El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Crepúsculo, de todos los demás nombres propios y personajes, así como todos los símbolos y elementos relacionados, son propiedad de Stephenie Meyer y Summit Entertainment., 2007.

Así también como el título de este fic y los nombres de los capítulos de éste, son basados en canciones del grupo británico Coldplay. Esto es sin fines de lucro.


"The Hardest Part"

Capítulo 1: 'See You Soon'

Ya había tomado la decisión.

Me lancé a mi cama, presionando mi rostro contra la sábana. Mis manos reposaban junto a mi cuerpo. Era una sensación extraña, la de sentir mis músculos relajados sin que mis nudillos me dolieran de tantas veces que había cerrado mis manos para reprimir mis ganas de gritar. De rabia, por cierto. Desde hacía dos semanas exactas que me sentía en esta situación donde mis propios límites habían sido trasgredidos y ahora me encontraba a la deriva de mi propia persona.

Rodé quedando de lado y mi mirada se posó sobre mis maletas. Mis dos grandes maletas, cerradas y listas para ser llevadas conmigo dentro de dos días.

Sin ánimos de ser positiva, pensé en que no estaba tan a la deriva.

Tenía un futuro lejos de Forks, para crecer como persona y buscar si la vida universitaria me ofrecía algo para ser feliz. Quizás estudiar Literatura o Historia. Teología tampoco podría ser tan mala, ya que era prácticamente parecida a Filosofía. Tenía eso… y tenía mi decisión hecha.

Nunca había tomado decisiones importantes, y si alguien supiera de lo que estoy hablando, me diría que mi decisión no tenía relevancia. Sí, tal vez, pero esto me ha atormentado por dos semanas exactas y debo hacer algo. Quiero solucionar esto. Tengo que hacerlo por él. Por Ben. No puedo dañarlo más de lo que está. A mi lado no está siendo feliz.

Mis recuerdos me llevaron al día en que lo conocí, casi un año atrás. Las imágenes comenzaron a pasar por mi cabeza como una película de vívidos colores. Parecía que había sido ayer, pero no. Había sido ya hace bastantes meses, varios meses atrás donde él todavía no significaba nada para mí, donde su presencia no había desarmado lo que creía una vida nada despreciable.

Estábamos en Marzo, Mike Newton nos contó que quería organizar un viaje a la playa. De inmediato, Jessica sonrió contenta y aceptó sin vacilaciones mientras que Lauren le lanzaba una mirada de soslayo a Tyler, que se encontraba junto a Mike, y decía que la idea sonaba bastante interesante.

Rodé los ojos sutilmente, para que nadie me descubriera en el acto y me preguntara qué ocurría. A veces no entiendo cómo sus decisiones se basan en si estarán los chicos que les gustan o no. Apostaría el nuevo equipo de música que me regalaron en mi último cumpleaños que si Mike o Tyler no hubieran ido, jamás habrían aceptado la idea de someterse a la tortura de llenarse se arena hasta los oídos. O peor, que si no las hubieran invitado, ellas tratarían cualquier método para ir. Incluso en aquellos días pensaba que era una pena que se emocionaran tanto, después de todo Mike nos invitaba más para que Bella fuera que porque nos quisiera allí. Si sus amigas iban, ella también lo haría.

El sábado se llevó a cabo el viaje. Esperaba pasármelo bien, aunque eso significara aguantar las insidiosas miradas que Jessica lanzaba a Bella cuando Mike insistía en que ella debía irse en el asiento delantero junto él. Fuimos conversando y riendo en el trayecto, y en especial hablé con Ben Cheney.

El chico me pareció ocurrente y simpático. Estaba obsesionado con las tiras cómicas y me trataba de explicar su nueva adquisición sobre un superhéroe que, en verdad, no me acuerdo bien. Lo había visto un par de veces junto a Mike o ayudando a Bella a llegar a sus clases los primeros días en que ella había llegado. Luego se sentó en nuestra mesa del almuerzo pero nunca habíamos hablado, sin contar el hecho de saludarnos con una sonrisa. Y no puedo evitar reír con melancolía cuando me acuerdo de aquel día, porque allí empezaría a conocerlo más y Ben, a finales del año, se transformaría en mi novio.

Estuvimos hasta no muy tarde en First Beach, si no hubiera sido por las nubes grises que anunciaban lluvia y nos aguarían la visita podríamos haberla prolongado.

Nos instalamos en un círculo en la arena y dentro de poco algunos del grupo fueron a una excursión a las marismas cercanas. Yo opté por quedarme allí, disfrutando del rocío de las olas quebrarse en las rocas. Ben se animó y le dijo a Mike que él podría hacer de guía, ya que era uno de los pocos que ya había recorrido la zona miles de veces.

