Capítulo 31: Epílogo

Bien, por fin llegamos al final y por lo menos yo ni me di cuanta cuando ya estaba colocando el Fin, pero bueno algún día tenía que acabarse ¿cierto? Me costó mucho terminarlo, ya sea por el cariño que le tomé a este fic tanto como a ustedes que se tomaron la molestia de leerlo y por eso les agradeceré para toda la vida.

Para terminar este capítulo les recomiendo dos libros y una canción los cuales me ayudaron en más de una parte de este final el cual espero de todo corazón que les guste.

Libros:

-Espérame Isabel de José Zabala de la Fuente.

-Once minutos de Paulo Coehlo.

Canción

-Odio el silencio de Basilos.

Por último agradecer a todas las personas que aúnque sea alguna vez se pasaron por ese fic: Ery Malfoy, Mary, Lindsay Fulham, Lostbrethilien, ana202love, Unhatahe, Jass, Oromalfoy, Marata1507, Mps94, Krissalis Potter, Darkred-sun, Clio Latiny, Dreyco, Miapottergranger, Joselynandrea, Xgirl1, Luzapotter, Annkora, Ana karen malfoy, Dubhesigrid, Boggart girls, Sam 93, vA, Yole, Bebasalinas, Eva, Karita34, Princesaartemisa, Angels46, Kanako, Dayis, Policp Malfoy, Lauriska Malfoy, Pekelittrel, DaniiBlack, Whitest angel, Zulyb6, Hermione-Malfoy35, Pilly, Beautifly92, Crysral.

Y también a todas las personas que se pasaron y no lo dejaron, también muchas gracias.

Muchas gracias, sin ustedes el fic no hubiera seguido adelante.

Ahora a disfrutar, espero.

Capítulo 31: Epílogo

Tú olor aún permanece en mí, por muchos años que pasaron tus huellas, aquellas que quedaron como cicatrices en mi cuerpo no desaparecían y al parecer tampoco pretendían hacerlo. No se que juego pretende el destino conmigo, pero sea lo que sea está siendo muy cruel.

Hace solo unas semanas lo encontré, en realidad el me encontró a mi. Aquella mañana salí de mi departamento y a los pies de la puerta se encontraba, el diario que durante siete años escribí y que hace doce dejé de hacerlo. Así es, han pasado doce años desde que dejé de verlos, hace doce años que tengo que imaginarme como se encuentran ustedes, cual fue la primera palabra de Connor, imaginar que intentaba dar sus primeros pasos tratando de acercarse a mi, luchar con mi interior para que hayas encontrado a alguien que te ame y por otro que jamás lo encuentres porque solo me perteneces a mí y a nadie más, tener que contentarme solo con lo que Blaise me cuenta de ustedes, tener que soportar como de a poco mi interior se va muriendo por no poder estar a tu lado y después sobrevivir con el pensamiento que todo este sacrificio fue por ustedes.

Una semana después

En un mes comienzan las clases en Hogwarts, sé que lo que hice fue arriesgarme demasiado, pero tenía la esperanza de que tal vez pudiera verlos. No sé como es Connor, no quise alguna foto de él, solo me mataría lentamente, tenía la esperanza de que si te veía andarías con él. Es su segundo año, ya habrá aprendido a volar, de seguro es excelente como su padre ¿no?

Cuando ya rendido de no encontrarlos, entré en una tienda de libros, amas los libros y me enseñaste también a hacer lo mismo, más de lo que ya hacía.

Fue ahí que me encontré con él, no puedo creer lo estúpido que fui al no notarlo, solo pude hacerlo cuando ya se había ido. Recorría cada uno de los pasillos, buscando algún libro que me sacara de la rutina y así poder sumergirme en otro mundo, un mundo en que los tres fuéramos felices.

Al llegar a un pasillo sin importancia, un libro en particular llamó mi atención, me acerqué al instante y tomé el libro "Espérame Isabel" decía en la portada.

-No parece un hombre que le agraden ese tipo de libros –dijo una voz que hizo sacar mi concentración del libro. Desvié mi mirada y un niño de cerca de doce años, de cabello castaño y mirada muy profunda que me miraba desafiante, aún no entiendo como no lo noté antes, sus ojos eran grises.

