En un sueño, te encontré

"¿Te encuentras mejor?.- bajo la sombra de aquel hermoso árbol, ignorando las miradas de curiosos que se centraban en ellos, tomo su mano-. ¿Me escuchas, oye, no finjas estar dormido…-frunció el cejo-. Que grosero, es de pésima educación dormirse cuando se esta en compañía de una chica".

"Cuando vea a una, procurare tenerlo en mente…- respondió sin abrir los ojos, mostrando una cínica sonrisa que seguramente provocaría que su acompañante le mirara bastante indignada-. Estaba a punto de quedarme dormido, descansar un poco no me haría daño… ¿Por qué quieres hablar todo el tiempo¿te has cansado al fin de no obtener respuesta de tus preciados libros?"

"Grosero…- retiro su mano-. Estoy preocupada por ti, lo sabes… engreído de primera, tienes razón¿Por qué pierdo mi tiempo contigo?"

"Por que eres tonta…- le dio la espalda, dispuesto a descansar un poco.

"Cuando mueras, juro que no derramare una sola lagrima por ti.- enojada, se puso en pie, gritándole lo primero que le vino a la cabeza-. ¿Eso si lo escuchaste, ni una sola.- reitero, dispuesta a que su egoísta compañero se grabara sus palabras.

"En cambio, yo por ti, derramare varias…- abrió los ojos, el dolor de la muerte de Sirius aun estaba presente en esos verdes ojos, obligándole a fingir sueño la mayor parte del tiempo, no quería que nadie se diera cuenta de su dolor.

"Pero ninguna será sincera…- lo que en verdad le exasperaba era no poder atraer la mirada del joven mago un solo segundo-. Todas serán de arrepentimiento, por que en vida, no fuiste capaz de sincerarte con una, de las tantas personas que no hace mas que preocuparse por ti… tu llanto será de dolor puro, por no aprovechar los momentos que la vida te dio para liberarte de toda la inmundicia que comienza a plagar tu corazón…"

"La muerte no es mas que una representación de la vida…-rió¿qué mas podía hacer, conocía ese ciclo de la existencia mejor que el resto de los chicos de su edad-. Y te doy la razón sobre el llanto, solo por eso, procurare sonreír cuando tu cuerpo sea resguardado por la tierra…"

"¿Y de que me servirá entonces?.- colérica, tiro de el, no estaba dispuesta a tener que conversar con la espalda del hombre un solo minuto mas-. De la muerte nadie vuelve y yo no podré ver tu sonrisa…"

"La muerte, solo es un sueño…- sus dedos recorrieron las finas facciones de la mujer, tan hermosa, su rostro colérico dio paso a la sorpresa sin poder ocultar el miedo y la incertidumbre que sentía ante la idea de la inminente guerra-. Un despertar…"

"¿Despertar?.- el miedo le traiciono y sin mas, se aferro al único hombre que en verdad le preocupaba en esos momentos-. ¿Si muero antes que tu, te veré en esa realidad?"

"No lo se…- acaricio los cabellos de la joven, dejándose embriagar por el aroma de su cuerpo y la calidez de su abrazo.

"Entonces, si mueres antes que yo, promete una sola cosa…- escondió su rostro en el cuello del hombre, rozando con su aliento el oído de este-. Si vuelves a soñar en tu realidad, jura que en ese sueño, te encontraras conmigo…"

"¿Lejos de la guerra y del odio?.- le abrazo con fuerza, ansioso por que todo terminara en ese momento y poder cumplir con su promesa antes de tiempo.

"Donde sea, no me importa…-sus mejillas enrojecieron y su corazón latió con fuerza, haciéndole temer que el hombre que le sostenía entre sus brazos se diera cuenta de los sentimientos reprimidos que albergaba en ella-. Incluso puedes soñar con el infierno...- sollozo-. Solo promete que sostendrás mi mano, justo como lo has hecho ahora…"

No tuvo oportunidad de concluir la frase, las lágrimas le traicionaban mojando la túnica del mago que, lejos de consolarla, se limito a arrullarla al ritmo del viento. En unas horas, los destinos de ambos se separarían, ella volvería con sus padres para su seguridad y él… Harry Potter se adentraría en la oscuridad que le reclamaba desde antes de nacer…

"Si muero antes que tu, espero encontrarte en mi realidad…- susurro contra los cabellos de la joven que dormía entre sus brazos, bajo el cobijo de las estrellas del firmamento-. Pero sino es así… me induciré una vez mas al sueño pues, si solo ahí, puede tenerte como ahora, no me importa permanecer dormido por siempre, mi amada… Hermione"

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XX/XX/XX
Diario de Jane

Primera Anotación.

