Disclaimer: Los personajes no son míos, la historia sí.

RESUBIDO.

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Desde que empezó a trabajar para él, Pepper soportó error tras de error de Tony Stark.

¿Llegadas tardías a juntas de trabajo?

"Está en camino"

¿Tratos comerciales internacionales?

"Por supuesto, él está comprometido con el proyecto… pero prefiere el perfil bajo"

¿Piezas artísticas, automóviles clásicos?

"Sí, él está interesado… no importa el precio"

¿Demandas por acoso sexual?

"El cheque está listo, entrégueselo a su cliente y recuérdele que estos incidentes no pueden pasar otra vez"

¿Intentos desesperados de mujeres por atraparlo?

"La agenda del señor Stark no la incluye, cuanto lo siento" o"El señor Hogan recuerda claramente no haberla visto jamás"

Pero un hijo era otro nivel.


Bien, ella no tenía nada en contra del chico, él no tenía la culpa de nada y Pepper era lo suficientemente madura para entenderlo, no existía culpable en realidad.

Tony había tenido una cantidad exorbitante de relaciones fugases del tipo "si te vi no me acuerdo, y si no me acuerdo no pasó", porque Tony podía recordar cosas científicas realmente complicadas, pero era muy olvidadizo cuando de mujeres con las que estuvo apenas unas horas se trataba.

Pepper recordaba a mujeres intentando amarrarlo con un falso embarazo, aunque pronto se daban cuenta que eso no funcionaba con Stark, unas cuantas frases inteligentes por parte del hombre y la verdad salía a la luz.

Pero la madre de su hijo era diferente.

Peter era producto del matrimonio fugaz de tres meses entre Tony y una artista bohemia italiana, la mujer era muy guapa, en ese tiempo llevaba el cabello pixie que lograba lucir fantástico, tenía la piel blanca y un cuerpo de infarto, los atributos físicos idóneos que captaban la atención de su jefe, pero también era inteligente, divertida y mordaz, la única persona, además de ella y Rhodey, capaz dejar a Tony sin palabras.

Por lo que Pepper sabía, Tony la conoció en una exposición de arte, su pintura era la mejor y cuando Stark quiso comprarla, ella simplemente dijo que no, Pepper sabía del circo que montó Tony para conseguir que May Tomei aceptara salir con él, casi un año de relación después, ellos, bastante ebrios, se dijeron el sí quiero ante Elvis en una capilla en Las Vegas.

Pepper se había sorprendido mucho por su jefe casado, en ese entonces ella no sentía más que un cariño fraternal hacía él, y May Stark se le hacía la mujer ideal para Tony, tras tres meses de jugar a la casita, ella se había ido y su jefe, después de buscarla por meses─ dedujo que May no quería que él la encontrara─ no habló de ella en los quince años que pasaron.

Ni Happy ni Rhodes decían su nombre como arma ante sus discusiones con Stark.

Pero cuando vio al chico, con el cabello castaño, la nariz perfilada y los ojazos achocolatados, no pudo evitar pensar en lo mucho se parecía a Tony. May Parker, la ex mujer de su ahora prometido se había vuelto a casar, tenía el cabello castaño, pero el de ella era más oscuro que el de Peter, como la caoba, y desde luego los ojos verdes de May no eran como los de Peter, porque existe una diferencia enorme entre los ojos verdes y los ojos marrones.

Se dijo que estaba viendo cosas, que quizá, en cuanto se casaran, se apresuraría a darle un hijo a Tony, se dijo que solo estaba viendo en aquel chiquillo su deseo de un pequeño Stark.

Entonces Tony llegó con las buenas nuevas.


La madre del chico era la antigua señora Stark, y el padre muerto del chico no era más que su padrastro. Aparentemente, May no sabía que estaba embarazada hasta un mes después de tomar su cepillo de dientes e irse a Londres, el lugar donde Peter había venido al mundo.

Potts no pudo evitar pensar que May no volvió para que Tony cargara con Peter, ¡si hasta trató de esconder al niño de su padre!, y Stark no parecía decidido a perdonar aquello.

También las palabras de su madre resonaron en su cabeza.

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—La verdad que no sé qué ves en él, su dinero seguro que no, tu padre y yo te educamos lo suficientemente bien como para que no fueras una de esas sucias arribistas que merodean como tiburones…

—Mamá

—Yo solo digo la verdad.

—Tony nunca te ha caído bien, ni a ti ni a papá— contraatacó, no le gustaba como su madre se expresaba del hombre que amaba—. Esa es la única verdad.

—No es un secreto que tratemos de ocultar.

—Al menos podrías ser más educada con él, Tony nunca habla mal de ustedes.

—Más le valdría que no, sabes bien que nunca nos gustó para ti.

—No entiendo por…

Su madre la interrumpió.

—Ha tenido tantas amantes, así que no te sorprendas si se enreda con esa tal Viuda Negra o si le aparece un hijo.

