Hola a todos. Estoy aquí para presentar el inicio de este fic. Antes de nada, quiero dejar en claro que ni Pokémon ni sus personajes son de mi propiedad. Pertenecen a Game Freak, Satoshi Tajiri y The Pokémon Company.

¡Bueno! ¿Qué decir? ¡Realmente tenía muchas ganas de escribir sobre las aventuras de Ash y Go, así que decidí crear las mías propias! Espero que les guste esta nueva serie.

Pokémon Journeys todavía no deja de emitirse por lo que es seguro que a futuro habrá errores de cronología y evidentemente, Pokémon nuevos que no aparecerán en el anime original. Por favor, disfruten esta obra de ficción ignorando todas las discrepancias cronológicas y simplemente déjense llevar.

¡Ahora bien! ¡Vayamos a este nuevo viaje Pokémon!

¡Como dirían nuestros chicos! Let's Go!


Un nuevo día en el laboratorio de investigación Sakuragi era anunciado por la incesante alarma de Go…

¿Eh?... ¿No hay alarma?

—¡Apúrate, Ash!— exclamó un chico moreno de erizado pelo negro, el cual, dentro de sí, escondía varios mechones rojos, herencia de su madre— ¡Perderemos el avión!

—¡H-Hago lo que puedo, hago lo que puedo!— replicó un niño de alborotado pelo azabache.

Desde un rincón, Pikachu y Raboot suspiraron.

Hoy era el día en que tanto Ash como Go irían a la región de Unova por encargo del profesor Sakuragi. Con estos jóvenes siempre hay aventura y está claro que esta ya empezó desde muy temprano.

—¡Ahhhh! ¡Ocho y treinta! ¿¡Ya terminaste?!— preguntó Go, con su mochila en la espalda y su SmartRotom en la mano.

—¡Y-Ya casi! ¡Sólo guardo esto y…! ¡Terminé!— respondió Ash, colgándose rápidamente la mochila y, posteriormente, su gorra— ¡Vamos, vamos!

Ambos niños salieron corriendo del lugar a toda prisa, seguidos cada uno por su Pokémon. Pikachu saltó de inmediato al hombro de su entrenador.

Cruzaron a toda prisa por los corredores del laboratorio hasta que llegaron al comedor. Para ese momento, Go ya lucía levemente agitado, mientras que Ash lucía aún más apurado.

En la habitación estaba Mr. Mime, terminando de barrer el suelo con su usual diligencia.

—¡Gracias, Mr. Mime!— dijo Ash, tomando de la mesa una lonchera metálica de color morada rodeada de imágenes y representaciones de Gengar y su línea evolutiva.

—¡G-Gracias!...— Go también lo agradeció, tomando la suya propia. Era igual de grande que la de Ash pero esta, en lugar de ser morada, era roja con la silueta de un Darmanitan en el centro.

—Oigan— una voz conocida llamó la atención de ambos niños quienes, al voltear, se toparon con Koharu, una niña de su edad con un largo pelo rojo-violeta acomodado en una trenza. Usaba su típico uniforme escolar—. Papá está esperando afuera para llevarlos al aeropuerto.

—¡Yam, Yam!— el Yamper de la familia Sakuragi saludó a Pikachu con el usual animo de siempre.

—¡Buenos días, Koharu! ¡Buenos días, Yamper!— saludó Ash, sin detenerse más tiempo del necesario.

—¡Bu-Buenos días!— repitió Go, con la respiración agitada y saliendo detrás de su amigo.

—Buenos día…— el semblante de Koharu pasó de indiferencia a sobresalto— ¡No, espera! ¡Go, la maestra me dijo que te diera estas…!

—¡Tal vez luego!— gritó el moreno, cerrando la puerta del laboratorio detrás de él y Raboot.

En el comedor se quedaron sólo Mr. Mime, Yamper y la niña, quien en sus manos sostenía una gran cantidad de copias escolares.

—Siempre lo mismo…— murmuró Koharu con resignación y algo de molestia.

Fuera del laboratorio, por otro lado…

—¡Perdón por la tardanza, profesor!— dijo Go, abriendo la puerta trasera del auto del mencionado, un adulto de pelo corto, de mediana edad y típica vestimenta de científico— ¡Ash se quedó dormido!

—¡Fue porque me enseñaste esos vídeos de carreras de Yamper!— se quejó el azabache mientras se ponía el cinturón de seguridad.

El profesor simplemente rio al escuchar eso.

—Tranquilos, tenemos algo de tiempo. El aeropuerto no está tan lejos— dijo, pisando el acelerador. Vio por el retrovisor. Ash estaba sentado en el asiento trasero derecho y Go en el izquierdo; en medio de ellos estaban sus Pokémon.

Ambos niños suspiraron, aliviados.

El camino al aeropuerto tomó cerca de diez minutos que los ayudantes de investigación ocuparon para comer lo que Mr. Mime les había preparado. Cuando terminaron, empacaron sus loncheras en sus mochilas. Siempre podían servirles luego.

—¡El cambio de forma de Deerling y Sawsbuck!— dijo de pronto Go, entusiasmado— ¡No es algo que ves todos los días!

—¿¡Verdad?!— Ash lucía igual de emocionado— ¡Me pregunto cómo será!

—¡Pikachu!

Sakuragi sonrió.

—Estarán tres días en Unova. Dos días de primavera y un día de verano. Diría que espero buenos resultados pero con ustedes eso ya es garantía— les dijo, echándoles un vistazo desde el retrovisor.

Los dos se sonrojaron un poco y rieron. Ash se rascó la cabeza y Go la mejilla.

Finalmente, ambos niños fueron dejados frente al aeropuerto donde se despidieron de su jefe y, rápidamente, corrieron hacia el interior del lugar.

Tras un rato de chequeo, abordaje y cosas típicas a la hora de abordar un avión, subieron. Lo lograron con algunos minutos de ventaja, lo cual de verdad les sacó un suspiro de alivio.

—¡Ciudad Fayenza, allá vamos!— exclamó Ash, subiendo los brazos hacia arriba.

Pikachu, en su regazo, subió también su patita.

—Let's Go!— dijo Go por su parte.

Raboot, sentado sobre su entrenador, simplemente cerró los ojos, preparándose para dormir.

Sería un viaje algo largo.


Finalmente tras varias horas de vuelo, el avión aterrizó.

El teléfono de Go marcaba las dos de la tarde para cuando salieron del aeropuerto.

—Si lo que dijo el profesor Sakuragi es cierto, entonces la Ruta 6 se encuentra al oeste de la ciudad…— murmuró el moreno con el teléfono en la mano.

—Tengo hambre…— se quejó Ash, con la espalda encorvada.

—Pika pikachu…

—Comiste en el avión…— le recordó Go con los ojos entrecerrados.

—¡Sólo fue un sándwich y era muy pequeño! ¡Tengo hambre!— volvió a decir, agitando con fuerza los brazos.

—A veces olvido que sigues siendo un niño…— suspiró Go, encogiéndose de hombros.

—¡Tú también eres un niño!— le replicó Ash, señalándolo.

—¡M-Me refiero a tu actitud!

—¡Bleh, bleh, bleh!— el azabache comenzó a sacarle la lengua a su amigo.

—¿¡Ves?! ¡A eso me refiero!

Pikachu rio de forma nerviosa. Raboot cerró los ojos, esperando a que terminaran la escena.

