INVIERNO EN EL CORAZÓN
Por Ayumi / Yong Mi
Todos los derechos de Naruto pertenecen a MasashiKishimoto
EPÍLOGO
Satisfecha tras ver que los preparativos transcurrían sin contratiempos y hablar brevemente con quien menos esperaba encontrarse aquel día, a pesar de saber que sería una noticia recibida por gran alegría por parte de Naruto, Sakura entró en la habitación que les asignaron.
Lo observó sentado en la cornisa de la ventana, apoyado un poco contra el cristal mientras tenía apretado contra su pecho a un rubio bebé de escasos diez meses, que miraba absorto la inmensidad de Konoha que se mostraba ante ellos. Ninguno de los notaron su presencia de manera inmediata, así que ella prefirió beber la imagen hasta grabarla a fuego en su memoria.
Ya habían pasado cuatro años desde que Naruto regresó a Konoha, a pesar de la felicidad que el hecho trajo no fue un camino fácil para todos, porque el rubio pasó por un proceso incómodo de readaptación a la aldea, a sus compañeros y hasta a si mismo.
Aunque todo mundo expresó su felicidad porque en realidad estuviera vivo, esa felicidad se tornó en dudas e incertidumbre cuando se supo el papel que jugaría en las negociaciones de paz con Iwa. Mientras algunos pensaban que beneficiaría a la aldea enemiga por los años que estuvo allá, otros se imaginaban al antiguo Naruto haciendo escándalo y tonterías durante las importantes negociaciones. Todos parecían esperar que se comportara nuevamente como siete años atrás, incluso ella en algún momento llegó a esperarlo, tardaron un tiempo en entender que ese Naruto como tal había desaparecido.
Las personalidades de Shinta y Naruto eran diferentes, contrastantes, forjadas en base a contextos y situaciones diferentes, durante su etapa de 'reeducación' en Iwa parte de escandalosa personalidad había sido transformada debido a la educación y ambiente de tipo más militar que se vivía bajo el mando del Tsuchikage. Él mismo le contó que al inicio de su transformación en Shinta, no dejaba de hacer tonterías y bromas, pero con el tiempo esa parte suya fue confiriéndose a la intimidad con un cerrado grupo de amigos, con los se sentía en mayor confianza.
Shikamaru llegó a la conclusión de que el Naruto que todos conocían actuaba así por su necesidad de atraer la atención para escapar de la soledad, siendo que el Tsuchikage se aseguró que no volviera a encontrar en un entorno similar, era un tanto natural que ya no necesitara expresarse de esa manera.
Aunque con el paso del tiempo, el reintroducirse en Konoha con su antigua identidad y rodearse de sus viejos amigos, antiguos vestigios del viejo Naruto empezaban a presentarse, sobre todo cuando estaba relajado, pero mayormente era una fusión con cómo era Shinta. Ya no era ni uno ni otro, era una simbiosis de ambos.
Él llevó de manera muy natural la adaptación, aunque le constaba que a veces se sorprendía por algunas reacciones y actitudes, pero se limitaba a bromear sobre ello. Llegó a la conclusión de que todos cambiamos, pero en el fondo hay una parte de nosotros que se mantiene inalterable, o que regresa al cabo de un tiempo.
Sakura también tuvo su parte de adaptación para analizar honestamente sus sentimientos, aquellos que guardaba por dos personas…que al final eran la misma. Cuando recién se reincorporó a su vida en Konoha y pasaron los primeros días de shock inicial, de pronto se descubría confundida esperando que se comportara como el antiguo Naruto o como Shinta, dos maneras en que ella se había enamorado de la misma persona.
Conforme él se adaptaba, ella lo entendió como que el viejo y escandaloso Naruto de su adolescencia estaba muerto, él nuevo era uno más maduro, más serio, capaz de tomar responsabilidades tan importantes a su espalda en una cuestión diplomática y no sólo una pelea en el campo de batalla. Pero también era capaz de picar a Sasuke, hacer estupideces con Konohamaru y bromear sin parar cuando lo deseaba. Amaba al hombre que era en aquel momento y amaría al que convertiría diez años adelante.
