Séptima parte. Las brujas siempre traerán problemas.

Se sintió dichoso de tenerla entre sus brazos cuando despertó, le hubiese gustado tenerla de ese modo el resto del día, lamentablemente en menos de una hora tenían que partir de vuelta a Konoha.

- Preciosa – le hablo con suavidad. Estuvo a punto de desistir en despertarla porque realmente parecía estar muy cómoda, pero seguro que no era una buena idea llegar tarde al autobús, no se irían sin ellos y ya podía imaginar que si llegaban muy tarde todos estarían sobre ellos por hacerlos esperar, ya tendrían tiempo para tomar una buena siesta – preciosa – le dio besos en la coronilla de su cabeza y luego la movió para poder besar sus mejillas – despierta hermosa.

- Naruto, ve tu a nadar, yo quiero seguir durmiendo – oh su novia no parecía darse cuenta en qué día vivía.

- En una hora debemos estar en el lobby, hoy regresamos.

- Oh no – se lamentaba su novia mientras trataba de abrir sus ojos.

De no ser muy pronto la ayudaría a despertar con una buena sesión de sexo, resignado recordó que era muy pronto, lo menos que deseaba era lastimarla, así fue como termino metiéndose en la regadera con agua fría.

Se moría por hacer muchas cosas con ella, entre las cuales, por supuesto era ducharse juntos y hacer el amor debajo del agua, pero todo aquello tendría que ir con calma, tendría que dejar que ella marcará el paso de cómo ir avanzando, de eso estaba completamente seguro.

Al salir del cuarto se percató de sus mejillas rojas y de que trataba de hacer una bola con una sábana.

- ¿Qué haces? – le dijo curioso.

- No cabe en mi maleta, ¿te la puedes llevar en la tuya? – le extendió el pedazo de tela.

- ¿Por qué te quieres robar una sábana del hotel? – su novia pareció indignada ante ese comentario.

- No es un robo, pero dado que arruinamos el material prefiero llevármelo y evitarles la pena de tirarla por ellos mismos.

No tardó mucho en adivinar lo que pasaba y fue a besarla para tranquilizarla.

- Deja las sabanas junto a las demás…

- Pero…

- Las mucamas lo menos que quieren es revisarlas a consciencia, las meterán a lavar y las desinfectarán, así de sencillo.

- Cuando las tomen pensarán que matamos algo.

- Hina, no somos los primeros…

- Si no me ayudas tú, le pediré ayuda a Ino.

Y ahí estaba en la recepción entregando las llaves del cuarto mientras cometía un robo. En su maleta tenía la sabana que más tarde tendría que encargarse de tirar sin llamar la atención.

Como en el viaje de ida se sentó al lado de su novia mientras que las brujas de sus amigas iban al frente. Ya esperaba que empezaran a molestar como de costumbre, sin embargo y para su gran sorpresa la pelirosa estaba totalmente ausente, y se dio cuenta de lo que sucedía cuando Ino la delató.

- Deja de mensajearte con el tarado ese.

- No es ningún tarado, es un hombre muy inteligente.

- ¿Hablan del amigo de Naruto? – Hinata se interesó por la conversación.

- Es tan guapo e inteligente, además es muy culto.

Las chicas emocionadas se pusieron a hablar del nuevo romance de Sakura, todo parecía indicar que en verdad habían congeniado. Se sintió extrañado de que Sasuke le diera tan buena impresión a la pelirosa, a él no le parecía que tuviera tantas cualidades, era más bien un tipo arrogante y de mal humor, no dudaba que tuviera sus momentos de buen amigo, pero para nada lo podría describir como lo hizo la pelirosa. Sin embargo eso no era lo más impresionante, sino que alguien se interesará en esa escandalosa mujer. Sin tomarle más importancia al asunto se puso de meloso con Hinata, abrazándola y dándole besos en sus mejillas.

