Lady bug No me pertenece, este es un regalo para Sofia victoria de Facebook, una fan bastante activa :D

Happy birthday.

I choose you

Mark sabe que alguien algún día va averiguar su identidad, no es que fuera negativo, el llegar con 17 años le hace pensar que ha logrado mantener una especie de record con tantos años sin ser descubierto. Si bien Tikki que le permite ser LordBug le dice que tendrá buena suerte, también es Mark, Mark Dupain Cheng que es sinónimo de mala suerte. Una parte interna de él admite, que le hubiera gustado que fuera Kitty Noir. Han sido compañeros por tanto tiempo, que si alguien hubiera merecido su voto de confianza.

Seria ella.

Pero no lo es.

Es más, parcialmente todo es su culpa.

Una parte de él sabe que no debió escaparse de casa para ese estúpido concierto, que no debió dejar que Luka, su querida amiga le acompañara y dejar que todo se fuera a la porra cuando un akuma nuevo apareció. Él era el guardián, debía recordar que los ataques habían aumentado y que no tenía el lujo de poner algún ser querido en riesgo.

Pero lo hizo.

Si alguien pregunta si lo volvería hacer, si volvería a saltar para rescatar a Luka de la caída aun conociendo que faltaba poco para que su tiempo de transformación se agotara.

Lo haría sin dudarlo.

Podía vivir con el conocimiento de que era un pésimo guardián, en lugar de haber dejado a uno de sus amigos herido o incluso muerto.

Recordaba como cuando llegaron a un callejón, los ojos de Luka se habían abierto de incredulidad y comprensión cuando la transformación se fue de su cuerpo. Su parte nerviosa había soltado un gemido/chillido al saber que había fallado en ocultar su identidad. Tantos años no habían sido suficientes, ignorando que era un chico de 17 años, casi un adulto, juro que tenía ganas de llorar por la frustración.

Agreguemos sus usuales deberes como presidente de clase, su pasantía con Gabriela y una vida oculta de súper héroe.

Llorar no era tan malo.

Pero Luka no grito, no dijo nada, no le reclamo o tampoco pregunto. Ella solamente puso una mano sobre su hombro y otra en su mejilla. Se había olvidado de todo cuando le regalo esa sonrisa amable, que era de hermana mayor y al mismo tiempo no lo era. Luka el hermano de su compañero Julius, ignorando que era mayor que él por dos años, había admitido tener sentimientos por su persona. Incluso cuando él le dijo que amaba a Adriana.

No le había importado.

Luka jamás le presiono.

Solo estaba ahí, apoyándolo, sonriéndole, siendo amigos.

Pero cuando lo vio de esa forma al saber, lo que nadie más sabia, algo dentro de él se agito. A veces sentía que se odiaba, porque, aunque juraba en muchas ocasiones sobre su amor por Adriana, su cuerpo y mente a veces lo traicionaba pensando en Luka.

Pero era inevitable.

—Eres muy valiente Mark, debiste pasar, por tanto—habla con voz musical y su cabello algo revuelto por la casi caída.

Mark siente a Tikki tensarse detrás de él, pero no le importa cuando escucha esas palabras que había esperado por tanto tiempo. Exactamente desde que Fu, la adorable anciana le había dejado con una pérdida de memoria y como nuevo guardián. Porque le había dejado solo en la lucha y él…no quería estar solo.

Tenía a Tikki, pero a veces quería más, quería respirar, contarle sus problemas a alguien.

Que lo entendiera.

Luka lo entendía.

Ella siempre entendía.

Casi se arrojó sobre ella y la envolvió en un abrazo mientras las lágrimas salían de su rostro, ella solamente palmeo su cabeza dejándolo llorar.

Tal vez si era un bebé llorón.

.

.

Su usual vida llena de estrés por todas sus responsabilidades, poco a poco cambia. Sus conocidos comienzan a comentar que vuelve a sonreír más como cuando era más joven, Luis su eterno rival parece fastidiado de verlo sonreír incluso cuando miente descaradamente como siempre, Claudius parece fastidiado que, aunque sea hijo de la alcaldesa sus palabras no le afectan. Sobre todo, su mejor amigo Alan, no puede evitar levantar una ceja cuando llega un día completamente sonriendo.

Todo el mundo claramente está confundido.

