Hubo una sequía de inspiración muy prolongada. ¡Lo siento! ToT

·

Y si pido a Pot de cumpleaños, ¿Funcionará? o.o

·

Capitulo 4.- El secreto se esparce

Ryoma giró sobre sus talones de manera mecanizada. Estaba dispuesto a regresarse al salón solo para saltarse aquellos obstáculos. Pero, si llegaban a verlo, la idea se iría completamente al fracaso.

- ¡O'chibi! -

- Ya me vio – Pensó de golpe.

- ¡Ryoma-kun!, ¡Corre! – Gritaba Sakuno. Que en medio de su desesperación se jalaba las dos trenzas, casi como si quisiera arrancarlas.

Pero por mucho que gritara, por mucho que se jalara las trenzas y por mucho que suplicara. Ryoma no se movia ni un solo centímetro.

El cerró los ojos, y aspiro profundamente. De esa manera se preparaba cuando estaba conciente de que Eiji lo saludaría con unos de sus efusivos abrazos. Contó los segundo mentalmente, si lo hiciera en voz alta, podría asustar a Sakuno.

- ¡O'-CHI-BI! –

No logro llegar al 10, cuando fue rodeado por unos brazos fuertes, que lo apretaban, estrujaban, estiraban, asfixiaban, y todo lo que se le asemeje a una estrangulación.

Por esa razón, a los abrazos de Eiji los llamaba "Abrazos asesinos". Por el simple hecho de que si uno no se preparaba mentalmente para recibirlos o bien no estaba acostumbrado, podía "morir" en medio del saludo.

Sakuno tenia suerte, mucha suerte, por que ella no estaba de un tamaño adecuado para ser saludada por Eiji, ya que en los ultimo años, extrañamente Eiji y Sakuno se habían hecho muy buenos amigos, así como el resto del los ex-titulares. Cosa que por muy rara que parezca no le agradaba mucho.

Esperen…

¡Sakuno!

A estas alturas Sakuno ya podría estar…

Ante aquel escalofriante pensamiento Ryoma clavo su mirada en el hombro en el que minutos antes Sakuno había estado sentada.

Pero no la vio.

Al instante, reunió fuerzas y se safó de un solo tiron del abrazo asesino de Eiji, que ahora con mucha razón los llamaba así.

Despeinado, algo rojo por el forcejeo, y sobretodo invadido de repentina preocupación estaba Ryoma en ese instante.

Miró de reojo a su hombro.

- ¿Qué sucede O'chibi? –

- Nada – Le contestó secamente.

- Ahora ni el minuto dure saludándote –

Ryoma ignoro el comentario. Eiji estaba extrañado, pero luego como arte de magia, cambio su expresión a una alegre, como si se hubiera olvidado del asunto. Después, se alejó corriendo con dirección a Momoshiro, quien estaba hablando animadamente con algunas chicas, a las afueras de la escuela.

Ryoma nisiquiera cuenta se dio que Eiji se había alejado.

- Sakuno – Susurró levemente. Llamándola.

Fuji, quien seguía ahí parado, sonrió más ampliamente.

Ella, a pesar de que la cabeza le daba muchas e interminables vueltas, escuchó perfectamente la que, a sus oídos, era la voz más exquisita del mundo. Además, noto con alegría que la había llamado por su nombre y no por su apellido, como acostumbra hacerlo siempre. Sonrió con dificultad. Aun le daba vueltas todo.

- Aaauch… mi... c-cabeza...- Murmuró para si.

Ryoma suspiró aliviado.

- Me entere de que Ryuzaki-san desapareció. ¿No has intentado buscarla? – Pregunto Syusuke al oír como Ryoma decía su nombre en silencio. Y luego suspiraba. Claro que, el se imagino razones muy distintas a las que en verdad eran.

- No – Contestó cortante. Era estupida aquella declaración de Syusuke. ¿Cómo no se iba a enterar que Sakuno había desaparecido si había cientos de fotografías pegadas en todas las paredes de la escuela y además contaban con la gran vocera de Sumire? Al que no le quedara claro que Sakuno había DE-SA-PA-RE-CI-DO, era un completo…

- ¡Hey Ryoma!, ¿Sakuno desapareció? –

Idiota.

