"Phoenix, Arizona"
- ¿Alguna señal al respecto?
- Nada por aquí.
- Entiendo, sigue buscando.
- Entendido.
Un joven de 24 años, cabello castaño y ojos color ámbar se encontraba dentro de un vehículo, se comunicaba por el teléfono con uno de sus compañeros en lo que parecía ser un trabajo.
- ¿Realmente ahí está en criminal buscado? – Preguntó su compañero al lado.
- Los de la central de información nunca se equivocan, solo debemos encontrar el momento idóneo y comenzaremos. – Expresó él con una sonrisa. Siguieron en vigilancia a un edificio para cuando llegue el momento correcto, ya entonces vieron salir dos personas de este. – Ahí tenemos nuestro objetivo, Don Jeremiah Roswell.
- ¿No deberíamos actuar? – Su compañero se veía algo apurado.
- Relajate, ya viene el momento. – Vio la llamada en su celular. - ¿Ya está todo?
- Claro, podemos empezar.
- Perfecto, das el silbatazo. – En ese momento que ambas figuras empezaron a caminar, de repente se vio a una de ellas caer al suelo, una bala le atravesó justo en el hombro, siendo herido. – Es hora, vamos.
Ambos salieron del vehículo, el objetivo estaba confundido al respecto, ya entonces los dos se acercaron.
- FBI, Jeremiah Roswell, se encuentra arrestado por posesión y tráfico de drogas. – Indicó el castaño, el criminal soltó un gruñido.
- No será sin resistirme. – Intentó sacar una pistola de su manga pero el castaño fue más rápido, sacó algo de su espalda, una espada estaba en su mano, con ella apuntó directo al rostro del criminal.
- Pues será mejor que abandones esa idea si no quieres perder un ojo aquí. – Amenazó, Jeremiah no tuvo otra opción que abandonar la idea, ya dejándose esposar.
- Bien hecho. – Saludó su compañero, el castaño sonrió.
- Apenas caen ven este bebé, no puede ser mejor. – Empezó a reír. Una vez terminado el trabajo y el criminal asegurado, empezaron a ir de regreso a los cuarteles, capturar criminales era divertido y todo pero lo que sigue no lo es tanto. – Realmente, escribir informes no es lo mío.
- No hay de otra compañero, debemos hacerlo. – Se hundió de hombros su compañero, el castaño soltó un suspiro.
- Vanessa nunca me dijo que haría trabajo de oficina también…
Cuartel rotatorio del FBI de Arizona, ambos llegaron ahí, varias personas moviéndose, entre agentes, gente de oficina y otros estaban yendo de un lado para otro. Llegaron hasta la oficina de la jefa, tocando.
- Adelante. – Escucharon la voz al otro lado, una mujer de 32 años, cabello rubio y aun conservando una piel brillante y joven estaba sentada.
- Ey Vanessa, hemos vuelto. – Saludó el castaño como si nada, su compañero le codeó.
- Cuida tus palabras, recuerda que es la jefa aquí.
- No hay necesidad de preocuparse. – Dijo como si nada la rubia. – Veo que les fue bien en la captura ¿tienen el informe listo?
- Lo hicimos… en serio ¿por qué debemos informar de cada cosa que hacemos? – Se quejó él, la rubia soltó una pequeña risa.
- Es parte del trabajo Ramón, a fuerzas debes reportar cada trabajo.
- Es aburrido, prefiero la acción totalmente. – Sonrió él.
- Ya que terminé ¿puedo retirarme? Tengo otros asuntos qué hacer. – Expresó el compañero, Vanessa asintió.
- Buen trabajo, puedes descansar. – Este hizo un saludo antes de retirarse, quedando solo ellos dos, Ramón se dejó caer en el sofá de la sala, desabrochando un poco su corbata. – Te relajas demasiado en frente de tu jefa.
- Vamos, apenas te dieron este puesto hace tres años y ya te sientes con demasiada autoridad, cuando antes eras bastante coqueta y salvaje. – Sonrió el castaño.
- Ya dejé de lado esa vida, haberme casado me hizo darme cuenta que hay más por delante.