-Creo que debí haber ido –dijo Jessica atrayendo la atención de los pocos que nos quedamos allí. Su mirada estaba posada en la figura de Mike que caminaba junto a la de Bella.

-No creo que valga la pena. Para caerte y arruinarte las zapatillas nuevas… –apuntó Lauren sacando un espejito de su cartera. Se arregló el pelo-. La diversión puede estar en cualquier lugar. ¿No, Tyler? – preguntó observando con una sonrisita al susodicho.

No escuché lo que respondía el chico porque me dediqué a dibujar en la arena. Hice una luna rodeada por muchísimas estrellas, y abajo, un lago reflejándola.

Alguien se sentó a mi lado y levanté la mirada para encontrarme con Eric.

-Es una lástima que la marea suba más tarde y el dibujo, se borrará –comentó viendo mi pequeña creación-. Dibujas muy bien.

-Desde pequeña mi papá me animó a hacerlo –contesté agradecida que alguien sin ese ánimo agobiante que comparten Jessica y Lauren por Bella me distrajera-. ¿Tú haces algo en especial como pasatiempo?

Poco después todos se integraron a la conversación, haciendo más amena la tarde.

Mientras tanto hice varios dibujos; la luna fue borrada por las olas del mar que, con el paso de los minutos, se acercaban a nosotros y fue reemplazada por un árbol grueso y arrugado, que parecía tener muchísimos años de vida. Lauren me miraba de vez en cuando como si fuera un bicho raro por mis dibujos, pero no le presté atención, y seguí agregándole detalles hasta que las olas se encargaban de limpiar la arena, y dejarme la superficie plana para que volviera a trabajar.

-Voy a mojarme los pies –anuncié quitándome los calcetines. Los enrollé y los dejé dentro de mis zapatillas-. ¿No me queréis acompañar? –agregué mirando a Eric y Tyler, ya que sabía muy bien la respuesta de mis amigas.

-¿Estás loca? Vas a resfriarte –replicó Jessica haciendo como que temblaba de horror.

-Er… Creo que no –dijo Tyler al recibir la indignada mirada de Lauren.

-Bueno, ustedes se lo pierden –Me alcé de hombros y me di media vuelta.

Cerré los ojos disfrutando de la brisa golpeándome en el cuerpo y desordenando todo mi cabello. El olor salino del mar era tan delicioso… En especial en los días como éste, apenas soleado.
Algo tiene el sol que hace disminuir el aroma de la sal, por lo que me encantaba venir a la playa en días nublados y quedarme horas delante de las aguas sacudiéndome con sus encantos; con su olor, con el rocío, con la espuma que dejaban las olas, la arena mojada… Me hubiera gustado vivir más cerca de playa. Esos viajes de una hora eran agotadores, pero valían la pena para encontrarme allí. Pero el imaginarme despertar, abrir la ventana y que el aroma salino me inundara los sentidos… Sería fantástico.

Recordé que, cuando introduje mis pies en el agua, me estremecí y mi piel se puso de gallina al instante. Hacía más frío de lo que creía y el agua congelaba.

No sé cuánto tiempo estuve así, así que cuando me di cuenta que el cielo ya estaba completamente gris giré el cuello para ver si habían llegado los de la caminata y me sorprendí de ver más personas en la fogata. Parecían ser todos hombres.

Saqué mis pies del mar y suspiré viéndolos con una tonalidad casi morada. Mi sensibilidad se había perdido al estar tanto rato dejándolos en el agua congelada y no me había percatado que se veían como los pies de un cadáver. Me lancé un poco de arena sobre ellos para darles un poco de calor, ya que la arena se encontraba tibia, y a la vez para secármelos y poder desdoblar mis pantalones para usarlos hasta los tobillos.

El grupo que había ido a las marismas estaba llegando a la fogata.

Me acerqué a paso lento y me encontré con Bella a pocos pasos de llegar a la fogata. Ella me sonrió y me preguntó quiénes eran.

-Parece que son chicos del lugar. Por aquí está La Push –respondí mirando los rostros de narices anchas y color mate. No todos eran hombres como había visto, había dos chicas con ellos-. Aunque no estoy segura. ¿Vamos? –Nos habíamos quedado de pie observándolos.

Efectivamente eran chicos de La Push que paseaban por la playa y nos habían visto, por lo que se acercaron para conversar.

Bella y yo fuimos las últimas en llegar, por lo que Eric nos presentó luego de decir los nombres de los que recién llegábamos.

