Disclaimer

Todos los derechos pertenecientes a la Sra. Rowling, la WB y Salamandra.

No hay fines de lucro bajo la realización de este escrito, sólo la mera satisfacción y entretención que saco de ello.

La idea principal está basada en Noche de Epifanía por William Shakespeare, más específicamente, en su adaptación para la película She's the Man (Ella es el Chico).

El titulo está inspirado por el titulo de la canción A Beatiful Lie por 30 Seconds to Mars.

Aviso

¡Sean todos bienvenidos a lo que es mi regreso a Ha sido una larga desaparición, que me ha dolido bastante, pero esta madrugada, en un giro emocionante… terminé esta historia! Que me ha tomado casi un año terminar. Como dije está completamente terminada, tiene 28 capítulos, un epilogo y 335 páginas para disfrutar. Actualizaré una vez a la semana, tal vez lo haga todos los fines de semana.

La historia es un Universo Alterno, no estoy tan segura, que tan cotizados son en español, porque en inglés son excelentes, pero me arriesgo. En este mundo Hermione va a Beauxbatons en vez de Hogwarts, tiene un primo y le gusta el Quidditch. De hecho lo juega, como cazadora. Les aviso que es la misma Hermione neurótica y amante de los libros, sólo que juega Quidditch, algo necesario para el desarrollo de la trama.

Y bueno… espero que les guste, las palabras en cursiva son diálogos del pasado, no existen flashbacks en la historia, ya que está en primera persona y Hermione narra si algo pasó antes, ya que también está en presente.

Espero que les guste tanto como a mí, y a mi hermana, que ha sido la primera en leerlo. Cualquier duda y consulta, háganla con un review y denle una oportunidad a la trama, que está buena, lo garantizo. Si les gustó Alguien Como Tú, no veo como está no les podrá gustar.

Sumario completo

Nadie me podía decir que hacer, nadie me podía prohibir algo por ser mujer, y yo se los iba a demostrar, había creado el plan perfecto, la mentira mejor ideada, y todo para demostrar quién era, Hermione Granger, la mejor cazadora que pudiesen encontrar, pero en todos mis cálculos y planes, el conocer a Harry Potter no estaba entre ellos, menos aún el enamorarme perdidamente de él.

Dedicación

A un ángel que cambio mi vida. Milenco, todo esto es para ti.

¡Disfruten la lectura!

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UNA HERMOSA Y GRAN MENTIRA

Capitulo Uno

Una Solución a mis Problemas

Decir que estoy enojada es poco, furiosa y frustrada me describen mejor. ¡No entiendo como esta gente actúa de esta manera¡Tenía ganas de gritarle a Drumont que era un cerdo machista que no se merecía su trabajo dentro de la Academia¡Pero el desgraciado es un profesor! Lanzo la escoba sobre mi cama y abro la puerta del baño dando un fuerte portazo tras de mí.

Es injusto. ¡Sólo porque el idiota tiene una especie de discriminación contra el sexo débil, no significaba que ni siquiera pudiésemos entrar en las pruebas¡Y esa excusa! "Lo siento, mademoiselle Granger, pero todo se trata de ser equitativos y no hay suficientes mujeres para ello" ¡¿Equitativos¡¿Era acaso eso justificación¡¿ERA¡Que no hubiese más mujeres que prefieren hacer deporte antes de andar arreglándose todo el día, no nos condena a quedar marginadas¡Menos en Beauxbatons¡Donde el sexo femenino siempre es tan igualado como el masculino¡No con un Directora a la cabeza¡Nótese¡DIRECTORA¡Maldito Drumont!

Ya, mejor me calmo y respiro o jamás lograré explicar toda la situación ¿No creen? Y aquí estoy frente al espejo sacándome la túnica azul de Quidditch junto con el equipo. Pieza por pieza.

Mi nombre es Hermione Granger, tengo 18 años y estoy en mi último año en la Academia de Beauxbatons, Francia. ¿Podrán preguntarse que hace una inglesa aquí? Simple, hace muchos años, antes que yo siquiera supiera que era una bruja, mi tío y hermano de mi padre, Patrick Granger, le consiguió trabajos a mis padres aquí en Paris, decía que eran excelentes oportunidades y que de esa forma podía estar más cerca de la familia que había dejado al casarse con mi tía Célestine, una francesa que resultó ser bruja también.

