Parte 13: To Love Somebody

Había una luz, una pequeña y brillante luz que nunca había brillado en ella; más bien, ella no era una persona brillante como tal. Si las chicas eran flores, Natsumi se consideraba una flor marchitada desde que tenía memoria, una que nunca logró florecer hermosa y linda como las demás.

Había una forma; cosas que todos suelen decir y suelen creer; una para cada cosa y pequeño detalle de todo, por lo que también, había una forma de ser hermosa y linda, pero eso, ¿de qué servía si realmente no tenía lo que quería?

Además, con Shidou y sus amigas espíritus había aprendido que había más que solo una forma de conseguir el perfecto estándar para ser bella; porque lo hermoso es imperfecto.

Sin embargo, estaba rodeada de flores bellas, todas diferentes y lindas a su manera, mucho más que ella, incluso si la que más se aproximaba a su estándar de belleza —quien también era la persona más pegajosa e irritante del mundo—, Izayoi Miku, siempre aprovechaba para decirle que era la muy linda, como si fuera un maldito tic de síndrome de Tourette.

Era molesto, mucho, pero cada vez que se lo decía, iba creyéndolo un poquito más, dentro de su corazón.

No obstante, Natsumi no quería su apariencia, no se gustaba, así que esta jovencita no sabía cómo querer a alguien tampoco.

Para querer a alguien, ¿había una forma estandarizada también? ¿Shidou le querría de esa forma? ¿O sería de otra? ¿Cuál era más fuerte? ¿Todo esto sería o no sería verdad?

¡¿Por qué demonios pensaba todo esto?!

—A-Ah… e-eh… —musitó Natsumi, mientras aún no salía de lo asombroso de la situación.

Oh, sí… Shidou la había invitado a ella, a salir con él.

Por las compras…

Sí, parece que el irresistible Rey Demonio de Raizen no había tenido la oportunidad de pensar en un plan decente para la cita, aunque igual podía ser que no estaba demasiado interesado en ella como para hacerlo. De cualquier forma, cualquier chica debería estar molesta o decepcionada de tan mundano plan.

Pero ella no, porque irónicamente, la chica más exigente con los conceptos relacionados con lo lindo, estaba muy sorprendida de ser la escogida por este joven tan amable; Shidou sí que hipnotizaba a sus chicas de alguna forma.

La única de sus amigas espíritu que estaba algo molesta de esta cita era nadie más y nadie menos que Kanade Shimizu, la novia secreta del sellador de espíritus, quien tenía ese privilegio de tener mini-citas con su novio, cada vez que salían por las compras.

«S-Shidou… debe estar mal, no, ¡sí está mal, perdió la memoria! Aun así, entonces, ¡ahhhh!» En medio de su desbalance mental, Natsumi miró de nuevo el rostro de Shidou y la idea de que él no sabía lo que ella era, cruzó su mente. «¿Estás ciego? ¡Tienes que estarlo…!»

Miku susurró a Kurumi que ya habían pasado unos momentos de mucho silencio por la espera de la respuesta de Natsumi, a lo que su amiga asintió con la cabeza, pero hizo una sonrisa algo maliciosa.

«¿Por qué no me dice nada…? ¿Por qué nadie dice nada?» Shidou empezó a sudar y abrió la boca, dispuesto a preguntarlo de nuevo, por si no lo había oído.

—…muy, muy ciego… —susurró al agachar la cabeza.

—¿Eh…? —Shidou arqueó una ceja con sudor en la frente—. ¿No quieres ir, Natsumi…?

—Ara, ara, Shidou-san, déjala procesarlo~, ¿qué no lo puedes notar? Natsumi-san está tan feliz que apenas y puede decir algo coherente —dijo Kurumi de forma pícara, haciendo que Natsumi se sonrojara y saltara.

—¡¿Q-Q-Qué?! ¡R-Retira eso, K-Kurumi!

—¡…! —Shidou se volvió un observador y se enfocó solo en la chica de cabello verde, notó su sonrojo; algo que se notaría sin necesidad de catalejo. «¡Es verdad…!»