A Momoshiro no le respondieron, el simple hecho de contestarle a el le parecía una idea absurda. Por otro lado, Ryoma seguía mirando su hombro para lograr ver a Sakuno. Tenia la seguridad de que estaba viva, pero quería verla completa.

Casi como si Sakuno hubiera escuchado los pensamientos de Ryoma, asomó su pequeña y adolorida cabecita por debajo de la camisa de el.

- Estoy… bien Ryoma-kun, so...lo uno poco… m-mareada. –

Ryoma no pudo evitar sonreír.

No una sonrisa arrogante ni desafiante, de esas que siempre solía mostrar al ganar un partido, no, no era ese tipo de sonrisa. Era una que solo demostraba alivio.

- ¿Y ahora que le pasa a Ryoma? Se la ha pasado todo el rato mirando su hombro y ahora esta sonriendo solo… – Le dijo Momoshiro a Eiji desconcertado.

Syusuke sonrió. El pensaba que todo eso de Sakuno desparecida tenía algo que ver con Ryoma. No del todo lo que pensaba estaba acertado, pero bien, se le acercaba un poco.

- Hey Ryoma ¿Qué te pasa? –

- Nada-

Respondió, aun con aquella sonrisa. Eiji y Momoshiro lo observaron fijamente por unos segundos, para tratar de encontrar algún indicio del porque de su actitud tan extraña, pero fue inútil. El impasible rostro de Ryoma que ahora estaba adornado con aquella extraña sonrisa, que juraban nunca haberle visto, no podía ser descifrado. Al final, como buenos perezosos decidieron ahorrarse la molestia de pensar en el asunto y mejor olvidarlo.

- Creo que mejor vamos a ver a Sumire-sensei, ha llorado demasiado. –

- Si, pobre Oishi, mira como tiene el hombro –

Miraron un segundo al agobiado Oishi tratando de calmar a Sumire. Suspiraron con pena por su amigo. Después, se dirigieron hacia ellos, quizás con el fin de brindarle algún apoyo.

Fuji camino unos cuantos pasos. Pero al darse cuenta de que Ryoma no había avanzado nada, pregunto:

- ¿No piensas venir? –

- En un segundo los alcanzo –

Syusuke asintió y se fue.

- ¿Ya puedo… salir Ryoma-kun? –

- Si – Respondió con rapidez.

Sakuno salió de por debajo de la camisa de Ryoma. Estar tanto tiempo ahí dentro ya la tenia mareada. No por el abrazo de Eiji. No, estaba mareada por otras cosas, por ejemplo… el fascinante aroma de Ryoma que se podía aspirar como si fuera el mas caro de todos los perfumes y encima, sintiendo el contacto de su tibia y bronceada piel contra su débil y pequeño cuerpo, contando todos los movimientos de respiración de su fornido pecho al subir y bajar de manera leve y acompasada, el peculiar cosquilleo que le provocaban los oscuros cabellos de Ryoma al llegar siquiera rozar su cuerpo provocándole repentinos escalofríos por toda su espina dorsal. Todo eso, la tenía… mareada.

¿Quién no estaría en lo mismo?

- Sakuno –

Llamó por segunda vez, pensó que talvez la primera vez había hablado muy despacio.

- ¿Segura que solo estas mareada? –

- Eh… si – respondió a duras penas – Es solo que… tengo un poco de… miedo –

Hubo un silencio, un silencio incomodo. Parecía que Ryoma estaba pensando muy bien en las palabras que iba a responderle. Mientras, Sakuno se avergonzada de si misma por su absurda debilidad.

Ryoma suspiró resignado

- Calma Sakuno, no tocaré la raqueta –

Sakuno se sorprendió. ¿Iba a dejar de jugar su preciado tenis solo por… ella?

- Gracias -

Quería decirle muchas cosas, pero no pudo. Solo logro pronunciar un pequeño "gracias", que disfrazaba a un sin fin de palabras, que ni habladas podrían haberse expresado en su totalidad.

---

- ¡MI QUERIDA NIETA! – Sumire lloraba de una manera muy escandalosa.