(A modo de introducción)

Es mi décimo primer cumpleaños y la fiesta de cumpleaños ha concluido hace más de media hora, pero no por eso, la casa ha quedado en silencio, ni con el paso de los años el tiempo conseguirá que ese par se tolere.

He recibido varios presentes este año, algunos me llegaron por vía lechuza, muchos de ellos enviados por personas que nunca he tenido el placer de conocer, pero no por eso, dejaron de ser cosas hermosas que me obligan a gastar parte de mi mesada en cartas de agradecimientos.

De entre los regalos, los que mas llamaron mi atención fueron un bonito suéter acompañado de varios panquecitos, encontré también entre los paquetes un libro de moustros, una canasta repleta de productos de la tienda "Sortilegios Weasly", varios boletos para asistir a toda la temporada de Quidditch, principalmente para estar en los partidos del equipo de Bulgaria cuyo buscador me envió una fotografía con todo y dedicatoria, probablemente se la regale a Nat-Lu ya que es admirador de Víctor Krum… había muchos libros, ropa, una preciosa balanza de plata, hasta recibí un caldero lo cual, hará que ahorre bastante dinero cuando vaya al Callejón Diagon por las cosas que me hacen falta de mi lista de Hogwarts¡SI, la espera ha llegado a su fin y en cuestión de semanas, portare con orgullo una túnica negra, así como los colores de la que será mi Casa por 7 años, espero continuar con la tradición de la familia, aunque no negare que siento un poco de curiosidad por formar parte de Slytherin.

Volviendo a mi cumpleaños, todo empezó de manera perfecta, me dejaron dormir una hora mas y llenaron mi cuarto con flores, como todos los años encontré una tarjeta que decía un sencillo "feliz cumpleaños", ya les he dicho que no lo hagan, pero ellos dicen que es un regalo especial.

Baje a la planta baja y los encontré sentados en la cocina, después de los abrazos, realizamos otro ritual de cumpleaños, me colocaron en el marco de la puerta para ver cuanto crecí en un año, mi padrino decía que en base a eso, me daría mi obsequios, así que observe con gusto -pasando por alto los regalos que se me habían prometido - que había crecido 10 centímetros, fue increíble, ahora tengo la misma estatura que Nat-Lu, quiero ver su cara cuando se lo diga.

Mi padrino me dio los diez regalos en uno solo, una increíble escoba de carreras, dice que es la mas veloz que hay en el mercado y que me ayudara cuando sea buscador del equipo de Quidditch, se que lo hizo con buena intención pero aun no estoy convencida de haber heredado esa habilidad por parte de mi padre, a duras penas consigo mantenerme en pie cuando estoy en la tierra como para que pase por mi cabeza la idea de estar alejada del suelo mas de 20 metros.

Por el contrario, mi guardián –tras la típica discusión matutina- me regalo un equipo completo de ingredientes para pociones, dijo que me sería mas útil que una escoba a menos que tenga ambiciones de ama de casa, pues en ese caso, me serviría a la perfección para ponerme a barrer –Si, otra discusión que habría durado mas, de no ser por que los invitados comenzaron a llegar y tuve que volver a mi habitación para hacer algo por mi cabello, es un caso perdido-

Hubo pastel, trucos de magia –que irónico-, incluso me escondieron del Ministro de Magia que me trajo una especie de lámpara, la cual, mi padrino tiro a la basura en cuanto tuvo oportunidad, no entiendo por que, pero mi guardián dijo que era lo mejor, como sea, entre tanto ajetreo lo ultimo que hice fue pensar en el tema y cuando todos se retiraron, me enviaron a dormir, momento en que recibí un regalo mas por parte de mi guardián, un diario…

Así que, aprovechando que no tengo sueño, decidí que la primera anotación debía iniciar con mi cumpleaños, tal vez, con un poco de suerte, encuentre una forma de que las dos eternas figuras ausentes puedan leer lo que ha sido de mi vida a través de todos estos años.

Jane L. Potter

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XX/XX/XX

-¡H A R R Y!-

-¿HARRY POTTER?-

Frase típica en mi vida, por lo menos, ya no soy una niña, por que recuerdo que cada que alguien gritaba el nombre de mi padre yo terminaba en brazos de mi padrino que intentaba calmarme del susto que me daban –lo se, que vergonzoso-, pero creo que lo deberían entender¿recibir abrazos de desconocidos, vaya y con el argumento de –yo conoci a tu padre-, genial por lo menos, uno de los dos sabe por que tanta efusividad.

