Aqui vuelvo con otra historia, debo aclarar, que esta historia NO me pertenece, le pertecene a una gran escritora que se llama Leigh. A. Sumpter a la cual admiro mucho en particular por esta maravillosa historia que escribio sobre James y Lily, con su previo permiso estoy traduciendo esta historia a español.. así que tal vez tarde un poco en subir los capitulos ya que voy empezando mi ultimo semestre en la preparatoria y estoy un poco ocupada con la universidad.. así que aqi les dejo el primer capitulo espero que les guste.. :)

Hey, Leigh, here is the story.. I will keep you informed :)

xoxo


Completamente Incompleto

"James Potter, despierta!" susurro Lily Evans en su oído, tomando las sabanas y tirándolas al piso.

"Devuelve eso" murmuro James, medio dormido mientras se volteaba al otro lado, estirando un brazo para tomar sus muy necesitadas sabanas. "Esta frió aquí…"

"No", contesto Lily firmemente, jalando las sabanas más lejos de su alcance. Esto era en parte para sacar a James de la cama, pero también para su propio entretenimiento. Podía escuchar los dientes de James titiritando por el frió aire de invierno, y suprimió una pequeña sonrisa al simplemente regañarlo. "Deberías de haber estado levantado hace horas para ayudar a organizar al comité de decoraciones! Yo tuve que hacerme cargo de todo, y tengo que decir que tu ausencia no es más que una pobre representación de cómo manejas tus responsabilidades como Premio Anual". Se acerco a la ventana abriendo las cortinas, dejando que la luz llenara la habitación.

"No puede esperar, Mamá?" Pregunto, con los ojos medio cerrados por la repentina ráfaga de luz. Dejando que su vista se ajustara, se sentó lentamente y volteó hacía Lily. "Oh- te ves bien hoy, Mamá."

Lily suspiró. "Por que no te pones tus lentes, querido hijo?" sugirió con una molesta- maternal voz, preguntándose si James pretendía estar ciego o estaba realmente loco. Ella se movió hacía su mesa de noche, esperando que pudiera haberla visto.

James busco torpemente sus gafas, y dejo que sus ojos se enfocaran cuando se los puso. Moviendo sus piernas fuera de la cama, le sonrió a la Premio Anual que estaba parada frente a el. "Buenos días, mi hermosa Lily", la saludo, su voz cediendo un poco.

Lily frunció el ceño a James y negó con la cabeza. "Parece que no entiendes esto Potter, pero son las 2 de la tarde, por lo tanto descalifica tu ultimo argumento". Contó con sus dedos, y después se cruzo de brazos exasperada. "Dormiste 6 horas demás! Puedes creerlo? Quién demonios necesita dormir tanto?"

"Ooh, eres feroz", se rió James, levantandose para enfrentarla. "Debería llamarte Tiger Lily"

"Que listo eres", contesto Lily, rodando sus ojos. "Sabes, tienes suerte de que es fin de semana o quizás no te hubiera cubierto para nada"

"Y esa es uno de las muchas razones por las que te adoro". James despeino su ya desordenado cabello y le sonrió. "Haces todo en tu poder para que yo puede mantener mi impresionante posición". Se agacho a la altura de Lily y le dio un beso en la mejilla.

Lily bofeteó a James, y se dirigió a la puerta. "Volveré en quince minutos", le anunció, su voz toda mandona. "Más te vale estar listo en ese tiempo. Tenemos asuntos de Premios Anuales que atender". Ella dejó la habitación.

"Si, Mamá", la llamo James, viendo su figura desparecer mientras la puerta se cerraba detrás de ella.


Este era otro típico día, un día como cualquier otro. Ambos, Lily y James, en su séptimo y último año en Hogwarts, revivían esta escena casi todos los días, aunque era parte de un guión que debía ser perfeccionado. Los dos tenían poco en común – de hecho, sus personalidades contrastaban tan profundamente que era difícil para cualquiera de ellos ponerse de acuerdo.

Lily le desagradaba fuertemente James desde el primer día que se conocieron, en el tren de Hogwarts. Él y sus amigos habían optado por sentarse con su grupo, y Lily podía recordar las palabras que el tan ansiosamente le dijo:

"Ooh – tu cabello es tan rojo y bonito! Puedo tocarlo?"

Aunque este fue un cumplido, Lily no lo tomo de esa forma. Desde que ella podía recordar, ella había detestado sus rojos cabellos – en su opinión, le quitaban demasiado la atención a su cara. Si hubiera querido que algo se destacara, ella hubiera elegido sus ojos verde esmeralda, ya que el color era muy poco común, pero odiaba verlos relegados por su vibrante color de cabello.

En respuesta, entonces, Lily respondió sarcásticamente, "Ooh – tu cabello es tan grueso y desordenado! Puedo peinarlo?"

A medida que la gente fue aprendiendo, James era el más relajado de los dos. El tenía un indomable, mal cuidado cabello, que el a menudo despeinaba con el fin de parecer impresionante – una peculiaridad que incluso sus amigos cuestionaban. Una persona relajada, incluso a la edad de 11 años, James le sonrió y se apoyo de nuevo en su asiento.

"Deberías saber," le dijo a ella, con una sonrisa pintada en su rostro, "Me gustan las ardientes pelirrojas".

Y ese fue el día en que James recibió su primera – pero definitivamente no ultima – bofetada de Lily.

Durante los años, ellos fueron así. Los dos fueron puestos en Gryffindor, y tenían varios amigos en común, así que era increíblemente difícil para ellos evitarse el uno al otro. Era muy bien sabido el hecho que James gustaba de Lily, pero ella o ignoraba sus intentos de impresionarla, o los tomaba como una ofensa. Con completa honestidad, Lily guardaba sentimientos para alguien más.

Cuando James y Lily fueron escogidos como Premios Anuales, Lily estaba tanto emocionada como agravada al saber que tenía que compartir un titulo con él. Para terminar, tendrían algo más en común – sus viviendas. Los Premios Anuales tenían sus propios dormitorios, pero ambos tenían que compartir una Sala Común así como el baño.

Ahora, en Diciembre, Lily y James aún se estaban ajustando a ser obligados a estar juntos – James, por supuesto más dispuesto que Lily. Este, ellos sabían, sería un año difícil.