- Oh ya van a empezar los noviecitos – la rubia les observaba divertida y él prefirió ignorarla por completo, aunque aquello no sería tan fácil…

Durante todo el transcurso hizo el descubrimiento más grande de su vida. La única que le había molestado era Ino, la bruja pelirosa casi no les había prestado atención, más bien parecía concentrada en mensajearse con Sasuke. ¿Acaso era posible que aquellas mujeres le dejarán en paz si tenían una pareja?, sonaba lógico si las respectivas parejas demandaran su atención.

Los siguientes días supo que tenía razón. La manera de que esas brujas fueran menos intensas era sencillamente consiguiéndoles una pareja, una que valiera la pena. Porque al parecer la pelirosa se había enganchado de verdad con Sasuke. Su amigo incluso le había dicho que iría para visitarlo, ¿a quién engañaba?, iba para ver a la bruja de cabello rosa.

Sentado mientras observaba los contactos de su teléfono, comenzó a pensar en quién podría encajar con la rubia, si lo que necesitaba era conseguirle un buen novio para que lo dejará en paz, lo haría con mucho gusto. Solo tenía que pensar en una buena víctima para salir con esa rubia…

Pensó en varias posibilidades…

El hermano mayor de Sasuke, era tranquilo y sin duda podría aguantar a esa loca, lamentablemente estaba muy lejos, lo de Sakura y Sasuke funcionaba por la sencilla razón que se vieron en persona y encajaron. Con Itachi las cosas no serían así de fáciles…

Shikamaru ya se había enganchado con Temari, pero consideraba que también pudo ser un buen candidato.

Con Kiba sería un verdadero desastre, ya podía imaginarse el montón de peleas que tendrían.

Le vino a la mente un conocido que era realmente exasperante, solía ser inapropiado y hacer comentarios fuera de lugar, tal como esas brujas, pero también era amable y dedicado a lo que quería, trataba bien a las mujeres, y por alguna razón algo en su interior le dijo que aquellos dos podrían llevarse bien.

Y como no se le ocurrió otro para tener un plan b, esperaba que aquello funcionara.

Sai iba a una universidad cercana, por lo que seguramente aquello de juntarlos sería factible.

La oportunidad se dio cuando les invitaron a una fiesta en viernes que organizaban las compañeras de su novia por haber terminado el semestre, lo cual era genial si tomaba en cuenta que el domingo, un par de días después de esa fiesta se irían de viaje con su familia. Les había contado que no pudieron ir al show con delfines y sus padres que adoraban a su novia no dudaron en organizar un viaje a la playa para además de pasar un momento familiar conocer más a Hinata.

- Puedes traer a cuantos chicos quieras – le había dicho Matsuri.

- Siempre y cuando sean atractivos – le dijo la rubia.

- No seas ridícula, todos sabemos que entre más feos más te gustan – le dijo burlesca la pelirosa.

- De qué me sirve que tenga cara de niña si vive lejos de mi ciudad.

- Viene a verme los fines de semana y además Sasuke no tiene cara de niña.

- Esta todo pálido, deberías decirle que tome el sol, y que no use camisas tan abiertas, no se ve sexy, parece un gay que trata de venderse.

- No puedo creer que digas eso Ino cerda, Sasuke no parece gay.

- Ay por favor, el fin de semana pasado Sasori ha querido ligar con él, obviamente pensó que era de los suyos.

- Porque Sasori le coquetea a todo lo que se mueve.

- Claro que no, a Naruto jamás le ha tirado los perros.

- Porque Hinata en las fiestas siempre está encima de Naruto.

Bien, quizá aquellas mujeres jamás dejarían de ser una brujas pero al menos si tenían una pareja sería posible que no todo el tiempo le estuvieran molestando exclusivamente a él, ya podía ver que al menos la atención se dividiría en varios.

Esa noche invitó a Sai, jamás le considero un amigo cercano, pero esperaba que encajara con Ino y por fin con ambas brujas concentradas en un enamoramiento, le dejarán en paz.

Tendría que reconocer que al inicio de la fiesta se arrepintió e incluso pensó que se equivocó al llevar a Sai, el tipo además de raro, había hecho comentarios muy inapropiados.

