Eran sus primeros días en esta mafia, Louis insistía en llamarlo negocio, pero Dante sabía que solo era una forma de que sonase menos ilegal. Los demás miembros leones acogieron a Dante como si fuera un hermano pequeño, de hecho hoy llevarían a cabo una especie de "iniciación". Solo era una celebración, ni siquiera Dante sabía a donde le llevaban, cuando todos se subieron a ese coche tan grande y negro solo le comentaron que era una tradición entre los miembros novatos.

Llegaron en poco tiempo al lugar, era un edificio que no destacaba entre los de alrededor y eso le extrañó mucho, todavía no confiaba mucho en su entorno y se sentía muy amenazado por los otros leones. Antes de entrar Ibuki, uno de los leones más mayores, le puso la mano en el hombro a Dante y le dijo:

-Niño no hace falta que entres si no quieres

Ni siquiera se atrevió a mirarle a los ojos, ¿que podía hacer ahora? Escapar no era una opción, era un león demasiado débil. Con el poco valor que tenía consiguió decirle:

-Por mi está bien...

-Si tú lo dices

Ibuki abrió las puertas de par en par y empezaron a entrar poco a poco, con la confusión Dante se dio cuenta tarde de que aquello se trataba de un club de strippers. Dante rápidamente se llevó las manos a los ojos, pero un par de leones, Agata y Dolph, se las quitaron:

-Venga no te hagas el sorprendido, ni que nunca hayas visto a una mujer desnuda, que estás en la edad-le dijo Dolph.

-Y-Yo...

-No te preocupes Dante -le contestó Agata- Yo pasé por lo mismo, no es tan duro como parece...bueno depende de la chica que te toque

Estos dos agarraron a Dante por los brazos y lo llevaron al centro del lugar donde había una silla, lo sentaron ahí y de repente se apagaron las luces:

-Chicos yo no...

-Shhh -susurró Agata- Ya va a empezar

Dante levantó la vista hacia el escenario, de repente un foco de luz iluminó a una chica que estaba en el centro del escenario, era una leona joven, puede que algo más mayor que Dante. Ella empezó con su espectáculo, bailó de formas que Dante no conseguía comprender, ¿como alguien se podía mover así de forma tan natural delante de tanta gente? Se quedó fascinado sin poder apartar la vista de ella, ni siquiera se dio cuenta de cuando empezó a quitarse la ropa, se fue acercando a él poco a poco, se sentó sobre él, se acercó a su mejilla y le dio un pequeño beso. La leona volvió al escenario y siguió bailando un buen rato al sonido de la música y a los silbidos y aplausos de los demás.

Dante ya no pudo seguir mirándola, se sentía fatal, solo por resolver algo que le daba curiosidad y que no entendía se involucró en esto, se llevó las manos a la cabeza e ignoró el resto del espectáculo. No supo reconocer si pasaron minutos o horas desde que se llevó las manos a la cara, su memoria estaba fallando, cuando miró a su alrededor se encontraba solo en un pequeño cuarto, bueno no estaba solo, delante de él estaba la misma leona de antes:

-Por fin te despiertas -Dijo la leona, de más cerca le pareció más joven, con un pelaje tan rubio que era casi blanco- Cuando tus amigos me ofrecieron esto pensaba que sería más tranquilo, pero ahora que estás despierto...

Ella se fue acercando hasta sentarse en las piernas de Dante:

-¿Como...Como te llamas?

Cualquier pregunta era buena para no pensar en lo extraña que era esta situación:

-Cristal

-Supongo que no es tu nombre real...

-Que listo...¿Tu nombre?

-Dante

-¿No eres un poco joven para estar en un lugar como este Dante?

La forma en la que dijo su nombre...no supo distinguir si le parecía malo o bueno:

-Tú también pareces joven

Ella puso su rostro muy cerca del suyo:

-Tienes un pelo precioso... -La leona puso sus manos en la cara de Dante- Nunca había visto a un león con un pelo tan blanco

-Si...no quedamos muchos

Cristal no paraba de mirar a Dante directamente a los ojos, esto hacía que se sintiera muy incómodo:

-¡Dante espero que hayas terminado tenemos que irnos!

