Konnichiwa! Bien, tal y como pone en el resumen, este fic se basa en la tabla 30vicios de LJ. Para quienes no sepan que es, la gracia de esto es escribir 30 fics a partir de 30 palabras clave .
El título significa "Agresivo". Dado que se puede confundir con "Vicioso", me pareció un extraño juego de palabras XP. Sin mencionar que me gustan los Sex Pistols XD.
Espero que os gusten ;).
Disclaimer: Que no, que los personajes de Naruto no me pertenecen; sino, ya tendría mi harén personal, juas juas.
- Labios -
La habitación resultaba sumamente desagradable. Acostumbrada a la calidez y comodidad de su hogar, Sakura Haruno encontraba la mazmorra, en la que los miembros de la Akatsuki la habían encerrado, simplemente asquerosa –si bien cualquiera habituado a un mínimo de limpieza estaría repugnado de semejante estropicio-.
Las paredes de piedra estaban afectadas por la humedad, que flotaba en el aire, inundando sus pulmones y haciendo que su nariz se arrugara en un respingo de asco intenso. El suelo –en realidad todo el lugar- tenía una capa de mugre por encima y, si bien no era su mayor problema en el momento -¡ni muchísimo menos!- no podía dejar de preocuparse por la higiene; a saber la de bacterias, hongos y virus asquerosos que pululaban por el lugar.
Sakura habría dado sus habilidades de med-nin por poder salir de allí. Pero no podía; los estrechos grilletes que rodeaban sus muñecas, lastimándolas, se lo impedían. Apretando los dientes de rabia, estiró, pero lo único que logró fue magullarse aún más la pálida piel. Obviamente, en condiciones normales habría sido capaz de arrancarlos de la pared con un simple tirón –concentrando previamente su chakra-, pero no, no podía; la batalla la había agotado casi por completo.
Dio un pequeño gemido y ocultó el rostro entre las manos. Estaba todo perdido: Sasuke-kun, muerto; si se llegaba a completar la extracción, Naruto pronto lo estaría. Y ella…probablemente, a ella la torturarían hasta la muerte para sacarle información sobre el estado de su villa. Y no sabía si podría soportarlo; sabía de curar heridas, sí, y no le importaba demasiado recibirlas, pero nunca había estado tan vulnerable, tan expuesta frente a los ataques de sus enemigos.
—Naruto… –murmuró, con un nudo en la garganta al pensar en su rubio compañero y en lo que probablemente le harían pasar-. Sa…suke…kun
Las lágrimas, silenciosos testigos de su dolor, comenzaron a bajar por sus mejillas. Se suponía que los ninjas no lloraban, se suponía que los ninjas no sentían. Pero, para bien o para mal, antes que ninja, ella era humana. Y, como humana, el sufrimiento la mataba.
Sin embargo, al oír abrirse la puerta, recobró la compostura con rapidez, secando las lágrimas de sus mejillas y adoptando una expresión de piedra. Si algo había aprendido en todos aquellos años como kunoichi, era que no debía mostrar sus debilidades. Nunca. Jamás.
No alzó la mirada para ver quién era hasta que llegó a su lado. Subió la mirada, despacito; el corazón le dio un vuelco al ver el enorme parecido con Sasuke. Si bien, sabía perfectamente que aquel era su hermano mayor.
—Mi hermano está muerto –dijo, sin expresión en el rostro.
Un pequeño pinchazo de dolor atacó a Sakura, pero la chica se esforzó en disimularlo.
—Lo sé –murmuró, manteniendo su inexpresividad, con voz neutra.
—Y la extracción de tu amiguito el Jinchuuriki empezará dentro de poco.
La joven de cabello rosa no habló esta vez. Apartó la mirada, con los ojos escociéndole del esfuerzo por no llorar, cosa que, por supuesto, no pasó desapercibida para el Uchiha.
—No finjas que eres dura. No finjas que no te importa –una sombra cruel cruzó sus ojos, rojos como el fuego del infierno-. No finjas que aceptas el hecho de que vas a morir. Tienes miedo. No puedes ocultármelo…
Sakura cerró los ojos. Sí, sabía que la muerte se avecinaba sobre ella, amenazándola con la oscura guadaña que sentenciaba si uno vivía o moría. Pero, ciertamente, de alguna manera lo aceptaba. Había perdido a Sasuke, iba a perder a Naruto, perdería la villa… ¿qué le quedaba entonces a ella? Nada, absolutamente nada. Estaría sola.
Sola de nuevo. Y, si había algo que odiara, era la soledad.
Abrió los verdes ojos de nuevo. Él estaba cerca, muy cerca, sonriendo con malicia. De verdad, Sasuke y él eran tan parecidos…la despreciaban, mirándola por encima del hombro, la rechazaban, viéndola con desprecio…considerándola un ser inferior. Detestaba esos ojos rojos. Era lo único de lo que estaba segura en aquel momento.
—Lástima que tengas que morir –murmuró.
Y entonces, como en un absurdo sueño, él la besó.
Sakura no hizo nada por impedirlo; no se apartó, no se resistió, no le mordió. Simplemente, se quedó quieta, notando los labios del moreno –extrañamente suaves- sobre los suyos, acariciándolos casi con mimo.
Y, sin darse cuenta, ella terminó besándolo también.
"Definitivamente, estoy enferma", se dijo a sí misma, mientras dejaba que él saboreara su boca y a su vez, probando la suya. Tenía un sabor extraño, exótico, que le recordaba a algo –o alguien-, si bien no lograba recordar qué o quién.
Tan bruscamente, como había ocurrido, paró. Él se puso en pie y la miró desde arriba; un destello de triunfo se avistaba en sus ojos rojos, y sus labios –levemente enrojecidos- estaban curvados en una sonrisa de superioridad.
Y entonces, sólo entonces, Sakura supo a qué sabían sus labios. A veneno.
Porque, al fin y al cabo, besar a Itachi Uchiha era como besar a la muerte.
Muy…raro, ¿verdad O.O? Bueno, estos fics van a ser lo más raro (y cruel) que he escrito nunca, de ahí el rating M. Es la primera vez que hago algo así; sentios libres para corregirme si veis algo malo n.n.
Los reviews se agradecen ;). Gracias por leer, y hasta el próximo O!