Bueno, mi madre ya había perdido a sus padres a través de los años y… como tío Patrick era el único familiar vivo que le quedaba a papá, toda la familia, es decir nosotros tres, nos vinimos a este país cuando yo tenía más menos ocho años. Lo mejor de toda la mudanza es que al menos ya no me sentía sola. Siempre crecí siendo dejada de lado por mis compañeras, o era por mi apariencia o era por mis libros o por mi gusto al deporte, siempre fui bastante buena para el fútbol, baloncesto y handball, y terminaba siendo aún más alejada del grupo ya que esos juegos siempre resultaban sólo para hombres, y los chicos me aceptaban aún menos. Pero al llegar a Francia, alguien al menos estaba a mi lado. Michael.

Michael Granger es mi primo. Nos llevamos por un año de diferencia, él es el mayor, y un completo payaso. Es mi mejor amigo, el único que he tenido, y demasiado diferente a mí, pero siempre nos hemos cubierto las espaldas. ¿Quieren saber las diferencias? Mientras yo disfruto de estudiar y leer, Michael necesita que alguien le apunte a la garganta con una varita para ello ¿Pueden creerlo¡Es un vago! Pero igual lo quiero. Mientras busca cada razón para meterse en problemas, yo soy delegada de mi año y he tenido que más de alguna vez no cumplir mi deber para no meterlo en más líos de los que se encuentra. Y mientras yo AMO el Quidditch, ya que representa la combinación de todos los deportes muggles que siempre fui buena y poseo destreza para ellos, Michael no lo puede ver ni en pintura.

No es que le tenga miedo a volar o nada por el estilo, pero tiene unas manos de mantequilla que no se las puede. Para eso al menos, porque si lo vieran tocar guitarra se asombrarían, es como si tuviera diez dedos en cada mano. Impresionante. Aunque yo jamás he sido demasiado fanática de la música, disfruto escucharle cantar, especialmente ser la primera que oye sus nuevas letras.

Bueno, todo esto no es para que crean que soy una completa antisocial, tengo amigas, de hecho, además… de mi ahora ex novio, también tengo como amistades hombres. Al parecer la pubertad, o al menos eso es lo que he escuchado, no me ha sentado de mala manera. Bien por mí, aunque sinceramente, no me podría importar menos.

Ya creo que es hora que les cuente el drama de esta tarde ¿No? Fue horrible y creo que de no haber sido por Elizabeth y Meredith Reynolds, mis mejores amigas y gemelas, no me hubiera podido contener de decirle unas cuantas a ese desgraciado de Drumont.

Comencemos con lo principal. En dos meses el Campeonato Interescolar Europeo de Quidditch comenzará. Y esta era mi perfecta oportunidad para demostrar la valiosa jugadora que soy, o al menos todos dicen que soy, pero tuvo que venir Drumont para detenerme y ¡Octave ni siquiera quiso apoyarme¡Después de todo lo que siempre me ha dicho¿Quieren ver que pasó? Adelante.

Estábamos con las chicas bajando al campo de Quidditch, escoba en el hombro, Saeta de Fuego, cabe agregar y una quaffle que había tomado prestada en mi mano. En nuestra academia les gusta más la unidad o al menos esa es la razón por la que no tenemos casas. Nos dividimos por año y en caso de actividades, como el Quidditch, se forman diferentes equipos. Hay algunos nombres legendarios, equipos que han jugado desde el comienzo, e incluso que actualmente reciben financiamiento de ex miembros.

Suena injusto… y lo es.

Yo soy cazadora y capitana, somos el único equipo completamente femenino en la liga. Hay otros que tienen chicas, pero sin ser cruel, lo que está arriba de la escoba, no se sabe si son gorilas o mujeres. Bueno, como iba diciendo, las siete caminábamos. Elizabeth y Meredith, nuestras otras cazadoras; Emmanuelle y Roxane, nuestras golpeadoras; y Jessica, la guardiana y otra de mis mejores amigas, junto con Danielle, la buscadora. Uniforme puesto y nuestro logo en el pecho de las Veelas de Valence, avanzamos sólo para encontrar el campo que habíamos reservado… ocupado.

