Algunos de los personajes mencionados pertenecen a J. Rowling y la Warner Brothers Company.

"ASHLEY POTTER"

1-Ashley Potter.

Tirada boca arriba sobre el césped, mirando el despejado cielo, pensando en nada y con nada que hacer. Otro pesado día comenzaba para la chica. Unos pasos le advirtieron que su querido hermano ya había llegado a casa después de lo que seguro fue una noche de despelote "típicamente fantástica"(N/A: Más tarde sabrán a que me refiero)

.-.¿Qué haces aquí?- preguntó la voz cansada de su hermano mayor mientras bostezaba ruidosamente y se sentaba junto a ella-¿sabes que hora es, renacuaja?

.-.Sé que hora es- Dijo secamente la chica. Estaba enfadada y no tenía porque esconderlo.-, y como es evidente: no hago nada... NADA –Dijo más para sí que para su hermano, que la miro burlonamente y le revolvió el pelo con el único fin de sacarla aún más de sus casillas.

.-.¿Sigues enfadada?- Le preguntó poniendo morritos y pellizcándole las mejillas cual abuela amorosa. Su hermana le dio un manotazo para apartarlo y le sacó la lengua.

.-.¡Déjame en paz, James!- Gritó harta la pelinegra. ¡Claro que estaba enfadada¿Qué esperaba?. la habían invitado a una fiesta y no había podido ir, James no estuvo tranquilo hasta que convenció a su padre de que "ese no era lugar para una chica como Ashley"

.-.Vale, tranquila, insecto, pero acuérdate que hoy quedamos para comprar el material... como dentro de una hora, o así. Hablando de eso... creo que me voy a la ducha antes de que se me haga más tarde- James se rasco la nuca y volvió a bostezar antes de ponerse de pie y caminar haciendo eses hasta la puerta del salón, que era una de las que daban con el jardín trasero de la casa.

Ashley bufó y volvió a acostarse sobre el césped, esperando a que sus padres se dieran cuenta de que no había ido a desayunar y llegaran a la conclusión de que debía de estar enfadada por su "nada de fiestas" de la noche anterior. Nada podía haber hecho a la chica entrar en la casa sumisamente y olvidar la decisión de sus padres. Nada excepto...

El sol terminó de alzarse y el olor a césped húmedo fue convinándose poco a poco con una nueva esencia; la esencia de su desayuno favorito, el cual sus padres debían haber preparado a propósito. Ese era uno de los peros de que la cocina conectara con el jardín, todos los olores se filtraban... Un dilema se planteó ante la dieciseisañera¿Quedarse sin desayuno y defender su orgullo de adolescente, o empacharse y olvidar el incidente?

Sin siquiera pensarlo se puso de pie de un salto y en dos segundos ya estaba entrando en su casa. Asomó la cabeza por la puerta de la cocina, deseando que no hubiera nadie y poder comer sin perder su orgullo. En vez de eso, se encontró con la estampa matutina, es decir: Su madre, Ginny Potter, con el delantal puesto, sentada en una silla, los brazos cruzados y aspecto enfurruñado. Su marido, Harry Potter, estaba frente a la vitrocerámica, preparando unas deliciosas tortitas.

Esta escena en cualquier casa podría catalogarse de extraña, pero no en la de Ashley Potter. Su madre era negada para la cocina; no es que le faltara práctica, no. Cada día entraba en la cocina armada con los utensilios y decidida a preparar alguna deliciosa comida; en cuestión de veinte minutos era capaz de quemar los armarios, romper la cristalería o hacer que los cubiertos salieran volando... Tras un par de años de convivencia con su mujer, Harry era capaz de arreglar desperfectos domésticos de todo tipo y preparar toda clase de comida, impidiendo que sus hijos murieran de inanición o envenenamiento.

Aunque el tiempo había pasado, y Ashley y James habían aprendido algunas recetas caseras muy interesantes; la señora Potter seguía intentando cocinar de vez en cuando, y cuando se lo negaban se enfurruñaba como una niña pequeña a la que le quitan un caramelo.

.-.¡No es culpa mía que la sartén se incendiara¡La culpa es tuya que las compras de mala calidad!- Gritaba hastiada Ginny Potter a su marido.

.-.No, cariño. No fue culpa tuya; fue culpa del aceite, que te tiene manía.- le contestó Harry, lanzando al aire el contenido de la sartén, que dio la vuelta en el aire y volvió a caer dentro del útil de cocina.

.-.¿Cómo se suponía que debía saber que no hay que llenar la sartén hasta arriba de aceite; sino ponerle un poco para que no se peguen las tortitas? Aquí no todos provenimos de familias muggles- le contestó de mala gana su mujer. Ashley no pudo contener una carcajada ante este comentario, y su cabeza sonriente y espía fue descubierta por sus padres. A la mierda el plan de hacerse la enfadada.

.-.Hola, nena- Dijo entonces la voz de su madre, que se puso de pie de un salto y se desató el delantal -¿Qué tal dormiste?

.-.Poco- Contestó secamente la chica mientras terminaba de entrar en la cocina y revisaba por encima de los hombros de su padre lo que estaba cocinando.

.-.¿Te apetecen tortitas con chocolate?- preguntó sonrientemente éste, dándose la vuelta y besándola la frente. Su hija lo miró ceñuda¿Qué clase de pregunta era esa¿Cómo no iba a querer tomar su desayuno predilecto?

.-.¿Es un soborno por lo de anoche?- Preguntó mientras se sentaba en una de las sillas frente a la mesa de madera.

