A/N: Konnichiwa! Aquí traigo una traducción del fic Sacrifice: Wilted Blossom of Spring, que empecé a leer y me encantó. Por suerte la autora, Crystal Renee, me dio la autorización para pasarlo al español. El fic fue escrito en el 2005, por lo que tiene discordancias con la historia original, pero como no se centra mucho en ello, no es algo tan importante. Cabe destacar que la historia va por el capítulo 13 y no la ha seguido. Qué más… hay partes muy difíciles de pasar al español con sentido, por lo que tuve que editar y cambiar algunas palabras y frases. Nada relevante :).

Advertencia: Contenidos y temas fuertes (Rape). Si eres muy sensible ante temas delicados, quizás el fic pueda perturbarte.

Disclaimer: Ni Naruto ni este fic son míos. Le pertenecen a Masashi Kishimoto y a Crystal Renee, respectivamente.


Sacrificio: Flor Marchita en Primavera

Prólogo: Desflorada


Cuando la señal fue dada, el grupo de cuatro Jounin se separó en dúos y fueron por direcciones contrarias, Sakura seguida detrás del hombre que alguna vez fue su sensei. Esta era su primera misión como Jounin. Kakashi había solicitado al equipo completo reunirse para esta primera misión y Tsunade había aceptado sin vacilar.

Los tres se habían graduado juntos del examen Jounin hace poco. Normalmente, habrían sido separados en distintos equipos y en distintas misiones. Pero ella había estado dispuesta a hacer una excepción. Sólo por ellos.

Kakashi sacudió su cabeza mientras avanzaba, furtivo, a lo largo del edificio; su equipo era fuerte. Siempre lo habían sido. Incluso antes de que cada uno fuera entrenado por uno de los tres Sannin legendarios.

Es sólo que sentía como si fuera su deber estar en su primera misión.

Por el bien de los viejos tiempos, pensó, aún cuando esta vez no pueda leer Icha Icha Paradise.

Levantó su mano para señalarle a Sakura que detuviera sus pasos. Retrocedió y se apoyó contra la pared, una mano en su rodilla flexionada y la otra sobre el portador de kunai. Los pasos se acercaron por el corredor, haciendo un eco ensordecedor antes de extinguirse. Sakura controló y mantuvo su respiración tranquila, uniendo sus manos.

Habían sido alertados de lo peligrosa que era aquella misión— una de alto rango A, confiada a ellos, debido al poder que tenían unidos como equipo.

Sólo esperaba que Naruto y Sasuke estuvieran haciendo bien las cosas y no peleando el uno con el otro. No había tiempo para ello.

Otro movimiento de mano indicó que se apartara de Kakashi y bajara por un pasillo separado. Sakura odiaba esos edificios tradicionales. Las paredes eran delgadas, por lo que era más fácil escuchar a través de ellas y le dificultaba ocultar su presencia. Los pasos hacían un sonido ligero y apenas audible. Las sombras estaban sobre los pisos polvorientos, en donde la luz de la luna no se colaba por las altas ventanas.

Sakura se escondió allí y continuó su camino, serpenteando por el suelo.

Al final del pasillo, una puerta estaba abierta. Se filtraba luz y el sonido tronante de las conversaciones. Tragó saliva y se acercó unos pasos más, escuchando las voces y determinando cuántos eran los que estaban en la habitación. ¿Podría ser uno de ellos el objetivo?

Kakashi y ella habían tomado el camino fácil para hacer un asesinato directo; Sasuke y Naruto tuvieron que lidiar con los guardias y otros Jounin que interferirían en la operación.

Sakura había sido seleccionada para dar el golpe mortal. No querían derramamiento de sangre, querían que fuera secreto y silencioso. Tsunade le había dicho que hiciera lo que fuera que requiriera la situación, excepto usar sus habilidades médicas para matarlo. No importaba como lo hiciera, mientras lo completara de una forma silenciosa y eficiente.

Sus manos comenzaron a temblar. Aunque ya era un Jounin, aún debía matar a otro, sin hablar del magnífico ninja que se supone que debía asesinar. Eso la desalentaba. Ella era una ninja médico; su trabajo era salvar vidas, no quitarlas.

Pero eso la hacía perfecta para la situación; ella era una opción inesperada y sorpresiva para el asesino.

