Itachi observó con molestia la manera en que se contoneaban las caderas de la joven a la que estaban asignando como su compañera, no se molestó en disimular su desagrado debido a que su máscara cubría su rostro.

— Itachi, de ahora en adelante Hinata será tu pareja. — Minato Namikaze, cuarto Hokage le anunció con una sonrisa.

— ¿Pareja? — Hinata de dieciocho años negó con la cabeza a sabiendas del esfuerzo mental que estaba cargando el Hokage sobre sus hombros — ¿Se refiere a compañera de equipo cierto?

— Exacto.

Seis años atrás Minato Namikaze se enfrentó a Danzo Shimura al descubrir la corrupción que llevaba bajo su mando. No fue una pelea fácil teniendo en cuenta algunos de los Sharingan que poseía en el brazo. Logró derrotarlo, pero el precio fue caer bajo un poderoso genjutsu del que solo Tsunade Senju lo sacó. Era claro que necesitaba apoyo para dirigir Konohagakure, así que se convirtió en la quinta Hokage y recientemente estaba fuera resolviendo unos problemas con otra aldea.

— ¿Cuál es la misión?

— Traerán de regreso a la Quinta, está tardando demasiado. — Minato les lanzó unos rollos de pergamino que cada uno atrapó. — Ahí tienen los detalles, tienen dos días para armar una estrategia e ir a Iwagakure. Como siempre, nadie debe saber lo que ocurre.

— Entendido. — Dijeron al unísono y desaparecieron.

En ese preciso momento la puerta se abrió dejando ver a Kushina Uzumaki con cara de pocos amigos. — Olvidaste decirme que vendrías aquí, vas a comprometer tu salud.

Minato Namikaze aún mantenía algo de cordura debido a que su esposa lo mantenía anclado a la realidad y tenía un hijo. A veces no sabía si aquella fuerza era propia o debido a que era una Jinchuriki. — Voy de regreso ahora mismo, solo estaba asegurándome de encargar la misión para Tsunade.

— Pobres niños, Lady Tsunade y tú tienen la mala costumbre de jugar a cupido. — Kushina sonrió a la vez que se acercaba a su marido para darle un sonoro beso en la mejilla. — Por cierto, Naruto llega hoy. Jiraiya escribió para darnos la noticia.

— Me alegra que después de lo ocurrido haya decidido fortalecerse para proteger nuestra amada aldea. — Minato hizo que su esposa se sentara sobre sus piernas. — Ya casi estoy del todo bien, las medicinas de Tsunade están teniendo el efecto previsto.

— Bien, en cuanto todo esté bien deberíamos encargar un bebé — Bromeó la pelirroja.

Por otro lado, Hinata siguió a Itachi hasta la villa Uchiha. De inmediato y entre salto y salto se colocó ropa civil que consistía en un vestido simple.

— ¿Sigues viviendo con tus padres? — Preguntó asombrada en cuanto él la hizo pasar a la casa familiar.

— Algo así. — Fue lo único que respondió a la vez que hacía que lo siguiera.

Ella observó todo a detalle, rápidamente notó que tras avanzar por los pasillos y después de cruzar un jardín se encontraba la verdadera casa de Itachi Uchiha, que podría compararse con un departamento de soltero.

Una vez dentro Hinata se sentó en el piso y extendió el pergamino para leer los detalles de la misión.

— ¿Cuáles son tus habilidades? — Preguntó Itachi una vez vestido con ropa cómoda y que no delatara su posición.

— Con la boca y la garganta, muchas. Habilidades ninja, soy médico y asesina desde que tengo memoria, mi primer asesinato fue a los 11 cuando casi matan a los miembros de mi equipo. — No quitó la vista del trozo de papel. — Si tu familia planea revelarse contra la aldea ¿qué harás?

— Aniquilarlos. — Fue la fría respuesta.

— Estamos de acuerdo. — Hinata por primera vez lo observó llevándose una gran sorpresa— ¿Hace cuánto que no duermes? Esas ojeras...

— No te importa...

— Claro que sí, mi deber es asegurar que no te desmayes por agotamiento en el camino. — Ella se sonrió con suficiencia. — ¿Acaso es que tu novia Izumi, no deja de exprimirte?