A Sakura le había dicho que era fea y que tenía una enorme frente, la pelirosa de inmediato le tiró un golpe que el pobre tipo alcanzó a esquivar, Hinata trato de tranquilizar a su amiga, aunque más bien pronto se puso de buen humor cuando Sasuke hizo acto de presencia, era increíble que el Uchiha viajará cada fin de semana tan solo para poder ver a esa bruja.

Sai, mientras tanto fue por ahí diciendo más comentarios fuera de lugar, a Kiba le dijo que olía a perro, a Temari, que si estaba enojada por tener un cabello maltratado, al pobre de Shino, si tan mal estaba de la vista para usar esos lentes de fondo de botella, estaba seguro que en cualquier momento lo sacarían a golpes de aquel lugar. Hasta ese momento creyó que había sido una tontería pensar en él como un buen prospecto, con esa actitud estaba seguro que no encajaría con ninguna mujer.

Para su asombro cuando le presentó a Ino, y que rogo internamente que no hiciera un comentario grosero, este le dijo "eres muy bonita", no entendía de donde sacaba aquella conclusión tan alejada de la realidad, pero suspiró aliviado cuando vio que la rubia se sonrojo ante su cumplido.

Después de que les vio platicar efusivos, supo que tal vez no había hecho mal en llevarlo. La rubia se veía contenta y lo más importante le habían dejado completamente solo con Hinata.

- Naruto, ¿te estas divirtiendo? – le pregunto su dulce novia mientras le abrazaba.

- Contigo siempre me divierto.

- Creo que no hice bien la pregunta, más bien quise decir ¿no crees que esta fiesta es algo aburrida?

- ¿Tú lo crees? – le pregunte confuso.

- Ya lo creo, ¿por qué no me llevas a mi casa y vemos una peli en mi cuarto?

- ¿Tus padres? – pregunto confuso. Los padres de Hinata eran quizá los tipos más conservadores que había conocido, las pocas veces que estuvo en el cuarto de Hinata era porque había entrado de día y con las puertas bien abiertas y regularmente su madre se daba vueltas como si tuviera cosas importantes que hacer por los pasillos.

- Se han ido de viaje y han dejado encargada a Hanabi con la tía Kurenai.

- Oh – le dijo ante de jalarla y sacarla de aquella fiesta que ahora mismo le parecía aburridísima.

Hinata rio ante su actitud pero le siguió los pasos con el mismo deseo de llegar lo más pronto posible a su casa.

Era un bonito descubrimiento saber que había encajado tan bien con Hinata en el sexo, de no saber absolutamente nada paso a querer experimentar todo lo que él le ofrecía. Y esa noche al parecer no sería diferente.

Se besaban con entusiasmo mientras él empezaba a toquetear cada parte de su cuerpo, le froto sus pechos sobre el vestidito color amarillo que se amoldaba perfectamente a sus curvas y no fue hasta que la escucho jadear que empezó tirar de su vestido para sacarlo.

Cuando la tuvo en ropa interior frente a él, Hinata fue esta vez quien tomó el control al sacarle sus prendas, empezando por su camisa de cuadros y luego los pantalones, se sentía sumamente complacido de que su dulce novia comenzará a ser tan desinhibida, pues al ver el bulto en su bóxer ella no dudo ni un segundo en restregarse en él, logrando que se excitara completamente.

No quería esperar, quería meterse en sus piernas por lo que tomando su braguita la retiró de un solo tirón.

- ¡Hey!, acabas de arruinar uno de mis conjuntos favoritos – le dijo más bien divertida.

- Lo siento preciosa, pero te necesito ya, bajo mi cuerpo – la lanzó a la cama y luego se retiró el bóxer lo más rápido que pudo.

Al llegar a ella y abrirle las piernas, Hinata le detuvo al tocar sus hombros.

- Naruto… ¿te puedo pedir algo?

- Lo que quieras preciosa.

- ¿Me besas aquí? – luego sencillamente señalo su intimidad.

Se le hizo agua la boca, pensaba que tendría que esperar mucho tiempo para lograr que su dulce novia quisiera recibir sexo oral de su parte, que ella misma lo pidiera lo prendió hasta niveles antes no alcanzados.