Debía serlo, tal vez, ¿por qué más se sonrojaba una chica con una pregunta tan simple como esa? Solo la estaba pidiendo acompañarla a hacer el mandado, ¿había algo malo? ¿Algo obsceno?

Shidou no podía ser tan estúpido.

«Hnn… luego, cuando regresen, revisaré si le faltó algo a Shidou por comprar, ¿tal vez también olvidó cosas que compra por nosotras? Como el helado de vainilla… hn, ¡le pediré salir a comprarlo si lo olvida!» Pensó mientras miraba a otro lado, fingiendo no interés en la situación, pero sus celos crecían. «Así que, olvida eso, Shidou… no compres helado... ¡por favor…!»

—Ah… —Soltó de repente y sus ojos aguamarina se abrieron más. «No, ¿qué estoy pensando…? Uuh…»

Su novia olvidada sufría.

—…¡cállate, Kurumi…!

—Ara, ara, Natsumi-san, que agresiva eres conmigo, como un gatito arisco~, como cierta persona~.

Ante esas palabras, las Yamai no pudieron evitar reírse por lo bajo, igual lo hizo Miku mientras miraba a la joven de cabello largo y blanco, Tohka solo arqueó una ceja con una sonrisita de confusión.

«¡Kurumi! Uuh… Hnn… ¡eso no es cierto…!» Kanade se sonrojó levemente y desvió la mirada cuando Kurumi le observó con picardía.

—Bueno, bueno, Shidou, ¿faltan muchas cosas de la despensa? —preguntó Kotori, mientras Kanade sentía que más miradas se calvaban en su espalda, solo se pudo sonrojar un poco más—. Sería bueno tener una lista, ¿no lo crees?

—Ah, no te preocupes, lo tengo todo —dijo al poner su índice en su cabeza con una pequeña sonrisa. Luego se dirigió a Natsumi—. Pero necesito que alguien me ayude, entonces, ¿podrías venir conmigo, Natsumi?

—¡…! Um, eso… —La jovencita pensó que se había hecho más pequeña por alguna razón, y al ver que varias se enfocaban en Kanade, aprovechó para ver como Yoshino le sonreía. «Yoshino… ah, su sonrisa me calma… puedo hacerlo, ¿verdad?»

—¿Natsumi…?

—De acuerdo, iré contigo… Shidou… —contestó en un tono más normal.

—Gracias, Natsumi —dijo con alivio y algo de felicidad, su sonrisa fue genuina, aunque la chica de ojos verdes pensaba que todo lo era en este chico—. Entonces, vamos ahora.

—¿Ehh? ¿A-Ahora? No, espera, eh…

—¿Uh…? —Se detuvo antes de ponerse el otro zapato, ya estaba casi en la puerta de la casa—. ¿Qué sucede?

—D-Deja que me cambie, no puedo ir así… —dijo algo avergonzada y mirando a otro lado.

—¿Por qué no? Te ves linda —dijo rápidamente y Natsumi le miró con la boca abierta, cosa que no le agradó mucho a las demás, que le vieron entre atónitas y celosas. «¿Por qué me miran así…?»

Las chicas no se habían cambiado de las bonitas ropas que escogieron para salir en la noche, a celebrar con Miku sobre otro manga terminado, donde Natsumi fue la festejada.

Aunque había estado fatal lo que pasó después y arruinó su maquillaje, su cabello no estaba tan desarreglado y seguía atado en dos coletas que descansaban en sus hombros.

Sin embargo, las demás también seguían usando ropas lindas y algunas, hasta algo reveladoras, como el caso de Miku.

«Cielos, Shidou… aunque me viste, no me dijiste nada, hnn…» Kanade hizo un puchero mientras miraba a Shidou, pero luego miró a otro lado con desdén. «Odio esto…»

«Nushi-sama… es muy lindo con Natsumi, no es justo, Nushi-sama. ¿Por qué el destino es tan cruel con Muku?» La joven de largo cabello dorado apretó los puños y agachó un poco la cabeza. «Todo es su culpa… el sufrimiento de Muku, que Nushi-sama no se fije en Muku, ¡es todo culpa de esa zorra…!»

