Capítulo XLIV: Una parte de mente.

I trust in you, you lied … It's all I know you broke the vow … The City of glass that I live in
Coldness from my brothers skin…

Katatonia – Ghost of the Sun

Caminaba hacia ningún lugar en específico. Su padre le iba a tener que perdonar pero, no le iba a hacer caso, nada hacía él, perdiendo el tiempo estudiando entre magos, todo lo que le hubiesen podido enseñar allí, ya lo sabía…, además, estaba harto de las instituciones, cualquiera de ellas. Había tenido suficiente en el entrenamiento del Bene Ha Elohim. Se quitó el cabello de la cara, el cual le molestaba en exceso, pensándoselo mejor, se pasó una mano por la cabeza y el cabello había quedado cortado al ras, casi militarmente.

— ¿Harry? —Preguntó alguien bastante inseguro desde su espalda.

— ¿Um? —Devolvió el moreno al oír que le llamaban. Sirius aspiró con fuerzas para evitar romper todo lo que le había advertido Azrael.

— Escucha, Sirius —Le había detenido el ángel de la muerte en medio de un pasillo, hacía tiempo ya.

— ¿Sucedió algo malo? ¿O yo hice algo malo?

— No. Mira, Harry ha regresado —Apretó más el agarre evitando que se lanzara a correr, sin embargo, su general no hizo nada más que verlo vacío—. Sin embargo, no recuerda a nada ni a nadie. Es decir, sabe posiciones y alusiones ajenas a nuestras personas, pero, no recuerda ninguna interacción personal. ¿Se comprende? Si te lo encuentras, por su salud, NO LE TRATES DE HACER RECORDAR…, eso sólo lo terminaría destruyendo. ¿Me expliqué claramente? —Sirius sólo asintió un tanto perdido. Harry no lo reconocía… en ninguna pesadilla se había imaginado algo tan cruel y déspota.

— ¿Tú quién eres? Disculpa… —Preguntó volteándose, sacando a Sirius de súbito de sus pensamientos.

— Ehmm…

— ¿Te conozco? —Repitió presionándole.

— Soy… Sirius Black —Se presentó al final, tendiéndole la mano.

— Ummm, ¿El General/Sacerdote del Celador del Purgatorio?

— Exacto.

— Mucho gusto. Soy Harry, pero, eso parece que ya lo sabes —Le dijo tomándole la mano—. Es un placer conocerte. ¿En qué puedo servirte?

— Siento haberte interrumpido.



— No has interrumpido nada. Sólo estaba quitándome el cabello de la cara para luego ir a buscar oficio.

— Ya veo. ¿Y qué haces aquí? —Preguntó como quién no quiere la cosa.

— Pues, a ciencia cierta, no lo sé. Mi padre me ha mandado aquí un poco alterado y bueno, no es que uno pueda hacer mucho para desobedecerle…

— Ah… Tu padre.

— Pues, sí. Ya sé que no están en buenos términos con él, pero, creo que poco puedo hacer yo. Esto, bueno, nadie está en buenos términos con él, a veces ni siquiera yo lo estoy pero…

— Tranquilo, no importa. En fin, ha sido un placer conocerte… —Soltó con pesar mal contenido—. Eres un buen chico… nos vemos en otro momento que coincidamos.

— Ehm, gracias…. Supongo —Murmuró con algo de melancolía, sin saber exactamente por qué.

1

Harry se encontraba aferrado fuertemente al alféizar de la ventana que le proporcionaba aguante, actualmente. Se mordió los labios hasta al punto de hacerse daño. ¿Por qué todo el mundo en ese sitio parecía conocerle? Y aquel hombre… jadeó, llevándose una mano a la cabeza. Ya no quería tratar de recordar nada, eso sólo le causaba dolor, todas sus lagunas mentales eran una tortura para él. Sentía que nada de aquello estaba bien pero, ¿Por qué? ¿Qué demonios estaba sucediendo que todo el mundo parecía saber, menos él? Se sentó un momento tratando de serenarse, sin embargo, el dolor no se iba… siempre que sucedía eso su padre le regañaba, diciéndole que si no fuese tan obcecado todo lo que usualmente le pasaba, no ocurriría; pero, se sentía como peleando contra su propia naturaleza. Tomó un profundo aliento, unas barreras le rodearon, en los días que llevaba allí, no se había sentido tan desesperado como ése.

