Disclaimer: El Copyright y la Marca Registrada de todo lo referente a Harry Potter, es propiedad de la escritora J.K. Rowling. La frase que está entre comillas en el summary, pertenece a Paul Geraldy.

Dedicatoria: A ginnythelittleweasly. Porque es de lo más genial del mundo, porque el 2008 me la trajo de regalo, y porque a pesar de que este fic me hizo sudar sangre, yo la sigo queriendo. Bren, eres love :).


Cobre.

Eran las siete de la tarde de un sábado, cuando Teddy Lupin tocó el timbre de la casa de los Potter. Se acomodó un poco la camisa que traía y cerró los ojos fuertemente para cambiar su cabello a un castaño claro, pues sabía que las cenas de los sábados eran formales y no podía darse el lujo de lucir su característico cabello azul, por mucho que su padrino dijera que no había problema.

Esperó algunos segundos y mientras observaba a una hormiga tratar de llevar un grano de arroz, la puerta se abrió de par en par. Se encontró con Lily de frente, que llevaba un precioso vestido lila que desentonaba con la mueca de su cara; una mueca que claramente daba a entender que su visita no le agradaba en lo absoluto.

Desconcertado por el amargo recibimiento, entró a la casa y cerró la puerta tras sí, a la vez que veía a la niña alejarse de prisa de la entrada. El joven ya conocía esa casa como la palma de su mano, pues había pasado gran parte de su niñez ahí, por lo que no le costó nada de trabajo llegar a la sala donde se encontraban todos los miembros de la familia.

James y Albus estaban sentados en el suelo; el primero le estaba mostrando algo al segundo, que veía a su hermano con gran admiración. Pero de repente al objeto le salieron dientes que fueron a dar a la nariz de Albus, que solo atinó a pegar un grito y a tratar de quitárselo desesperadamente mientras James se reía a carcajadas.

Por otro lado, Harry tenía a Ginny abrazada por los hombros mientras veían el noticiero de la noche ignorando las travesuras de James, demasiado acostumbrados a ellas. Y lo que en verdad lo sorprendió, fue encontrarse con los ojos de Lily fijos en él y no de una manera agradable. Para nada agradable.

Justo cuando iba a preguntarle si pasaba algo, su padrino levantó la vista y tras sonreírle, se levantó del sillón junto con su esposa y ambos se digirieron a él para saludarlo.

-Hola Teddy, que bueno que llegaste porque estoy muriendo de hambre.-dijo el moreno dándole un golpecito en la espalda.

-Vaya, parece que mantener una amistad con Ron durante tantos años al final si te afectó, cariño-bromeó la pelirroja riendo, para luego ir a la cocina-Será mejor que vayan poniendo la mesa mientras yo le doy los últimos toques a la comida.

El muchacho asintió y caminó hacia Lily para tomarla de la mano y así poner juntos la mesa, como todos los sábados; pero se sorprendió cuando vio que la niña hacía caso omiso de él y ella sola se iba al comedor a hacer la labor. Eso ya era extraño.

-¿Lily está enojada conmigo?-preguntó algo desconcertado.-Desde que me abrió la puerta no me ha dirigido la palabra y bueno…siempre nos hemos llevado muy bien, así que todo eso es muy raro.

Harry se encogió de hombros y dirigió la vista hacia el lugar por donde su hija había desaparecido.

-No tengo idea, pero ahora que lo menciones, creo que sí tiene que ver contigo porque antes estaba normal.-afirmó el moreno mientras caminaba junto con su ahijado hacia el comedor, donde la pequeña Lily estaba colocando el último par de cubiertos sobre las servilletas.

Teddy siguió el ejemplo de su padrino y se encogió de hombros también. Tal vez durante la cena averiguaría porque ella estaba tan enojada.

Los Potter y su "hijo adoptivo", como solía llamarlo James, pasaron una buena velada entre risas, comentarios irónicos y pláticas. Hablaron de diferentes temas como los planes de Teddy de conseguir un trabajo en el Ministerio, de su abuela Andrómeda y por supuesto, de su relación con Victoire.

En cuanto el nombre fue pronunciado por Ginny -que se moría de ganas de saber sus intenciones hacia su sobrina- Lily levantó la mirada que había mantenido baja durante la comida y se paró bruscamente de la silla para luego subir corriendo hacia el segundo piso. Su madre, que suspiró resignada, se tapó la cara con las manos y negó con la cabeza para luego susurrar un "Pensé que ya lo había superado" que provocó que Harry y Teddy la miraran confundidos.