Parece que Mukuro no se había olvidado de quién tenía la culpa de que Shidou no le recordara.

—L-Linda… a-ah, ¡no, no puedo ir así…! —Natsumi corrió a la puerta, pero tuvo que pasar a un lado del chico, por lo que Shidou alcanzó a atrapar su mano fácilmente—. ¿¡Eh…!?

—¡…! —Hasta Kotori abrió mucho más los ojos al ver esa acción.

—Tranquila, Natsumi, te voy a esperar y de mientras, voy a checar de nuevo lo que necesito comprar —dijo con una sonrisa amable, cosa que sonrojó más a Natsumi—. N-No tienes que correr así, jaja…

—E-Eh… b-bueno… volveré… —En cuanto fue soltada, Natsumi salió corriendo por la puerta y ni la cerró, eso fue algo que Shidou tuvo que hacer.

«¿No debí de atrapar su brazo…? Me miró de una forma que no sé… ah, ¿tal vez no hago regularmente eso? Pero sí se veía bien, aunque no es lo que imaginé con Nia, Natsumi es… linda».

Pensó en conclusión y se giró para ir a la cocina, pero se encontró con las miradas de estas chicas desconocidas, la desaprobación y celos estaban en sus rostros, solo no podía verlo en Mukuro, quien estaba agachando la cabeza, y en Yoshino, quien estaba sonriendo con cierto nerviosismo.

«¿Qué les sucede a estas chicas…?»

El joven se sintió amenazado y mejor miró a la cocina para evitarlas, dispuesto a ir ahí para no hacer contacto alguno.

—¡Ajá, Shidou-kun~! Llegaste a primera base con Natsumi-chan~ —dijo una voz algo chillona y de muy buen humor, pero el joven no reconoció de dónde provenía esa voz, por lo que miró al grupo de chicas de nuevo—. ¡Por aquí, por aquí~! Cielos, sí que no me recuerdas, me voy a poner triste…

—¿Eh…? ¿Quién de ustedes…?

—A-Ah, Yoshinon, no te pongas triste —dijo la chica de cabello azul, preocupada—, Shidou-san perdió la memoria, pero la recordará pronto…

—¡…! —Shidou se sorprendió y se acercó un poco a Yoshino. «Que genial, ¿cómo lo hace? ¿Lo hace para aligerar el ambiente? Que amable y adorable».

—¡Ah…! Gracias, Yoshino, pero que no me recuerde es muy triste —dijo con una voz más chillona, Shidou solo se rascó la mejilla, sin saber si entrarle al jueguito o no—, hmm, pero tal vez, y solo tal vez~, si Shidou-kun sale también con Yoshino, lo perdonaré por olvidarme~.

—¡…! —Yoshino se sonrojó de las mejillas y Shidou se puso pálido, sus ojos empequeñecieron.

Las demás también se sorprendieron, pero a Kotori se le remarcó una venita.

«Eso es jugar sucio, Yoshinon…» Pensó la comandante del Fraxinus, quería ahorcar al muñeco.

«Siento que el ambiente se puso muy tenso por alguna razón…» Shidou sudó de nuevo, sintiendo más de una mirada clavarse en su cuerpo.

—Um… claro, después saldremos a jugar, Yoshino… —dijo no muy seguro, pero sonrió un poco.

—¡S-Shidou-san…! Pero…

—¡Bien hecho, Shidou-kun~! —Yoshinon se puso feliz de repente y alzó las patas al cielo—. Hiciste la mejor elección, ¿no es genial, Yoshino? Ganamos~.

—¿¡Qué dices…?!

—¡Eso es trampa! —dijeron las Yamai y señalaron al muñeco.

«¿Ganaron?» Shidou seguía muy confundido, pero Origami jaló a la niña hacia la bolita de espíritus. «S-Será mejor que vaya a la cocina».

«Kaguya y Yuzuru tienen la razón, ¡no es justo, Yoshinon! ¡Hubo un reparto de turnos! Hnn…» Kanade miró con molestia al muñeco con forma de conejo, por primera vez en la historia.