La discusión entre ambos llamó la atención de las personas, quienes se detenían, reían y luego, seguían su camino.

Go no tardó en notar eso.

—Bien…— cedió, sonrojado— Vayamos a buscar algo de comer.

—¡Viva!— exclamó Ash, cruzando la calle que separaba el estacionamiento de la entrada del aeropuerto.

—¡Pero en cuanto hayamos comido nos pondremos en marcha, ¿de acuerdo?!— le gritó, acelerando su paso para alcanzarlo. Raboot lo siguió.

—¡Sí, sí!

Tardaron unos minutos en salir de los terrenos del aeropuerto. Go lideraba el camino.

—El mapa dice que aquí cerca hay un gran mercado… Tal vez ahí consigamos algo bueno— analizó el niño.

—¡Oh, lo conozco, lo conozco! ¡Estuve ahí antes con unos amigos!— recordó, mostrándose emocionado.

—¡Entonces sabes cómo llegar! Vamos, tú guías— Go le permitió ponerse a la cabeza. Una mala sensación le llegó al ver el avergonzado rostro de Ash.

—Bueno… ¿Cómo lo digo?...— rio de forma nerviosa.

—Tú…— Go sintió el sudor correr por su rostro— No recuerdas como llegar, ¿verdad?

Ash simplemente rio y se rascó la cabeza.

Pikachu se dio un golpe en la cara con su patita al igual que Go.

—De acuerdo… Yo lidero…— dijo con resignación, comenzando a seguir las instrucciones de su GPS.

—¡Sigue derecho durante cuatrocientos metros!— indicó la voz de su SmartRotom.

Obedecieron las ordenes, o bueno…

—¡UN PIDOVE!— gritó Go de pronto, viendo hacia el cielo— ¡Vamos, Raboo…!

—¡Ey, dijiste que íbamos a ir a comer!— Ash lo detuvo del brazo, antes de que saliera corriendo.

—¿E-Eh?... Ah, sí, lo dije, pero…

El rostro del azabache se transformó en un puchero.

—Ya veo— dijo, soltándolo y volteando la cabeza—. Go no cumple sus promesas, ¿eh? Ya veo… ¿Oíste, Pikachu? No vuelvas a confiar en la palabra de Go, él no cumple sus…

—¡Ahhh, de acuerdo, de acuerdo! ¡Ya entendí! ¡Vamos!— dijo, volviendo a la ruta que su SmartRotom le había indicado.

—¡Genial!— exclamó Ash, dando un pequeño salto.

Manipulador…

Pikachu tuvo un pensamiento similar.

Caminaron entre las calles de Fayenza, viendo la gran cantidad de casas y edificios del lugar. Era sorprendente que, incluso siendo una ciudad grande, no se veía por ningún lado un edificio de más de cuatro pisos.

Tardaron un rato en llegar y cuando lo hicieron, se deleitaron con una gran vista.

El mercado de Fayenza, lleno de gente y Pokémon, así como de puestos de comida, recuerdos, ropa, etc. Detrás de los puestos había un gran edificio que parecía tener todavía más tiendas.

—¡Que recuerdos!— dijo Ash, metiéndose de lleno entre la multitud.

—¡Pika pi!— exclamó él también.

—¡Ash, espera! ¡Te vas a perder!— Go se apresuró para alcanzarlo, asegurándose de mantener a Raboot cerca.

—Bien, bien— Ketchum calmó un poco su ritmo, poniendo sus manos detrás de la cabeza.

—Veamos si hay un buen puesto por aquí…— murmuró Go, abriéndose paso entre la multitud y viendo en todas direcciones— ¿Se te antoja algo en…?

—¡Croquetas!— respondió de golpe y con una sonrisa.

—Me lo imaginaba— el moreno simplemente rio.

—¿Puedes culparme? ¡Son deliciosas! ¿Verdad, Pikachu?

—Pikachu.

—Entiendo que te gusten mucho, pero siempre te veo comiendo una. Debes estar obsesionado o algo así.

—¡Entonces es la mejor obsesión!

—¿Incluso más que los Pokémon?

—¿Eh?... ¡Espera, espera! ¡Déjame pensarlo!... ¿¡No puedo elegir ambos?!

—Nope.

—Mmmmh…

La conversación entre ambos niños y sus Pokémon pasó desapercibida para casi todos menos para una persona en particular de la multitud.

—¡Ya lo decidí! ¡Me quedo con los Pokémon!— dijo Ash finalmente, causando que Go se riera.

—Es una lástima. Estaba a punto de recomendarte un puesto muy bueno…— escucharon decir a una voz femenina.

Los dos niños voltearon, topándose con una mujer alta de largo pelo castaño rizado. Vestía un sombrero de explorador rojo, al igual que su chaleco, así como una blusa negra debajo de este, color que compartía con una falda que le llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas. Tenía puesto un cinturón con seis Pokéballs y en el mismo, una soga. Manos y pies eran cubiertas por unos guantes rojos y unas botas largas negras, respectivamente.

—Un gusto, mi nombre es Shanti— se presentó la mujer— ¡Una Pokémon Ranger y no pude evitar escuchar su conversación!

—Pokémon Ranger— murmuró Go— ¡Es la primera vez que conozco a uno!

—¿¡Oh, en serio?!— Shanti lucía halagada— Entonces, me presento en nombre de mí y todos mis compañeros. Si alguna vez te encuentras a una persona, Pokémon o planta en apuros, ¡no dudes en llamarme! ¡Soy una especialista de rango 6!

—¿Rango 6?— preguntó Go, confundido.

—¡Oh, cierto! Es la primera vez que conoces a uno de nosotros…— se rio, rascándose la cabeza— ¡Verás! Los Pokémon Ranger tenemos rangos y podemos subir según nuestra experiencia. El rango máximo es 10 y como ya dije, yo soy rango 6… ¡Así que soy alguien sorprendente!... ¡O algo así!

Go dejó salir un sonido de admiración, junto a Pikachu.

—O-Oye…— llamó Ash. Cuando voltearon a verlo, notaron su babeante boca— Sobre ese puesto de croquetas…

Shanti, Go y Pikachu se rieron.

—¡Es aquí!— señaló la Pokémon Ranger luego de unos minutos de caminata entre la multitud— ¡Las mejores croquetas, chico, te lo aseguro!

La nariz de Ash se agitó al detectar el olor de su tan disfrutado alimento. Su estómago rugió.

—¡Ohhh! ¡Huele muy bien!— exclamó, llevándose las manos a la tripa.

—Bueno, yo los dejo aquí— dijo Shanti, dando media vuelta— ¡Que aprovechen!

—Oh, gracias…— Go vio como la mujer se alejaba. Luego de un rato se dio cuenta de que no se habían presentado— Que mujer tan amable, ¿verda…?

—¡Ocho, por favor!— Ash ignoraba todo y se centraba en el vendedor.

—¡Cuatro para el chico de la gorra!— gritó el tendero.

—Supongo que no pusiste atención…— Go rio de forma nerviosa.

Cerca de veinte minutos después, ambos niños y sus Pokémon ya estaban bien comidos. Se encontraban cerca de la entrada del edificio para escapar de las garras de la multitud.

—¡Estuvo delicioso!— se descolgó su mochila y sacó su lonchera— Guardaré el resto para después.

—Pika…— el pequeño roedor, que ahora era una pequeña masa de carne, tenía las patitas en el estómago.

Go se limpió el rostro de los restos de empanizado.