Gritó uno de sus camaradas leones:

-Vaya, justo cuando comenzaba la diversión

Cristal se quitó de encima del león y sin siquiera decirle nada se fue por una de las puertas, Dante también salió del lugar, no podía soportar estar más ahí dentro, por suerte Ibuki también estaba fuera:

-¿Ha pasado algo Ibuki?

-No, solo que el jefe nos necesita -dijo él mientras encendía un puro- querrá solo decirnos algo, si quieres puedes quedarte más tiempo, es tu noche después de todo

Para Dante cuanto menos supiera de los planes de Louis mejor se sentía:

-Eh sí, me quedaré un rato y luego volveré a casa

-Como quieras chico

Al rato los demás se subieron de nuevo al coche y dejaron a Dante ahí solo, no tenía ganas de volver a ese lugar, todavía no era muy tarde así que decidió dar una vuelta por la ciudad, acabó en un mirador en lo alto de una pequeña colina, desde ahí se podía ver media ciudad, estaba completamente iluminada y brillaba mucho más que las estrellas:

-¿Tus amigos te han dejado tirado?

Dante se giró, detrás de él estaba la chica de antes, fumando y con una gran cazadora por encima que le cubría todo el cuerpo:

-Eh yo...

-No eres muy elocuente parece ser, ay... -Tiró el cigarrillo al suelo e inmediatamente se encendió otro- ¿Pensabas irte ya?

-Sí, bueno... -Él ya no podía volver a la escuela después de todo esto, durante varios días estuvo durmiendo en las "oficinas" del Shishigumi, a estas alturas no tenía donde quedarse- No...no tengo un sitio a donde ir...

-...Ya veo

Se fue acercando poco a poco hasta apoyarse en la barandilla del mirador, sacó un mechero de un bolsillo y volvió a encender otro cigarro:

-Danna

-¿Danna?

-Ese es mi verdadero nombre

-El mío es Dante...

-Lo sé, no parecías lo suficientemente listo como para inventarte un nombre

Eso le sentó algo mal, pero en parte tenía razón:

-¿Que hace alguien como tú con unos tipos como esos?

-¿Alguien como yo?

-¿No te has mirado en el espejo? ¿Eres un hijo rebelde de un padre millonario?

-Soy adoptado, nunca conocí a mis padres

La leona enmudeció:

-La gente siempre me trata mejor por mi aspecto -continuó Dante- No por parecer fuerte o más grande, sino por lo "puro" que parezco y eso me hace ver casi tan débil como un herbívoro, incluso mis padres adoptivos eran un par de gatos corrientes que me escogieron por ser inofensivo

Danna no pudo evitar reírse:

-¿Qué...que es tan gracioso?

-Jajaja bueno...-dijo Danna medio riéndose- No sé si es más gracioso que te creas inofensivo o que todo un león albino haya sido criado por dos gatos

-...

-Perdona perdona...-tiró los poco que le quedaba del tabaco al suelo- Pero en serio, si piensas que tienes algo de inofensivo es que nunca has conocido a otro león, estamos hechos de otra forma distinta a los demás felinos, en otra época éramos los reyes...o eso me decía mi abuela -ella hizo una breve pausa, parecía algo triste hablando de este tema- Incluso me llegó a contar que los leones como tú erais los más salvajes, los más ambiciosos y a veces los más egoístas y eso poco a poco acabó con vosotros

-Parece que estás describiendo a cualquier animal menos a mi...

Danna seguía hablando mientras parecía que ignoraba lo que decía Dante:

-Deben de quedar como 10 leones albinos por todo el mundo incluyéndote a ti, se podría decir que estáis en peligro de extinción, ¿tú te sientes en peligro?

Era una pregunta que jamás le habían hecho:

-No...no normalmente

-Creo que cuando estes en peligro de verdad, como lo estamos los leones normales, dejarás de decir que eres inofensivo, ninguno lo somos Dante

Danna se dio media vuelta y caminó hasta un coche que estaba aparcado cerca, antes de montarse en él le dijo una última cosa:

-Me encantaría hablar contigo otro día Dante, ven a verme cuando quieras

Sé subió al coche y se fue sin decir nada más, ahora Dante tenía otro nuevo problema. Su vida no podía ser más caótica en este momento. Tenía que centrarse, tiene que encontrar a esa loba.