Tengo terribles noticias para los lectores de esta historia, lean las notas del final…

Lee respiraba con mesurada lentitud, expandiendo sus sentidos con cada exhalación, agudizándolos con cada inhalación, haciendo lo que por años ha sido rutina diaria luego de levantarse y cumplir su agenda natural.

Podía sentir en su piel como la frescura de la madrugada era lentamente reemplazada por la calidez del sol que se alzaba lejos en el horizonte.

La brisa acariciaba su rostro mientras que sus oídos percibían el remecer de los árboles, todo su ser estaba en perfecta armonía con la naturaleza. "Sabes, no es de muy buena educación el acechar a las personas de esa forma." Inhaló con más profundidad, alzando su mano izquierda en un arco ascendente, mientras que su pie izquierdo daba un ligero paso hacia el frente, apoyando ahora parte de su peso sobre el, mientras esto ocurría, su mano ahora descendía hacía su pecho, entregando un breve de caderas para ubicar su pie derecho un par de pasos más lejos del izquierdo, cambiando su posición a una de apariencia más relajada.

A su costado, (Al haber cambiado de posición espalda.) Emergió de entre el follaje y la oscuridad en declive, un pelirrojo vestido de terracota, con algunos toques de pardo, sus ojos, de un verde jade, parecían perforar de manera perceptible, incluso para él, que tenía sus parpados cerrados.

"¿Quién eres? Que puedes salir impune después de atacar a nuestro líder." Su voz era serena, casi un susurro pero lo suficientemente audible como para ser escuchado.

Lee asintió, deteniendo su rutina con tal de pararse erguido ante la obvia treta que representaba el pelirrojo, su rostro se dirigió en dirección del mismo sin abrir sus parpados, sabiendo que al hacerlo su olfato, oído e incluso su tacto disminuirían considerablemente, además de que no quería revelar aún las consecuencias de su visita al inframundo, sin embargo, su acompañante no parecía tomar su estrategia de buen modo, de hecho, podía sentir el incremento en su sed de sangre.

Por lo que lo mejor sería el desviar su atención por medio de palabras, "Cierto, para muchos, el simplemente ser viejos conocidos, no justifica nuestra conducta, mucho menos las consecuencias que tales acciones acarrean. Pero debo aclarar que era un mal necesario." Supo de inmediato ante el violento incrementar de instinto asesino, que había dicho lo incorrecto.

Suspiró, dándose por vencido en su entrenamiento como mediador al ver que sus palabras habían surtido el efecto contrario al que deseaba.

No que dejaría de intentarlo, nunca, habría perdido una batalla, pero jamás la guerra, el rendirse en lo absoluto sería una deshonra a su sacrificio anterior y claramente, a sus compañeros y superiores, en especial aquellos que le entrenaron en el pasado cuando nadie más deseaba hacerlo.

Alzó el rostro con rapidez al escuchar, sentir y oler el avecinamiento de un ataque a su persona, por una milésima de segundo titubeó ante el tamaño y rango del ataque, pero años de brutal entrenamiento le enseñaron otra cosa, sin saberlo, se encontró acumulando gran cantidad de energía natural a su alrededor, alzó su mano y moviendo su brazo derecho en forma horizontal, golpeando el ataque de lleno y desintegrándole por completo en pequeñas partículas que se esparcieron por todo su alrededor.

Su contrincante por otro lado, si estaba sorprendido o enojado por su hazaña, jamás lo demostró, al mantener su rostro pulcro, sereno e impasible, casi como si no hubiera ocurrido nada desde un principio.

Lee alzó una de sus ahora diminutas cejas, (La historia de cómo perdió sus gloriosas cejas, es bastante trágica y magistral,) El chico no había tan siquiera modificado un poco su postura, lo cual le indicaba con claridad el hecho de que este sujeto no desperdiciaba su energía en maniobras innecesarias.

"Eres ciertamente, el opuesto exacto de su antiguo yo, interesante, muy interesante," Agregó el joven de verdes vestimentas en reminiscencia del Naruto original, logrando una íngrima reacción de parte de su contrincante, lo que en su caso podía equivaler a una aspiración o exclamación de sorpresa por parte de alguien con menos control.

"Me quitas las palabras de la boca, nada en ti, o alguno de tus compañeros, encaja o se asemeja a la información de nuestros archivos." Esgrimió el pelirrojo al mismo tiempo en que la arena esparcida por todo el lugar, vibrara con letal intensidad ante el inminente ataque.

Lee no pudo evitar sonreír, ciertamente aún había mucho que explicar y actualizar, sobretodo lo concerniente a su persona.

"¡YOSH! Tú dedicación es ciertamente merecedora de elogios y prosas, pero…" Girando a gran velocidad, generando con dicho movimiento una veloz ventisca que esparció por todo el bosque cada grano de arena circundante, (o al menos a una distancia más segura.) eliminando por cuestión de segundos, tal ataque por parte del enemigo.

Una vez terminó de girar, optó por abrir sus ojos y demostrarle que efectivamente ya no era el viejo e impedido Rock Lee.

