AGUA


No fue para regalo de Navidad! Ni para Año Nuevo!! Lamentablemente, tampoco para Día de Reyes!!

Ahora si pueden lincharme por ser una desconsiderada!! Y se quedan sin capi… O se guardan para el final, sirve que toman más motivos para la masacre :)

Jitomatazos, abucheos, intento de linchamiento y amenazas con armas punzo cortantes. Al final del capitulo, por favor.


Nota/Disclaimer/Negación/Aviso/etc…:Naruto y Cía. No me pertenecen, esto es mero entretenimiento sin fines de lucro; de lo contrario: Subastaría la Virginidad de Sasuke en Internet, para que sus Fans sean felices… y yo como Anti-fan… también :) (Buajajaja XD)

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Lagrima

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El estruendo de los truenos en compañia de los alaridos que pegaba Suigetsu, eran lo único que se atrevía a turbar el incomodo silencio que se formo dentro del precario recinto. Los espasmos de un dolor espantoso a primera vista sin duda provocaban que se desgarrara la pobre garganta del joven el cual se debatía aún entre la vida y la muerte, frente a una Sakura impedida justo ahora para ayudarle.

La luz que se filtraba de los rayos por la entrada de la cueva con ayuda de la chispeante hoguera, iluminaban las siluetas estáticas de sus ocupantes pasmados y envueltos en un tenso ambiente, mudos de la impresión.

El pecho de la Haruno subía y bajaba arrítmicamente debido al esfuerzo del grito y su garganta le reclamaba ahora.

Se formo un incomodo silencio, pero en la mente de los presentes retumbaba ese grito a todo pulmón tal cual lo escucharon como un eco, como una fastidiosa pieza rayada de disco una y otra vez.

Procesando una a una cada letra… cada palabra, la oración en total. Su significado posible, en el contexto debido… Algo entendible para sus mentes impresionadas.

"Ha arriesgado su vida por mi"

No, no había forma de errar al significado…

Sakura sintió que el agarre de Karin perdía fuerzas en su brazo por lo que aprovechando la confusión patente de la pelirroja, se soltó.

Su brazo sin fuerza y adolorido azotó fuerte contra la tierra. Sin perder más tiempo y dar oportunidad a otra interrupción, ensarto la larga y fina aguja en el antebrazo de Suigetsu -de forma algo precipitada-, entre los confusos garabatos de sangre seca sobre la húmeda y perlada de sudor piel de Suigetsu.

Todo el espeso líquido atravesó la jeringa y retiro la inyección.

Si esperaba que su remedio diera resultados inmediatos, se decepcionó gravemente. Los espasmos de dolor del joven continuaban sin dar seña de aminorar para nada. Sin embargo, afortunadamente un no muy sorprendido Juugo y un confundido Sasuke, no habían dejado su labor de sostener al joven.

Karin al volver a la realidad, se sintió tonta por su expresión de incredulidad: cerró la boca y se puso firme, de brazos cruzados con el ceño fruncido y los labios apretados en espera de una mejor explicación.

¿Qué demonios insinuaba?

Los espamos de Suigetsu no aminoraban aparentemente, incluso se irguio completamente arrojando a Sakura a los pies de Karin. Suigetsu se sujeto su brazo inyectado de forma desesperada mientras Juugo lograba tirarlo.

El albino no mostraba ningún cambio favorable y: con sus brazos aferrados al piso rasguñaba la tierra y sus rodillas necias, trataban de flexionarse restregandose con desesperación..

Sakura procuraba no soltar el agarre de su brazo nuevamente temiendo principalmente que el paciente le soltará un manotazo en su herida. Pronto tuvo que inmovilizarle la cabeza con su mano libre pues comenzaba a azotarla contra el piso solo amortiguado por la almohada improvisada.

- No, por favor. No, por favor… No por favor. – imploraba silenciosamente Las manos de la Haruno estaban frías y pálidas y aún así lograba percibir la húmeda frente de Suigetsu bajo sus temblorosos dedos – No mueras, no… - suplicaba en su mente cerrando los ojos y mordiéndose los labios.

El pecho le dolía, su corazón estaba acongojado y la picazón en los ojos estaban a punto de hacerla sucumbir.

