Yuuri no Mαi ENTERTAIMENT & PRODUCTIONS presents…

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Notillas de la Mai: ò.o Gente, lo siento. No PUEDO terminar "Por Amor al Arte", la idea no me deja contenta y por más retoques que le hago, ahí está, tirada llorando porque no puede ver la luz (tiene una madre muy mala…). Así que la cambiaré un par de veces más a ver si resulta y si no, pues será… pero de esta semana no pasa, lo juro ;x;

Por mientras les traigo… NUEVO FIC!!! Para que no se queden sin nada que leer. Es una idea que… bueno, no tenía que ser así, pero terminó seduciéndome y… a ver si les gusta. Va más o menos en el mismo estilo de "Por Amor al Arte" (es decir, tonteo puro). Suavecito, con risas, malas palabras y romances turbios, muajaja xd. Es todo un desafío para mí, porque… aparecerá Byakuya! y mucho. Más bien es como el prota, y jamás me había metido con él en un fic. Así que tendremos la oportunidad de conocer los más oscuros pensamientos del noble capitán de la Sexta, de primera fuente.

Joder, que tétrico sonó eso, juju.

Disclaimer: Bleach pertenece a Kubo-sensei. Y a la hora que Byakuya me pille, me mata…

Va un dos por uno hoy, por ser el primero y por ser tan morosa con el público. Enjoy it!

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PROLOGO

Corría un buen día de verano en Soul Society. Soleado, alegre, con pajaritos… la dicha se respiraba en el ambiente y el aire estaba cargado de sol y risas. Todo el mundo parecía de buen humor esa mañana…

MENOS Kuchiki Rukia.

Joder¿Qué coño hacía ella ahí, encerrada en una tonta oficina llenando montañas de papeles de almas que jamás llegaría a conocer? Ah, sí… todo era culpa del tonto Renji. Como él tenía trabajo shinigamesco en terreno, no podía estar en la oficina. Y ella tenía que hacer SU trabajo. Y no, no podía negarse.

Porque se lo había pedido muy amablemente su honorable hermano, Kuchiki Byakuya.

Flashback.

Rukia entró sigilosa en el despacho de su nii-sama. La había mandado llamar con Ukitake-Taicho, y eso la había sorprendido. ¿Cuándo Byakuya quería ver a su hermana¿En qué ciclo lunar estamos?

—¿Nii-sama? —preguntó tímida, luego de hacer una digna reverencia en forma de saludo.

Byakuya asintió con cara de nada. Vamos, como siempre. Y le indicó que tomara asiento.

Rukia obedeció.

La voz profunda del hombre la hizo levantar la cabeza.

—Te he llamado porque necesito tu ayuda, Rukia.

Eso terminó de sorprenderla.

—Usted dirá para que soy buena…

—Verás… —apoyó los codos en la mesa y reposó la barbilla en ambas manos juntas. Usualmente esa posición le ayudaba a intimidar a sus súbditos, pero obviamente, Rukia era caso aparte. —Quiero que me ayudes con el papeleo —fue todo lo que le dijo.

La shinigami abrió mucho los ojos.

—¿Era…eso? D-digo… ¿Y Renji?

—Lo he enviado a una misión especial. Ahora mismo debe andar por el Distrito 69 del Rukongai.

—Ah… lo ha mandado a arriesgar el culo y el ha ido feliz porque se libraría de esto¿no?

—Exactamente, Rukia. Tan perspicaz como siempre.

Rukia sopesó sus opciones durante dos segundos. Aunque realmente no tenía muchas alternativas…

—Pues… No me corresponde ayudarlo, nii-sama. Yo también tengo trabajo en mi escuadrón…

—Ukitake me ha informado que tienes el día libre. Y que puedo disponer de ti.

"Ukitake $·#&!8… mecagoentodoooooooo… Y yo que quería disfrutar el díaaa… TT"

—P-Pero…

—No hay pero. Eres una Kuchiki, yo soy el cabecilla del Clan y eso me hace tu superior directo. Me ayudarás con el papeleo, Rukia. Y punto.

Fin Flashback.

Oh, sí. Se lo había pedido MUY amablemente.

Y ahí estaba ella, rellenando papeles y juntándolos en torres, separados de los que aún había que llenar. Mirar esas torres eran la decepción misma… la del trabajo hecho era ínfima, comparada con la del trabajo por hacer. Sin duda se echaría el día en esa oficina aburrida.

