Disclaimer: Naruto no es mío

Disclaimer: Naruto no es mío…uhhh

A/N: Meses… ¡Lo sé! T.T Realmente no tengo ninguna excusa, exceptuando una masiva falta de inspiración. Siento mucho haberme demorado tanto. Aprovecho de agradecer a todos los que se dieron el tiempo de escribirme:

Harui-Haruno, Beatrixrose, SakUra-UchIHa UzuMakI (por Dios, que nombre tan difícil de escribir,o), Liari-Zero, Sweetly.Nekko, Miss Rotten, dielprpa, linux-chan, XxDark-SakuraxX, Nami-Haruno ( ¡aquí esta el nuevo capítulo!), sofilynn666, Kikyoni, LunitaMoon, XxAkAtSuKI.ShIdOrYxX, Sharpey-00, DREIGNUS, MiaBathory (¿ donde estas mujer?), Akane-chan-yuna, Harlett, Lilith Hastelin y Himeno Sakura Hamasaki.

Quede sin aire, o mejor dicho, sin sensación en los dedos, pero no importa, ustedes lo valen.

Capítulo 8

Intoxicados

-El alcoholismo es una… ¿qué era?, oh sí, una dependencia que interfiere con…con mmm la salud…¿física?, ¿mental?, uhhh ¿espiritual?, pues…-

El resto fue un hilo de palabras incomprensibles que nunca nadie podrá adivinar, y si Sakura hubiese estado un poco más sobria, se habría espantado de si misma. Pero, debido a que en las presentes circunstancias se encontraba irremediablemente ebria, el hecho de que nada de lo que decía tenía sentido no le importaba en lo más mínimo.

- Tienes toda la rassón,-concluyó un igualmente borracho Deidara, quién se encontraba sentado frente a ella, en una limpia mesa (exceptuando las botellas, por supuesto), de una "acogedora" taberna- Es como una, una drroga, ¿no?, un- terminó forzadamente, a la vez que una entusiasta Sakura movía la cabeza en señal de aprobación.

Y es que ambos habían estado dando vueltas por la ciudad, o mejor dicho, Deidara lo hacía, mientras que arrastraba a una poco cooperativa Sakura, la cual olvidó todo intento de provocación cuando llegaron a la entrada de la feria principal de la aldea. De hecho, Deidara llegó a sorprenderse al ver como pasaba de indiferente a exaltada en menos de un segundo, y todavía albergaba la esperanza de que esos cambios de ánimo fueran sólo temporales. No creía que pudiese soportarlos constantemente. Incluso, confirmó su teoría de que las mujeres daban más problemas que beneficios. Especialmente una que podía hacerlo trizas en uno de esos "arranques".

Para Deidara, quién había vivido su infancia en esa aldea, y que ya conocía todo en ella, la feria no le parecía gran cosa. Pero para Sakura, quién nunca antes había siquiera oído hablar de ella, quedó completamente maravillada. Y es que el lugar era arte en si mismo.

Las tiendas que la componían se encontraban dispuestas a lo largo de una calle, la cual estaba bordeada por frondosos árboles de delicadas hojas blancas ( uno de los pocos tipos de árboles que existían en Iwa, y único de esa aldea). Las tiendas estaban hechas en la base de los árboles, y estaban hechas de esa madera, lo que daba la impresión de que eran extensiones del árbol mismo. Las ramas colgaban alrededor de las tiendas, y cuando uno se acercaba a ellas parecía estar entrando en un pequeño mundo aparte.

Cada una de ellas estaba diseñada de manera diferente y de acuerdo a lo que en ella se vendía. Una por ejemplo, vendía mariposas de cristal, en todos los tamaños y colores imaginables, las cuales además se movían y al hacerlo parecían emitir una tenue melodía. La tienda a su vez, parecía ser una mariposa en sí, y el blanco de los árboles le daba una sensación prácticamente irreal.

Sakura no pudo evitar sentirse impresionada, pues jamás había visto árboles blancos en su vida, y si bien había estado en muchas ferias en su propia aldea, no se podían comparar, muy a su pesar, con esta.