—¿Estuvo rico, Raboot?— le preguntó a su Pokémon, quien le asintió— ¡Me alegro!

El conejo abrió un ojo, lo vio y luego, lo volvió a cerrar. Sonrió un poco cuando se aseguró de que nadie lo veía.

—Bueno, deberíamos ponernos en marcha ya, Ash… ¿Ash?...

Lo único que vio de su amigo fue su deportiva, la cual se perdió en el interior del edificio.

—¡Tú…! ¡Mentiroso!— Go se puso rápidamente de pie y salió corriendo detrás de él.

Movió la cabeza de un lado a otro de forma incesante, buscando a su amigo pero no lograba dar con él. Había demasiada gente.

—Ese chico…— murmuró, chirriando los dientes. Sacó su SmartRotom y rápidamente marcó al número de Ash. Esperó. Esperó. Esperó. Nadie contestó— ¿¡Pero qué…?! ¡Voy a marcar hasta que me contestes!

Y eso hizo.

Luego de unos cinco minutos y ocho llamas después, el teléfono fue atendido.

—¡Ash, ¿dónde está…?!

—¡Go, tienes que venir a ver esto!— interrumpió, gritando con fuerza.

El moreno se frotó el interior de la oreja.

—B-Bien… Sólo dime dónde estás…— pidió, calmándose un poco.

—¡En el Tauros mecánico!— respondió— ¡Tienes que venir rápido!

La llamada se colgó.

—El Tauros mecánico…— murmuró Go. Aunque intentaba encontrar el lugar simplemente viendo los alrededores, no lo lograba. Tuvo que detener a gente que pasaba y preguntarles.

Finalmente, alguien le dijo como llegar. Caminó rápidamente entre la multitud, con Raboot pisándole los talones y luego, llegó a un lugar donde se conglomeraba una gran cantidad de personas.

Se abrió paso entre ellas, llegando hasta el frente y luego…

—¡Oh, Go! ¡Mira esto!— era Ash, montado en el Tauros mecánico.

A Go casi se le cayó la mandíbula al suelo. "Montar" no sería el término que él usaría para describir lo que Ash estaba haciendo.

Se podría decir que él estaba "surfeando". De pie sobre el lomo del Pokémon de metal.

Pikachu estaba ahí, en el suelo, viendo con emoción lo que su entrenador podía hacer.

La gente estaba genuinamente sorprendida.

—¡Mira esto, mira esto!— Ash dio un salto y cambió la dirección hacia la que veía, pasando de estar de espaldas a estar de frente a Go— ¡Es genial, ¿no?!

El moreno no podía negarlo. Era tan genial que él quería intentarlo.

No tardó mucho en dejarse llevar.

—¡Vamos, baja ya! ¡Quiero subir yo también!— le dijo, sonriendo ampliamente y olvidándose de su objetivo inicial. Raboot negó con la cabeza ante eso.

—¡Estaré aquí hasta que me caiga!— aseguró y luego, una atrevida mirada se dejó ver en sus ojos— ¡Ahora mira esto!

Dio un salto y por algún milagro, cayó parado de manos sobre el lomo del robot. El público dejó salir una ovación.

Go debía admitirlo. Estaba realmente impresionado.

Era consciente de lo bueno que era Ash para ese tipo de cosas, pero no sabía que tan…

Tal vez pensó antes de tiempo.

Luego de sólo algunos segundos, la mano derecha de Ash se resbaló, ocasionando que su cara chocase contra la espalda del Tauros. Las sacudidas de éste mandaron a volar al azabache, haciéndolo caer en el inflable que había en el suelo para luego, rebotar y aterrizar de espaldas contra este.

Se escucharon algunas expresiones de dolor.

—¡Ash!— exclamó Go, yendo al rescate de su amigo junto a los Pokémon— ¿Estás bien?...

—¿Pika pi?…

El niño, algo mareado por tantas vueltas, levantó un pulgar.

—¡C-Claro que sí!— dijo, sentándose.

—A veces olvido que tienes muy mala suerte…— suspiró Go.

—¿A qué te refieres?

—Quiero decir, siempre te estás cayendo y…

—¿¡Quién será el siguiente en subir?!— preguntó en un grito el hombre que estaba administrando el Tauros mecánico.

—¡Yo, yo, seré yo!— se apresuró a decir el moreno, corriendo de inmediato hacia la atracción.

Ash simplemente se rio, quedándose en su lugar junto a Raboot y Pikachu.

Go la tuvo algo difícil para subirse al Tauros pero luego de unos instantes, lo logró.

—¡Bien, estoy listo!— le dijo al maquinista, levantándole el pulgar.

—¡Aquí vamos!— exclamó el adulto, activando a la bestia.

Empezó como algo suave y luego, lentamente, fue subiendo la intensidad.

Go se las arreglaba a duras penas.

—¡Ohhh, ohh, ohhhhhhhh!— exclamaba con cada sacudida, tratando de quedarse en su lugar.

—¡Lo haces bien, chico!— le gritó el hombre, cosa que activó algo en Go.

—¡Al máximo, jefe!— exclamó, confiado.

—¡Marchando!

Las sacudidas eran tan fuertes que en unos segundos, Go estaba colgando por el lateral izquierdo del Tauros, sosteniéndose a duras penas gracias a que estaba abrazado con piernas y brazos.

—¡Q-Q-Q-QUÉ RÁPIDO!— gritó, sintiendo la adrenalina correr por su cuerpo— ¡A-Ash, mira esto!

Subió la mirada, buscando a su amigo pero lo único que vio fue como este daba una vuelta por una esquina junto a los Pokémon.

—¡No otra vez!— gritó, señalándolo. Mala idea.

Al no estar completamente bien agarrado, salió repentinamente volando hacia el inflable sólo que él, a comparación de Ash, quedó ahí.

—Creí que se me iba a salir el corazón…— murmuró, tumbado en la suave superficie y con los labios secos por el susto— ¡Cierto, Ash!— se paró a toda velocidad y bajó del inflable— ¡Gracias por el rodeo, jefe!

El hombre le sonrió y le levantó un pulgar. Sin que Go se diera cuenta, su tiempo fue registrado como el record a batir para futuros participantes.

El moreno corrió hacia donde Ash se había ido y para su suerte, lo encontró. Estaba asomándose por una esquina.

—¡Ey, Ash! ¡Deja de irte así…!— le dijo desde lejos, recibiendo un gesto por parte de los tres de que se callara— ¿E-Eh?...

Con la palma, el azabache le indicó que se acercara en silencio.

Go así lo hizo, llegando a donde estaba él.

Ketchum le señaló con un dedo el lugar al que se iba desde esa esquina. Era una especie de callejón donde se encontraban las tuberías y ductos de ventilación de varios puestos.

Dentro del callejón, estaba Shanti, sujetando del cuello de la camisa a un tipo de pelo azul.

—Ella es… ¿Por qué está haciendo eso?...— le preguntó a Ash en un murmuro. Este, con la mirada, le dijo que aguardara.

Go se calló y empezó a escuchar.

—¿… tienes idea de lo importante que es esto para ellos? ¡No puede privarlos de este cambio por un simple capricho suyo!— le dijo Shanti, agitando al hombre.

—¡Y-Yo que sé, yo no soy su amigo ni nada!— se quejó el tipo, con las palmas en alto.

—¡Pero si fuiste tú quien le dijo dónde encontrarlos!— le reclamó.

