Mucho descanso atrofia la mente y más encima con una oleada de pruebas de gran peso y muchos trabajos me han mantenido en forma, y vuelvo un poco maniático. Este es el primer fic Gore que hago, me preguntaba si les gustaría algo así y mis cercanos estaban bastante de acuerdo. Bueno, sin más presentación pasemos al fic, este fic espero que sea de vuestro agrado y los deje en suspenso, como la mayoría de mis fics, saludos especiales a todas las personas que me han dejado reviews y a todos los lectores de SCC.

            Un breve explicación: esta historia se sitúa poco tiempo después de que Eriol y Shaoran se fueron de Japón, Tomoyo había encontrado el amor con Eriol poco después de su partida a través de una rústica comunicación por teléfono y vía Internet, el mago Clow había "dejado" a Eriol para ser un poco más él mismo y eso le había fascinado a Tomoyo. Sakura se encontraba en algo parecido con Shaoran.

            N.A.: Este fic en su manera integral no está hecho de la manera normal en que se escriben fics en esta página, por eso para poder comprender bien esta historia se debe leer completamente la obra y tomar nota de la mayoría de los detalles. Gracias por su atención buenas/os días/tardes/noches.  :P  ^_^   Y dejen Reviews.

            Y para partir:

Fic: "La Bestia que vive en Mí"

Capítulo 1: La Enfermedad

            ¡Qué mal me siento!, llevo días deseando solo estar en cama para poder descansa, pero repentinamente aparezco fuera de ella. ¿Qué extraño?, por qué pasará esto, toco mi frente y la siento arder pero rato después la siento y esta fría, como piedra, Qué extraño es todo esto, espera parece que tenía que hacer algo...  parece que... ¿Tenía que hacer una llamada?, claro que sí, ¿Qué hora es?, ¡Cómo no puede haber un reloj cerca!

            ¡Aquí, por fin!; veamos, son las ocho de la noche – atisbo por la ventana -, aún está muy claro para ser esa hora, no puede ser, - vuelvo a mirar el reloj –, debe estar malo, - vuelvo a buscar otro reloj - ¡Aquí hay otro!, Qué extraño... efectivamente son las ocho, del... ¿22 de Agosto?, pero... ¿Qué hoy no es 10 de Agosto?¿Cómo...? Ah... Me duele demasiado la cabeza para seguir pensando. Pobre de mi, enfermo, perdido en el tiempo, - me río –, tendré que arreglar ese reloj mañana...

            Escucho un golpear en la puerta.

            ¿La puerta?, alguien está tocando la puerta, ¡Entra! – grito –, al ver su figura, esa figura, un torrente de fuego empieza a correr por mis venas, por mis arteria. Se apodera de mi; irriga todo mi ser una furia inexplicable toma mi mente y...

            Me calmo...

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-Hola Sakura – dijo Tomoyo entrando a la habitación de Sakura –, vine inmediatamente cuando me llamaste.

            A Sakura le dolía la cabeza y se sentía relativamente mal. Tal vez un poco de fiebre, o tal vez alguna gripe que había agarrado hace un tiempo.

-¿Te había llamado? – preguntó extrañada Sakura.

-¡Claro que sí!, ¿Acaso no te acuerdas?, ¿Acaso te estarás volviendo vieja y se te olvidan las cosas? –una tierna sonrisa se dibujó en el níveo rostro de Tomoyo.

            Sakura no sentía incómoda con la visita de su mejor amiga pero ella no recordaba haberla invitado. Estaba más pendiente de otros asuntos. Sakura seguía mirando a su amiga con una gran interrogante en su cara, normalmente olvidaba cosas, pero esto era el colmo. ¿Cómo sería capaz? ¿Qué le estaba sucediendo?

-¿Te acuerdas de la fiesta en mi casa? Esa donde iríamos a festejar hasta bien tarde con todas nuestras amigas. – un leve aire de decepción y tristeza cruzó el rostro de Tomoyo.

            Sakura repentinamente recordó todo y de un salto cogió todas sus pertenencias que le fueran a ser útiles para esa fiesta mientras Tomoyo la miraba con su tierna cara un tanto abatida y acongojada. Pero en una rápida mirada Sakura reconoció algo extraño en esos profundos ojos, algo fuera de lo común, tristeza, soledad, algo así. Por eso se detuvo y le preguntó:

-¿Qué te pasa Tomoyo?

-Nada, ¿Por qué preguntas eso Sakura?

-Algo se te nota extraño.

-Debes estar equivocada. – respondió rápidamente Tomoyo esquivando la inquisitiva mirada de Sakura.

-Tomoyo – dijo Sakura con mucha ternura y calidez –, tú puedes confiar en mi dime que pasó, ¿Acaso es algo con Eriol?

            Dentro de Tomoyo había una revolución sentimental que trataba de esconder y disimular pero en un pequeño atisbo de su amiga Sakura descubrió que algo no andaba bien. Tomoyo se sonrojó, un tanto entristecida, luego todo ese rubor se transformó en un ligero sollozo pasando a un amargo llanto que la botó y desmoronó. Sakura inmediatamente se arrodilló a su lado y, con mucha delicadeza, tomó suavemente la cabeza de su amiga, nunca la había visto así. No podía cree lo que veía. Corrió los cabellos de su amiga para poder verla a la cara, no quería dar la cara, solo podía verla de perfil mordiéndose su labio. Llena de lágrimas. Llena de tormentos internos, con algo en su corazón que quería salir decirse y que ella lo escuchara.