Yoshino se puso nerviosa al estar siendo rodeada por Origami, Mukuro, las Yamai y Kurumi. Ella solo pudo cerrar los ojos y poner a Yoshinon como un escudo.

—Ara, ara, Yoshino-san~, no te creía capaz de salir con algo como esto.

—K-Kurumi-san… uuh, Yoshinon, tienes que disculparte…

—¿Ara~? Pero si fue decisión de Shidou-kun, el encanto de Yoshino fue mejor, eso fue lo que sucedió, ¡yo lo vi~!

—Eso fue un truco muy sucio, conejo maligno —dijo Origami, entre una personalidad y otra, puesto que sentía mucho más distante a Shidou que nunca.

—Apoyo. La maestra Origami tiene razón, hasta para un conejo blanco como tú, fue algo muy sucio. —Yuzuru frunció el ceño un poco.

—¿Blanco? ¡Solo por tu piel, traicionero! —Kaguya lo señaló con el ceño fruncido.

—Aclaración. Era sarcasmo, Kaguya…

—Jijiji.

—¡Y-Ya lo sabía…!

—¡Y-Yoshinon…!

—Oh, cielos, ¿cómo pueden ser tan malas~?

La chica de cabello azul tembló ligeramente cuando, sin saber cómo, fue rodeada por los brazos de Miku, pegándola contra sus pechos y un leve sonrojo en sus mejillas.

—¿M-Miku-san…?

—Solo van a salir a jugar, pero me gustaría ir también, hm~, ¿no quieren a una compañera más?

—¡Yo solo veo la traición aquí! ¡Hicimos un pacto justo! —dijo Kaguya, mucho más molesta.

—Chicas, creo que esto ya se salió de control, además… —Kotori dijo al acercarse a la bolita, pero Tohka se le adelantó.

—¡Si va a ser así, salgamos todas juntas a jugar con Shidou!

Hubo un silencio que solo lo quebró la comandante, quien se llevó la palma a la frente, dándose un golpe.

—Todas ustedes, AFUERA.

Shidou observó como Kotori sacaba a todas sus amigas a la calle, pero Kanade giró la cabeza para verlo, en ese momento, sus miradas se encontraron, pero ella giró la cabeza con un leve sonrojo en las mejillas.

«No entiendo nada… uuh, ¡lo siento por olvidarlas…!» Pensó Shidou, algo culpable y muy confundido de todo lo que escuchó y vio.


Afuera, Kotori se cruzó de brazos mientras las miraba con una mezcla de desdén y decepción, mientras se habían puesto en fila, como si un entrenador estuviera hablando seriamente con su equipo.

—L-Lo siento, Kotori-san… —dijo Yoshino en voz baja y agachando la cabeza.

—Hnn… —La mayoría soltó ese sonido de sus bocas, mientras giraron sus cabezas para mirarla.

—¡A-Ah…! Uuh… lo siento, lo siento mucho… —dijo con un rostro complicado, pero también muy arrepentido, hizo una reverencia y Yoshinon hizo lo mismo.

—Oh, bueno… también lo siento, pero… por otro lado~, Shidou-kun ya aceptó salir a jugar con nosotros, no es una cita, así que no está contra las reglas, ¿no es así~?

—¡…! —Todas abrieron mucho más los ojos, esa declaración había partido sus temples como un rayo.

«¿Eh? Bueno… eso es cierto, entonces… ¿yo puedo…?» Kanade se emocionó un poco, sin embargo, no fue la única.

—E-Eh… ¡bueno, eso…! —Kotori intentó replicar, pero frunció más el ceño.

—¿Si, Kotori-san~?

En ese momento, lo que los mantenía en la misma sintonía se fue por el caño.

Kurumi se llevó la mano a la barbilla y su ojo rojo brilló un poco más, Kanade tomó algo de determinación y empezó a pensar en un plan, Mukuro agachó un poco la cabeza y su cabello cubrió su mirada, pero tenía una pequeña sonrisa en su rostro, nadie podría imaginar que ideas pasaban por esa cabeza dorada.

