¡Hola a todos!
Aquí una de sus autoras favoritas (en mi imaginación) reportándose con una nueva historia.
Espero que les guste como mis historias anteriores, esta historia es mía de mí para ustedes.
Los personajes pertenecen a S. Meyer, yo solo juego con ellos.
Por favor pasen, lean y dejen sus reviews, ya que eso me motiva para seguir escribiendo. Gracias.
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Advertencia: Si la historia y la autora te dan lemmons... Procura tener a alguien o algo cerca.
"FELIZ DIA DE LAS MADRES A TODAS LAS LECTORAS"
ATTE: *Little Saturnito*
The C.A.M.E Blog
Capitulo Único
"… no pude evitar estremecerme mientras sentia como explotábamos juntos, escuchando tus sollozos de placer murmurando mi nombre…"
- ¿No te parece lo más candente y erótico que has escuchado? – pregunto Alice suspirando y dejándose caer de espalda en la cama. Se suponía que se quedaría en mi casa esta noche para estudiar para nuestro examen mañana, pero creo que la verdadera razón era para releer le blog más famoso en la escuela este semestre.
Nadie sabía realmente como inicio, ni quien le dijo a quién, pero de un día para el otro, todos los estudiantes de la escuela hablaban de un nuevo blog.
Se preguntarán, ¿Qué tiene de raro un blog?
La respuesta es que dicho blog, era un blog erótico, pero eso no era todo, si no que al parecer todas las narraciones e historias que estaban dirigidas a una sola persona.
- Me pregunto cómo será el chico detrás de todas estas fantasías – murmuro soñadoramente.
- ¿Cómo sabes que es un chico? Tal vez puede ser mujer – dije sin apartar la mirada de mi libro de física.
- Por favor, Bells, es más que obvio – comento Rose por primera vez en la tarde. Trataba de fingirlo, pero ella también estaba más que curiosa tanto por las historias que contaba el blog como por el misterio sobre quien era la persona que estaba detrás de todo – Por todo lo narrado, es más que obvio que es un chico, y que está bien equipado.
- Yo creo que es una forma de llamar la atención de una chica, de decirle que quiere todo con ella – dijo Alice.
- Y lo que yo creo es que es mejor que estudiemos o mañana no pasaremos el examen – solté un suspiro mostrándoles el libro en mis manos y tratando de cambiar el tema.
- Vamos Bella, ¿no me digas que tú no tienes curiosidad de saber de quien se trata? – pregunto Ali sonriéndome traviesamente.
- Realmente no – respondí encogiéndome de hombros, las chicas solo gruñeron en forma de desesperación ante mi falta de entusiasmó y no les quedo de otra que enfocarse en nuestras notas y libros.
Me había esforzado mucho en parecer indiferente a dicho blog, pero la realidad era que la curiosidad pudo conmigo y ahora estaba más que obsesionada con este.
Todas las fantasías escritas eran ardientes y salvajes, pero aun así no quitaba el que parecía que siempre demostraba su amor entre los protagonistas.
Todas las chicas de la escuela estaban obsesionadas fantaseando con el misterioso autor. Por las murmuraciones en los pasillos, sabíamos que varias apuestas estaban hechas, desde ¿quién era el dichoso autor? ¿si era hombre o mujer? ¿a quién estaban dirigidos todas las historias?
Yo había logrado averiguar dos cosas de manera clara: la primera era que dicho autor en definitiva era hombre, la forma en que daba a entender su devoción por su amada, solo podía ser descrita por un hombre enamorado.
La segunda cosa era que la chica en cuestión era alguien a quien amaba leer o pasara tiempo en la biblioteca, el primer motivo para creer eso es porque, ¿de qué otra manera conquistas a una chica que ama leer, si no es con un blog en donde pueda leer tus deseos por ella? O el segundo motivo podía ser porque varias de sus historias estaban basadas ahí, en la biblioteca de la escuela, en donde ambos tenían que luchar por guardar silencio mientras ambos se movían a compas hasta alcanzar el esperado clímax.
Debía admitir que leer ese tipo de encuentros, encendían mi cuerpo, dejándome húmeda y ansiando por un alivio cada noche, que era cuando podía dejar volar mi imaginación para creer que era la protagonista de dichas historias.
Aunque también las odiaba porque desde que dicho blog había aparecido, muchas chicas se pasaban los recesos en la biblioteca tratando de ver si podían descubrir al autor de los sueños húmedos de varias y eso había hecho que la tranquilidad que había ahí se esfumo, causando que fuera casi imposible concentrarse en estudiar o simplemente leer en el tiempo libre.
Claro, nada de esto se lo había dicho a las chicas, suficiente tenía con sus especulaciones como para echarle más leña al fuego y hacer que Alice nos arrastrara para investigar la identidad del autor.
- Solo espero que el examen tenga todo lo que estudiamos o tendré que pincharle los neumáticos al señor Banner – comento Rose mientras se metía en su bolsa de dormir.