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Entonces los padres de Pepper estuvieron de visita un fin de semana y ella insistió para que se quedaran en el Complejo, éste era tan grande que Potts esperó que Tony pasara el tiempo con su hijo y ambos no aparecieran.

Pero el destino era cruel.

—Joanne, Martin, que gusto que estén aquí— dijo Tony—. Pepper ¿por qué no me dijiste que tus padres nos visitaban?

Los Potts pusieron su vista en ella, Tony besó la mejilla de Joanne contra la voluntad de ambos y estrechó la mano de Martin también contra la voluntad de ambos. Y apareció Peter.

Pepper no pasó por alto la mirada analizadora que sus padres le dieron al niño y que encontraron precisamente lo que buscaban: el parecido con Tony.

No valía la pena negar la verdad y Tony encantado presentó al chico, su madre era toda sonrisas y su padre toda admiración, no ante la gran inteligencia de Peter, no, era un Stark, los Stark brillaban por eso, sino ante sus buenos modales que nada tenían que ver con los de Tony.

En cuanto se quedaron solas, su madre no se mordió la lengua.

—Pepper…

—¡Ya sé que me lo dijiste! —Joanne arqueó una ceja ante el tono de su hija.

—Yo sabía que un día aparecería uno, pero jamás esperé que Anthony lo quisiera.

—Peter es un caso diferente.

—Eso ya lo veo, es encantador y amable, cualidades de las que Tony carece, pero que en tu necedad no ves.

—Su madre lo crio bien, supongo.

—Por cierto, ¿quién es?, debe ser importante como para que Anthony traiga al niño de aquí para allá.

—Ya te dije era un caso diferente.

—Pues ilumíname, Virginia.

Y se lo contó, le habló de May y que ella no sería la primera señora Stark de Tony, le habló de cómo había mantenido a Peter en secreto y del tipo de mujer que era la madre del chico.

Joanne silbó.

—Anthony tuvo las mujeres que quiso, pero un hijo es otra cosa y es lo que más temí para ti— Pepper quería decirle que se callara—. Solo date cuenta, ve como mira al chico, como se comporta cuando está con él, está experimentando la sensación de ser padre por primera vez y no es con tu hijo, sino con el de otra mujer, para cuando tú le des uno, ya no quedará nada.

—No digas eso, a Peter lo crio otro hombre, Tony criará al nuestro.

—Válgame el cielo, no, el chico no necesitó de Stark y mira que agradable es, si una cosa hizo bien esa mujer fue alejarlo de él.

—Entonces no entiendo por qué te quejas de que ya no habrá nada para mi bebé.

—Porque no creo que Stark pueda querer a otro niño, no como quiere a este─ Joanne cogió el mentón de Pepper con sus manos—. Anthony no es alguien que quiera a mucha gente.

"Pero me quiere a mí" se dijo ", y va a adorar a nuestro bebé".


El día de su boda llegó, Pepper y Tony radiaban felicidad, incluso sus padres redujeron sus comentarios ácidos hacia su ahora esposo, pero ni siquiera ante toda su dicha, Pepper pudo evitar notar la mirada de desdén que su madre dirigió a May, y que gracias a Dios Tony no notó. No toleraba el menor desaire a la mujer que le había dado un hijo, quien asistió a la boda a petición de Peter.

Pepper aprovechó que Tony se entretuvo presentando al niño con el nuevo senador para alejarse y hablar con su madre. Joanne terminaba de dar unas cuantas instrucciones a los meseros cuando llegó junto a ella.

—Tenemos que hablar mamá.

—Claro que sí Virginia— le cogió la mano—, soy consciente que tu esposo no es tan brillante para ciertas cuestiones que no involucren números y sustancias, ah sí— añadió como si se le acabara de ocurrir y Pepper se preparó para el golpe—, para tener muchas mujeres y engendrar un hijo— la nueva señora Stark apretó los dientes—, pero creo que su amistad con los ridículos de Los Vengadores sería útil ahora.

—No es el momento ni el lugar para hablar de eso…—Pepper comenzó a hablar, su madre la interrumpió.

—Mira nada más, mordiendo la mano que le da de comer— ella fijó la vista donde Joanne la tenía puesta, ella miraba a May charlando alegremente con nada más y nada menos que Pietro Maximoff—. Eso, Pepper mi amor, es ser mal agradecido.

—No te entiendo.

—A veces pienso que eres corta— bufó la mujer mayor—. May es la ex mujer de Anthony, y por lo que sé, ese muchacho vive de tu esposo.

—Pietro se fue a Queens, tiene un trabajo y Tony ya no siente más que afecto hacia May— Pepper se enderezó—. De ella quiero hablarte precisamente.

Su madre levantó una ceja, inquisitiva.

—No me gustó la forma en que la miraste cuando supiste que estaba aquí, te pido por favor que te controles y no digas nada de ella delante de Tony y de Peter…

—¿Por qué?