— Misery ¿Qué haces aquí? —Preguntó exasperado, sin ni siquiera cambiar un ápice su posición. Si había alguien en el mundo que no le caía bien, y sus sentidos explotaban en alertas, era con aquel ser.

— Aunque no lo creas. Me han enviado a hacerte de chaperón.

— Tienes que andar bromeando.

— No, no lo estoy. Vendré periódicamente a verte hasta que su excelencia decida que es tiempo de regresar, y por lo que veo. Sigues sintiéndote terriblemente mal.

— Ja… como si te importara…

— Cierto. No lo hace. Es más, debo admitir mis más sinceras antipatías hacia tu persona.

— Bueno, ya me viste, ya puedes largarte.



— ¿Cuál es la prisa? Si he encontrado algo divertido de hacer es torturarte. ¿Aún no eres capaz de ver nada, verdad? —Preguntó abrazándole.

— Cállate.

— ¿Por qué? ¿Por decir la verdad? ¿No puedes con tan poco dolor? —Le susurró en la oreja, el chico forcejeó tratando de liberarse—. ¿A qué le tienes miedo?

— ¡Suéltame! ¡Suéltame!

— ¿O qué? ¿Me vas a ir a acusar con tu 'papá'? Eres patético, hijo del viento —Terminó soltándole y desapareciendo en una fuerte ventisca. Harry cayó al piso sobre su trasero mientras que voces, imágenes difusas y situaciones inconclusas volvían a su cabeza, para hacerle sufrir hasta perder el conocimiento.

2

— ¿Potter?

— ¿Malfoy? —Preguntó desde el suelo en dónde se encontraba recostado. Esos ataques eran demasiado fuertes para él, aún. No importa lo que dijera Misery que era un cobarde y además de eso, a pesar de ser un demonio, poseía cero aguante.

— ¿Qué haces aquí?

— Dejo que el sol me dé de lleno. No tengo casi energía…

— ¿Puedo sentarme?

— Adelante, total, no es como si el espacio fuese mío de todas maneras.

— ¿Cuándo regresas a dónde sea que tengas que regresar?

— Pues, aún no lo sé. Cuando a mi padre le de la regalada gana. Supongo, ni siquiera sé que estoy haciendo aquí. En teoría, su idea era que viniera estudiar en esta escuela de magos, sin embargo, aguanté la primera semana, luego, me pareció como idiota estar viendo algo que ya sé.

— Ya veo. Entonces, ¿no tienes ni la menor idea de qué haces aquí, por lo que puedo oír, no es cierto?

— Sí, Malfoy. No tengo ni la menor idea de qué hago aquí…, tienes toda la razón.

— ¿Y no te parece que eso es algo estúpido?

— Podría decirse. Mi hermana no se cansa de repetirme que soy un estúpido y un imbécil.

— Potter, disculpa mi rudeza, pero, tú tienes es un Herman-o, no una Herman-a.

— ¿Eh? ¿Cómo dices, perdón?

— Lo que oíste. No tienes ninguna hermana, sí, tienes un hermano, y es un elfo —Harry suspiró sentándose y dejando descansar su frente en la mano derecha, otra vez estaba forzando algo que no estaba seguro si quería saber. Total, Freya también trataba de decirle algo que él no podía ver.

— ¿De dónde sacas que tengo un hermano, Malfoy? Soy un demonio. Es imposible que aunque tuviese un hermano fuese un elfo.

— Comienzo a pensar que lo que te dijo la persona que dice ser tu hermana es cierto. ¿Siempre tienes que ser tan 'idiota'?

— Pues, lo siento… —Masculló molesto.

— Potter, voy a ser una pregunta un tanto personal, ¿Puedo?

— Adelante, con toda confianza.

— Hace, digamos, cinco meses. ¿Dónde estabas?

— Amm… ¿Hace cinco meses?

— Exacto. Pueden ser cuatro y medio o seis, no me preocupan esas tonterías…

— Eh… Hace cinco meses, supongo que estaba en el entrenamiento para pertenecer al Bene Ha Elohim. ¿Por qué?

— Porque, hasta dónde tengo entendido, a los demonios y menos a uno de tu 'rango', podría estar en ese grupo que nombraste anteriormente.

— Bueno, los reyes tampoco y el Rey actual de los Elfos es el Isil Segundo de nuestro grupo.