Si al menos su hermano tuviera el don de la palabra… podrían sostener una conversación entretenida y amenizar el día.

Rukia no estaba acostumbrada a estar en silencio, menos aún cuando ha compartido tanto con Ichigo, retándose verbalmente cada cinco segundos…

Su mente se desvió del trabajo cuando pensó en Ichigo.

¿Qué estaría haciendo ese baka ahora? De seguro está en el instituto, mirando burros verdes y no poniendo atención. O peleando con Ishida, o sacándose de encima a Keigo. Conversando alegremente con Tatsuki y escapando de los raros aperitivos de Orihime. Bueno, como sea, el muy cabrón estaría de puta madre, entretenido hasta las orejas.

Y ella pelándoselas ahí… Mundo cruel.

Pegó un suspiro loco, y su mirada abandonó los papeles y se concentró en otro punto.

Su querido (Grrr) hermano Byakuya.

No tenía mucho sentido preguntarse qué estaría pasando por la mente del frío e impenetrable cabecilla de su clan en momentos como aquel, simplemente debe estar concentradísimo en lo suyo, feliz de haber esclavizado a su hermana pequeña en la misma tortura en la que él estaba metido. De pronto, ese pensamiento rodó por todos los recovecos de la cabeza de Rukia…

…Y le entregó una información que, si había procesado correctamente…

¿Sería ésta la manera de hacer travesuras de su hermano Byakuya?

Esclavizar a sus inferiores para que le quiten de encima la mitad del trabajo y así terminar más temprano y poder ir a tirarse las bolas a su lujosa mansión… Sí, puede que en la mente de Byakuya eso suene entretenido.

Estaba tan hastiada que se estaba poniendo espesa, y el humor negro se estaba apoderando de ella.

Byakuya jamás haría algo divertido por placer… era una máquina de llenar papeleo en estos momentos. Y fuera de la oficina era un robot con dos frases pre-programadas:

TE-MATARÉ-SER-INFERIOR… - BANKAI, SENBONZAKURA KAYEG… KAGESH… KASHE…

ERROR DE LECTURA…

No se acordaba del nombre del bankai de Senbonzakura… Bah, da lo mismo.

Byakuya era un robot y punto.

—¿Has terminado ya con tu parte, Rukia? —preguntó el Capitán de la Sexta, cuando vio a su pequeña rehén contemplando las mariposas.

—Errr… Noooo, bueno…

—Pues ¿qué esperas? —soltó, con su tono frío patentado.

—Ya voy, nii-sama.

Había pensado muy ligero de su hermano, y se había ido por las ramas.

Byakuya JAMÁS haría algo entretenido.

"Yo creo que ni siquiera sabe lo que son las vacaciones, con lo trabajólico-guerrero súper-espectacular que es…"

Y de pronto…

"Ooooh… Una idea en mi cabeza".

—Nii-sama… ¿Puedo hacerle una pregunta?

—… Adelante.

Rukia tomó una bocanada de aire antes de hablar. Sonrió, traviesa.

— ¿Alguna vez usted ha pensado en tomarse unos días de vacaciones?

La mirada dura de él la traspaso unos segundos. "Explica el estúpido pensamiento que me has expuesto".

—Un capitán de escuadrón también tiene derecho a descansar…

—Pero no el Jefe del Clan Kuchiki.

— ¿Por qué no? …Tiene miles de sirvientes que pueden hacer su trabajo… ¿Por qué Renji no va a poder reemplazarle alguna vez? Que de algo le sirva ser Teniente…

—…

—Así despejaría su mente y podría manejarlo todo con la cabeza más fría después…

Cuando frialdad es algo que le sobra a Kuchiki Byakuya…

Pero él, de todos modos pareció pensar la idea. Es más, giró su silla para poder establecer una conversación como dios manda con su hermana.

"Insisto¿en qué ciclo lunar estamos?"

—Lamentablemente, Rukia, no existe un lugar en este mundo donde se puedan tomar vacaciones. Conozco por fuerza todo el Seireitei, y no hay muchos centros turísticos que digamos.

—Lo sé. Pero, si le agrada la idea… ¿Dejaría esa misión en mis manos?

