La última respuesta.

¡¡Yo lo sabía!! ¡¡lo sabía!! No les gustaría el final!! Eso es, eso es actitud!! Yo misma habría renegado del final. Lo único malo es que ustedes en ese momento no sabían algo que yo síp… si hay epílogo!!


No será

Epilogo

- Eriol, no vas a creerlo – dijo Tomoyo emocionada entrando al departamento que compartían desde hacía ya un par de años. – me encontré en la librería a… ¿Qué hace el aquí? – preguntó mirando a un castaño sentado en la diminuta sala de si casa. El ojiazul se levantó y la tomó de los hombros – Eriol ¿Qué rayos hace él aquí? – sin dejar de mirarlo con rencor

- Tomoyo – la llamó el ambarino.

- ¿nos disculpas un momento? – le dijo Eriol a su invitado y sin esperar respuesta se marchó con la amatista a la cocina – Tomoyo, tranquilízate

- ¿tranquilizarme? ¡¿tranquilizarme?! – se soltó de él – cómo esperas que me tranquilice? – le dio la espalda – esto ya sucedió antes… ¿y que fue lo que sucedió? Tu "amiguito" lastimó a Sakura, no solo una vez, dos veces ¡dos!... y una cada vez peor que la otra… - nuevamente lo miró -… cada vez que se aparece es para ocasionar dolor.

- lo siento – susurró una voz que no era la de su novio.

- ¿Por qué estas aquí? – le preguntó, no era necesario mirarlo para saber que estaba en la puerta de la cocina y que había escuchado todo.

- necesito hablar con ella.

- pues como vez ella no está aquí – le dijo mirándolo con rencor en la mirada.

- Tomoyo – la reprimió su novio

- ¿Qué Eriol? Es cierto y no puedes negarlo, ¿hablar con ella? ¡sí, claro! – dijo con sarcasmo - ¡eso debiste haberlo hecho antes o hasta después del juicio no ahora cinco años después!

- tenía que cambiar muchas cosas conmigo primero Tomoyo

- Daidougi – le corrigió – no soy tu amiga –Shaorana solo agachó la mirada pero continuó

- sé que cometí un error, lo sé, y precisamente quiero remediarlo… por ello necesito hablar con ella… no soy el mismo de antes…

Tomoyo lo miró solo unos segundos en completo silencio.



- pues lo siento, pero yo no voy a ayudarte. Ya bastante daño has hecho…

- pero necesito hablar con ella… explicarle lo que sucedió…

- eso debiste haberlo hecho antes… ya ahora no vale la pena – miró a Eriol. – voy a mi recamara – y se marchó.

Shaoran agachó la mirada, había quedado implícito en sus palabras que esperaba que cuando ella saliera, él ya se hubiera marchado.

- lo siento – escuchó a su viejo amigo de ojos azules.

- ¿Por qué?

- por su reacción, no creí que lo tomaría tan mal… después de tantos años…

- no Eriol, no tienes por que disculparte, creo que me lo esperaba o por lo menos creo que lo merezco… el que debería disculparse soy yo.

Shaoran parecía ser el mismo físicamente. Un poco más alto, tal vez su voz un tono más ronca, pero aquella postura de "chico malo" había desaparecido totalmente pero sobre todo la sombra que ensombrecía sus ojos ámbar se había evaporado.

- fui un patán al no explicarle nada a Sakura, ahora así sin más si más me aparezco de repente… todos tuvieron razón, tú, mi abuelo, Tomoyo… y yo… ¡yo fui tan idiota para no comprenderlo!… realmente no sé que espero, ella no me va a estar esperando con los brazos abiertos… las cosas nunca han sido tan fáciles Eriol y más ahora que he visto la reacción de Tomoyo, así no quiero ni imaginar la de Sakura.

- Tomoyo siempre ha querido mucho a Sakura

- no la culpo por como me recibió – explicó – pero me da miedo pensar que quizá Sakura me reciba peor… claro… si logro encontrarla y me deja explicarle.

