ICE DAYS

(Días de hielo)

Cuando el amor no es locura… no es amor

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¿Qué como había llegado a aquella situación?

…No lo sabía…

Ahora solo debía concentrarse en correr…

Correr todo lo rápido que sus piernas se lo permitiesen.

Debía huir.

Podía escuchar claramente esos pasos detrás de los suyos...

Sus pasos.

La estaba alcanzando.

Él la estaba alcanzando.

Pero ella ya no podía correr más. No podía, mas debía hacerlo…

Una muchacha de profundos ojos café y preciosos bucles castaños corría al borde del llanto por la espesura del bosque, huyendo del que sin duda era su destino.

¿Pero como escapar a la realidad?

¿Cómo huir de lo que esta escrito?

Iba a terminar por alcanzarla… lo sabía.

Solo se estaba preparando para el momento.

Dándose tiempo para atar cabos, ideas… para que el miedo desapareciera, aunque sabía que eso no era posible.

Una sugerente voz se oyó a sus espaldas, no muy lejana.

-¡No corras, Granger! Sabes que terminaré por alcanzarte tarde o temprano.

La sangre se le heló en las venas.

Cada vez estaba más cerca.

Juraría que podía sentir su olor a menta, que nublaba sus sentidos.

Ahora lo veía claro… no podía escapar del gris de sus ojos.

No había escapatoria posible…

Lo sabía.

-------------Flash Back--------------

En la biblioteca de Howgarts, reclinada sobre una estantería, se encontraba una atractiva chica de unos 17 años aproximadamente, escogiendo cuales serían los libros más adecuados para el trabajo de transformaciones de la semana siguiente.

Si, así era ella.

Responsable. Muy responsable.

Y demasiado curiosa…

Esa terminaría siendo su perdición.

Pero no adelantemos los hechos.

Horas más tarde, una complacida Hermione Granger salía de la biblioteca pergamino en mano, rumbo a la sala común de su casa… Gryffindor.

Cuando se encontraba ya en la mitad de su camino, recordó algo súbitamente.

Hermione: -¡Maldita sea, mi pluma!

Volvió sobre sus pasos por los vacíos corredores de la institución, ya que todos los alumnos, menos unos pocos como ella, habían salido a su acostumbrada excursión a Hogsmeade.

Pero Hermione había decidido quedarse expresamente para terminar ese trabajo, y así lo había echo.

Y ahí se encontraba, de nuevo frente a la puerta de la biblioteca, un sábado por la noche.

Patético, dirían algunos.

Sin duda lo era.

Nadie a excepción de ella acudiría a ese lugar un día como aquel.

Sin embargo, le pareció oír dentro murmullo de gente.

¿Cómo podía ser?

Ella había salido no mucho antes y la biblioteca estaba completamente vacía.

Ni siquiera la bibliotecaria había echo acto de presencia esa noche.

¿Quién se encontraría ahora dentro?

Abrió la puerta sigilosamente, con cuidado para no ser oída por quien quiera que fuese el que se encontraba dentro.

La sala principal parecía encontrarse vacía…

¿Entonces, de donde provenían las voces que todavía podía escuchar con claridad?

La pluma por la cual había vuelto se encontraba sobre la mesa frente a ella… mas no era la pluma lo que ahora deseaba.

Sentía curiosidad ante lo desconocido.

Quería saber.

Y así, con paso lento pero seguro, se dirigió hasta la sección prohibida, y se apoyó en un estante, estática, sin mover ni un solo músculo, solo atenta a la conversación que parecían mantener los desconocidos.

-¿Entonces, has conseguido ya la información requerida, hijo?

-Si, padre… el giratiempo se encuentra en manos del viejo incompetente de Dumbledore, no será demasiado difícil arrebatárselo.

-Perfecto. Al señor oscuro le encantará saberlo.

Hermione abrió los ojos de par en par.

¿El señor oscuro?

¡Voldemort!

Y el giratiempo… ¿Para que lo quería?

Lo que si estaba claro es que, aquellas dos personas, fueran quienes fueran, tenían que ser mortífagos… a la fuerza debían de serlo.

Se asomó un poco más por el resquicio de la estantería, para poder así ver de quienes se trataba, pero… no todo resultó como ella esperaba.

Los libros en los cuales se encontraba apoyada, cayeron al suelo iniciando un estruendo nada discreto. Retrocedió unos pasos, sabiendo que no sería posible escapar ahora.

Fue entonces, cuando ante los horrorizados ojos de Hermione, aparecieron nada más ni nada menos, que Malfoy padre e hijo.

Lucius: -Vaya… así que eras tu la que espiaba desde el principio, impura.

¿Lo sabía?

¿Desde el principio sabía que estaba ahí?

Lucius Malfoy, cogió a la castaña por el pelo y la levantó varios centímetros en el aire.

Lucius: -¿Y que podemos hacer ahora contigo, pequeña? Posees una valiosa información, y no quisiera que cayese en manos equivocadas… Puede que un hechizo desmemorizante acabase con el problema, pero… no sería tan divertido como el verte sufrir. ¡Draco!