— ¿Y tú no eres el primero?

— Sí. Soy el Isil primero.

— ¿Y cómo que es que llamas "Rey de los Elfos" si has convivido con él tanto tiempo?

— No lo sé. Tampoco me interesa entablar relaciones con los elfos.

— Por lo que veo lo que tienes son partes aleatorias de tus recuerdos o me equivoco.

— ¡No lo sé! ¡No estoy interesado en descubrirlo! ¿Qué quieres que me rompa la cabeza hasta que recuerde?

— Potter, te voy a dar un 'poco de tu mente' y esto sí que va a lograr que no puedas dormir en la noche. Todos los guardianes o como se llamen de esa congregación, tienen un guardián que les protege ¿Dónde está el tuyo? —Se levantó—. No lo hago por mal, pero, la situación por la que estás pasando me parece hasta ridícula. Disculpa si te causo algún mal… —Sintió como el moreno le agarraba por el tobillo—. ¿Qué quieres?

— Malfoy, No puedo recordar. Cada vez que trato de hacerlo, el dolor es tan fuerte que termino desmayándome. Es frustrante, ya sé que nada encaja como debería, no soy tan estúpido hasta ese punto. ¿A quién voy y le pregunto? Te aseguro que mi padre me torturará hasta que no recuerde ni mi nombre…, lo cual ya es mucho decir.

— A ver, Potter. Voy a tratar de iluminarte un poco el cerebro… ¿Qué recuerdas de cuando tenías un año? —Harry rió incrédulo.

— Malfoy. No recuerdo completo mi pasado más cercano ¿me pides que me remonte a tanto? —El rubio hizo un gesto de exasperación—. Tenme un poco de paciencia…, joder. Tratar de recordar: me parte el alma, todo lo literal que pueda transliterarse la frase —Agarrándose del hombro del híbrido se volvió a sentar.

— Está bien, paciencia. Trataré por primera vez en mi vida de tenerla.

— Todos ustedes parecen conocerme, pero. Si mi padre no quiere que yo recuerde, ¿Por qué me ha enviado este lugar?

— Supongo que mucha gente se está preguntando eso, actualmente.

— No comprendo.

— Tampoco nosotros lo hacemos…

— Sí. Eso parece ser una constante en cualquier mundo…

3

— ¿Sirius?

— ¿Um?

— ¿Qué haces aquí tan encerrado?

— Quiero encontrarme lo menos posible con Harry. Y el hecho de qué lo esté evadiendo por leyes universales sólo hará que me lo encuentre más seguido que de costumbre.

— Lo siento —Dijo en un suspiro resignado.

— ¿Por qué te disculpas? Nadie a sobre la faz de la tierra tiene la culpa. Supongo que son cosas que pasan, pero ¿Por qué todo le tiene que suceder a una sola persona? Digo, Harry ha sido llevado hasta al máximo ¿y aún se le exige más allá? No lo comprendo, si Satanás le borró la memoria a Harry ¿Para qué carajos lo manda de nuevo a dónde más posibilidades existe de que la recupere?

— Pues, a según, y por lo que he podido averiguar. Satanás rompió las reglas hasta que quedó una pequeña hebra sosteniendo la cuerda, sin poder sostener más la falta antes de perder, tuvo que mandarlo a su 'ecosistema natural' por decirlo de alguna manera, lo devolvió a donde Harry, Harry querría estar de no ser por estar sin memoria. A decir verdad, él no lo volvió de su 

lado. He oído por boca de Belial que si ha habido alguien que está en desacuerdo con casi todo lo que le ha contado Él, ha sido Harry. Sólo lo hizo realmente 'neutral'. Sin recordar los lazos que lo unen a este lado, y teniendo un compromiso 'fraternal' del otro, lo único que hizo fue agregar más peso de su lado para nivelar el terreno de juego.

— ¿Y nosotros no podemos jugar así también?

— Ya te lo dije. Cada vez que tratas de hace recordar a Harry, lo torturas… ¿Quieres ir a ver como sufre y se retuerce?

— Pero, nos podríamos inventar otra cosa…

— Sin Celebriän a nuestro lado, es más difícil romper la Ethannia, no importa cuántas veces la hayamos destruido por completo. Todavía existe, y la otra persona que puede romperla sin aparente desastre…

— Es Harry.

— Sí.

— ¿Dónde está Lórien?