Hoy no ha sido la excepción, un grupo de magos me rodearon y me miraban como si fuera animal en exhibición, primero no me importo pero después… menudo susto que me dieron cuando uno de ellos comenzó a tirar de mi, por suerte, mi guardián se dio cuenta de mi ausencia y me libró de ese atrevido, un simple movimiento de varita y lo mando por los aires, espero ser igual de poderosa que el.

Callejón Diagon, es la primera vez que lo visito y haciendo de lado ese pequeño incidente, fue un increíble día, compramos un libro que me gusto –por que ya me habían regalado todos los que iba a necesitar en este curso-, también adquirí túnicas, una lechuza y lo principal, una varita, 30 centímetros de acebo, núcleo de pluma de fénix, flexible y es toda para mi, también nos encontramos con Tía Pans, -acompañada del Dragón que me la quitó…- Nat-Lu también estaba ahí, junto con su hermana, que por alguna razón que no entiendo, me detesta… una verdadera joyita por lo que me ha dicho Tía Pans, me arrojo un galeon que golpeo mi frente -aun me duele-, su héroe es –aunque suena un tanto irónico- Mi padre

Todo estaba muy bien hasta que llego la hora de la despedida, Tía Pans prometió que iría a casa un día de estos, me fue difícil controlar la tristeza que me dio ver a esa familia, los hijos, sosteniendo las manos de sus padres… es algo que yo nunca experimentare y parece que fui muy evidente por que tanto mi padrino como mi guardián, tomaron cada una de mis manos y no me soltaron durante todo el trayecto.

Se que no puedo verlos, pero no puedo evitar hacerme una idea de cómo seria mi vida si ellos estuvieran conmigo¿Mi mama me dejaría leer tanto¿papa estaría de acuerdo en que fuera miembro del equipo de Quidditch, todos dicen que eran magos muy poderosos y eso me pone a temblar¿estaré a su altura, son cosas que no deberían preocuparme pero no puedo evitarlo, tal vez mis padres ya no estén conmigo, pero eso no quiere decir que no deje de pensar en ellos, sería como olvidar quien soy.

Jane

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XX/XX/XX

Esta mañana, encontré mi cuarto repleto una vez mas de flores, también encontré otra tarjeta que decía "Suerte en tu primer año", la despedida fue difícil, mi padrino estaba empeñado en convertirse a su forma animaga y viajar conmigo, pero al final, el Sr. Lupin consiguió hacerle cambiar de idea, es la primera vez que nos separamos y también resulta difícil para mi alejarme de mi hogar, traje algunas flores conmigo.

En la estación nos encontramos con Tía Pans y el Dragón que me la quitó, acompañaban a Nat-Lu que decía estar emocionado pero no le creí, sonreía con mucha tranquilidad, estoy tentada a sacarlo de sus casillas para ver como se pone cuando esta enojado, ambos deseamos estar en la misma casa.

El tren se puso en marcha y tras prometer que nos veríamos en las vacaciones de Navidad, dejamos atrás el mundo "muggle", Nat-Lu y yo, tuvimos que compartir el camarote con una chica pelirroja y un niño bastante distraído, creo que se apellidaban Weasly y Longbottom, este ultimo siempre esta bajo la atenta mirada de la niña pelirroja, creo que han sido amigos desde la infancia pero contrario a mi, es demasiada posesiva con el chico.

Para la selección de Casas, me he visto obligada a sujetar la mano de Nat-Lu,- seguía tan tranquilo que me dio envidia -, por suerte, ambos fuimos seleccionados para formar parte de la honorable Casa de Gryffindor, creo que la noticia no le cayo muy en gracia a su hermana Lilith por que al día siguiente llego un vociferador en donde lo acusaba de ser "La deshonra de la familia Malfoy", que niña mas rara.

Pasado el nerviosismo, solo me queda la emoción ante el año que me espera, me he leído todos los libros que he podido para no tener dificultades con las clases, el capitán del equipo de Quidditch me ha arrastrado por todo el castillo para presentar la prueba de aceptación, rayos, apuesto que padre fue muy bueno como para que arrojara el reglamento por los aires.

Jane

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XX/XX/XX

Las clases han sido mucho mejor de lo que me imagine, cientos de libros que analizar, pergaminos que entregar, caigo rendida a mi cama todas las noches pero lo vale cada que escucho a mi guardián compararme con padre y madre, eso significa que estoy haciendo un buen trabajo -aunque el diga todo lo contrario-

Nat-Lu se ha vuelto muy popular entre las compañeras de casa pero tanta atención lo pone enfermo –por las mañanas tiene un extraño color verdoso y no se le quita hasta que este muy alejado de tanto barullo, quien le manda a tener una bonita cara-, pobre de mi amigo, nunca dejara de sorprenderme.