.-.Ergg... puede- Contestó su madre antes de colocar frente a ella un vaso de zumo de melocotón (sabía que su hija odiaba el de calabaza), un plato con unas seis o siete tortitas y un objeto de plástico que citaba en su etiqueta "Sirope de chocolate".- Por cierto- prosiguió su madre acercándole una servilleta- ¿Has visto a James?

.-.¿Quieres decir después de que volviera de la fiesta a la que NO me dejasteis ir a pesar de que era completamente inofensiva?

.-.No te lo tomes tan a pecho –contestó su padre- a mi a tu edad no me dejaban ir a fiestas y no por eso me ponía insoportable.- Su mujer lo miró con una ceja alzada.

.-.A ti nunca te gustaron las fiestas, por si no lo recuerdas.

.-.Ya, pero aún así...- Comenzó a hablar Harry.

.-.James ha ido a bañarse, ahora vendrá a desayunar- Cortó Ash a su padre antes de que empezara una discusión con su progenitora.- Ojalá se atragante con algo- Dijo más bajo, tratando que nadie más la escuchara.

En ese momento James Sirius Potter hizo su entrada estelar en el comedor familiar y se acercó a su madre, a la que besó en la frente.

.-.Buenos días- dijo sentándose frente a Ash y esperando que el desayuno apareciera por arte de magia frente a él.

.-.Hola cariño. Anoche no te oí llegar¿A qué hora regresaste?- preguntó su madre apoyándose en el pollo de la cocina.

.-.Temprano, después de dejar a Efran en su casa- Explicó este. El único motivo por el que Harry y Ginny Potter eran tan permisivos con su hijo era que este ya había cumplido la mayoría de edad.

.-.Por cierto- dijo de repente Harry dándose la vuelta para mirar a su hijo-, tu madre y yo hemos quedado hoy, así que tú serás el encargado del dinero para la compra del material escolar... y de tu hermana.

.-.¡Papá!- bufó espantada la aludida, aún con un trozo de su desayuno en la boca- ¿Qué quieres¿Qué me ate con una correa como si fuera un perro o qué?

.-.No estaría mal- Contestó el hombre rascándose la nuca y sonriendo a su hija. Posteriormente tuvo que apartarse para que una "tortita voladora" que le lanzó la chica no se estampara contra él; en su lugar acabó pegada a la pared, donde empezó a deslizarse lentamente dejando el rastro de sirope a su paso.

.-.Tranquilo, todo controlado. La terminator y yo estaremos bien.- le dijo su hijo, resignándose a tener que levantarse para coger su desayuno.

.-.Se me olvidaba- Dijo la señora Potter mientras miraba el reloj un poco apresurada- Tienes derecho a un regalo por tus T.I.M.O.S. Pídele a James el dinero.

La chica sonrió a su madre.

.-.Nena, ten cuidado y dale recuerdos a Janet y Alice de mi parte- Concluyó su madre mientras colocaba adecuadamente la túnica de su marido y le murmuraba algo que ella no alcanzó a oír.

Ashley se levanto de la silla, llevó su plato al fregadero y dio un abrazo a sus padres, a los que despidió con un "Tranquilos, estaré bien" antes de que estos desaparecieran con un sonoro "plop". Se volvió a su hermano, que estaba acabando su desayuno.

.-.Bueno, pequeña saltamontes, yo estaré por ahí con Will, Efran y Ken ¿puedo confiar en ti?

.-.No, no puedes. Aún así no te queda más remedio.

James respiró profundamente, meditando las palabras de su hermana.

.-.¡Por amor de Merlín! James, no soy tan pequeña¡sólo me sacas un año!

.-.Vale, espera un momento.- contestó finalmente el pelinegro saliendo de la habitación a paso rápido y volviendo a los pocos minutos con un puñado de monedas en la mano. Se paro enfrente de ella y le dio un poco más de la mitad.

.Ten cuidado con él. No lo pierdas.

Ash miró ceñuda a su hermano¿acaso se creía que era retrasada mental?. Luego su mirada se tornó en pícara y burlona.

.-.Mmmm, James, esto no me da...

.-.¿QUËEE?- Preguntó confundido su hermano.-, los libros te los dejo yo, lo único que tienes que comprar son algunos objetos.

.-. Ya, bueno, algunos objetos... y ese algo por mis notas¿recuerdas?

.-.¿Qué te vas a comprar?- preguntó James tratando de ocultar su interés-¿Acaso no te da con eso?

Ash revisó las monedas. -Nop... no me da

.-.¿Y qué es eso tan caro que piensas comprarte?

.-No seas cotilla- Ash estiró la mano.

James la miró sospechando y finalmente le dio otro buen puñado de monadas, que su hermana recibió con una gran sonrisa en la cara.

.-Acuérdate de comprar todo, ten cuidado de no soltar las bolsas en cualquier parte...- James ya se estaba volviendo a comportar como su madre. Sin prestarle atención se dirigió a la chimenea- ...no te metas en problemas, nada de chicos y si necesitas algo sabes que estoy al otro lado del espejo...

.-Si, mamá. ¡Al caldero chorreante!

Segundos después una joven de larga melena negra, ojos grises y vestimenta informal aterrizó en una pequeña posada, de aspecto viejo y mugriento, pero aún así siempre rebosante de magos y brujas. Al lado de la puerta pudo reconocer a sus dos mejores amigas: Janet Weasley y Alice White, ambas hablaban sonrientes, pues hacía casi un mes que no se veían.

Ashley se lanzó contra Alice, a la que abrazo fuertemente dándole un buen susto, después repitió el proceso con Janet. Las tres chicas salieron de la taberna en dirección al callejón Diagón, el único sitio en Londres donde podían comprar el material necesario para su siguiente año en la escuela de magia y hechicería Hogwarts.

.-.¿Qué has hecho este mes?