Él había arriesgado su vida por ella…

No podía dejarle morir…

No quería…

Como ninja médico, Sakura, había tratado con casos difíciles de vida o muerte. Tratando con la vida de personas que dependían de ella. Era mentir el decir que entre sus brazos no hubiera muerto alguien. Obviamente no lograba acostumbrarse al increíble vació en su corazón que le consumía cada vez que ocurría esto pues la impotencia y el remordimiento se llevaban abruptamente sus esperanzas para con el que fuese su paciente.

Sin embargo, nunca, hasta ahora, ella hubiera sido la causante directa de una desgracia así.

Ella, quien debería de salvar y proteger a los demás... Había puesto en peligro a otros… por ser una molestia…

Salvada y protegida… por que fue incapaz de valerse por si misma…

Al abrir sus esmeraldas, solo mostraban la desesperación e inutilidad que sentía.

Suigetsu soltó un último alarido desgarrador, casi enderezándose por completo otra vez, jalando consigo a Juugo; se tumbo al piso con la respiración irregular y jadeando, exhausto, ya no tenía convulsiones y se veía fatigado.

Poco a poco, tomando lentamente bocanadas de aire, su cara mostraba gran paz, dejando que su cabeza cayera de lado.

Sakura acerco su mano al rostro de este de manera suave mientras le tomaba el pulso con la otra. Recorrió su mano de su mejilla a su pecho. Tanteo otro rato, revisándolo minuciosamente. Una vez concluida su revisión acomodo su brazo al costado de él con cuidado.

Soltó un sonoro suspiro mientras se quedaba de rodillas algo encogida. Tomó una bocanada de aire antes de hablar.

- Esta fuera de peligro – dijo segura mostrando una sonrisa – Ha funcionado la medicina, ahora solo duerme – agregó viendo a Juugo quien aún lo sostenía.

También él suspiro aliviado. Karin se exaspero al decrementar su poca paciencia y Sasuke contemplaba a Suigetsu dormir plácidamente.

La kunoichi pelirosada sintió como si un gran peso de encima se hubiera ido y el alma le hubiera regresado. Pero fue entonces como si una enorme lápida le cayera encima ahora de forma demoledora: la gran realidad. Recordó entonces en donde estaba y en compañía de quien. Aquellos detalles que momentos antes había dejado de lado, enfrascada en su labor y que ahora no podía evitar. Incluso el control y sensibilidad sobre su maltrecho cuerpo era muy patente.

Se retiro unos mechones aún húmedos de su rostro y en aquel momento se dio cuenta que no tenía su protector de Konoha. En la lucha habrá sido cuando lo perdió... recordaba.

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"Ha arriesgado su vida por mí!!"

Una cuestión que mantenía al Uchiha confundido desde que lo escucho a todo pulmón de su ex-compañera.

Suigetsu arriesgo su vida por ella… Un tipo como él… por ella…

¿Por qué haría algo así?

¿Qué le obligo a hacerlo?

Él…

Ella…

¿Qué paso?

En la mente del Uchiha no pensaba en otra cosa que no fuera eso. Que paso para que se viera en la situación de hacerlo…?

¿Cómo una misión de recuperación tuvo que terminar así?

Suigetsu no era un santo que predicará buena voluntad. Era burlón y desesperante. No haría nada que a favor de alguien si no le redituará algún beneficio. Tal como ahora, sus razones por seguir a Sasuke eran por que podía conducirlo hasta Kisame, satisfacer sus intereses meramente. Era un subordinado que prefería batirse en un duelo que a proteger a alguien.

Antes que eso… Arriesgarse por un completo extraño como se supone lo era Sakura.

Menos cuando había mencionado que no permitieran que un conocido le quisiese interrumpir.

También… ¿Por qué Sakura derrochaba tanta preocupación?

Tras soltar las piernas del albino, quedo acuclillado con los dedos de una mano para equilibrarse mientras la otra se apoyaba en su rodilla flexionada.

¿Por qué?

Por eso estudiaba a la joven en busca de una respuesta.

Sakura siempre mostró preocupación por otros. Dicha cualidad encajaba perfectamente con su actual profesión. Sin importar que bando…

Pero…

- ¿Por qué Suigetsu arriesgaría su vida por ti?… Cuando ha tratado de matarte - penso

Enfocando sus ojos a la herida fresca de la joven.

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- Ahora solo necesita descansar – comento Sakura – Pero… - dando un vistazo al lugar.