Su curiosidad fue aumentando a medida que avanzaban, y no tuvo otra opción que preguntarle a Deidara las cosas que quería saber, pues era obvio que él no se las diría por el puro placer de informarle. A regañadientes, y sabiendo que el infeliz no dejaría de molestarla, pero sin poder evitarlo, preguntó cómo se llamaba el árbol, a lo que su "compañero" contestó con una semi sonrisa que se hubiese visto atractiva en el rostro de cualquier otro hombre, y que dejaba en claro que sabía muy bien porqué le preguntaba.

Sakura, impaciente, insistió.

-¿ Y bien?-

Deidara la observó unos momentos más, todavía con esa sonrisa en el rostro, y luego dijo

-Se llama Alba-

-¿Alba?, ¿Por qué?- preguntó ella, extrañada. En verdad era un nombre particular para un árbol.

-Que se yo, un-

-No me vengas con eso, sabes muy bien porqué- replicó una enojada Sakura.

Deidara sólo hizo un gesto en señal de exasperación y dijo en un tono casi monótono.

-Dicen que obtuvo ese nombre luego de que un hombre pasara años bajo su sombra esperando a su pareja perdida, la cuál llegó a reencontrarse con él en los últimos momentos de su vida. Se reencontraron en la madrugada, y él murió al alba, el mismo momento en el cuál el árbol de tornó blanco-terminó, arqueando una ceja al ver el entristecido rostro de Sakura- ¿Y ahora que te pasa?, un.

-Tiene un triste origen-dijo ella.

-¡Es sólo una estúpida leyenda, un!- exclamó enojado, siguiendo el camino y obligando a Sakura a seguirlo. De ahí en adelante no contestó ninguna otra pregunta, y se irritó aún más cuando Sakura se demoró demasiado, según él, viendo las mariposas. No la dejó observar nada más, y la llevó directo a la taberna, en donde ella no se pudo aguantar más.

-¡Eres un maldito desgraciado!, no son mi problema tus estúpidas opiniones- le gritó

ella, prácticamente en su cara.

-¿A si?, pues que yo sepa la última vez que chequee, no tenías derecho ni siquiera a levantarme la voz, asi que ¡cierra tu maldita boca!- gritó Deidara, igualmente encolerizado.

La gritería de insultos se hubiese prolongado si no hubiese sido porque el dueño del local, al parecer ya acostumbrado, les dio gratis los primeros tres tragos, los cuales fueron vaciados con igual rapidez por ambos.

- Bebes como un marinero, y te crees mujer- le espetó Deidara, por el puro afán de molestarla.

Sakura, roja de rabia, respondió.

-Es mejor saber beber que que tener desfiguraciones en las manos, ¡idiota!-

Estaba tan encolerizada que no se dio cuenta de la manera inusual en la que él respondió. Se puso pálido, y la energía que parecía estarlo moviendo desapareció.

-¿Me estas desafiando?- preguntó, en un tono de voz leve y pausado, completamente distinto al que había estado usando.

-Cuando quieras- le contestó ella, quién no se iba a echar atrás ahora, pese a haberse dado cuenta del cambio de tono.

-Empezemos- dijo él, con una sonrisa tan llena de amargura que Sakura casi se arrepiente. Casi.

-Deberíamosss irnos, un- dijo Deidara, después de su trigésimo vaso-Todo me esta dando vueltas.

Al no recibir respuesta, abrió pesadamente los ojos, para ver a una dormida Sakura desparramada sobre la mesa. Sin poder despertarla, la llevó a cuestas hacia el "hotel", no sin antes sufrir varias caídas y ser objetivo de miradas indignadas en el camino, todo el tiempo maldiciendo la inutilidad de las mujeres.

Ya dentro de la habitación, su actitud cambió completamente. Su cuerpo se enderezó, y su rostro no tenía huellas de haber estado embriagado. La depositó lentamente en la cama, y mientras la observaba le murmuró algo que ella jamás recordaría:

-Que bien puedes sostener la bebida, pequeña-

A/N: Al fin, el capítulo 8, listo.

Poco, pero seguro, ya saben. .

Les aprovecho de contar que pronto subiré una historia que estoy traduciendo. Les advierto, eso si, que es yaoi. Pero en verdad es muy buena. Y si bien ya pude comprobar que no puedo escribirlo, no voy a dejar de leer buenas historias, y creanme, las hay,por poco convencionales parejas que tenga.