.-Pues nada especial, aburrirme encerrada en casa- Dijo Ashley, haciendo una mueca que significaba claramente "vomitivo"- ¿Qué tal por Hungría, Janet?

.-Genial, ojalá pudierais haber venido, estuvimos viviendo en la mansión de Víctor Krum, el exjugador de Quidditch.

Janet, sabemos quien es Víctor Krum...

.-Bueno, pues el caso es que fue genial, nos llevó a todas partes, además su hijo...

.-No quiero oírlo- Gritó de improviso Alice.

Las dos chicas miraron confusas a Ally.

.- Robert Thomas ha cortado conmigo, y no quiero saber nada de chicos.

Ashley y Jane se sonrieron, Ally no podía estar dos días seguidos sin un chico.

.-Bueno- Ash se paró en seco-, después de comprar el material tenemos que ir a un sitio.

.-.¿A dónde?

.-Es secreto.

.-.¿Y para que se supone que tenemos que ir?

.-Por mis notas en los T.I.M.O.S. me han dejado dinero...- Ashley sonrió.

.-.¿Vas a comprarte la...?- La chica tapó la boca de su amiga, mirando a su alrededor, para ver si alguien las había visto.

.-Es posible...

Es la mejor.

Y así las tres jóvenes desaparecieron entre la multitud de estudiantes que, al igual que ellas, compraban su material para empezar el nuevo curso, dentro de sólo dos días

A las cinco y diez las chicas ya habían terminado todas sus compras, incluyendo el "regalito" de Ashley, el cual, por cierto había pedido que le mandaran a casa vía lechuza. Sí, era un poco más caro, pero merecía la pena por ver la cara de su hermano cuando lo viera... Desde el banco en que estaban sentadas las chicas comenzaron a oír grititos. Sabían perfectamente lo que significaba. Los " cuatro fantásticos", (como eran conocidos) estaban por ahí.

El grupo de cuatro chicos compuesto por Efran Weasley, Kenneth Longbottom, Will Wood y James Potter apareció por la esquina, seguido de un abundante grupo de admiradoras. Todos ellos eran hijos de famosos magos, todos físicamente perfectos, todos grandes estudiantes, todos divertidos y carismáticos y todos de séptimo curso; de ahí que las chicas los hubieran catalogado por ese nombre, que con el transcurso del tiempo se convirtió en su mote oficial.

El grupito avistó a las chicas y se acercó a ellas, aún perseguidos por las chicas histéricas que cada cierto tiempo gritaban emocionadas barbaridades que la autora no se atreve a repetir. Los chicos las correspondían con miradas pícaras y amplias sonrisas.

.-Mira quien está aquí- Dijo James dirigiéndose a su hermana- ¿lo has comprado todo?.

.-.¿Perdona?- le respondió la chica con cara de desconcierto- Es que no puedo oírte con todas esas perras en celo gritando.

Will comenzó a reírse divertido por la contestación de la chica. Tenía una sonrisa preciosa.

.-Tranquila, fiera- El hermano mayor de Janet intentó suavizar la situación- Sólo veníamos a ver como iba todo- comprensible, ya que Efran y James eran hermanos mayores de dos de ellas.

.-.¿Y no podíais dejaros al grupo de admiradoras en otro sitio?- Preguntó Alice, claramente molesta- Es que dan pena.

.-Puede... pero...- Ken Longbottom hizo una extraña mueca, a la cual todos contestaron con amplias carcajadas, puesto que sólo ellos sabían a que se había referido su amigo con eso de "pero...", aunque Ashley imaginaba por donde iban los tiros.

.-Manada de salidos.

Yo también me alegro de verte Ash¿Cómo te ha ido el verano?- Contesto sarcásticamente Ken.

.-.¿No la ves?... Ha crecido un montón, ya está hecha toda una preciosa señorita- Dijo burlonamente Efran.

Ash se sonrojó levemente, iba a contestarle al chico Weasley cuando Will Wood se le adelantó.

.-Es cierto, estás preciosa- Dijo con su perfecta sonrisa, de forma que la chica no pudo reprocharle nada. Will era el amigo de su hermano con el que mejor se llevaba, el único que parecía mínimamente maduro.

.-.¿Estás hablando de mi hermana, Will?- James frunció el entrecejo- Me temo que tendrás que ir a un oculista muggle... – Todos volvieron a reír, excepto Will que le dedicó un guiño.

De repente de la nada salió una chica rubia y sonriente, muy bien formada, que se acercó corriendo al grupo de chicos. Estos la recibieron con besos y abrazos, la chica se presento, por lo visto se llamaba Angélica Saulier y estudiaba en Beauxbeaton. Era patética la forma en que se contoneaba ante los fantásticos, a los que se les caía la baba, así que tras un par de minutos y un par de "chicas-objeto" más, las tres amigas decidieron ir a tomarse un helado.

No los soportaba. Tan fanfarrones y engreídos, a veces se planteaba como era posible que James y ella fueran hermanos siendo completamente diferentes, como el agua y el vinagre, como el sol y la luna...

IIIIIIIIIIIIIIIIIIII

El sol se reflejó en los ojos de una preciosa adolescente dormilona. Eran las siete de la mañana, hora de levantarse.

.-Arriba, nena, date prisa¿Ya lo has guardado todo¡James¿Te vas a levantar ya o te saco yo de la cama?... ¡Pero es que no vamos a poder llegar ni una vez a tiempo a la estación!- Su madre gritaba histérica en medio del pasillo, como cada año. Aún sin abrir los ojos, Ashley sonrió. Iba a volver a Hogwarts con sus amigas.

Su cama crujió ante el peso de algo. Ashley se dio la vuelta abriendo trabajosamente los ojos. A su lado su hermano, que sólo vestía la parte de abajo del pijama, la miraba sonriendo.