Las gemelas de repente se pegaron más la una con la otra para discutir la situación y su siguiente "movimiento".

Origami se mantuvo estática, pero era de esperarse que ya tenía un plan a diferencia de todas las demás personas presentes.

Las únicas que no parecían estar haciendo planes eran Tohka y Yoshino, mientras tanto, Kotori solo pudo ver con impresión y decepción como todo se estaba desmoronando.

¿Cuál hermandad? ¡A la primera oportunidad, todas se fueron por su lado!

—Hmm… pero no podemos hacerlo.

—¿Eh? —dijeron todas las que estaban planeando su "ataque".

—¿Oh? —Kotori arqueó una ceja, pero su tono fue de cierta esperanza.

Todas miraron a Miku entonces, quien se veía un poco preocupada, sin embargo, calmada.

—Darling ya recordó a Nia, y posiblemente recuerde a Natsumi-chan también después de esta cita. Creo que será demasiado para él si insistimos tanto, no quiero que… Darling esté en cama de nuevo.

—Miku…

Entonces, lo recordaron.

Tal vez es porque sus vidas nunca habían sido normales desde que eran espíritus, algunas ni siquiera conocían la normalidad como Kanade y Tohka, Shidou les había enseñado eso y muchas cosas, sin embargo, era claro que con todas las aventuras emocionantes que dejaban huella en ellos, sus vidas no podían considerarse normales. Esto había influido en su forma de reaccionar ante las adversidades.

Pero ahora, con ese simple comentario, recordaron que todo esto se trataba de Shidou Itsuka, de ayudarlo a él, no de verse beneficiadas ni tomar la delantera de alguna forma.

En ese momento, todas compartieron un sentimiento de decepción, tanto como equipo, como amigas y como personas que amaban a Shidou.

«Shidou…» Kanade agachó la cabeza y apretó un poco los puños, recordando a ese nuevo espíritu. «Sí… es verdad. Miku tiene razón. No debo olvidarlo, incluso si Shidou está despierto y en casa…»

—Puede que Shidou esté de regreso y parece que nada ha cambiado, él sigue siendo amable, bueno, confiable y comprensivo, pero eso es solo porque Shidou siempre ha sido así. —Kotori les miró seriamente y luego les señaló—. ¡Aún no nos recuerda! Aun así, ¡él quiere hacerlo y está decidido a hacerlo! Shidou cree en nosotras, quiere recuperar su memoria y que todo sea como antes, ¡estar con nosotras! ¡A pesar de todo!

«Shidou es demasiado bueno… demasiado». Pensó Kanade y negó con la cabeza levemente, sacudiendo las ideas de antes, impulsada por sus celos.

—Esta es nuestra misión, Shidou necesita nuestra ayuda, ¡y no lo lograremos de esta forma, solo lo complicaremos todo para él! No se trata de eso, ¿cómo podemos ayudarlo si solo pensamos en nuestra conveniencia? No podremos ayudarlo nunca… él, que siempre nos ayuda, si seguimos así, incluso en este tipo de situación, ¿¡qué es lo que les pasa!?

Ante ese grito, todas temblaron, excepto Miku. Kanade incluso regresó de su negatividad ante la fuerte voz que provino de un cuerpo tan pequeño y delgado como el de la comandante Kotori.

—Lo sentimos mucho... —Todas agacharon la cabeza un poco, en señal de disculpa.

Dentro de la casa, Shidou no pudo evitar mirar por la ventana, como todas agachaban la cabeza ante su hermanita, no pensar en qué demonios había pasado fue inevitable, pero no podía estar seguro de nada, solo sabía que era serio. Muy en serio.

«Kotori ha de estar muy molesta con ellas… bueno, no les golpeó como lo haría conmigo, pero creo que es porque esto es realmente serio... uh, espero que estén bien, no se ven como malas chicas». Shidou les miró con cierta pena desde la ventana, ya tenía su lista en mano de cosas que necesitaba comprar. «Espero que las persones, hermanita».