—Es su ex mujer y la madre de su hijo.

—Eso no tiene nada que ver con que esté aquí, pensé que tenía algo llamado vergüenza.

Pepper le explicó que la invitó para ganarse a Peter, aunque esa excusa sonó muy pobre hasta para ella, lo cierto era que May la recordaba con cariño y ambas se volvieron amigas, además, el chico la adoraba y ella a él, desde que Tony gritó al mundo su paternidad, Peter asistía junto a él a todos los eventos realmente importantes, y May de vez en cuando los acompañaba.

Su presencia era constante.

—Tienes razón, la presencia de los Vengadores no sería oportuna— su madre se enderezó—. El tarado de Thor comenzaría un aburrido torneo de "¿quién es capaz de levantar mi estúpido martillo?", el Capitán Rogers se humillaría al no poder lograrlo, tu esposo también a menos que ya lo hubiera hecho antes, Bruce Banner se enfadaría por perder y destruiría tu preciosa fiesta, pero ¿sabes una cosa?, quizá la resbalosa de Natasha Romanoff serviría para algo y por primera vez no me desagradaría verla susurrando ordenes al oído de tu esposo, quizá de ser así, Anthony te prestaría atención.

Pepper se puso rígida. A su madre nunca le habían agradado los Vengadores.

—Ni siquiera te esfuerces ya en darle un hijo a tu marido, ambos son demasiado mayores, dudo que él le preste atención. Los Stark no cuidan de sus niños.

"Tony cuida de Peter, y también cuidará de nuestro bebé"

Si Pepper no se echó a llorar en ese momento fue porque Tony comenzaba a acercarse a ella. Lo último que quería era que su esposo corriera a su madre delante de todos los paparazzi.


—Tranquilízate ya, vas a hacer un agujero en la alfombra.

Pepper paró su caminar.

—Lo siento, no puedo, estoy muy preocupada.

Joanne bufó.

—No te culpo, tu esposo se subió a una nave espacial y no ha regresado desde entonces— le sirvió una taza de té—. Tómate esto, te ayudará a relajarte.

Potts aceptó la taza y bebió un sorbo. Su padre entró.

—¿Enserio irán a vivir a esa cabaña en el bosque?

—No está en el bosque— sus padres arquearon una ceja—. Bueno, lo está, pero es más que una cabaña, no es lejos de la ciudad, veinte minutos como mucho.

—Quiero ver cuanto es que Stark aguantará ahí, lejos de sus lujos.

Pepper se mordió la lengua para no decirles lo lujosa que era la nueva casa.

—Al menos no te llevó a la mansión de Malibú, donde vivió con esa mujer— comentó su padre.

—Calla, quizá cuando se canse de esa cabaña, quiera irse a California de nuevo…

—¡Ya basta! —explotó Potts, sus padres estaban atónitos—. Estoy harta que hablen de mi de esa manera, como si fuese una estúpida por estar con Tony.

—Virginia…— advirtió su madre.

—Cállate, mamá— la cortó—. Estoy cansada que traten a Tony con la punta del zapato, no lo conocen en lo más mínimo.

—Estás exagerando las cosas…

—Los únicos que han exagerado las cosas son ustedes, juraban que nunca me casaría con él y miren— les mostró su lujoso anillo de casada—, ya pasaron dos años de eso. Si siguen teniendo es actitud, lo único que van a lograr es que yo…

—¿Qué tu qué? —la retó Joanne.

Pepper se pudo derecha.

—Que yo no vuelva a venir a verlos. Tony es lo único que quiero y si no lo aceptan, pues lo siento mucho por ustedes.

—¡No le hables de esa forma a tu madre! —Martin la encaró—. Te lo advierto, Virginia…

No pudo acabar porque empezó a hacerse polvo.

—¡Papá!

—¡Martin!

Ambas mujeres gritaron, horrorizadas, se miraron y, cuando se abrazaban, Joanne también se desvaneció.

—¡No!

El grito resonó por la casa vacía.


—¿Pepper? —alguien le tocó el hombro—, ¿estás bien?

Unos brazos fuertes la levantaron del suelo, se había desmayado.

—¿Pepper?

Su vista se enfocó, era Rhodey.

—Rhodey— sollozó, aferrándose a él—, mis papás Rhodey.

—Lo sé, lo sé— Rhodes le acarició el cabello.

—¿Qué pasó?

Lloró con más fuerza cuando el mejor amigo de su esposo terminó de contarle todo.

—Tony— recordó—, ¿dónde está?

—No lo sabemos Pepper, esperamos que esté bien.

No pudo hacer más que llorar otra vez.


—¿Qué hora es? ─preguntó Thor.

—Media noche— contestó Pietro y el dios solo asintió.

—¿Quieres cargarla? —Natasha se acercó a ella, con una bebé en los brazos. Sabía que solo trataba de distraerla.

—Es hermosa— dijo mientras cogía a la pequeña India Rose en brazos.