Sakuno se sintió muy mal. Ella era la culpable de que su abuela estuviera así.

- Calme Sumire-sensei, nosotros buscaremos a Sakuno-chan, ¡Y no descansaremos hasta encontrarla! – Propuso Eiji a lo que todos asintieron, unos con más entusiasmo que otros.

Ryoma sonrió de forma arrogante, por más que la buscaran no la encontrarían.

- Mira Momo, esta volviendo a sonreír sin motivo – Le susurró Eiji a Momoshiro.

- Lo se, talvez con un partido se le quite. –

Eiji sonrió de manera aprobatoria.

- ¡Hey Ryoma! – Lo llamó.

Pero Ryoma al no ver nada de interés y al tratar de abstenerse a su vicio predilecto, quería retirase lo mas pronto posible, por lo que estaba recogiendo algunas de sus cosas.

- Sumire-sensei, faltare a las prácticas. –

No había sido una pregunta para un permiso, había sido una aclaración.

- ¿¡QUEE!? – La sorpresa se hizo notar muy rápido por parte de la mayoría de los presentes.

- ¿Te sientes bien Ryoma? – Preguntó Oishi.

- De acuerdo a mis datos, hay un 75 de probabilidades de que Ryoma este así por la desaparición de Sakuno. –

Sakuno enrojeció.

- No… es por eso – Ryoma se controló lo suficiente como para no tartamudear.

- ¿Entonces? – Insistió Eiji.

- ¡Nunca te habías negado a un partido de tenis! –

- Siempre hay una primera vez- Ryoma se acomodó la mochila, y dio unos cuantos pasos. En realidad, esa frase tenía más significado para Ryoma que para todos los demás.

- ¡Hey O'chibi! ¿De veras no vas a jugar? –

- No –

- ¿Por qué? – Pregunto rápidamente Momoshiro.

- No tengo ganas –

- ¡Eso ni tu te la crees! –

- ¡Tiene miedo! – Gritó Eiji divertido. Había dado en el mero punto.

Ryoma dió media vuelta y los miró de manera furibunda.

- Vamos Ryoma, no nos mires así – Dijo Momoshiro de manera amistosa. De repente, hizo algo que aunque pareciera un simple gesto de amigos, no lo era. Momoshiro lo empujó "levemente" de uno de sus hombros. Al tocar la mano de Momoshiro con el hombro de Ryoma…

Sakuno salió volando.

No es que Ryoma viera todo en cámara lenta, como en las películas. Más bien se debía a la gravedad de la situación, y el hecho de que la vida de Sakuno temblara en un hilo muy delgado.

Todas las imágenes pausadas que veía proyectadas lentamente en su cabeza, hicieron que Ryoma nisiquiera se detuviera a pensar en que hacer, todo había sido por un impulso de último momento. En su mente solo estaba "Sakuno".

Se tiró al piso, como cuando los beisbolistas se tiran para cachar las pelotas. Y así, con los brazos y palmas extendidas, logró salvarle la vida a su, ahora, protegida.

- ¿Estas bien? – Preguntó al instante, con una voz fuera de lo normal. Se escuchaba preocupada y hasta cierto punto, desesperada.

- S-si...-

Ryoma cerró los ojos y pegó su frente con el piso.

- ¿Ryoma-kun? –

- ¡Ryoma! –

Ryoma levanto la cabeza y encerró a Sakuno es sus manos, haciéndole una especie cuevita. En seguida, se levantó aparentemente despreocupado.

- ¿Pero qué te esta sucediendo hoy? –

- Nada –

- Estas actuando muy extraño… -

Enfocaron su vista en las manos de Ryoma que extrañamente las tenía como si ocultara algo.

- ¿Qué tienes ahí? – Preguntó Momoshiro, olvidando todo lo que anteriormente le había estado diciendo a Ryoma en su cara.

Ryoma casi por inercia, escondió sus manos por detrás. Aquello había sido lo mas estupido que podía haber hecho.

Eiji, Momoshiro e Inui, sonrieron malévolamente, acercándosele.