—¡Yo sólo hice el trabajo que me dijeron que hiciera! ¡Me pagaron por ello y lo hice!— dijo, zafándose del agarre de la Pokémon Ranger.

—Ya estarás contento… Ahora ellos están en peligro sólo para que pudieras ganar unas monedas…— la mujer lucía realmente enfadada.

—¿A mí que me importa?... No tienen nada que ver conmigo…

El sujeto pronto llegó a donde estaban Ash, Go y los Pokémon.

—¿Qué me ven?— les preguntó, pasando de largo.

Los niños y Pikachu lo vieron con el ceño fruncido, alejarse.

Casi un minuto después, Shanti salió también del callejón, sobresaltándose al ver a los niños.

—¡Son ustedes!— exclamó, sorprendida— ¿Estuvieron escuchando?...

Los dos asintieron.

—Él parecía peligroso así que me preocupé y te seguí…— dijo Ash, con la mirada algo baja.

—¡Qué lindo, te lo agradezco!— Shanti le acarició la cabeza, causando que el azabache se riera.

—¡D-Disculpa!— Go habló— Si no te importa… ¡Nosotros podríamos ayudarte con tu problema! ¡Eres una Pokémon Ranger así que debe haber Pokémon, personas o plantas en peligro, ¿no es así?!

Shanti se le quedó viendo, aún más sorprendida.

—Tú también eres muy lindo…— le acarició la cabeza, causando que Go se sonrojara un poco— Agradezco la intención, pero no me gustaría arrastrar a unos niños a esto.

—¡No somos solamente niños!— con su brazo izquierdo abrazó el cuello de Ash— ¡Somos asistentes de investigación del profesor Sakuragi, en la región de Kanto! ¡Y Ash está en la posición 1023 del Campeonato Mundial Pokémon!

—¡Oh! ¿¡1023?! ¡Eso es bastante alto!— exclamó Shanti, impresionada.

Ash rio, apenado y halagado.

—Bueno… Ya que no parecen ser niños ordinarios… ¿Por qué no? ¡Un Pokémon Ranger siempre acepta la mano que le tienden!— aseguró, con las manos en las caderas— Bueno, antes de contarles todo… Sé que él se llama Ash, pero ¿y tú?

—¡Ah, cierto, no pude presentarme!— dijo el moreno, poniéndose firme y soltando a su amigo— Mi nombre es Go, de ciudad Carmín y este es mi compañero Raboot.

El conejo se le quedó viendo a la Pokémon Ranger.

—¡Y yo soy Ash Ketchum, de pueblo Paleta, en la región de Kanto! ¡Este es mi amigo Pikachu!— se presentó completamente el azabache.

—¡Pika pikachu!

Shanti asintió varias veces.

—Bien, Go de ciudad Carmín, Raboot, Ash Ketchum de pueblo Paleta y Pikachu, ¡estaré contando con ustedes!— extendió sus dos manos, a manera de saludo.

Ambos la aceptaron.

—¡Sí!— exclamaron ambos.

—¡Pikachu!

De pronto, la mirada de Shanti se volvió un poco más seria.

—Este no es un buen lugar para hablar, así que síganme, por favor— dio media vuelta—. De preferencia, me sentiría más cómoda fuera de la ciudad.

Los niños y sus Pokémon se voltearon a ver. Con rostros serios, asintieron y la siguieron.

Salieron de Fayenza cuando el cielo comenzó a teñirse de rojo, llegando a la entrada de la Ruta 6.

Bueno, aquí era a donde teníamos que venir de todas formas— pensó Go, viendo los alrededores. Sus ojos brillaron al identificar un Foongus—. N-No… Concéntrate Go… Estamos aquí por un tema importante… ¡Contrólate!

—Aquí estamos bien— dijo Shanti, cruzándose de brazos—. Bien, los pondré al tanto.

Los tres asintieron. Raboot escuchaba.

—Bueno, saben que dentro de dos días será verano, ¿cierto?— les preguntó, recibiendo de nuevo un asentimiento— Bueno, hay una cierta especie de Pokémon para la cual es muy importante el cambio de estaciones.

A Go se le encendió un bombillo en la cabeza.

—¿¡Hablas de Deerling y Sawsbuck?!— preguntó, intrigado.

Ash también se dio cuenta, al igual que Pikachu. Señalaron a Go, comprendiendo todo.

—Exacto, Go. Parece que sabes mucho de los Pokémon— Shanti sonrió, sacando el lado más presumido del niño.

—Bueno, más o menos…— dijo, sonriendo y pasándose un dedo por debajo de la nariz.

—Go…— Ash rio de forma nerviosa.

—Bueno, como les decía. Para Deerling y Sawsbuck, el cambio de estación es muy importante. Sus pelajes comienzan a cambiar de color y en los Sawsbuck, los principales afectados son sus cuernos— se puso los índices al lado de las sienes, simulando cuernos—. Es un cambio natural que forma parte de sus vidas por lo cual es muy importante para ellos.

Los niños asintieron. Ash no entendía del todo, pero no quería aparentarlo.

—Todo estaría bien de no ser porque le he estado siguiendo la pista a un científico loco que quiere experimentar con los Deerling y los Sawsbuck— dijo, frunciendo el ceño.

Los cuatro se sorprendieron por ello.

—¿Qué es lo que quiere hacerles?...— preguntó Go, algo nervioso por la respuesta.

El gesto de Shanti se relajó.

—Hay personas… Personas que no ven a los Pokémon como seres vivos. Ellos los ven como herramientas para su uso, como métodos para ganar dinero y conseguir una fortuna— dijo, con la mirada baja y los puños apretados—. Este tipo quiere hacer dos cosas.

—Dos cosas…— repitió Ash, sintiéndose un poco molesto.

—Lo primero que quiere hacer es encontrar una forma de hacer que los Deerling y los Sawsbuck cambien de forma a su conveniencia— dijo, sin levantar la mirada.

—¿¡Eh?!— Go lucía sorprendido, incluso intrigado— ¿Por qué querría hacer eso? ¡Lo único que cambia de ellos cuando cambian de forma es su aspecto, no se hacen más fuertes ni nada!

—Precisamente, Go. Lo que él quiere es su apariencia, no su fuerza— Shanti apretó más los puños—. Al poder hacer cambiar la forma a su voluntad, este tipo podría venderlos por altos precios… ¿Tienes idea del dinero que pagarían algunas personas por ver las cuatro formas de Sawsbuck juntas?

Ash reaccionó ante eso.

—¡Hace un tiempo, cuando yo estuve aquí en Unova, ayudamos a un chico fotógrafo a encontrar el lugar donde se reúnen las cuatro formas de Sawsbuck!— contó Ketchum, sorprendiendo a los demás. Pikachu apoyó la versión de su entrenador— ¡Él dijo que era algo que casi nadie había visto antes!

—Había oído esos rumores, pero…— Shanti agitó con fuerza la cabeza— ¡De cualquier modo!... Tienes razón, Ash. Es algo que nunca se ha visto y si este científico logra cumplir su objetivo, él podría hacer una fortuna a costa de esto.

Ash y Go comprendieron la seriedad del asunto. Hacer dinero vendiendo Pokémon y exhibiéndolos como si fuesen un circo era un absoluto no para ellos.

—Dijiste que quería lograr dos cosas… ¿Cuál es la segunda?— preguntó Go. Daba igual cual fuese la respuesta, él ya estaba adentro del caso.