—Kakashi, lo tengo. Hay tres en el cuarto, pero creo que puedo manejarlo —susurró en los auriculares del radio—. ¿Continuo?

Espera el reporte de Sasuke y Naruto —le dijo—. Si no reportan de vuelta en quince minutos, haz tu movimiento. Yo estoy rodeando nuevamente el exterior del edificio para llegar hasta ti. ¿En dónde estás exactamente?

—Al final del pasillo. Se ven luces desde el cuarto, deberías ser capaz de descubrir cuál es.

Bien. Espera hasta tener noticias de los otros ó cuando te diga por el radio que vayas. Luego avísanos cuando hayas completado tu tarea.

Sakura suspiró, preparándose para lo que tenía que hacer—. De acuerdo.

El radio estuvo en silencio por unos momentos—. …Sakura. Nada va a salir mal. Estaré afuera y si creo que necesitas ayuda, subiré.

Ella no respondió. No había razón para hacerlo.


¿Sakura?

Se sobresaltó ligeramente. El radio había estado en silencio por un rato—. Sí, aquí estoy.

Sasuke y Naruto no se han reportado. Ve. Aún no estoy allí, tengo algunas cosas con las que lidiar primero. Puedes hacerlo por ti misma, sólo no te precipites —le dijo la voz de Kakashi—. Quiero que vayas. Ya.

—Sí.

Apagó el interruptor del radio, sintiendo a través del portador de kunai la jeringa envenenada que había empacado (el veneno era un método más rápido de matanza que la tentativa de entrar y usar su chakra para destrozar vasos sanguíneos). Sakura tenía suficiente veneno en esa jeringa como para administrar a diez hombres, pero sólo lo querían para el objetivo final.

Se subió la manga, mientras seguía acercándose a la entrada, en donde la risa y conversaciones de negocios se oían más fuertes; bajo esta había agujas envenenadas, instaladas en forma de tirador para mayor poder y precisión. Pero debía tener cuidado de los obstáculos que se encontraban en el camino hacia el objetivo.

Deteniéndose en el borde de la entrada, sacó un espejo para poder ver dentro del cuarto. Había una estantería que podría usar para ocultarse después de matar a los dos que estaban en su camino, no muy lejos de la entrada. La mesa en donde los tres conversaban estaba en el centro de la habitación y a quienes debía asesinar, dándole la espalda.

Dejó escapar un suspiro silencioso; esto se estaba volviendo mucho más fácil de lo que había esperado.

Contando hasta tres, salió de su posición, al mismo tiempo que lanzaba sus agujas envenenadas. Los dos hombres que estaban protegiendo y hablando con su objetivo cayeron paralizados con las agujas en sus cuellos. El veneno inmediatamente los dejó inmóviles, mientras ella desaparecía detrás de la estantería. La jeringa se salió del portador de kunai y rápidamente colocó sus dedos para sacar el veneno e inyectarlo en su víctima.

Súbitamente, Sakura se lanzó detrás de la estantería y se pegó contra ella, cuando seis shuriken rozaron su brazo. Sacó nuevamente el espejo, enfocándolo de un modo en que la persona que intentaba matarla no pudiera verlo. Podía notar perfectamente su postura y como comenzaba a hacer sellos con sus manos. Guardó el espejo y acumuló su chakra en los puños.

Iba a detener este ataque.

Cuando vio que lanzaba una técnica de fuego, golpeó fuertemente la estantería, reduciéndola a suficientes pedazos y con suficiente fuerza como para devolver el ataque de fuego hacia él. Sin perder ni un segundo, se lanzó contra él para atacarlo, jeringa en mano y lista para inyectarlo.

Pero él detuvo su muñeca, y puso un kunai bajo su pecho izquierdo. Sakura alzó la vista hacia su captor y le dio una patada, obligándolo a retroceder; pero como él no había soltado su brazo, también salió disparada hacia adelante.

Después de una corta lucha, terminó debajo de él, con la jeringa fuera de su alcance y con el kunai aún sobre su corazón.

—No todos los días tengo a una mujer tan hermosa tratando de acabar con mi vida.

Qué pasa… no puedo mover las piernas ni el resto de mi cuerpo. ¿Qué hizo?