- Max realmente logró domar a la loba. – Empezó a reír Ramón. – Él igual se siente cómodo trabajando en una oficina en central de información, por cierto ¿Cuándo ya tendrán hijos? Al menos quiero ser tío antes de retirarme.
- Es una decisión de ambos, no puedes apresurarla… - Ella soltó un suspiro. – A pesar de todos estos años, sigue siendo algo cobarde e indispuesto a tocarme.
- Eres una mujer sexy, no puedo negarlo. – Ya hubo un silencio de unos cuantos minutos, Ramón estaba recostado en el sofá mientras Vanessa firmaba unas hojas. – Respecto a lo otro… ¿hubo algún avance?
- Nada. – Respondió la rubia. – Es como si hubiera desaparecido totalmente del planeta, no hay ni un solo rastro de él.
- Realmente es complicado encontrarlo… Miracle Corp dejó de existir y Axel Smith está totalmente desaparecido, de este modo jamás podremos capturarlo.
- No hay nada qué podamos hacer, desde que lo conozco, ha sido alguien inteligente y realmente buscará cumplir su sueño, sin importar lo que haga… debí capturarlo en las Islas Canarias.
- No hay razón para quejarse del pasado ahora mismo, yo igual cometí mis errores… debido a ello, las personas más importantes para mí terminaron desapareciendo… - A pesar de todo ese tiempo, Ramón no podía olvidar a esas cuatro chicas con las que convivió poco tiempo pero grabaron bastante en su corazón.
- Seguiremos trabajando para atraparlo, no nos rendiremos hasta conseguirlo ¿cierto?
- Es verdad… - Ya sonrió el castaño en ese momento, su teléfono empezó a sonar, era un mensaje el cual revisó. – Otra vez spam.
- ¿Te ha estado llegando correo basura?
- Si, solo tiene una letra de título y cosas raras adentro, no entiendo por qué llega. – Se levantó para mostrarle, de asunto solo tenía puesto la letra "e" seguido de puros unos y ceros. – No es nada.
- ¿Cuántos te han llegado?
- Este es el séptimo, aunque no les hago caso realmente. – Ya que Vanessa siguió viendo, logró encontrar algo.
- Un momento… - No lograba verse a simple vista porque estaban revueltos entre otros correos spam, la rubia los acomodó todos en una sola fila, encontrando algo. - … Miracle…
- ¿Qué?
- No puede ser… - Las pupilas de Vanessa se dilataron, su rostro se endureció. – Maldita sea… nos estuvo contactando.
- ¿Es Axel? – Preguntó el castaño, ella asintió. – Parece que decidió mostrarse después de todos estos años.
- No parecía importante, parece que esperaba el momento correcto, ahora respecto al contenido, esto es código binario, si juntamos el contenido de todos los mensajes, deberá decir algo.
Ramón empezó a trabajar, abriendo todo desde la laptop de Vanessa, copiaron los contenidos y los hicieron pasar por un codificador para descifrar el mensaje, ya pudieron ver lo que decía.
- Es una dirección…
- ¿Quizás en esta se encuentra escondido?
- No tengo idea, pero es nuestra mejor pista… - También decía algo más.
"No se molesten en llevar apoyo, solo necesito que ustedes dos vengan a esta dirección, si llevan a alguien más, volveré a desaparecer"
Ese fue el mensaje que estaba escrito, Vanessa no tenía de otra, conociendo a Axel, fácilmente podría saber si llevan refuerzos.
- Nuevamente estamos jugando en la palma de su mano… - La rubia apretó el puño con fuerza. – Ramón, debemos ir solos a ese lugar.
- Lo entiendo, es nuestra oportunidad de terminar lo que empezamos. – Ella asintió. - ¿Qué harás con el trabajo que tenías ahora?
- No creo que se molesten en que deje unas cuantas hojas sin firmar. – Respondió ella de forma tranquila, el castaño sonrió.
- Al menos no has dejado de lado esa forma relajada de ser. – Sin decir más se pusieron en movimiento, finalmente tenían una oportunidad de capturar a Axel y no la iban a desperdiciar.
Con el moreno al volante, los dos empezaron a ir hacia aquel lugar donde presuntamente se esconde el antiguo jefe de Miracle Corp, siendo solo ellos dos y nadie más.