—La segunda cosa es…— Shanti obtuvo más seriedad que nunca— Impedir que cambien de forma permanentemente.

Ash, Go y Pikachu no pudieron ocultar su impacto. Incluso Raboot la tuvo difícil para no mostrar lo sorprendido que estaba.

—¿¡Q-Quieres decir como dejarlos para siempre en su forma de primavera y así?!— preguntó Ash, sin poder creerlo.

Shanti asintió.

—¡Eso es terrible!— aseguró Go— ¡Ellos cambian de forma para poder adaptarse al clima de los bosques! ¡Si una forma primavera estuviera afuera en el invierno, definitivamente sufriría mucho!

La Pokémon Ranger le dio la razón al moreno.

—Estamos hablando sólo de los resultados, todavía falta el proceso…— dijo, frunciendo de nuevo el ceño— Aunque él logre llevar a cabo sus planes, le tomaría mucho esfuerzo lograrlo y por sobre todo, muchos sujetos de prueba…

Los cuatro se dieron cuenta de inmediato.

—Experimentos con Pokémon…— Go lucía realmente molesto— Yo…

—¡Shanti, te ayudaremos!— dijo Ash, sin dudar en lo más mínimo. También lucía molesto— ¡No podemos quedarnos de brazos cruzados luego de escuchar eso, ¿verdad, Go?!

—¡Claro que no!— respondió el moreno, con el ceño fruncido— ¡Vinimos hasta Unova para estudiar a la línea evolutiva de Deerling, así que no dejaremos que les pase nada!

—¡Pika pikachu!— dijo el roedor.

—Rabi— Raboot asintió.

—Chicos…— Shanti sonrió ampliamente— ¡Bien! ¡Esto sólo pudo ser obra del destino! ¡Seguiremos planeando todo cuando encontremos un buen sitio para pasar la noche!

Los niños y sus Pokémon asintieron. Comenzaron a seguir a la Pokémon Ranger.

—Por cierto, Shanti— Go se acercó por su lado izquierdo— ¿Quién era el tipo con el que estabas hablando antes?

—Oh, él es un explorador local. Conoce bien estos bosques. Lo contrataron para encontrar el hábitat de Deerling y Sawsbuck— la Pokémon Ranger mantuvo un gesto neutral—, ya que ellos son tímidos con las personas y todo eso, así que es difícil verlos.

Go y Ash asintieron.

—Otra cosa— preguntó Ash desde el lado derecho de Shanti— ¿A quién estamos persiguiendo? ¿Lo conoces?

—Sí— la adulta se vio un tanto conflictuada—. Es un científico llamado William, un hombre que sólo usa a los Pokémon para su conveniencia y… mi primo…

—¿¡Ehhhh?!— Ash y Go se quedaron perplejos, deteniendo su paso. Pikachu y Raboot no entendían del todo, pero supusieron que era algo impresionante.

—Sorprendente, ¿verdad?...— Shanti siguió avanzando, ocasionando que los niños avanzaran también— De niños fuimos bastante cercanos pero, ¿cómo decirlo?... Nuestras formas de pensar fueron muy diferentes… A los dos nos enseñaron a apreciar y cuidar a los Pokémon. Durante nuestra adolescencia yo crecí con esa idea y él… bueno, a él de pronto se le metió la idea de que eran objetos para cumplir sus fines…

Ash y Go voltearon a verse. Se habían metido en algo complicado pero ninguno de los dos estaba dispuesto a retirarse.

—Sería mejor si tuviéramos algo de ayuda para buscar— dijo Shanti, descolgándose una Pokéball del cinturón— ¡Vamos, amiga!

De la cápsula emergió una Emolga, la cual emocionó a Go, quien sacó de inmediato su SmartRotom.

—¡Emolga, el Pokémon Vuelardilla! ¡Tipo Eléctrico/Volador!— describió la femenina voz del teléfono— ¡Puede volar al extender sus membranas y electrocutar a sus enemigos mediante la electricidad acumulada en sus mejillas! ¡Vive en las copas de los árboles!

—¡Es la primera vez que veo un Emolga en vivo y en directo!— dijo Go, dando pequeños saltitos.

—¿En serio? Una amiga mía tiene uno, así que estoy algo acostumbrado a ellos— Ash se acercó a la tipo Volador, quien estaba posada sobre el brazo de Shanti— ¿Verdad?

Cuando Ketchum acarició las mejillas de Emolga, recibió de inmediato una descarga eléctrica que lo dejó achicharrado.

—¡A-Ash! ¡Lo siento!

Las disculpas de Shanti no parecieron ser escuchadas por Pikachu, quien se molestó realmente por lo que le habían hecho a su entrenador.

Sin dudarlo, disparó una fuerte descarga hacia Emolga, quien simplemente emprendió el vuelo. La descarga terminó golpeando a Go.

—¿¡P-P-P-Por qué a mí?!— se preguntó mientras se retorcía por la electricidad. Al final, cayó achicharrado al suelo.

—¡P-Pika! ¡Pika pi!— corrió hacia el moreno, tratando de ayudarlo.

Raboot suspiró y se encogió de hombros.

—Vaya problema…— murmuró Shanti.


—Gracias, Butterfree— Go acarició a su tipo Bicho.

—También gracias a ti, Dragonite— Ash estuvo por hacerle caricias a su Pokémon, pero este, en su lugar, lo abrazó con fuerza— ¡C-Claro que preferías esto!

Con ayuda de los Pokémon voladores, el grupo de Ash, Go y Shanti logró encontrar un pequeño descampado en medio del bosque, el cual era el lugar ideal para que se quedaran.

—¿Trajiste tu saco de dormir, Ash?— preguntó Go, abriendo su mochila y sacando el objeto mencionado.

—¡Pero claro! ¡Siempre lo llevo conmigo!— aseguró luego de que Dragonite lo soltara.

—Bien… Sería bueno que durmiéramos. Mañana por la mañana saldremos hacia el hábitat de los Deerling, tuvimos suerte de que nuestro amigo explorador quiso colaborar conmigo— Shanti estaba armando una casa de acampar.

—Tienes razón— dijo Go, guardando sus deportivas.

—¡Pero antes de eso!— Ash sacó otra cosa de su mochila. Su lonchera de Gengar— ¡Es hora de cenar!

Los presentes se rieron al ver eso.


Tal y como Shanti había dicho, salieron temprano por la mañana. Con la guía de la Pokémon Ranger, cruzaron por la ruta sin problemas (Go requirió un extra de ayuda). Se adentraron mucho más en el bosque, cosa que les llevó varias horas.

Por el camino encontraron toda clase de Pokémon como Tranquill, Swadloon, Karrablast, Shelmet, Marill, Basculin, etc. Go la tuvo realmente difícil para no atrapar a ninguno ya que no quería reducir el paso.

—Tengo una duda, Shanti— dijo Go— ¿Alguien sabe exactamente por qué los Deerling y Sawsbuck cambian de forma?

La Pokémon Ranger se quedó pensativa.

—Bueno, mucha gente teoriza que es para protegerse del clima de cada estación pero nadie sabe a ciencia cierta el cómo. Algunos piensan que es porque el pelaje tiene vida propia y otros piensan que son los Deerling quienes cambian sus cuerpos a voluntad… Nadie sabe realmente— dijo, con la mano en la barbilla y Emolga en la cabeza.

