Lamento las molestias, debo decir que subí el capitulo incompleto xD, y hace poco acabo de notar mi error… aquí esta el capitulo 6 enterito xD

Capitulo 6: Yuki

Hinata quito la maleza que llenaba el lugar, quito las flores marchitas por unos nuevos Crisantemos amarillos, la flor favorita de su madre. Hace un mes que no visitaba un cementerio, ya sea por la muerte de Sasuke, o quizás porque no le gustaban los cementerios. Pero fuera, como fuera, era el cumpleaños de su madre, limpio con su mano el piso, no importándole ensuciarse. En la placa de mármol, que se comenzó a ver en el piso, mientras Hinata quitaba el polvo decía "A nuestra querida esposa, madre e hija, Yuri Hyuga, que descanse en paz".

"¿Qué descanse en paz?", pensó la amatista con ironía, "Si la frialdad de papá y la opresión del consejo termino con ella", frunció el seño con fuerza, "Mamá y hace poco mi querido Sasuke-kun ¿es que siempre tengo que quedarme sola?", al igual que siempre sintió salir a flote sus lagrimas, de pronto sintió una mano cálida, y reconfortante en su hombro, voltio y encontró a Naruto con su par de jades llorosos, mas atrás Neji y una Etsuko que agarraba el brazo de su primo con fuerza, y mas atrás Itachi que hablaba tranquilo junto Ino.

"Ni se te ocurra pensar que estas sola", agrego Naruto, como adivinado sus pensamientos, al instante Hinata lo abrazo, provocando que este se cayera, escucho de fondo la risa angelical de Etsuko-chan, y como en mucho tiempo no lo hacían, Hinata y Naruto rieron.

"Oka-san, gracias por darme una familia tan especial", pensó Hinata al ver los crisantemos de reojo.

Una hora después, Hinata sentía que debía volver a casa, había comenzado a hacer frío. Se cerró el abrigo blanco que llevaba, y de pronto sintió como algo frío tocaba su frente "Yuki…", dijo en un volumen bajo.

"Seppen…", Hinata se sobresalto al oír la voz de Uchiha-san a sus espaldas, pensó que se encontraría sola, desde que Neji-kun le había pedido a todos un poco de intimidad para ella. "Eso es a lo que me recuerdas", volvió a decir el mayor de los hermanos Uchiha, de forma pensativa," A un copo de nieve, con ese abrigo blanco". Y Hinata no pudo evitar sonrojarse, de forma descarada.

"Me referi-ría a que esta ne-nevando", Hinata se horrorizo al oírse tartamudeando, el interpelado miro hacia arriba, mientras un copo de nieve caía sobre su pelo, Hinata pensó que todos los Uchihas, a pesar de siempre querer demostrarse fríos, eran muy humanos. Sobre todo Itachi-san, el último mes se había comportado como un ángel, ayudando a Ino-san con los procesos legales para poner una demanda y para divorciarse. Durante dos semanas había vivido con ellos, pero al final más por el miedo que le causaba, que por otra cosa, había decidido mudarse con un antiguo amigo de la infancia, Akimichi-san.

Akimichi-san, tenía un restaurante, que si bien no era muy elegante y era bastante pequeño, era cálido, familiar y servia buena comida. Además, Hinata al ver que no había más personal que Choji y luego Ino, había preguntado si podía trabajar en él, cosa que Choji gustoso acepto. Ya había pasado una semana desde eso, y las cosas habían funcionado bastante bien, a pesar de la remuneración que se le pagaría todos los meses, Hinata había insistido a Itachi que necesitaba trabajar. Para Hinata era imposible estar todo el día en casa sin hacer nada, y estar trabajando todos los días en el restaurante que tenia el mismo nombre que su dueño, Hinata sentía que poco a poco superaría la muerte de Sasuke.

El suelo parecía un manto blanco suave e impasible, Hinata sintió gana de hacer ángeles, como cuando era pequeña, de correr, de tocar la nieve. De pronto observo como Etsuko-chan se acercaba con una bola de nieve, y su cara de malicia le anunciaba lo que iba a hacer, antes de poder avisarle a Uchiha-san, una emocionada Etsuko grito "Itachi, piensa rápido", y para sorpresa de Hinata este alcanzo a esquivar perfectamente la bola de nieve que al pasar de largo impacto directamente en su cara.