Esos cinco años habían sido difíciles para él, comenzar una nueva vida no era tan sencillo como él había creído, pues para ello debía primero arreglar su pasado, debía poder afrontarlo para continuar… no había sido fácil en ese momento, el rencor y el odio rezagados que ya formaban parte de su esencia a menudo no lo dejaban ver la luz al final del camino.

No había pasado día en que no pensara en ella, en que merecía una explicación, y que lograría dársela… sin embargo… no estaba seguro si ella quedría vero y mucho menos recibir una explicación sobre quizá un asunto enterrado para ella.



Y es que todo el tiempo que habían vivido ella y Eriol juntos, Sakura no había vuelto a mencionarlo… no frente a ellos… ella también había cambiado después de aquellas fechas. Le había dicho Eriol en algunas cartas.

Tomoyo había tratado de ayudarla, se había desvivido tratando de recuperar la sonrisa y la jovialidad de la esmeralda… pero a pesar de que muchos habían sido los intentos…los resultados siempre habían sido los mismos.

Poco a poco la esperanza, la ilusión, el sueño de que Sakura fuera la misma de antes fue desapareciendo y la resignación fue llegando lentamente a sus dos amigos… habían luchado por algo más fuerte que ellos y habían sido derrotados.

Sakura había cambiado tal y como lo hacen todas las personas y no había marcha atrás. Después de eso ella regresó al único lugar en el que parecía estar tranquila, donde sus recuerdos la acompañaban a cada minuto del día.

- Sakura volvió a Tomoeda – le dijo Eriol – si Tomoyo se entera que te lo dije no querrá casarse conmigo… pero tengo la sensación de que no arruinarás la oportunidad. Creo que ambos necesitan hablar para continuar con sus vidas

- si ella desea darme la oportunidad de explicarme.

A pesar de todo nunca abandonó la amistad con Eriol al principio había sido complicado por sus horarios tan disparejos, pero cuando Shaoran entró a la Facultad de Derecho todo se había vuelto más fácil además de que Eriol ya iba en el segundo años de Medicina.

- ¿ya se fue? – le preguntó Tomoyo cuando escuchó la puerta de la recamara abrirse.

- sí – contestó – te pide disculpas

- a mi no tiene por que pedirme disculpas

- dijo que si contestabas eso te dijera que por que había fallado una promesa que te había hecho pero que estaba tratando de enmendar su error.

Tomoyo se encogió más en la cama. Con voz quebrada comenzó a decir:

- a mi no fue a la que dejó llorando sin respuestas, con solo una situación a medias… sin motivos ni razones… simplemente la dejó allí, herida de muerte.

Eriol se sentó en la cama y la acomodó sobre su regazo.



- Shaoran ha cambiado, no es el mismo de antes y ahora trata de hacer las cosas bien y debe arreglar ese asunto con Sakura.

- hay cosas que ya no tienen arreglo Eriol.

- quizá, pero peor intento es el que no se hace. Dejemos que el destino lo decida.

5s5s5s5s5

Como adoraba pasar por la arboleda cada mañana al ir a la preparatoria – recordó – acompañada de Tomoyo… siempre llegaban tarde por culpa de ella… pero… no se arrepentía, eran esos momentos en los que debía hacerse, ahora las dos tenían trabajos y horarios que no se permitían llegar tarde. Siempre había pensado que había momentos, situaciones que solo se presentan una vez en la vida y que no volvían a repetirse y ella había aprovechado, no todos, pero sí los suficientes para atesorar momentos.

Añoraba aquellos días, donde todo podía solucionarse con bromas tontas y siempre se tenía tiempo para salir con los amigos… ahora todo era diferente, todos eran diferentes… hasta ella misma aunque… seguía aferrada al pasado, recordando momentos que ahora parecían ser sueños, hermosas utopías que se venían a su mente cada noche… torturándola, lastimándola… sobre todo cuando en aquellos recuerdos aparecía cierto castaño que había marcado su presencia en su vida de una manera increíblemente poderosa. Temblaba cuando por recordarse lo vulnerable que la dejaba, casi podía recordar como sabían sus besos, sus labios, cuando podía sentir sus manos aún en su cintura.