— Amm, pues. Lejos de Hogwarts. En realidad. Rafael, aunque suene un poco cruel lo ha colocado en modo de suspensión y lo ha dejado al cuidado de las Hadas Blancas.

— ¿No podía dejarlo en manos de algo más 'colorido'? Digo…, esas cosas no son muy agradables que digamos…

— Si Lórien despierta, que estoy seguro que lo hará, aún sin en vínculo que lo unía a Harry. Nada podrá detenerlo más que estar en el mundo Gris.

— Sí, pero, las hadas blancas… ¿No era mejor dejarlo a mitad de Estigia?

— Charon, dijo que NO. Es más, me escupió en la cara mientras me lo decía… —Sirius rió ante el último comentario—. Erebus le dio específicas órdenes. No es mucho lo que yo pueda hacer…

— Weno, mi querido celador. Esperamos que el remedio no sea peor que la enfermedad.

— Sirius, Si Lórien se encuentra con Harry en estas circunstancias, o Harry enloquece o Lórien muere del dolor.

— ¿Y por qué no tratas de ver?

— ¿Otra vez? ¿En qué idioma te lo repito? Sirius, ¡No puedo ver el futuro más allá del camino que ha comenzando a caminarse!

— Lo siento, estoy algo fuera de mí.



— No necesitas tampoco la adivinación para esto. La lógica te provee muy bien la respuesta al futuro en este caso: para Lórien lo más importante en esta vida es Harry, Lórien es la razón por la que Harry no perdía la memoria. ¿Qué? ¿Vas a sumar 2 2 y te va a dar 9? Los hechos son usualmente secuenciales, no hay que ser un genio para saber que si se ven terminará en catástrofe.

— ¡Ya! ¡Ya está bien! Joder… ¿Qué quieres? ¿Qué me quede aquí sentado sin hacer nada?

— Sirius, ¿Sabes qué? ¡Haz lo que te dé la gana! Me voy… —El animago comenzó a realizar ejercicios de respiración.

— ¿Sirius?

— ¿Qué sucede, Remus? —Preguntó sin dejar de respirar. Sus rabietas ahora afectaban al mundo, y el pobre mundo no tenía la culpa.

— ¿Eso te pregunto yo a ti? ¿Desde cuándo acá tú practicas yoga?

— Desde que Azrael decide que el destino es inamovible porque la lógica y el futuro se lo dicen. ¡Me lleva!

— Vaya pues, estás muy molesto.

— ¡¿A qué viene eso!?

— Prosigue con tus respiraciones. Odio la energía seudo-demoniaca, y tú jamás llamas al ángel de la muerte así. Le dices "Az" o "Azarel" No "Desde que Azrael ", segundo, no tiendes a gritarme, ni mucho menos a decirme 'Remus'.

— Lo siento —Se disculpó de ipso facto, volviendo a respirar.

— ¿Qué le dijiste que se pelearon?

— ¡Nada! Quería saber si se podía hacer algo con respecto a la situación de Harry y ya cuando le insinué algo de Lórien casi no me arranca la cabeza de un mordisco…

— ¿Lórien?

— Lo mandaron en suspensión al Mundo Gris.

— ¿No podían mandarlo a algo más 'colorido'? —Sirius se rió ante el comentario de buena gana. Recuperando un poco de su buen humor.

— Creo que en estos momentos sé por qué somos amigos, Estimado Moony.

— ¿Ah? ¿Qué mosco te ha picado? —El moreno se sentó a su lado. Estirando las piernas y dejándoles unos momentos en el aire.

— Oye…



— ¿Ahora qué?

— Dentro de 3.000 años ¿Dónde estaremos? —El lupino le sostuvo la mano, apretándosela.

— Juntos…

— Entonces, tú de verdad crees en qué la contaremos…

— Perder la fe en estos momentos me parece un poco delicado. Es a lo único que nos podemos aferrar. ¿Qué más podemos hacer?

— Remus, si Valkiria Descubre que eres su hijo ¿qué harás?

— ¿Qué crees que haré, Sirius? Nada…, jamás lo he necesité a mi lado…, en estos momentos, tampoco lo hago. Por Dios, Él fue una leyenda que estudié por algunos meses en la universidad, antes de que Harry viniera a decirme de sopetón que era un ángel y que estaban a punto de destruir el universo.

— Sí. Harry tiende a causar esa reacción en todo el mundo. ¿Verdad?