.-.¿Se puede saber que haces aquí, James¿Sabes qué? No me importa. Lárgate.

.-Estoy asegurándome de que te levantas, por supuesto.- Contestó el chico acomodándose en la cama.

Ashley bostezo, sentándose; su hermano seguía acostado a su lado.

.-Lo cierto... es que quería pedirte un favor.

.-Que raro...

.-.¿Conoces a Marian Crain?

.-.¿La pelirroja de séptimo?

.-Mju... ¿Qué sabes sobre ella?.

.-Aparte de que te odia y prefiere enrollarte con el calamar gigante antes que contigo, poco más.

.-Eh, no es culpa mía que no "triunfes" con los chicos- le contestó el chico, que parecía ofendido.

.-Teniendo en cuenta que los asustas¿Qué esperas?- le dijo la chica fusilándolo con la mirada y un poco hastiada de tener que aguantarle.

.-.¿Qué yo los asusto?

.-John Lewis.

.-Buah... con él tuve sólo... unas palabritas...

.-Carl Thompson.

.-.¡Ese estúpido!. ¿De verdad querías salir con él?.

.-Orión Blade.

.-Ese era un pervertido¿No te diste cuenta de cómo te miraba?

.-Ah... y esa era una razón suficiente para lanzarle un hechizo desfigurador. Todavía lo recuerdo... ¡tenía las piernas brotándole de la cabeza y los ojos uno en cada brazo!.

.-Si, fue muy divertido- James comenzó a reírse, mientras Ash se levanto de un brinco de la cama.

.-Eres un inmaduro, y ya estoy cansada de tus bromitas y las de tus "amiguitos". Vuelve a molestar a mis amigos y...

.-.¿Y?

.- Atrévete y verás...

.-Ya, ya... Por cierto¿Qué te compraste como regalo?

Ashley sonrió pícaramente.

.-Ya lo verás... Sal de mi cuarto, tengo que cambiarme.

.-Buah, para lo que voy a ver...

Ashley enrojeció y se lanzó contra su hermano, que se levanto antes de que la chica le cayera encima.

.-Vale, simpática...- Y salió de la habitación, que automáticamente fue cerrada con llave por la chica.

Volvió a sentarse en una de las esquinas de la cama, recapacitando sobre lo que debía hacer. Ya había guardado toda la ropa y su "regalito" así que sólo le faltaba bañarse, vestirse y hacer la cama, ya podría comer en el tren... Suspiró largamente, ahora otro asunto le preocupaba, un asunto que sus padres llamaban "Tu hermano mayor" y que ella denominaba cariñosamente "Eso que me amarga la vida".

Entro en su cuarto de baño privado, parándose frente al espejo. Ahí estaba ella. Una chica de 16 años, alta, pero no demasiado, fuerte, aunque menos que su hermano, curvilínea y muy bien proporcionada, con una dulce cara que podía tornar en pícara y juguetona, unos preciosos ojos grises de forma almendrada, rodeados de unas largas y pobladas pestañas y unas expresivas cejas. Su pelo era ondulado, creando bucles cuando se despeinaba y de color negro azabache, al igual que el de su padre y su hermano. Según su madre "Ese era el distintivo de los Potter", un pelo negro y con tendencia a desordenarse, algo que a la chica le encantaba, pues le daba un aspecto más salvaje, que contrastaba muy bien con su cara angelical. De hecho, a veces ella misma se despeinaba el pelo. Y sus labios gruesos y seductores, que siempre esbozaban una preciosa y perfecta sonrisa "Citando a Orión Blade el año pasado, cuando se encontró con él en los invernaderos del colegio".

Lo cierto es que en verano había dado un buen estirón, e incluso la expresión de su cara era un poco más madura, hasta Lunático se lo había comentado la semana pasada, cuando vino a almorzar.

Bostezó un par de veces más y sin miramientos entro en la fría ducha, que terminó de despertarla.

No-se-cuanto-tiempo-después los Potter corrían escaleras abajo cargados como mulas. La señora Potter gritaba a su hijo que se cuidara, que estudiara, que este año era muy importante, su hijo sin apenas escuchar a su madre se esforzaba por cargar sus pertenencias de la manera más digna posible después de que su baúl se abriera en medio de la calle, dejando a la vista las pertenencias del joven. Por su parte el señor Potter hablaba con su hija, a la que advertía y aconsejaba sobre lo que debía hacer para terminar el curso con buen pie. Esto era algo muy curioso teniendo en cuenta que según Hermione Weasley, Harry nunca había sido un gran estudiante.

En un movimiento rápido la familia al completo cruzó la barrera entre el andén 9 y 10, en la estación King Cross, tras la cual la familia Weasley, Finnigan, Wood y Longbottom los esperaba, ya que como siempre... llegaban tarde.

Todos saludaron a los Potter con una bonita sonrisa a su entrada.

.-Ashley, cariño, las chicas te esperan dentro- Le informó Hermione tras abrazarla cariñosamente y desearle un feliz trimestre (se verían en las vacaciones de Navidad).

Sin pensarlo salió disparada a la entrada del tren, justo antes de entrar se paro en seco, recordando que no se había despedido de nadie. Soltando el baúl se dio la vuelta, abrazó a sus padres y regaló a todos los demás una preciosa sonrisa, excepto a James, al que le sacó la lengua. Harry Potter la miró de forma sería y le pidió que se cuidara repitiendo lo de "Estoy siempre al otro lado del espejo", mientras que Ron le soltó su discurso de cada principio de año "Cuídate, no olvides que no todo en Hogwarts es estudiar, no entres en el bosque prohibido, no sigas a las arañas..."

