sus ojos por un momento pero se regaña por tal excusa infantil.

Abrirlos pesa, como si sus ojos ardieran y puede ver un techo que no conoce... trata de olfatear, ampliar sus sentidos para rastrear peligros pero se da cuenta que no puede, hay un vacío en su sistema que es muy notable.

Su paranoia es absoluta pero con sus habilidades atenuadas no puede más que realizar todo a la antigua... recostado chistea los dientes obligando al pánico a retroceder, pensar con miedo no es recomendable y se niega a caer en tan patética emoción.

No hay chakra.

Recuerda lo último claro en su mente, su técnica prohibida le fue regresada, obligado a una marioneta sin sentido bajo el mando de un enemigo a su pueblo y entiende que ser sellado en Shinigami no debería terminar con despertar en una cómoda cama en una habitación que no conoce sin una pizca de chakra.

O tal vez si, tal vez estaba experimentando lo que muchos nunca han llegado a descubrir.

Con calma aun cuando sus venas arden en su temperamento y su nefasta situación, se obliga a sentarse rígidamente.

Hay cosas extrañas adornando esta habitación, pero lo básico puede registrarse en su mente... por la ventana hay un sol brillante que calcula esta por algún punto de la mañana, al mirarse se queda sin aliento ante el menudo cuerpo en el que está metido y las manos suaves que no tienen una onza de trabajo en ellas.

Tobirama odia pensar en que debe volver a ponerse en forma y con la edad que calcula, será una terrible experiencia al no ser adecuado para la iniciación que aplico desde que pudo caminar en el clan Senju.

Esta por levantarse, enfrentar y descubrir más de su actual posición cuando es detenido por un fuerte dolor creciendo en su mente... como si deseara partirse... como esa vez en que se descalabro por culpa del imbécil de Hashirama.

Recuerdos comienzan a gotear.

Emociones brotan como una epidemia tratando de afectarle.

Pero siendo el guerrero que es, apenas lo hace pestañear y comprende rápidamente que es lo que está pasando.

Era alguien más, una niña tan joven en la edad de un genin recién graduado de la academia... con inseguridades y problemas que la han estado abrumando, su suave personalidad choca con lo que fue Tobirama a esa edad y más allá del genero equivocado, una amarga sensación de remplazo es claro para su mente.

Era Todoroki Fuyumi, ahora superada por la edad, personalidad y pasiones que hacen de Tobirama el vencedor.

Una risa quiere burbujear de su garganta ante la situación insólita... quizás rencarno, quizás fue impuesto por el Shinigami pero lo seguro es que se siente como que asesino a la persona que era antes de su invocación en Konoha.

Más sangre figurativa en sus sucias manos.

Bueno, Tobirama estaba acostumbrado al asesinato.

XXXXX

Despertar no era lo que esperaba.

Hashirama parpadea ante el charco de lo que asume agua tan sucia como nunca provocándole que tuerza la nariz y se levante de golpe algo que no funciona muy bien ante la disparidad de altura... sus pies se tropezaron cayendo de espaldas a la misma agua tan sucia bañándolo por completo.

-Oh por el sabio- se queja con los ojos cerrados y la voz que suena no es la suya congelándolo unos segundos, no siente que sea algún enemigo... de hecho no ha tenido tan opacos sus sentidos desde que era un niño y no importa cuánto chakra quiera arrastrar para su posible defensa, no encuentra nada -Donde esta Tobi- gime porque su hermanito es el de las teorías y la mente... solo ha confirmado que de hecho la voz es suya.

Hashirama se resigna a abrir sus ojos con molestia, no es de los que se enfrasca en situaciones que no pueda entender... el sigue adelante e inspecciona el entorno con ojos simplemente atrofiados, todo era tan oscuro y apestoso una ventaja de no tener agudos sentidos es que posiblemente podía haber sido peor.