Ni siquiera lo pensó dos veces, se lanzó sobre ella, colocando su cabeza entre esas largas y torneadas piernas de su novia – ¿sabes que me encantan tus piernas?

- Sí, me lo has dicho muchas veces – levantó su pelvis y el sintió que era el hombre más afortunado, había logrado que su novia se sintiera cómoda y confiara en él y lo más importante, descubrir que su novia albergaba un espíritu muy sexual y eso le encantaba. Porque con las demás personas seguía siendo la misma Hinata de siempre, tímida y seria, solo con él había cambiado en la intimidad, y eso sin duda le gustaba y le prendía.

No se hizo del rogar, le lamio toda la vulva, saboreo cada parte de ella y la acarició como antes lo había hecho, solo que esta vez con ayuda de su boca, labios y lengua, la escucho gemir fuerte y luego sintió sus manos sobre su cabeza, ella le estaba marcando el ritmo y él se dejó guiar hasta que la sintió llegar al orgasmo. Se emocionó mucho de verla así, sudada y con su respiración agitada, era preciosa. Se metió entre sus piernas y luego le quito la última prenda que le quedaba, su sujetador de encaje que debió terminar en algún lugar rincón de la habitación.

Debió adivinar sus intenciones cuando buscó los condones con la mirada, que deberían estar por ahí tirados, porque ella al instante le señalo su mesita de noche.

- ¿Qué pasa preciosa? – estaba tan agitada que intentó entender lo que ella quería, y eso según él era buscar en el cajón. Lo primero que salto a su vista fue una tirita de pastillas que marcaban días, las había visto antes, por lo que entendió eran anticonceptivos.

- ¿Puedo?, ¿de verdad puedo? – le dijo entre emocionado e incrédulo.

- Muero si no lo haces, vamos – ella se abrió más para él, extendiendo sus brazos y separando bien sus rodillas.

¿Era acaso el hombre más afortunado del mundo?, se metió al instante entre sus piernas y se acercó hasta su cara para besarla. No perdió mucho el tiempo, casi al instante bajo su cadera para rozar su pene en su entrada, ambos disfrutaron el contacto piel con piel, pero ya no estaban para juguetear, la penetró con lentitud mientras con su boca busco uno de sus pezones para chuparlo con esmero.

Nunca en la vida había sentido algo así, era la primera vez que tenía relaciones sin preservativo, y que además fuera con Hinata lo hacía aún más increíble, sentir la humedad de sus paredes, saber que lo estaban haciendo directo, no estaba seguro, quizá solo era una cuestión psicológica, pero al menos para él estaba claro que hacerlo directo era la cosa más deliciosa que había experimentado en su vida.

- Naruto… Naruto… – su posición favorita hasta ahora era la típica de misionero, sencillamente porque su Hinata siempre terminaba canalizando su sentir en su espalda, le rasguñaba y apretaba, y si además le gemía en el oído, aquello se volvía lo más erótico que podía existir.

- Hinata…

- mmmm…

- ¿Te gusta así? – la empezó a embestir con fuerza mientras aferraba sus manos a sus caderas, necesitaba penetrarla hondo.

- Sí, así Naruto… mmm… sigue así… – sintió sus uñas en su espalda mientras comenzaba a jadear con más fuerza, definitivamente se estaba corriendo, que lo apretará de esa manera siempre le llevaba a un orgasmo explosivo.

Se quedaron abrazados durante varios minutos, luego se retiró con lentitud solo para ver como su pene desnudo y completamente mojado salía de su interior. Se estaba poniendo cachondo de nuevo.

- Hina, esto es maravilloso.

- Ya lo creo, amo los anticonceptivos – le dijo sonriente.

La noche fue larga, porque al menos en otras dos ocasiones se dejaron llevar por la fuerte atracción que sentían, siempre experimentando cosas juntos, nuevas posiciones por ejemplo.

Despertó cuando escucho golpecitos en la puerta, eran ligeros pero aun así le pusieron alerta. Sentía una ligera presión a su costado, por lo que al ver a Hinata dormida a su lado, supo que algo no andaba nada bien.