—Solamente tomaste un poco de tu propio veneno —explicó el moreno—. Dudo que sea suficiente para matarte, pero estoy seguro de que estarás paralizada por los próximos… cinco minutos, diría yo. Lástima, debiste tener más cuidado al pelear con un ninja retirado.

Sakura apretó los dientes. ¡Maldición! ¿Cómo se supone que saldré de esta? No hay nadie que pueda ayudarme y es mi trabajo matarlo… pero como no puedo moverme, podría matarme en estos cinco minutos.

El tipo lanzó los kunai a través de la habitación, clavándolos en la pared antes de bajar la mirada a ella de nuevo—. Nishi Kiyo no será derrotado tan fácilmente. De hecho… mis guardias son más que suficiente para ti.

Vio cómo Nishi caminaba hacia la ventana y fijaba la vista en las puertas delanteras—. Parece que el veterano de tu equipo tiene las manos bastante ocupadas, es una vergüenza. Y por cómo se ven las cosas, los otros miembros de tu escuadrón ya fueron capturados.

—¿Qué? —soltó. Tengo que luchar contra este veneno… ¡tengo que salvarlos!

Él sonrió. Sakura notó que era esa sonrisa.

Se sintió abatida.

—Mis hombres esperan mi llamado. Te daré una opción. Puedes seguir siendo así de obstinada y condenarlos, o puedes obedecerme y salvar sus vidas. Tú eliges.

Ni siquiera se detuvo a pensar en lo que estaba apunto de consentir. Si era por su equipo, lo haría. Ellos eran lo más importante, y una persona que no se preocupaba por sus compañeros, era considerada igual o más inferior que una basura.

Eso era algo que Kakashi le había enseñado.


Sakura se rehusó a mirarlo a los ojos, a la vez que le rodeaba su espalda desnuda con los brazos.

Haz lo que sea para terminar esta misión, Sakura… no importa lo que eso signifique.

Los gruñidos que él emitía hacían que le dieran ganas de vomitar. Su cuerpo aún estaba entumecido debido a su parálisis, por lo que no podía sentir como Nishi entraba y salía de ella con toda libertad.

Sakura movió su cabeza hacia el lado, mirando con ansias la jeringa que estaba apenas a su alcance, mientras Nishi bajaba la cabeza hasta su cuello y comenzaba a besarlo.

Cerró los ojos con fuerza… ella no quería esto.

Nunca pensó que tendría que entregarle su primera vez al enemigo para salvar a sus compañeros; nunca se le cruzó por la mente que olvidarse de su inocencia sería la forma de salvar a Naruto. ¿Qué le diría él? Naruto sería ferozmente vengativo, estaba segura. Kakashi sería indiferente.

¿Y que haría Sasuke? Por el cual había estado reservando su inocencia en primer lugar…

No, decidió que él no tenía que saberlo. Sasuke no la trataría de forma distinta. Tampoco es como si le importaría saber lo que le pasó. Suspiró mientras estiraba su brazo.

Sasuke tenía razón después de todo; ella era débil.

Pero tenía que terminar esta misión.

Sus dedos rozaron el borde de la jeringa, acercándola más a ella. Si podía alcanzarla, tendría una oportunidad…

Nishi estaba distraído. Podía hacerlo.

Su mano se cerró alrededor de la jeringa, levantándola cuando Nishi arqueó su espalda y la alzó con él para el movimiento final, antes de llegar al orgasmo. Sakura esperó, mirando su expresión, hasta que por fin cerró los ojos.

La aguja se enterró en su cuello y ella introdujo el veneno dentro de su cuerpo, empujando la jeringa con sus manos. Nishi cayó muerto al suelo en dos segundos, completamente desnudo. Sakura acercó más la ropa a su cuerpo, sollozando en la chaqueta de Jounin, que estuvo tan orgullosa de recibir junto con sus compañeros.

Kakashi aterrizó al lado de la ventana y miró dentro del cuarto. En el piso había un cuerpo sin vida y desnudo y Sakura estaba llorando, aferrándose a su ropa, mientras intentaba calmar su voz y encendía el radio.

Saltó lejos de la ventana, con la vista fija en el suelo. Pronto escucharía la voz de Sakura por el radio, tan normal como siempre y pretendería que no vio nada. Pero Kakashi no era ningún idiota; sabía perfectamente lo que había ocurrido en ese cuarto.

Sakura había hecho el mayor de los sacrificios por su equipo.