Pietro le sonrió.

Gracias.

No podía creer lo fuerte que era, tenía veintidós años y lo único que tenía era a esa pequeña bebé. Su hermana, su cuñado y su esposa se habían ido… y quizá su hijastro también.

"También es tu hijastro"

—¿Cómo harás para cuidarla?

El sokoviano se encogió de hombros.

—Algo se me ocurrirá, ustedes me han ayudado mucho estas tres semanas.

Natasha y ella se dedicaron a cuidar a la pequeña India Rose para no pensar en lo que pasaba. Pepper estaba sorprendida de lo buena que era la rusa con los niños. Algunos objetos comenzaron a temblar.

—¿Qué está pasando? —Thor se puso de pie.

Pietro estuvo a su lado en menos de un segundo, Pepper le pasó a la niña y esperó. Natasha se acercó al ventanal.

—Es una especie de resplandor— informó y miró al dios del trueno con preocupación—. Quizá sea una nave.

El corazón de Pepper saltó, ojalá que lo fuera.


Cuando miró la prueba positiva en las manos de Tony, el corazón y el estómago de Pepper podrían haber competido con el mejor nudo del mundo. Tenía dos meses de embarazada.

Tony no habló, se quedó quieto durante tanto tiempo que ella pensó en irse, pero la puerta de la habitación se abrió dando paso a Harley, y con ello la estupefacción de su marido se acabó, se puso de pie y la apretó con fuerza. Pepper se echó a llorar.

—¿Pasa algo? —el muchacho se quedó en su lugar.

Tony se giró, aún abrazado a Pepper, para mirarlo.

—Vas a tener un hermanito— anunció con la voz cargada de emoción.

Eso bastó para que Harley se abalanzara hacia ellos y los abrazara.

¿Cómo es que habían llegado a ese punto?

Después del chasquido, Pepper esperó por tres semanas, con el alma en un hilo, noticias de su esposo, éste al final apareció en una nave, delgado y deshidratado, vivo y muerto a la vez.

—Mi niño, Pepper, mi Peter— se permitió llorar cuando Bruce salió de la habitación—. Lo perdí y no pude hacer nada para protegerlo.

Pepper lloró mientras le besaba la mano huesuda.

—Lo siento mucho, mi amor.

—¡May! —pareció recordar a la mujer—, tengo que decírselo, tengo que decirle que nuestro Peter…

Pepper lo hizo callar.

—Ella también se fue Tony— la mirada de su esposo se desencajó—. Solo quedaron Pietro y la bebé.

Pobre niña, la pequeña tenía solo tres meses de haber llegado al mundo y su madre ya no estaba, pero a pesar del dolor de perder a su esposa y a su hermana, el sokoviano parecía estar dispuesto a sacar adelante a su hija.

—También desaparecieron mi madre y mi…

—Poco importa la arpía de tu madre en este momento— la interrumpió Tony, y antes que el calmante se lo llevara, alcanzó a darle una instrucción—. Harley, el chico, búscalo.

Ella lo hizo, él estaba en Tennessee donde vivía, pero estaba solo. Su madre desapareció con el chasquido, su hermanita había muerto un par de años atrás y su padre, él los dejó cuando Tony lo conoció. Y ahí estaban, a días de haber terminado de firmar los papeles pertinentes para que el chico fuese hijo de ambos, pasaron solo semanas desde la gran tragedia, pero debían seguir adelante. Pepper esperaba que su esposo no viera en Harley un reemplazo para su hijo perdido.

—Y jurabas que no estabas embarazada cuando te lo pregunté ese día en el parque— Tony la besó en la mejilla—. Yo sabía que sí.

—Yo te juro que pensé que no.

—Son dos meses Pepper, nacerá en diciembre— Stark parecía realmente emocionado.

—Será niña— declaró Harley.

—Oh, lo será— Tony le revolvió el cabello rubio—. Y tú serás su sombra.

Pepper los apretó en un abrazo.

Ojalá que ese fuera el primer paso a una nueva vida.


—El cumpleaños de Harley es en un par de días— Pepper entró al laboratorio—. Espero que tengas algo planeado.

—Por dios, Peps, es un adolescente, sé lo que les gusta a los adolescentes.

—¿Sí?, pues dímelo.

—Estoy organizando una fiesta en Los Hamptons— le comunicó Tony—. Llevaré a sus amigos y estarán de regreso el domingo por la mañana, es una suerte que su cumpleaños sea el sábado.

Ella rodó los ojos.

—A Harley no le gustan las fiestas, cariño.

—Lo sé, tampoco le gustaban a Peter…

Su voz se fue apagando de a poco.

—Mira Tony, quiero que entiendas que Harley no es Peter, y no debes compararlos—habló pausadamente, no quería que su esposo se alterara—. Harley no está con nosotros para suplantarlo ¿bien?, es nuestro hijo.