4

Miró al cielo. Era pleno día y había una estrella deslumbrante que brillaba en el cielo, no pudiendo ser opacada por el magnánimo sol. ¿Por qué esa estrella le decía algo? Draco había tenido razón y sólo había logrado contrariarlo aún más. ¿Quién era su guardián? Peor aún ¿Dónde estaba el Isil segundo de su grupo? ¿Por qué no podía ni siquiera recordar su cara? Sólo sabía que era un elfo, pero, por el Caos… había millones de Elfos. El Rey de los Elfos, eso tampoco hacia un llamado extravagante en su mente. Sabía que Arlan había muerto, sospechaba que de la misma forma que habían muerto todos los demás. A mano de su padre, o de aquel hombre que se adjudicaba como tal…

Se mordió los labios con fuerza, llevándose las manos a los lados de la cabeza, comenzando a sufrir de nuevo… jadeó con fuerza y las barreras volvieron a tomar sus posiciones usuales, rodeándole en varías capas, sus manos cayeron laxas y comenzó a caer del banco, por suerte, no sentiría mucho dolor, tampoco era la gran caída. Antes de terminar en la tierra, alguien lo sostuvo.

El moreno exhaló, parpadeando lentamente…, levantó la vista pesaroso para encontrarse con un rostro totalmente desconocido.

— Gracias… —Murmuró el moreno aferrándose suavemente a la manga de su salvador.

— ¿Estás bien?

— Un poco dolorido —Gimió tratando de reincorporarse. Escuchó a su interceptor suspirar.

— ¿Quieres ayuda?



— Te lo agradecería mucho —Respondió al borde del llanto. Cada vez eran menos soportables los ataques, si seguía así, pedía misericordia a Dios y que le dejara morir, no quería seguir sufriendo de esa manera—. ¿Me dices tu nombre? Porque, he de suponer sabes el mío…

— Abel… —Le respondió incorporándole, con tono inseguro. Según Azrael, no era buena idea decirle nada del pasado a Harry.

— ¿A… bel? —Se llevó las manos a la boca y cerró los ojos fuertemente. Un montón de imágenes pasaron a velocidad de vértigo, tanto que su corazón se aceleró a ritmo de infarto, y un líquido amargo subió por su garganta. Tosió, volteando la cabeza para evitar ahogarse. Estaba ¿Vomitando? Se sorprendió a sí mismo haciéndolo ¿Qué clase de demonio era él?

— ¡Harry! ¡Harry! ¿Estás bien?

— N… no me sueltes… —Le rogó aferrándose con más ahínco. El menor de los mellizos hizo lo que se le pedía.

— ¿Qué te sucede?

— Por lo que he descubierto en las últimas horas, no puedo controlar mis recuerdos o algo así… actualmente prefiero estar rodeado de escorbutos que recordar —Le explicó estremeciéndose—. Lamento ser una molestia, pero, ¿Te importaría llevarme dentro? No estoy seguro de poder caminar. No estoy seguro ni siquiera si puedo retener algo es mi estómago, cosa que parece real…

5

— ¿Eres uno de los hermanos malditos, verdad? —Preguntó mientras Abel lo llevaba en brazos, con ese tono que se le hacía chocante, no parecía Harry, sino alguien destrozado, y cansando de caminar—. ¿Caín y Abel? —El otro sólo asintió quedamente. Él ojigris observó como el menor se tapaba los ojos con el cúbito del brazo y sonreía de forma irónica—. No sé por qué, pero, parece que puedo dejarme morir en tus brazos y no me sucedería nada…. —Observó como el hombre sonreía con el flequillo cubriéndole parte de la cara.

— Me alegra que sientas eso…

— ¿Qué es eso? —Preguntó mirando al pecho—. ¿Eres un Custodio?

— ¿Has visto la insignia?

— Creo… no estoy seguro…, por lo poco que sé. La insignia puede ser vista por pocas personas, y entre esas pocas, no debería entrar yo.

— Llegamos —Anunció Abel, colocándole en la cama.

— ¿Dónde estamos? —Ese lugar le traía sensaciones conocidas. El cuadro, un dragón blanco, el mismo durmiendo.



— En un cuarto, supongo —Dio como respuesta vaga, sentándose al lado de dónde estaba recostado el moreno—. ¿Sabes que te pasa? ¿Eres consciente de algo más que sombras? —Preguntó tratando de no sonar demasiado esperanzado.