- Hina – le hablo tranquilo y moviéndola lo suficiente para despertarla.

- mmm…

- Hina, creo que tenemos visita – le dijo bajito en su oído.

Se levantó de golpe y totalmente alerta.

- Oh no – le dijo claramente preocupada.

- Lo sé, al menos hay que vestirnos – ella de inmediato asintió y luego nuevamente se escucharon aquellos golpes, seguido de una voz femenina – Hina, hemos llegado.

En tiempo récord se puso el pantalón y camisa, el bóxer los aventó debajo de la cama, pero Hinata al parecer no lo quería ahí, porque al ponerse un camisón, lo empujo hasta meterlo al baño. Esperaba no haber dejado alguna prenda que lo delatara, y sobre todo esperaba que Hinata se diera cuenta que habían dejado por ahí tirados los condones sin usar…

Escucho como se abría la puerta y como tenían una conversación que él no alcanzó a escuchar del todo, al parecer aquellas paredes eran lo suficientemente gruesas para impedir el sonido.

No sabía que esperaba su novia al ocultarlo, porque desde su punto de vista, Hinata daba totalmente la apariencia de haber tenido sexo por la noche y aunque hubiera preferido no dejarla sola, decidió respetar su decisión de encerrarlo como un cobarde en el baño. Mientras esperaba trató de ponerse presentable, conocía a los padres de su novia y estaba seguro que era de su agrado, pero definitivamente eran lo bastante conservadores para molestarse si se enteraban que su hija tenía sexo con él. Preparó mentalmente un discurso hasta que la puerta del baño se abrió y entonces vio a su novia con una enorme sonrisa.

- Se ha ido a preparar el desayuno.

- ¿Sabe que estoy aquí?

- Por supuesto que no, seguro hubiera pegado el grito en el cielo al enterarse, y ten por seguro que nos haría leer la biblia durante meses para que nos demos cuenta de los pecados que estamos cometiendo.

- Entonces agradezco que no se diera cuenta.

- Así es – le dijo ella contenta mientras retiraba su camisón, dejándola completamente desnuda y luego metiéndose en la ducha, mientras el embobado la siguió con la mirada.

- ¿Segura que tu madre no se ha dado cuenta de que estoy aquí? – ella le permitió observar mientras se duchaba.

- No es mi madre quien ha tocado la puerta.

- ¿Entonces?

- La tía Kurenai, debiste confundir su voz, es hermana de mi mamá y por lo tanto tienen una voz muy similar, todo mundo las confunde.

- Oh, ¿entonces no hay peligro?.

- Bueno, mi tía es monja, así que preferiría que no se dé cuenta que estas aquí.

- Puedo bajar por tu ventana.

- Imposible, da directo al jardín y Hanabi adora jugar en ese lugar, ahora mismo me ha dicho mi tía que está ahí...

- ¿Entonces….?

- Esto Naruto, debo bajar a desayunar, de no ir mi tía pensará que estoy enferma y no me dejará en paz todo el día.

- Bien, ¿entonces te espero aquí?

- Prometo no demorarme mucho y traerte comida.

Cuando termino de ducharse le paso la toalla y rápidamente lamentó aquella interrupción, quería estar con su novia de vuelta. Pero no le iba a poner difíciles las cosas, la dejo marcharse después de vestirse con un adorable vestido lila y él se quedó en su cuarto aprovechando el tiempo para guardar los condones que habían quedado cubiertos por las sabanas, y ponerse sus bóxer y tenis que estaban ocultos bajo la cama.

Aquello se convirtió en un completo desastre cuando se dio cuenta que los padres de Hinata llegaron, y luego su novia volvió al cuarto claramente nerviosa.

- Naruto, mis padres no deben saber que estás aquí.

- Bien, no pasa nada, me mantendré oculto – le dijo sonriendo, aunque lo cierto era que no estaba acostumbrado a esconderse y jamás había vivido una situación similar, pero si su novia se lo pedía, no podría negarse. Solo esperaba que aquello no fuera más allá de medio día porque tenía que estar en la empresa de su padre, era algo que hacía todos los sábados.