- Chicas, chicas, miren esto – exclamo Alice levantándose de su capullo rosa en el suelo y se subió a mi cama, Rose se arrodillo en el suelo – El blog acaba de actualizar y escuchen esto – dijo empezando a narrar.
"- Cada día se me hace más difícil estar alejado de ti – susurre contra su oído, sintiendo como se estremecía en mis brazos.
Comencé a repartir delicados besos en su cuello de cisne, ese que me volvía loco cada que le veía desnudo cuando levantaba su hermoso cabello castaño. La escuche soltar un débil suspiro cuando tome el lóbulo de si oído entre mis dientes.
Siempre me había preguntado, ¿mi tímida chica sería igual en la cama? ¿sería de las que tratan de acallar sus gemidos de placer mientras embestía fuertemente contra ella? ¿o sería una fiera apasionada? De esas que se entregan por completo al placer, ¿o será de las que les gusta dominar a su pareja a la hora del sexo? ¿Cómo le gustara que la tomen? ¿delicada y lentamente? ¿ruda y rápidamente? Miles de preguntas pasaban por mi mente cada que la veía leyendo, entretenida mientras acomodaba sus lentes y mordía el lápiz de una manera sensual que hacía que mi miembro cobrara vida de manera inmediata.
Una de mis manos se metió por debajo de su ajustada blusa, esa que me había vuelto loco desde que la vi, no había podido apartar la vista de sus glorioso escote, ese que mostraba el magnífico par de senos que moría por probar con fuerza. Su cabeza cayo en mi hombro cuando llegue hasta a uno se sus senos.
- Veo que eres una chica traviesa – dije tirando se duró pezón, el cual estaba libre de la molestia del sostén.
Mi otra mano bajo hasta la orilla de su pantalón deportivo, no lo dude dos veces para introducir mi mano por la delicada tela de sus bragas hasta llegar a su nudo de nervios. La vi cerrar los ojos con fuerza y mordió su labio inferior para acallar un gemido cuando comencé a jugar con su cuerpo.
- ¿Te gusta esto? – le pregunte mientras sentia como comenzaba a mojarse ante mis caricias, me aleje de ella para darme media vuelta y rápidamente silencie el grito de sorpresa con mi boca.
Sabia a gloria.
Sus brazos se enredaron en mi cuello cuando comenzó a devolverme el beso. Mis manos fueron a su cintura para atraerla más a mí, pegando nuestros cuerpos. Tome una de sus pierna y la apoye en mi cadera, al parecer ella entendió el mensaje porque en un pequeño brinco engancho su otra pierna mientras continuábamos comiéndonos a besos.
Caminé hasta la mesa que estaba en esa misma sección y la senté ahí mientras mis manos vagaban por su cuerpo. No me importaba que tipo de ropa usara, siempre era demasiado hermosa y sensual para su propio conocimiento.
Mi boca se separó de la de ella para depositar besos húmedos por su quijada, bajando por su hermoso cuello y la unión con su hombro, mis manos bajaron las delgadas tiras de su blusa, dejando libres esos comestibles senos, no dude en llevar mi boca hasta ellos y comencé a besarlos y chuparlos con energía, sintiendo como ella arqueaba su espalda mientras llevaba sus manos hasta mi cabello para presionarme más contra ella. No pude evitar sonreír cuando la escuche soltar un gemido bajo cuando capture uno de sus pezones entre mis dientes y mordí con algo de fuerza.
Al parecer a mi pequeño cisne no le molestaba la rudeza.
Baje una de mis manos de nuevo hasta colarla por su ropa y llegue hasta su clítoris, jugando con el de manera rápida, sintiendo como se estremecía ante mis caricias.
Mis dedos bajaron hasta la entrada de su sexo, sintiendo mucho más su humedad.
- Ah – la escuche gemir un poco alto.
- Shhhh, preciosa – le dije – Tenemos que ser silenciosos – ella simplemente asintió mordiendo su labio sensualmente.
Volví a capturar sus labios con los míos, acallando el grito de sorpresa que soltó cuando introduje dos de mis dedos en su cálido interior. Enredo sus manos en mi cabello, devolviéndome el beso de manera apasionada.
Podía sentir como sus paredes internas se contraían contra mis dedos, con cada embestida de daba. Sabía que estaba cerca, así que con mi pulgar comencé a jugar con su clítoris, la sentí estremecerse contra mi mientras llegaba al orgasmo. Verla así, tan entregada al placer que le brindaba fue mucho mejor de lo que podía imaginar, que incluso no me importo la fuerza con la que había tirado de mi pelo cuando exploto.
- Deliciosa – dije mientras pasaba mi lengua por mis dedos, pude apreciar cómo se sonrojaba, cosa que hizo que la volviera a besar con urgencia…"
- No. Puedo. Creerlo. – murmuraron mis dos amigas al mismo tiempo mirándose mucho más que sorprendidas.
- Eres tú Bella – dijo Alice mientras releía la publicación.
- ¿Qué? Eso no es posible – negué con la cabeza.