Sintiéndose incapaz de mantenerse en la distancia, ingresó en la habitación y se colocó junto a Naruto, besándolo en la coronilla mientras acariciaba los suaves cabellos rubios de su hijo, que gorjeó con deleite por la atención materna.
-Te tardaste mucho-reclamó con suavidad el rubio mientras la rodeaba por la cintura con su brazo para acercarla a él, mientras apretaba más contra su pecho el cuerpo del bebé
-Necesitaba asegurarme que todo está perfecto, no entiendo cómo puedes estar tan tranquilo
-Porque estoy seguro que Tsunade-obaachan se ha encargado de tener todo listo. Para ello ha tenido esclavizada a Ino la última semana ¿cierto?
El recuerdo de su rubia amiga con el rostro surcado por enormes ojeras y líneas de cansancio acudió a la mente de la pelirosa, dándole la razón a su esposo.
-De hecho tienes razón, pero quería asegurarme que todo estuviera perfecto para tu gran día. Así que espero que tengas memorizado el programa ¿eh Naruto? Te colocarán el gorro ceremonial, dirás un discurso corto, de esos que siempre te salen tan bien para convencernos a todos de seguirte, y luego nos iremos a la comida de celebración. Mientras Chouji haya desayunado fuerte en su casa no tenemos que preocuparnos porque falte comida.
Ambos rieron abiertamente por lo lejana que era esa posibilidad, el pequeño primero los miró intrigado, luego se unió a la risa familiar, ganándose las miradas embobadas de sus padres.
-Más te vale que ahora que sea Hokage no descuides a tu familia ¿eh Naruto? Debes apegarte a los horarios que diseñamos, no pienso permitir que descuides a Hiro-chan por tus nuevas responsabilidades.
-Descuida Sakura-chan, puedes ir a sacarme a rastras de la oficina cuando lo consideres necesario. De hecho algunas veces terminaré pidiéndote que me salves. Estas semanas con Tsunade-obaacan diciéndome todos los asuntos pendientes casi me hacen contemplar la idea de renunciar.-comentó con verdadero pesar-Creo que Shizune está derramando alegría por ya no hacer todo el trabajo como asistente de Hokage
-Hai, me ha dicho que piensa irse de vacaciones un par de meses. En imposible negar que Tsunade-sama la ha estado explotando estos años.
Por la ventana vieron un gran movimiento en la zona de invitados, señal de que el tiempo se acercaba a pasos agigantados. Naruto se puso de pie y elevó un par de veces sobre su cabeza al bebé, situación que le encantaba y desató sus risas infantiles, secundadas por el padre.
-Considérate afortunado Hiro-chan, vas a estar presente cuando tu papá se convierta en Hokage-una idea cruzó por su cabeza, provocando que entrecerrará los ojos con pesar-Rayos, no lo recordarás cuando crezcas
-Podrás contárselo. Cientos de veces-replicó la pelirosa mientras le acomodaba la capa a su esposo hasta dejarla impecable.
Sin dejar de jugar con el bebé, preguntó con suavidad a Sakura.
-¿Han llegado los representantes de las otras naciones?
-Sí, hace poco. Gaara dice que te saludará cuando llegue el momento de brindar con el sake y conversarán en la comida. Como sabes, es el único Kage que vino personalmente, los demás mandaron representantes.
-¿Ya llegaron Eizan y los demás?
-También, es una pequeña comitiva, pero vinieron todos los amigos a los que invitaste.
-Perfecto-murmuró Naruto con evidente satisfacción.
La paz con Iwagakure fue un proceso largo en el que Naruto se metió a fondo para salvar distancias y que la paz fuera perdurable y sobre bases sólidas. Apenas el año anterior pudieron viajar a su antigua aldea, ahí se encontró con que todos lo recibían con aprecio y respeto.
Ayudó que el Tsuchikage fuera destituido por el Consejo de su aldea casi a su regreso, después de la derrota en Konoha. Los clanes consideraron que invirtió demasiados recursos de la aldea en una misión condenada al fracaso, aunque todos la apoyaran en su momento, y que los dejaba en una situación muy delicada con Konoha. El nuevo Tsuchikage resultó el propio tío de Okuni, quizá era no el más fuerte de la aldea, pero sí alguien cuya inteligencia era muy valorada por todos.