Ése fue el momento donde lo conocí por primera vez. Nunca hubiera creído que él significaría tanto en mi vida dentro de casi un año, tampoco que mis memorias fueran más claras y detalladas desde ese punto. Mis imágenes se hicieron más vívidas e intensas, mi corazón dio un vuelco sintiendo la emoción de verlo más joven y creo que si en aquel entonces me hubiera emocionado, ahora mismo saltaría sintiendo el mismo sentimiento de alegría. Pero no fue así.

Me di cuenta que el chico que parecía ser el más joven del grupo miró intensamente a Bella cuando Eric dijo su nombre. Sus ojos oscuros se entrecerraron para contemplarla mejor mientras yo saludaba a todos con la mano después de que Eric me presentara. Su piel a la luz de la fogata le daba un aspecto más bronceado del que ya tenía, y su largo cabello negro atado en una cola brillaba. Se veía muy inocente, a juzgar por la poca discreción al mirar detenidamente a mi amiga y era bastante brusco en sus movimientos. Me volteé hacia Bella mientras pensaba en la edad que tendría ese muchacho. Supuse que no debía de tener más de dieciséis años, me acuerdo que pensé volteándome a Bella.

Mi amiga parecía haberse dado cuenta de la fija mirada de Jacob y trató de no tomarle importancia señalándome un lugar vacío entre una de las chicas de La Push y Tyler.

Comimos unos sándwiches mientras hablábamos con los lugareños. Todos eran muy amables y nos contaban cómo era la vida en La Push. Si pensaba que en Forks había menos acción que en un comercial de compras por TV, me equivoqué. Por lo que contaban, La Push era un pueblito demasiado tranquilo para el gusto de todos. No pude reprimirme y decir que no me molestaría vivir en paz allí, ya que La Push era una zona agradable. La chica junto a mí, una lugareña llamada Jessica, se rió y me dijo que le encantaría intercambiar su casa por la mía, porque a ella le gustaba más el aire de ciudad de Forks.

Ahora que lo pienso, me parece extraño que no haya prestado más atención a Jacob. Simplemente noté que era joven, torpe con su cuerpo y que miraba a Bella insistentemente.Quizás esa noche podría haberle hablado, preguntarle cuál era su apellido y algo más de su vida. Lo único que le oí decir en el almuerzo fue que conocía la tienda de los padres de Mike.

Bueno, es estúpido pensar en ello ahora. Ya pasó y no podré hacer nada para remediarlo.

Después de un rato, Mike propuso ir a una tienda de la aldea y Jessica –mi amiga Jessica, no Jessica de La Push- se apuntó poniéndose al lado del chico muy entusiasmada delatando que hasta podría comprarse ropa barata de Forks con tal de estar junto a él.

-Nosotros haremos otra expedición a la marisma –me dijo Ben tendiéndome la mano. Una gran sonrisa atravesó su rostro y unos hoyuelos adorables se le formaron en las comisuras de los labios-. ¿Vienes?

-Está bien –respondí aceptando su mano. Me puse de pie. En aquel momento no me importó que Ben fuera un par de centímetros más bajo que yo. Lucía perfecto para mí-. Me quedé cuando fueron hace poco.

-Sí, por eso quiero ir contigo –dijo tan rápido que al meditar sus palabras se sonrojó y se rascó la nuca, nervioso-. Es decir, por eso quería que vinieras. Para que veas…

-Gracias –le corté sabiendo que seguiría divagando sin sentido.

Debo decir que nunca lo había pasado tan bien saltando entre esas pozas de agua con Ben advirtiéndome que pisara con cuidado, sino podría haber tenido el accidente del siglo.

Alguien del grupo anunció que parecía que llovería, pero bastó para que todos quisiéramos regresar a Forks. Queríamos una salida al aire libre y la lluvia lo arruinaría, de todas formas.

Volvimos a la fogata y sólo vimos que estaban Tyler y Lauren escuchando música de un reproductor de CD.

-¿Dónde están los demás? –preguntó Ben sacándole los audífonos a Tyler.

-Mike y los otros aún no han vuelto de la tienda –dijo, poniéndole pausa al reproductor, y Lauren se sacó sus audífonos-. Pero no creo que tarden más. ¿Por qué vuelven tan pronto? –Miró a nuestro grupo, extrañado.

-Va a llover. Deberíamos irnos.

Me abroché mi chaqueta y le pregunté a Lauren qué estaban escuchando mientras que los chicos seguían hablando. Ella hizo un gesto indeciso con la mano y me susurró:

-No tengo ni idea. Uno que le gusta a Tyler.

-Ah –atiné a decir sin mucho interés.

-Mira para allá –señaló hacía el mar, donde estaban las rocas.

Me costó reconocer a Bella hablando con Jacob. Él parecía estar muy contento porque movía la boca sin parar, y Bella sólo asentía de vez en cuando.

