Cinco minutos más……..

Nymphadora Tonks nunca se había sentido tan desdichada como lo era en este momento, encerrada en una oficina , archivando papeles, sirviendo café, usando un estúpido uniforme de falda y tacones, el cual le impedía dar más de dos pasos sin caerse.

En verdad su frustración era tanta que pensaba muy seriamente en ese momento dejar de ser una aspirante a ser Auror. Se odiaba a sí misma por no despertarse a tiempo esa mañana y haber decidido quedarse en cama cinco minutos más, cinco minutos que parecían insignificantes, cinco minutos que sin pensarlo cambiarían su vida.

Resulta que ese preciso día a temprana hora a los aprendices de Auror de segundo año, se les asignaba un área dentro del Ministerio donde realizarían sus prácticas y directamente el área donde hicieran éstas muy probablemente sería el mismo donde fueran colocados al finalizar su entrenamiento.

Desde que Tonks inició su entrenamiento, había soñado con este día ya que eso significaba dejar la odiosa teoría de las clases para pasar a la práctica y a la verdadera acción. Su objetivo era lograr un lugar en el escuadrón de misiones especiales, los cuales eran los encargados de realizar las misiones más peligrosas y por ende los aurores pertenecientes a este escuadrón eran los más respetados y de mayor rango.

El único problema es que si ya de por si es casi imposible entrar a la academia de Auror siendo mujer, obtener un puesto en este escuadrón sería casi un milagro, un milagro por el cual ella había trabajado muy duro sobrepasando incluso sus propios límites. Ella estaba muy consiente de sus debilidades, como lo era su innata torpeza, pero también sabía la ventaja que le otorgaba ser metamorfomago así que si lograba los dos primeros años las mejores calificaciones en Ocultación y Disfraces y controlaba su torpeza en el examen final de Sigilo y Rastreo sus posibilidades de entrar eran grandes. La mayoría de sus compañeros e incluso sus profesores no tenían ninguna duda de que lo conseguiría y lo hubiera conseguido de no ser por esos cinco malditos minutos.

La noche anterior a esta mañana Tonks se la había pasando examinándose a si misma, practicando todo tipo de hechizos y transformaciones, para que a la mañana siguiente Rufus Scrimgeour quién era precisamente el jefe del Escuadrón de misiones especiales no tuviera ninguna excusa para no darle el puesto que tanto añoraba.

Como siempre su despertador sonó a las 6:30 am dándole el tiempo perfecto para llegar al ministerio a las 7:30 , pero por culpa del entrenamiento nocturno había decidido dormir cinco minutos más , cinco minutos que no le afectarían, el problema empezo cuando abrió los ojos de nuevo su despertador marcaba las 7:50 am …

-¡Maldita Sea¡No puede ser! – Su corazón parecía que se le iba a salir, de los nervios e impotencia que sentía en ese momento, por más que apareciera en ese mismo instante la ceremonia de selección ya debía haber comenzado.

No podía culpar a nadie la culpa era sola suya y eso era algo que no podía soportar.

Mientras tanto en el auditorio principal del Ministerio de Magia, la ceremonia ya había empezado y ya más de la mitad de estudiantes ( los cuales no eran ni una docena en total) habían sido asignados a sus áreas. Los encargados de las diferentes áreas miraban y cuestionaban a los aprendices, y de acuerdo a sus habilidades los escogían. El encargado de dar la resolución era el mismo Rufus Scrimgeour.

- Emily Mayfair, tomando en cuenta tu habilidad sobrenatural para comunicarte con espíritus y tus excelente capacidad para realizar rituales mortuorios, has ganado un lugar para desarrollarte en el Departamento de los Misterios.

La presentación de la bruja con su nuevo tutor, se vio interrumpido por la caída de una de sus compañeras, precisamente Tonks la cual aún en pijama tuvo un muy mal aterrizaje en medio de los pocos de sus compañeros que aún no eran seleccionados. Antes de que pudiera decir algo o tan siquiera recuperarse del golpe se oyó un horrible grito que sorprendió a todos pero más a la metamorfomaga que no podía creer lo que le pasaba.