Reproduciendo: Fit for a King – Breaking the Mirror.
- Es una locación un poco alejada. – Al haberlo marcado en el GPS, se observaba que iban muy lejos.
- Es increíble que, a pesar de todo este tiempo, se haya quedado aquí cerca. – Expresó Vanessa. – Nunca nos dimos cuenta.
- No hay nada qué hacer al respecto, por lo menos ya estamos cerca de conseguirlo. – El camino los llevó hacia un edificio abandonado, la reja estaba abierta por lo que pudo atravesar el vehículo sin problemas, se estacionaron cerca de ahí. – Vamos entonces.
Los dos portaban armas respectivamente mientras se acercaban a la entrada del edificio, que Vanessa haya sido puesta en una oficina no quiere decir que sus habilidades se hayan oxidado, sigue teniendo energía para pelear. La rubia acechó por dentro y señaló vía libre, los dos empezaron a moverse hacia adentro, todo estaba sucio y realmente se veía el abandono de este.
- Tal vez en una de las habitaciones es donde se encuentra. – Comentó Ramón, empezaron a revisar una por una, aunque no es que haya éxito en que lograran encontrarlo. - ¿No nos habrá engañado?
- No lo creo, Axel no es alguien que mienta sin una razón. – Siguieron revisando pero no había nada.
- ¿Qué tal si es más al fondo? Es el sótano o algo por el estilo. – Sugirió el moreno, ambos fueron pisos debajo de todo el edificio, una única puerta se encontraba ahí, ambos se vieron y asintieron antes de abrirla.
Una habitación amplia se encontraba ahí, a diferencia del resto de las de arriba, este si se encontraba en buenas condiciones, el suelo limpio y tenía electricidad, pero más que eso, un monitor se hallaba al frente y dos cosas que Ramón reconoció.
- Eso es… - Se acercó para ver, ese mismo casco, lo recordaba perfectamente. – Esto lo que Axel me puso para entrar al juego hace años.
- ¿Es ese mismo dispositivo? – Preguntó Vanessa, él asintió.
- Debió haber sido destruido cuando las oficinas en las Islas Canarias se derrumbaron.
- Así debió ser pero hice un respaldo. – Escucharon una voz resonar en toda la habitación, ambas la reconocieron al instante.
- Axel Smith. – Ramón musitó por debajo. El monitor se encendió en ese momento, mostrando el rostro de cabello grisáceo.
- Gracias a ambos por venir, sabía que descifrarían mi mensaje al instante.
- ¿Dónde estás? – Preguntó Vanessa rápidamente, este sonrió.
- ¿Es lo primero que dices luego de nuestra reunión? Me lastimas.
- No tenemos tiempo de juegos, serás arrestado por todo lo que has hecho. – Declaró ella.
- Lamento decirte esto Vanessa pero eso será imposible. Verás, estoy en un sitio en el cual no podrás alcanzarme, claro, a menos decidas tomar el mismo rumbo, ya debes saber a lo que me refiero. – Por una razón estaban esas dos camas con los cascos ahí, el rostro de la rubia se endureció.
- ¿Has estado inmerso en el ciberespacio? No conoces los límites…
- Más que estar inmerso, me he ubicado perfectamente dentro de un juego, estoy cómodo aquí, aunque he estado algo solo, por esa misma razón es que decidí contactar a dos de las personas que más me agradan en el mundo para divertirme un poco.
- ¿A poco crees que seguiremos tu juego? Solo debemos encontrar tu cuerpo aquí y arrestarte rápidamente. – Expresó Ramón, a pesar de ello Axel se mostraba tranquilo.
- ¿Realmente quieres eso? A pesar de que igual tengo una sorpresa para ti Señor Ramón… solo déjame decirte algo… ellas siguen vivas…
- … ¿Eh? ¿A qué te refieres?
- Hace años pensaste que fueron borradas pero eso no es totalmente cierto, hubo reservas dentro de la red de Miracle Corp, reservas que logré salvar y transportar conmigo, ahora ellas se encuentran aquí, en algún espacio del juego donde estoy viviendo, aunque ese espacio parece algo separado del resto, que dices ¿no quieres volver a verlas? – Ramón bajó la mirada, apretaba su puño con fuerza y sus dientes crujían.