El delantero del trío, Inui, con una sonrisa más maliciosa que la de los otros dos restantes juntos, preguntó:

- Tu has estado ocultando algo todo este tiempo, Ryoma, y yo aunque tenga muchos datos, no logro descifrarlo… - Sonrió aun mas.

- ¡Que muestre las manos! – La vocecita ruidosa de Eiji se hizo sonar en gran parte de las canchas.

- Que no abra las manos, que no abra las manos, que no abra las manos… - Se repetía insistente, o más bien, pedía insistente.

- No es nada – Intentó evadir todo el problema con eso, pero obviamente no funcionó.

- ¡Oh si que traes! – Le contestó Momoshiro. Los otros dos lo miraban acusadoramente. Inui con un brillo de burla y malicia.

Eiji, quien era el más desesperado, se acerco rápidamente y comenzó a jalonearlo del brazo. Momoshiro al ver la iniciativa se acercó también. Uno tiraba del brazo izquierdo y el otro del derecho. Inui, prefirió no ensuciarse las manos y decidió quedarse con el lápiz en la mano, en caso de que Ryoma dejara ver lo que traía, o dijera cualquier cosa importante.

Sakuno, chocaba con las paredes de las manos de Ryoma. De arriba abajo, de un lado al otro.

- ¡Vamos Ryoma!, ¡Déjate! – Dijo con algunas trabas, a causa de que estaba poniendo mucha fuerza en su trabajo.

- ¡Solo veremos tantito! – Gritó al tiempo que lo jalaba con fuerza innecesaria.

Ryoma no hablaba, el se mantenía concentrado en no permitir que sus manos se abrieran, seria muy peligroso que vieran a Sakuno… así.

Jalones, tirones, e incluso golpes estaba recibiendo Ryoma en ese momento.

¿Y por qué?

Por el pequeño problema con dos trenzas largas y centellantes ojos rubí achocolatado.

Pero ahora, se preguntaba ¿Valía la pena estar en esos embrollos, solo para salvarle el pellejo a Sakuno?

Y pese a que lo primero que se contestaba era una negativa, el sabia muy bien, que aunque lo negara, sabía que todo eso valía muy bien la pena.

- Vamos Momo, a las tres tiramos – Ordenó Eiji. Comenzaba a cansarle el estar maltratando al pobre de Ryoma.

Momoshiro asintió.

- Una… -

Ryoma logró ver como Eiji y Momoshiro respiraban pausadamente, sin soltarlo claro esta, era como si… estuvieran reuniendo fuerzas.

- Dos… -

Si llegaran a jalarlo de esa manera, Sakuno seguramente saldría volando de nuevo, y dudaba mucho que fuera a volver a cacharla como la vez anterior.

Se sintió derrotado.

- Por favor Ryoma-kun, no habrás las manos – Suplicó, aunque Ryoma no la mirara, ella sentía que el sabia lo que ella estaba pensando en esos momentos.

- Lo siento Sakuno – pensó.

- ¡Tr... –

- ¡Esta bien! –

- ¿Tres? – Concluyo su frase Eiji, con un tono de confusión.

- ¿Te rindes Ryoma? – Preguntó sorprendido. Había olvidado por completo la idea de tirar de el con todas sus fuerzas.

- Si – Para Ryoma decir esto era sumamente difícil. Era un gran golpe a su colosal orgullo. Simplemente se sentía humillado.

- ¡NO! – Grito desesperada Sakuno, últimamente había estado teniendo mucho ese sentimiento de desesperación.

Ryoma suspiro. Casi cansado.

Todo se mantenía en silencio. Inui tenía el lápiz a menos de un centímetro de distancia del cuaderno. Momoshiro y Eiji tenían unos ojos llenos de curiosidad., Oishi no prestaba mucha atención al asunto, estaba acostumbrado a ver en pleitos y jaloneos a esos tres, que para el ya era un asunto plenamente normal. Sumire, seguía llorando y Syusuke solo sonreía.

- ¡Ya abre las manos! – Ordenó impacientado Momoshiro.

Ryoma, empezó a abrir sus manos lentamente…

Sakuno, ya podía ver una ligera franja de luz, que separaba una mano de la otra. La contempló por unos instantes, para después centrarse en otros pensamientos.