Quizá si el final hubiese sido diferente recordaría aquellas sensaciones, los sentimientos, las palabras, las situaciones… los momentos compartidos; con una tierna sonrisa y no con sufrimiento y melancolía… después de todo había sido su primer amor y hasta ese momento el único.

Y es que cuando la tormenta pasó y el dolor no fue tan fuerte, cuando logró levantarse y secarse las lágrimas se dio cuenta de que ella no podía volver a tolerar ese dolor tan lacerante para el alma… aunque bien podría ser que cada vez que su voz o su sonrisa regresaba a sus sentidos, le arrancaba las lágrimas a sus ojos verdes hundiéndola en la desesperación al no poder detener las imágenes de los momentos maravillosos que compartía con él casi matándola de dolor.

Le recordaba entonces de la peor manera que lo extrañaba tanto que su corazón se partía al recordarlo, pero era un dolor que necesitaba para seguir adelante, con recuerdos que quizá solo eran parte de una historia terminada, de un pasado 

muerto y enterrado desde hacía tiempo atrás. Que no la dejaba continuar pero que sin ello no podía lograr ponerse de pie.

Y a la mañana siguiente no comprendía por que seguía viviendo en esa agonía, en el lugar donde tantas cosas había sentido y aprendido… pero luego caía en la razón al pasar las horas… añoraba tanto esos momentos que se habían quedado en el pasado que se aferraba tanto que tenía que al dejarlos ir se quedaría vacía y completamente sola.

Y a pesar de vivir de sus recuerdos, era lo único a lo que ella podía recurrir cien por ciento segura de que siempre la acompañarían… lo único real que aún tenía de él, lo único que no la dejaría como barco a la deriva tal y como él lo había hecho tantos años atrás…

Respiró el dulce aroma de los cerezos, la temporada de la flor casi terminaba. No recordaba en que momento dentro de sus pensamientos se detuvo mirando un punto fijo en el horizonte.

- ¿eres tú… Sakura? – la ojiverde parpadeó varias veces saliendo de su ensoñación, se giró sobre sus talones buscando a la persona que la había llamado… esa voz… se le hacía tan extrañamente familiar.

Su verde mirada se posó en un joven castaño parado a unos metros de distancia de ella. Lo miró con atención… ese cabello, la voz, los ojos… sobre todo esos ojos… eran muy parecidos a… la verdad cayó. No podía estar confundiéndolo… ¿Qué estaba haciendo allí? ¡¿Cómo la había encontrado?! ¡¡Para que diablos la quería?!

Millones de sensaciones la recorrieron cuando él comenzó a caminar hacia ella… no podía con la situación, ¡no estaba preparada para enfrentarlo! Su corazón latía con fuerza, no sabía si por culpa de la euforia de que él hubiera vuelto que de todas aquellas noches llamándolo, deseando que volviera a ella se hubieran hecho realidad… pero al mismo tiempo, el temor a que él volviera solo para destruir lo poco que había logrado recuperar de su último encuentro.

Se dio la media vuelta, trató de huir de la situación que miles de veces imaginó, lo que él haría, lo que ella contestaría… a las que nunca les dio un fin, y que ahora que no era un sueño lo único que deseaba era… que se fuera, ¡que se fuera y que la dejara vivir atesorando los bellos recuerdos del amor que alguna vez se tuvieron!

- ¡Espera Sakura! – la detuvo cuando la vio girarse con intención de huir de él – necesito hablar contigo… es importante. Por favor. – le rogó.



Estaba allí, llamándola, rogándole que lo escuchara. Se quedó estática con el simplemente sentir su presencia detrás de ella. Odiaba la fuerza que todavía ejercía sobre su ser. No podía volverse pero tampoco podía moverse.

