Libres

NANATSU NO TAIZAI © NAKABA SUZUKI

Sinopsis: Zeldris y Gelda han sido finalmente liberados para disfrutar su relación sin tener que ocultarse.

Nota de la autora: Finalmente me digne a escribir algo de que se ha vuelto mi segunda OTP de Nanatsu no Taizai: el Geldris/Zelda, Gelda y Zeldris. Ellos realmente cautivaron mi corazón y sus recientes apariciones en el manga mostraron una dinámica demasiado adorable y tierna en los dos.

Este one-shot tiene ligeras menciones del manga. Léanlo bajo sus criterios.


Capítulo único: Libres

Las alas oscuras de Zeldris y el capullo de Gelda se dispersaron cuando aterrizaron en lo que había sido el castillo de Edinburgh. La zona estaba igual a cuando los Diez Mandamientos aterrizaron tras la rotura de su sello y eso produjo en el demonio sentimientos encontrados. Casi todo lo que había sido tenido significado para él ya no existía.

Sin embargo, no estaba tan mal.

Zeldris volteo hacia Gelda que miraba la insólita estructura morada. Sabía que su amada nunca fue seguidora de la manera en que los vampiros se manejaron en el pasado. Especialmente en la toma de sangre y matar sin propósito.

En sus reuniones clandestinas siempre había mostrado su deseo de tener más metas que solo ser la hija del Rey Izraf, tomar sangre y servir a su clan*. El demonio le había prometido que con el final de la guerra podría perseguir eso y aunque esa palabra había tardado bastante, ya podía cumplirla.

—Gelda…—la llamó. Ella volteó y lo vio con incertidumbre. Zeldris sonrió—. Ahora ya no tenemos que escondernos.

La vampiresa soltó una risita ante eso y extendió su mano a Zeldris. Este aceptó y se acurrucó bajo su cabeza, reposando sobre su escote.

El Príncipe Demonio disfrutaba de estar en esa posición porque escuchaba el corazón de Gelda y sabía que realmente era amado por alguien.

—¿En qué piensas? —le preguntó ella.

Zeldris resopló levemente.

—En nada y todo a la vez —comenzó a decir. Cerró los ojos, relajándose—. Estuve tres mil años sirviendo a mi padre con la idea de crear un mundo pacífico y acabar con ese traidor, pero…

—Nada resultó como esperabas, ¿no es así? —Zeldris asintió contra el busto de Gelda. Ella comenzó a acariciar sus cabellos—. Efectivamente nada salió como pensábamos, yo…

—Meliodas dijo que te ahogaste en desolación y dolor cuando despertaste —comentó con dolor—. Preferiste la muerte cuando comprendiste nuestro destino, pero…—él embucho saliva, buscando cómo proseguir—. Te sello nuevamente hasta el momento adecuado.

La única respuesta del vampiro fue aferrarse más a su amado que imitó el gesto. Zeldris suspiro y ambos se quedaron en un agradable silencio.

Minutos después, Gelda contestó.

—Meliodas sabía que algún día podríamos estar juntos sin tener que escondernos. No sabía exactamente de qué manera, pero, así como no se rindió con Elizabeth y su maldición, tampoco iba a rendirse contigo.

Zeldris soltó una leve carcajada.

—Tienes razón. Posee una gran fuerza de voluntad.

—También hay muchas cosas buenas que cierta persona no quiere decirle aún —señaló Gelda en tono de broma intencional. Sintió a Zeldris quedarse tieso contra ella—. ¿Zel…?

—Pedí que no le dijeras nada a Meliodas sobre eso.

—Y no lo haré. Aunque…—ella comenzó a vacilar intencionalmente. El demonio levantó su vista y la vio con cierto temor—. ¿Qué?

—No lo harás, ¿verdad?

El verdugo del clan Demonio tenía un rostro preocupado auténtico que hizo a Gelda sacar una carcajada limpia. Su amado era tierno de un modo original.

—No seas tonto, sabes que no diré nada —le contestó. Lo movió de nuevo hacia ella—. Pero aún tienes asuntos para resolver con él

El demonio rezongó contra su pareja.

—En este momento mi prioridad eres tú.

—La única prioridad que te veo, señor demonio, es tener tu cara enterrada en mi escote y no hablarme directo —objetó la rubia. Zeldris levantó su mirada y le dio un vistazo con una molestia aparente, volviendo a ocultar su rostro después—. Eres un tonto.

—Lo sé.

El silencio volvió a reinar y se quedaron disfrutando de su tan aclamada libertad.


Curiosidades: *No sé si realmente Izraf es el padre de Gelda, pero en varias historias que he leído de ellos siempre la colocan como su hija y heredera al trono de los vampiros. Aquí solo quise referenciar el parentesco para respetar lo establecido por los fans