El piso pedregoso igual que las paredes y el techo, frío y una humilde fogata en el centro del sitio. No, no era ni remotamente parecido a una habitación del hospital.

- Tendremos que improvisar – hablo Sasuke tras su silencio al levantarse y captando a lo que ella se refería. – Karin – llamando a la joven e indicándole algo con la cabeza.

Ella resopló molesta, paso con pase firme al lado de Sasuke por algo que le mando a traer.

- ¿Dónde será bueno? – pregunto Juugo.

- Bueno… - Obviamente frente a la fogata y ahora mantener caliente a Suigetsu, pero tras analizar el lugar Sakura vio una pequeña oportunidad. – Allá – indicando con sus manos un recoveco espacioso a unos metros de allí, si apenas iluminado por la luz y había unas rocas a modo de separador no muy altas, como una media pared. Casi al otro extremo de la cueva.

Juugo y Sasuke se les hizo extraño por no decir que retuvieron el impulso de enarcar una ceja, pero ella era la experta en salud, tendría sus razones. Ambos se hicieron cargo de cargar a Suigetsu para trasladarlo entonces.

Sakura trato de ponerse de pie pero no pudo, un espasmo de dolor la ataco aunque logro disimularlo. Con sus manos apoyadas al piso no era capaz ni de mover las piernas.

Quizás el cansancio, el frío, el dolor, la posición pero no le respondían como debían, entumidas.

Se sentía inútil, patética e indefensa ante la lastimosa imagen que daba allí en el piso, inmóvil e incapaz de ponerse siquiera de pie.

Sintió un tirón de un brazo que la halo hacia arriba sin delicadeza. A la fuerza y con rudeza sus piernas respondieron lo suficiente para mantenerse torpemente de pie. Miro a su lado y se sorprendió al ver que fue Karin quien la ayudo.

Ella traía en su otro brazo varias mochilas y ropa oscura, las gabardinas que usaban para la lluvia y tenían guardadas en esa cueva que usualmente usaban como punto de reunión.

Tras valerse por si misma, Sakura a como pudo con sus pasos tambaleantes llego con los otros al sitio indicado. No tardo en arrodillarse al piso nuevamente.

Karin tendió en el piso una de las gabardinas oscuras a modo de sábana. Sakura coloco la almohada de cortina apropiadamente y Juugo y Sasuke colocaron a Suigetsu con sumo cuidado en el lecho. Le tendieron encima otra capa para mantenerlo abrigado.

Sasuke que tenía en mano las capas sobrantes, le paso una a Sakura para propio asombro de la pelirrosa y -gran- molestia de Karin que a consuelo, el Uchiha le paso la última.

- Es solo por que no queremos gente enferma que estorbe en el camino! – aclaro irritada la pelirroja a Sakura antes de irse sulfurada junto con Juugo quien yacía sentado junto a la fogata y con el torso descubierto.

La joven kunoichi la ignoró, se sentó en el piso con cuidado recargando su espalda en la piedra y la capa entre su regazo.

- ¿Necesitas algo mas? – pregunto secamente Sasuke quien seguía de pie allí.

- No, gracias. – respondió – Estamos bien… - murmuró sin mirarle.

Sasuke les contemplo un rato más, dio media vuelta y se marcho con los otros.

Sakura se quedo un rato inmóvil, ellos se pusieron a hablar de quien sabe que cosa, no quería oírlos. Miro a Suigetsu durmiendo plácidamente ahora, sin señas de que hubiera sido azotado por un agónico dolor.

Sonrió tristemente.

Entonces un débil sollozo brotó de su dolorida garganta. Se tapo la boca, ignorando las silenciosas lágrimas que amenazaban por salir. Apretando sus rodillas hacía ella, ignorando su costado, hundió su rostro en la tela de la capa para amortiguar sus lamentos.

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- ¿Ahora si podrías decirme que diablos les paso? – preguntó una enfurruñada Karin a Juugo mientras se envolvía en su capa negra y se sentaba al lugar que ocupaba antes de la intromisión de Sakura.

Juugo se quedo mirando las heridas frescas que aún tenía y casi desaparecían, lucía dubitativo.

- Nos han atacado…-

- ¿Quién? –

El joven clavo su vista en la chispeante hoguera frente a él debatiéndose si decirlo o no… Bueno, él apenas si se creía incluso lo que atestiguo...