No los miré por mucho. Sólo pensé que era una estupidez que Lauren los señalara de una manera tan envidiosa, como para traer el tema a colación para empezar a chismorrear sobre Bella. En general trataba de no opinar sobre ella, ya que Bella me caía bien, a pesar de que la conocía hace poco, y no me gustaba la manera en que Jessica y Lauren hablaban a sus espaldas como si se tratara de una paria o algo parecido. Me quedaba callada y trataba de no entrar en su jueguito adolescente, pero esa noche me aburrí. Había tenido un rato perfecto con Ben y la actitud de Lauren me hizo perder el control.

-Ay, Lauren, déjala en paz –le dije rodando los ojos. Me retiré para ver si por el camino cercano a la playa venía alguien.

Aún tenía grabada su cara sorprendida y muy ofendida por haber rechazado hablar de Bella, pero no me importó porque visualicé a Mike con los demás regresando. Y creo que hubiera dado igual si ellos regresaban o si no, porque de todas formas me habría apartado de Lauren. ¿Por qué siempre tenía que buscar algo para hablar mal de alguien?

Ya todos reunidos, decidimos que sería mejor volver a Forks antes que la lluvia nos mojara.

Ben me ayudó a apagar la fogata y le dije molesta a Lauren que debía ayudar a alistar las cosas si quería que su peinado estuviera intacto antes que el aguacero nos cayera. Ella, replicando, ayudó a recoger los papeles en que envolvimos los sándwiches mientras yo levantaba chaquetas y zapatos para preguntar quiénes eran a quiénes pertenecían.

Bella llegó hasta nosotros para ayudarnos, y le tendí su mochila diciéndole que podría preguntar sobre los objetos perdidos que trataba de encontrarles dueño.

Volvimos a Forks más temprano de lo que planeábamos, pero sólo Mike se quejó del estúpido clima. Yo iba en el asiento trasero junto a Ben y a Bella, quienes trataban de contener la risa por los divertidos improperios de Mike.

No reparé en que no volví a ver a Jacob. Era de esperarse, ya que él no me importaba en aquella época.

Mi mente volvió al presente, y mi mirada se encontró con mis maletas.

Me moví un poco para quedar de espaldas observando el techo sin prestarle mucha atención en realidad. Estaba agudizando mis oídos para escuchar algo más que las risas de mis hermanos menores riéndose sobre el programa de televisión que veían en esos momentos. De cierta forma, agradecí que no escuchara el ruido del motor de su auto, aunque otra parte de mí misma estaba impaciente porque quería soltar la verdad. Sabía que debía solucionar paso a paso el problema en que yo misma me había enredado, pero tenía miedo de herirlo más de lo que ya le hacía.

Traté de no sentirme aterrada por la idea de hablar con Ben y me propuse a pensar en algo más para distraerme. No quería que mis cavilaciones me llevaran a tomar la decisión de no hablar con él, de ocultarle lo que me pasaba hacía dos semanas exactas.

Y sabiendo que mi mente no podría ser ocupada por algo más, me dirigí hacía el siguiente encuentro con Jacob Black, unos pocos meses después de aquella visita a First Beach.


Notas de la autora: Por fin tengo mi primer fic largo de Crepúsculo. Hace ganas quería hacer algo más que one-shots y la idea se me vino a la mente un día en que con Ylaris –desde ya te digo que vayas a leer sus fics- sobre que Angela sería perfecta para Jacob porque alguien tenía que sanar su corazón herido, una persona amable, dulce e intuitiva. Todo lo que Bella no es capaz de ofrecerle a Jacob, Angela sí puede. Entonces ahí empezó todo.

Muchísimas gracias a Sango Hale por oficiar nuevamente de beta-reader y darme sus muy siempre recibidos consejos. Sin ella el fic, este capítulo en especial, sería un desastre.

No sé si quedó claro en la parte de arriba, pero -por si acaso- de todas formas lo repetiré: Cada capítulo está basado en una canción del grupo Coldplay. Sería adecuado que escuchen la canción del título del capítulo para que la historia les haga más sentido… Sólo una pequeña recomendación musical para el fic :).

Espero que me dejen sus comentarios, dudas, inquietudes, consejos, sugerencias, críticas constructivas en reviews. Está más que claro que para los que escribimos, recibir sus reviews nos da el empujoncito para mejorar y seguir. Es gratis, fácil, corto y no te da ninguna enfermedad dejar un review. ¡Gracias!

Sé que el capítulo es medio flojo, pero créanme que ya viene el encuentro con Jacob donde todo cambiara en la vida de Angela.

¡Hasta pronto, adiós!