—Que teorías tan alocadas…— en la mente de Go apareció un Deerling que podía mover su pelaje a voluntad.

—¡Los Pokémon son tan misteriosos!— exclamó Ash, riendo.

—¿Verdad? ¡Por eso, como asistentes de investigación del profesor Sakuragi, debemos resolver estos misterios del mundo!— dijo Go con una mano en el pecho— Comprender a los Pokémon es comprender al mundo.

—¡Ohh, suenas como el profesor!— señaló Ketchum.

—¿Eh? ¿Tú crees?— Go se rio, halagado.

Shanti sonrió.

—Son buenos amigos, ¿eh?— preguntó.

Los niños voltearon a verse.

—¡Por supuesto!— respondieron ambos.

Siguieron charlando mientras caminaban.

Lo que ninguno notó fue el silencioso enemigo que los seguía desde la distancia.


—Cuando hayamos pasado estos matorrales, estaremos entrando al hábitat de los Deerling y Sawsbuck— dijo Shanti en un murmuro—. Debemos ser respetuosos y no hacer ruido.

—¿Oíste, Ash?— preguntó Go, con los ojos entrecerrados.

—¿¡Qué quieres decir con eso?!— preguntó, susurrando.

—¡Pika!— el roedor le indicó que bajara la voz, llevándose un dedo de la patita frente a la boca.

—Oh… Lo siento— se cayó.

—Bien, ya casi está anocheciendo así que deberíamos establecer nuestro campamento pronto— indicó Shanti—. Ahora que todavía tenemos luz del día y todo…

—Sí...— dijeron Ash y Go.

Justo cuando estaban por comenzar a sacar sus cosas, un fuerte estruendo se escuchó.

—¡Del otro lado de los matorrales!— exclamó Shanti, manteniendo un tono bajo de voz— ¡Tendremos que cruzar, chicos! ¡Síganme!

Los niños asintieron y sin dudarlo, fueron detrás de ella.

Todos atravesaron los grandes arbustos, llegando a un descampado que daba a varios caminos que llevaban a distintas partes del bosque.

En el centro del lugar había una gran jaula y, en su interior, casi quince Deerling y uno que otro Sawsbuck. Estaban en su forma primavera. Todavía podían verse más de ellos fuera de esa jaula pero estaban alejados, viéndose incapaces de acercarse.

Go sacó su SmartRotom.

—¡Deerling, el Pokémon Estacional! ¡Tipo Normal/Planta! ¡El color de su cuerpo cambia no sólo con las estaciones, sino también con los cambios de humedad y temperatura!

—¡Sawsbuck, el Pokémon Estacional y evolución de Deerling! ¡Tipo Normal/Planta! ¡Cambia de morada dependiendo de las estaciones! ¡Observando sus cuernos, la gente sabe cuándo van a cambiar las estaciones!

Una risa se escuchó.

—¿¡Quién anda ahí?!— preguntó Shanti, acercándose a la jaula. Justo cuando estaba por llegar, fue frenada con un movimiento de Eco metálico. Frunció el ceño, molesta— ¡Muéstrate!

—¡Emo emo!— Emolga también se veía molesta.

—¡Shanti, ¿estás bien?!— preguntó Ash, corriendo hacia ella pero también fue interrumpido por el mismo movimiento.

Las risas se hicieron más fuertes. Pikachu y Raboot se pusieron en posición defensiva al igual que sus Pokémon.

De los arbustos salió media decena de hombres, todos bastante fornidos. Estaban acompañados de un Conkeldurr, un Throh, un Scrafty, un Escavalier y un Beartic. Finalmente, apareció un Bisharp y detrás de él un adulto vestido con una bata cerrada que le llegaba hasta debajo de las rodillas. Tenía el pelo algo relamido y usaba unos anteojos cuadrados.

—William…— murmuró Shanti, molesta.

—¡Pero si es mi prima!— dijo el científico— ¡Años sin verte! ¿Te gusta como se ve ahora Bisharp? ¡Debiste verlo en el bosque cuando te seguía!... ¡Oh, espera, ¿no me digas que no lo viste en absoluto?!

—¡No te hagas el tonto, William!— le gritó Shanti, molesta por las provocaciones— ¡Deja en paz a estos Pokémon, vete de aquí y consideraré seriamente el no entregarte a las autoridades a ti y a tus amigos!

—¡Oh, no, no, no! Ellos no son mis amigos. Son socios que trabajan bajo mis órdenes por un cierto interés monetario— dijo, frotando sus dedos pulgar e índice—. Y ellos tienen una orden: Encargarse de los que interrumpan entre mí y mis queridos lingotes de oro.

Ash no aguantó más.

—¿¡Quién crees que eres?! ¡No puedes hablar de los Pokémon como si fueran dinero! ¡Ellos son seres vivos!— le gritó.

—¡Pika pikachu pika!

—¡No mereces usar la bata de científico! ¡Un científico tiene que tener ética y valores y tú no los tienes!— le dijo Go, realmente molesto.

—Shanti… ¿Recurriendo a niños para hacer tu trabajo? ¡Eso es bajo, prima!— dijo, riendo y acomodándose los lentes.

—Puede que ellos sean niños pero entienden mejor al mundo que tú…— le dijo, con el ceño fruncido— ¡Último aviso, William! ¡Vete o…!

—A mí ya se me acabaron las advertencias. Chicos, saquen de aquí a estas personas— les dijo a los hombres, como si les estuviera indicando que sacaran la basura.

—No seremos suaves porque sean una mujer y dos niños— dijo un tipo con una gorra de lana, crujiéndose los nudillos— ¡Escavalier, Ataque furia!

El tipo Bicho salió disparado hacia adelante, con sus lanzas brillando.

—¡Pikachu, Rayo!/¡Raboot, Ascuas!

El roedor dio un salto y golpeó sus mejillas, cargando la electricidad. Tras unos breves momentos, la disparó por completo.

Raboot, por su parte, comenzó a hacer rápidos movimientos con una pequeña roca cerca y tras varios golpes, esta se encendió en llamas. La pateó con fuerza hacia el enemigo.

Escavalier logró desviar el ataque de Raboot pero quedó vendido para el de Pikachu, el cual lo rodeó por completo, haciendo un gran daño.

—¡Escavalier!— gritó el hombre.

—¡Conkeldurr, usa Machada!— gritó otro, un tipo calvo.

El tipo Lucha se lanzó hacia Pikachu pero fue interrumpido por Emolga, quien lo atacó rápidamente con Acróbata. Conkeldurr lanzó el golpe al azar, impactando contra Scrafty.

—¡Oye, ¿qué crees que haces?!— preguntó el entrenador del tipo Siniestro, un hombre de chaqueta de cuero.

—¡Esa pequeña…!— dijo entre dientes el entrenador del Conkeldurr.

—¡Throh, usa Llave giro!— gritó otro de ellos.

El Pokémon corrió rápidamente hacia Raboot.

—¡Ataque rápido!— gritaron Ash y Go al mismo tiempo.

Raboot y Pikachu salieron disparados. El primero lo golpeó en el abdomen y el segundo, en la cabeza, haciéndolo tambalearse.

Entonces, Beartic atacó por un lado, utilizando Chuzos.

—¡Pikachu, bloquea con Cola de hierro!— ordenó Ash.

El pequeño roedor dio unos rápidos coletazos, rompiendo bastantes picos de hielo pero no logró destruir todos. Uno impactó contra él, mandándolo a volar.