-Y ese no parece ser un libro que sea leído por un niño de tu edad –le dije al ver que en sus manos llevaba un gran libro de pociones avanzado, lo reconocí enseguida, yo tenía uno igual.

-Leí ese libro, para salir de la curiosidad del porqué mi madre lloraba tanto después que terminaba de leerlo y de algún modo puedo entenderla –dijo sin tomar en cuanta mi comentario- le aconsejo de que lo lea, tal vez le sirva de algo.

-¿Por qué piensas eso? –le pregunté algo curioso.

-Son solo cosas que pienso, no me tome en cuanta señor, aunque el tipo del libro era un imbécil que no sabía comportarse como un verdadero hombre, estuvo a solo pasos de perderlo todo por no actuar como era debido –dijo el frunciendo el seño y mirándome fijo.

-¿No eres aún muy pequeño para pensar así? –ese niño había llamado más que mi atención y ya sabría el por qué.

-La edad no tiene importancia en algunas cosas, hay personas mayor, supuestamente maduros, que toman decisiones estúpidas, solo por un arrebato, sin pensar –se mantuvo en silencio unos segundos y luego agregó –insisto en que lea el libro, puede que le ayude a tomar algunas decisiones.

-¿Quién eres? –le pregunté ya completamente confundido.

-Ya es tarde y mi madre me espera, hasta pronto, tal vez nos volvamos a ver algún día –se dio media vuelta y salió del lugar.

Segundos después salí de mi ensimismamiento y lo seguí. Me costó encontrarlo, pero una vez que lo hice, no pude acercarme, no al ver con quien se encontraba, no al ver quien era su madre, no al darme cuenta que había hablado con Connor, no al darme cuenta que el sabía que yo era su padre. Los observé unos segundos más hasta que se fueron. Como si mis pies se mandaran solos, volvía a la librería y compré el libro.

&

Leí el libro, tal vez Connor tenía razón y el libro me ayude a tomar algunas decisiones, solo tal vez.

Es igual a ti, no sabía si seguirías tan hermosa como siempre, pero no, ahora lo estás más, siempre que pensaba en ti, me preguntaba eso, volviendo a destrozar mi corazón al pensar en que hubiera pasado si me hubiera quedado con ustedes. Desde el encuentro con Connor que me he pasado todo el día en volver a verte, quizás solo unos segundos. Aunque de algo estoy seguro, desde que volví a escribir en este cuaderno, lo hice pensando en que algún día te lo entregaría, no sé precisamente en por qué, pero lo haré, tal vez de alguna manera algo extraña, intento que me perdones por lo que he hecho.

La próxima semana tengo una cena en casa de Blaise, Ariana va a su primer año en Hogwarts y mi amigo quiere hacerle una fiesta de despedida, pobre está desesperado, si hasta estuvo pensando en no dejarla ir por la gran cantidad de salvajes que andarán merodeando a su lechuguita, palabras textuales de Blaise, si esos "salvajes" son la mitad de lo que era mi gran amigo, yo también temería por mi hija.

En el más apartado rincón de mi corazón, el cual sé que no debo escuchar por el bien de ambos, deseo que estés en esa cena, ni te imaginas cuanto. Sé que está mal, que ni siquiera debo pensarlo, pero lo que aún siento por ti, después de doce años sigue tan latente como antes, e incluso más. El destino no ha querido cambiar las cosas y no pretendo desafiarlo, tendrá sus razones y quiero confiar en que son las correctas.

&

Quizás fue lo mejor para ambos mantener esa distancia aquella noche, no sabes los deseos que tenía de abrazarte, besarte, tocarte, llevarte lejos de ahí y hacerte mía nuevamente, no te imaginas la lucha que tuve con mi interior y con Blaise.

Esa noche llegué temprano a la casa de mi amigo, los extrañaba y a la vez necesitaba sacarle algún tipo de información de cómo se encontraban ustedes.