-¡ LA QUIERO A ELLA! – pronunció Dolores Umbridge.

- Calma Dolores. No creo que ella sea la indicada para ti, ella es una metamorfomago y realmente no pienso que funcione trabajando en labores administrativas contigo.

Tonks quería responder lo mismo pero no sabía si que saliera de su boca pudiera ayudarla o empeorar la situación.

- ¡ METAMORFOMAGA! JA, ES UNA RAZÓN MÁS PARA QUE ESE ENGENDRO DE LA NATURALEZA ESTÉ CONMIGO, A KILÓMETROS SE NOTA QUE NECESITA DISCIPLINA Y CONMIGO LA TENDRÁ. NO VOY A CAMBIAR MI PARECER LA QUIERO A ELLA Y AHORA MISMO.

-¡Pero acaso yo no tengo derecho a decidir! – Casi instintivamente gritó Nymphadora al momento que su cabello sin querer se volvía de un tono rojo color casi como si fuera fuego.

-Lo siento Nymphadora , tú sabes muy bien las reglas y sólo tienes dos opciones: Aceptas trabajar en el área asignada o renuncias a tu entrenamiento. De la misma manera te recuerdo que gran parte de ser auror implica saber trabajar bajo presión, en condiciones extremas debes probar que puedes controlarte y salir avante así que si en verdad tienes la capacidad para pertenecer al ministerio podrás lograrlo.- Pronunció el Auror al que todos respetaban y al cual nadie se atrevía a retar.

Ser un auror es todo lo que ella siempre había deseado ser, y por nada del mundo renunciaría a su sueño no importando qué difícil resultara el camino para lograrlo.

-Muy bien, acepto, pero quiero que quede claro que no estaré en esa oficina para siempre. – Afirmo Tonks en un tono demasiado desafiante.

-¡CÓMO TE ATREVES A DECIR ESO! CUANDO DEFORMIDADES COMO TÚ NISIQUIERA DEBERÍAN TENER EL DERECHO A PISAR EL MINISTERIO, AGRADECE QUE YO PERSONALMENTE TE ENSEÑARÉ EL LUGAR QUE TE CORRESPONDE.

Tonks quería gritarle de todo a esa horrible mujer, pero como Rufus Scrimgeour había dicho un buen auror sabría comportarse a la altura y no iba a permitir que esta espantosa mujer le arruinara su carrera.

-¡MUY BIEN CON QUE NO DICES NADA, ASÍ ESTÁ MEJOR! Vayamos a la oficina , Ho síí y olvidaba no puedes trabajar vestida así conmigo- en ese mismo instante Dolores saco su varita y con un solo movimiento cambio los jeans y camiseta que Tonks usaba como pijama por un traje sastre color rosa pastel y sus tenis converse por unos zapatos aseñorados de tacón.

-¿Qué? realmente no puedes hacerme esto- pronunció Tonks al ver como cambiaba su atuendo.

- ¡ CLARO QUE PUEDO! Estás bajo a mis órdenes y no puedes renegar de nada, ahora vez todos esos montones de papeles, son archivos que tendrás que ordenar alfabéticamente y sin ningún uso de la magia, ya que voy a estar vigilándote.

Nymphadora Tonks simplemente no podía creerlo, porque literalmente eran montañas de papeles las que se levantaban a lo largo y ancho de la cursi y con olor a canela oficina de Dolores Umbridge.

-¡Vamos! Qué esperas entre más los estés viendo más vas a tardar en acomodarlos, la mayoría son expedientes sobre mi propuesta de aniquilar a todas aquellas criaturas no dignas del reino mago y como te comportes puedo apostar a que mis razones para matar al nacer a todos los de tu especie serán mayores. Así que te ordeno que mientras estés en esta oficina no tengas cambios, siempre quiero verte con tu forma original.

Nymphadora sólo pudo levantar una ceja¿Su forma original, ni ella misma podía saber cuál era con facilidad ya que consideraba cada cambio algo único que correspondía a alguna parte de ella. Lo único que pudo hacer fue concentrarse y no pensar en algo en concreto. El resultado fue una chica de rostro muy blanco, de ojos oscuros y de un cabello negro y largo como la noche. En verdad esa era su verdadero yo o simplemente era el reflejo de sus sentimientos actuales.