-¿Ginny, tienes idea de porqué Lily se está comportando de esa forma?-cuestionó el metamorfomago, pues tenía la leve impresión de que todo eso tenía que ver con él de alguna manera.

La pelirroja suspiró y asintió.

-Mira, hace algunos meses, Lily vino conmigo muy seria y me dijo que tenía un secreto que confesarme-comenzó a explicar-Empezó contándome que le gustaba tu nuevo look (cuando traes el cabello azul) y terminó confesándome que estaba enamorada de ti.

Un silencio sepulcral cayó sobre la mesa, incluso James dejo de picotear a Albus con el tenedor para poner atención. Y como una alerta que acabara de sonar, Harry, al no escuchar más las quejas de su hijo mejor, giró la cabeza hacia ellos y les pidió que fueran a sus dormitorios mientras ellos mantenían una "charla de adultos".

-¿Enamorada de mí? Vaya…-murmuró el joven rascándose la nuca como si tratara de encontrarle sentido a todo eso.

-Sí, bueno, ella jura que está enamorada pero en realidad solo es que siente una gran admiración hacia ti, sobretodo porque eres muy cercano con ella.-aclaró Ginny.

-Sí, claro, claro, los niños suelen decirle a todo "amor" aun cuando no sepan exactamente lo que todo eso abarca-siguió Teddy relajándose un poco-Pero bueno, será mejor que suba a hablar con ella, ¿vale? Para aclarar todo este asunto porque no podré venir a cenar todos los sábados si me sigue lanzando sus miradas asesinas durante todo el rato.

Los esposos rieron y se fueron a la sala a tomar el té, mientras el chico subía las escaleras y se dirigía a la habitación de Lily, su consentida -hecho del que James no se podía enterar, pues sino se convertiría en el único objetivo de sus bromas venideras-.

La puerta estaba entreabierta, por lo que Teddy tocó levemente la puerta y se asomó un poco solo para verificar si Lily estaba dentro.

-¿Puedo pasar?-preguntó y la niña, que le daba la espalda sentada en su mesa de juegos, asintió con la cabeza.

El joven entró al dormitorio y se sentó en la cama. Observó a la pelirroja acomodar a sus muñecas ordenadamente en un mueble y no pudo evitar sonreír al notar que tener a Hermione de tía, ya había tenido efecto en ella.

-¿Qué buscas aquí arriba?-preguntó Lily con un tono un tanto brusco que sorprendió a Teddy, pues no pensaba que ella pudiera hablar así.

-Te estaba buscando a ti.

La aludida giró la cabeza y lo miró con fijeza a los ojos. Una mezcla de confusión y curiosidad se reflejó en su cara; dudó unos instantes y después de algunos segundos, se acercó a Teddy y tomó asiento a su lado.

-¿Para qué me buscabas?

-Para nada en especial, solo quería venir a saludarte.

Lily frunció el entrecejo, pero no dijo nada. El muchacho, al notar ese gesto, la levantó en brazos y la sentó en su regazo -aunque luego pensó que quizás no había sido una buena idea pues ella ya no tenía cinco años, sino diez-.

-¿Me vas a decir porqué te portas así conmigo?

La pelirroja lo miró un momento y luego negó con la cabeza.

-¿Por qué no me quieres decir?-insistió Teddy.

-Si te digo, te vas a reír de mí.

-No, yo no me voy a reír, te lo prometo.

Lily se miró las manos y luego le dijo:

-Teddy, yo…creo que me gustas.

El joven no pudo evitar sorprenderse por la manera tan clara y abierta con la que ella había hablado. Definitivamente era hija de Ginny Weasley.

-¿Ah sí? ¿Y cómo llegaste a esa conclusión?-preguntó tratando de sonar lo más indiferente posible para no parecer interesado pero tampoco para herir sus sentimientos.

-Porque…bueno porque tú siempre eres bueno conmigo, me tratas bien, me regalas dulces y juegas conmigo.-admitió.

-Pero, ¿acaso soy el único que hace eso?

-No, pero…tú eres Teddy.

El susodicho sonrió y le jaló las coletas pelirrojas, provocando una sonrisa en ella.