No hace más de seis meses por fin, por fin, se había declarado a Adriana y recibido un rechazo (amable) que lo había dejado devastado. Si ya en ese entonces sus deberes lo mantenían estresado, el haber sido rechazado solamente aumento su mal humor. Claramente era amable con todos, pero era obvio que alejarse de la rubia, no era algo que hiciera discretamente.

Se sentía algo mal, notaba el dolor en los ojos de Adriana al perder a un amigo, pero no era tan masoquista. No podía seguir a su lado cuando ella admitió estar enamorada de otro chico, a pesar de todo lo que había intentado por ella en los últimos años.

—Tu sonrisa me da miedo—decía Alan caminando a su lado después de la clase de deportes.

Mark solo sonrió tímidamente sin poder ni saber cómo explicarle.

Su mente llego a un recuerdo de la tarde anterior, había estado luchando fuertemente con un akuma al lado de Kitty Noir, además de Alan con su versión de héroe enmascarado como el zorro y Carapace, Nina con el poder de la tortuga. La batalla había sido dura y en especial él había salido lastimado, pero se había marchado antes que alguno se diera cuenta.

Solo para llegar a su balcón y ver a Luka de brazos cruzados.

Ignorando que la chica se había colado a su balcón sin darse cuenta, incluso cuando le dijo que podía dejarle a su hogar (luego que Tikki descansara), se negó diciendo que le iba ayudar con sus heridas. Era vergonzoso admitir que su espalda y brazos estaban llenos de heridas, que ocurrían en ocasiones. Era vergonzoso admitir, que el toque de Luka en sus manos era suave. Era vergonzoso pensar, que le alegraba que la chica estuviera ahí, colada en su habitación.

Porque podía hablar, contarle lo que pasaba, sin temor, sin mentiras, siendo el mismo. Sabía que algunas cosas no le agradaban, su ceño se fruncía cuando preguntaba por alguna cicatriz, que él contaba pacientemente con una historia atrás.

Ser sincero era lo mejor.

—Debes tener cuidado—le había dicho ella cuando termino de ser enfermera y solo tomo asiento a su lado en el balcón.

Cansado.

Agotado.

Lleno de sangre.

Sudor.

No quería saber bien que era eso negro en su zapato.

Solo asintió.

—Tendré cuidado—había dicho casi más dormido que despierto, ganando una mirada de Luka preocupada—aunque tener una enfermera linda como tú, me hace querer tentar el peligro alguna vez—bromea moviendo las cejas de forma insinuante.

Luka rueda los ojos antes de reír y empujarlo levemente, sabiendo sobre sus heridas.

Entonces solo se quedaron ahí, viendo al cielo sin decir nada.

Si.

No podría decirle eso a Alan sin que se malentendieran demasiadas cosas. Por lo que, regresando a la realidad, pensó como siempre en alguna excusa creíble, para lo cual había mejorado con los años.

—Tengo nuevas ideas para unos trajes, estoy animado—dijo una mentira a medias.

Luka le había estado ayudando por las tardes en algunos proyectos, lo cual no sería tan malo, si sus padres no le lanzaran esas miradas cómplices cuando llegaba. Si querían que muriera de vergüenza cada que su amiga llegaba a visitarlo, lo estaban logrando muy bien.

—Si tú lo dices—hablo su amigo sin creerle ni un poco.

Lamentablemente como iba mejorando en excusas, Alan podía ver cada vez mejor de ellas.

Un llamado a lo lejos le hizo alzar la mirada, sus ojos se posaron vagamente en Nina que saludaba animadamente, con una tímida Adriana a su lado. Como siempre, el sentido del rechazo se posó en su pecho, pero camino al lado de Alan para no ser descortés. Saludo vagamente cuando llego, notando de inmediato la mirada dolida de Adriana, que le gustaría cambiar.

Si era una chica, linda de larga cabellera rubia y grandes ojos verdes, pero era algo molesto que te vean con ¿Lastima? Casi prefería que ignorara lo que paso.

Eso hacia él.

En su mayoría.

—¿Qué dices Mark?—pregunto Alan un poco, casi ansioso ante la invitación de ir a la feria con las chicas.