Sus irises poseían un tinte plateado, similar al del os Hyüga, con la gran diferencia de que en el centro se encontraba una retina vertical de un profundo verde oscuro, eran ciertamente, los ojos de una bestia casi olvidada por los hombres, tan solo mitificada y rememorada con juguetes y símiles que no le hacían justicia, eran los ojos de un dragón.

El pelirrojo alzó sus cejas para luego bajarlas y entrecerrar sus ojos, su equivalente a un grito de negación o sorpresa, quizás furia, su aura e intenciones tornándose completamente en pura hostilidad, "Me aseguraré de esparcir tu sangre por todo este lugar impostor."

Ante sus palabras, la sonrisa en Lee, no pudo volverse más predatoria, "Mi sangre no hace más que hervir en jovial emoción ante nuestro enfrentamiento Gaara-san." Dicho esto, arrastró hacía sí, una gran cantidad de energía natural con tal de incrementar su resistencia a golpes fatales como los que probablemente recibiría en este enfrentamiento.

Ambos estaban listos para enfrentarse el uno al otro, para cuando una voz aguda, femenina y de delicadas entonaciones se añadió al escenario.

"Es suficiente, Lee." La forma en que el impostor no solo alzó los ojos, sino, en como culminó todo su incremento en poder, fue cuando mucho, desconcertante para el joven pelirrojo, pero tal sorpresa no duró mucho, en menos de lo que tarda un ser humano en pestañear, lanzó su ataque en contra del aún distraído Lee, solo para verle desaparecer por completo y reaparecer a treinta metros de su posición actual, ubicándose ahora en la rama inferior en la cual se encontraba la ahora posible impostora de Hinata-sama.

Pero antes de que vociferara su descontento, o que tan siquiera acercara a más de quince metros su arena, la chica comentó, "Mi madre está esperando a por ti, Gaara-san, espero que tus modales no estén en deplora como los de mi compañero parecen estarlo."

Al aludido bajó la cabeza en clara vergüenza, admitiendo que efectivamente era en parte, su error.

Hinata le observó por algunos segundos, admirando en parte su inocencia y honestidad, antes de enfocarse de nuevo al pelirrojo que velozmente se acercaba a ellos, sonriendo por su tenacidad e insistencia, antes de envolverse a sí misma ya Lee en una fina capa de Chakra que rápidamente se desvanecía en el aire, al igual que la pareja.

Gaara solo pudo ver con gran frustración como sus objetivos desaparecían antes de que pudiera desenmascarar a los farsantes, solo para escuchar una voz más controlada y colecta que la suya.

"Todo será revelado pronto, Gaara-san, todo será revelado." Y así no más, ambos sujetos desaparecieron en una nube de neblina que luego fue esparcida por el viento.

El pelirrojo frunció el ceño, lo cual se podía comparar con un grito de frustración a los cielos, estuvo cerca, tan cerca de saber la verdad por sus propios medios.

Sin más remedio, acumuló una nube de polvo bajo sus pies y procedió a dirigirse a la cuidad y posteriormente los cuarteles.

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Hikari bufó en frustración, no quería reconocerlo, (Cómo toda mujer u hombre a su edad,) pero estaba haciéndose demasiado vieja para esto.

La reunión que sostuvo hace poco con el grupo de jóvenes pertenecientes al Chikara no Kaji fue, a pesar de la 'supuesta severidad' con la que se desarrolló, no fue más que nada, que una simple pantalla para ocultar cuan displacidos se encontraban.

Hanabi siendo la más enojada entre el pequeño grupo, al haber sido separada de su atractivo instructor, al este haber sido castigado por su leve acto de insubordinación; Gaara aceptó el castigo como todo buen soldado, comprendiendo que en una institución militar, el actuar sin el conocimiento o consentimiento del líder, puede ser considerado un severo acto de traición.

Cierto, sus dudas estaba bien fundamentadas, pero debió pensar más lógicamente al respecto, pero las nuevas habilidades del joven Lee ciertamente, despertaron alarmas en dicha reunión.

Al menos hasta que el chico confesó la razón detrás de tales habilidades, rompiéndole el corazón en el proceso al escuchar del doloroso procedimiento que recibió al ser tomado como pupilo del Dragón que hace tantos años derrumbó la mayoría de sus planes.

Suspiró, sentándose de lleno en su sillón más confortable en su cámara privada, miró en dirección de la puerta, observando con una breve sonrisa al rubio que incómodamente se movía de un pie a otro en obvio nerviosismo, finalmente aparentaba ser un chico de su edad, y no el guerrero que últimamente observaba, es bueno saber que aún contaba con una porción de su humanidad.

"¿Hay algo en particular que quieras decirme cariño?" No pudo evitar que de su garganta escapara una escueta carcajadas ante el rostro sorprendido y algo culpable del chico, realmente aún conservaba aquello que lo hacía Naruto, a pesar de los cambios y el entrenamiento recibido.

De hecho, a pesar de que le entristecía un poco el admitirlo, quizás estaba viendo por primera vez en años, al verdadero Naruto.

"Okasan, hay algo que debes saber… tiene que ver con Hinata."