- Bien, trata de verte natural Sakuno, natural… - Sonrió para si de forma maltrecha. – Tengo que verme tranquila…

La línea de luz, se hacia cada vez mas grande. Hasta que por fin, esta dejó ser una línea y las manos de Ryoma, dejaron de ser paredes, para convertirse en solo un liso muro que sostenía en su centro a la mini-Sakuno.

Todos se acercaron, curiosos y ansiosos por ver que era.

¡… !

- O.O – La sorpresa no cabía en sus rostros.

-¿Hola? – Sakuno soltó una risita nerviosa.

Hubo un silencio profundo y sepulcral.

- O.O-

Al parecer, aun no asimilaban bien la situación.

- ¡Sakuno-chan! – Eiji, rompió el silencio.

- ¿S-sakuno? – Sumire estaba tan sobresaltada que no hablaba bien.

- Hola abuela – Saludó cordialmente Sakuno.

Sumire se desmayó al instante.

- ¡Abuela! – Gritó Sakuno alarmada.

Oishi y Syusuke, la cargaron hasta desaparecer doblando hacia la derecha, con dirección a la enfermería.

- ¡Abuela! – Volvió a gritar Sakuno, olvidándose de que Momoshiro y Eiji aun la miraban con la boca abierta. Y de que Inui, sacaba humito por la impresionante velocidad con la que escribía.

- ¿Sakuno-chan?, ¿De veras eres tu? – Aquella pregunta había sonado tan inocente que daba una ternura extraordinaria.

- Eh... si… Eiji-san – Solía llamarlo así, porque Eiji no le hacia caso si lo nombraba por su apellido.

- ¡Si!, ¡Si eres Sakuno-chan! –

- ¿Por qué estas de ese tamaño? O.O – Momoshiro nisiquiera saludó, estaba muy concentrado en articular la pregunta mas primordial de todo este asunto.

Sakuno pensó un poco la respuesta.

- No lo se, solo recuerdo que me levante en la habitación de Ryoma-kun y enton… -

- ¡¿En la habitación de Ryoma?!, ¿¡Ryoma que le hiciste!? O.Ó –

Ryoma se alejó un poco. Estupefacto ante la repentina acusación.

- Yo no le hice nada – Aclaró antes de que lo bombardearan con otra pregunta, aunque tenia la ligera sospecha de que su magnifica aclaración no serviría de nada.

- ¡No!, Ryoma-kun solo me ha estado ayudando todo el día…El no ha hecho nada malo - Explicó Sakuno, al notar que Momoshiro y Eiji seguían con la misma mirada acusadora.

Momoshiro comenzó a hablar de un montón de cosas sin sentido, de que tenían que ver a un doctor, a un científico, también habló de la posibilidad de llevar a Sakuno a los noticieros de la cuidad o anotar un record Gines de la persona mas pequeña del mundo. En fin, cosas sin relativa importancia.

Entre tanto habladero, Eiji tenía su tierna mirada inocente fija en un punto en específico.

- ¿Qué sucede Eiji-san? – Preguntó Sakuno, al percatarse que Eiji no le quitaba la vista de encima.

- ¿Por qué tienes esa ropa Sakuno-chan? o.o – Fue directo al grano.

Esa había sido una pregunta tan vergonzosa, que de haber sido hecha con otro tono de voz o otro tipo de mirada, Sakuno se hubiera sentido evidentemente ofendida, pero como era Eiji el que preguntaba, lo hacia con asombrosa inocencia y curiosidad, como si fuera un pequeño niño preguntando de donde salen los bebes.

Ryoma se sonrojó un poco ante la situación. Mientras que Sakuno instintivamente se cubrió con sus manos, a la vez que se sentaba con lentitud en las manos de Ryoma.

- ¡Eres un tonto Eiji!, ¿Qué no ves que esta así porque hace mucho calor? –

Ryoma le mandó una mirada furiosa.

De repente, Inui, quien se había mantenido ensimismado en su libreta se adentró en la conversación.