- No conoces la vergüenza Axel Smith… - Miró a Vanessa. – lamento decirte esto, pero yo…
- Entiendo. – Le interrumpió ella. – Es una oportunidad que esperabas, yo igual quiero capturar a Axel, parece que estaremos jugando en la palma de su mano un rato, pero déjame decirte algo. – Miró al monitor. – No importa en qué sitio sea y cuanta influencia tengas, iré por ti y te atraparé, eso lo juro.
- Ya veremos eso Vanessa… solo déjenme decirles algo, mucha suerte en intentar atraparme, les dejé un pequeño regalo para cuando lleguen. – El monitor se apagó en ese momento, la rubia soltó un suspiro.
- Entonces… ¿vamos?
- Si. – Respondió el castaño rápidamente. Los dos se acercaron hacia las camas, sujetando los cascos. – Jamás pensé que volvería a hacer esto.
- Será la primera vez para mí, pero no importa lo que pase, estaremos juntos en esto. – Ambos se recostaron y pusieron los cascos en sus cabezas. En ese momento varias luces invadieron sus ojos, antes de darse cuenta, todo se puso en blanco…
Ramón se sentía en las nubes, la misma sensación que tuvo cuando entró en Doki la primera vez, se despertó en una cama.
- Si que el viaje marea… - Habló, aunque por alguna razón escuchó su voz un poco más aguda. Decidió levantarse y caminar hasta llegar a un espejo, entonces vio la razón. – Esto… no puede ser, rejuvenecí.
Ramón estaba con su cuerpo de 17 años, tal y como había entrado en Doki la primera vez, volvió a ser un adolescente, no podía creerlo, tocándose la cara, era prácticamente igual.
- No sé si este sea el regalo de Axel… - Decidió salir de la habitación para recorrer el resto, se sorprendió al ver que era una casa grande y estaba totalmente amueblada con varias cosas, como si fuera de ricos. – Vaya bienvenida, dándonos un hogar lujoso.
- ¿Ramón? – Escuchó a Vanessa, volteó a ver para encontrarla, ella igual rejuveneció, regresando a ser como cuando tenía 25 años. – No puede ser, eres un jovencito de nuevo.
- Tu también te volviste más joven… parece que Axel realmente buscó que todo sea igual a lo de hace siete años. – Comentó él.
- Y además nos regaló esta casa, revisé que también tengo una tarjeta de crédito cargada con millones de dólares, ese sujeto…
- Por ahora no hay razones para desviarnos, si pudiéramos saber en qué juego estamos. – Ramón se puso a buscar pistas en la casa al igual que Vanessa, revisando el comedor, habitaciones y cocina. Justo pegado con un imán en el refrigerador pudo ver una hoja. - ¿Qué es esto?
Revisó el contenido, era una carta para entrar a una academia, y solo revisar el nombre fue lo que le sorprendió, decía "Academia Kisaragi"
- … Ya entiendo…
- ¿Encontraste algo? – Vanessa se apareció por un lado.
- Ya sé en qué juego estamos… y no es nada bueno, estamos en Corpse Party…
Ramón se dedicó a explicar a Vanessa de qué trata y todos los peligros que conlleva, la rubia chasqueó la lengua.
- Eso es malo… y esa academia a la que entrarás es el centro de todo ¿no?
- Ahora entiendo por qué Axel dijo que las chicas están en otro plano… deben encontrarse en esa primaria maldita, están en peligro.
- Parece que ya tienes algo qué hacer, yo igual, estaré buscando a Axel en este mundo.
- Tenemos trabajos qué hacer… al menos he vuelto a ser un adolescente por lo que puedo inscribirme en esa academia sin problemas como un estudiante de intercambio que llegó a Japón.
- Supongo qué haremos de familia, seré tu tía entonces. – Ella soltó un guiño.
- Es raro tener una tía estadounidense sexy mientras yo sea mexicano. – Soltó una risa el castaño. – Entraré a esa dimensión donde está la primaria Tenjin y rescataré a mis amigas.