—…

—Conozco un lugar perfecto donde vacacionar, nii-sama.

Byakuya volvió a poner cara de nada. En realidad siempre la lleva puesta, pero ahora, la dura mirada perdida en algún punto del techo dio a entender a Rukia que estaba pensando. Sopesando su idea con pros y contras.

Medio minuto después…

—Bien, Rukia. Lo dejo todo en tus manos.

La aludida sonrió, complacida. Iba a enseñarle un par de cosas verdaderamente entretenidas a su hermano…

—Pero primero termina el papeleo que te he dado.

Mundo cruel…

—Sí, nii-sama.

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7DAYS OF LOVE

D A Y 1.- A r o в o т i n т н e н u m α n w o r l d

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En aquel extraño día, todo pareció dar vueltas en el Seireitei.

Así de la nada, ocurrió algo inesperado que jamás creyeron sucedería. Y como era tan impensado, nunca se previeron medidas alternativas por si se daba el caso.

Pero aquella mañana, Kuchiki Byakuya anunciaba que se iba de vacaciones por una semana, y ahora sus subordinados eran comandados por el Capitán Subrogante Abarai Renji, quién no tenía mucha idea de que demonios era ser capitán, y lo habían puesto ahí sin ningún tipo de aviso…

Bueno, UNO solo le dieron.

"Quiero todo tal como lo dejé a mi regreso, Renji. O tu cabeza rodará por todas las calles de Soul Society".

Una petición muy amable de su Capitán Original, sin duda.

Ahora, el pelirrojo se encontraba en los prados del patio trasero del Sexto Escuadrón, escoltando a Byakuya y a Rukia hacia el lugar.

—Cuando usted mande, Capitán. —dijo Renji, sin perder en ningún momento los papeles con su superior. Él no tenía ni la más remota idea de cómo lo había hecho Rukia para convencer a su hermano de semejante experiencia, pero ya que estaba hecho, él no iba a desaprovechar la oportunidad de mirarlo todo desde el puesto de gloria por una semanita.

—Tengo instrucciones para ti, Renji. —dijo Kuchiki-taicho, antes de darle la señal. —Tienes prohibida la visita al Mundo Humano cuando yo no esté. No quiero que me lleves problemas mientras yo esté de vacaciones, y no quiero que descuides el Escuadrón en ningún momento. Si te he puesto a ti en el lugar de mando, es porque algún grado de confianza te tengo. No la destruyas.

—Como ust —¿CÓMO ESTABA ESO DE QUE NO PODÍA IR AL MUNDO HUMANO? —ed mande, Taicho.

—Bien. Ahora, abre la puerta.

—Vendré a visitarte cuando pueda, Renji. —se despidió Rukia. —Para ver qué tal tu salud mental.

—Cuídate, enana. Y cuídalo.

Después, tanto Capitán como Teniente hundieron sus zanpakutou en lo que parecía ser nada. Pero una puerta surgió en medio, primero abriéndose hacia arriba y luego dejando ver otra, que se corrió hacia el lado.

— ¡Nos vemos en una semana!

Y ambos Kuchiki cruzaron el portal.

No fue más de un minuto lo que estuvieron entre dimensiones…

Y para cuando Byakuya abrió los ojos, todo lo que vio fue frondosidad, verde y naturaleza.

—Bien, nii-sama… Esto es Karakura. Te lo presento.

-owowowowowowowowowowowo-

El primer lugar que visitaron fue la Tienda de Urahara. Ninguno de los dos podía andarse paseando con ropas de shinigami y sin que nadie los viera, así que el tendero, demostrando su sorpresa de ver al famoso capitán del Seireitei en el Mundo Humano y éste, diciendo que estaba en una misión secreta, les entregó a ambos un gigai de la más alta tecnología.

—Para que se sientan cómodos. —había dicho él.

Lo cierto es que Byakuya aún no se acostumbraba a la sensación de tener el alma encerrada en una de esas cosas. Iban de camino hacia algún lado y él todo lo que hacia era trastabillar una y otra vez.

—Ya se acostumbrará, nii-sama —susurró Rukia.

—No sé cómo has hecho para poder andar con… esta cosa todo este tiempo.

—Como le digo, es costumbre. El tiempo hace la práctica.

—Mmmmh… —Él no era de hablar demasiado, pero la pregunta era absolutamente necesaria. —¿Y a dónde nos dirigimos ahora?