Como mi padrino me dijo, ya ha pasado la emoción de "Oh, es la hija de Harry Potter" y solo ha quedado "Ñoña insufrible", no puedo evitar sorprenderme por la facilidad con la que cambia de parecer la gente -Nat-Lu dice que eso se debe a que están molestos de que siempre estamos juntos, estuve a punto de golpearlo por primera vez cuando me propuso alejarnos para que dejaran de molestarme, abrace visto idea mas tonta, no me importa lo que digan Nat es mi amigo de toda la vida y ya parece que voy a dejarles el camino libre así de fácil-

Dentro de poco tendremos vacaciones, los campos del castillo están completamente cubiertos de nieve, hace poco, estuvo de visita el antiguo director de Hogwarts, un anciano muy simpático, descendíamos por las escaleras cuando nos topamos con el. Su nombre es Albus Dumbledore, supongo que estuvo durante la época en que mis padres fueron estudiantes por que en cuanto me miro, se olvido que iba acompañado de la directora y se acerco hacia donde me encontraba, sus ojos azules me llamaron mucho la atención, había algo de nostalgia en ellos y tan distraída estaba que me sorprendí cuando acaricio mi rostro y dijo "Un hermoso bebe, convertido ahora en una preciosa señorita, el tiempo se maneja de formas extrañas pero ten fe en que aun y cuando nuestra realidad esta mas que clara, la vida tiende a darnos muchas sorpresas", aun no entiendo que quiso decir con eso pero siento un poco de felicidad desde ese encuentro, un sentimiento de agradecimiento, como si le debiera la vida.

Jane

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"Ese anciano, nunca dejara de meterse en donde no le llaman.- respiro profundamente, la arena de ese lugar le obligaba a mantener los ojos cerrados-. Hace unos meses me lo encontré en Egipto…"

"Me estas obligando a quitarte ese libro…- interrumpió la conversación sin despegar su mirada del objeto empastado y con el escudo de la familia Potter grabado-. Nadie tiene derecho a leer las intimidades de otros…"

"Pronto dejare de hacer esto…- rió, sin dejar de darle la espalda-. Además, no imagine otra forma de cómo estar en contacto con mi hija".

"¿De verdad?.- una tercera persona se hizo presente, cargando una bandeja de bebidas-. ¿Has concluido ya con los pretextos que te impiden estar con esa pequeña?"

"Podrías hacerlo estando frente a ella.- el guardián le miraba con malos ojos, estaba enojado-. Maldita la hora en que me convenciste de entregarle ese diario…"

"Mi hija…- asintió sin mas-. Por lo que he leído…- el guardián de Jane frunció el cejo-. Quiere estar con su padre y madre, pero como eso es imposible, tendrá que conformarse con solo uno de ellos…"

"Ya veo…- el padrino entrego a cada uno su respectiva bebida-. Bien, mejor uno de ellos que ninguno.- se sentó en la suave arena-. ¿Seguro que quieres hacer esto, por que iré hasta al fin del mundo para matarte si te atreves a romper el corazón de mi niña... y no me importa quien seas".

"Se lo que hago.- los encaro-. Como les dije esta mañana, mi viaje ha terminado, he explorado todo cuanto quise y visto todo aquello que ningún ser humano verá, los mortifagos que consiguieron escapar a los aurores no molestaran mas…-una melancolica y cruel sonrisa se dibujo en su rostro-. Mi búsqueda por fin ha concluido y nada podrá apartarme de este lugar que tantos recuerdos me trae".

"Bien, por que en ese caso habrá que terminar con esta conversación lo antes posible.- consulto su reloj-. Jane arribara a Londres en cualquier hora y tenemos que ir por ella…"

"¿Sabes que esto le producirá una fuerte impresión?.- exclamo el padrino-. El encuentro tendrá que postergarse unos días mas, debemos prepararla".

"He rentado la casa vecina.- se llevo las manos a los bolsillos-. Entiendo que esto no será tan fácil como yo he intentado hacerme creer, pero si he aguardado 11 años por presentarme a su vida, libre de culpa alguna, que no espere unos días… váyanse, no le hagan esperar".

"Volveremos lo antes posible.- un movimiento de su varita y dejaron solo una vez mas a ese fantasma olvidado y siempre ausente, que instintivamente encendió un cigarro que se llevo a la boca.