Después volvió al punto de partida, donde agarró su baúl y entro rápidamente en el tren, pensando aún en la gente que dejaba atrás, esa gente que aún no teniendo ningún vínculo de sangre con ella, eran y siempre serían su familia...

Tres vagones antes del final encontró, por fin, a sus amigas, que la esperaban cuchicheando.

.-.¿Has visto a Johnson?- preguntó Alice sin apartar los ojos de la ventana- Se ha cortado el pelo, está increíble

.-Habla la chica que no quería saber nada sobre chicos- Se burló Janet, a lo que Alice respondió mirándola mal.

Alice White era una chica rubia, de melena larga hasta media espalada y ojos castaños, con un precioso rostro claro y las mejillas levemente coloradas. Era muy abierta y simpática. La conocía desde primero, ya que se habían conocido nada más empezar Hogwarts. Tenía un cuerpo muy bonito, con curvas acentuadas. En cambio Janet Weasley era alta y delgada, con curvas menos sinuosas a las de sus compañeras, aunque claramente visibles, tenía una preciosa melena ondulada, incluso por las mañanas enmarañada, de un color rojo vivo y sus ojos eran color avellana, preciosos, su mejor rasgo era su inteligencia y comprensión.

Janet y Ashley se conocían desde muy pequeñitas, y de algún modo se complementaban, hasta los once años vivieron juntas a veces en casa de los Potter, a veces en casa de los Weasley, por lo que cuando empezaron el colegio eran grandes amigas. Aún así, su vínculo no se terminó de forjar hasta que a los once años conocieron a Alice, con quien trabaron amistad rápidamente.

Lo más curioso y seguramente lo que mantenía tan unidas a estas chicas era que a pesar de todo, sus caracteres eran completamente diferentes. Lo que las convertía en un grupo muy dinámico.

Entre risas el tren comenzó a moverse, por la ventana las chicas pudieron despedirse por última vez de sus familias, que hablaban tranquilamente en el andén.

.-Ash¿Cuándo se lo vas a decir a James?- preguntó Janet aún mirando por la ventana.

.-.¿A qué te refieres, Jan?- le preguntó la chica.

.-Al "regalito", claro- le dijo Ally como si fuera lo más evidente del mundo.

.-Pues... no sé, cuando convoquen pruebas, supongo.

.-.¿Y crees que te dejarán?

.-Soy buena, y ellos lo saben.

.-De todas formas parecerá favoritismo... Bueno, por lo de que tu hermano es el capitán del equipo...

.-Cambiando de tema- saltó Alice- ¿Alguien hizo los deberes de pociones?- Viendo las miradas de desconcierto de sus amigas prosiguió- Es que soy una negada.

La puerta del vagón se abrió ruidosamente, dejando ver a una voluptuosa mujer cargando con un pesado carrito rebosante de todo tipo de alimentos. Ash soltó un gritito de felicidad antes de hacerse con tres cuartas partes del contenido del carrito; Ally y Jan se limitaron a negar con la cabeza, resignadas a que la chica se metiera todo lo que le cupiera en el cuerpo.

En el momento en que la pelinegra comenzaba a devorar una de las treinta ranas de chocolate que había comprado; la puerta volvió a abrirse, dejando ver a un chaval medio despistado. El chico, al que reconoció como Efran Weasley, se acercó a Janet.

.-Te estaba buscando- Sonrió Efran a su hermana, se te quedó esto- De la túnica sacó una especie de librito encuadernado en piel. La chica asintió y lo tomó en las manos, mientras su hermano se disponía a salir del vagón.

Demasiado tarde, antes de que el chico terminara de cerrar la puerta, pudo distinguir los montones de comida que tenían las chicas... bueno, en realidad Ashley, sobre el asiento.

Chicos¡Hay comida!- Gritó entusiasmado lanzándose a unas cajas de gominolas. Ashley le pegó "suavemente" en la nuca.

.-.¡EHHH!. ¡ESO ES MÏO!.- Gritó mientras se ponían en pie y apartaba al chico de SU comida. Cuando creía que había conseguido dominar al pelirrojo, se empezó a oír un extraño ruido por el pasillo... un ruido como de estampida...

"Oh oh"

Los pasos se empezaron a oír cada vez más rápidos, acercándose al vagón, y de la nada los otros tres fantásticos entraron, quedando muy apretados.

Cinco minutos después en el vagón no quedaba una sola golosina, los muertos de hambre habían arrasado con todo, tras lo cual se habían ido felizmente, o mejor dicho, fantásticamente... a molestar por algún otro lado.

Tras horas de trayecto se pudo divisar en el horizonte el lugar al que iban, el grandioso castillo donde residirían los próximos nueve meses... Hogwarts.

IIIIIIIIIIIIIIIIIIII

El gran comedor estaba rebosante, nunca había visto tantos alumnos reunidos. Después de que el sombrero seleccionara el nuevo grupo de alumnos y que estos se colocaran en sus respectivas mesas y antes de que la ansiada comida apareciera en la mesa, la directora Minerva McGonagall se alzó ante los alumnos, dispuesta a comenzar con su acostumbrado recital de principio de curso.