Coloco ambas manos en sus bolsillos, casi tentado a preguntarle a Adriana porque no podía invitar al famoso y perfecto chico que le gustaba. Pero eso era infantil e intentaba no serlo, Luka le decía que ser infantil en esos casos no ayudaba. Un consejo que llego luego de una pelea ridícula de ambos por cual película ver en su casa, sobre todo cuando ella gano el poner Froozen.

¿Quién era el adulto en esa amistad?

—¿Mark? —pregunto Alan llamando su atención.

Ha, si, invitación.

De forma pensativa quedo pensando que no era buena idea, pero una mejor idea llego a su mente. No es que quisiera estar siempre evitando a Adriana, no era algo que le apetecía en lo más mínimo. Pero tampoco quería quedarse a solas con la chica y conociendo a Alan, eso pasaría si iban los cuatro.

Sonrió vagamente.

—Entre más, mejor—musito ganando una mirada curiosa de los tres compañeros.

.

.

Casi se regodeo al ver la mirada de muerte de Alan cuando llegaron a la entrada del festival de Paris. En la entrada estaban Julius con su hermana Luka. Le hubiera gustado invitar a Kageru, su amigo esgrimista que también había sido rechazado por Adriana hace dos meses. El club de los chicos rechazados, había logrado que Kageru y él pasaran bastante más tiempo juntos, incluso más que antes. De alguna forma Adriana había hecho que su amistad incrementara, gracias al rechazo, Luka decía que eran patéticos, pero con la chica de cabello celeste eran un buen trio de amigos. Sobre todo, porque Alan también pasaba mucho tiempo con Nina y Adriana.

Pero estaba en un torneo en Inglaterra, le había mandado felicitaciones al ver que estaba pasando a las finales.

—Hola—dijo Julius algo inexpresivo, con su estilo algo punk donde los colores morados destacaban.

Lástima que Ross no estaba hoy, era el mejor amigo de Julius, pero algo sobre una exposición de manualidades de Ross en la próxima semana, le tenía bastante ocupado.

—Hola chicos—saludo casi demasiado alegre de tener alguien con quien hablar.

Amaba a Alan, era su mejor amigo, pero últimamente había vuelto a ser su amigo que, insistía en que tenía chance con Adriana. Lo cual era ridículo, ya había sido rechazado, no pensaba volver a intentar confesarse a alguien.

En siglos.

Ocupaba seguir en el club de rechazados con Kageru.

Su mirada se desvió a Luka, quien tenía una leve sonrisa como siempre, pero por algún motivo lo puso algo nervioso y se rasco la parte trasera de su cuello.

Ambos se habían quedado dormidos en el balcón la noche anterior, claro que Tikki les había pasado una manta para no resfriarse, pero igualmente cuando despertó, abrazado de la chica. Había entrado en uno de su top 10 de momentos vergonzosos.

—Hola Mark, espero pasaras una buena noche—dijo la chica en un saludo algo informal.

Pero que lo hizo sonrojarse a niveles inimaginables, aunque claramente nadie entendía. Tosiendo un poco cuando todos giraron a verle, sonrió radiantemente, lanzándole una mirada de muerte a Luka, que pareció sonreír más grande al verlo en apuros.

—Por supuesto—casi gruño, antes de caminar al puesto de tickets.

Todos lo siguieron, viéndolo fijamente ante su extraño comportamiento. Cada uno comenzó a pagar sus ticketes, pero recordando un poco del dinero extra que le vino por su pasantía. Podía que aún no se acercara a Adriana, pero Gabriela su madre, sin duda daba una buena paga, aunque fuera un alumno.

Recordando algo, puso una mano sobre la muñeca de Luka, evitando que ella pagara y le volteara a ver confundida.

—Yo pago tu ticket, recuerda que te debo la entrada al cine—hablo casi aliviado de haberlo recordado a tiempo.

La mayoría de sus amigos ya habían entrado, solo quedaban ellos dos y Julius, que suspiro cuando vio a su hermana asentir. Porque igualmente este tuvo que pagar su parte.

—Un buen cuñado hubiera pagado el mío—susurro Julius haciendo que su rostro se pusiera rojo, pero que Luka soltara una carcajada.

La chica tomo la mano de ambos caminando, mientras él explicaba que no era cuñado a lo que Julius solamente asintió distraídamente. Mientras caminaba al lado de Luka, quien comentaba divertida sobre la nueva canción de Jagged Stone, Mark no pudo comentar de forma orgullosa sobre que esta cantante le enviaría entradas Premium por ayudarle con una portada.