Mientras tanto el anterior Tsuchikage se había mantenido en un retiro dorado en su aldea, los reportes decían que estaba disfrutando la época de paz sin que tuviera ganas de verse involucrado en alguna nueva pelea.
Como en el fondo le guardaba un poco de aprecio por la forma en que se comportó con él mientras vivió como Shinta, se alegró sobremanera cuando un par de semanas atrás llegó una carta suya, felicitándolo por su próximo nombramiento como Hakage y recordándole su promesa de que él se encargaría de establecer una verdadera paz entre todas las aldeas ninja.
-Hablando de eso, te tengo una sorpresa
-¿Uh?
Una conocida voz desde la puerta atrajo la atención de ambos adultos, aunque las reacciones de ambos eran diferentes porque sólo era sorpresa para el nervioso rubio
-Es claro que siempre tuve razón cuando pensaba que serías un gran padre Naruto
El rubio no podía quitarse la expresión de asombro de su rostro, por primera vez en cuatro años tenía delante suyo a Okuni. El hecho de que lo llamara por su verdadero nombre en lugar de Shinta, fue para él un consuelo pues mostraba que la joven había seguido adelante. Durante cuatro años había tratado de verla, pero ella se había negado terminantemente y sólo respondió un par de cartas en aquellos años.
-¡No esperaba verte!
La castaña le sonrió abiertamente y fue a su encuentro, una vez que llegó a su lado acarició la rubia cabecita del bebé y posteriormente lo miró
-Es idéntico a ti, al menos no heredó el cabello rosa. Hubiera sido traumático para él
-A mí me parece que estaría perfecto aunque así fuera-replicó con una sonrisa bobalicona el rubio, enterneciéndolas a ambas
-Okuni llegó a tiempo para la ceremonia porque es la representante del Tsuchikage-comentó Sakura mientras tomaba a su hijo de las manos del rubio
-¿De verdad?
-Hai, mi tío pensó que era la mejor opción.
-¡Eso es genial! No te he visto en cuatro años, aunque siempre me decían que estabas bien, no he dejado de preocuparme. Ni siquiera estuviste presente cuando fui de visita a Iwa, con todo y que te avisé con tiempo mi fecha de llegada.
Una sombra casi imperceptible cruzó los ojos de la joven, pero afortunadamente nadie fue consciente de ese detalle y su sonrisa fue tan radiante como al inicio.
-Te dije que estaría bien, simplemente…necesitaba darme tiempo para entender los cambios a los que me enfrentaba. Aceptar que Shinta, el Shinta que yo amé, murió en Konoha y tú eras una persona diferente…fue un proceso largo.
-Por cierto, escuché que tu tío mandaría un enviado diplomático para estuviera de planta en la Aldea, ¿serás tú?
-Me lo ofreció, pero aún no me decido.
-¡¿Qué?! ¿Por qué no? ¿Aún sigues enamorada de mí?
La castaña le pegó un codazo en las costillas mientras un suave sonrojo cruzaba sus mejillas
-¿Cómo se te ocurre preguntarme eso? Además ya te dije que amaba a Shinta, tú no eres él, ahí tienes tu respuesta
-Me alegro de eso que dices
-Ya platicaremos después de la ceremonia, debe faltar muy poco para su inicio
-¡Es cierto! Debo empezar a acercarme al lugar-exclamó de golpe el rubio, sorprendido de que el tiempo hubiera corrido tan rápido con aquella reunión. Tomó a Sakura de la mano y salió a toda prisa del lugar, a pesar de todo la pelirosa alcanzó a decirle atropelladamente a Okuni antes de salir por la puerta
-Bienvenida.
Okuni se quedó clavada en el lugar, un poco sorprendida por la manera tan rápida en que Naruto abandonó el lugar, olvidándose de su conversación. Dio un paso al frente para tomar el mismo camino que su rubio amigo, pero una presencia en la puerta la detuvo
-Me alegro de verte Sasuke, ha pasado mucho tiempo
-Mphh. ¿Por qué no le dijiste simplemente a Naruto que aceptarás el puesto? No tiene caso que lo guardes como un misterio
-Quizá lo hice para darle la sorpresa con más calma
Sasuke se sumió en uno de sus típicos silencios mientras se dedicaba a observarla detenidamente, situación que incomodó a la joven, pero cuando estaba a punto de quejarse él habló
-Estás mucho más delgada, te ves consumida
-Muchas gracias por tan halagador comentario-respondió de manera agria para ocultar la sorpresa de que la hubiera evaluado tan rápidamente
-Diría que has tratado de esconderlo, quizá has subido de peso recientemente, pero no parece que estuvieras bien.