- ¡JA! No mientas, esa NO es tu verdadera forma. Niña tonta, pero me encargaré de que cuando salgas de aquí sepas muy bien quién es tu superior. Ahora vete a acomodar los expedientes.

Nada podía alegrar el día de la aprendiza a Auror, todo le había salido tan mal que sólo deseaba que se acabara el día, en su corazón aún había una esperanza de que todo esto fuera una horrible pesadilla.

En ese momento su pensamiento fue interrumpido por unos gentiles golpeteos a la puerta de la oficina. Casi en un movimiento automático abrió la puerta y no podía creer lo que veía era el director de su antigua escuela el mago más poderoso de todos los tiempos Albus Dumbledore. No él no porque tenía que verla de esta forma, tan humillante, rogaba con todo el corazón que no la reconociera.

Dumbledore se inclinó un poco para ver a la jovencita más de cerca y de inmediato dijo:

- Nymphadora, no hay duda que eres tú , pero ¿qué haces aquí?.

- Larga historia.

- Sí supongo, debo admitir que nunca me imaginé toparte en este lugar. Mira te presento a nuestro futuro profesor de Defensa en contra de las Artes Oscuras Remus Jhon Lupin.

Hasta antes de que Dumbledore lo mencionará, Tonks no se había dado cuenta de la presencia de su acompañante, un hombre que realmente se veía cansado y por la ropa vieja más no sucia que traía se podía asegurar que esta vida no lo había tratado muy bien.

-Hola yo soy Tonks bueno en realidad Nymphadora pero no sé que pasaba por la cabeza de mi madre cuando me lo puso así que sólo soy Tonks.

- Mucho gusto Tonks.

-Remus creo que es mejor que esperes aquí con Nymphadora, pero a los dos les digo que no saldré de esa oficina hasta conseguir el permiso que necesitamos.

Sin decir más palabras Dumbledore entro a la oficina de Dolores, y no pasaron ni dos segundos cuando…

-¡LO SIENTO DUMBLEDORE PERO NUNCA TE DARÉ UN PERMISO PARA EMPLEAR A ESE MONSTRUO EN LA ESCUELA, ÉL DEBERÍA ESTAR EN AZCABAN SIN VER NISIQUIERA UN RAYO DE SOL, ÉL EN CUALQUIER LUNA LLENA PODRÍA ATACAR A CUALQUIERA!

Remus Lupin se sintió a penado al oír esas palabras salir de la oficina, él aceptaba perfectamente que era un ser peligroso, pero aún así no le gustaba que la gente se enterara de su licantropía de esa forma.

Nymphadora Tonks no pudo evitar sentirse mal por lo incomodo de la situación, ya que el hombre se veía como una buena persona no como alguien peligroso.

- Hummmm , creo que nos han presentado mal Yo soy ENGENDRO DE LA NATURALEZA Y TÚ MONSTRUO , CREO QUE NOS LLEVAREMOS BIEN. Ja no es cierto sólo bromeaba , bueno en realidad si soy un error o genialidad de la naturaleza como quieras verlo.-Nymphadora Tonks metamorphamaga y tú?

Remus Lupin no pudo dejar de escapar una pequeña sonrisa, así que respondió al saludo de la siguiente forma.

-Remus Lupin , Monstruo para mis enemigos, hombre lobo cada luna llena.

-Muy bien mi querido hombre lobo que te parece si me acompañas a comer algo mientras ellos terminan la cual por lo que se escucha no será próximo.

Hace mucho que alguien no reaccionaba de una manera tan normal a su licantropía, la chica se veía dulce y alegre . Por qué no acompañarla a fin de cuentas él también tenía hambre y no quería quedarse a escuchar los diversos insultos que Umbrige le tenía preparado.

Lo sé es un poco largo y no tiene mucho R&T pero prometo que en el siguiente capítulo mejorará. No desesperen y denme una oportunidad, recuerden que el género al que estoy acostumbrada no tiene nada que ver con esto. Pero tengo esperanzas de que saldrá algo muy lindo.