- ¿Qué quieres? – se había armado de valor, pero su voz no parecía haberlo entendido a tiempo pues estaba trémula y hasta un poco llorosa

- te debo una explicación y he venido a dártela

Su sangre se congeló, sus manos estaban heladas y sus labios resecos… él solo había vuelto por eso, por que sentía que le debía una explicación… tontamente cerró los ojos tratando de despertar si eso era una pesadilla… nuevamente había esperado otra respuesta… que solo se quedaba en utopías.

- no me debes ninguna explicación y se me disculpas… levo prisa – contestó lo más rápido, frio e impersonal que había logrado. Las lágrimas estaban a punto de salir y sabía que si él la tocaba, con solo rosarla marcaría su fin. Y no volvería a llorar frente a él.

- no, no es eso, es que de verdad necesito explicarte el por que de esa decisión en aquel entonces… yo… - titubeó

Había cambiado de perfume y eso solo lo supo por que él se había acercado, ahora estaba a escasos 50 cm de distancia de ella.

- ya no quiero perder más tiempo – agregó – ya perdimos cinco años – pero Sakura l interrumpió.

- ¿para que? – preguntó exaltada - ¡¿De que va a servir?!... eso fue hace mucho tiempo ya.

- necesito hablar contigo Sakura, solo dame media hora de tu tiempo… después de que me escuches podrías decidir lo que creas más conveniente

Sakura se encogió de hombros, casi podía notar ligeros toques de reproche en la voz del castaño, una leve sonrisa irónica dibujó en sus labios.

- que fácil suena decirlo… ¿verdad Shao? – el rencor, de que él le pidiera eso…

- Shaoran – la interrumpió para corregirla. Sin embargo.

- Lee – prefirió corregirse ella. Lentamente se dio la media vuelta quería decirle eso a la cara.

Lo que Shaoran vio lo dejó sin palabras… la mujer que estaba delante de él era solo la sombra de la chica de 17 años que él había conocido a la que había amado, sus ojos verdes ya no lo eran tanto como los recordaba, su sonrisa había desparecido y esa aura brillante que desprendía se había oscurecido y parecía que lentamente se había apagado…



- pero hacerlo no es tan fácil, y más por que me pides, me exiges, que te dé la oportunidad de defenderte cuando tu a mi no me la diste… solo tomaste una dedición y no te importó lo que yo hubiera podido decir o hacer – cada palabra que decía Sakura era totalmente verdadera y Shaoran lo sabía, su abuelo había intentado advertírselo pero él no había escuchado y tarde lo había comprendido – esperé este momento mucho tiempo – confesó – pero acabé resignándome a que ese día nunca llegaría – la amargura poco a poco salía, a cada palabra de ella – ahora que llegó, no me importa, para mi tu ya estas enterrado en el pasado y no me interesa en lo absoluto lo que tengas que decirme y menos si es tan importante como para que hubieras venido hasta aquí a buscarme.

Shaoran dio los últimos pasos de distancia y posó sus manos sobre los hombros femeninos, Sakura se estremeció a pesar de que sus ojos poco a poco se cristalizaban más, no dejaba de mirarlo con rencor y con una gran fungida indiferencia.

- ¿si quieres dejarme en el pasado por que regresaste a Tomoeda? – preguntó Shaoran. Sakura dio un respingo, bien había mentido sobre que él estaba enterrado pero aún así no le dejaría ver lo vulnerable que la dejaba su presencia. Respiró hondo y contestó:

- por que aquí recuerdo a la Sakura que era antes – tomando valor elevó sus ojos hasta que chocaron con el ámbar - ¡¿dime si ves en mis ojos lo que viste algún día?!... – exigió - …¡no hay nada! ¡Nada! ¡estoy vacía, olvidada… derrotada…! – giró la cabeza mirando alguna razón sobre saliente de los cerezos y que él no viera la traicionera lágrima que había salido de sus ojos.

- entonces déjame ayudarte a traer de vuelta a la otra Sakura… - casi suplicaba… pero Sakura parecía estar dispuesta a no dejarlo entrar a esa coraza de hielo que había creado a su alrededor.