Vi rojo y no entendí hasta que localicé a Jacques Drumont en el medio, me acerqué en dos zancadas.

- Pardon moi ¿Monsieur Drumont?

El hombre alto y de bigotes me miró hacia abajo.

- Ah, Granger. Eres tú.

- Oui, soy yo. Y me gustaría saber que hacen ustedes usando el campo.

- Tengo el permiso de la directora que me autoriza explícitamente el uso del campo para las pruebas del equipo que irá al campeonato.

- ¿Qué¿Por qué no nos han notificado? –pregunté imaginando a donde llevaba todo esto.

- Porque ustedes no participarán.

- ¡¿QUE?! –ahora no era sólo yo, si no todas las Veelas.

- No me malentiendan, pero, lo siento, mademoiselle Granger, todo se trata de ser equitativos y no hay suficientes mujeres para ello. Necesitamos una cantidad que haga proporción a la de chicos que probarán, así que o me consiguen más chicas o no participan.

- ¿Es eso una excusa¡Baje la cantidad de chicos!

- ¡Necesito más diversidad¡Y mejores jugadores! No es secreto para nadie que ustedes han manchado más de una vez el nombre de las Veelas

- ¡Tal vez no ganemos¡Pero damos de pelear¡Y todos saben que hay favoritismo por parte del árbitro! –saltó Elizabeth acusando a Drumont de frente- ¡Además, tenemos a Hermione, y al menos eso es suficiente!

Y ahí comenzó el lío, especialmente con Octave.

- ¿Qué pasa aquí? –se escuchó su voz a mi espalda, giré y le sonreí levemente.

Octave Hervieu, séptimo año en la academia. Llevábamos cerca de siete meses juntos cuando comenzamos a principios de año. Alto, delgado y hombros levemente anchos, la perfecta contextura para guardián. Con el cabello rubio y esos ojos azules recibí más de una mirada llena de celos dentro de este castillo. Octave era todo lo que quería. Simpático, tierno, caballero y a veces incluso romántico, tanto que sobrepasa los límites de los cliché. Pero lo amaba o al menos eso quería creer. Al parecer Octave escondía una faceta suya a mí, que lo hacía igual o peor que Drumont.

- ¡Monsieur Drumont, no nos quiere dejar entrar a las pruebas!

- Bueno… ¿No crees que es su decisión? –me preguntó encogiéndose de hombros.

Lo miré tratando de descifrarlo ¿Estaba defendiendo a este sexista?

- ¡Es injusto¡Soy mejor que la mitad de los idiotas allá arriba volando!

- Espera. Eres jugadora, pero eso NO significa que seas mejor. Menos considerando que eres una mujer, todos saben que tienen menor resistencia física. Está mágicamente comprobado.

Wow. ¿Drumont sabe leer supuestos estudios? No pensé que ocupaba su capacidad de lectura, si es que la tenía, el hombre es un completo ignorante, lo único que sabe es volar una escoba y dirigir a un grupo de chicos durante el partido.

- ¡Eso es machismo¡Octave¡Tú mismo me dijiste que incluso era mejor cazadora que la mitad de los equipos de la liga!

- ¡¡¿QUE?!! –se oyeron varios chicos pidiéndole explicaciones a Octave tras mi grito.

Hubiera sonreído si no me hubiese sentido un poco herida y traicionada al notar su rostro afligido.

- Eh… bueno… yo

- No me digas que sólo lo dijiste para complacerme y recibir un beso –le dije amenazadoramente.

- Se podría decir que sí, pero--

- ¿Cuál es tu posición en todo esto? –le interrumpí entrecerrando los ojos.

- Amour, no deberías hacer las pruebas. En Hogwarts hay verdaderos animales, no me gustaría que te dañaras –su cara de preocupación era lo que más me irritaba.

- Eres increíble.

- ¿Eso crees? –preguntó con una sonrisa que antes creía que era adorable.