No se siente ni se ve como se lo imaginaba, puede escuchar el eco de vida y otros sonidos discordantes... tal vez es algún tipo de limbo... se encoge de hombros, para ser el estómago del Shinigami bien podía explorar y salir de dudas.

Aunque sin armas se siente tan desnudo.

Suspira al levantarse del charco apestoso, inspecciona sus manos a través de las sombras y solo con acercarlas lo suficiente comprueba que son tan pequeñas como Tsunade.

-Maldición- jura por lo alto en un eco ridículo, su voz es un pitido molesto y solo voltea los ojos... pero la sonrisa burbujeante se estampa en su rostro o por lo menos lo siente antes de brincar a cualquier dirección donde su mala audición le dirige.

El sonido solo se hace más fuerte.

Se pone ansioso, será acaso que el Shinigami come más gente de la que sabe.

Estará aquí atrapado con otros legendarios shinobis.

Su hermanito estará cercas.

Con tanto en mente y la emoción de la aventura como nunca, Hashirama brota bañándose en luces y sonidos discordantes... tiene que entrecerrar sus ojos irritados y cuando los abre... solo se queda con la boca abierta impresionado por lo que registra.

Edificios se alzan por encima de su menuda figura, personas caminan de un lado a otro vestidos de manera graciosa... sus ojos casi brincan cuando ve algunos seres discordantes tan casualmente funcionando en las rutinas de esta monstruosa ciudad... era de noche en los cielos, pero hay tanta luz que no parece.

Chilla brincando de emoción detrás de algún tipo de contenedor apestoso.

Pero se abstiene de salir, puede parecer jovial y descuidado... pero sus ojos no dejan de mirar el entorno con cuidado y sospecha, está en un estado vulnerable que no es recomendable integrarse en una cultura sin saber cómo funciona... puede que Tobi sea el hermano inteligente, pero Hashirama tiene algunos logros para llegar a la edad adulta sin morir.

Sabrá el sabio que le pasara si muere en el estómago del Shinigami.

Con cuidado se integra en las orillas de esa calle, mirando de puntillas a las personas platicando... trata de no llamar la atención de nadie... deslizándose torpemente al decidir salir del callejón con una aguda mirada paranoica... cuando esta por dar un giro en una de esas calles, la que tiene menos luces y más angosta... se detiene ante el reflejo que le regresa la mirada, la diversión de ver espejos en áreas públicas muere por lo que ve.

Hay una niña, está seguro es una niña por la estructura ósea... un cabello castaño oscuro revuelto, tan sucio y húmedo amontonado en la nuca... la ropa es tan colorida con manchas oscuras... y esos ojos tan llenos de una oscuridad y alegría que no concuerdan con el resto demacrado, Hashirama sabe que es ella pero lo niega.

Levanta la mano, hace muecas y la niña imita a la perfección -por el sabio- gime declarando que esto es ridículo, que si bien estaba en el estómago del Shinigami al menos lo iban a regresar a la apariencia que tenía a esta edad.

Palpa sus pantalones percatándose que "ahí" no hay nada provocándole otra oleada de depresión que lo obliga de rodillas con un puchero perpetuo.

Alguien se está riendo de él en alguna parte de este mundo.

Seguro es Madara, el bastardo era un sádico que espera se retuerza en el infierno donde está.

-Ey niña estas bien-

No salta, los shinobis endurecidos como él no se asusta con nada pero no evita soltar un chillido por ser tomado por sorpresa en medio de su crisis existencial... jura a sus sentidos atrofiados y la falta de chakra, le da una mirada sucia a quien se alza por encima de ella -estoy en medio de algo, si te importa- gruñe con el mejor gesto gracioso que pudo reunir volviendo a deprimirse en segundos.

-Mira niña, no es hora para que andes por aquí sola- le vuelven a insistir por encima de su cabeza.