Draco Malfoy se acercó altivo, escrutando a Hermione con su penetrante mirada grisácea, y una mueca de desprecio y asco en el perfecto rostro.

Draco: -¿Si, padre?

Lucius: -Termina con ella… no me importa como. Pero que sufra.

Draco: -Entendido… así se hará.

Lucius salió pausadamente de la biblioteca, sin mirar hacia atrás.

Sin ni siquiera despedirse de su hijo.

Hermione palideció al ver como Malfoy se acercaba peligrosamente en lo que ella consideraba el perímetro establecido de seguridad.

Cerró los ojos cuando lo sintió ya demasiado cerca, esperando lo peor.

Mas ella no era consciente que la muerte no iba a llegarle esa noche, mucho menos a manos del joven Malfoy.

Draco: -Vaya, vaya… así que la pequeña sangre sucia esta asustada… y a mi entera disposición.

Eso último a Hermione no le sonó demasiado bien.

Un escalofrío la recorrió entera.

El solo hecho de imaginar las manos de Malfoy recorriéndola… tragó saliva pesadamente.

Abrió los ojos y se levantó, altiva.

Si iba a morir, lo haría peleando.

Hermione: -Mas quisieras, Malfoy… ¿Asustada? ¡No me hagas reír! ¡Y mucho menos a tu disposición!

Los ojos de Draco centellearon de diversión.

Esa era la Granger que él conocía. Por lo menos le proporcionaría algo de diversión antes de que llegara el momento.

Se precipitó sobre Hermione, adhiriendo completamente su bien formado cuerpo al frágil de la chica, haciéndola estremecer, y retroceder hasta dar con una estantería a sus espaldas.

Todo el coraje de la chica pareció desvanecerse, y bajó la mirada, buscando perder de vista al Slytherin.

Draco: -¿Es que te pongo tensa, Granger?

Hermione levantó la mirada, y halló casi instantáneamente unos ojos grises que la miraban con interés.

Si. Junto con desprecio y maldad.

Como lo odiaba.

Lo detestaba.

Hermione: -¡Apártate! Eres despreciable.

Malfoy sonrió cínicamente y pegó casi por completo su rostro al de la chica.

Apenas rozó con su nariz el cuello de Hermione, y esta dio un respingo. Luego, su mano viajó del estante en el cual se encontraba posada, hacia el muslo derecho de la leona, que se estremeció completamente e intentó de todas las formas posibles hundirse en la estantería.

Draco: -Eres virgen…- dijo en tono divertido.

Y no era una pregunta, era una afirmación.

La castaña palideció, y el rubio volvió a sonreír.

Draco: -Eso lo hará más excitante.

Y, sin más preámbulos, la besó.

Y no era un beso tierno. Era un beso cargado de lujuria y rabia.

Hermione, sin pensarlo dos veces, le mordió el labio.

El chico lanzó una maldición al aire, y la leona aprovechó el momento de confusión para salir corriendo…

¿Pero donde?

No había nadie en el castillo, no volverían hasta bastante más entrada la noche…

Salió apresuradamente del castillo, los zapatos habían quedado atrás hacía tiempo, y sus mejillas todavía estaban teñidas de escarlata por el atrevimiento de la serpiente.

Oyó unos fuertes pasos tras de sí, y entonces supo que Malfoy no se rendiría tan fácilmente.

Observo el bosque prohibido alzarse desafiante delante de ella.

La llamaba.

Y así se internó corriendo en la oscuridad de aquel lugar, con Draco Malfoy a sus espaldas.

-----------------Fin del Flash Back-----------------

Y hasta aquí había llegado su historia…

Hermione notó como una fría mano la tomaba por la parte trasera de su túnica, y entonces, pasó lo inevitable…

Ambos cayeron al suelo, rodando colina abajo.

Cuando por fin aterrizaron sobre suelo firme, la chica se encontraba aturdida…

Fue entonces cuando abrió los ojos, y tropezó con otros glaciales… casi inhumanos.

Draco Malfoy se encontraba sobre ella, con las manos en el pasto, a izquierda y derecha de su cuerpo, impidiéndole escapar.

Draco: -Te dije que te alcanzaría…pequeña sangre sucia.

Pero lo cierto era que su historia, no había echo mas que empezar…

Continuara…

¿Y bien, que os a parecido?

¡Al fin me he decidido a publicar una historia larga!

Por favor, dejadme reviews diciéndome que os a parecido, si realmente os a gustado o no, etc…

¡También estoy abierta a todo tipo de sugerencias!

¡Ah, si! En el próximo capítulo también saldrán Harry y CIA, no preocuparse XD, este solo era el de introducción.

También se verá más adelante para que quiere Voldemort el giratiempo, aunque podréis haceros una idea, ¿verdad?

¡Si veo que realmente os gusta la historia la continuaré!

Besos y hasta pronto

Suzaru