-¡Tomoyo!¿Qué te pasa? – gritó Sakura, en ese momento se odió a si misma por adivinar que era lo que le estaba pasando a su amiga.

            Tomoyo logró consolarse un tanto y trató de explicarle con mucha dificultad a causa de tantas lágrimas vertidas:

-Sakura, - dijo con la garganta atascada de lágrimas y palabras por decir –, ayer Eriol me llamó y me dijo que era mejor para mi olvidarlo, él estaba muy lejos y aunque me amaba era mejor para los dos separarnos, que yo buscara a otro y él buscara a otra mujer. Llevábamos tanto tiempo juntos, y ahora me dice que nos separemos; ¡No es justo!

            Con estas palabras Tomoyo golpeó sus puños violentamente contra el suelo. Sakura la abrazó fuertemente para reconfortarla y poco a poco su hombro se fue empapando de las tibias lágrimas de su amiga Tomoyo.

-No te preocupes Tomoyo, todo estará bien, ya lo verás.

            Tomoyo podía sentir el afecto de su amiga Sakura, y eso la ayudaba a olvidar lo injusto que fue su una vez amado Eriol, nunca más lo vería, y si lo volvía a ver le enseñaría que nadie se burla de ella, nadie, y que con su amiga; Sakura Kinomoto, le harían pagar, pero en ese instante cruzó por la mente de Tomoyo un fugaz pensamiento, ¿Cómo ella podía estar hablando de venganza?, era la primera vez en su vida que un sentimiento así pasaba. Se reincorporó pausadamente y ya sin lágrimas en la cara miró a su amiga Sakura, sus inexpresivos ojos se tornaron de felicidad para ver a su amiga como en un pequeño y tierno abrazo la había ayudado a superar esta adversidad.

-Ahora vayamos a la fiesta – le dijo Tomoyo a Sakura secándose algunas lágrimas.

-Esta bien – le respondió Sakura con unos grandes y maternales ojos. Tomó un reloj y lo puso en su muñeca

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            La veo, ¿Para qué vino acá?, fui con una intención totalmente egoísta, no merece mi amistad ahora que lo pienso, todo lo que hago por ella, y ella, ¿Qué hace por mi?, la respuesta es muy simple; nada. Merece mi desprecio, pero aún así no he podido en todo este tiempo, estos años, realmente no cae para nada bien, siempre me seguía cuando buscaba las cartas y más de una vez fue un estorbo, tal vez este pensando precipitadamente, pero tal vez no, tengo fundadas razones para condenarla a ella por varios de mis males. No sé...  ¿Realmente deberé hacer algo con esto o dejar pasar este pensamiento? No sé. Maldito dolor de cabeza, no me deja pensar bien. Me duele, me duele, me duele mucho. Esa fiebre, vuelve, que horror, que pesadilla. Debo terminar con este sufrimiento.

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-No me siento muy bien Tomoyo.

-Vamos, la fiesta va a estar divertida, allí te sentirás mejor. Nos hará bien a las dos olvidar un poco de todo esto.

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¡Esto es el colmo!, esto no puede seguir así, ella hace lo que quiere, espera, no, ella es buena conmigo, siempre me ha querido, y constantemente me lo demuestra, pero, entonces por que ella...  No, no debo dudar, ella debe desaparecer, adiós amiga mía. Fue un placer haberte conocido...

            Entonces tomé una lámpara que tenía a mano, y con un tremendo golpe seco en la nuca la dejé tumbada en el suelo inconciente, su pelo oscuro se desparramó en todo el suelo teñido con un rojo carmesí de su propia sangre, algo empezaba a tomar mi razón y aún viendo el violento y cruel acto cometido continué instintivamente con un sistemático azote. Los pedazos de la ampolleta y de la lámpara en si se incrustaban fieramente en su carne haciéndola sangrar aún más. Toqué su cuello, no había pulso, la había matado, con mis propias manos, mi ira estaba fuera de control, era un ser supremo contra ese inerte cadáver, pero solo por precaución con gran salvajismo le arranqué la traquea y todo lo que la rodeaba. Volví a ver su cara, estaba serena, como durmiendo, me enterneció un poco, pero no lo suficiente para parar, le mordí inhumanamente la boca sacándole de un mordisco sus dos labios dejando descubiertos sus preciosos dientes, - ya no los necesitará -, pensé, recogí la destartalada lámpara y frenéticamente la empecé a azotar contra sus dientes...  luego de eso, nada recuerdo, eh...  ¿Qué estaba diciendo?

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            ¿Extraño? ¿No?, bueno eso queda a decisión de ustedes, este es el primero de la serie de fics de esta historia, habrá algo de romance, pero de una manera muy extraña, más violencia y enfermedad se ven al horizonte, espero que les haya gustado.

            Bueno también quiero decirles que me costó bastante escribir este fic por que no estaba muy inspirado y solo la idea de cómo iba a ser me guió para escribir...  Bueno de todos modos dejen Reviews para saber si les gustó mi fic. ^_^

            Dejen Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews Reviews!!!

            Agradecimientos a todos las personas que lean este fic y los escritores de fics de SCC, y en especial a mis admiradores, amigos y familia.

"En las asfixiantes y somnolientas redes de la mareas del cieno, las oscuras cavernas de los sueños, los sueños crean sus propios refugios de los pedazos de los despojos de la vida diurna. Y yo, ahí, reino."

Xorval, el Onírico; Emisario Durmiente

en "La Triste y Trágica Historia de Digimon"