- Lo tenemos entonces… aunque por ahora debemos acomodarnos, y parece que debemos hacer una visita a esa academia para que veas a los profesores antes de transferirte. – Al menos eso decía la hoja, Ramón asintió.
- Podemos ir hoy, no perdamos el tiempo, solo debemos cambiarnos a mejor ropa… si Axel realmente nos consciente, debe haber en los roperos.
- Vamos entonces. – Cada quien tomó su camino para cambiarse a otras ropas. Ramón encontró una playera azul con pantalones vaqueros mientras que Vanessa iba con una blusa amarilla y pantalones ajustados con botas. No solo con la casa los consintió Axel, también se encontraba un garaje con dos vehículos, un Maserati último modelo y una camioneta. – Se pasa Axel. – Comentó Vanessa, Ramón asintió.
A pesar de su cuerpo actual, Ramón podía seguir conduciendo por lo que se puso al volante aunque iban con las ventanas arriba para que la policía no los viera, puso la dirección de la academia en el GPS y fueron en camino, no tardaron bastante en llegar, estaba relativamente cerca. Ya entonces se estacionaron justo al frente, bajando en ese momento.
- Aquí estamos, jamás pensé que volvería a la preparatoria. – Comentó el moreno a tono de broma.
- No será justo para los estudiantes aquí, sabes más que ellos. – Le siguió el juego Vanessa.
- Ya luego me encargaré de destronar a quienes estén en primer lugar de calificaciones, vamos a las oficinas.
Los dos entraron por la entrada principal, algunos estudiantes que estaban cerca no podían evitar observar, más que nada a Vanessa la cual era toda una belleza, ella sonrió.
- Los jóvenes no me apartan la mirada.
- Veo que volver a una edad más joven igual hizo que vuelvas a esas tendencias seductoras. – No tardaron en llegar hasta las oficinas, más en específico a la sala de profesores donde se reunirían con uno de ellos, tocaron la puerta en ese momento.
- Adelante. – Escucharon una voz femenina al otro lado, abrieron la puerta para encontrarla. – Debes ser el estudiante que se transferirá aquí, estaba esperando, me llamo Shishido Yui.
El moreno enarcó una ceja, jamás pensó que de primera terminaría encontrándose con una de los personajes del juego, eso ya le daba una idea de a qué salón terminaría entrando, y les facilitaría las cosas, estar en el mismo que todos los estudiantes que van a la primaria le daría excusa para ir igual sin parecer raro.
- Mucho gusto, soy Vanessa Rollins, él es mi sobrino Ramón Flores Gonzales. – Presentó la rubia.
- Un estudiante transferido desde México es algo que no tenemos seguido. – Respondió la profesora con una sonrisa. – Veo que los dos dominan bien el japonés, así no tendrá problemas en ponerse al día con el resto.
- Lo haré bien sensei, igual ya espero poder hacer amigos. – Respondió el castaño.
- Me alegra, el salón donde serás transferido es donde yo soy la profesora principal, así que te estaremos esperando, mañana empezarás.
- Lo tengo, ya tengo ganas de comenzar. – Expresó él.
- Me encanta que seas tan enérgico, nos estaremos encontrando mañana entonces.
La reunión terminó unos minutos después donde Vanessa firmó papeles como su tutora, la inscripción estaba completa y Ramón empezaría el día siguiente.
- Eso fue demasiado fácil, al menos ya tengo un paso avanzado, solo debo hacerme amigo de los personajes y podré empezar por mi lado. – Comentó el moreno ya subiéndose a la camioneta.
- ¿Estarás bien? Según me dijiste, ese lugar estará lleno de peligros, podrías morir.
- No lo habrá, después de todo fui entrenado por una de las mejores agentes del FBI, y además tengo mi espada. – Soltó un guiño él, sabiendo que tenía el conocimiento, Vanessa podría estar tranquila.
- Lo tengo, esforcémonos en nuestros distintivos lados. – Afirmó ella, ya conduciendo de regreso a la casa, debía prepararse, regresaría al instituto al día siguiente y quería dejar una buena impresión.
Llegó la mañana, el moreno ya estaba levantado y se vistió con el uniforme de la academia, la camisa blanca, el blazer azul oscuro y los pantalones color café, una sensación de nostalgia le vino a la mente.