—Por supuesto iremos juntos ya que me ayudaste con la idea—hablo chocando la mano con Luka, quien sonrió radiante como siempre.

Se sonrojo levemente antes de seguir caminando a su lado, con un susurro de "azotado" de parte de Julius que lo hizo sonrojar incluso más.

En medio de los dos hermanos, noto de reojo, que Adriana había quitado el rostro algo adolorida. Ladeo la cabeza confundido, antes que Luka señalara una nueva atracción de montaña rusa, ambos fueron corriendo dejando al resto atrás de ellos.

Ambos amaban la adrenalina.

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—Adriana quiere hablar contigo—hablo Nina en un momento que quedaron solos.

El churro quedo a medio camino de su boca, antes de ver a todos lados y señalarse a sí mismo. Estaban esperando ya que Adriana había ido al baño, Julius también, pero a vomitar por una atracción, Alan y Luka estaban comprando más comida.

Nina era su amiga.

Pero ese comentario fue…raro.

Se encogió de hombros de forma indiferente, no sabiendo bien que decir.

—¿Estas saliendo con Luka?—pregunto ahora viéndolo de forma más directa y algo preocupada.

El poco churro que entro a su boca, salió disparado nuevamente. Era como la quinta persona en preguntarle eso hoy. Si Luka era su amiga, prácticamente su mejor amiga que compartía su secreto, si era una de las chicas más hermosas que había visto y si tenía sentimientos, que no definía del todo por ella.

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También había tenido más de un sueño subido de tono con la chica, pero jamás lo admitiría en voz alta. Con Adriana los sueños habían sido tan inocentes, sobre un futuro juntos, que llegar y comenzar a tener sueños de ese tipo con alguien por primera vez. Era demasiado vergonzoso de admitir.

Estas creciendo.

Estúpidas hormonas.

Giro a ver a Nina, preparado para decirle que no salía con la chica, pero el ver un leve cabello rubio detrás de la pared donde se encontraban, hizo que una parte, infantil, rencorosa, quisquillosa saliera a luz.

—Que si así fuera…Adriana me rechazo, no veo que quiere decirme después de tanto tiempo, espero no sea lastima—gruño antes de ponerse de pie y caminar donde venían Alan junto con Luka.

Ambos le vieron confundidos, pero su mal humor estaba creciendo, tomo la muñeca de Luka, antes de comenzar a arrastrarla sin decirle nada a Alan que solamente los llamo, pero no se volteo.

¿Quiere hablar con él?

Después de verlo en la miseria por seis meses, ahora que comenzaba a reír, quería hablar con él.

—¿Mark?—fue el llamado de Luka que lo atrajo a la realidad, cuando habían salido de la feria y estaba por cruzar una calle sin mirar.

Giro su rostro para verle, notando la mirada preocupada de sus ojos, notando su corazón correr algo acelerado. No sabía si era por el enojo o por ella. Solo sabía que estos últimos meses, gracias a ella, todo había ido mejor. Tal vez era egoísta, tal vez era estúpido.

Tal vez no fuera por las razones que debería.

—Sal conmigo—fue su voz algo carente de emociones.

Noto la sorpresa en los ojos de Luka, al mismo tiempo que algo de incredulidad y una parte de resignación en ellos también. Ella sabría, ella siempre sabe lo que pasa con él, antes que él lo sepa. Probablemente es estúpido, pedirle a una chica salir, cuando una parte de él, solamente quiere correr a la feria y escuchar que le dirá Adriana, comportarse como un perro estúpido detrás de su dueño que puede herirlo en cualquier momento.

Este debe ser su precio por rechazar a Kitty Noir.

—Está bien—dice Luka con una leve sonrisa.

Entonces traga saliva, porque ya es diferente, ya no puede correr a la primera debilidad de Adriana.

Porque ahora tiene una novia.

Sus labios se plantan levemente en los de Luka, y aunque sabe que esto es una idea estúpida, besar a la chica se siente tan bien.

Que es lo único que piensa cuando llega a la casa esa noche.