—¡Pikachu!

Go frunció el ceño.

—¡Raboot, Doble patada!— señaló al gran oso polar.

El conejo corrió a toda velocidad, esquivando un fuerte ataque de Cuchillada por los pelos. Dio un salto y con sus patas golpeó dos veces al enemigo en la cara, haciéndolo tambalearse.

—¡Emolga, no!

La tipo Volador había electrocutado a Conkeldurr con Chispazo para después recibir un Testarazo por parte de Scrafty, el cual fue súperefectivo.

Shanti le lanzó una baya a Emolga.

—¡Cómela!— le indicó.

La Pokémon así lo hizo. Tras ingerir rápidamente la baya, volvió a ponerse de pie y emprendió el vuelo.

—¡Electrotela!— gritó Ash, señalando a Beartic y Throh, quienes iban tras de Pikachu.

El tipo Eléctrico logró atraparlos a ambos, electrocutándolos.

—¡Cola de hierro contra Beartic!— indicó.

Pikachu lo hizo con todo gusto. Dio un fuerte coletazo en la cabeza del oso.

—¡Raboot, Ascuas!— Go señaló a Escavalier, quien le estaba dando la espalda para concentrarse en Emolga.

La piedra envuelta en fuego dio exitosamente contra la espalda del tipo Bicho, haciéndole un gran daño. Aprovechando ese momento, Shanti ordenó a Emolga el utilizar Acróbata.

El ataque dio de lleno, haciendo retroceder al enemigo.

Los Deerling y Sawsbuck que aún estaban libres simplemente veían todo, asustados.

Por otra parte, William…

—¿¡Qué les está tomando tanto tiempo?! ¡Vamos, los contraté porque parecían fuertes!— se quejó, golpeando el pie contra el piso varias veces.

—¡Cállate! ¡Estos tipos son muy escurridizos!— dijo el entrenador del Beartic.

William se acomodó los lentes.

—Tendré que hacerlo yo también… ¡Bisharp, Eco metálico!— con su dedo índice apuntó a Emolga.

Los brazos de Bisharp rechinaron entre ellos, produciendo un estallido sónico que dio directo contra Emolga, haciéndola perder el equilibrio.

—¡Mi oportunidad! ¡Testarazo!— gritó el del Scrafty. El tipo Siniestro dio un salto y le dio a Emolga un poderoso cabezazo que la derribó del aire.

—¡Emolga! ¡Resiste!— pidió Shanti, preocupada.

Pero la pequeña ya no podía. Cayó debilitada.

—¡Shanti!— exclamó Go, preocupado.

—¡Cuidado!— le gritó Ash.

Antes de que se diera cuenta, Raboot fue atacado por el movimiento Machada de Conkeldurr, mandándolo a volar.

—¡Raboot, no!— exclamó Go, viendo como su Pokémon caía al suelo y hacía lo posible para levantarse.

Ash frunció el ceño.

—¡Acabalo, Throh, Llave giro!

—¡No te dejaré! ¡Pikachu, Rayo!

En mitad de su recorrido, Throh fue alcanzado por el ataque eléctrico, cayendo finalmente derrotado.

Go llegó hasta donde Raboot y lo cargó. El golpe había sido realmente duro.

—Descansa por el momento, amigo…— le dijo, haciendo que volviera a su Pokéball— ¡Vamos, Scyther!

El tipo Bicho apareció, dando cuchilladas al aire.

—¡Cuchillada!— escuchó decir Go.

—¡Cuchillada!— repitió por instinto.

Bisharp llegó a toda velocidad y Scyther apenas logró bloquearlo pero fue cuestión de unos segundos para que perdiera el forcejeo. Se estrelló contra el suelo fuertemente.

—¡Scyther!— gritó el moreno, frustrado. Lo hizo volver a su Pokéball.

—¡Parece que el único rival fuerte ahora eres sólo tú, niño!— William señaló a Ash, riendo— ¿Podrás luchar contra seis adultos? ¡Yo creo que no!

—Lo lamento, Ash…— dijo Shanti, sosteniendo a Emolga en brazos.

Go lucía realmente molesto por no haber podido hacer más. Estuvo a punto de sacar la Pokéball de Butterfree, pero entonces…

—¡Cola de hierro!— Pikachu corrió a toda velocidad hacia la jaula, haciendo que William sintiera terror.

—¡Detenlo, Bisharp! ¡Garra metálica!— ordenó, apurado.

Bisharp persiguió a Pikachu pero no logró alcanzarlo. De un coletazo, los barrotes metálicos fueron partidos por la mitad.

Los Deerling y Sawsbuck salieron a toda velocidad hacia el bosque.

—¡NOOO!— gritó William, llevándose las manos a la cabeza— ¡Atrápenlos, atrapen a todos!

Los matones del científico comenzaron a correr hacia el bosque pero fueron detenidos por el Rayo de Pikachu.

—¡Yo todavía estoy luchando! ¡No dejaré que los toquen!— les dijo, con el ceño fruncido.

Go vio a su amigo y luego, sonrió.

—¡Vamos, Butterfree!— dijo, dejando salir a la mariposa.

William volteó hacia ellos junto a su Bisharp.

—Ustedes… Esto no era de su incumbencia… ¡Acaban de liberar a mis millones!— gritó, señalándolos— ¡Bisharp, Tajo umbrío!

Todos los Pokémon salieron corriendo hacia Pikachu y Butterfree.

—¡Butterfree, Paralizador!— ordenó Go.

En el momento justo, el tipo Bicho dejó salir un montón de polvo amarillo que cayó sobre Conkeldurr, Escavalier y Beartic. Los tres cayeron de cara al suelo.

—¡Electrotela!— dijo Ash.

Una telaraña eléctrica se formó en la cola de Pikachu y salió volando hacia los tres derribados Pokémon, cayéndoles encima. Luego de la descarga, Escavalier terminó debilitado.

—¡No puede ser!— gritó el entrenador del Pokémon.

—¡Butterfreee, ahora usa…!

—¡Testarazo!— repitió el del Scrafty.

El tipo Siniestro corrió hacia la mariposa a toda velocidad y saltó.

—¡No te dejaré! ¡Pikachu, Rayo!— indicó Ash.

Justo cuando el roedor estaba por disparar su descarga, fue atacado por un costado por obra de un Garra metálica. Salió volando varios metros, chocando contra un árbol.

—¡Pikachu!

—¡Butterfree!— gritó Go.

Al no haber detenido a Scrafty, Testarazo dio directamente contra la mariposa, derribándola y debilitándola al instante. Go se sintió todavía más frustrado.

—¡Lo siento, Ash! ¡Ya no tengo más Pokémon conmigo!

—¡Está bien, Go! ¡Yo puedo hacerlo!— aseguró, viendo como Pikachu se ponía de pie, cansado. Ash comenzó a sudar frío— ¡Pikachu, Cola de hierro!

El roedor se puso en cuatro patas y salió corriendo a toda velocidad hacia Bisharp pero esta vez fue interrumpido por un Patada baja de Scrafty, la cual lo hizo volar varios metros hacia arriba.

—¡Tajo umbrío!— dijo William , señalando a Pikachu.

El fuerte golpe hizo que el roedor chocara directamente contra el suelo, levantando una polvareda.

—¡PIKACHU!— gritó Ash. Sus dientes chirriaban— ¡No queda de otra! ¡Vamos, Dragoni…!

Antes de poder sacar a su tipo Dragón, algo pasó.