- Nunca pensé que volvería a estos tiempos… si me recuerda mucho a esos momentos con el club de literatura… - No tenía tiempo de seguir viéndose, bajó al comedor, Vanessa estaba preparando el desayuno.
- Pronto estará listo, no tardo. – Respondió ella mientras él se sentó.
- Vanessa ¿Cómo crees que dejaré un mejor impacto? Soy el estudiante extraño que habla poco y tiene un aire de misterio o de plano me presento como un mujeriego extranjero narcisista.
- No caigas en los clichés, deberías ser tú mismo. – Respondió ella, el castaño soltó una risa.
- Es verdad, seguro podré hacerme amigo de ellos con mi propia personalidad. – La rubia terminó el desayuno y se sentaron a comer, encendiendo la gran televisión pantalla plasma que tenían al frente. Ramón comió relativamente rápido para salir, ya tomando su mochila.
- Me iré caminando viendo que está cerca, nos vemos entonces. – Se despidió él poniéndose los zapatos.
- Buena suerte en tu misión. – Dicho eso, ya salió de la casa para ponerse en marcha hacia la academia, a pesar de todo estaba algo emocionado al respecto. No fueron más que unas cinco cuadras para poder llegar, vio otros estudiantes con el mismo uniforme pasar, ya finalmente llegó.
- (Aquí estoy… chicas, prometo que las rescataré, no importa que pase) – Dio un paso adelante.
Mientras tanto, en cierto salón donde ya varios alumnos estaban reunidos, un grupo estaba hablando entre sí, luego de que una chica de cabello azulado atado en coletas y estatura chica les pasara una noticia.
- ¿Un nuevo estudiante transferido? – Preguntó un joven de cabello castaño y complexión normal.
- Así es, el día de ayer algunos dijeron ver a dos personas que llegaron, una siendo una mujer rubia, parece que son de América.
- Eso ciertamente es inesperado, no hay muchos que viajen del otro lado del continente para inscribirse a una academia de por aquí. – Expresó un chico de cabello azul algo desarreglado y llevando lentes.
- Mientras podamos hacernos amigos de él, no me molestaría. – Respondió la chica de cabello castaño con una coleta que estaba a su lado.
- Tengan cuidado si es guapo Mochida-kun, no vaya a ser que te quite a Naomi. – Expresó una de sonrisa gatuna y cabello color café envuelto en dos bollos.
- ¡S-Seiko, que dices! – Expresó la castaña de cabello corto la cual la otra abrazaba.
- Ya llegó Yui-sensei. – Informó un chico de cabello rubio, todos fueron a sus respectivos asientos, la profesora entró en ese momento para ponerse en su escritorio.
- Hola a todos, hoy déjenme presentarles a un estudiante transferido que se unirá a nosotros el día de hoy, puedes pasar. – Miró a la entrada, en ese momento hizo su arribo hacia el salón, las miradas estaban sobre él, caminó con confianza para agarrar el gis y escribir su nombre con perfecto hiragana.
- Me presento, mi nombre es Ramón Flores Gonzales, vengo de México, un gusto conocerlos a todos y espero que podamos llevarnos bien. – Respondió con una sonrisa. Ese era el comienzo, a partir de ese momento no se detendría hasta poder cumplir su objetivo, la misión empezaría…
Buenas a todos, aquí vengo con una nueva historia, y digo nueva aunque realmente es una continuación de otro fic mío, si leyeron "cambiando el destino" es fácil saber que esta es su continuación, ya logré sacar un hueco para escribir otro fic y realmente tenía ganas de desarrollar este, ven que se llevará a cabo en Corpse Party, un juego que es uno de mis favoritos desde hace años que lo pude jugar y su historia me encantó, así igual trayendo en crossover con las chicas de Doki Doki que volverán a aparecer, aunque no muy pronto, me tomaré mi tiempo al respecto ;D ya ahora Ramón llegó ahí y primero deberá adecuarse a su vida escolar nuevamente y hacerse amigo de los protagonistas, todo eso se verá en el siguiente cap, nos vemos hasta la próxima semana. Saludos.