Itachi evitó mostrar alguna emoción de sorpresa ante ellos, siendo ANBU sabían hasta el último detalle de cada ciudadano de Konoha, era claro que él no se salvaba a pesar de ser miembro del escuadrón del infierno.

— No te interesa.

— Si que lo hace. — Le sonrió. — Porque el único plan que se me ocurre para salir de aquí es un viaje romántico. Desde luego que muchos van a notar que los herederos a líder de sus respectivos clanes salieron por un par de días. Si Izumi es tu novia, es claro que le romperemos el corazón.

— Es la novia de Shisui. — Él respondió viéndola a los ojos — Se casarán pronto y...

— Y tú verás como la chica que alguna vez te gustó se va con tu mejor amigo, pensar que si aquella mañana yo no descubría los planes de Danzo a tiempo Shisui estaría muerto — Finiquitó sin parpadear.

— Así que fuiste tú la espía — Itachi esta vez se permitió soltar una pequeñísima sonrisa. — Claro que te vi rondado muchas veces, pero no creí que fueras algo más que una niña miedosa.

— Claro que no — Hinata hizo el amago de volverse tímida — L-lo si-siento. No que-quería chocar con uste-ed. — Sonrió — Solo necesité tocarte para saber tus pesares al igual que a él. He sido una espía para el Hokage desde muy pequeña junto a mi madre, ambas vigilábamos todo desde las sombras, más atrás de ustedes. Ella me entrenó hasta que falleció.

El Uchiha extendió su pergamino y leyó rápidamente — Diremos que empezamos a salir tras una misión que nos encomendaron tiempo atrás y ahora vamos a buscar un par de lugares para pasar la luna de miel.

El trato era frío y profesional.

— Hermano, ¿es cierto que... — Sasuke se quedó con la puerta a medio abrir, vio a su antigua compañera de la academia en los brazos de Itachi. — Así que si es cierto.

— ¿No sabes tocar, Sasuke? — Preguntó con molestia el Uchiha mayor, a la vez que estaba un tanto sorprendido por la velocidad con la que la Hyuga se lanzó sobre él apenas escuchó que la perilla iba a ser girada.

— Bolita de dango, no seas duro con tu hermano — Hinata usó una voz melosa a la vez que enroscaba sus brazos alrededor del cuello del aquel hombre de veinticuatro años.

Sasuke evitó reír ante el ridículo apodo que acababa de escuchar. — Se ha corrido el rumor de que son pareja y han pedido permiso al Hokage para buscar un lugar donde pasar su noche bodas.

— Me preguntó quién fue el chismoso que nos delató — La Hyuga se separó para alisar su ropa y parecer más casual. — Es cierto, mañana saldremos a buscar aquel lugar.

— ¿Desde cuándo están saliendo?

— Dos años — Itachi respondió rápido.

Sasuke asintió tratando de recordar algo que le diera indicios de esa relación — Mamá y papá quieren verla en la cena.

— Estaremos ahí.

El joven se dio la vuelta y se retiró.

La Hyuga esperó un tiempo prudencial para empujar al Uchiha contra un sofá — ¿Dos años? ¡Estás loco! Por todos los idiotas del mundo. ¿Sabes lo difícil que saldrá salir de esta mentira?

— Si sabes que este es todo un plan para que nos casemos. ¿cierto?

Ella le dio la espalda. — No esperaba que lo notaras tan pronto. Lady Tsunade y el señor Namikaze ya no son tan sigilosos como antes al designar parejas, fuera de ello lo único cierto es que debemos ir por ella.

Itachi asintió a la vez que por primera vez se permitió apreciarla como mujer, cada curva estaba bien proporcionada — Lo sé, pero ten claro que no soy fácil.

— Una vez que pruebes esto — Señaló sus labios — Perderás el autocontrol. Ya te dije que puedo hacer muchas cosas con la boca.

Dicho eso desapareció en un parpadeo y él sabía de era hora de dar detalles de su "relación" a sus padres. Sonrió para sí, los Kages siempre eran complicados a la hora de asignarles su consorte, nunca creyó que iba a caer de manera tan patética, debió sospecharlo en cuando el Hokage dijo "Pareja".