Volví

Capitulo 1: Inesperada reaparición

Todo en ese lugar era silencio y oscuridad. Ningún ser vivo parecía existir en esa desolada y lúgubre zona del oeste de Inglaterra. En el cielo una luna menguante asomaba en el cielo rodeada de puntuales estrellas.

Nadie que pudiese ver ese panorama podría pensar lo que estaba apunto de ocurrir a tan solo unos metros de distancia.

De repente un rayo de luz salió de dentro de una de las más grandes lapidas que se podía encontrar en el cementerio de Westville.

Un enorme estruendo acompaño a ese fogonazo de luz

Nada a partir de ese momento volvería a  ser igual.

***

Inquietud. Angustia. Desesperación. Miedo.

Esos serian algunos de los sentimientos que tendría cualquier persona que abriese los ojos y se encontrase encerrado en un pequeño habitáculo ( si es que eso era una pequeña habitación) oscuro y apenas sin aire.

"¿Dónde estoy?"

Miró a su alrededor y con solo alzar un poco las manos se encontró con un obstáculo sólido enfrente de él. Estaba encerrado en una caja, de eso estaba totalmente seguro.

Su memoria empezó a rebobinar.

****Flash Back****

Estaba con su mujer y su hijo sentados tranquilamente en el sofá, era la noche de Halloween y el estaba disfrutando de una velada familiar. Todo era tranquilidad pero un fuerte estruendo sacó de su felicidad a la joven pareja.

Una risa malvada se escuchó en la entrada y en seguida reconocieron quien era el dueño de tan macabra carcajada.

-¡Lily coge a Harry y huye! ¡Es él! ¡Corre! ¡Intentaré detenerlo! ¡Corre!

****Fin del Flash Back****

Sí, eso era, el había enfrentado a Voldemort para dar tiempo a Lily y a Harry, pero…él había muerto, ¿no? Voldemort le lanzó la maldición asesina, él vio y sintió el rayo de luz verde.

Pero, si él murió, ¿Qué le pasó a Lily? ¿Y a Harry?, su hijo, su pequeño hijo.

Tenia que salir de allí y descubrir que había sucedido.

Pero...Como era posible que si había muerto, ¿ahora estuviese "vivo"?

"Tengo que hablar con Dumbledore" se dijo a el mismo. Pero..¿cuánto tiempo había pasado de eso? El lo tenia muy reciente, no creía que hubiese pasado mucho tiempo, un par de días quizá, una semana como máximo.

"Muy bien James, en marcha. Necesito saber que ha pasado con ellos, por favor que estén bien, que les diese tiempo a huir, seguro que están bien y ahora estarán con Sirius. Sirius....¿cómo estará? ¡Necesito salir de aquí! Pero ¿cómo? Necesito una varita."

Rebuscó en el pequeño ataúd, pero no encontró la varita, cosa que le extraño, ya que era tradición en el mundo mágico, enterrar a los fallecidos con sus varitas. ("Para lo que se puedan encontrar", solía bromear Sirius)

Las cosas se estaban poniendo mal, debía salir de ahí pero no sabia como.

No se sentía con fuerzas  de aparecerse fuera, estaba en un estado de agotamiento "Será el Avada Kedavra" se dijo y su cerebro empezó a buscar una solución.

Empezaba a tener la sensación de que le faltaba el aire cuando un pensamiento cruzó su mente: "Los poderes de Gryffindor, nunca los usé, ahora tengo que probarlos"

James hacia años que sabia ( lo descubrió de manera accidental, escuchando una conversación privada de sus padres con Dumbledore) que él era el heredero de Godric Gryffindor y que poseía unos poderes que según él recordaba nunca había utilizado –Sí, había notado mucho poder en su interior, pero nunca hizo uso de ellos. "Este es el momento"

Extendió las manos al frente, tocando el techo de la caja y concentrándose murmuró "Alohomora". Una luz dorada brotó de sus manos y con un fuerte crujido la tapa se abrió.

Con dificultad James se levantó y miró sorprendido dónde se encontraba.