- ¡No! ¡¿qué no lo entiendes?! ¡no quiero nada ¡nada! De ti! ¡Ya no! – se soltó de él, sus ojos habían adquirido una leve tela de dolor y amargura que a pesar que solo se veían más sombríos, en su voz se podía notar lo mucho que ella los albergaba en su alma. – cada vez que te apareces en mi vida es para lastimarme más… y ya no quiero sufrir… ya no quiero llorar más por ti

- ahora soy deferente – Sakura negó con la cabeza.

- para mi, siempre has sido diferente – caminó unos pasos hacia atrás justo la distancia suficiente para no sentirse tan vulnerable, para no sentirlo tan cerca. No quería ni imaginar lo difícil que sería volver a apaciguar sus sentimientos después de haber vuelto a verlo. – conocí a una persona, me 

enamoré de otra y ahora te encuentro a ti – comenzó a reír algo histérica - ¡ahora ni sé ni como diablos llamarte!

- siempre he sido yo, siempre he sido el mismo para ti Sakura –contestó abatido. Hubiera preferido que Sakura hubiera reaccionado como Tomoyo y no así, le dolía que en verdad él le hubiera hecho tanto daño y que al tenerla tan cerca y sentirla lo hiciera sentir tan infeliz.

- no – negó repetidamente con la cabeza - ¡eso no es así! – ahora el dolor había sido reemplazado con enojo una vez más – sabes que eso ¡nunca! Ha sido así, mientras yo fui totalmente transparente contigo tu solamente me mentiste ¡yo no sabía quien eras! ¡¡me enamoré de alguien que no conocía!!

- ¡nunca te mentí! – se defendió, ocasionando algo que ni siquiera pensó, silenció a Sakura, la dejó sorprendida por que tenía toda la facha. – Sakura… yo… lo siento… yo no…

- no – lo interrumpió. – tienes razón. Nunca me mentiste – y con una sonrisa llena de sátira concluyó. – solo ocultaste detalles que no es lo mismo que mentir ¿verdad?

Shaoran sintió un sudor frio recorrerle la espalda.

- nunca te mentí Sakura, me conoces mucho mejor que nadie… ahora que sabes mis secretos…

- no por ti, lo hubiera apreciado más, su hubiera venir de ti.

- ¡pero sabes quien soy! ¡ahora lo sabes! Ya no tengo nada que ocultarte pero si mucho que ofrecer…

- ya no quiero nada de lo que puedas llegar a ofrecer – Shaoran se acercó y la tomó de los brazos.

- ¡yo se que si! ¡se que sí! Que aún sientes algo por mí… ¡yo lo sé! – estaba desesperado cada vez creía que Sakura no era la misma a la que él amaba, perdía la esperanza a cada palabra de ella… no podía creer que ella en verdad hubiera dejado de amarlo… pero no la culpaba si era así, no podía quejarse, después de todo él había arruinado todo ¡todo!. Sus manos comenzaron a perder fuerza… lentamente la fue soltando… era obvio que Sakura lo rechazara, la había lastimado tantas veces, había hecho promesas que no había podido cumplir… se sentía tan miserable… sus ojos se cristalizaron, a pesar de que ahora él fuera capaz de todo, de hacer lo que ella le pidiera… Sakura no podría creerlo por que cuando él logró ganarse su confianza le pagó de la peor forma… aún cuando ella había hecho todo por él… le había fallado, había traicionado al amor que se tenían. – tienes razón – se esuchcó su voz en un susurro – no tengo derecho a venir a exigirte que me des un poco de tiempo para explicar algo 

de lo que yo tuve toda la culpa – su voz había comenzado a quebrarse, sus ojos estaban tan cristalizados como los de ella.

Sakura comenzó a temblar cuando lo escuchó decir eso, por fin las lágrimas que a menudo mojaban su almohada comenzaron a mojar sus mejillas. Su capa de hielo e indiferencia comenzaba a romperse.

Shaoran… - susurró llorosa-… ¿Por qué lo hiciste? – en ese punto ya no sabía lo que deseaba, amaba a ese chico, al hombre que tenía delante de ella y no quería que sufriera como ella lo hacía, sin embargo… no podía seguir albergando ese sentimiento tan grande por él, por las muchas veces que él la había lastimado. Ya habían sido muchas las noches que había llorado por él y no quería que hubiera más.