.-Alumnos: Un nuevo curso comienza en Hogwarts. Quiero dar la bienvenida a los nuevos estudiantes que nos acompañan y alentarles a esforzarse en todos los aspectos, no sólo académicos, sino...- Ally puso los ojos en blanco, haciendo a Ashley sonreír y a Janet mirarlas reprobatoriamente -... En cuanto a los estudiantes que llevan aquí más de un año, debo informarles de que este año será diferente a los anteriores. Tanto yo como el equipo educativo al completo, nos hemos volcado para dar un cambio al colegio. Estas mejoras se irán viendo a lo largo de todo el curso, y por ahora lo único que diré sobre el tema es que la primera se llevará a cabo el día de Halloween. Bien, en otro orden de cosas quería recalcar que durante el curso para los alumnos a partir de tercer curso habrá cuatro salidas a Hogsmead, y para todos los alumnos habrá tres bailes escolares. El baile de Halloween, que será estrictamente de disfraces, como ya les iremos informando; el de Navidad; y el de fin de curso. Por último, Filch me pide que os recuerde que no está permitido hacer hechizos por los pasillos; y que la lista de objetos prohibidos ha subido a 2.415. Podéis encontrarla en el despacho del conserje. Dicho esto... ¡Qué comience la cena!

IIIIIIIIIIIIIIIIIIII

.-.¡Ash¿Me escuchas?

La chica dio un brinco sobre el sillón.

.-Yo... erg ¿si?- Alice la miró escéptica- Vale, no estaba escuchando.

.-No, si de eso ya me había dado cuenta- le dijo Alice un poco molesta- Bueno, viendo que no estás dispuesta a oír mi apasionante historia con aquel japonés... creo que ya me voy a la cama¿Vienes?.

.-Mmm, si, ahora voy,- le contestó la chica estirándose un poco en el sillón que ocupaba, ya en la sala común.- sólo tengo que... repasar unas cosas y...

.-Venga, nos vemos luego- Finalizó la presumida de su amiga antes de bostezar y subir las escaleras.

La figura de Alice desapareció, y la chica volvió a adentrarse en sus pensamientos. Lo cierto es que no tenía nada que repasar. Lo cierto es que estaba muerta de sueño. Pero lo más cierto de todo era que temía dormir. No dormir, soñar. Buscando respuesta a una pregunta nunca formulada.

La cosa venía de largo, desde su más tierna infancia, recordaba perfectamente la primera vez que lo había soñado, o al menos la primera vez que fue consciente de que lo había hecho. El día de su cumpleaños, su tercer cumpleaños, lo recordaba perfectamente: el cementerio, los dos hombres, miedo, dolor, poder... dos varitas, dos rayos verdes, un muerto... La siguiente vez fue el día de su cuarto cumpleaños, los mismos hombres, su imagen era nítida, clara, real... El sueño se repetía cada 8 de Agosto, pero eso no la asustaba, convivía con ese hecho, era algo de su vida cotidiana. Era una niña feliz e inconsciente¿Qué iba a pensar? Ni siquiera recordaba habérselo contado a sus padres o a James, el sueño era parte de ella de una forma inexplicable, le pertenecía y ella lo aceptaba infantilmente. Creció y olvidó, simplemente un año él ya no estaba ahí, se fue de su mente, desapareció de su día a día. Otras cosas comenzaron a ocupar el espacio que dejó. No quedó ni rastro, pero...

Había vuelto, en su decimosexto cumpleaños. Por la mañana se levanto asustada, de repente fue como si un giratiempo la llevara a su niñez y le recordara que "eso", esa parte de ella, olvidada y reemplazada por otras, aunque desaparecida, seguía allí, era parte de ella aún. Era parte de su pasado, de su presente, de su futuro¿Cómo podía explicarlo razonablemente? Simplemente no podía. Estaba asustada y realmente no lo estaba. Como frío y calor, como odiar y querer...

¿Por qué estaba pensando en eso ahora, al fin y al cabo su cumpleaños había sido durante las vacaciones, debía haber tenido tiempo más que suficiente para pensarlo y meditarlo... excepto porque en las dos noches que llevaba en Hogwarts el sueño se había repetido, más nítido, más evidente, más suyo que nunca.

Una mano se posó en su hombro, haciéndola pegar un bote y volver a la realidad.

.-.¿Qué haces aquí sola, Ash?

Por primera vez se paro a observar la sala común. Estaba desierta. Ni un alma. Debía hacer casi una hora que Alice había ido a acostarse.

.-Estaba pensando.

.-Pensé que estabas en trance o algo así, me diste un susto.- contestó la voz de un chico conocido.

La chica sonrió y el joven se sentó frente a ella. Lo conocía muy bien, se podría decir que era uno de sus mejores amigos, Aquiles Johnsson, se conocían desde primero, cuando el chico la ayudó con una poción desmemorizante.

.-.¿Qué haces despierto tan tarde, Johnsson?- Le dijo Ash acomodándose mejor en el sillón para quedar cara a cara con él.

.-No podía dormir con Orión roncando como un ogro¿Tú?

.-La verdad... le daba vueltas a algo en la cabeza, no sabía que fuera tan tarde.

.-Ya, suele pasar- Dijo el chico, sonriendo ampliamente con su sonrisa perfecta, haciendo brillar sus ojos castaños a la luz de la lumbre, la poca que quedaba- Déjame adivinar... ¿Chicos?

Ash lo miró con una mueca entre ofendida y sorprendida, levantando una ceja y haciendo al chico soltar una carcajada.

.-Me conoces desde hace seis años¿Cuántas veces me has visto pensando en chicos? Ya tengo suficiente con aguantar al troglodita de mi hermano, gracias.

.-¡Buah! No será para tanto.

.-¿Y tú que tal¿Tienes novia?.

.-Tuve en verano, pero no salió bien.

.-Oh, lo siento- Dijo Ash tratando de contener un bostezo.

.-Da igual, todas son iguales...

.-.¿QUÉ?.

La chica le lanzó un cojín que se estampo contra su cara, al deslizarse se pudo ver la expresión facial de Aquiles, con una clara mueca de susto y desconcierto. Ante esta escena Ash no pudo evitar reírse, bueno "reírse"... casi se cae al suelo entre carcajadas, al principio el chico se sonrojo, pero finalmente acabó riéndose con ella...