Estaba en un cementerio. Oscuro, frío, aterrorizante. Con aprensión miró a su alrededor y vio como sus peores augurios eran cierto. Frente a el, y al lado de la tumba de la cual había salido había una igual.

LILY POTTER EVANS

1960-1982

James se dejó caer de rodillas. No. No podía ser cierto, Lily, SU Lily había muerto, él no pudo ayudarla, cayó en el momento que ella más lo necesitaba.

Con un puñetazo al suelo y un desgarrador grito se derrumbó. Su familia había muerto, el les había fallado. Pero...¿Y Harry? Se levantó tambaleándose de dolor y agotamiento y miró en las tumbas más cercanas, pero ninguna era la tumba de Harry... ¿Eso quería decir que no había muerto? Un pequeño alo de esperanza brotó en su interior. Si Harry estaba vivo tenia que buscarlo. Ahora más que nunca necesitaba encontrar a Dumbledore.

Cerró los ojos y con total determinación dijo:

"Al despacho de Dumbledore"

A muchos kilómetros de ese cementerio un hombre de largos cabellos blancos y una barba de varios palmos se encontraba sentado frente a su escritorio con un gran número de papeles para revisar.

Pero hacía rato que tenia una rara sensación, cómo si algo bueno e inesperado fuese a ocurrir, pero no tenia ni idea de que podía ser.

Había intentado concentrarse nuevamente en los informes que tenia en las manos pero le había resultado totalmente imposible.

Fawkes, su ave también se notaba inquieto, movía las alas como si se prepara para ir de vuelo y de vez en cuando soltaba breves cantos que su dueño no sabia descifrar.

En vista de que no podía acabar su trabajo se levantó del escritorio y se dirigió hacia la ventana.

La noche era tranquila, no había ningún signo que hiciese presagiar algún suceso extraño.

"Deben ser imaginaciones mías, tengo demasiadas preocupaciones"

Pero un golpe sordo a su espalda hizo ver el motivo de su extraña sensación.

En el centro de la sala, de rodillas, se encontraba un hombre con el cabello azabache y muy desordenado que respiraba con dificultad.

-¿Harry? – preguntó el director - ¿Qué haces...

Pero no continuó la pregunta. Ese no era Harry, se parecía pero no, no era el joven Potter, el individuo que estaba en el suelo era más grande, más alto.

-¿Quién eres?

Con un gran esfuerzo, el hombre levantó un poco la cabeza para mirar a su antiguo director.

-Albus...ya no te acuerdas de mi –dijo con dificultad – con la de veces que fui a parar aquí....

Una exclamación salió de la boca del venerable director. Lo había reconocido, esa voz, ese humor, pero... eso era imposible, ¿qué hacia James ahí?  No podía ser cierto.

-¿James? – dijo dubitativamente - ¿Qué? ¿Cómo?

-Solo dime... ¿qué paso? ¿Cómo esta Harry? Lo has nombrado, ¿Está bien? ¿Está aquí?

James intentó levantarse pero esa aparición lo había debilitado y mucho, su intento fue en vano y volvió a caer de rodillas.

Albus se apresuro a él y lo ayudó a alzarse sosteniéndolo por los brazos.

Las dos miradas se encontraron y ninguno de los dos la desvió. Albus necesitaba asegurarse que ese era James y James necesitaba sabe acerca de su hijo y quería encontrar respuestas en los expresivos ojos azules del director.

Sí. Estaba segurísimo, era James, esos ojos avellana no podían ser de nadie más, luego ya preguntaría como había sucedido todo eso, pero ahora solo quería abrazar a unos de sus mejores alumnos y a una de las personas que más había querido, casi como a un hijo.

Y así lo hizo, atrapó en sus brazos a un James agotado y sin fuerzas ni para exigir una respuesta, simplemente se limitó a responder débilmente al abrazo.

-Necesito una respuesta, Albus – murmuro James al oído del director.

Dumbledore rompió el abrazo y ayudó a James a sentarse en un sillón enfrente del escritorio donde había estado antes.

-Harry esta bien, James. Sobrevivió – dijo Dumbledore mientras se sentaba en su silla.