"Hace tiempo que no lo hago…- aspiro el humo-. Pero ahora en verdad lo necesito…"

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El viento frío de Londres le dio al bienvenida, no fue difícil reconocer entre esa multitud a las personas que le llevarían de vuelta a casa y tras despedirse apresuradamente de Nathan, corrió hacia ellos, abrazándolos lo mas fuerte que pudo.

"Me han hecho falta a horrores.- rió Jane-. La comida de los elfos puede ser muy buena, pero no la cambiaria por la que tu me preparas Sirius, muero por disfrutar de tu receta secreta de Hot cakes con mermelada en el desayuno".

"Bien, será lo primero que cocinare mañana, en el desayuno.- cargo de Jane y caminaron hacia una apartada área, llegar a casa por vías muggles era cansado, además de tardado, 4 días de viaje que nadie estaba dispuesto a soportar y que se podían solucionar con un simple movimiento de varita.

Su hogar estaba tal y como lo recordaba, no pudo evitar celebrar el hecho de que no necesitaría mas ese pesado abrigo que debido al frío tenia que cargar. Sus cosas ya estaban en su habitación y sonrió al ver que cada centímetro de su alcoba estaba cubierto con flores rosas, de cerezo para ser más precisos, sus flores favoritas.

-Bienvenida a casa-

La inevitable tarjeta entre las flores, que emanaba una fragancia distinta, se dejo caer sobre su cama, estaba un poco cansada y aprovecharía su estancia en casa para poder relajarse un poco, sin embargo se incorporo con lentitud y dirigió su atención hacia la casa contigua.

"¿Han rentado la casa de los Gordon?.- cuestiono al descender a la planta baja.

"Si…- Sirius asomo su cara, estaba en la cocina, revisando los últimos detalles para una fantástica cena de bienvenida-. Parece que vive solo una persona…"

"Mucho espacio…- se sentó en la sala y comenzó a espiar por la ventana-. ¿Podemos invitarle a cenar con nosotros?"

"No creo que sea buena idea.- su guardián abandono la lectura de su libro-. Si ha rentado una casa tan retirada es por que desea privacidad…"

"¿Por favor, Severus?.- una triste carita, imposible de ser resistida.

"Has lo que quieras.- odiaba cada que Jane hacia eso, la niña sabia que era su punto débil y entonces no se le podía negar nada.

"¿Sirius?...-el otro adulto sonrió ante lo tramposa y manipuladora que era su ahijada que no desaprovechaba sus verdes ojos.

"Es tu fiesta, así que puedes invitarle si es lo que quieres…- asintió Sirius.

"Perfecto, entonces no tardo.- abandono la casa, seguida por dos cómplices miradas que prefirieron volver a sus respectivas actividades.

Toco dos, tres veces, no obtuvo respuesta, sin embargo, Jane no era del tipo de personas que se rendía tan fácilmente por lo que, haciendo gala de su edad, se escabullo en la casa, aprovechando una de las ventanas que se encontraban abiertas. El lugar era muy bonito pero frió, contrario a la calidez en su casa, había cosas muy bonitas que supuso, no pertenecían a los Gordon que, nunca fueron de su completo agrado. El olor a incienso llego hasta su nariz, algo agradable y que no consigues de un producto comprado en una tienda departamental.

Jarrones de valor, mascaras que colgaban de los techos, esculturas en cada mesa de la casa, quien habitara este lugar, era una persona culta, conocedora, lo cual explicaría por que, estando rodeado de tanta belleza, prefería mantenerse solo, casi como un ermitaño.

"Estoy haciendo conclusiones demasiado pronto…- murmuro, toda su atención estaba en una hermosa espada que se encontraba colgada sobre la chimenea que había en la sala, otro objeto que le resulto extrañamente familiar.

"Yo tendría cuidado si fuera tu.- la pequeña brinco del susto al escuchar una voz a sus espaldas-. Hace tiempo que no la toco pero no por eso, ha dejado perder su filo… ¿no te han enseñado que esta prohibido colarte por las ventanas de casas ajenas?"

"Lo lamento.- se giro lentamente, encontrándose con una persona que le daba la espalda-. Estuve tocando a su puerta y nadie contestaba".

"Indicio perfecto que te señala que no quiero que me molesten…- un breve silencio.