Afortunadamente Hinata le había llevado galletas, yogur y una amplia variedad de frutas, de hambre no moriría, pero estar encerrado por horas no era precisamente lo suyo, más si Hinata ni siquiera se quedaba mucho tiempo con él.

- Hina – le dijo cuando volvió a su cuarto – si entretienes a tu familia puedo salir por la ventana, nadie se dará cuenta…

- Oh no, no te preocupes llamé a mis amigas para que me ayuden a sacarte de aquí, vienen en camino…

Claro que se preocupaba, cuando las brujas estaban de por medio todo salía mal.

- Eso no era necesario – le dijo – solo saca a tu hermana del jardín y yo saldré con facilidad, lo prometo.

- A mi abuela le gusta estar cerca de la ventana…

- ¿Tu abuela?

- Mis padres regresaron con mi abuela para que pase una temporada y de paso Neji decidió venir con su novia. Te juró que no sabía estos planes.

- Lo sé preciosa – le acarició su rostro – llamare a mi padre para decirle que no podré llegar.

- Trataré de liberarte a tiempo, Ino y Sakura son muy eficientes para estas cosas.

Él también lo era, pero su novia no le dejaba muchas opciones, por lo que tuvo que asentir y esperar esa dichosa ayuda, que más bien le preocupaba.

Y la verdad es que no tardó mucho en escuchar sus voces, seguía pensando que no era una buena idea llamar a esas mujeres, no confiaba en su inteligencia pero igual le dijo el plan a Hinata "entretener a toda su familia mientras él salía por la venta".

Al escuchar voces en la planta baja y no ver a nadie en el jardín, se precipitó a salir por la ventana, estaba seguro que podía salir de su casa sin problemas en menos de 2 minutos, el cuarto de Hinata estaba en un segundo piso, por lo que trato de bajar lo más que pudo por la ventana y luego sencillamente se tiró al jardín, sabía cómo caer para no lastimarse, después corrió a la verja que afortunadamente aquellas brujas dejaron abierta, estaba por salir cuando escuchó una voz a su espalda.

- Naruto, qué bueno que vengas a visitar a Hinata – la voz del señor Hiashi le hizo girar.

- Si bueno, me invitó a la reunión.

- Pasa muchacho – le dirigió una sonrisa amable y no le quedó de otra que entrar de nuevo a la casa. Al menos habían logrado que creyeran que recién llegaba, sacándolos totalmente del problema que Hinata temía.

O eso creía…

En cuanto entró a la sala, la voz de la pelirosa resonó por todo el lugar.

- Oh no, ¿te atraparon bajando de la ventana? – todos le voltearon a ver, y justo cuando había ideado la manera de responder ese comentario para hacer creer que era una broma de la bruja esa, la otra se apresuró para arruinarlo completamente.

- En todo caso no deberían ser tan severos, es normal tener sexo con nuestra pareja, y Hinata y Naruto llevan más de un año juntos.

Tuvo que buscar a su novia para asegurarse que no se había desmayado o algo por el estilo, y efectivamente, la encontró tan pálida que tuve que correr hasta ella para que no se estampara en el piso.

Una cosa era ser liberal y otra muy diferente ir hablando de intimidades delante de personas que no les importaba saberlo, esas brujas seguían llevándose el puesto de las más imprudentes.

De pronto todos los ojos estaban sobre ellos, seguramente la vergüenza de Hinata y su camisa arrugada les daba la idea de que aquellas mujeres no mentían.

- Les conté que Tenten y yo nos casaremos el próximo año – el primo de Hinata trataba por todos los medios de llenar ese incomodo silencio.

- Nos casaremos en la playa, ¿no les parece romántico? – esa muchacha Tenten seguramente sería una mejor amiga para su novia, pero no… prefería a ese par de locas que solo habían logrado alterar a toda la familia.

Neji y tenten lograron distraer un poco con su discurso, y las locas como si no se hubiesen dado cuenta del desastre que crearon se pusieron a hablar de sus respectivos novios.