Rukia se situó delante de él unos momentos, en un acto semi-infantil.

—A la parte entretenida de este pueblo —contestó. Y retomó su lugar junto al noble.

Siguieron caminando un rato, en silencio.

Ciertamente, Byakuya no hablaba demasiado, pero su cabeza funcionaba todo el tiempo, a mil por hora. Y se estaba preguntando qué cosa podría haber en este pueblo que hacía tan feliz a su hermana…

La evidente respuesta le hizo generar un mohín de disgusto. Kurosaki Ichigo, eso era lo que tenía Karakura que tanto gustaba a Rukia. Ese muchachito tosco y altanero… ¿Qué le vería ella? Porque si bien que él sepa, no eran mas que amigos (y a la hora que Rukia le esté contando lo contrario se suicida), se notaba a distancia que el chico de pelo naranja mataba por la shinigami. Y ella, lo mismo por él. Hasta alguien como Byakuya se daba cuenta de esas obviedades de la vida. Pero volviendo al punto inicial del asunto¿Qué bondades vería su hermana en alguien como Ichigo?

"Si es malhablado, grosero, confianzudo, violento, arrebatado…"

Pero tiene reiatsu para dar y regalar.

Si tiene poder, no es tan poca cosa a sus ojos. Y después de haberse peleado con toda Soul Society el solito, también era evidente que tenía un coraje y una determinación que asustaban. Respeto no iba a tenerle jamás, pero la cuestión es mutua.

El muchachito no le agradaba en nada, pero como no lo tiene cerca nunca, no hay manera de que contamine su aire. Y eso le tranquiliza.

—Hemos llegado, nii-sama. —anunció Rukia.

Y el noble salió de su ensimismamiento.

Habían estado caminando por una callecita graciosa sin haberse dado él cuenta. Y ahora estaban parados delante de un edificio blanco que parecía pegado a una casa bien parecida y de aspecto amplio.

Rukia abrió la reja y le obligó a seguirla. Byakuya había notado un cartelito en el edificio blanco que rezaba "Clínica Kurosaki", y ya no sentía tantas ganas de estar ahí.

Ni de haber dejado todo este absurdo asunto en manos de su hermana.

La chica golpeó la puerta suavemente con los nudillos…

"¿A dónde rayos me has traído, Rukia?"

…Y en el acto, un chico de pelo naranja alborotado le abrió. Y se les quedó mirando con la boca abierta.

— ¿Qué… QUÉ RAYOS HACE BYAKUYA AQUÍ, RUKIA?

— ¿Ésas son tus maneras de saludar, Ichigo?

—N-No, pero coño… al menos avisa… Menuda sorpresita…

—A mí tampoco me hace un ápice de gracia verte el rostro, Kurosaki. —el aludido sólo gruñó algo que no se entendió ni él.

— ¿Y qué trae a tu honorable hermano por aquí? —se dirigió a la shinigami bajita ignorando olímpicamente a su acompañante.

— ¿Pretendes que te cuente todo aquí, en el antejardín?

OK. Mensaje subliminal captado.

—Joder… pasen.

-owowowowowowowowowowowo-

—De modo que Byakuya anda de vacaciones…

El noble tuvo que reprimir las ganas de cortarle la cabeza a aquel humano insolente. ¿Cuál era su maldita manía? No le había dado nunca nada de confianza, así que para él era Kuchiki-taicho… Pero Ichigo parecía no entenderlo.

Más bien, parecía reacio a cualquier muestra de respeto a su prójimo.

—Ajám —siguió la conversación Rukia, ajena a los dolores de cabeza de Byakuya. —Decidí traerlo a Karakura para que conozca algo que no sean almas y campos de batalla…

—Oh, genial. ¿Y dónde se van a quedar?

—Aquí, por supuesto.

—Ah, me lo supon… ¡¿AQUÍ?!

—Claro. ¿Crees que habrá algún problema, Kurosaki-kun? —atacó ella, con su tonito desesperante.

—¡P-por supuesto que habrá problemas, Rukia¡Esto no es un hotel, sabes! Y si al menos hubieras avisado…

—¡¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHH!! Rukia-chiiiiaaaaaaaaaaaan, has regresado…

Y haciendo acto de presencia, Kurosaki Isshin se apresuró en tomar en volandas a su adorada y extrañada tercera hija, apretándola mucho y gritándole en el oído que tanto él como Ichigo estaban echándola mucho de menos.