"Soy su vecina, vine a invitarle a cenar con nosotros…- bajo los ojos, aquella presentación no iba nada bien-. Me disculpo por mi atrevimiento…"

"Disculpa aceptada.- el humo del incienso, así como el del cigarro que se consumía en la mano de esa persona se mezclaban-. Ahora, te agradeceré que vuelvas a tu casa lo antes posible…"

"¿Vendrá con nosotros a cenar?.- frunció el cejo, le molestaba que la gente fumara pero mucho mas, que no le diera la cara cuando se estaba disculpando-. ¿Puede apagarlo, soy una niña y tal vez usted quiera morir pronto, pero yo no…"

"Lo pensare…-una sonrisa que la niña jama s vio, se dibujo en el rostro del dueño de la casa mientras cumplía la petición de Jane-. Ahora, márchate…"

"Bien…- estaba ofendida, deseando por primera vez haberle hecho caso a Severus Snape.

Durante la cena, Jane se limito a jugar con su comida¿Quién se creía, ella había intentado mostrarse amable y solo había recibido una desilusión tan fuerte que le quito el apetito. Tal y como se lo imagino, el vecino había rechazado su invitación, cosa que la puso mas triste.

Desde su ventana, miraba fijamente la casa de a lado, estaba tan triste y enojada que ni ganas tenia de escribir en su diario, los días pasaron y los preparativos para celebrar navidad, le hicieron olvidarse de la desilusión recibida.

-Feliz Navidad-

¿Mas flores, vaya, todo el dinero de los dos adultos con los que vivía se iba a ir en tanta flor que compraban. Al bajar los encontró desayunando, sus regalos estaban aun bajo el árbol y la hora de abrirlos podía esperar, seguro que Nathan, quien había prometido pasar las fiestas con ella, llegaría de un momento a otro y podrían hacerlo juntos.

"Tu desayuno…- Sirius deposito jugo, fruta y un delicioso omelet que Jane devoro en cuestión de segundos, la emoción de la navidad recorría cada centímetro de su cuerpo.

"¿Quieres que vaya a hacer las compras?.- se ofreció la pequeña tras depositar su plato en el lavadero.

"Muy amable de tu parte y te tomare la palabra.- Sirius le entrego la lista que tenia pegada en el refrigerador-. Que Arthur nos envié el resto, tu solo trae los huevos, la leche y el vino que necesitare para terminar de preparar la comida para nuestros invitados"

"Esta bien…- tomo su juego de llaves y algo de dinero de la cartera de Sirius, conocía aquel lugar como la palma de su mano así como a la gente de cada establecimiento-. No tardare…"

"Vete con cuidado…- la despidió Sirius.

Corrió por la pequeña vereda que conectaba a la casa con la calle principal, repleta de transeúntes que se dirigían hacia la playa, la mayoría de esa gente eran turistas, amantes del clima calido y que habían reservado con meses de anticipación, pero bueno, eso era lo menos que a Jane le importaba. El centro comercial era uno de sus lugares favoritos por extraño que esto sonara pues, cuando era mas pequeña y su querida Tía Pansy pasaba temporadas con ella, solía platicarle de su padre, charla que iba acompañada de un delicioso helado.

-Era un hombre que siempre tuvo el temor a amar-

"Hola Arthur…- sus pensamientos fueron interrumpidos cuando enfrente suyo quedo el rostro del amable dependiente del almacén, un hombre de edad avanzada que le recibió con una calida sonrisa.

"Hola mi niña…- extendió la mano y Jane le entrego la lista de víveres que Sirius necesitaba.

Camina con lentitud entre la gente, le había alcanzado para comprarse un helado y estar de vuelta en su amada ciudad costera era realmente relajante. Tan distraída estaba que fue inevitable que chocara contra un individuo que parecía disfrutar del paisaje.

"Deberías prestar mas atención cuando caminas.- Jane abandono la inspección de sus compras, conocía esa voz a la perfección y cuando intento mirarlo, la luz del sol le impidió apreciar a la perfección el rostro de su estresante vecino.

"Pensé que los ermitaños no salían de sus cuevas…- frunció el cejo, estaba enojada del plantón que había recibido por parte de esa persona.

"Hasta los ermitaños necesitamos comer…- le mostró sus bolsas de víveres-. ¿No se daño nada de tus compras?.- Jane negó y se sorprendió al ver una mano tendía enfrente suyo.

"¿Acaso me quiere raptar?.- su mirada mas escéptica provoco la risa de su interlocutor que sin esperar su respuesta sujeto la pequeña mano.

"Nada de eso…- se explico-. Durante los periodos vacacionales hay mucha gente desconocida en la ciudad, creo que me explico…"

"No muy bien, pero haré de cuenta que le entiendo.- haber estado en contacto con Sirius, Severus y Draco había hecho germinar un poco de arrogancia en la pequeña-. ¿Por qué no acepto mi invitación?"

"Me quede dormido…-rió, aumentando la molestia en Jane.