- Claro que es posible, es la ropa que llevabas hoy – apunto Rose.
- Si, pero… pero… hay varias chicas que van así, ¿Por qué necesariamente tengo que ser yo? – pregunte.
- Porque aquí lo dice… "al parecer a mi pequeño cisne no le molesta la rudeza" y tú eres la única en la escuela con el apellido Swan – contesto Alice.
- Pero puede que solo se haya referido así para despistar y que se trate de otra chica –
- De acuerdo, supongamos que se trata de otra chica, ¿Por qué parece que a quien describe es a ti? ¿… cada que la veía leyendo, entretenida mientras acomodaba sus lentes y mordía el lápiz? Sin lugar a duda que eres tú Bella, son gestos que haces cuando te concentras leyendo – esta vez fue Rose quien leyó y me dio una mirada de triunfo porque sabía que no tenía más argumentos - Hagamos algo para comprobar si eres tú la de las historias o no – sugirió.
- ¿Cómo qué? – pregunte cruzándome de brazos, por la mirada que esas dos tenían sabía que ya tenían un plan en mente.
%%%%%%%%%%
- ¿Por qué siento que todos me miran? – pregunte a mis amigas al día siguiente, desde que habíamos entrado al instituto podía sentir miradas sobre mi - ¿Es por la ropas? ¿Es porque me veo rara? – pregunte mirando la falda suelta negra hasta las rodillas y mi blusa de tirantes roja, tenía suerte que me hubieran dejado usar mis balerinas rojas.
- Claro que no – respondió Rose mirándome de arriba abajo – No sé porque siempre usas pantalones y blusas holgadas, tienes un cuerpo de infarto y unos senos llamativos.
- ¡Rose! – exclame en voz baja sintiendo mis mejillas sonrojarse.
- Es verdad Bella, no sé porque tratas de ocultarte siempre, pero al parecer eso no impidió que nuestro misterioso autor descubriera lo hay debajo de toda esa ropa – comento Alice – Además, no te puedes ver rara, NOSOTRAS te ayudamos a elegir ese atuendo – agrego con orgullo y es que no solo tenían buen sentido de la moda, si no que las tres pertenecíamos al club de la moda (claro que ellas me habían arrastrado para poder crearlo).
- Además, no creo que solo sea a ti a quien ven, muchas debieron leer la actualización de anoche y no perdieron detalle sobre los lentes – dijo Rose – Y al parecer, todas están mirado a las chicas que usan lentes – señalo hacia una chica de nuestra clase de matemáticas que también usaba lentes, la pobre no sabía en dónde meterse por las miradas que recibía.
- Pues tal parece que tu plan no funciono – dije mientras me dejaba caer en el sillón de la habitación de Alice, habíamos pasado cerca de dos horas después de la escuela metidas en la biblioteca y las chicas no habían notado a nadie raro o fuera de lugar.
Ese había sido el plan de Alice, vestirme de una manera diferente y pasar un rato en la biblioteca después de clases mientras ellas inspeccionaban disimuladamente por alguien que llamara la atención para estar ahí, por alguien que sería raro mirarlo en ese lugar. Sinceramente no entendía lo que buscaban, pero al menos me dejaron leer a gusto mientras ellas buscaban a dichoso autor.
Claro, no fue tan fácil y tuvieron que dejar su búsqueda cuando nos anunciaron que debíamos salir porque ya era hora del cierre.
- Todavía no podemos decir eso, la prueba de fuego está en que si actualiza esta noche y describe tu atuendo es que eres tú la de la historia – dijo tomando su laptop.
- ¿No sería muy pronto para la actualización? – pregunte cuando a ambas mirando la pantalla.
- Yo creo que el chico trabaja rápido – comento Rose haciéndome señas para que le acercara hasta ellas.
"… -Así que ese era tu objetivo – dije cuando la miré de rodillas ante mi mientras veía como sonreía al tiempo en que bajaba lentamente la bragueta de mi pantalón y sacar mi miembro excitado de los confines de mi bóxer - ¿Qué piensas hacer ahora? – pregunte mirando como se sonrojaba y mordía su labio inferior, levanto su mirada hacia mi e introdujo la cabeza de mi pene dentro de su boca. No pude reprimir un gemido cuando la vi hacerlo.
Su mirada no se apartó de la mía cuando saco mi glande de su boca y lentamente paso su lengua por todo lo largo de mi miembro, repitió el acto un par de veces antes de meter lo más posible de mí dentro de su boca. Poco a poco comenzó a mover su cabeza, mis manos se enredaron en sus risos y cerré mi mano en un puño tratando de no hacerle daño, pero guiando sus movimiento.
- Oh nena, eres genial – dije cuando me sentí llegar hasta el fondo de su garganta sin hacer un gesto – Al parecer alguien ha estado practicando – dije cuando volvió a hacerlo, solo que esta vez había podido meter todo mi miembro en su boca, cosa que me sorprendió. No quería ser presumido, pero estaba bien dotado y sabia como le gustaba a ella el que fuera grande.