La preocupación de un extraño no es costumbre en la época en la que creció y lo peor de todo es que parece sincero, aunque no del todo seguro con toda sus cualidades atrofiadas y encerradas en un cuerpo de una mocosa... pero por el momento olvida su depresión para levantar el rostro curioso al desconocido -¿no lo es?-

-Por supuesto que no- el desconocido le dice como si fuera una tonta, vestido completamente de negro con algo gracioso encaramado en sus hombros y un cabello que podía ser un orgullo Uchiha de lo revuelto que esta.

Pero no es un Uchiha, carece de la gracia de ese clan en su postura descuidada pero entrenada.

Un suspiro del hombre que está lejos de actuar violentamente en su contra, aun la niña aguarda si necesita saltar fuera del camino aunque no confía mucho en su velocidad -vamos, te llevare a un lugar seguro- le extiende la mano insistente.

Entrecierra sus ojos abiertamente desconfiada sin hacer un movimiento a la mano, los años no lo hicieron tan inocente y el matar a su amigo no le hizo mucho bien a su personalidad, Tobirama nunca se lo dirá en su cara al igual que Mito pero tal vez sea algo malo.

Un suspiro impaciente -soy un héroe-

-¿Un héroe?- arquea la ceja aun encaramada en su postura.

El hombre parpadea lentamente -sí, un héroe- le repite lentamente.

Una burla abierta, Hashirama esta divertido por esto -los héroes no existen- dice abiertamente, puede ser el más positivo entre los shinobi, pero no se deja engañar con títulos que apenas brotan ahora que los clanes dejaron su diferencia... Tobirama se lo explico, un héroe es todo lo que un shinobi no es.

Un héroe es en eso que creen los civiles en la capital.

Qué clase de mundo tiene el Shinigami en su estómago... es gracioso pensar que existan los héroes desinteresados acercándose a una niña desconocida que muy bien puede asesinarte, no es que tenga del todo las capacidades motoras... esta seguro este cuerpo modesto esta tan atrofiado y sin trabajar que sería una vergüenza para el clan... pero recuerda, recuerda tantas maneras que aún le aseguran como un asesino.

El hombre le da una mirada oscura, por supuesto que lo ha ofendido pero Hashirama no está retirando su sonrisa de mierda... esa que dedica a Tobirama cuando está siendo un idiota sin corrección, una que casi no usa cabe decir.

-Vamos niña, es mejor llevarte a una estación y buscar a tus padres- prefiere insistir el hombre.

Hashirama inclina su cabeza enderezándose, arquea la ceja divertido -Yo no voy con un extraño- es definitivo, en la guerra nunca se confía en alguien a la primera vez... menos cuando sus intenciones son un misterio, cualquiera puede ser un buen actor y lo sabe.

El presunto héroe se está cansando.

Pero Hashirama también es un tonto, después de todo conoció a Madara en una situación similar.

Bufando da un paso abierto, sonriéndole brillantemente decidiendo que actuar como una mocosa tal vez le pueda ganar puntos... si hace algo gracioso, bien puede escaparse -Senju Hashirama- se presenta burbujeante.

El adulto por supuesto entrecierra sus ojos ante su cambio de actitud, al menos tiene una buena cabeza si desconfía -Eraserhead- le dice.

La palabra es rara, hace que tuerza la nariz -Eriaserheeaad- intenta mordiéndose en el acto.

Una risa, el hombre está bajando la guardia... acto asimilado.

Todavía la palabra es extraña acto o no.

Ahora, si tan solo no se distrajera tan rápido tal vez pudiera obtener un tanto de información.

-Así que... como llegaste al estómago del Shinigami- prefiere preguntar directamente.

El adulto le da una mirada graciosa.

Hashirama le regresa el gesto brillante.

XXXXX

Fin del capítulo

Introducción de un proyecto que ya había pensado hace tanto.

Sobre asesino entre héroes, pues está en pausa.

Y Tobirama si armó rápido su situación! Hashirama no, ya que su despertar fue diferente.

Neah20 fuera