Le molestaba saberse descubierta de manera tan rápida, pero se había hecho a la idea de que Sasuke lo averiguaría fácilmente y sería la única persona a laque podría contarle la verdad.
-Pfff. Mira, te lo diré, pero más vale que esto no salga de aquí, el que más sufriría sería Naruto y puede traer problemas.
-Estuviste en la cárcel ¿verdad? Por eso nunca quisiste venir ni permitiste que él te viera, aunque los amigos de ambos nunca lo mencionaron
Que Sasuke adivinara tan fácilmente algo que logró mantenerle oculto a Naruto todo aquel tiempo la perturbó, sobre todo llevó de golpe a su memoria esa etapa amarga de su vida que tan decidida estaba a borrar de su mente. Aquel fue el único momento de vulnerabilidad que se permitió, así que respondió con simpleza para tratar de quitarle un poco de importancia al asunto, pero decidida a no ocultar nada en aquella ocasión.
-Sí, estuve en la cárcel. Por 30 meses. Cometí alta traición, aunque mi clan me protegió de la muerte, estaban muy dispuestos a someterme al castigo. Obviamente lo mantuve oculto, de haberse sabido…tú sabes cómo habría reaccionado él y las complicaciones de todo ello.
-¿Sabías que eso ocurriría cuando te fuiste?
-Tenía claro que era una posibilidad muy firme
-Y aún así elegiste irte
-Como dije en ese momento, Iwa necesitaba un culpable, yo me ofrecí a serlo si con ello se apaciguaban las aguas.-respondió un poco a la defensiva, notando en la voz del Uchiha una directa acusación. Afortunadamente, él pareció no querer ahondar más en aquel tiempo y dejó el tema
-Han pasado más de 30 meses, ¿qué te hicieron después?
-Nada tan grave, simplemente me…degradaron a genin, sin posibilidad de subir de rango.
-Hasta ahora, te envían en un cargo diplomático
-Es un tecnicismo, en realidad es un exilio. No importa el castigo que se me haya dado, la gente no supera lo que hice. Una cosa es aceptar a Naruto, que originalmente era un shinobi de Konoha, otra cosa es una shinobi que traiciona a su gente por un hombre. Mi presencia en la aldea me convierte en un punto débil para mi tío, así que lo mejor es quitarme de la vista de todos.
-De modo que no tenías elección
-No lo hagas sonar más dramático de lo que es. Entiendo las razones que obligaron a mi tío a hacerlo, pero no puedo decir que estar destinada permanentemente a Konoha sea un castigo terrible. Lo malo es que me asignaron un sueldo muy bajo y no podré hacer misiones aquí
El pesar que embargaba su voz parecía genuino pero no demasiado intenso, lo que convenció al Uchiha de que era un teme que le preocupaba en su justa medida. Suponía que después de estar presa y ser una paria en su aldea, era el menor de sus problemas. También estaba seguro que ella no aceptaría ayuda por parte de nadie, porque ella consideraba que era responsabilidad suya.
-Será mejor que nos vayamos Sasuke, la ceremonia debe estar a punto de iniciar y no pienso perdérmela-caminó con decisión a la puerta, pero se detuvo brevemente al lado del moreno para decirle con naturalidad-¿Qué te parece si mañana vamos a comer? Ahora que estaré definitivamente en Konoha lo mejor será hacer las paces ¿no crees?
-Es una buena idea-respondió con una sonrisa ladeada antes de iniciar el camino para el lugar de la ceremonia.
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Tras un día tan lleno de emociones, Naruto no estaba seguro de si podría dormir porque la adrenalina aún embargaba su cuerpo. Su pequeño hijo cayo rendido en su cuna luego de que todos sus amigos lo trajeran de un lado a otro, pero aunque él también estuvo muy solicitado, no compartía el grado de cansancio. En lugar de eso, contemplaba con fascinación la montaña de los Hokage, específicamente el lugar donde se situaría su rostro.