- ¿Te gusta? – pregunto en tímida voz. Ella sabía cómo me volvía loco eso.
- Muéstrame que más tienes preciosa – el brillo determinado de sus ojos me hizo sonreír, le molestaba que la desafiaran y yo amaba molestarla haciéndolo.
Sin más palabras tomo las tiras de su blusa roja para bajarla, dejando a la vista sus hermosos senos cubiertos únicamente por un delicado sostén de encaje que a duras penas cubrían sus duros pezones. Llevo sus manos a la parte trasera de la única prenda que cubría su torso para desabrocharla y retirarlo, tirándolo a un lado, se acercó más a mí, colocando sus manos en sus senos y presionarlos juntos haciendo que mi miembro quedaba atrapado en medio, lentamente comenzó a moverse de arriba abajo sin dejar de presionar.
- Demonios nena – dije mirando como sacaba su lengua para tocar la punta de mi pene. Mis caderas comenzaron a moverse al igual que ella, lleve mis manos hasta sus pezones y tire de ellos, haciendo que gimiera sin detener sus movimientos – Ponlo en tu boca – le ordene cuando sentí que estaba cerca de correrme, ella soltó sus senos y tomo mi pene entre sus manos para meterlo en su boca, chupando rápidamente – Me voy a correr – le avise, pero tal pareció que no le importo porque continuo en su labor, al final reuní la fuerza para alejarme de su boca y explote, haciendo que mi semen cayera cobre sus senos y en su quijada.
- Aaah, ¿Por qué hiciste eso? Pense que te gustaba terminar en mi boca – dijo dándome una mirada de pena, pero aun así con uno de sus dedos limpio lo que le había caído en su barbilla y se lo llevo a la boca – Delicioso – dijo dándome una sonrisa al repetir las palabras que anteriormente le había dicho, cosa que también me hizo sonreír mientras le tendía una mano para ayudarle a ponerse de pie.
- Por supuesto nena, somos la combinación perfecta – dije antes de juntar nuestras bocas en un fiero beso… "
- ¡LO SABIA! ¡SABIA QUE ERAS TÚ! – grito Alice poniéndose de pie para comenzar a dar brinquitos de alegría.
- Pero… ¿Quién es? – pregunte leyendo de nuevo, no podía negar que me había excitado al leerlo y saber que eso era lo que el autor quería hacerme.
- Tal parece que es alguien que leyó nuestro plan – dijo Rose cruzándose de brazos, dejándose caer en la cama mientras mordía una de sus perfectas uñas, cosa que hacía cuando pensaba intensamente.
- ¿Por qué lo dices? – pregunto Alice.
- Porque no estuvo en la biblioteca, la narración es en otra parte… ¿un salón tal vez? – señalo.
- Arg, tenemos que averiguar quién es – sentencio Alice cruzándose de brazos y haciendo un gracioso puchero.
- ¿Pero para qué? – pregunte.
- ¿Cómo que para qué? No vamos a dejar que estés con cualquier perdedor – dijo como si fuera lo más obvio del mundo – En fin, tenemos que poner la segunda parte de nuestro plan en marcha – sentencio dirigiéndose a su armario.
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Por más que amaba a mis mejores amigas, muchas veces odiaba sus planes y veces como estas, agradecía al cielo por tener un buen clima el día de hoy para no morir de frío ante el atuendo que había sido obligada a usar.
Alice había encontrado una falda de mezclilla cortísima, me llevaba a mitad de los muslos y temía que si me sentaba esta no me taparía nada, junto con una blusa de tirantes blanca y mis converse blancas.
Mientras estaba en clases no podía dejar de pensar en lo que estaba ocurriendo. Mi mirada recorrió a cada uno de mis compañeros de clases.
Rose decía que era seguro que el misterioso autor debía de estar en alguna de mis clases, eso lo hacía fácil para poder verme y conocer mis gustos. Estábamos en un pequeño pueblo, así que la escuela era pequeña y eso hacía que la mayoría de los alumnos tuviéramos clases con las mismas personas por los cuatro años de estudios.
Mi primer candidato en quien pose mis ojos fue Ben, un chico amable, pero parlanchín que trato de salir conmigo durante nuestro primer año. Claro, de inmediato quedo descartado porque él salía con Angela.
Otro candidato era Mike, el solo pensamiento hizo que mi cuerpo se estremeciera de miedo, era muy insistente y presumido, pero sus notas no eran los mejores, también podía descartarlo porque el pobre se perdió cuando habíamos tenido clase en la biblioteca, en su defensa: nunca pensó que un lugar lleno de libros aburridos existiera.
Jared, Paul, James y Jacob quedaron descartados de manera inmediata, los idiotas solo tenían partidos de hockey en la mente. Sam se enfocaba más en tratar de mantener sus notas mientras trabajaba para ayudar a sus padres. Seth estaba loco por el soccer. Embry amaba a su novia Camila. Tyler no sabía ni cómo usar un libro. Jasper estaba más que loco de amor por Alice. Emmett aun trataba de conquistar a Rose mientras jugaba bromas a los profesores como para pensar en otra cosa. Y por último estaba él…
Edward Cullen.