"¿Dormido?.- estaba indignada-. Cuando me echo de su casa, estaba muy despierto".

"Viene y se va.- no le dio mucha importancia-. Tengo que recuperar el tiempo que no pude hacerlo y el ambiente de este lugar, me ayuda mucho…"

"¿Fue por sus viajes?.- se olvido de su enojo y su curiosidad natural salio a flote-. Por que ha viajado mucho por lo poco que pude ver de su casa…"

"Mis viajes y los motivos que me mantuvieron despierto por tanto tiempo.- asintió-. Pero ya todo se ha terminado y por fin, puedo volver al único lugar al que nunca pude llegar en 11 años, sin importar lo mucho que ansiaba estar aquí"

"Vaya…- Jane sintió una extraña emoción apoderarse de su cuerpo, no podía ver mas que una silueta del rostro de esa persona, sin embargo, podía jurar que esta, tenia una sonrisa en su rostro.

"Hemos llegado…- la casa estaba enfrente de ellos y sin mas, la mano de Jane fue liberada.

"Muchas gracias…- una breve conversación que le dejaba un agradable sabor de boca que se manifestaba en su calida y amable sonrisa.

"Me da gusto verte sonreír…-se agacho, quedando a la misma altura de Jane-. Tanta inocencia en ti, hacen que mis 11 años lejos del único vestigio de la persona que siempre amare, valgan la pena…"

"¿Qué quiere decir con eso?.- parpadeo, no tenia sentido para ella las palabras de ese hombre.

"Nada, comentarios sin sentido de un hombre nostálgico…- acaricio el rostro de Jane-. Te pareces tanto a tu madre, su cabello, su boca, incluso cuando te enojas es como si la estuviera viendo a ella…-la niña retrocedió, asustada por las palabras de ese desconocido-. La verdad, Hermione era la persona mas linda que jamás volveré a conocer…-una nube cubrió al sol por unos minutos, tiempo en el que Jane pudo ver cada centímetro del rostro de ese hombre que le sonreía como nunca antes alguien lo hubiera hecho.

"Acaso tu…- tendió su mano pero el hombre se incorporo, impidiendo el contacto entre ambos.

"Estoy seguro de que esta cuidándote…-acomodo sus gafas-. Siempre lo hará…"

Dichas estas palabras, le dio la espalda y camino hacia su casa, dejando a Jane hecha un manojo de emociones encontradas. Le conocía, estaba segura de que no era la primera vez que veía esa sonrisa, mucho menos ese inconfundible cabello negro que difícilmente podía ser controlado, "un caso perdido". Ese hombre que aparecía en muchas fotografías que guardaba celosamente entre las paginas de su diario y de quien, había heredado sus intensos ojos verdes.

-¡Papa!-

Dos brazos le sujetaron por los hombros, tardando algunos minutos en reconocerle¿Nathan, sus invitados habían arribado y en el jardín se podía ver a Lilith que perseguía y gritaba a su padre sosteniendo su sandalia y con la determinación de arrojarla contra Draco impresa en su mirada.

"¿Ocurre algo?.- ante el silencio de su amiga, Nathan no pudo menos que preocuparse.

"Nada…- le entrego su bolsa de compras y corrió hacia la dirección en la que se había marchado su vecino, Jane era una mujer de lógica, incapaz de dar cabida a la duda pero en estos momentos, todo su ser rogaba por que su presentimiento fuera verdad.

No fue difícil localizarlo, una solitaria figura se encontraba sentada en el pórtico de la casa vecina, observaba el mar y la luz que se reflejaba en este, un espectáculo que tuvo a bien interrumpir cuando descubrió la figura de su vecina, cuyas mejillas tenían un tenue color carmesí y que con tímidos pasos, se acercaba.

"¿Te encuentras bien?.- en la mirada de la niña, se podía observar el llanto que está a grandes esfuerzos conseguía controlar.

"Eso depende de la respuesta a mi pregunta…-balbuceo nerviosa y ajena a un grupo que se encontraban a sus espaldas que, lejos estaban de reunir el valor de Jane-. Por que si escucho un No, me sentiré decepcionada y furiosa conmigo misma, por creen en cosas que no son posibles…"

"¿De verdad crees que no puede haber una excepción a la regla?.- se puso en pie, limpiando la arena que se había adherido a sus ropas-. Entiendo tu miedo, yo mismo, cuando te vi por ultima vez, hace 11 años, creí haber despertado de este sueño…"

"¿Harry?.- murmuro Pansy contra el pecho de su esposo que tampoco podía creer lo que veía. Draco que se encontraba en la tierra durante el final de la batalle en Nehelin, había sido privado de muchos recuerdos, sin embargo con ayuda de su ahora esposa, podía comprender por que tanto silencio en aquel momento.