—Me queda muy claro Pepper— su tono sonó más duro de lo que pretendía, la herramienta que estaba usando hizo un ruido fuerte al impactar en el suelo cuando él la arrojó.

—Tony, yo entiendo que…

—Tu no entiendes nada, discúlpame, pero es la verdad, jamás vas a sentir la perdida de Peter como yo— hizo una pausa─. Soy yo el que entiende que él no era tuyo, no era tu hijo, supongo que te pedí demasiado con que lo amaras como si lo fuera.

Ella se tocó el vientre ligeramente abultado. Tony no podía estar diciéndole aquello.

—No digas eso, yo quería mucho a Peter, jamás me sentí en la obligación de hacerlo ¿de acuerdo?, tienes razón, era tu hijo y eso fue suficiente para mí— él soltó un suspiro—. Quizá no fue la forma de decirlo y siento mucho si te di la impresión que la muerte de Peter no me importa.

Esperó a que él respondiera algo.

—Tu planea donde quieres que celebremos el cumpleaños Harley, yo ya tengo el regalo.

Pepper asintió y se fue.

Mejor no presionar las cosas.


Los siguientes meses solo se basaron en los excesivos cuidados de Tony, ¿qué si quería ir para allá? ¿qué si quería ir para acá?, jamás se quedaba sola. Los Vengadores sobrevivientes estaban emocionados con la llegada del bebé, algunos estaban buscando su camino también, incluso Pietro la dejó practicar un poco con su pequeña hija. Y Harley, Harley no paraba de hablar de su hermano.

—¿No pudo venir papá? —preguntó, se bajó del coche y le abrió la puerta, ayudándola a caminar.

—Nop, ha estado presente en todas las ecografías, pero no quería que estuviera en esta— Pepper se apoyó en él—. ¿Acaso tenías algo que hacer?

—En absoluto, es solo que él siempre viene contigo, ¿por qué no lo quieres aquí esta vez? —entraron al consultorio de la ginecóloga.

—Porque van a decirme el sexo del bebé, no quiero que tu padre lo sepa.

Harley se le quedó mirando, con los ojos brillantes.

—No puedes decírselo.

—Claro que no— la dejó en una de las sillas de la sala de espera, se acercó al mostrador para hablar con la enfermera—. Hola, soy Harley Stark, tengo una cita hoy, a nombre de Pepper Stark.

La enfermera los hizo pasar y la ginecóloga llegó para atenderlos.

No pudo evitar llorar cuando la doctora se los dijo, Harley rió y aplaudió, encantado, la besó en la mejilla y no dejó de ver la ecografía cuando se las dieron.

—Tienes que ayudarme a planear como decírselo a tu papá.

Harley asintió, feliz.


—¿Está lista la cámara? —preguntó Pepper en un susurro.

—Lo está— respondió el chico de la misma forma, después apuntó con su dedo en dirección de la microscópica cámara, su madre asintió. Querían grabar su reacción.

Tony entró a la cocina.

—¿Tú que haces aquí? —le preguntó al muchacho mientras se sentaba—, ¿no deberías estar en la escuela?

—Es viernes, mamá dijo que podía faltar solo hoy.

—¿En serio? —se giró hacia su esposa—. ¿Dejaste que el chico faltara? ¿tú?

—Es su ultimo año en la preparatoria y tiene buenas notas— puso unos panqueques delante—. Puede permitirse faltar un día.

—Eso es raro en ti… un segundo, ¿tu cocinaste? —Pepper asintió—. Demonios Peps, deberías estar descansando, tendrás al bebé en menos de tres semanas— miró a Harley—, ¿cómo dejas que tu madre cocine? —el chico sonrió y Tony volvió su atención a los panqueques—. Activaré los robots del aseo de nuevo, ahora voy a comerme este desayuno que mi esposa embarazada preparó.

Pepper y Harley aguantaron la respiración cuando Tony partió un trocito de panqueque, lo miró raro.

—Pepper, amor, no que me queje, pero el panqueque está rosa.

—Ajá.

Tony miró la mesa con más atención. Estaban usando las tazas rosa palo y un líquido rosa estaba vertido en la jarra, remplazando el jugo de naranja, las servilletas también eran de color rosa y el mismo Harley traía puesta una camiseta rosa pastel.

—Si están tratando de decirme que Harley es gay, solo háganlo— apretó la mano del susodicho cariñosamente—. Yo te apoyo y te quiero tal y como seas.

Pepper quería golpear a Tony en la cara.

—Soy muy heterosexual ¿de acuerdo? —aclaró Harley—, pero ¿no se te ocurre otra razón para explicar el color rosa?

El genio se lo pensó un momento, abrió los ojos como platos.

—No…

—¡Sí!

Tony se puso de pie y abrazó a Pepper con cuidado.

—¡Es niña! ¿verdad?

Pepper y Harley asintieron.

—Fantástico, una niña— susurró, como si aún no pudiera creerlo, atrajo a Harley hacia el abrazo—. Te dije que serías su sombra.