No sabía mucho de él, pero sabía que se llevaba bien con Jasper y Emmett como para pasar los ratos juntos haciendo "cosas de chicos", que al parecer vivía solo porque sus padres vivían en Nueva York y que amaba la velocidad y las motocicletas, al punto que tenía una.
Siempre solía vestir de negro con una chaqueta piel. Llamaba la atención de muchas chicas y es que además de su aspecto de chico malo, era muy apuesto e inteligente, mantenía notas perfectas. Pero lo que más hipnotizaba eran sus ojos esmeralda y la sonrisa ladeada que hacía cosas maravillosas en la parte sur del cuerpo.
Se podría decir que éramos dos seres más que opuestos con amigos en común, y no es que no le hubiera prestado atención anteriormente, pero estaba más que segura que nunca se fijaría en una chica como yo, cuando había salido con Tanya Denali, la hija perfecta del director. Perfectas notas, perfecta personalidad, perfecto cuerpo, perfecto futuro.
Dudé entre descartar a Edward o no, pero al final lo hice.
Solté un suspiro mientras miraba lo que el señor Banner escribía en la pizarra. Al parecer había descartado a la mayoría de los chicos que conocía y sabía que me conocían por más tiempo.
- Muy bien chicos, les voy a dejar este proyecto y tienen hasta mañana al final de la escuela para entregarme aunque sea la mitad – dijo, haciendo que muchos protestaran por el corto tiempo que dio – Si, si, sé que no les gusta, pero contara el cincuenta por ciento de calificación y el otro cincuenta será cuando me entreguen la otra mitad a final del mes – al parecer esto mejoro un poco los ánimos – El proyecto será en parejas y aquí tengo la lista – algunas protestas volvieron a escucharse cuando menciono eso – y al final, Swan con… Cullen – mi corazón se paró por un instante – Tienen los últimos diez minutos de la clase para ponerse de acuerdo con su compañero – dijo mientras pasaba las hojas con las información.
Cuando tuve mi hoja me levanté con cuidado y me dirigí a la esquina en donde solía sentarse Edward.
- ¿Te parece si lo hacemos en mi departamento? – pregunte cuando terminamos de leer las instrucciones, sus palabras me hicieron recordar las historias e hicieron que mis mejillas se encendieran - ¿Bella? – preguntó en voz suave, siempre lo hacía cuando decía mi nombre.
- ¿Te… departamento? – pregunte jugando nerviosamente con el suéter que tenía para cubrir mis piernas - ¿No podemos en la biblioteca? Tendremos los libros más cerca.
- Lo sé, pero mi madre mando algunos paquetes de NY y llegaran hoy en la tarde, necesito estar para firmar la entrega – explico.
- S-supongo que está bien entonces – dije, aunque era un pueblo pequeño, el señor Tanner, el único repartidor de correos solía hacer paradas largas algunas veces, para tomar té y galletas con algunos amigos, eso hacía que nunca se supiera a qué hora llegaría el correo y si era urgente, tenías que llamar a la oficina a primera hora del día para avisar que pasarías por el tú mismo.
- Te veo en el estacionamiento – dijo después de que sonara la campana.
- Claro – fue lo único que pude contestarle. Rápidamente tome mis cosas y me dirigí a mi casillero, las chicas me esperarían ahí para poner en marcha otro plan de Alice – Lo siento chicas, pero tendremos que posponer las cosas por hoy – comente en cuanto llegue hasta ellas.
- ¿Qué? ¿Por qué? – preguntaron.
- El señor Banner nos dejó un proyecto y necesitamos entregar una parte para mañana – explique – Así que iré a donde Edward para hacerlo.
- Espera… ¿Edward? ¿El mismo chico por el que tienes un crush? – pregunto Alice sonriendo pícaramente.
- Shhhh, cállate, Ali, y si, Edward – conteste mirando a los alrededores para ver que nadie la hubiera escuchado – Y no te ilusiones, las parejas las hizo el señor Banner.
- ¿Pero iras al departamento de Edward? – pregunto Rose.
- S-si, dijo algo de un p-paquete que mando su madre – respondí mirándolas con miedo - ¿Qué pasa?
- Esta es una oportunidad única, tienes que ver si él no es el "misterioso autor" – dijo Alice.
- ¿Qué? –
- Alice tiene razón, tenemos que descartar a todos y que mejor que teniendo pruebas – dijo Rose.
- No creo que Edward lo sea – comente cerrando mi casillero después de tomar mis cosas necesarias.
- ¿Y cómo estas segura? Lo mismo decías del autor y sus historias, mira lo que paso – dijo Alice.
- Porque él salía con Tanya, no tendría por qué fijarse en alguien como yo –
- Bella, te amo, pero también quiero golpearte – dijo Rose con mirada seria – Tu también vales mucho y debes tener confianza en ti, mira como tienes a este misterioso chico, te hizo un blog para profesarte su amor.