- Juugo - Llamó Sasuke cuando se acercaba, ordenando una explicación implícitamente.

El aludido suspiro pesadamente solo para añadir.:

- Orochimaru… -

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Tras tranquilizarse un poco, algo más serena por fin Sakura echo la cabeza hacia atrás topando con la roca y sintiendo como su cabello húmedo le rozaba perfectamente los hombros y la espalda.

Hacía rato que no escuchaba ni murmullos en la cueva. La fogata seguía encendida, aunque ya más débil. Los destellos de luz que despedía no llegaban hasta donde se encontraban ella y Suigetsu dejando en penumbras su pequeño espacio.

Hace unas horas escuchó cuchicheos lejanos, nada claro en sí debido al volumen de voz que empleaban para su conversación –sea dicho de paso, no tenía deseos de oír-, luego chillidos de la pelirroja ante algo que comentaban y demás. Supuso bien que Juugo les contó lo que paso. Bueno, parte de lo que paso pues Juugo llego ya al final.

Pensó que Sasuke llegaría a interrogarla en busca de testimonio, verificar lo dicho, saber como fue que se dio el caso. Pero por alguna extraña razón no lo hizo, cosa que agradeció.

Por ahora su mente cansada no le era suficiente como para recordar de forma fidedigna como se dieron las cosas poco a poco. También premiaba eso pues con la mente un tanto en blanco, incapaz de hacer memoria, era como pensar que todo fue un mal sueño. No estaba de ánimos ni fuerzas para dar una explicación, aún sentía un nudo en su garganta y el pecho se le oprimía ante la simple panorámica de hacerlo.

Primero debía de aclararse un poco ella para darse a entender, asimilar todos los sucesos del día

En fin, que tras poca discusión por lo visto, ellos habían ido a dormir. Solo por los pasos supo que Sasuke se habría dirigido a la entrada del recinto, quizás a hacer guardia nocturna.

A saber, justo con la espalda apoyada en la roca que le servía de separador, también le daba la espalda a la entrada, no podía ver que hacían ellos y ellos tampoco podían ver que hacía ella. Aunque el cuerpo de Suigetsu en su posición era visible.

Se desperezo un poco y el malestar llego. Aprovechando el tiempo, opto por atender bien esa herida lo mejor que podía después de ignorarla ese día (Aunque en su estado, era pedir mucho)

Frunció el ceño, miro con algo de recelo y los labios apretados a un lado de ella a un dormilón Suigetsu.

Vamos, estaba más dormido que despierto!! No iba a despertarse en muchas horas y mucho menos justo en este preciso momento, pensó. Se bajo el cierre de la blusa para apartársela con sumo cuidado y silencio.

Dejo al descubierto sus hombros blancos. Bajo la blusa traía un sujetador negro: la tela era ajustable, principalmente era gruesa en la parte de los senos. Bajo esta era una malla, una red que le llegaba hasta la cintura, de un solo tirante que le pasaba por el hombro derecho al izquierdo por detrás de la espalda. Muy similar al que usaba de niña, solo con unas tallas extra.

Ambas prendas, tanto blusa como sujetador estaban desgarradas. La blusa era caso perdido, no hizo ni amago de doblarla, la enrolló y la dejo a un lado. Miro su herida y se asombro de la magnitud. En ningún momento del combate la había visto detenidamente, de hecho, rehuía de ella para no distraerse. Hizo bien en no hacerlo.

El daño era peor de lo que imaginaba y se sorprendió que siguiera en pie. Solo resintió por que era una de considerar y ella incapaz de atenderse como debía ser, ni los medios necesarios para atenderse. Además que no dejaría una agraciada cicatriz.

Aún traía unas cuantas soluciones pero lo mejor no era arriesgarse tras probar esa mugre que probo durante su combate con Kabuto, ha sido en gran medida la causante de sus males justo ahora y ni para los escasos y efímeros beneficios que le había otorgado al momento de la lucha. Se sentía como una tonta por precipitarse de esa manera ante algo que no sabía a ciencia cierta todos sus efectos.

Se paso superficialmente los dedos en la herida manchándose de sangre fresca tras la brusquedad de Karin.