- Tengo una teoría – Dijo con arrogancia, a la vez en que se acomodaba sus gafas y estas soltaban un cierto brillito enigmático, provocado por los rayos del sol. Luego, prosiguió – Pienso que Ryuzaki-san ha sido convertida por algún hechizo o algo parecido. Lo mas seguro es que el culpable de esto halla sido algún brujo. Normalmente no creo en este tipo de cosas, pero dado a que lo he visto con mis propios ojos, no me queda otra más que pensaren esa posibilidad. Aunque… – Se tomó el mentón de manera concluyente – No tengo ni la menor idea del propósito de volver… diminuta a una ser humano cualquiera. No le veo el porqué -

- Pero… no me respondiste Inui. ¿Por qué Sakuno-chan esta vestida así? – Insistió de nuevo Eiji.

- Eso es obvio, al disminuir su estatura y peso corporal, la ropa que debió haber estado usando en el momento del hechizo quedó en su tamaño normal, mientras que Ryuzaki-san se encogía hasta llegar a 3 cm., su ropa, dondequiera que este, sigue midiendo exactamente lo mismo. –

- ¿Quieres decir que alguien hizo chiquita a Sakuno-chan solo para quedarse con su ropa? –

- Es una posibilidad, el brujo podría ser un completo pervertido –

Sakuno se transformó en una fresa viviente. Y Ryoma, aunque no lo hiciera notar, estaba enojado.

- Pues… yo pienso que debemos conseguirle algo de ropa normal a Sakuno. – Propuso Momoshiro.

- Si yo también creo lo mismo. –

Inui asintió al igual que Ryoma. Era irremediable el hecho de que tenían que vestir a Sakuno con ropas más cubridoras. Últimamente su mente se había estado turbando por tener a Sakuno con tales pedazos de telas.

Todos pusieron caras pensativas por algunos segundos y de repente, a Eiji se le encendió una pequeña lucecita dentro de su cabeza. Tenía una idea.

- ¡Ya se! – Gritó con júbilo.

Los demás solo lo miraron, como indicando que dijera lo que estaba pensando.

- Cerca de la hamburguesería, hay una tienda de muñecas. Mi hermana solía ir ahí de pequeña. Lo más seguro es que en ese lugar encontremos ropa que le quede a Sakuno-chan. – Eiji sonrió antes su brillante idea. Que bien o mal, era una muy brillante idea.

- Tiene algo de lógica – Respondió Inui pensativo – Las únicas ropas que se fabrican de ese tamaño son para muñecas. –

Sakuno se sintió avergonzada y a la vez asustada de que le fueran a comprar ropa de muñecas. Siempre esas vestimentas acostumbraban ser muy… cursis. Pero de eso a lo que traía puesto, prefería verse ridícula.

Ryoma no dijo nada. Su cabeza estaba volando en sabrá Dios que cosas. Y no era nada relacionado con tenis.

- Y… ¿Sabes cuánto cuesta algún vestidito de esos, Eiji? – Preguntó Momoshiro, quien se preocupaba por que su billetera no quedara vacía muy pronto. Aún recordaba que le debía una buena cena a su novia. Y eso era gasto asegurado.

- Eso no lo se, podríamos preguntarle a mi hermana – Contestó Eiji.

- Cuestan 10 dólares cada uno. Y entre mas lujosos mas caros, los que traen sombrero y zapatos, se le eleva el precio. – Interrumpió Inui automáticamente, hablando como si fuera un robot. Parecía como si se supiera los precios de memoria.

- Oh, son algo caros –

- Si –Suspiró – Espera, ¿Cómo sabes cuánto cuestan? – Momoshiro tenía una mirada de juez culpador.

- Eh… a-a veces acompaño a mi…prima. -

Los otros como que no creyéndose nada, siguieron mirándolo de la misma forma.

- Yo tengo 3 dólares – Dijo Eiji, algo avergonzado, porque eso no alcanzaba ni para un vestidito.

- Yo… tengo 2 – Dijo Momoshiro.

- Mmm... Yo 4 – Aseguro Inui.

- No se completan ni los 10 dólares. – Suspiro - ¡Oh si!, ¡Ryoma-kun consiguió mucho dinero en la hora de receso! – Exclamó Sakuno con alegría dando brinquitos.