-Pero tú no me quieres.-sentenció Lily con un deje de tristeza.

-¿Por qué dices que no te quiero?-le preguntó el chico separándola un poco de él para verla a la cara.

-Porque tienes a Victoire.-aclaró la niña girando los ojos como si fuera lo más obvio del mundo.

-Claro que te quiero, Lily-dijo el metamorfomago mirándola a los ojos-Pero debes saber que existen muchos tipos de amor y lo que yo siento por ti y por Vic son cosas diferentes.

La pequeña le mantuvo la mirada unos segundos y luego asintió. Bajó la cabeza un momento y en ese momento Teddy se percató de algo.

-¿Lily, intentaste pintarte el cabello?-preguntó mientras tomaba unos de los mechones superiores para observarlo mejor.

La aludida se sonrojó y dijo que sí con la cabeza.

-Pero, ¿por qué lo hiciste? Tu color de cabello es muy bonito.

-Porque quise hacerme rubia, como Vic-dijo-Ella tiene el cabello lacio, brillante y rubio; en cambio yo lo tengo enmarañado y pelirrojo. Pensé que si lo pintaba como el de ella, tú te fijarías en mí.

En ese instante, a Teddy lo invadió una ola de ternura que solo pudo expresar al abraza fuertemente a Lily, que le devolvió el abrazo.

-¿Y sabes? También me compré tres pulseras con mi mesada-dijo ella mientras se baja del regazo del chico y se dirigía hacia su tocador, de donde trajo las pulseras mencionadas.-Y mira, son de cobre, como las que Vic siempre trae.

El joven las tomó y para su gran asombro, se dio cuenta de que, efectivamente, eran idénticas a las que su novia siempre traía, la diferencia -que no le iba a mencionar a la niña- era que las de Lily no eran un regalo de Teddy como las de Victoire.

Teddy se levantó de la cama y se acercó a la pelirroja; dobló las rodillas para colocarse a su altura y la tomó de las manos.

-Lily, no tenías porqué hacer todo esto-comenzó mientras ella centraba su atención en él-El amor que siento por ti y por Vic son diferentes, pero eso no quiere decir que a una la quiera más que a la otra, ¿vale? Que no te olvide nunca.

La aludida asintió con una sonrisa vacilante y lo abrazo.

-Te quiero, Teddy.

-Yo también, peque.

Se quedaron así unos segundos y luego se separaron.

-Será mejor que bajemos porque no sé tú pero yo quiero comer postre.-dijo el muchacho riendo.

-Baja tú, ahora voy yo.-pronunció ella.

El metamorfomago asintió y salió del dormitorio. Lily escuchó sus pasos perderse escaleras abajo y fue entonces cuando ella se encaminó hacia el tocador y colocó las pulseras en el primer cajón.

Tal vez Teddy pensaba que había resuelto ese asunto, pero eso era lo que Lily le había hecho pensar. Quizás todos pensaban que aun era pequeña para comprender lo que realmente quería, pero ella sabía que era más lista de lo que mostraba.

Sabía perfectamente que Teddy quería hacerla sentir mejor, pero no lo logró por más palabras hermosas que hubiera dicho. No lo logró porque ella sabía con exactitud lo que él había dicho: Victoire es mi novia y a ti solo te quiero como una hermana menor. La pelirroja se encogió de hombros y se dirigió hacia el comedor.

Decidió que mientras fuera menor de edad disfrutaría tener al chico como otro hermano mayor y ya cuando estuviera más grande, las cosas podrían cambiar. Tal vez podrían tener una cena romántica, una cita en el cine, o un simple paseo por el parque. Además, una vez escuchó a su tía Hermione decirle a Rosie que "los novios vienen y van" y nadie aseguraba que Teddy y Victoire serían pareja para siempre…

Pero por ahora solo iría a comer un trozo de pastel de chocolate y vería a James molestar a Albus…de nuevo.


N/A: Por lo pronto, esto es lo último que tengo escrito para este fic, pero don't worry, pienso actualizar más seguido.

Espero que lo hayan disfrutado porque, para qué mentir, yo disfruté escribirlo, aunque al principio me costó un poco de trabajo xD.

Ahora si no se pueden quejar, ¿eh? Tres capítulos en menos de dos semanas.

Atte. Bianca