Se sentó junto a ella, aún sonriendo.

.-.¿Entonces estás sola?

La chica asintió.

.-Eso si es una tragedia.

Ash se limitó a mirarlo mal.

.-Tal vez para ti, yo tengo todo lo que necesito- musito muy segura de sí misma, mirando profundamente con sus grises ojos al chico.

.-No te pareces nada a las chicas que conozco, tu eres más...

.-Yo soy más yo- finalizó la chica, bostezando y apoyando la cabeza en el respaldo del sillón...

Sintió unas cosquillas en la punta de la nariz e inconscientemente se la rascó. El picor volvió a hacerse notar, haciéndole abrir los ojos lentamente. Por primera vez fue consciente de que no estaba en su cama, ni en su cuarto. Se encontraba exactamente en el mismo sitio que la noche pasada. Se había quedado dormida en el sillón. Miró a su alrededor, la sala común estaba repleta de estudiantes vestidos y arreglados para comenzar las clases, se miró a sí misma, adormilada, despeinada y en pijama.

.-.¿Se ha levantado la bella durmiente?- preguntó en tono de burla Janet, sentándose en el brazo del sofá. Al parecer era ella la culpable del picor de nariz.

.-.¿Por qué no me despertaron antes?- Gruñó la chica bostezando con cansancio.

.-Parecías tan a gusto... tú y él- contestó la chica, haciendo una señal con el dedo indicándole su derecha, donde Aquiles dormía plácidamente apoyando la cabeza en el hombro de la chica.

.-Más bonito- dijo Janet sonriendo malévolamente- Estaban los dos dormiditos, él apoyando la cabeza en tu hombro y tú en su cabeza... como una parejita.

.-Y...- continuó Alice- ¿Repasaste mucho?

Ashley se levanto aturdida y avergonzada. Mirando al suelo subió las escaleras (sin siquiera darse la vuelta al oír un quejido por parte de Aquiles, que se había golpeado contra el sillón) y se metió en una ducha de agua fría. "Por Merlín¡Qué vergüenza!".

Después de bañarse, vestirse y peinarse lo más rápido que pudo, (pues sus amigas tenían prisa por desayunar) salió de la torre de Gryffindor, (alegrándose al ver que la butaca que antes ocupaba su amigo, ahora estaba vacía). Durante el desayuno apenas cruzó palabras con sus amigas, en primer lugar porque se sentía muy molesta y avergonzada, en segundo lugar porque era incapaz de no sonrojarse al ver como todos los Gryffindor la miraban y en tercer lugar por que había vuelto a tener la pesadilla.

Una voz le hizo volver a la realidad, frente a ella James Potter, Will Wood, Ken Longbottom y Efran Weasley la miraban sonriendo malignamente.

.-.¿Qué tal tu novio, hermanita?

..-¿Perdona?

.-Johnsson... os vi esta mañana, dormiditos, el uno junto al otro- James hizo una mueca de desagrado.

.-Aquiles y yo no somos novios- Cortó tajante la chica.

.-.¿Aquiles?- Se burló Efran- Cuantas confianzas.

.-No sean inmaduros, por favor- Aunque pretendía parecer fuerte se sentía muy avergonzada.

.-Ash, no se si sabes que Johnsson está en el equipo de Quidditch... al igual que nosotros...- Dijo James señalando a Weasley y Wood.

.-Si, lo sé¿por qué?

.-Verás, es simpático y tal, pero muy mujeriego- le susurro Efran Weasley

.-Me da igual, es mi amigo, no mi novio.

Los chicos se miraron entre ellos de forma muy sospechosa, la chica no se dio cuenta, pues procuraba mirar a su vaso de zumo de melocotón, para que no se notara que estaba empezando a enrojecer.

.-Ash¿Tienes hoy pociones?- le preguntó Will.

.-Si, dos horas seguidas, antes del almuerzo- Contesto la chica sin darse cuenta.

.-Vale, bueno, nos tenemos que ir- Se despidió Efran. Los chicos se levantaron casi simultáneamente, cual espías profesionales. Luego, tras haber despeinado "cariñosamente" el pelo de la chica volvieron sobre sus pasos hasta la otra punta de la mesa.

A primera hora tenía adivinación con Trelawney, quien le auguró una mala tarde y no-se-cuantas-chorradas más. No prestó atención a la clase, ni a sus amigas, otro tema enturbiaba su mente. Salieron del aula de adivinación y se dirigieron a su última clase antes del almuerzo: Pociones.

.-Ash, entonces ¿Qué paso entre tú y Johnsson?- le preguntó Alice a la chica en un momento en que esta estaba despistada.

.-Am, pues nada, claro.

.-¿Estás segura?- preguntó Janet con un deje de preocupación.

.-Claro¿Por qué?.

.-A tu hermano casi le da algo esta mañana cuando te vio. Le tuvieron que sujetar entre tres o cuatro antes de que se lanzara contra el chico.

La chica no tuvo tiempo de contestar, pues una puerta frente a ellas se abrió, dando paso a la fría e inhabitable mazmorra, al fondo de la clase, frente a su mesa, el profesor Snape revisaba unos papeles. Ni se inmuto cuando los estudiantes en silencio se adentraron en la tétrica aula y accedieron a sus pupitres. De repente, Snape cerró la puerta de la clase con un movimiento de varita y los miró con sus odiosos ojos.