- ¡Increíblemente imbécil!

Exclamaciones del público me hicieron calmar un poco al recordar que había más gente a mí alrededor.

- ¡Hermione¡No hagas de esto más grande de lo que es¡Es sólo un juego!

- Sí para ti ESTO es SOLO un juego, entonces tú eres el que no debería estar aquí. Y si tú eres lo suficientemente idiota para no saber lo que significa el Quidditch para mí, entonces esta relación no tiene caso.

- ¡¿Qué?!

- Me escuchaste, esto se acabó –y le lancé la quaffle en el rostro, estoy segura que le tuvo que doler. Enojada giré al "entrenador" apuntándole con el dedo- Y si usted cree que me detendré con esto, cuídese que sólo ha despertado a un gigante dormido, le haré comer sus palabras, téngalo claro –cambie mi tono a uno más alegre- Y si es tan amable, por favor, búsqueme ese estudio "mágico" para poder 'debatirlo' Y metérselo por

Pero no pude terminar, brazos me sostenían y sacaban de ahí. Emmanuelle y Roxane me hacían avanzar a tirones. Elizabeth, Meredith, Jessica y Danielle me miraban entre asombradas, felices y preocupadas.

- No debiste decir lo último –me retó Meredith.

- Lo sé, yo, la usualmente correcta y lógica. Hermione Granger la respetuosa y responsable, jamás se habría sobrepasado tanto –hice una pausa- ¡Pero jamás había estado tan exasperada! –tomé la escoba e hice ademán de tirarla lejos, pero me contuve- Ese hombre me las pagará.

- Tampoco es saludable que retengas todo tu enojo –me aconsejó Jessica, la más sensata del grupo.

- Lo sé, pero ya me calmaré, el enojo lo ocuparé para formular un plan y les aconsejo que vayan a cenar o lo que sea, pero necesito la habitación para mi sola por unos minutos –todas asintieron sonriendo- Merci

Y aquí estoy ahora.

¿Pueden creer el nervio que esos dos estúpidos tuvieron¡Estoy que los asesino! Pero mejor hacer las cosas de otra manera, de la manera que yo normalmente me comporto, usando mi cabeza. La pregunta es cual. No tiene caso ir a donde Madame Maxime. Todos saben que Drumont la tiene en la palma de su asquerosa mano.

Tengo que hacer algo que les demuestre a todos que soy mejor que ellos y que tengan que rogarme de rodillas que me una y pedirme perdón hasta que queden mal de la garganta.

Me pongo unos jeans y un polerón negro, subiendo la capucha me dirijo a la salida, es fin de semana, así que no hay problema con que no use el uniforme. Necesito hablar con mi amigo condicional, el que siempre termina oyéndome luego que lo he amenazado a punta de varita para ello. Necesito a Michael.

Voy por los pasillos del castillo buscándolo, no estaba en la sala de los séptimos, hasta que la voz de la última persona que quería cruzarme me interrumpió.

- ¡Michael¡Mon amour! –un grito entre melódico e irritante.

Monique.

- ¡Michael!

Me giró y su cara deleitada cambia a una de disgusto.

- Ah, eres tú. Tu primo y tú se parecen tanto de espaldas –comentó sin interés- Por casualidad ¿No lo has visto? –se veía frustrada.

¿Cómo la soporto? Es verdad… no lo hago.

- Tú eres la novia ¿No deberías saber?

Suelta un bufido.

- No sirves para nada, Hermione.

Y pasa empujándome, me contengo a girar y tirarle el pelo, soy una persona más razonable. Respiro, respiro. La idiota sólo es civil conmigo porque sale con mi primo, porque estoy segura que de no ser así andaría despellejándome viva y dirigiéndose por apellido. Yo no puedo opinar en el tema, sería incesto, pero por lo que he oído, Michael se considera un chico atractivo entre la comunidad de Beauxbatons y lo que más les atrae a todas es el estilo de chico malo y la guitarra, si serán.