-Llegas temprano -me saludó- o me extrañas o estás muerto de hambre, mírate si ya casi no te ves, ¿Te estás alimentando bien?

-Sí Blaise, no te preocupes, es solo cansancio.

-Eso es lo que tú elegiste, nunca me imaginé viéndote trabajando con muggles y más aún defendiéndolos, aunque estoy seguro de cuales fueron tus razones –dijiste con una sonrisa, a la cual respondí, pues estaba seguro de que tus imaginaciones estaban en lo correcto.

-¡Tío Draco! –dijo la pequeña Ariana corriendo a mis brazos cuando me vio entrar en la sala.

-¿Cómo está mi ahijada favorita? –le pregunté con una sonrisa y tomándola en mis brazos, aunque ya era grande me gustaba hacerlo, pensando en mi interior que así tendría a Connor.

-Soy tu única ahijada.

-Por eso eres mi favorita.

-Ven acá Ariana, que si Draco te sostiene por más tiempo se caerá, estás muy debilucho, ¿te alimentas?, ¿comes?, ¿duermes lo necesario?, ¿descansas? –comenzó Pansy a interrogarme.

-A ver, sí, sí, nunca he dormido más de cuatro horas y no tengo tiempo, creo que ahí están respondidas tus cuatro preguntas –le dije sonriendo mientras le recibía una taza de café que me ofrecía por el frío que comenzaba a hacer.

-A Hermione no le agradará verte así -¿la taza en mis manos? Ahora en el suelo y Blaise, Pansy e incluso Ariana sonreían.

-¿Hermione? –pregunté sin notar aún donde se encontraba mi taza y al ver el rostro de Blaise me di cuenta de lo que ocurría- tú lo planeaste todo ¿no es cierto?

-Digamos que solo el cincuenta por ciento –me explicó aún sonriendo- el otro cincuenta por ciento fue planeado por Connor.

-¿Connor? No estoy entendiendo nada –esto estaba yendo demasiado lejos y yo no estaba preparado para verte, aunque lo hubiera deseado- esto no está bien, será mejor me vaya.

-¿Irte? Por Merlín Draco, si hay algo que tu no has sido nunca, eso es ser un cobarde –me dijo Blaise al ver que me había puesto de pie dispuesto a irme- además, no creo que quieras decepcionar a Connor ¿no?

-Eso es un golpe bajo Blaise –rendido volví a sentarme.

-Lo sé –dijo como si fuera lo más normal- soy un Slytherin de corazón, al igual que Connor.

Solo sonreí y me quedé en silencio. El día en que Blaise me contó que nuestro hijo pertenecía a la casa de las serpientes, mi pecho se infló de orgullo y espero que el tuyo también.

A la hora después, el anuncio de tu llegada hizo que mi corazón quisiera salirse por mi boca, debo admitir que jamás en mi vida me sentí tan nervioso y Pansy junto a Blaise disfrutaban verme así.

Merlín, estabas hermosa y no atiné a decirte nada. No sabía como reaccionarías estando presente frente a mí nuevamente, si escaparías, me golpearías, me gritarías, no sabía y eso me estaba desquiciando. Pero una sonrisa en tu rostro hizo que todo aquel temor que había sentido desapareciera como si nunca hubiera existido.

-Ahora veo la razón por la cual Connor insistía tanto en que asistiéramos a esta cena –dijiste mirando de reojo a Connor, quien solo mostraba una sonrisa torcida.

-¿Te arrepientes? –te pregunté sin darme cuenta que lo hacía.

-Para nada –tú mirada fija en mi, volvía a derretirme después de doce años- al parecer ustedes se conocen –contestaste refiriéndote a Connor y a mi.

-Sí, pero al menos yo no sabía quien era hasta que lo vi junto a ti en el callejón Diagon ¿no se él? –lo miré de una manera en que no lo hacía desde tantos años.

-Sí lo sabía, por eso me acerqué a ti –dijo con aires de suficiencia.

-¿Nos viste en el callejón Diagon? –Me preguntaste contrariada y al ver que asentía continuaste- ¿Por qué no te acercaste a nosotros?