- Lo único que profesa son las ganas con acostarse conmigo – dije algo molesta – En fin, debo irme, Edward me espera en el estacionamiento.
- ¡Llámanos cuando llegues a casa! – grito Alice mientras caminaba en sentido contrario al mío.
Cuando llegué hasta mi auto, pude ver que Edward estaba frente a este en su moto mientras hablaba con Jasper y Emmett.
- … bueno, nos vemos luego, adiós Bella – dijeron cuando me acerque hasta mi auto.
- Adiós chicos – respondí mirando que caminaban hacia la biblioteca.
- Iré despacio para que puedas seguirme – dijo y encendió su moto después de que asentí.
Tenía suerte de que el viejo monovolumen que antes conducía pasara a mejor vida al invierno pasado y mis padres me regalaran otro un poco más moderno ya que el "despacio" de Edward al parecer no era el mismo que el mío.
También agradecí que no llamara tanto la atención cuando estacioné a las afueras del edificio de Edward, no es que fuéramos a hacer algo malo, pero no quería que mi padre estuviera rondando para descubrir en donde estaba cuando le llamaran porque vieron el viejo Chevy rojo estacionado en quien sabe dónde.
- Adelante – Edward se hizo a un lado dejándome pasar primero en cuanto abrió la puerta. Nunca había estado en su departamento, (ni en un cuarto a solas con algún otro chico) pero me sorprendió lo ordenado que tenía todo, la decoración era minimalista en tonos rojos y negros que no desencajaban con su personalidad - ¿Quieres algo de beber? – pregunto mientras se quitaba la chaqueta, mis ojos no pudieron evitar recorrerlo cuando su sencilla camisa blanca quedo a la vista.
- A-agua estaría bien – respondí desviando mi mirada.
- Claro, puedes ponerte cómoda y dejar tus cosas en el sillón – dijo caminando a lo que supuse era la cocina.
Mi mirada recorrió la sala de estar mientras dejaba mi mochila y suéter en el sillón de piel negra, me llamo la atención algunas fotografías que tenía enmarcada en un escritorio a lado del televisor y sin poder controlar mi curiosidad me acerque para verlas mejor.
Los dos primeros portarretratos mostraban a Emmett, Jasper y Edward en un pequeño bote mientras levantaban la pesca del día mientras sonreían y otra donde salíamos los seis, esa había sido de la fiesta de invierno de la escuela, en donde fuimos en grupo para apoyar a Alice y Jasper, quienes comenzaban con su relación. Había otra más de una pareja de mediana edad, el señor se parecía demasiado a Edward mientras que la mujer tenía el mismo color de cabello y ojos, por lo que supe que ellos eran sus padres. Y la última mostraba a Edward en medio de dos parejas de más edad.
- Son mis abuelos, mis padres no pudieron tener más hijos, así que soy el consentido por ellos – dijo algo apenado mientras se acercaba a mí y me tendía uno de los vasos que llevaba.
- Gracias – dije poniendo la foto en su lugar – Se puede decir que eres la combinación perfecta de tus padres – señale hacia la otra foto.
- Así nadie dudara de que lo sean y nos ahorramos lo de las pruebas de ADN – dijo encogiéndose de hombros mientras sonreía.
- ¿Empezamos? – dije después de que nos quedamos en silencio por algunos minutos.
- Claro, solo iré por mi laptop, de mientras puedes sacar los libros en la mesa – señalo la mesita de centro.
Trabajar con Edward era mucho más fácil que trabajar con algún otro, al parecer a ambos se nos daba la química e íbamos un poco avanzados.
- Tal vez podemos agregar esta información también… o perdona, debe de ser el correo – dijo cuando fue interrumpido por el timbre – Puedes buscarlo en el internet en lo que atiendo.
Estaba buscando una página que anteriormente habíamos visto en el historial de búsqueda cuando algo me llamo la atención.
- Bella, iré a buscar uno de los paquetes abajo, enseguida vuelvo – dijo antes de salir y cerrar la puerta detrás de él.
Cuando estuve segura de que no estaba, di clic en el nombre de la página y esta me llevo al meno principal.
"The C.A.M.E Blog"
Ingrese contenido…
Y debajo de este estaban todas las historias que habíamos leído. No lo entendía, Edward también lo leía o…
- Veo que lo has descubierto – un par de fuertes brazos se posaron a cada lado de mi cuerpo dejándome encerrada, podía sentir el color del pecho de Edward en mi espalda.
- ¿Q-que significa e-esto? – susurre sin apartar la mirada de la pantalla.
- ¿Tu qué crees que significa? – pregunto contra mi oído, cosa que me hizo estremecer y cerrar los ojos con fuerza.
- ¿Pero…? ¿Por qué? – cuestione tontamente.