Sonrío, esa tarada de Monique andará todo el día buscándolo, a diferencia mía que yo se exactamente donde anda escondido. Todavía no puedo creer que mi primo este saliendo con esa hueca ¡Es inverosímil! Pero como él dice "Es cosa de hombres…", pero esa es una especie a la cual no quiero entrar a descifrar. Si yo fuese hombre… ¡Ni imbécil me metería con alguien como Monique Roussel! La chica por más bonita que sea descompensa todo con su forma de ser y es mi tarea de este año convencer a Michael que es un soberano error seguir al lado de la tonta y hacer que terminen. Es mi deber, a la familia se le tiene que proteger.

Avanzo hasta el tapete que esconde la entrada a una de las alas este del castillo, esto lo encontramos en mi primer año y el segundo de Michael, cuando ninguno tenía muchos amigos. Estoy prácticamente segura que está aquí, subo las escaleras tras el tapete y al llegar a la parte superior realizo que estoy en lo correcto. Ahí está sentado en el suelo con su guitarra.

- Hola, Michael.

- Hola –me saluda concentrado.

- En mi camino me he topado con Monique, te buscaba bastante desesperada –pauso- Como nunca –añado con sarcasmo- ¿Alguna razón especifica? –pregunto interesada mirándolo. Tal vez me ha ahorrado mi tarea anual.

- Probablemente los rumores sobre mí.

- ¿Y cuáles serían esos?

Michael me mira a los ojos, serio. Eso si es una novedad.

- Me voy de Beauxbatons.

No puedo respirar por un momento. Eso es claro… antes de explotar.

- ¡¿QUÉ¡¿QUÉ HAS HECHO AHORA?!

- Faltar a clases, atrasos, pelear con alumnos, bromas en encantamientos. Lo usual.

- ¡Michael¡Repetiste año¡Repetiste¡¿Y todo esto en los dos primeros meses de clases¡Tú papá te va a matar!

- A mi papá le da lo mismo y lo sabes. Si en verdad le importara, sabría que lo quiero hacer es tocar música. Pero nunca escucha.

- ¿Y qué harás ahora? –pregunto más calmada. La relación entre mi tío y Michael es un tema delicado.

- Mamá tiene contactos en el Ministerio, me transfirieron a Hogwarts, en unos días me voy.

- ¡¿Qué?!

- Ya oíste. Pero necesito un favor.

Lo miro asustada.

- ¿Qué quieres ahora?

- Mi madre ha hecho de todo para la transferencia, pero… la banda me necesita y no puedo asistir por dos meses a clases.

- ¡Por Merlín, Michael¡Te acaban de echar de aquí por faltar¡¿Y faltarás a Hogwarts también?!

- Es un movimiento estratégico para mi carrera y futuro. No te preocupes sólo necesito que hagas uno de tus hechizos de copia de caligrafía.

- ¡¿Me estás pidiendo falsificar a tu padre?!

- Un poquito –y me da su sonrisa. Como lo odio.

¡Michael¡Siempre me mete en estos problemas¡Siempre con sus cosas raras¡Me dan ganas de golpearlo por imbécil! De pequeños cada vez que me metía en líos era por culpa de él, y siempre que pasaba era porque el idiota me había convencido dándome su sonrisita.

- Oh, no. ¡No me convencerás con esa idiotez!

- ¿Por favor¡Nos han ofrecido dos meses de gira por los Estados Unidos de teloneros¡No podemos rechazar esa oportunidad¡Si me voy me reemplazarán!

- Sí lo hacen quiere decir que no son tus amigos.

- Si lo hacen quiere decir que tienen la banda como prioridad y eso se requiere en este negocio. Además, suficiente han demostrado al seguir fieles estando yo aquí encerrado.

- ¡Por tonto¡El único que pagaba siempre!

- Ya hemos discutido esto.

- Lo sé –bajo la vista un poco.

- Herms, jamás te pido na—le lanzo una mirada incrédula- Está bien, SIEMPRE te pido cosas, pero esta vez te lo pido con el corazón. Sólo quiero que hagas un certificado médico alegando estrés crónico, déficit de atención y depresión. Y que necesitaré dos meses de tratamiento psiquiátrico.

- ¿Le has robado a tu padre el papel de la consulta? –pregunte temiendo la respuesta.