-Yo, no los quería molestar, se veían tan felices, creía que era lo mejor.

-Por lo visto no has cambiado en nada.

Volví a mirarte y ya no pude sacar mi vista de ti, todo el mundo desapareció y solo estábamos nosotros dos. Ojala hubiera tenido el valor suficiente para abrazarte, pero no lo tengo, ojala hubiera sido más inteligente para haber pensado mejor las cosas antes de dejarlos, pero no los soy, ojala pudiera dejar de amarte para dejar de sufrir como lo estoy haciendo, pero te amo demasiado para siquiera intentarlo.

-¡Mamá! –Se escuchó una voz en la lejanía- ¡Mamá! –Estaba más cerca- ¡Mamá! –Las siluetas de los demás comenzaban a verse más visibles- ¡Por Merlín mamá reacciona!

Era Connor quien te hablaba. Despertamos del trance al mismo tiempo, tú sonrosada al notar lo que había ocurrido y yo sonriente al notar que aún sentías algo por mí.

-Mamá dice tío Blaise que pasemos a la mesa, ¿En qué pensabas? Pues no reaccionabas, te hablé casi cinco veces.

-Lo siento cariño, no te preocupes cariño todo está bien, vamos al comedor –vi. como te adelantabas con Pansy, Connor y Ariana, mientras yo me quedaba atrás con Blaise.

-Vaya amigo ¿qué fue eso?

-¿Qué cosa? –le pregunté sabiendo perfectamente a qué se refería.

-Vamos Draco, me ofendes si creer que no me di cuenta que entre ustedes los sentimientos están más fuertes que nunca.

-Vamos a cenar Blaise, mañana tengo mucho trabajo y tengo que levantarme temprano –caminamos en silencio al comedor y nos sentamos a la mesa.

La cena transcurrió con tranquilidad, se conversó de salud, trabajo y cosas tan triviales sin interés para nadie, ya que todos en esa mesa sabíamos el motivo de esa cena.

Al terminar la cena Hermione, sabía que tenía que hablarte y la oportunidad justa fue cuando nos dijiste que irías al tocador. Todos me miraron cuando saliste de la sala, incluso Connor, el cual me miraba con una sonrisa.

-Ve –me dijo Connor- es la única oportunidad que tendrás en mucho tiempo, tienes todo mi apoyo... papá.

Me dijo papá ¿lo sabías? nunca tuve el momento para agradecerte que le dijeras que yo era su padre y cuando lo escuché decirme papá supe más que nunca que debía hablar contigo.

Subí rápido las escaleras hacia la segunda planta y te esperé fuera del cuarto. Creo que fueron cinco minutos los que te esperé, hasta que la puerta se abrió y saliste por ella. Pero no esperé que fuera así. Tenías el rostro rojo y los ojos hinchados. Habías llorado.

-¿Estás bien? –te pregunté preocupado.

-Sí –dijiste seguido de un suspiro- es solo que nunca debí haber venido, verte me hizo mal, no soporto verme así sabiendo que quizás tu estás ya con otra mujer y yo aún sufriendo por ti.

-¿Crees que estoy con otra?

-Es lo más seguro ¿no? –Dijiste casi a la defensiva- doce años es mucho tiempo para estar solo.

-No sabes lo que estás diciendo.

-Por favor Draco, no me digas eso, te fuiste de nuestro lado, ya nada podría pasarnos y aún así lo hiciste –comenzabas a llorar nuevamente.

-Te dejé una carta –ya no podía aguantar lo que me estabas diciendo y peor si lo hacías llorando.

-Una carta no es nada, sabes lo que sentí cuando me di cuenta que lo único que me quedaba de ti era esa maldita carta., ni te imaginas cuanto me odio al recordar que aún la tengo guardada –me mirabas confundida, no sabías si odiarme o seguir amándome- muchas veces intenté deshacerme de ella, pero no podía y ahora te apareces como si nada hubiera pasado –esperé, quería que te desahogaras por completo- como si nunca hubiera existido nada entre nosotros –bajaste la mirada y ya no dijiste nada más.