Recibió miradas reprobatorias de los padres de Hinata, y supuso que aquello sería normal si se enteraban de lo que una pareja joven suele hacer, trató de no darle muchas vueltas al asunto, porque también sabía que no era para nada necesario hablar con ellos de su vida sexual, ni ellos, ni él querrían hacerlo, eso era seguro.

Lamentablemente su viaje de verano corría el riesgo de cancelarse, porque según palabras de Hinata sus padres ahora reconsideraban si era una buena idea dejarla ir de viaje con su familia, al parecer en esos momentos no era tan de su agrado, lo entendía, y suponía que pronto terminarían por aceptar que no estaban haciendo nada malo.

Ese día finalmente decidió pasarlo con Hinata, porque claramente le avergonzaba estar sola con su familia, ya que sus amigas sencillamente huyeron, sin resolver el problema, sin quedarse para amenizar la situación, muy típico de las brujas.

Entrada la noche se fue a su casa, mientras trataba de conciliar el sueño pensó que sí en verdad Hinata no iba de viaje con su familia, quizá lo mejor era quedarse él también, no le apetecía del todo separarse de ella por más de 10 días, y mucho menos ir a nadar con delfines o hacer otras actividades que habían planeado especialmente para ella.

Había tomado una decisión que le notificaría a su explosiva madre, mientras pensaba en las palabras adecuadas para no hacerla enfadar su celular empezó a vibrar con insistencia, por lo que curioso lo tomo entre sus manos para ver de quien se trataba.

Ino te añadió al grupo "salvando el verano"

Bruja rubia: "Naruto, lo lamentamos, ya nos explicó Hinata que metimos la pata en grande"

Bruja Pelirosa: "Sabemos que sus padres se han puesto de intensos y que la tía de Hinata la ha puesto a leer la biblia"

Bruja rubia: "Lo que no es justo es que arruinen el viaje que ya tenían contemplado"

Bruja pelirosa: "Al menos logramos resolver ese asunto"

Naruto: "¿Lo resolvieron?

Bruja pelirosa: "Los padres de Hinata le han dado permiso cuando se han enterado de que nosotras también vamos de viaje con tu familia"

No las quería con ellos de viaje, pero sí de ese modo podía llevar a Hinata con él, tal vez valdría la pena el sacrificio…

Naruto: "¿En verdad le han dado permiso solo por qué ustedes dos van?"

Bruja rubia: "No vamos de verdad, sería horrible soportarte nuevamente todo un viaje"

Bruja pelirosa: "Además eres muy celoso y seguro no dejarás que Hinata pase mucho tiempo con nosotras"

Bruja rubia: "Que ridícula eres frentona, si sabes bien que no irás porque te iras de zorra a pasar el verano con el amargado de tu novio"

Bruja pelirosa" ¿Y tú qué me dices?, seguro te la pasaras el verano con el pálido e impertinente de tu novio.

Bruja rubia: "Al menos no parece gay como tu novio"

Bruja pelirosa: "No me hagas reír, aún tengo dudas de que el pálido ese no juegue del otro bando"

Bruja rubia: "Pues a mí me queda claro que no lo hace"

Bruja pelirosa: "¿A si?, Seguro en la intimidad te pide cosas raras"

Bruja rubia: "No como Sasuke que te pidió que le metieras el dedo y…."

Salir del grupo

Oh dios… esas mujeres estaban locas, no le interesaba en absoluto saber cosas de sus parejas, que además eran sus amigos, "pobres hombres" pensó el rubio. Aunque lo cierto es que se alegraba que ambas consolidaran sus respectivas relaciones, jamás dejarían de portarse como eran, pero al menos al tener una pareja dividían su atención en más cosas. Y tendría que reconocer que al menos intentaban buscar la felicidad de su novia, muy a su manera y con muchos fracasos, pero lo intentaban…

Seguramente al final del viaje aquellas brujas de alguna manera los delatarían con la familia de Hinata, ¿pero que más daba?, si conseguían que Hinata pasará con él ese verano valía toda la pena correr el riesgo…

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Gracias por sus comentarios, me motivan y en verdad espero que al menos les haya entretenido un ratito ^_^