Con las ropas aún húmedas, agradeció ese hecho aún y teniendo frío. Ayudo un tanto a que la sangre seca no se quedará adherida a su ropa y a su piel y dificultara el retirar la prenda de la carne.

Aparto la malla de ese costado. Limpió la herida con un paño limpio que traía. Como pudo coloco ambas manos en su herida con cuidado, tratando de controlar chakra pero le era tremendamente difícil.

- Estúpida. – se auto regañaba una y otra vez.

Más que chakra curativo, concentraba azul que no le ayudaba en nada y le lastimaba, le quemaba. Suspiro hondo y volvió a intentarlo. Poco chakra verde apareció, logro apenas que la profundidad y extensión suturaran. Quedo sin aliento y sudorosa.

La hábil Haruno Sakura, orgullosa de su control del chakra… Era incapaz de hacer eso bien…

Ni modos, que solo hacerlo a la antigua.

Saco unas pomadas y gasas. Vendajes no tenía, se los puso todos a Suigetsu cubriéndole las heridas que nuevamente habían surgido. Se mordió el labio y se ruborizo.

Se hurgo un poco, titubeante bajo el sujetador y tras un movimiento comenzó a tirar hacia abajo un vendaje muy ancho que ocupaba en casos muy muy especiales que ocultaba sujeto en sus senos. Kunoichi prevenida valía por un equipo médico. Además el vendaje era más ancho que los otros y perfecto para esta situación debido a la ubicación del mal.

Así inicio su tarea lentamente y con el menor sigilo posible.

Apenas termino quedo exhausta, no recogió gran cosa, se acomodo lo mejor que pudo y cubriéndose con la gabardina, prefirió descansar. Relajar su mente para maquinar que debía hacer después. En su estado actual si apenas podía con su alma.

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Como si fuera capaz de respirar por primera vez hinchando sus pulmones de aire con un respiro. Estando por fin al tanto de la oscuridad que llenaba su cabeza por sus parpados cerrados, recobrando el sentido después de un largo sueño. Siendo conciente de todo su ser y sensibilidad.

Estaba recostado, eso era seguro y sentía el cuerpo terriblemente pesado y adolorido. Como si hubiese sido dado de mazazos cada parte de su ser. Incluso los parpados los sentía pesados, como si se tratarán de un par de lozas reacias a ceder.

Con esfuerzo a duras penas pudo entreabrir sus violáceos ojos y con la vista desenfocada. Por más que fruncía el ceño y arrugaba la nariz para divisar mejor el lugar, se dio cuenta que no le fallaba la visión si no en aquel sitio de sí dominaba la oscuridad, fuese cual fuese el sitio. Hasta que fue capaz de distinguir las tonalidades de esa penumbra logró distinguir unos tenues rayos de sol filtrarse por quien sabe donde.

Trato de reincorporarse y lo único que pudo mover fue su cabeza y los huesos de su nuca tronaron. Maldijo mientras dejaba azotar su cabeza de nuevo a su sitio: en lo que parecía ser una almohada o se suponía lo era. No tenía control total sobre su cuerpo del todo.

Logró apreciar que su cuerpo estaba vendado en varias partes, lo apretujado de los vendajes contra su piel lo delato. Todo su abdomen le dolía igual que la mejilla. Sentía un poco de humedad en su ropa a pesar de la calidez que le brindaba su improvisada sabana bajo él y manta encima.

Abrió nuevamente sus ojos con mayor lucidez. Paseo su vista por el techo del lugar y reconoció que debía ser una cueva.

Frunció el ceño…

¿Cómo carambas llego allí?

Se llevo una mano a su frente con la jaqueca que apareció de súbito al tratar de recordar que paso el día de ayer. Veamos...

Sasuke…

Misión

Estúpido Sasuke

Estúpido Sol

Misión

Peleo con ninjas por nimiedades

Sol otra vez

Orochimaru… Kabuto…

Juugo

Pelea

Sakura…

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¡Sakura!

Abrió de golpe los ojos y trato de reincorporarse nuevamente impulsado como un resorte, pasando por alto su malestar y que la túnica que lo cubría resbalará de él.

¡¿Que había pasado?!

Lo último que recordaba fue cuando se interpuso entre Kabuto y la chica en un desesperado intento de protegerla.

Perdió el conocimiento tras algo que le hizo el loco aquel… y…

Oscuridad…

Después de eso… Nada…

Sakura!!