— Como te dije antes, parece haber algún tipo de apelación sinérgica que me impide tener el control de mis recuerdos —Miró al techo sopesándolo—. Es como si fuese un intercambio justo, el hecho de que no tenga ninguna tolerancia a mis recuerdos… como si debiese empezar a de nuevo. ¿Eres mi guardián, verdad? Mi ángel custodio como Isil que soy… —El albino abrió con los ojos con sorpresa. ¿Había recordado? Sin embargo, vio que Harry se sentaba sobre sus piernas, y apretaba la sábana con las manos—. Lo siento —Murmuró con voz trémula comprimiendo los dientes—. No recuerdo. Draco me hizo recaer en que no sabía la identidad de Mi Guardián, a pesar de ser consciente de pertenecer al Bene Ha Elohim aún siendo un Demonio, lo saqué por descartes. Maldita sea, no recuerdo, pero, no sabes el gusto que me da, reencontrarte.

— Shhh —Arrulló, abrazándole—. No hace falta tener memoria para hacer lo correcto.

— ¿Es… es verdad que mi hermano es el Rey de los Elfos? —Preguntó con voz temerosa.

— Sí. Tienes un hermano.

— N… n… no menciones su nombre. Te lo ruego, por la sagrada misericordia. He tenido suficiente dolor como para una vida…

— No lo haré, no tenía pensado hacerlo. Me duele verte sufrir así, aunque no lo creas.

— ¿Fue doloroso?

— ¿A qué te refieres?

— ¿Cuándo perdí mi memoria? —Abel entendió al punto que quería llegar Harry.

— Casi tanto o igual al dolor que sentí al perder a mi hermano —Observó como el pequeño híbrido se acurrucaba en su pecho sonriendo con paz, en mucho tiempo.

— Creo que tienes razón y no necesito tener mi memoria para hacer lo correcto… ¿Ustedes me recuerdan verdad?

— Por supuesto que te recordamos, bobo ¿Por qué habríamos de olvidar a alguien como tú?

— Puedo comenzar de nuevo, conociéndolos a cada uno de ustedes. Es como… si tuviera una segunda oportunidad de comenzar todo libre de juicios, es aún mejor que morir… Hasta podría tener a mi hermano a mi lado, podría hacer que su nombre no me dijese nada nunca y formarme un nuevo concepto… Lo que hice en el pasado ya no tiene importancia ¿Verdad?

— Pues, jamás había oído palabras tan sensatas como esas, Harry. Tienes toda la razón…, no necesitas recordarnos para amarnos, o poder estar con nosotros.

— Tal vez algún día el Astral Line me permita recuperar mi memoria perdida, pero, cuando ese momento llegue ya no me importará.

Se quedaron en silencio, no había más nada que decir. No porque Abel no quisiera o tan siquiera Harry. Era porque lo más sabio y sano para la salud del moreno era dejar pasar el pasado que parecía urgir en ser desenterrado para evitar cometer los mismos errores.

— ¿Sabes, Abel? —Surgió de pronto, luego de haber pasado aproximadamente cinco minutos perdidos acariciando la suave tela que cubría las muñecas y el brazo del Guardián—. Estoy preocupado por Sion.

— ¿Por qué? ¿Por qué habrías de estar preocupado por algo así?

— Su magnánima alteza falleció, a según he oído.

— ¿Quién?

— ¿Su Alteza Angelical? ¿El Hijo de Dios entre los dioses?

— ¿Celebriän?

— Sí, Él. Sin su protección innata, Sion caerá junto a la Cuidad Blanca, te sorprenderá saber que hay seres que les atrae la idea de mi padre. Seres que como Metatron sólo sentirán un cambio de aires que para ellos, será algo bueno —Sonrió contrariado—. No comprendo cómo pueden pensar así. Después de todo Dios creó la diversidad para evitar la monotonía del universo. Están rompiendo sus propias reglas, ¿Han sido voceros por la eternidad de una falacia? En algún momento la antimateria y la materia se fundirán de nuevo y volverá a surgir una nueva existencia, una que podría ser peor que ésta.

— Si te soy sincero. Actualmente tú eres el genio en el génesis Harry. Cualquier cosa que tú digas será tomada como verdad.