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Su nueva relación trae reacciones bastante disparejas, su grupo de amigos lo felicita por conseguir una chica mayor y hermosa, otros en cambio solamente dicen que era obvio que pasaría algún día, Alan parece dividido entre apoyarlo y apoyar a Nina que parece furiosa con él. Pero no le importa, no le importa las miradas resentidas y la felicitación algo sin vida de Adriana. Se muere de risa cuando Kageru admite por video llamada que tiene suerte y que igualmente seguirán en el club de rechazados por Adriana.

Tener novia no es muy diferente a la amistad que tenía anteriormente con Luka.

Sus padres siguen molestándolos, sobre todo más porque ahora son oficiales. Sigue contándole sus aventuras como LordBug a la chica, Tikki sigue comiendo galletas que la chica le trae. Tener novia no es diferente a tener a una buena amiga, excepto por algunos momentos. Luka suele despedirse dándole un beso y él se derrite cada una de esas veces.

No es que no hubiera besado anteriormente.

Kitty Noir tenía un gran número de sus besos, accidentales o no. Adriana tenía unos cuantos, pero siempre fueron… ¿No por aceptación? Cada uno de esos besos era por algún momento dramático, una broma o alguna estupidez.

Con Luka era diferente.

La besaba porque quería y ella también.

Su cintura era tan delgada, sus labios tan tentadores y su aroma era.

Para su completa desgracia había tenido que tomar más baños de agua fría de los que quisiera. Tikki comentaba que era normal en los adolescentes, el odiaba ver a su novia de esa forma. Parecía un estúpido perro en celo, que tenía que buscar excusas cuando el beso subía un poco de nivel. Lo peor de todo eran las miradas de ella cuando casualmente colocaba una almohada sobre sus piernas.

Esa mirada y sonrisa divertida.

Ella sabía.

Solo lo torturaba.

.

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—Te veo pensativo—comenta Kitty Noir esa noche en medio de una patrulla.

Sale de sus pensamientos con su novia, pensamientos no aptos para menores como él, para sonreír vagamente a la chica.

Kitty Noir es su compañera, una gran amiga, pero también nota que últimamente ella parece distraída. Le gustaría ayudarle, ella estuvo a su lado cuando Adriana le rechazo, pero cada que preguntaba esta indicaba que no era nada.

Las chicas eran complicadas.

—Yo te veo deprimida—admite Mark en su traje de LordBug con una ceja arriba.

Kitty Noir se retuerce en sí misma, pareciendo algo adorable en el proceso.

Aparte de Adriana y Luka, admite que hubo una temporada que sintió sentimientos (valga la redundancia) por su compañera héroe. Pero no pudo aceptarlos, incluso sabiendo que ella se sentía igual, porque era el guardián, porque no podía darse el lujo de ponerlos a ambos en peligro.

Había ignorado sus pensamientos.

Viéndola solo como compañera.

—Estaba…había un chico—comienza Kitty Noir y no puede estar más agradecido el haber dejado de sentir cosas por la chica, luego de ser rechazado por Adriana, no quisiera ser rechazado por otra chica—yo le gustaba, creo que era sincero…pero le dije que no porque tenía miedo—musito por bajo.

Pobre chico.

Se imaginó una versión civil de Kitty Noir, definitivamente seria popular por sus chistes y su forma extravagante de ser.

Sintió pena por el chico rechazado.

Si suspira quien era, iría al club con Kageru y su persona, fue rechazado por otra chica que no era Adriana, pero el sentimiento debía ser el mismo.

—Pero me hicieron ver que yo también lo quería, pero ahora tiene novia—su forma de decirlo, le hizo suspirar antes de palmear un poco su cabeza y escucharla sollozar.

Tal vez debería ser Kitty Noir quien se uniera a Kageru y él.

—No soy experto en amor, pero solo tenemos un momento, lo aprovechamos y a veces salen las cosas mal o bien—murmuro recordando primero con Adriana y segundo con Luka—tendrás que elegir—musito por bajo.

Él había elegido a Luka después de todo, no se arrepentía, era una gran opción…e iba hacerla su única opción. Iba eliminar sus sentimientos por Adriana.

De una vez por todas.

Los ojos verde de Kitty Noir le vieron y no pudo evitar sentir un poco de pesar por ella.

—¿Tu conseguiste a la chica que querías? —pregunto esta por bajo.

Ah.

Recordó que le había dicho que estaba interesado en otra chica.