—Oh, lo seré.

Tony lo besó en la frente.


—Es tan pequeñita— recorrió con un dedo la pancita de la bebé, hablaban en susurros para no despertarla.

—Es preciosa— el muchacho besó los pequeños deditos—, ¿aún no deciden como van a llamarla?

—Ya lo decidimos, es tu hermana y no lo sabes— negó con la cabeza, fingiendo desacuerdo—. Morgan H.

—Sabía lo de Morgan, no sabía del segundo nombre— la bebé se revolvió.

—Shhh, habla más despacio, la despertarás— palmeó suavemente el pecho de la pequeña, después de un momento dejó de removerse.

—Lo siento.

—Está bien, pásame la cobijita y mira que tu madre no esté cerca, nuestra reputación de hombres fuertes no puede quedar por los suelos.

Pepper, quien miraba por un espacio de la puerta, contuvo una risa, su corazón se enterneció ante la escena que presenciaba, sus dos chicos cuidando del sueño de su pequeña bebé.

Tal vez todo estaba mejor.


—¿De qué sabor quieres el helado?

—Fresa— contestó y le tendió un billete de veinte dólares—, pide uno pequeño de nueces para Morgan. Elige el que quieras.

Harley asintió, tomó el cochecito de su hermana y se alejó junto a ella al mostrador. Se encontraban en una tienda de helados orgánicos.

Mantenía a su familia en una vida saludable.

—Este lugar me encanta— una mujer desconocida tomó asiento en la mesa junto a ella con un pequeño vasito de papel encerado con helado en las manos—. ¿Va a quedarse aquí?

—Oh no, es para llevar— aclaró Pepper rápidamente—. También a mí me gusta aquí, uno de los pocos lugares orgánicos realmente buenos.

—Estoy de acuerdo— se abanicó con una mano, miró en dirección de Harley y Morgan—, ¿son sus hijos?

Ella sonrió.

—Sí, ambos son míos.

—Se ve demasiado joven para ser madre de un muchacho. ¿Cómo se llaman?

—Es usted muy amable— Pepper apenas podía creer que mantuviera esas platicas que las mujeres ya adultas tenían con desconocidas—, el chico es Harley y la bebé es Morgan.

—Debió confundirse al momento de elegirlos— bromeó—. La niña debe parecerse a su papá— comentó—, el chico se parece más a usted, por el pelo y los ojos.

Aunque no era su hijo biológico, Pepper amaba que las personas que no sabían ese dato encontraran parecido entre ambos.

—Sí, mi hijo salió más a mí, la bebé es idéntica a su papá.

La mujer bufó.

—Considérese afortunada que uno de ellos se parece a usted, yo le di cuatro hijos a mi marido y ninguno de ellos salió a mí, nueve meses compartiendo mi cuerpo con cada uno de ellos para que al final le dieran el lado a su padre después de nuestro divorcio.

Pepper silbó.

—Vaya, lo siento mucho.

La mujer le restó importancia, estaba terminándose el helado.

—Al menos logré sacarle mucho dinero durante el proceso— ambas mujeres no pudieron evitar reír—. ¿Tiene más hijos o solo son ellos dos?

"Sí, mi marido tiene otro hijo, pero está muerto"

—No, solo son ellos dos.

Y se arrepintió al instante de decir aquello.


—¡¿Qué demonios te pasa, chico?!

Harley miró atónito al hombre.

—¿Disculpe?

—¡Era el turno de mi nieta!

—Lo siento, pero está equivocado, es el turno de mi hermana.

El hombre parecía indignado.

—¿Quién te crees que eres? —lo señaló—. ¿Crees que por ser blanco mereces ir antes que mi nieta?

Pepper apretó los dientes, sabía que era mala idea ir a ese lugar tan… peculiar, pero su esposo insistió que ahí vendían las mejores salchichas de Nueva York, aunque le gustaba llevar una vida saludable, de vez en cuando permitía que comieran ese tipo de comidas. En ese momento la comida no era el problema, sino el lugar, estaban en un barrio de personas de color, ella no era racista ni su familia tampoco, el problema era que algunas de las personas que comían ahí lo eran, y el hombre que le gritaba a Harley era una de esas personas.

—Tony, vámonos ya.

Pero Tony parecía muy enojado.

—¿Por qué vamos a hacerlo? ¿por ese viejo racista? —se puso de pie.

—… tal vez tu y tu hermana blanca deberían volver a ese lugar lujoso del que salieron— estaba diciendo el desagradable hombre cuando su esposo llegó.

—¿Hay algún problema?

El tipo lo miró.

—¡Ah, otro! ¿es que donde viven no hay lugares para comer?

—Nosotros vivimos en Nueva York, al igual que usted— por el tono de Tony, Pepper no sabía que esperar—. Desde donde estaba sentado con mi esposa pude darme cuenta que hostigaba a…

—Era el turno de mi nieta para pedir su salchicha, pero este niño— apuntó a Harley, despectivamente—, se adelantó.