- ¿Cuál es la mejor forma de enamorar a una lectora? Escribiendo para ella, ¿Cómo haces que ella te desee de la misma manera e intensidad con la que tú la deseas? Despertando en ella ese deseo y conquistándola con fantasías que solo ella podría imaginar – respondió, una de sus manos se alejó y me estremecí cuando movió mi cabello a un lado, dejando al descubierto mi cuello, donde deposito besos húmedos – La pregunta ahora serias, ¿la lectora será capaz de hacer realidad dichas fantasías o se conformara con continuar leyéndolas? – pregunto alejándose de mí.
Sabía lo que hacía, me daba la opción para elegir. No pude pensarlo dos veces ya que mi cuerpo actúa de manera inmediata al ponerme de pie y acercarme hasta donde él estaba.
- ¿Esto es algo de un rato? – pregunté cuando estuve frente a él - ¿Solo para divertirte?
- Claro que no, te he deseado desde que nos conocimos hace dos años y poco a poco me fue enamorando de ti, de tu fortaleza, de los lazos que compartes con tus amigas, de las locuras que soportas de Emmett, de tu amor por los libros… - respondió mirándome fijamente, podía ver dos cosas muy claras en sus ojos, una era la sinceridad detrás de sus palabras y la otra era el amor.
Coloco sus manos en mis hombros para darme media vuelta y guiarme de nuevo hasta donde estaba la computadora, hizo que volviera a poner en la misma posición de hacía unos minutos atrás, con él detrás de mí mientras buscaba algo en el blog.
- Al principio me costó controlar las ganas que tenía por tomarte en cualquier lugar de la escuela, por eso comencé a escribir, claro, lo hacía únicamente para mí – dijo contra mi oído, su cálido aliento recorrió mi cuello, haciendo que mi piel se volvía chinita – Las formas en las que fantaseaba con tomarte – señalo hacia la pantalla y pude ver que eran las primeras entradas, las cuales, efectivamente, eran de hacía dos años atrás.
- ¿Y porque lo hiciste pú-blico? – mis palabras se atoraron en mi garganta cuando sentí como una de sus manos se colaba por debajo de mi blusa, acariciando lentamente mi vientre.
- Estaba cansado de esperar, quería saber si tú sentías lo mismo que yo – con su otra mano bajo lentamente las tiras de mi sostén y blusa para volver a dejar besos húmedos desde mi cuello hasta mi hombro, mi cabeza cayó sobre su hombro para darle más espacio, su mano en mi vientre bajo lentamente hasta la pretina de mi falda, con maestría logro desabrocharla, adentrando su mano por debajo de mis bragas hasta llegar a mi clítoris.
- E-Edward – gimoteé su nombre, una de mis manos fue hasta la parte trasera de su cabeza y enterré mi mano entre las hebras de su cabello, atrayéndolo más a mí, él capto mi mensaje de manera inmediata y junto nuestros labios. No pude evitar soltar un gemido cuando sentí su mano jugando con mi seno desnudo y tirando de vez en cuando de mi pezón.
- Quítate estas molestas prendas – susurro contra mi oído y tiro de mi blusa para dar énfasis, rápidamente hizo lo que me pidió sin dejar de estremecerme al sentir como uno de sus dedos hacia círculos alrededor de mi entrada. Su mano volvió a jugar con mi pezón mientras introducir su dedo lentamente sin dejar de mover su pulgar en mi clítoris – Estas tan húmeda – dijo antes de agregar otro dedo en mi interior haciéndome gemir – Y estrecha.
No pude evitar estremecerme cuando mi pecho quedo presionado contra la fría superficie de la mesa de centro mientras que Edward dejaba besos húmedos por toda mi espalda.
- Ah – gemí en voz alta cuando sentí como chupaba con fuerza y sabía que iba a dejar un chupetón.
Edward alejo su mano de mi centro, haciéndome lloriquear ante la perdida, pero en un rápido movimiento bajo mi falda, dejándome únicamente en las bragas de encaje blanco. Él no dijo nada, sino que se enfocó en acariciar mi trasero de una manera tan sensual que sentia como me mojaba mucho más. Sentí como removió la última prenda de mi cuerpo, sin decir palabras levanté mis rodillas para que ella pudiera quitar mi falda y bragas del camino.
- Edward – gemí su nombre cuando volvió a introducir dos de sus dedos en mi interior, moviéndose rápidamente, cuando traté de levantar mi torso le sentí colocar una de sus manos en medio de mi espalda para impedirlo.
No paso mucho tiempo para que mi orgasmo llegara de una manera explosiva, que mi hizo jadear en busca de aire mientras descansaba en la mesa.
- Mmmm – las palabras quedaron atoradas en mi garganta cuando sentí algo un poco más grande que un par de dedos haciendo presión contra mi centro. Edward presiono su pecho contra mi espalda, haciéndome saber que estaba desnudo y coloco uno de sus brazos por mi cadera para levantarme un poco para introducirse lentamente en mi interior.
- Dios, aun puedo sentir tus paredes contraerse – murmuro contra mi oído para enseguida levantar mi cabeza con su otra mano para juntar nuestros labios en un beso apasionado.