- Sólo para emergencias como estas.

Este niño me asusta. Pero termino asintiendo resignada.

- Está bien, y que quede claro que sólo lo hago porque te quiero y deseo que seas feliz.

- Gracias –me besa la mejilla y sonríe.

Ya no está complicado y triste como antes, si no completamente relajado y tocando acordes sin parar en su guitarra.

- ¿Qué te pasa? Tienes una cara de amargada –me dice notando por primera vez mi estado.

- No nos han dejado participar en las pruebas para el campeonato por ser mujeres, he terminado con Octave y ahora sales tú con que te vas. Sin contar que tu linda novia me ha confundido contigo ¡De nuevo¿Parezco hombre acaso?

- No, sólo que tenemos contextura parecida. Yo soy más chico de lo normal y tú un poco más grande.

- Qué alivio –comento con sarcasmo con el entrecejo fruncido.

- Pero eso no quiere decir que no seas hermosa –me pasa el brazo por los hombros y me acurruco –He tenido que amenazar a más de un idiota por andar hablando mal de ti –yo sonrío- Y no te preocupes por el campeonato, ya se te ocurrirá algo, siempre es así y… ¡Octave es un imbécil!

Lo miro y le sonrío con tristeza.

- Te voy a extrañar. Secretamente estaba feliz cuando repetiste.

- Ya me lo imaginaba –le golpeo el brazo riendo- Te quiero –y me besa la frente.

- Yo también –murmuro.

Michael ES mi hermano y nadie me convence de lo contrario. Y luego de ese emotivo momento cada uno nos separamos. Ahora estoy en mi habitación, tenía mucho que pensar. Así que frente a mi espejo, sentada, en una fotografía muggle, Michael sonríe. Tiene una gorra puesta y su liso cabello castaño tapado por ella haciendo desaparecer una de las características más distintas a mí, y ahora que miro la foto con detenimiento, podría decir que estoy viendo mi propio reflejo.

Jamás lo había notado, siempre me había molestado que todos nos compararan. Saco una gorra y meto mi masa de rulos. Wow. En verdad nos parecemos y yo que creí que todos bromeaban. Bueno… mi padre y mi tío son fotocopias y mi mamá y tía se parecen un poco para no tener relaciones de sangre.

Y de pronto todo encaja. ¡Absolutamente todo!

Michael tiene que estar ausente por dos meses y en dos meses es el primer partido de Beauxbatons en el campeonato… con Hogwarts.

Sonrío, por fin mi inteligencia siniestra ha dado frutos y sirve de algo, y esta vez todos me las pagarán. Tanto Drumont como Octave y si todo sale bien, hasta Monique en el paquete.

Necesito hablar con las chicas con urgencia… Convertirme en Michael Granger no será muy fácil.

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Notas de la Autora

¿Les gustó?

Bueno este es el comienzo para un largo camino, quedan 27 capítulos y bastantes aventuras para nuestra intrépida Hermione. Se que es distinto, no son tantos los fics que exploran a Hermione como jugadora de Quidditch, aunque he leído varios que me han encantado, en inglés eso sí. De todas formas me encantaría que dejaran comentarios, en cuanto a trama no hay muchos cambios que se puedan hacer, pero siempre me gustarán sus opiniones.

También se que en este capitulo no vimos a Harry Potter para nada, en el segundo será mencionado, pero tampoco hará aparición, pero paciencia, porque cuando lo haga, ambos serán adorables

Aquí les dejo un regalito:

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SPOILERS CAPITULO DOS: EL COMIENZO DE MI PLAN

- Has estado aquí por casi siete años y jamás me has dejado tocarte un pelo ¿Y ahora quieres una completa transformación?

- ¿S'il vous plait? -pregunto a punto de ponerme de rodillas.

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- ¡Hermione!

- ¡Entiende¡Tú y yo terminamos¡NO QUIERO VOLVER CONTIGO!

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Así que lean, disfruten y ¡No olviden el review

"Los reviews son el oxígeno de un escritor de fics"

¡No quiero morir ahogada¡Ni tan joven!

¿Por favor?

Francis

Delusional al 100