—Él llegó antes que ustedes.

—Usted no es nadie para contradecirme…

—A ver, mi hijo no tiene la culpa que usted sea alguien tan cerrado a la diversidad de culturas de este país…

Pepper dejó de oír lo demás en cuanto escuchó lo que Tony dijo: mi hijo. Él siempre se refería a Harley por su nombre o por "el chico", pero nunca por "mi hijo", oírlo decir eso le removió el corazón. Había pasado ya un año de la adopción y Tony parecía aceptar al niño, lo quería sí, eso no lo dudaba, pero por fin lo veía como realmente suyo.

Pepper se acercó a ellos.

—Genial— soltó el hombre cuando la vio—, ahora también tendré que soportar a su esposa blanca.

Eso pareció colmar a Tony.

—No sé porqué piensa que ser blanco está mal, pero déjeme decirle que no voy a permitir que se dirija a mi mujer de esa manera.

—Está bien, vámonos— cargó a Morgan y Harley la siguió de cerca—. Pasaremos a otro lado.

Estaba demasiado contenta como para que le importara que Tony no dejó de quejarse del racismo durante todo el camino.


—MIT es la mejor opción que tienes, esa o irte a la calle.

—¡Tony!

—Sin presiones.

—Lo que tu padre quiere decir— Pepper le envió una mirada fulminante a su marido—, es que puedes elegir la universidad que quieras, y nosotros te vamos a apoyar.

—Pero dejarás de ser mi hijo sino escoges mi alma mater.

—Suficiente— la rubia le entrego a la pequeña Morgan—. Creo que tu hija quiere dar un paseo por el bosque.

Tony suspiró y salió con la niña de la casa.

—Me echan de mi propia casa…— masculló mientras salía.

—Creo que voy a aplicar para MIT— comenzó Harley.

—No— lo cortó la mujer—. No dejes que la opinión de tu padre te influencie, si quieres irte a Stanford está bien.

—Ma, enserio quiero ir a MIT y papá también…

"No, él quería que Peter fuera a MIT".

—Si eso es lo que de verdad quieres…

—Lo es.

La besó en la mejilla y se marchó, Pepper miró a su alrededor y una fotografía de un sonriente Peter le devolvió la mirada. Se puso de pie y la movió de lugar.


Los siguientes cuatro años que pasaron la llenaron de felicidad, una pequeña Morgan que crecía hermosa, sana, inteligente, Harley que terminó la universidad y trabajaba en Stark Industries ayudando a sus padres, y Tony, cada año la melancolía parecía abandonar su mirada un poco más, era el padre que no tuvo y parecía más serio, más maduro sin dejar de lado su parte bromista.

—¿Cómo han estado?

—Bien, les encanta estar en Rusia.

Pepper plantó un pequeño beso en la frente de la bebé rubia que tenía en los brazos. La hija de Natasha era idéntica al Capitán. A lo lejos vio a India y a Morgan jugar con Alexei, el hijo mayor de la pelirroja.

—James jamás habla inglés en casa, ni siquiera con Steve— comentó Natasha—, pero aquí lo hace todo el tiempo.

—Necesita alguien con quien jugar— agregó la rubia.

Harley apareció por la puerta y la sonrisa de Pepper se hizo mayor, vestía un traje elegante y juvenil, llevaba el cabello rubio bien peinado y rió cuando los tres pequeños se abalanzaron sobre él.

—Morgan adora a Harley— observó la rusa.

—Sí, haberlo traído con nosotros fue lo mejor.

Natasha asintió.

—India Rose también parece muy a gusto con ellos.

—A veces Pietro necesita que alguien la cuide— explicó Pepper, meciendo a la bebé—, y Tony dice que Morgan necesita amigos. Él adora a Rosie.

—Por supuesto, ella también es hermana de su hijo.

Pepper cambió de tema, le dolía mucho que el fantasma del muchacho castaño los siguiera persiguiendo.


El corazón se le apretujó de dolor, carraspeó para aclararse la garganta y se ordenó caminar con normalidad, no quería que Tony la viera mal, destrozada.

—Lo siento mucho, papá…— lloriqueaba Peter, arrodillado al lado del Hombre de Hierro.

"Todo fue por ti"

Pepper lo tomó de los hombros, luchando para no ser brusca. Rhodey recibió a Peter y lo apretó en un abrazo.

—Hola, Pepper— susurró Tony, apretándole ligeramente la mano. La aludida se obligó a sonreír.

—Friday— llamó.

—Signos vitales graves— contestó la IA.

La sonrisa de Tony le desgarró el alma.

—Tony, mírame— ordenó—. Vamos a estar bien, ya puedes descansar.

La luz del reactor se apagó y Pepper tuvo que ahogar un alarido cuando sintió como se le desmoronaba el corazón.