- Edward – pronuncié su nombre cuando sentí como salía casi por completo para enseguida adentrarse de manera rápida, mis manos se volvieron puños cuando repitió la acción varias veces, haciéndome estremecer – M-más… -
- Más… ¿Qué? Dime que quieres preciosa – dijo mientras se mano se enredaba en mi largo cabello, tiro con algo fuerza para levantar levemente mi rostro de la mesa.
- M-más rápido… y fuerte – dije sintiendo como volvía a retirarse hasta que únicamente su glande estuvo en mi entrada.
- Tus deseos son ordenes nena – dijo antes de meterse de un certero golpe y comenzar a moverse rápido, podía sentir sus testículos golpear contra mi hinchado clítoris - ¿Así lo quieres nena?
- Si, así Edward – gemí, lleve una de mis manos hasta uno de mis senos, para jugar con mi pezón mientras que la otra la dirigía a mi nudo de nervios, pasando mis dedos de manera rápida – Oh si bebe, estoy cerca – dije cuando sentí mi orgasmo formarse – Más rápido, más rápido –
Edward afianzo su brazo en mi cadera para penetrarme mucho más rápido de lo que podía ser posible mientras su otro brazo se posaba alrededor de mis hombros para pegar mi espalda contra su pecho.
- Oh Edward… Si bebe, me corro, me corro – dije sintiendo como explotaba a su alrededor mientras él continuaba embistiéndome, alargando mi placer.
- Voy a correrme – dijo contra mi oído.
- Hazlo dentro – gemí volviendo a sentir mi orgasmo formarse de manera rápida.
- ¿Segura? – pregunto algo dudoso sin dejar de moverse.
- Hazlo por favor – gemí, esta vez él movió su mano hacia mi clítoris para mover sus dedos de manera rápida – Oh si, oh si, ¡EDWARD! – grité su nombre cuando volví a explotar mientras convulsionaba.
- Bella – gruño mi nombre cuando llego al clímax, sentí como su semen me llenaba.
Lo sentí alejarse lentamente de mí, dejando un beso en mi espalda y salir por completo de mi interior. Deje que mi cansado cuerpo descansara sobre la mesa por unos minutos mientras recuperaba mi respiración. Cuando por fin pude levantar la vista, mire que estaba sentado en el sillón, dejando a la vista su glorioso cuerpo desnudo, con lentitud me acerque hasta el de rodillas, dudaba que mis piernas pudieran sostenerme.
- ¿Estas bien? – pregunto cuando apoyé mi cabeza contra su muslo izquierdo y empecé a acariciar el otro con mi mano.
- Más que bien – respondí, mi voz salió un poco rasposa, pero no me importo – Esta historia no la había leído – dije subiendo lentamente mi mano hasta su miembro semi erecto.
- ¿No? Tal parece que tendré que actualizar pronto el blog – contesto mirando como lo tomaba en mi mano y comenzaba a masajearlo de arriba abajo, haciendo que este poco a poco volviera a despertar – No empieces algo que no planees terminar.
- ¿Y quién dijo que no lo haría? – me puse de rodillas acercando mi boca hasta su pene, saque mi lengua y muy lentamente la pase desde su base hasta su glande, me entretuve un momento haciendo círculos con mi lengua en su punta, todo sin apartar mi mirada de la suya - ¿Por qué el nombre? –
- ¿Qué? – pregunto confundido.
- El blog, ¿Por qué el nombre? – cerré mi boca sobre su glande mientras mi otra mano comenzaba a jugar con sus testículos, haciendo que soltara un gemido de placer.
- Son las iniciales de mi nombre – respondió después de unos minutos – Edward Anthony Masen Cullen, pero las compuse a modo que dijeran CAME, venir o llegar en inglés y era lo que quería, que las historias llegaran a ti para hacerte venir hasta mí… Oh si nena, lo haces magníficamente – dijo cuando introduje lo más posible de él en mi boca.
- ¿Qué te parece si averiguamos cuantos tardas en venirte de nuevo? – pregunte con una sonrisa traviesa antes de volver a meter su pene en mi boca, relaje mi garganta para poder tomarlo lo más posible hasta que mi nariz toco su pubis.
- Claro, pero después me las cobrare, recuerda que tengo un blog que escribir – dijo dándome una sonrisa mientras enredaba su mano en mi cabello para comenzar a guiarme.
* Uff, uff, uff y recontra Uff, ¿soy yo o hace demasiado calor? ¿y? ¿Qué les pareció la historia? La escribí especialmente para todas aquellas que aman la pareja de Edward-Bella, (coff… coff… Nani-Cullen… coff… coff) Les recuerdo que estoy haciendo una colaboración con BreezeCullenSwan en "Amor A Primera Vista", y también con Nani-Cullen en "Musa Musical", para la primera ya pueden leer los primeros capítulos, mientras que, con la segunda, creo que Nani publicara la historia pronto. Recuerden dejarme sus reviews, ya que durante esta cuarentena es de lo que me mantengo, besos y abrazos a distancia, Little Saturnito.