Tan distraído se encontraba que no pudo reprimir un sobresalto cuando unos cálidos brazos lo rodearon por la cintura desde atrás, pero en cuanto sintió el rostro de Sakura enterrarse en su espalda se relajó por completo.
-Ha sido un día maravilloso-susurró la joven, mientras restregaba la punta de su nariz contra la espalda del rubio
-Ya lo creo. Es sorprendente que ya sea el Sexto Hokage de Konoha, apuesto a que nadie creyó que el chico kyubi, el shinobi más odioso de la aldea llegaría tan alto.
No había amargura ni dolor en su voz, en realidad había un cierto grado de asombro, como si ni el mismo pudiera acabar de creérselo. Molesta porque Naruto pareciera dudar él mismo de su capacidad, lo soltó para dar unos pasos al frente y encararlo
-¿Y quién más que tú lo merecería? No sólo eres el más fuerte de la aldea, y de muchas otras, sino que demostraste una gran capacidad de liderazgo cuando te encargaste de negociar la paz con Iwa. Has conseguido el sueño de tu vida, deberías estar feliz
-¿Pero qué dices, Sakura-chan? El ese sueño lo cumplí hace tiempo, tú eres el sueño de mi vida. Tú y Hiro, son la familia que siempre anhelé y ahora se me ha cumplido.
Era imposible escuchar eso y no conmoverse, de modo que los ojos esmeralda de la joven se llenaron de lágrimas que desechó casi de inmediato.
-Es es…tan hermoso
-Sólo es la verdad Sakura-chan. Si volviera a perderme, aunque de nuevo no supiera quién soy, encontraría la manera de regresar a ti. Ya lo hice hace cuatro años.
-Te aseguro que esta vez iría por ti a cualquier lado. No voy a dejarte vagar por ahí otros seis años.
-Lo sé, lo prometiste en la boda. Me tienes bien atado a ti.
-Es algo mutuo, también estoy atada a ti.
Para sellar su declaración el flamante Hokage tomó a su esposa por la barbilla para elevarle el rostro y juntar sus labios en un apasionado beso, que culminó en una sonrisa de satisfacción cuando la falta de aire les obligó a romper el contacto.
-Ya que dices que estás atada a mí, ¿qué te parecería algo más físico Sakura-chan? Estoy seguro de tener en algún lugar algo que nos pueda servir-el guiño pícaro que le dirigió, dejó perfectamente clara la idea en su mente, a lo que Sakura respondió con un suave golpe en las costillas
-Eres un pervertido Naruto-fingiendo un tono ofendido, elevó el rostro de manera digna y se alejó, siendo alcanzada por su esposo en actitud más suplicante
-Eh Sakura-chan, no seas mala, deberías pensar que hoy es un día importante para mí, pensé que podíamos celebrarlo de manera especial
Sin decirle una palabra, se giró para quedar de frente a él y dejó caer la bata que portaba, revelándose en toda su desnudez
-Así será Hokage-sama. Será un placer complacerlo esta noche
Ambos sonrieron brevemente en complicidad, antes de dar paso a una de tantas noches en pareja que les aguardaba el futuro.
FIN
*Notas del Aleluya de Hendel*
Si alguien es responsable de mi brote de inspiración y ánimos para sacar a este fic de su largo hiatus ese es Kishimoto. El final de Naruto me enfureció tanto, que me puse a escribir. No sólo el final, sino las entrevistas que ha dado, algunas donde casi casi dice que todo nos lo imaginamos, cuando él bien que jugó con las señales con un maldito.
En fin. Siempre nos quedarán los fics, así que mientras tenga inspiración, tiempo y un poco de cariño por Naruto, aquí seguiré.
Quería terminar el fic el pasado 30 porque un 30 de diciembre de 2007…vio la luz el primer capítulo y quería ponerle fin cuando se cumplían 7 años de su publicación, pero no pudo ser. En su lugar lo termino con el inicio del año, espero que sea una especie de señal. Muchas gracias a quienes siguieron este fic desde su inicio, su paciencia es algo que agradezco de corazón.
Me estarán leyendo muy pronto, se los prometo.
2014-12-30