"¿Hinata?, ¿estas bien?", pregunto una Etsuko con ojos de perrito arrepentido, y la de ojos opalinos ante tales perlas rubí no pudo mas que sonreír. "No te preocupes, estoy más que bien", contesto Hinata

Itachi entonces observo a la Hyuga, su abrigo de un impecable blanco se encontraba estropeado, se veía un poco despeinada, sus mejillas habían tomado un tono carmín, y sus ojos opalinos, siempre opacos, brillaban, haciendo que tomaran un tono violeta.

Y en ese momento, pudo observar con admiración, a la mujer de la cual se había enamorado Sasuke, La viuda de su hermano.

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Tenten se sentía aburrida y sin ganas de hacer nada, no le había ido mal, pero la pastelería no estaba teniendo los resultados que ella quería. Desde que había ido a visitar, Aburame-sama, este había sido completamente amable, otorgándole más tiempo para pagar la deuda, "un mes más", y faltaba una semana para que se cumpliera ese mes, al paso que iba perdería la pastelería de sus padres.

La campana de la entrada sonó "Okaerinasai", anuncio la morocha lo mas alegre que pudo. "Aburame-san", anuncio Tenten, "¿Qué se le ofrece?", para la irritación de Tenten, al igual que todos los domingos anteriores. Aburame Shino había decidido pasar por su pastelería. Para sorpresa de Tenten, Aburame se encontraba sin lentes de sol. Sus ojos caoba la miraban como rabia. La morocha se sintió incomoda "¿Es que no piensa decir nada?".

"¿Qué va a llevar?", preguntó ella, tratando de romper el hielo, pero los ojos oscuros de él, seguían mirándola con rabia "¿y que le hice a este?", pensó. Tenten observó al joven que tenía frente suyo con más atención, si bien encontró la misma rabia que había visto desde su llegada, observo algo que acompañaba a Hinata y Neji: tristeza, una profunda y dolorosa tristeza.

"¿Por qué siempre estas feliz?, pregunto Shino, haciendo que se sobresaltara, "¿Por qué siempre estas feliz?, si vas a peder la pastelería, si estas sola, ¿Por qué siempre sonríes?". Tenten, sorprendiéndose a si misma, no se altero, sintió pena por él que se encontraba al frente suyo, sintió soledad y una profunda familiaridad. Seguramente, al igual que ella, él, también se sentía solo.

"¿Por qué sigo adelante, si estoy tan sola?" y al instante, los Hyugas se presentaron en su cabeza y un atolondrado profesor y amigo de cabellos y apariencias extrañas, el profesor Guy y Lee, haciendo presencia, "No estoy sola". La morocha, para el asombro de Shino, lo dejo solo en la pastelería y se dirigió a la cocina, paso un rato antes de que volviera. En sus manos traía un una bolsa, que en su contenido parecía llevar una caja

"Taiyaki", dijo sonriendo Tenten, "El pastel favorito de Oka-san, va por parte de la casa". Aburame Shino, se tardo antes de recibir el "regalo", que le estaban haciendo. "Convídale a Aburame-sama, me comento que también era su pastel favorito".

Aunque se tardo en contestar, Aburame al final habló "dōmo arigatō gozaimasu", y ante una sorprendida Tenten, Shino hizo una reverencia y se fue. Pero lo que quizás mas sorprendió a Tenten, fueron las mejillas sonrojadas de Shino, que alcanzo a ver, antes que saliera por la puerta de la pastelería.

Y este hecho hizo sonreír a Tenten "gane", pensó.

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Naruto llego al departamento que compartía con Sakura hace tres años, en algún momento ese lugar había sido habitado por tres personas: él, Sakura y Sasuke, pero tras el compromiso de este último, con Hinata, el pelinegro había decidido irse a vivir solo.

De pronto escucho ruidos de su casa, era su imaginación, hace tiempo no escuchaba eso, no podía equivocarse era la guitarra de Sasuke, que sonaba con mas fuerza que nunca. Abrió la puerta de golpe, y encontró a una apasionada Sakura, que trataba de igualar, con éxito debía reconocer, al antiguo dueño de la guitarra que tocaba. A su lado un concentrado chico, de aspecto indiferente y aburrido, tocaba con maestría el bajo, y en la batería un ausentado Kakashi-sensei tocaba con perfección.