De vuelta a afuera, las chicas fueron retiradas a sus cuartos para que se dieran un baño y reflexionaran de sus actos, sin embargo, Miku era la única que no vivía en los departamentos, por lo que se quedó y observó a Kotori con una pequeña sonrisa, mientras ella suspiró.

—Gracias, Miku… ugh. —Se llevó la mano hacia su cabeza y negó levemente—. Posiblemente hubiera dicho otras cosas y se hubiera vuelto peor… una discusión estúpida…

—No es nada, ahora solo espero que Natsumi-chan pueda ayudar a Darling a recordar.

—También yo. —Sonrió un poco, pero luego suspiró de nuevo—. Sin embargo… algo me dice que esto no saldrá como esperamos, aun así, confiaré en Natsumi y… en Shidou.

—Hehe~.

—¿Hm? ¿Qué? —preguntó un poco molesta y le miró de forma sospechosa.

—Nada. Solo pensé que realmente, Darling es increíble, y al mismo tiempo, tan valioso para todas… es muy difícil —dijo mientras miraba a la ventana detrás de Kotori, donde sabía que Shidou estaba observando—. Él no es un pastel de cumpleaños con el que compartir con tus amigas de la fiesta, no es ni siquiera algo que suceda una vez al año.

—…

Kotori no podía decir nada porque pensaba de la misma manera, sin embargo, guardó silencio porque quería saber a dónde llegaría Miku con todo esto, era un poco raro escucharla decir esas cosas.

La joven idol puso sus manos detrás de su cintura y giró medio cuerpo hacia el edificio donde vivían sus demás amigas espíritu, un rostro algo melancólico es el que Kotori observó y fue completamente absorbida por ello; no pudo quitarle los ojos de encima.

—Lo amo.

«¡…! Pero eso… ya lo sé. Todos lo sabemos, Miku».

—Lo amo tanto… tanto como para escribir una canción solo para él, tanto como para sentirme viva y también muerta.

—¡…!

—Si no fuera un espíritu, él nunca habría llegado y yo seguiría siendo… igual que antes. Si Darling no existiera, no… tan solo no hubiera sido específicamente él, creo que tampoco hubiera sido salvada. —Sonrió un poco más y se sonrojó un poco, luego miró a Kotori animadamente, quien seguía sorprendida, envuelta en su confesión—. Sé que me pararé en cualquier escenario que exista y cantaré desde el fondo de mi corazón, siempre que Darling esté conmigo y me escuche.

Miku sonreía con confianza, alegría y algo más que Kotori no podía descifrar, pero no sentía que fuera algo malo, aun así, le inquietaba un poco.

Sus ojos se encontraron, pero los de la artista eran más brillantes, como el de una perla. Se mantuvieron tanto tiempo así que Kotori pudo sentir el aire de nuevo, agitando sus cabellos y sus ropas.

«Miku… ¿por qué me estás diciendo todo esto…?» En ese momento, Kotori soltó un poco más la boca cuando vio que Miku volvió a mirar los departamentos de los espíritus.

—Sin embargo, me pregunto… si el sentimiento es uno, entre todas nosotras. Si no lo es… —dijo con una voz un poco extraña—. Bueno… creo que no lo sé.

—¿Qué cosa… no sabes…?

«Yo amo mucho a Darling y haría lo que sea por ayudarlo, sin él, no tengo voz; no tengo nada. Me pregunto si esto es así para todas, ahora lo sabes, creo que es la primera vez». Miró a Kotori con una sonrisa comprensiva, mientras ella estaba confundida.

—Miku… ¿qué es lo que tratas de decir?

—Nada. —Negó con la cabeza—. Es solo algo que quería decirte, era algo que quería decir. Sé que en algún momento… todas escucharan esas palabras.

—¡…!

«Y no sé lo qué sucederá cuando llegue ese momento».

Nadie sabe si hay una forma correcta de amar a alguien o si existe una sola manera, pero Miku creía que no sabían cómo era amar a alguien de la forma en la que ella amaba a Shidou Itsuka, su Darling.