-¿Quieres que te diga lo que realmente está pasando con mi vida? Te lo diré, ¿sabes en qué trabajo? –Al notar que guardabas silencio continué- soy abogado, sí de muggles, ¿y sabes por qué? Porque es la única manera en que siento que estoy más cerca de ti, ¿sabes lo que más odio? Es llegar a mi departamento, porque sé que estará solo y en silencio y es ahí cuando escuchó tu voz llamándome, cuando veo tu silueta frente a mí en la oscuridad, es por eso que odio estar solo, es por eso que odio el silencio, es por eso que a veces deseo mandar todo a la mierda y volver junto a ustedes, peo no lo hago, porque prefiero estar mil años solo que saber que sus vidas corren peligro cuando están junto a mí.

No noté que había alzado la voz y que estaba gritando alejado de ti. Te miré y no reaccionabas, no sabía que esperar en ese momento por eso antes de que dijeras algo que me hiciera sentir peor, te hablé por última vez.

-Así que no digas que actúo como si nada hubiera pasado entre nosotros, por favor no lo hagas, no lo merezco.

Guarde las facciones de tu rostro por última vez en mi cabeza y me alejé de ti ya no volvería a molestarte nunca más. Bajé las escaleras derrotado. Volví a la sala y me acerqué a Connor.

-Tal vez algún día nos volvamos a ver en la librería, de todo corazón espero que sí –dije tomando sus manos y luego besando su frente.

-Gracias por la cena chicos, hasta pronto cielo, disfruta Hogwarts, lo pasarás bien –me despedí y salí de la casa.

&

Mamá bajó cinco minutos después de que papá se hubiera ido.

-¿Lo he arruinado, no es cierto? –preguntó sentándose junto a mí en el sillón.

Tío Blaise y tía Pansy asintieron a la vez.

-Yo... no sabía en que estaba pensando cuando dije todo eso, no sé porque lo dije, pero es que aun sigue con esa idea de que junto a nosotros está arruinando nuestra vida, es tan terco.

-Al igual que tu –le dije con una sonrisa.

-Actuaste así porque aún lo amas –le dijo tía Pansy.

-Y él aún actúa así porque quiere que tú le digas que quieres que vuelva, es un Slytherin recuerda y no volverá hasta que tu se lo pidas, ya ha pasado bastante tiempo, él sabe que ya no corren peligro junto a él, eso que dice ahora es solo un escudo, temía que tu llegaras a esta cena con alguien más –agregó luego tío Blaise.

-Ya es muy tarde, no se donde podrá estar ahora –dijo mi madre abatida.

-Cada vez que Draco cena aquí se va caminando hacia su casa, no se que tiene, pero disfruta caminar –comentó tío Blaise.

-Y yo me quedaré a dormir aquí –dile sonriéndole- ¿Me puedo quedar aquí cierto?

-Por supuesto cielo, aquí siempre serás bienvenido –dijo tía Pansy mirándome con cariño y luego cambiando de expresión miró a mi madre ceñuda- ¿Qué haces aún aquí? Ve por Draco, por muy testarudo que sea no merece esperar tanto, ya vete.

Mi madre se levantó de prisa, me besó y se fue en busca de mi padre. Si Merlín estaba de mi lado, mañana comenzaría mi nuevo año en Hogwarts con mis dos padres.

Recuerdo que extraí del pensadero de mi madre de forma clandestina al no querer facilitármelo. (Pero finalmente relatado por ella)

Al salir de la casa corrí sin saber exactamente hacia donde me dirigía. La noche ya estaba completamente sobre mí y no facilitaba en nada que mi mente se aclarara para saber que camino tomar. Nunca tuvimos un lugar característico, como en esas típicas películas muggles en que los protagonistas sabían perfectamente hacia donde ir para encontrar a su amado. No, este no era el caso.

Me entregué a la suerte, si la vida quería que volviéramos a estar juntos decidiría de forma correcta.

Doblé por un camino que había a mi izquierda y solo corrí. Miraba a todo el mundo que se me aparecía, pero en ninguna persona veía el rostro de Draco, nadie tenía esa mirada profunda y arrogante que me hipnotizaba y que con el paso de los años nunca dejé de amar.