Vio que en el sillón, se encontraba una emocionada Sasame, que aplaudía cada vez que Sakura hacia un solo, y para sorpresa de este, la pelirrosa trataba de estar a la altura de los halagos de la pelinaranja, tocando aún mucho mejor. Le sorprendió, que a pesar de lo celosa que era su amiga, parecía llevarse bien con "su" prometida.

Sakura para de tocar, se notaba cansada, pero entusiasmada y feliz, como hace en mucho tiempo no la veía. Sus esmeraldas brillaban, y él pensó que ahí se encontraba la mujer de la cual se había enamorado cuando era tan solo un niño "¿No piensas unirte a nosotros?", pregunto la mujer que era objeto de su atención. Naruto busco con la mirada su instrumento, en el grupo el se encargaba de ser la segunda guitarra y Sakura en el bajo, pero al parecer las cosas había cambiado al faltar uno de los integrantes.

"¿Por qué?", pregunto Naruto confuso.

"¿Por qué?", contesto Sakura pensativa, acaricio con sus manos el mango de la guitarra, y por unos segundos se quedo mirando al vacío. "Es una promesa que le hice a Sasuke-Kun", sostuvo con firmeza.

"Nos falta vocalista…", pensó Naruto en voz alta, recordando el timbre claro y brillante de Sasuke, uno de los mejores tenores que Naruto hubiese escuchado.

"No estaría tan segura", contesto la único miembro femenino del grupo. "¿Has escuchado alguna vez cantar a Hinata?".

FLASHBACK

Un pequeño Naruto mantenía la respiración, para no ser descubierto por algún miembro de del Soke. Naruto como sirviente de los Bunke, tenía claro que no debía estar ahí, en la sala de música donde a los miembros del clan se les instruía desde pequeños en la música. Pero aún a pesar de esto, el pequeño Uzumaki era capaz de soportar cualquier castigo, cualquier reto, sólo para escuchar a la pequeña Hyuga tocando su violín. Lucia tan esforzada, tan concentrada, que a pesar de que las notas salieran algunas veces discordes, Naruto sentía una paz enorme escuchando todos los días a Hinata practicar en el violín.

Naruto se apoyo un poco mas en las puerta para poder escuchar mejor a la pequeña Hinata, pero en este descuido empujo la puerta, poniéndose al descubierto.

" ¿Qui-én….qui-én es-s usted-d? " el rubio se sorprendió de cómo hablaba la pequeña Hyuga, parecía arrastrar las palabras, como si tuviese temor de su presencia. Naruto se sintió incomodo, desde que tenía uso de razón la gente solía tratarlo en la mansión como si fuese algo inexistente, solían mirarlo desde arriba y no dirigirle la palabra a menos de que se estimase necesario.

" Me llamo"Uzumaki Naruto, lamento haberla interrumpido, Hyuga-sama" – y al instante agacho su cabeza, como le habían enseñado desde pequeño, un hábito que se le había impregnado en la piel.

"Hin-nata" …

"Uhm…?" – preguntó Naruto

"Llámeme-me sólo-o Hin-nata, Uzuu -maki-san-n". Al decir esto Hinata le sonrió con ternura, inclino su cabecita hacia un lado, haciendo que los cortos mechones que llevaba a los costados se inclinaran con ella, su piel nívea, junto con su cabello violeta, hacían un contraste tan armonioso, que hacían parecer de esa pequeña criatura un ángel. Hinata era como todos los Hyugas, de piel nívea y pelo oscuro. Aunque a diferencia de estos, su pelo no era castaño, sino violeta, y a pesar de que sus ojos eran extremadamente opalinos, en vez de tener matices grises, los suyos eran lavanda.

"Entonces dígame Naruto solamente, Hinata…". Naruto dijo su nombre en voz baja, como si alguien pudiese escucharlo.

"Des-cuide … a es-sta hor-ra nadi-e sue-ele andar-r por-r a-aquí". Hinata miró el piso con tristeza, y sus mejillas se tornaron rosadas. Naruto pudo observar que sus ojos brillaban, como si en cualquier momento la Hyuga se pusiera a llorar.

"¿Por qué?". Preguntó Naruto, casi dudando de si debiese preguntar o no.

"Por-que toc-co tan-n ma-al, que-e ellos-s prefi-ieren-ren ausentar-rse". La pequeña Hyuga se encontraba al borde de las lágrimas, y Naruto se sintió culpable de aquello.