¡¿Qué había sido de ella?!

¿Dónde estaba?

¿Por qué él estaba allí?

¿Y ella?!

Su corazón comenzó a latir dolorosamente rápido ante la incertidumbre y temor de no saber que había ocurrido en seguida de eso. Un sudor frío amenazaba con aparecer ante la simple idea de tener a la pelirrosa en aquel estado e indefensa ante el bastardo infeliz aquel de Kabuto.

Hundido en sus cavilaciones, volvió a la realidad debido a un ruido cercano alertándolo de la presencia de alguien más allí mismo. Viró a un costado y fue cuando la vio.

Allí… tan tranquila y calmada. Consumida seguramente por el cansancio y con una respiración suave, durmiendo plácidamente… Sakura estaba con la espalda apoyada en la roca y semicubierta por la capa oscura dejando sus hombros al descubierto. Sumida en sus sueños. Sana y salva…

Suigetsu se relajo al instante y que los dolores musculares lo dominaran. Se dio cuenta que tenía la respiración agitada, como si hubiera corrido una gran distancia. Se burlo de si mismo mientras se masajeaba su nuca.

Dio un repaso al lugar con la vista y confirmando sus sospechas. Se trataba de una cueva… esa cueva. Hebi últimamente recurría a utilizarla como base provisional y para pasar la noche.

Juugo, pensó el joven al momento. Su compañero debió de haberlos llevado a esa cueva.

¿Entonces que paso con Kabuto? Bueno, no importaba por ahora.

Se coloco de costado apoyado en un antebrazo y su cabeza descansada en su mano para poder contemplar a la joven.

Se veía tan… serena desde esa posición. Tan… quien sabe! El punto es que se veía bien y él no podía quitarle la vista de encima por alguna razón.

Reparo entorno a la joven y detuvo su mirada en los instrumentos que había usado ella en el piso –algodones, vendajes sangrados- junto a Sakura y como por entre la tela negra del –cofcof- sujetador se distinguía el blanco de un vendaje por la altura de la cintura. Y las demás heridas no estaban tratadas adecuadamente .

Pero lo que más le llamo la atención de un momento a otro fue su rostro. De pronto comenzó a hacer gestos y articular en sus labios cosas inentendibles.

Debía de tener una muy mala pesadilla que le atormentaba. Una lágrima apareció surcando su rostro yendo a morir a la tela negra.

Suigetsu entorno los ojos. No le gustaba esa perspectiva. Se acerco como pudo, quedando cerca de ella, casi cara con cara.

Miro sus labios resecos y el contraste con las rebeldes lágrimas.

Torció la boca. No, definitivamente no le gustaba la escena.

Pero las lágrimas se veían tan deleitables como esos labios entreabiertos. Desde ayer que no tomaba líquidos… tenía que satisfacer una necesidad básica.

Su necesidad…

Acerco sus fríos labios a la húmeda y tersa piel de ella… con el afán de limpiar esas lágrimas… y saciarse de ella con pequeños roces a su piel.

Y así lo hizo...

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Moriré después de esto, lo sé...

Mientras escribo testamento aviso que ando escribiendo lo que sería un Epilogo para Despecho :p (Igual de raro que esa historia, pero bueno, creo que gusto XD) Y de una escena que me vino para Agua, pero por más que trate, no cuadraba en este capi.

Lamento mucho la demora u.u

Aclaremos:

- No va a tener un final trágico, no se me dan XD Y no pega con la idea que tengo :p

- Sip, ya me había tardado con la parte tierna, pero ya lo compensaré

- No, no es común ver un SuiSaku, quizás resten 3 capis del fic (No me peguen X.x) Pero tampoco es la única historia sobre ellos de esta autora ni la última 8D Igual me gusta mi nick y el pastel de fresas X3

- Ya o.oU

Gracias por los comentarios :3.

° Chivizuke, gaara-fan.neko-chan, omtatelo, CeReZiTa-Chan, Sakuyahime, Lauriita-Chan, KizunaUkita, cintya, luna-chan & Nukire °

Y recuerden, dormir es bueno para la salud mental.

&

Quejas, comentarios, sugerencias, traumas y criticas caben bien todas en un review XD

Siguiente:

°O°O°O°O°O°O°

°.°Onda°.°

°O°O°O°O°O°O°

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Cuídense :)