Margaery

Deseaba ser La Reina.

Su ambición se hizo realidad, pero fue disfrutada por muy poco tiempo.

Fue criada para ser Reina, sabía que esperarse, que no…

Renly con su carisma atraía a la gente lo mismo que ella, serían la mejor opción para el pueblo, buenos Reyes. Aunque no un buen matrimonio, más eso era algo que esperarse con cualquier matrimonio. Lo principal por el momento era ganarse la Corona.

Joffrey, la verdad creyó que sería fácil de impresionar. Y lo fue, hasta que Cersei Lanniester empezó a entrometerse, dejando notar su desazón con la situación. Los murmullos sobre su verdadero carácter algo que creyó poder domar. Gracias a su abuela, las cosas no llegaron a tanto.

Tommen, dulce, joven, inocente e insípido Tommen, tenerlo comiendo de su mano fue fácil, demasiado fácil. El Rey perfecto para ella. El hombre perfecto que podía manejar con una mirada y una caricia. De hecho, llegó a ver potencial en ellos dos como pareja. Él crecería, ella lo moldearía, lo esencial para darle un tanto de gallardía, pero aun teniéndolo debajo de su dedo.

No se imaginó todo lo que desencadenarían Los Gorriones. Que de ésta forma encontraría su final y el de su familia.

El último movimiento de Cersei Lannister en este juego contra ella, su familia, la religión, fue algo que debió haber predicho…pero era difícil imaginarse a alguien en todos sus cabales ocasionando éste tipo de tragedia.

El suelo temblando bajo sus pies, con su padre a un lado y su hermano en sus brazos se consumió entre odio hacia la mujer, y el último pensamiento de lástima y cariño hacia su abuela. Su abuela.

El piso continuó temblando, todo se iluminó de verde, apretó a Loras.

Y todo se terminó.


Margaery Tyrell, Cersei Lannister, Daenerys Targaryen.

Las Tres Reinas. Todas ascendieron y perdieron.

A quien ninguna se imaginó como Reina siendo la ganadora en ese Juego en el cual ni siquiera sabía participaba.

Chistosas, las ironías de la vida.

¿Pero acaso no era así como la vida funcionaba?

Por mérito debía de ser Daenerys Targaryen quien se llevara la Corona, quien más había luchado físicamente por ésta. Pero todo su poder, sus soldados, sus dragones de nada le habían servido.

Poder era poder. Y Daenerys Targaryen había fallado.

Poder y dinero eran poder. Y Cersei Lannister había fallado.

Poder, dinero, y una imagen eran poder. Y Margaery Tyrell había fallado.

Sansa Stark no había luchado por una Corona…había sido otorgada por su hermano y el pueblo del Norte.

Había estado jugando una clase de juego diferente…pero ahora sabía. Sabía estar siempre un paso por delante. Había aprendido de las mejores figuras de Poniente sin siquiera estar al tanto de ello.

Pero nada de eso importaba.

Todos los reinados se acababan.

Y el mundo siempre regresaba al caos.

Tarde que temprano.

Podía que esta vez fuera más tarde que temprano. Pero caos siempre habría.

Por ahora solo importaba el presente, y dejar pavimentado el futuro.