"Yo no pienso que sea así". Hinata lo miró con asombro ante su respuesta."Incluso, yo hace mucho tiempo que me ausento de mis labores solo para oír mientras usted tocaba". Al decir esto Naruto enrojeció, y Hinata también, pareció sonreír por un momento, pero luego volvió al mismo mutismo de hace algunos instantes. "¿Le pasa algo Hinata-sama?". Hinata dudo antes de contestar.

"La-a ver-dad-d es-s que a mi-i no-o me-e gus-sta to-car violin?" Naruto se sorprendió ante el comentario de la niña. Su carita siempre tierna, mostró por primera vez una mueca de disgusto, arrugando el ceño, como si no pudiese entender algo. "A mi-i me-e gusta-aría poder-r cantar-r como oka-san, demo, oto-san no-o me deja-ja cantar-r". Naruto recordó entonces la muerte de la esposa del líder del clan y comprendió que la pequeña que estaba ahí, que solía ir a escuchar todas las tardes era ni más ni menos que la próxima heredera del Clan Hyuga. Pero aún al descubrimiento de este echo Naruto no se sintió incomodo ante la presencia de ella, sorprendentemente se seguía sintiendo extrañamente en paz.

"Hinata-sama, ¿le molestaría cantar para mí? Hinata abrió los ojos sorprendida como si le hubiese pedido algo demasiado difícil, pero al instante su mirada se tranquilizó.

"De-mo…me-e sé un-na sola canció-n". Contesto la Hyuga avergonzada.

"No importa, solo quiero oírla cantar". Y Naruto le sonrió alentándola. Hinata se sonrió, ese muchacho la hacia sentirse extrañamente feliz, era primera vez que alguien le hablaba sin reproches y la miraba con dulzura .Hinata decidió no dudar mas, se enderezó, y de sus boca comenzó a salir una melodiosa voz

" Dango, dango, dango, dango, dango daikazoku (8)" . Naruto sintió su corazón entibiarse ante suave voz de la vida. Y sin poder evitarlo comenzó a llorar.

FIN FASH BLACK

"Naruto, ¡Naruto! ¿Estas bien?", preguntó Sasame al ver que de pronto su prometido había caído en un transe, hacia un momento que trataba de que reaccionara, apretando su brazo cada vez mas fuerte.

"Si, estoy bien, tranquila Sasame" dijo tomando su mano con la suya, provocando cierto sonrojo en la pelinaranja que no pasó desapercibido para Sakura. "Hinata canta como los ángeles". Sostuvo mirando a Sakura.

"Entonces, tendrás que convencerla de que se una al grupo".

"Eso déjamelo a mí". Contesto Naruto.

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Hinata había dejado la comida preparada para Etsuko, quien desde hace algún tiempo asistía a una escuela pública cercana. Así que últimamente Hinata antes de acostarse tenía que preparar la comida que Etsuko llevaría y además dejar arreglado la ropa que ocuparía para trabajar el día siguiente. Por lo mismo Hinata últimamente se encontraba en un estado de constante movimiento. Se preparaba para acostarse, pero cuando iba entrando a su cuarto se dio cuenta de que su habitación se encontraba en desorden. Había salido tan apurada en la mañana, que apenas había tenido tiempo de cocinar el desayuno y de arreglarse. Itachi insistía en que el trabajo era demasiado para ella, y que el presupuesto le alcanzaba perfectamente para contratar a alguien.

Pero a Hinata le gustaba encontrarse ocupada, tenía menos tiempo para pensar, y en consecuencia menos tiempo para sentirse triste. La verdad es que Hinata prefería no pensar.

Fue a buscar una aspiradora para sacarle el polvo acumulado a su alfombra y se dirigió luego a su habitación. La verdad es que comparada con la habitación de Etsuko-chan, la suya se encontraba en orden, pero Hinata era una maniática del orden, y no soportaba hasta la más mínima arruga en la cama.

Levanto el cubrecama y se encontró con el estuche de su violín, llamándola, a pesar del increíble odio que Hinata le tenía a ese instrumento, al recordarle a la expresión siempre dura de su padre, también guardaba cierto cariño. A Hinata le picaron las manos por sacar el violín del estuche y tocar, jamás fue un genio como Neji con el violonchelo, o una brillante pianista como su hermana pequeña Hanabi. Pero por lo menos era regular o tocaba bien, según Naruto.