Ryoma la observó reprochante.

- A ver Ryoma, suelta el dinero. –

Refunfuñando y maldiciendo por lo bajo, al final de cuentas accedió.

---

En aquella angosta y pequeña habitación de paredes blancas y con un olor horrible a medicina y alcohol farmacéutico. Solo se escuchaba una frase, que cada vez se repetía con más potencia.

- ¡MI NIETA! –

- Espere Sumire-sensei, no esta en condiciones –

Esta, hizo caso omiso de lo que le decía Syusuke, y en cambio salió apresurada de la enfermería.

Tenia que estar loca. Su nieta no podía estar de ese tamaño…

·

CONTINUARA……

·

Respuesta a sus reviews:

Nozomi: ¡Nozomi-chan! Que bueno que te pases a leer mi fic. ¡Muchas gracias! Nos veremos en la escuela

Meli: ¡NO! Creeme que aunque tarde años en subir, nunca abandonare un fic. Todos tendrán un final. ¡Gracias por tu comentario!

marinu8: Tienes toda la razón, soy muy tardada. T.T Pero que bueno que al menos tu me perdones . Por otro lado, Eiji es tan lindo que hará muchas cosas por Sakuno. Ya se vera las ocurrencias de este niño lindo. xD ¡Gracias por leer!

eden: ¡Hola! Contratiempos, y eso se queda corto. U.U. Hubo una larga sequía de inspiración. Pero no dejaré al fic sin final. ¡Gracias por tu comentario!

Marie: ¡Hola! ¡Si!, Ryomita descubrirá lo que es ser una niñera. xD Sakuno de ese tamaño es muy delicada o.O ¡Que bueno que te guste! Y, a mi también me fascina la idea de los ex-titulares. OoO

Kumi-Muni: Le gustó pedir dinero a Ryomita. Sakuno le enseño una técnica muy poderosa. Hasta yo le daría mi mesada entera si me lo pidiera con esa sonrisa tan suya. Que bien que te guste. ¡Gracias por tu comentario!

Tsuki-chan: Oh bueno, que bien que a ti no te importe la tardanza. Un agobio menos. Jajaja ¡Ryoma ya sabe como conseguir dinero fácil!, Admito, que yo utilizo esa técnica… ejem… algunas veces. U.U ¡Por pura necesidad!, ¡Gracias por comentar!

Blackfire91: Si, las situaciones embarazosas son muy graciosas. xD Pobre Sakuno. Y a petición tuya, pondré más de esas, y en unos capítulos mas adelante pondré a Sakuno queriéndose bañar. x3. Sakuno estuvo a punto de morir por culpa de Eiji O.o ¡Pero Ryoma la salvó!, ¡Gracias!

Debi: ¡Muchas gracias!. Espero y perdones mi tardanza. n.nU. Que bueno que te guste. Me alegra

tormenta oscura: Mis amigas dicen que mi cabeza es como un pozo sin fondo. O.o Aunque, hay veces que se me cicla. :s. Continuare este fic, no hay duda. :D ¡Gracias!

sakuno-chan: Si, es un tema un tanto peculiar. Pero eso es lo divertido de todo esto. Problemas fuera de lo común. Tanto para Ryoma como para Sakuno. O.o ¡Gracias!

Jackilyn-san: ¡Si Sumire esta sufriendo mucho! Me imagino a Ryoma diciendo "Ryuzaki me enseño" y me entra una risa. xD ¡Oh si! Los extitulares, en especial Momo y Eiji van a traer muchos problemas. Pero será gracioso. X3 ¡Gracias!

Shitsumon no suna: Que bueno que te guste. Gracias por comentar. Te contesto solo por obligación, me hiciste algo muy feo. T.T. Gracias por tu comentario.

Camila: Si, creo que todas le daríamos dinero a Ryoma con tan solo una sonrisa suya. OoO. Si lo se tarde mucho. U.U ¡Gracias por comentar!

·

¡Gracias a todos por sus comentarios!, ¡Y espero entiendan y perdonen mi tardanza! T.T

Pero quiero que sepan que no dejare al fic sin final.

·

·

Azuna Yuko M.