El ruido de las maquinas parecía una especie de arrullo, Pepper abrió los ojos y parpadeó, ahuyentando al sueño.

—Siento despertarte— Peter estaba en cuclillas junto a su silla—, pero creo que deberías ir a casa.

Casa, esa cabaña ya no era su casa. Por lo menos no desde que Tony estaba en coma.

La risa burbujeó en su garganta igual que cada vez que recordaba como descubrieron que seguía vivo. Agradecería a Thor el resto de su vida.

—No, está bien— se enderezó, arreglándose el cabello.

Peter sonrió y la pasó un vaso con café, arrimó una silla junto a la cama de su padre y lo cogió de la única mano que le quedaba.

No sabían cuanto tardaría en despertar, pero que estuviera vivo evitaba que Pepper repudiara al castaño frente a ella.


La puerta del taller se abrió, permitiendo que entrara, dejó la bandeja sobre un espacio libre en el escritorio y acercó hacia los muchachos.

—Morgan me dijo que llevaban mucho tiempo aquí— dijo a modo de saludo, Peter y Harley giraron para mirarla—. ¿Qué están haciendo?

—Harley tuvo la idea de diseñarle un brazo a papá— contestó Peter—, estamos usando Vibranium que envió Shuri desde Wakanda.

—Será fantástico, mamá —agregó el rubio—, y definitivamente va a ser mucho mejor que el de Barnes.

Pepper asintió, tomó camino a la salida y se detuvo en la puerta para observarlos.

Un calor agradable nació cuando notó lo mucho que ambos se parecían a Tony.


Rió con fuerza ante la broma de Tony, jamás pensó que, cinco meses después del Juego Final, volvería a ser completamente feliz.

Tony había despertado dos meses después de haber estado en coma, Bruce y Betty vinieron desde Virginia y Clint y su familia desde Ohio para visitarlo, Thor llamó desde el intercomunicador, alegando estar en alguna parte del espacio y prometiendo visitarlos pronto, Steve se limitó a llamarlos desde Rostov, diciendo que estaba profundamente aliviado que Tony estuviera bien, desvió el tema cuando Pepper preguntó sobre su regreso y él lo desechó con un serio un día de estos que los Stark no creyeron.

Ese día planearon una parrillada junto al lago, Pepper y su madre cocinaban mientras May ayudaba a servir.

—Que pena, nunca fui buena en la cocina— dijo la madre de Peter, Pepper le sonrió, fingiendo que no notó como Joanne rodaba los ojos.

—¿Quién cocina en tu casa, entonces? —preguntó la mayor de las tres.

—Mi esposo— respondió May, mirando a Pietro, quien hablaba con Tony mientras ambos mecían a sus respectivas hijas en sus rodillas—, ¿no es lindo?

—¿El qué?

—El vínculo que Morgan y Rosie han creado, son como hermanas— miró a Peter y Harley en el muelle, riendo apaciblemente—, igual que los chicos.

Joanne volvió a rodar los ojos.

—Sí, son toda una familia feliz— masculló su madre con sarcasmo, May pareció no escucharla y se alejó para tomar una cerveza.

—Mamá —la llamó—, acompáñame por el postre.

—Puedes traerlo tu sola…

—Acompáñame.

Joanne no pudo más que seguirla ante el tono duro que su hija le dirigió.

—¿Ahora qué?

—Deja de comportarte como una víbora— Pepper la calló cuando ella abrió la boca para replicar—, no finjas que nos sabes de que hablo, deja a May en paz.

—Tu no puedes verlo, pero esa mujer lo único que quiere es atrapar a Anthony de nuevo.

—Eso no es cierto.

—Claro que lo es, tu esposo es el padre de su hijo, la muy arribista estuvo en el hospital con él y sigue apareciendo como si fuese la dueña y señora…

—¡Ya basta! —explotó Pepper—, deja de intentar envenenarme con tus comentarios fuera de lugar, Tony es mi esposo— se apuntó —, es el padre de mis hijos y el hombre que amo.

—Nada, tienes razón, es el padre del hijo de May, pero ella está casada con otro hombre ahora y tienen una hija en común— negó con la cabeza—. Es cierto, ella lo visitó en el hospital, algo que papá y tu no hicieron.

—No era nuestra obligación.

—Claro que no, pero por educación pudieron haberlo hecho.

—Solo ve al grano.

—No voy a tolerar que sigas metiéndote en mi vida, o aceptas que Peter y su madre son parte de Tony, que es mi esposo, o te vas ahora mismo.

Su madre cuadró los hombros, le lanzó una mirada enrabiada y salió de la cocina a zancadas.

Pepper suspiró, no podía creer que se había dejado guiar por los malos comentarios de sus padres, no podía creer que detestó a Peter por eso.

"Nunca más" se dijo.


Ustedes ya saben que me gusta escribir sobre el sufrimiento.

Entonces qué… ¿Review? ¿No? Ok.

Harry.