Hinata acaricio el estuche con cariño, quizás debería hacerle una limpieza al instrumento, era delicado, y desde hace mucho tiempo que no habría el estuche. Se disponía a abrirlo, cuando a su pieza entro una soñolienta Etsuko.

¿No debería estar durmiendo señorita? – preguntó Hinata, un poco molesta por la intromisión. Pero el enojo se le paso rápido. Con Etsuko no podía molestarse, a pesar del poco respeto que la pequeña Uchiha mantenía con su privacidad, Hinata sentía una debilidad hacia aquellos rubíes.

¿Tocas violín? – como siempre la pequeña Etsuko ignoraba su pregunte, Hinata ladeo la cabeza, mientras una vena comenzaba a marcarse en su sien, esa niña no tenia remedio.

Tocaba violín – si sabía tocar violín, pero hace mucho que no lo hacía. Cuando tocaba lo hacía para tratar de complacer a su padre. Pero cuando se había visto lejos de ese yugo opresor, se había dado cuenta que no tenía ninguna razón para seguir tocando y había abandonado el instrumento, si bien se preocupaba de su limpieza, no había vuelto a tocar desde que había abandonado la mansión Hyuga.

¿Por qué no tocas un poco para mí? – Hinata dudo en hacerlo, no sabía si aún recordaba como hacerlo, no sabía si podría hacerlo.

Mejor que no, Itachi-san se podría molestar si hago mucho ruido, tu sabes que cuando se encierra en la oficina no le gusta que nadie le moleste – para su horror Hinata noto que estaba buscando una excusa para no tocar el violín. Aún seguí sin superar lo de su padre.

Si se molesta, yo le digo que te extorsione para que lo hicieras – Etsuko sonrió al decir lo último, y Hinata pensó que eso era realmente lo que estaba haciendo.

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Itachi retiro el mechón negro que le cubría los ojos, y se masajeo la sien debido a una fuerte punzada. Lo más probable es que debería comenzar a usar lentes de descanso. Estaba terminando de revisar unos balances que le había enviado Kurenai y se puso a divagar sobre la mañana. Se había sentido extrañamente contento, como hace mucho tiempo no lo hacía, y debía reconocer que era gracias a la presencia de su cuñada, quien parecía progresar bastante bien.

La verdad es que al principio se había sentido algo incomodo con tanta gente en su casa, casi todos los días solían tener algún visitante. Ya fuera el ruidoso de Naruto o el primo de Hinata, o la graciosa jovencita china, Tenten. Itachi al principio se había sentido fuera de lugar, pero pasado un tiempo se había acostumbrado a la situación, y más de una vez había permanecido en la instancia para escuchar alguna conversación interesante, o había logrado entablar comunicación con Neji, con el que tenía un carácter similar.

Su vida había pasado de ser tranquila y silenciosa, a una vida ruidosa y movida. Pero la verdad era que no le desagradaba ese hecho.

Se estiro en su silla para desperezarse, haciendo que todo su trabajado abdomen se marcarse en su camisa. Itachi solía entrenarse duramente para no volverse un hombre totalmente sedentario, a pesar de haber dejado muchos hábitos de su vida anterior que tenía, a Itachi no le gustaba estar mucho sentado.

Mientras divagaba, Itachi empezó a escuchar una melodía de violín que lo atrapo, fue una sensación extraña, parecida a un estremecimiento, y el corazón se le encogió como hacía tiempo no le pasaba. Pudo reconocer perfectamente la melodía de Romance, quizás no era perfecta, pero la persona que lo tocaba parecía ponerle una nota de emoción a cada nota.

Salió de la habitación, noto que la melodía provenía del cuarto de Hinata, pero no creyó que fuese ella, abrió la puerta con cuidado, con miedo de pensar que si la abría con mucha fuerza, la música desaparecería. Ahí dentro se encontraba una impactada Hanabi, con sus ojos abiertos, acongojados. Y en el centro del lugar una Hinata que miraba a la nada, sus dedos blancos, se veían aún muchos mas pálidos al contacto con el violín , su pelo violeta relucía, sus ojos normalmente suave, se veían de una color lavanda intenso. No miraba a nadie, y aunque se encontraba a centímetros de ella, noto con sorpresa que ella no se encontraba ahí, parecía perdida en otro mundo. Itachi no pudo comprender lo que sintió al ver a Hinata en ese estado, era como si la jovencita dulce y tímida a la cual protegía y veía como una hermana pequeña, se hubiese tornado de pronto en un ser etéreo, una ninfa, demasiado sensual y elegante para verla como una pequeña hermana política.