— ¿Por qué? ¿Quién soy yo? ¿Ves algo más que un ser roto y sin camino? No tengo ni la mitad de las respuestas que busco. He tratado de sacarle a Leviatán que me diga la verdad. Pero, ni siquiera él puede explicarme, es como naturaleza aunque, si ellos pueden ¿Por qué los que están en contra no utilizan las mismas artimañas? La ignorancia nos está conduciendo a un voto coaccionado y ciego. El 80 de la existencia universal no sabe lo que está sucediendo, un 10 intuye que algo no está bien, ¿Qué se cree el 10 restante para decidir?

— Algunos lo llaman política. Creo recordar que hace tiempo te dije que la gente prefería dejar que uno decidiera por la multitud. Es lo más fácil…

— ¡Pero no es justo!

— En este punto, Harry. La justicia es algo que nos puede terminar aniquilando a todos.

— ¿Y cómo me debo comportar? ¿Cómo una máquina y limitarme a decidir?

— No lo sé. Eso es algo que tienes que justificar tú mismo.

— ¿De verdad me van a dejar decidir? —Inquirió con tono rencoroso, levantándose en la cama.



— Créeme, si fuese por mí, tendrías mi voto ciego. ¿A dónde vas?

— Al baño. Voy a vomitar de nuevo.

— ¿Ajá…?

— Mi cabeza no deja de tratar de recordarte a ti y a mi hermano.

6

— Justificar y Decidir ¿Eh? —Dijo socarrón erguido en la mitad de la superficie del lago—. ¿Y qué si no me da la gana de decidir? —Preguntó desafiante al cielo.

— Sería justicia divina…

— Estás condenadamente repetitiva, Freya.

— Eso ya lo sé, Potter. Estoy aquí para decirte que si has decidido no decidir, el Astral Line respeta tu decisión.

— ¿Y qué sucede con el resto del mundo?

— El no decidir te hizo por inercia escoger un bando… el decidir correctamente, te hubiese evitado la pelea, pero ¿Ya qué?

— ¿Quieres que te crea eso? Yo iba a pelear fuera en las circunstancias que fueran.

— Por cierto.

— ¿Ahora qué? —Resopló molesto.

— Sólo por curiosidad. ¿Cómo pelearás contra padre? —El moreno sonrió oscuramente.

— Mi amada hermana. Tú lo sabes todo…

— Hasta que llegaste tú.

— Entonces ¿No lo sabes?

— ¿No sé, qué? —Preguntó balanceándose tontamente en su columpio.

— Quién gana…

—U¨mmm, he hecho mis estadísticas…

— ¿No me lo dirás?

— Si pasas por Pandemónium un día de esto, sabes que te lo diré.

— ¿Ni siquiera tendré un descuento especial?

— Tal vez te responda dos preguntas… pero, ¿Por qué en vez de usar métodos tan inexactos como la adivinación y la videncia, no utilizas la lógica? ¿Qué te dice la lógica, hijo del viento?

— ¿Qué creer es poder?

— Que horrible resolución —Le espetó con actitud desdeñosa, desapareciendo.

— Ni si quiera ella lo sabe… —Dijo a la nada, sonriendo y negando con la cabeza—. ¿A dónde iremos a parar? Yo no sé los demás, pero, yo ya me cansé de esta abnegada espera —Cerró los ojos y sus ropas se transformaron, y un báculo apareció. Abrió los ojos, y se recostó de su bastón—. Es hora de comenzar la guerra, sino, podríamos pasar siglos en este terrible silencio.

7

Se colocó en posición de batalla, frente a unas puertas… en avantgarde se encontraba una flota de infantería demoniaca y no tan demoniaca. El ojiverde se sacó el halo, este se extendió, mientras que era clavado en el piso.

— Es justo pelear por nuestros ideales… —Insinuó con sonrisa ladina.

— ¿Quién demonios eres tú?

— Un desconocido bastante atravesado.

— ¿Y qué piensas hacer? —Siguió el comandante de aquella mansalva.

— Creí que pecaba de obvio.

— Estás loco…

— Es el comienzo de la genialidad —Respondió con sencillez.

8

— ¡Harry!

— ¿Az? —Preguntó Sirius, tratando de entender ahora que le pasaba.

— ¡MIGUEL! —Gritó Azarel, mientras se echaba a correr. El animago simplemente negó furibundo y se echó a seguir a su amo.

TBC