Ella sonrió, "Creo saber qué, exactamente, quieres decirme." Su sonrisa amenazaba con partir su rostro a la mitad ante la forma en que los ojos del chico parecían el querer salir disparados de la misma.

"¿Lo – Lo sabes? Pe-pero ¿Cómo? Estábamos seguros de que nadie se enteraría de ello." Hikari cubrió su boca con una de sus manos para ocultar su sonrisa, (A pesar de que a estas alturas ya era demasiado tarde.) sus mejillas se tiñeron de rosado ante la muestra de dulce e inocente ignorancia por parte del chico.

"Naruto, una madre siempre sabe de estas cosas," Su sonrisa aún permanecía en su rostro, aún cuando en realidad deseaba fruncir el ceño, ante las reacciones que el joven frente a ella estaba desplegando.

Ninguna de ellas hablaba de buenas noticias.

"¿Naruto, puedo saber por qué, pareces titubear ante el embarazo de Hinata?"

"¡URGH!" Hikari no pudo hacer nada ante la reacción del chic, quien parecía haber perdido la conciencia ante ese flujo de noticias que había recibido. (Aún permaneciendo de pie, claro está.)

La mujer suspiró, al parecer el chico aún no sabía de ello, por lo que quizás arruinó la posible sorpresa, aunque eso dejaba más inquietudes que respuestas, estuvo a punto de despertarlo con el empleo de un SUITON, pero cuando el chico alzó su rostro de golpe, cubriendo su cuerpo con Youki de pies a cabeza, desatando gran parte de su instinto asesino, toda la formula para una furia incontenible.

"Voy a matar al bastardo que se atrevió a tocar a mi mujer, nadie, NADIE toca a Hinata."

Toda señal de violencia en el chico desapareció cuando Hikari aplastó su instinto con el suyo propio, rodeando el cuello del chico con sus brazos antes de sonreír dulcemente. "Tienes quince minutos para explicar este desastre, antes de que utilice las técnicas familiares en tu insolente entrepierna hijo mío."

Si el rubio estaba nervioso anteriormente con ella, después de escuchar que emplearía el Jyüken para disciplinarle, estaba completamente aterrado, por lo que confesó con detallada mesura cada momento, experiencia y peculiaridad que experimentó en todos estos años.

Por decir que Hikari estaba horrorizada, sorprendida, enojada, emocionada o cualquier otro sentimiento, era decir poco.

"¿Déjame ver si entendí, en el procedimiento para separar a Kagami de tu persona, algo salió terriblemente mal y Hinata se ofreció como ancla para tu propia alma en desvanecimiento, resultando en una ceremonia demoníaca, donde ambos marcaron sus mejillas como símbolo de pertenencia?"

"Heeem, sí, eso lo resume todo… al menos la parte entre Hinata y yo."

"Yo y Hinata cariño… ¿Nunca dejas las cosas a medias verdad?"

"No, no sería yo si hiciera las cosas tal como los demás lo hacen."

HIATUS

Es cierto, lo que leen allí arriba, es correcto, esta historia entra en Hiato por una muy buena razón, si han leído mis notas de autor en Betrayed, si es que la leen claro está, sabrán que hace mucho la razón de mi desaparición se debió a la muerte de mi PC por parte de un virus que corrompió gran parte de mi base de datos.

Esto ocurrió justo en los días en que estaba creando un respaldo en mi máquina para liberar más memoria y espacio, desgraciadamente me concentré más en los documentos del trabajo que en los míos propios y eso me costó caro.

El virus se encargó de corromper todos los archivos de Word, Excel, y todo aquello que terminara con EXE, o BAT, etc.

Entre los archivos estaba la base de esta historia, aquella donde hace tanto tiempo escribí para seguirle la corriente al fic, ósea que ocurría en cada capítulo y claro, los que seguían y como culminaba, si me tienen agregado a autores favoritos o alertas, sabrán que hace poco actualicé gran parte de mis historias, y que de pronto, volví a desaparecer, eso fue, por que por mucho que releí, por mucho que lo intenté, la musa se niega a proseguir con la historia, principalmente con la cantidad de errores en trama, continuidad y agujeros que la misma posee.

El problema es que me he concentrado tanto en resucitar esta historia, que de nuevo estoy abandonando las demás, y no es justo para todos, si bien me enoja bastante no completarla como quería, (después de todo, es mi historia más popular.) no tengo más que hacer que simplemente, ponerla en HIATUS PERMANENTE.

Puede que publique una redefinición más pulida de la misma a ver si le agarro la idea de nuevo, pero muchas cosas cambiarán, ya no soy tan ambicioso como antes como para creer que podía hacer algo de esta envergadura con mi nivel, pero trataré lo mejor que pueda de hacer algo novedoso y no un refrito de lo que ya han leído hasta ahora con esta historia.

Por eso, de nuevo, lamento mucho informar que efectivamente, de A DIFFERENT HISTORY, esto es lo último que verán, (que es lo único que pude salvar con varios programas de recuperación de información borrada o perdida, ese pequeño fragmento de capítulo.)

Mis sinceras disculpas.