La había visto miles de veces en pijama, recién bañada, o en ropa interior (como cuando la fue a buscar a la casa en la se supone viviría con Sasuke). Pero en todas esas oportunidades Itachi no había sido consciente de la sensualidad y elegancia que exhalaba Hinata. Se había encargado de cuidarla, de protegerla pero jamás de observarla.

El objeto de sus pensamientos termino de tocar, su expresión volvió a ser apacible. Cuando noto su presencia, sus ojos parecieron perturbarse y sus mejillas se sonrojaron como era tan característico en ella.

- Lo lamento Itachi-san, no fue mi intención molestarlo – y acto seguido Hinata hizo una referencia, agregándole mas solemnidad a sus disculpas.

- Descuida Hinata, fue un placer escucharte tocar – Itachi le sonrió para tranquilizarla, aunque su interior parecía perturbado, sin ninguna razón. Hinata pareció sentirse mejor porque sonrió tranquila.

- ¿Dónde aprendiste a tocar? – pregunto el morocho, a lo que Hinata frunció el ceño.

- Es costumbre en el Clan Hyuga que a los herederos de las ramas se les enseñe alguna habilidad en un instrumento clásico – e Itachi pareció entender que Hinata no había aprendido por voluntad propia, porque no hizo mas preguntas.

- Aunque yo hubiese preferido aprender a cantar… - y lo último lo dijo tan bajo Hinata que Itachi a penas pudo percibirlo cuando salía con Etsuko de la habitación.

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Hinata ya había terminado de ordenar su cuarto, y se encontraba presta a acostarse cuando su celular comenzó a sonar.

- Naruto-kun?, porque me estará llamando a estas horas – se pregunto Hinata a si misma antes de contestar – Mochi mochi? - .

- Hinata-channnnnnnnnnnnn! – Hinata tuvo que alejar el celular para no quedar sorda, se alegraba del entusiasmo que mostraba su amigo por ella. Pero tenía ganas de dormir, y no entendía porque el rubio la llamaba si se habían visto en la mañana. Pero aún así, al final a Hinata le gano el cariño por el hombrecito al otro lado del teléfono y contesto.

-¿Qué paso Naruto-kun? – contesto mientras una gotita caía por su cara.

- Etto… como decírtelo - la morocha se sorprendió de que él siempre impulsivo Naruto dudase en decir algo.

- Naruto, ¿Qué pasa? – preguntó asustada.

- – Hinata tardo en procesar la información, ya fuera por la rapidez con la que fue dicha o el echo de que no entendía porque el grupo en el que antiguamente Sasuke tocaba, querían ponerla como vocalista.

- Yo no canto bien – protesto Hinata.

- Sabes que no es así, a mi me encanta como cantas – dijo Naruto.

- Eso es porque Naruto-kun encuentra que todo lo que hago esta bien – su tono se noto triste.

- Puede ser, pero la persona que dio la idea de ponerte como vocalista no fui yo, fue otra persona… - Naruto dejo la frase en suspenso, esperando que Hinata preguntara sola, para que mordiera el anzuelo, y así fue.

- ¿Quién fue? – pregunto ella, casi con miedo.

- El ensayo es mañana, a las nueve, en el departamento – y cortó, dejando a Hinata la curiosidad, y con la excusa perfecta para que se presentara mañana.

- Tramposo Naruto-kun – fue lo último que pensó Hinata antes de quedarse totalmente dormida.

Fin capitulo 6

Lo sé, años en actualizar, lamento no haber contestado reviews… recién después de algunos años descubrí como contestar los reviews de forma privada …tonta de mi…espero que me sigan escribiendo reviews y esta vez si los contestare…no les prometo constancia … ya verán que soy muy inconstante Xd.

La verdad es que pensé en no continuar esta historia, porque he cambiado bastante de que la publique, y me cuesta creer que una persona que ame a otra, pueda llegar a hacerlo después… es por eso que quizás la narración se vuelva un poco lenta … aún así ojala les guste .. .me esforcé mucho, ya que no sabía como continuarla, pero ahora que agarre el hilo de nuevo tengo idea de cómo hacerlo … en fin … espero que le guste :D