"¿Qué sucederá si la respuesta a tu pregunta es, Si?.- Harry redujo la distancia entre ambos.

"Entonces…-tembló de pies a cabeza-. Entonces no sabré que hacer, por que todo este tiempo, nunca lo considere posible y no me prepare para esto…"

"En ese caso, no pienses y deja que mi hija me brinde un abrazo de bienvenida y perdón, por tanto tiempo de abandono…- se hinco y extendió sus brazos hacia la titubeante niña que se refugio contra el pecho del hombre-. Es un placer volver a verte…"

"No se de que hablan pero¿eso fue un si o un no?.- Lilith frunció el cejo.

"Eso fue un reencuentro.- explico Severus.

"Y el cumplimiento de una promesa…- asintió Sirius, observando como Jane, dejaba de lado la apariencia madura que siempre le había caracterizado y las lagrimas, revelaban a esa niña, que hasta entonces, nunca se había mostrado.

"He vuelto a este sueño, para encontrarme contigo…-murmuro contra los cabellos de la pequeña que dormía entre sus brazos-. Lejos de la guerra y el odio que te arrebato de mi en el pasado… por que solo aquí, puedo tenerte entre mis brazos y protegerte… por ti, no me importa dormir por siempre".

Deposito un beso en la frente de esa pequeña, reencarnación de la persona amada y cuyo espíritu, residía en lo más profundo de aquel puro corazón. Tal vez, ya no podría amarla como lo hizo en el pasado, pero si de algo estaba seguro era de que cuidaría de ella, sostendría su mano hasta el final de los tiempos, seguro de que el destino y tres poderosas aliadas, cuidarían de que sus almas gemelas, se encontraran por siempre.

-Por que en un sueño te vi, he regresado y hasta el final de los tiempos, te amare-

FIN.

Diciembre 23, 2005

K.Oracle


Nota Final de -♪Voices♪-

♪♪-

Bien, primero, los agradecimientos a todos ustedes, por seguir esta historia desde sus inicios, de eso, mas de 2 años y que bueno, para suerte de algunos y tristeza de otros, hoy llega a su fin. Supongo que es algo que no se imaginaban y que constata el hecho de que soy una romántica –hasta la muerte-. Nuevamente dejo parte de mis sentimientos aquí –mi Horcrux-

Después, vienen las disculpas, por las tardanzas, los traumas que no me dejaban escribir como yo quería, el haberme olvidado de la idea original del fic –que bueno que lo hice, personalmente, no imagine llegar a este final-, la canción es solo el fondo de la historia, una pareja enamorada y la promesa de volverse a ver, que es lo que intente plasmar en este capitulo final, también quiero hacer hincapié que me ha dejado muchas cosas buenas, amigos especialmente, que se presentaron en mi vida cuando verdaderamente los necesitaba, se los agradezco de corazón y lo saben.

Criticas, sin sabores, momentos de tensión por no saber que hacer, ganas de abandonar la historia, muchas de esas cosas me pasaron y me sumían en una depresión total, aquí entran todas las personas que me dejaban sus comentarios y criticas, por eso, duele cuando no se escuchan sus pensamientos, por que para mi son muy importantes, me ayudan a crecer como escritor y de esta forma, puedo ofrecerles algo mejor en un futuro, de mis inicios al día de hoy, existe una gran brecha, la cual se hace mas grande con el paso de los días, por eso, construí un puente entre ambos extremos, para no adquirir el feo habito del escritor que deja a segundo plano la critica del lector, olvidando que es esto, lo que nos retroalimenta, resumido, somos los escritores los que necesitamos de lectores para crecer en varios aspectos.

Descargado mi animo, no me queda mas que desearles lo mejor en estas fechas, cuídense mucho – ya les dije que si les ocurre algo, la casa pierde- disfruten la compañía de sus seres queridos y si estos no se encuentran a su lado, no olviden dedicarles mínimo un pensamiento. Espero contar con su presencia en mi próxima aventura, ya saben que ustedes son mis invitados principales.

Para finalizar, no menos importante, esto también te lo dedico a ti, si vuelvo a soñar con este mundo, nada me haría mas feliz que transmitirte este amor que por ahora, no tengo permitido expresarte… al primer amor que aun me cuida y que tiene prohibido llorar el día de mi muerte, nadie puede cambiar este sentimiento, este final tu lo inspiraste y mereces el crédito.

Su eterna amiga, Oracle.