Cerca de dos horas fueron las que corrí en su busca y finalmente contra toda mi voluntad me rendí. Me acerqué a una banca y me sentí cansada, rendida y abatida. Lo había intentado, por Merlín que lo había intentado, no lloraría, ya no, quizás así deberían pasar las cosas, todo era parte del juego de aquella personita que manejaba nuestras vidas. Decidí quedarme unos minutos en aquel lugar, los cuales se convirtieron en horas, me sentía bien y tranquila, sabía que Connor estaría bien en casa de Pansy y Blaise, solo quería disfrutar de la tranquilidad del lugar unos minutos más.

Veía pasar algunas parejas abrazadas, tomados de la mano, besándose, prometiéndose amor eterno. Me levanté con tranquilidad y me acerqué a una fuente que se encontraba en medio del parque. Prometiendo en ese lugar que todo cambiaría a partir de ahora, que todo iba a ser diferente.

-Este nunca fue nuestro ligar favorito.

No era un niño, no era alguien que iba pasando por el lugar. Mis piernas temblaron cuando escuché su voz.

-No, nunca lo fue, ni nunca lo tuvimos –dije mientras me daba vuelta lentamente y lo veía frente a mí. Draco llevaba un ramo de rosas y los ojos llenos de luz.

-¿Desde cuando estás detrás de mí? –le pregunté aún sin acercarme a él, ni el acercándose a mí.

-Te vi desde el momento en que llegaste a este parque, yo ya estaba aquí, podría haberme acercado, pero me he vuelto cursi y romántico, incurablemente romántico, así que creí que lo mejor sería esperar un poco, comprarte las flores y tener la certeza de que esto era lo que tu querías, que me esperabas, que todas las determinaciones y la voluntad del mundo no bastaban para impedir que el amor cambie las reglas de un momento a otro. No cuesta nada ser como en las películas ¿no crees? –me dijo sonriendo y sonreí con él al recordar lo que había pensado momentos atrás sobre las películas.

Me acerqué a él sin ninguna curiosidad por saber que pasaría después y lo besé, ya sin importar nada más

&

Y esa es la historia de mis padres, contando en diferentes puntos de vista, por diferentes personas. Ahora ambos trabajan en Hogwarts, aunque a veces mi padre quisiera volver a trabajar como abogado. ¿Qué ocurrió con los demás? Bien les contaré para que no se queden con las dudas.

Pansy y Blaise siguen siendo tan unidos como siempre y mucho más aún, ahora que esperan a su segundo bebé. Ginny y Tom se casaron por supuesto, Ginny es aurora y Tom ministro de magia, así que imagínense la fama que tienen. Hace cinco años que tuvieron a su primer hijo, se llama Oliver. Y finalmente Ron y Luna, aun no se casan, pero si son pareja, se dedican a viajar por el mundo, buscando criaturas que solo Luna puede ver y al parecer Ron está comenzando a verlas.

Comenzó siendo un diario de Draco Malfoy y terminó siendo un diario familiar. Todo esto le ocurrió a mi padre dos años después de salir del colegio, mejor dicho al terminar de estudiar. La vida trae muchas sorpresas y da muchas vueltas, quizás eso de la aventura viene en la sangre, ¿quién sabe? Tal vez sea yo quien comience a escribir un diario con las aventuras de mi vida cuando salga del colegio "Dos años después"

&

Les gustó? Espero que si o sino mi objetivo no está cumplido, pues lo hice con lo que quería que pasara aunque estuve tentada en dejarlos separados, pero después lo pensé mejor así que ahí tienen.

Nos vemos en un próximo fic que se viene en camino, porque no se olvidarán de mi tan fácilmente.

Y tal vez agregaré un próximo capítulo para agradecerle a todos los que dejaron su rr, pues quiero agradecer de forma más personal. Bueno un beso y hasta la próxima.

P.D. los libros que coloqué al principio los recomiendo, son muy buenos de verdad. O cualquiera de Pulo Coelho es muy buen escritor.

Adios.