Sus ojos se volvieron melancólicos.

—Se puede decir que si—explica sin querer comentar sobre su primer rechazo que dolió y tampoco comentar la historia de Luka.

Era demasiado personal.

No podían entrar en eso.

Con una sonrisa dolida Kitty Noir lo felicito, él le aseguro que el amor tocaría a su puerta porque era una chica genial.

La sonrisa de Kitty Noir siguió siendo melancólica por algún tiempo.

.

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Si Adriana estaba peor antes, el día siguiente parecía haber visto un fantasma. Curiosamente Nina no parecía enojada con él, hablaban sobre un chico desconocido, que ignoro por su salud mental. Fue deprimente ver a Adriana en ese estado todo el día, casi hubiera querido no declararse a la chica en un principio, tal vez al menos serian amigos y podría ayudarle. Igualmente, en la salida se despidió de todos, le lanzo una mirada preocupada a Adriana, que sonrió forzosamente a cambio.

Tal vez en algún futuro podrían volver a sr amigos.

Pero ahora.

Tenía una cita.

Sabía que era infantil, pero luego de suplicarle a Tikki, Sass era ahora un amigo permanente de Luka. Le tenía la suficiente confianza, que sus otros amigos no tenían de darle un kawami para que estuviera siempre a su lado. Anteriormente Kitty Noir había comentado que Viperion era recurrente, pero no quería explicarle la situación.

No aún.

Viperion y yo somos novios.

Pésima idea.

Pero gracias a eso, la cita fue a la hora planeada ya que pudieron moverse rápidamente para llegar al cine. Una película de acción después, una lucha con un akuma que estaba cerca y algunas heridas más tarde. Terminaron nuevamente en el balcón de su casa viendo el atardecer.

El acariciaba levemente la mejilla de la chica, que tenía una herida.

Ella solo sonreía.

Fue un momento de la nada, probablemente estúpido y sentimental, como era él (había llorado en Toy Story 3, era un bebé llorón), que sinceramente las palabras brotaron de su boca.

—Te quiero—había dicho ganando una mirada curiosa de la chica, que solamente sonrió.

Algo en su interior solamente, después de tanto tiempo, decía que era correcto. Estar aquí con Luka, dejar atrás sus sentimientos por cualquier otra chica. Solamente quería estar en ese momento de forma eterna. Donde su corazón dejaba de sufrir y estaba en paz.

—Yo también te quiero—fueron las palabras de la chica.

Que llenaban y sanaban un alma adolorida.

Atrayéndola como siempre, besándola en los labios, sintiendo las manos de ella jugando con su cabello. Se preguntó porque había esperado tanto tiempo por esto. Cuando vio los ojos celestes de la chica brillar, con felicidad, como si ella también entendiera que ya le pertenecía totalmente, no pudo evitar sonreír y ocultar su rostro en su cuello.

El le había elegido a ella.

En cuerpo y mente.

Y de esa forma su corazón volvió a la normalidad.

—Aun creo que eres un pervertido, M-Mark—dijo la chica de forma juguetona.

Se separó viéndola roja de la vergüenza, queriendo decir que no lo era. Pero cuando la chica puso un suave beso en su cuello, ahora que él era más alto que ella, su rostro se puso completamente rojo. Ella sonrió de forma traviesa, que el imito con una mirada algo tímida e incómoda.

Entonces ahora fue él quien inicio un nuevo beso, más intenso que provocaba más calor.

Viéndose ambos con una sonrisa traviesa.

Estaba bien.

La elegiría este día y el siguiente.

Porque era lo correcto que le daba felicidad.

Fin

Espero les gustara.

Es un regalo para Sofia, que espero disfrutara de su cumpleaños y que tenga muchos más por delante.

Lamento si hice sufrir un poco a Adriana en este fic, si quieren pensar ella es demasiado linda y en un futuro aceptara a Kageru (Mi Kagami masculina). Pero en esta historia mi pareja era Luka-Mark

Nota:

Por si no lo saben en mi perfil tengo un link de mi página en Facebook donde publico mis actualizaciones y donde chateo con los chicos sobre temas de anime, manga, juegos, libros, series…etc por si alguno quiere comunicarse conmigo o visitar un rato para conocerme mejor.

Sayonara sexys lectores.