—¡Y Karin y Yuzu no paran de preguntar cuando regresabas… RUKIAAAAAAAAA…!!

—Oooh, Kurosaki-san. Yo también les extrañaba mucho… Sobre todo a usted. —Rukia patera mode ON —Mire, le presento a mi hermano Byakuya.

—Tantísimo gusto —Isshin extendió la mano al capitán, quién de mala gana aceptó, a una mirada asesina de su hermana.

—Mi hermano viene de… un lugar muuuuuuuy lejano, y ahora esta de vacaciones. Me preguntaba si usted podría permitir…

—¡OOOOH, NI SE HABLE! —gritó el Patriarca de los Kurosaki, eufórico. —¡La familia de Rukia-chan es bienvenidísima en nuestro humilde hogar!

—Gracias… —dijo Rukia, en un tono de profundo agradecimiento para Isshin y con una sonrisa irónica y triunfante para Ichigo. —¿Ningún problema entonces?

—En absoluto.

Y por primera vez, Byakuya se sintió ignorado. Nunca nadie había hecho algo que le involucrara directamente sin preguntarle.

Cuando estuviera a solas con Rukia le reprocharía un par de cosas que no estaban funcionando bien ahí, para su gusto.

—¿Y dónde se supone que va a dormir Byakuya, papá? —preguntó Ichigo, temeroso y casi seguro de la respuesta.

—Es evidente¿no¡¡En tu cuarto!!

Alerta.

—Bien, ya me lo temía. ¿Y donde dormiré yo?

—Oh, Ichigo… ¿No puedes compartir la habitación con el hermano de Rukia-chan?

—Ya… ¿Y quieres que compartamos la misma cama también?

—No te pases de listo, Kurosaki Ichigo. —fue la única frase que Byakuya pudo formular en su defensa.

Rukia se moría de ganas de reírse a gusto. Si esto no era entretenido para su hermano, entonces no lo era nada. ¡Las extravagancias de Isshin no tenían fin alguno!

—Ichigo, elige: o duermes en el sillón o en el saco de dormir junto a Byakuya-san.

—No abandonaré mi pieza ni aunque me pagues. No, mejor dicho: Ni aunque NO me pagues…

—Bien, está decidido. Compartirás habitación con el hermano de Rukia-chan. —cara abatida por parte del colorín. — ¡Hombre, vamos! Solo será por…

—Una semanita —apuntó Rukia, inocente.

— ¡Una semanita! —repitió Isshin, feliz. — ¿Qué te cuesta?

—Mi dignidad.

—Y mi honor —dijo Byakuya en voz bajita. Nadie lo oyó.

—Naaaaaaaaaaah… Algo me dice que ustedes dos se llevaran MUUUUUUUUUUY bien.

Y asunto zanjado.

— ¿En qué mundo rosa vive este hombre, Rukia? —cuestionó el noble. —Y quiero que me expliques dos o tres cosas sobre estas "vacaciones" que no estaban planeadas.

Y sin mediar más palabras, sacó a su hermana al jardín trasero de la casa para hablar con privacidad.

Y en lo que duró su conversación, llegó la noche.

— ¿Qué tanto hablarán los hermanitos allá afuera? —preguntó Isshin con sonsonete.

—No lo sé… —murmuró Ichigo, preocupado. —Pero si mis cálculos no fallan, Rukia no debiera salir viva de ésta. Te lo aseguro.

·: Chapter One: FINISHED:·

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Sí, ni yo misma sé bien qué es lo que acabo de crear.

¿Reviews? nnU Por piedaaaaaaaaaad… xD

¡Nos vemos en la próxima! Y no abandonen, que esto promete ser MUY bueno. ¡Se los digo yo, que lo escribo! Byakuya puede experimentar unos cambios muy… drásticos… viviendo con la familia Kurosaki. Y puede descubrir sentimientos muy…oscuros… cuando vea el modo en que su querida hermana Rukia se lleva con el odioso Ichigo. ¡A no perdérselo!

Si reviewean, juro que el último capítulo de "Por Amor al Arte" estará online el jueves sin falta o o7

¿No les parece tentador? xD