.-Hoy trabajaremos la poción rejuvenecedora.- Dijo lo más secamente que pudo, sin denotar ningún tipo de emoción. Si no fuera porque le había oído reír en más de una ocasión, Ash podría haber asegurado que Snape no era un ser humano.- Las instrucciones están en la pizarra. Tienen dos horas para entregarme una probeta con una muestra de la poción etiquetada con el nombre de la poción, su propio nombre y el día de entrega.- apuntó con la varita a la pizarra, donde de la nada comenzaron a aparecer letras- Empiecen ya.

La primera hora de clase fue estupendamente, las chicas estaban lo suficientemente concentradas como para no olvidar ni un detalle de la poción, que comenzaba a adquirir un tono rosa chicle. Miró a la pizarra, tenía que dejar cocer la poción durante diez minutos más antes de añadirle alas de hada. De repente sintió que la miraban, y sin darse cuenta, desvió su mirada hacia la derecha. No se equivocaba, a pocas pesas Aquiles Johnsson la miraba sonriendo. Le hizo una señal con las manos, que Ash interpretó como "Nos vemos a la salida". Entonces, inesperadamente, ocurrió algo.

Por la puerta entreabierta que comunicaba la clase de pociones y el despacho de Snape apareció una lechuza moteada que dejó caer un sobre rojo junto a la poción de Aquiles. Aquello causó tal revuelo que incluso Snape despegó su grasienta nariz de unos pergaminos durante unos segundos.

.-¿Qué significa esto, Johnsson?- Dijo mirando al chico con desagrado.

Miró a Aquiles, sostenía en sus manos un sobre rojo y de repente había empalidecido notablemente.

.-Yo... yo, yo, señor, yo... yo no sé.

.-Le han mandado un vociferador, profesor- dijo un chico a su lado.

Se empezaron a escuchar murmullos emocionados, que fueron acallados con una mirada del profesor.

.-Así que un vociferador. Dígame, Johnsson¿Qué ha hecho?

.-Yo, señor... yo- yo nada- El chico empalidecía por momentos, además de tartamudear.

Por un segundo Ashley se entristeció por él, debía estar pasando un mal rato, ni se imaginaba que haría si le pasara a ella. Con el descuido ni siquiera se dio cuenta de que le faltaba poco tiempo de cocción antes de añadir el penúltimo ingrediente.

.-.¿Y bien, Johnsson?- Continuó el profesor arrastrando con agrado las palabras.- ¿No piensa abrirlo?

Aquiles asintió en silencio mientras el chico que lo acompañaba puso la mano en su hombro en señal de apoyo. Todas las miradas estaban puestas en Aquiles Johnsson y el sobre que lentamente abría.

Una voz atronadora abordó la clase, una voz que Ashley conocía muy bien.

.-.¡VUELVE A ACERCARTE A MI HERMANA Y TE AMPUTO TODAS LAS EXTREMIDADES DE TU CUERPO DE FORMA PERMANENTE¡TEN CUIDADO JOHNSSON, TE VIGILAMOS!- Tras estas extrañas palabras el sobre se auto-consumió, dejando sólo unas cenizas, un alumno anonadado y una clase expectante.

Todas las miradas antes dirigidas al pálido chico cambiaron de dirección para toparse con la de una chica histérica, con los ojos desorbitados y una expresión de horror en la cara.

.-Puedo percibir el dulce tono de James Potter- Dijo Snape con una sonrisa triunfal y un tono de burla en la voz- ¿Se encuentra bien señorita Potter? Parece que acabe de ser besada por un dementor.

Ashley se levanto, aún sin saber lo que iba a hacer. Tenía los ojos fijos en el frente, mientras que su interior bullía, tratando de aclararse entre muchos sentimientos. Finalmente uno destacó entre el resto: la venganza.

Sin siquiera prestar atención a su poción, a la que se le había pasado el tiempo de cocción, agarró con fuerza su maleta y con paso decidido salió del aula con dirección al aula de transformaciones. Antes de salir pudo escuchar la voz de Snape "Veamos, diez puntos menos para Gryffindor por la interrupción de la clase y otros quince puntos menos para Gryffindor por la salida del aula de la señorita Potter...".

Subió dos pisos casi a trote, completamente fuera de sí, histérica y echando chispas por los ojos. Llegó al aula de transformaciones, donde ahora debían estar dando clase los de séptimo.

La puerta se abrió de forma salvaje, haciendo que la clase especialmente grande en alumnos, ya que se juntaban los de las cuatro casas, se volviera repentinamente. Ante ellos una chica uniformada y despeinada miraba con todo odio que era capaz de transmitir (y era mucho) a uno de los alumnos, este a su vez le sonreía pícaramente, "Ya debía haber recibido su regalito".

Ashley Potter caminó de forma determinada hasta la mitad del gran aula, donde un alumno pelinegro y de sonrisa pícara se acababa de levantar.

.-.¿Pasa algo...?- Preguntó el chico en una sonrisa, aunque no pudo terminar la frase, ya que su hermana pequeña le acababa de dar un buen derechazo en la mandíbula, que ahora sangraba.

James miraba desde el suelo a su hermana con un deje de incredulidad y de miedo en los ojos.

.-.¡VUELVE A AMENAZAR A UN AMIGO MÍO, NEANDERTAL ENGREÍDO, Y QUIEN LE AMPUTARÁ TODAS LAS EXTREMIDADES A ALGUIEN DE FORMA PERMANENTE SERÉ YO A TI!.

Dicho esto y ante la atenta mirada de toda la clase, incluyendo a la profesora, Nymphadora Tonks, Ashley se dio la vuelta y tan determinada como había entrado en la clase salió, dando otro portazo salvaje, dejando a su hermano tirado en el suelo, en un estado casi de shock y sangrando por su labio roto y al resto de la clase mirando incrédulos la puerta donde pocos segundos antes había irrumpido la pequeña y tranquila hija menor de los Potter.