-¿Dónde está? ¿Qué pasó?

-Tranquilo James, te lo contaré todo pero primero de nada debes recuperarte un poco, son muchas las noticias que tendré que darte y no todas son buenas.

Con un ágil movimiento de varita un vaso apareció delante de James.

-Tómatelo, te sentirás un poco mejor.

James no dudó y en un segundo el vaso vacío  reposaba otra vez en el escritorio.

-Por favor cuéntame.

-Bien, todo empezó hace casi 14 años...

Así empezó el director, contando la noche que Voldemort atacó a los Potter gracias a la traición de Peter, como él supuestamente había muerto, como Lily también lo hizo, pero antes dando una protección a Harry la cual hizo que el niño sobreviviera y Voldemort desapareciera. También le contó como Sirius fue arrestado y llevado a Azkaban creyendo todo el mundo que él era el asesino de Peter. Luego le explicó como Harry fue a vivir con sus tíos y como después de 12 años en Azkaban Black escapó de la prisión y les reveló a todos la verdad de los hechos.

James supo de la situación actual de sus mejores amigos y del mundo mágico y como al finalizar el año escolar Voldemort había resucitado.

Cuando Dumbledore finalizó, la expresión de James era indescifrable. Sus ojos estaban vacíos y Albus no quiso decir nada más, sabia que James tenia que asimilar todas sus palabras.

-No, no es posible...-era lo único que James pudo decir. Cubriéndose la cara con las manos, deseó que todo fuera una macabra broma y que cuando se descubriese la cara se encontrase en su salón con Lily a un lado y a Harry jugando en la alfombra

-Es muy duro, James, sé que lo es, pero tienes que reponerte, ahora tienes a Harry, que se volverá loco cuando sepa que estas aquí, y Sirius y Remus....

-Quiero verlos, necesito verlos....

-Los veras, pero no hoy. Pero James, yo también tengo que hacerte una pregunta, como es que estas aquí, vivo...

-No lo se, esta noche he  "desperado" -empezó contando James y haciendo con las manos el gesto de las comillas- y he utilizado los poderes de Gryffindor, no he encontrado la varita...

-Las varitas, tanto la tuya como la de Lily las tengo yo, tienen demasiado poder y podían caer en manos equivocadas.

Un silenció siguió a esta explicación del director. Duró unos minutos hasta que el director lo rompió.

-Han sido demasiadas emociones para hoy, te alojaras aquí hasta que estés un poco mejor, luego ya decidiremos. Ahora escribiré una carta a Remus y a Sirius para que vengan mañana y los puedas ver, no les diré el motivo de la reunión si no los veo en cinco minutos en mi despacho- dijo Dumbledore en un tono divertido y James solo sonrió un poco- ahora te acompañaré a una habitación.

-¿Y a Harry cuando lo veré? – inquirió James.

-Eso ya lo decidiremos, nos hemos de asegurar que el se lo tomara bien, no querrás que le de un ataque ¿no?

James quiso protestar, pero supo que en su estado era inútil, mañana lo volvería a intentar. Siguió silenciosamente al director de camino a una habitación que se encontraba bastante cerca al despacho de Dumbledore.

Cuando entro vio una bonita habitación decorada con los motivos de Gryffindor, con una gran cama adoselada  y una gran estantería con muchos libros. Quizás no era una gran habitación pero se veía cómoda y agradable.

-Espero que te encuentres a gusto, si tienes hambre solo lo tienes que pedir al cuadro de frutas y aparecerá en la mesa. Descansa James, mañana será otro día. Buenas noches.

Con un suave apretón en el hombro Albus se despidió y cerró la puerta tras de si.

Las fuerzas de James estaban bajo mínimo y solo pudo llegar a la cama y tirarse en ella.

Una amarga sensación llego a el y abrazándose a la almohada empezó a llorar, desconsolada pero a la vez silenciosamente.

No lloraba por el, sino por lo que habían pasado sus mejores amigos y  su hijo.

"Os devolveré el tiempo perdido" pensó con determinación y sin saber en que momento se durmió.

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