- tenía miedo – contestó – miedo de que podría llegar a pasarte, miedo de lo que a mi me sucedería después del juicio. Tenía miedo de convertirme en mi padre y lastimarte a ti, tenía miedo de tantas cosas que idiota de mi lo confundí y lo disfracé de preocupación a ti… quise protegerte del juicio, de la gente, de la prensa… de mí. Creí que… creí que solo así podrías ser feliz… - una lágrimas recorría su mejilla.

- me mataste cuando me lo dijiste, simplemente te fuiste y me dejaste allí sin más explicación, sin más nada – confesó Sakura – a mi no me importaba la genta por que te tenía a ti y eso era lo único que me importaba… por que sentí un dolor punzante en el alma el día que creí que estabas muerto… ese día me di cuenta de que yo no podía vivir sin si. Yo solo quería estar cerca de ti – los sollozos de la esmeralda, Shaoran los sentía taladrarle el ánimo – solo eso quería… solo eso

- Sakura – susurró envolviéndola entre sus brazos, ambos temblaban por el dolor de tantos años que en ese momento salía por los poros de su piel – perdóname por haberte lastimado, por no decirte la verdad desde un principio, por no decirte que tenía miedo, perdón por alejarte… por favor mi amor perdóname… perdóname por no haber creído en ti – lágrimas habían salido de sus ojos y sus lamentos desgarraban el alma de Sakura.

La esmeralda se aferró a su cuerpo sollozando como nunca lo había hecho, sentía a Shaoran vibrar entre sus brazos. El rencor había desaparecido… él era lo único que le importaba.

- déjame demostrarte que es niño al que amaste aún está aquí, por que solo contigo ha sido feliz y que moverá cielo, mar y tierra para verte sonreír de nuevo y que logres olvidar todo el daño y el dolor que te causó… déjame estar a tu lado, al lado de esa valiente chica que a pesar de que sabía que su novio no era la mejor persona le dio su corazón… le dio su amor sin 

importarle nada, aunque él no lo mereciera, estuvo a su lado en los peores momentos enfrentando todo y a todos – Sakura lo miraba atenta con el montón de anhelos pintados en los ojos – la vida te puso en mi camino y no volveré a decepcionarte, eres lo único que he hecho bien y por que ya no puedo estar más tiempo lejos de ti… no puedo vivir más tiempo sin ti… - Sakura le cayó poniendo su dedo índice en los labios de él ordenándole que guardara silencio, el comprendió, quitó las manos de él de sus mejillas y las apresó con sus manos llevándoselas a los labios – Te amo Sakura… te amo demasiado – susurró.

Ella elevó sus ojos verdes a los ámbar de él, ya no había necesidad de palabras, nunca había visto los ojos de Shaoran como los veía en ese momento no había secretos ni mentiras… solo su reflejo. Todos esos años no habían pasado en vano… ahora los dos eran personas maduras, con éxitos y fracasos, con tristezas y alegrías, las promesas se quedaban en el aire.

Sakura enredó los brazos alrededor del cuello de él, aferrándose tal náufrago a una tabla roída. Todos esos años navegando sin rumbo entre el mar de sus recuerdos había llegado a su fin, ahora tenía un puerto al cual llegar, ahora lo tenía a él, para comenzar de nuevo y ahora hasta que el amor les durara.

- Sakura…

- yo también te amo Shaoran – susurró.


FIN

Ahora sí, el verdadero final de No Será, escuchando la canción de Avril Lavigne I Will be… me deshago en lágrimas por que ya se acabó!! Ya no hay más capis… lloro!!... espero que próximamente tengan noticias mías con una nueva historia por que por el momento estoy de duelo… además de que nada se me hace lo suficientemente bueno para que venga a reemplazar a No será.

Ya con esta me despido. Este epilogo fue para ustedes, muchas gracias y hasta luego!!