Por la espalda, Bisharp, Scrafty, Conkeldurr y Beartic fueron atacados. Se trataba de Patada salto por parte de los Sawsbuck que vivían en el lugar.

—¡Volvieron!— exclamó Ash, con una enorme sonrisa.

—¿¡Qué creen que…?!— un Deerling embistió a William, haciéndolo caer al suelo.

Del bosque salieron un montón de ellos, todos atacando a los Pokémon enemigos. No les costó mucho terminar el trabajo. Bisharp se resistió especialmente pero tras fallar varias Cuchilladas, fue derribado.

Shanti y Go sonreían inmensamente.

—¡N-No puede ser!— gritó William, al ver que todos habían sido derrotados— ¡O-Olvídenlo! ¡Yo me largo!

El científico comenzó a correr junto a sus empleados, pero claro que eso Shanti no lo permitiría.

—¡Vengan aquí!— exclamó, lanzándoles su lazo y atrapándolos a todos con un increíble tiro.

Chillidos de terror se escucharon.

Los Pokémon Estacional se quedaron viendo como la Pokémon Ranger aseguraba a los criminales.

—¡Chicos!— exclamó Ash, con Pikachu en brazos y acercándoseles— ¡Muchísimas gracias, fueron realmente valientes!

—Pika pi…— dijo el roedor, cansado.

—¡Nos salvaron!— dijo Go, asintiendo repetidamente.

Los Sawsbuck y Deerling les sonrieron. Algunos se les acercaron y comenzaron a hacerles caricias con la cabeza.

Comenzaron a reír, viéndose rodeados por todos los Pokémon.

Shanti observaba varios metros adelante, con una sonrisa.

—Aunque son niños…— murmuró, apretando el lazo. Su ceño se frunció— ¡Aunque son niños, ellos son más hombres que cada uno de ustedes! ¡Cobardes!

—¡V-Vamos, prima! ¡No estarás considerando el entregarme! ¡Piensa que dirían mis tíos de esto, de que su hija entregó a su primo a la ley! ¡Eso no les gustaría!— trató de convencerla, desesperado.

—Me disculparé personalmente con mis tíos luego de esto, eso tenlo por seguro…

—¡Eeeek!


—Entonces Shanti entregó a su primo y a los matones a la oficial Jenny… ¡Nos dieron una medalla por ayudar al medio ambiente!— Go le mostró a Koharu una insignia que tenía en la chaqueta, la cual mostraba una silueta sonriente abrazando un árbol. Debajo se veía la inscripción "Amigo del mundo".

—¡Es realmente genial, ¿no, Koharu?!— preguntó Ash, con su insignia colgando de su chaleco.

—¡Pika pikachu!— el roedor le estaba contando todo a Yamper.

—Bueno… Supongo que sí— dijo, sin prestarles mucha atención mientras bebía de un jugo.

—¡Vamos, siempre actuando así de fría!— dijo Go, riendo y cruzándose de brazos.

—¡Chicos!— llamó el profesor Sakuragi. Ambos asistentes de investigación se acercaron rápidamente— ¡Estos vídeos que grabaron son simplemente increíbles!

Se podía ver la grabación de un Deerling cambiando su pelaje de rosado a verde. En lugar de que cayera, como Ash y Go creían, este simplemente cambiaba su color a una velocidad increíble.

Sawsbuck, por otra parte, pasaba por algo similar. Sus cuernos echaban formaban vegetación a un ritmo impresionante. Los pequeños botones de flores crecieron a toda prisa y luego, brotaron hojas.

—¡Me serán realmente útiles para resolver el misterio de Sawsbuck y Deerling! ¡Como se esperaba de ustedes, muchachos!— los felicitó a ambos, dándoles palmadas en los hombros.

—¡Oh, supongo que esto también será de ayuda!— Go sacó dos Pokéballs de sus bolsillos y las abrió. Deerling y Sawsbuck salieron— Estos chicos quisieron venir conmigo.

—¡Ohhhh!— exclamó Sakuragi, realmente sorprendido.

—Como se esperaba de Go— dijo Kikuna, sonriendo.

—¡Un entusiasta de las capturas!— Renji rio.

Koharu lucía realmente interesada por esos Pokémon.

—¡Cierto! Go, ¿recuerdas eso que compramos para Koharu?— le preguntó Ash dándole un pequeño codazo en las costillas.

—¡Tienes razón!— de inmediato se descolgó la mochila y se puso a la altura de Raboot para comenzar a buscar.

La niña, así como todos los demás, se veían interesados por eso.

Luego de un rato de buscar, Go por fin lo encontró.

—¡Toma! ¡Es para ti!— dijo, extendiendo su brazo hacia arriba, desde donde lo veía Koharu.

—¿Para mí?...— la niña tomó el llavero que colgaba de los dedos de su amigo de la infancia. Era un llavero hecho de tela que mostraba la cabeza de un Deerling forma primavera, guiñando un ojo y sacando la lengua.

—Go dijo que quería traerte un regalo ya que siempre le estás trayendo la tarea— contó Ash, sonriendo.

—¡O…! ¡Ash!— Go estaba sonrojado y lucía un poco molesto.

—¡Vamos, sé honesto!— Ketchum reía de forma pícara.

—¡Tú…!— Go se puso de pie rápidamente ante lo cual, Ash salió corriendo— ¡Ven aquí!

—¡Atrápame!— lo retó el azabache.

Pikachu, Deerling y Raboot fueron detrás de ellos. Sawsbuck se quedó ahí, sonriendo.

—Bueno, supongo que ahora tienes un recuerdo, Koharu— le dijo el profesor a su hija— ¡Bien por ti!

—Está lindo— la niña dijo eso y luego, simplemente salió del lugar, dirigiéndose a su usual sitio de estar. Yamper la siguió.

Sin que nadie la viera, sonrió. Realmente le había gustado su obsequio.

Ash y Go salvaron a Deerling y a Sawsbuck, en cooperación de la Pokémon Ranger Shanti.

¿Qué aventura espera en el próximo capítulo?

¡Sea como sea!...

Let's Go!


¡Hola, terminé el capítulo realmente rápido!

Me entretuve muchísimo escribiendo el inicio de este fic que espero poder actualizar de manera habitual.

¡Me encantaría conocer sus primeras impresiones! ¡Sería de gran ayuda para mí!

¡Estoy esperando poder seguir creando nuevas aventuras para Ash y Go, dos personajes que he aprendido a querer en este tiempo! ¡También espero que mis relatos puedan llenar un poco el vacío dejado por el parón en la emisión de Pokémon Journey!

Algo que quería consultar con ustedes es el nombre de los personajes. He utilizado los nombres en japonés con excepción del de Ash. ¿Ustedes que opinan? Con la reciente liberación de los nombres en español/inglés, ¿cuáles creen que debería utilizar? Por ejemplo, cambiaría Koharu por Chloe y Sakuragi por Cerise mientras que otros como el de Kikuna o Sota, el hermano de Koharu, los seguiría utilizando mientras no se revelen sus nombres traducidos. ¡Me encantaría saber lo que ustedes piensan! ¿O quieren que deje de llamar a Ash por su nombre en inglés y comience a decirle Satoshi? ¡En fin, esa es la duda! ¡Gracias por las posibles respuestas!

¡En fin! ¡Muchas gracias por leer! ¡Nos leemos en el siguiente capítulo!

¡Hasta otra!