Hola Gente! Bueno...snif snif...acá esta EL FINAL! No lo pueden creer, yo tampoco xD Pero si, acá esta ;O; Gracias a todos los que me ayudaron y siguieron la historia! Sin más que decir, los dejo con el cap...


Breaking The Habit

Capítulo 17:Hero.

-¡No!-

Raven volvió al tiempo real, su grito sonó ahogado por la sangre que sentía ahora en sus pulmones. Nightwing yacía en el suelo frente a ella, sus heridas aún frescas, la muerte aún mantenía su alma en ese mundo. Debía reaccionar rápido, debía arrebatarlo de los brazos de la Dama Negra antes de que fuera demasiado tarde.

Llevó su mano a su pecho y sintió el bastón de él incrustado allí. Lo agarró y de un tirón lo extrajo. Apretó los dientes para no lanzar el alarido de dolor ahora atrapado en su garganta. Si no se curaba rápidamente, perdería la conciencia y no podría devolver las vidas que había robado. Presionó una palma contra su herida y se concentró en buscar su poder, pero para su sorpresa este comenzó a fluir muy fácilmente a través de ella, demasiado fácilmente. Entonces recordó las palabras de Zellas, su poder era ahora muy fuerte, nutrido por todo el sufrimiento a su alrededor. En segundos su herida estaba cerrada y podía respirar normalmente.

No perdió tiempo y se arrodilló al lado de Richard, las lágrimas querían salir pero no las dejó, no era el momento. Posó su mano sobre un corte en la mejilla de él y dejó que su magia fluyera. La luz blanca comenzó a cerrar el tajo, pero ella sintió al mismo tiempo como se abría el mismo en su propia mejilla. Cuando la tocó sin embargo no había nada allí. Así que eso era usar el poder del mal y transformarlo en algo bueno, ella sería el canal de todo ese sufrimiento, sentiría todo el daño que había hecho, corte por corte, herida por herida, muerte por muerte. Estaba bien, le parecía un trato justo.

Tomó la mano izquierda de Richard con su derecha y su derecha con su izquierda. Cerró los ojos y dejó que el poder fluyera nuevamente, esta vez el dolor fue más intenso. No podía sentir otra cosa que eso, sus sentidos se cerraron completamente, su pecho se encogió, apenas podía respirar, se estaba ahogando. Súbitamente todo volvió a la normalidad, estaba tirada en el suelo, algo cansada, pero no había rastros de la agonía que acababa de atravesar. Se abalanzó sobre el cuerpo de Nightwing y vio como su pecho subía y bajaba lentamente. Estaba vivo, realmente estaba vivo.

-Lo has logrado demonesa, finalmente lograste reconciliarte contigo misma.-

A su lado se encontraba Lilith, ya no era una loba, si no que se mostraba ahora en su forma humana, una mujer de cabello largo oscuro, ojos marrones de mirada serena y llenos de sabiduría. En sus brazos llevaba un bulto bien envuelto en una pequeña manta. Raven no pudo contenerse y se paró extendiendo los brazos para tomar a su hija, pero Lilith negó con la cabeza.

-Aún no es el momento, hasta que este mundo no sea seguro mi tarea como protectora de esta niña no termina.-

No pudo evitar que la tristeza la embargara unos momentos ante la sorpresa de la negativa a sostener a su hija, pero la hechicera tenía razón. Ese mundo aún no era seguro. ¨ Ni lo será luego de que todo esto termine ¨. Su tarea no acababa con devolver todo a la normalidad, debía pelear por reestablecer el balance perdido pero eso era mirar demasiado hacia adelante. Aún no estaba segura de si sobreviviría luego de sanarlos a todos, las heridas serían muchas y no estaba segura de que su cuerpo aguantara tanto.

-No te preocupes, tu poder no dejará que tu cuerpo muera. Después de todo, le prometiste que existirían.-

Lilith entonces se alejó varios pasos de ella y haciendo un gesto con la cabeza la instó para que iniciara el complicado hechizo de curación. Raven miró con ansias por detrás de su hombro y comprobó que Richard aún estaba allí, sumido en un profundo sueño. Se sonrió y cerró los ojos, concentrando todo el mal dentro de su ser y comenzando a transformarlo lentamente, a pesar de todo la sonrisa seguía allí. Sus miembros fueron rotos muchas veces, el aire escapó de sus pulmones por última vez en reiteradas ocasiones y su corazón atravesado miles de veces hasta que finalmente perdió la conciencia de donde estaba, flotaba embriagada en tremendo poder que de un instante a otro fue liberado. Una luz blanca cubrió todo y Raven perdió finalmente el conocimiento.


Volvió en si lentamente, su cuerpo dolorido aún no le respondía del todo, por lo que se preocupo poco por tratar de moverlo. Sus sentidos comenzaron a volver de a poco, por lo que las voces que hablaban a su alrededor se escuchaban confusas, pero no parecía ser un ambiente amigable para volver a la conciencia. La cabeza se le partía en dos y tratar de entender lo que estaba pasando a su alrededor no la ayudaba. Finalmente las voces se hicieron claras.

-¡No van a juzgarla como si fuera una criminal!-Nightwing respondió firmemente.

-No podemos ignorar todo lo que ha hecho…-Superman contestó serenamente.

-¡No pueden ignorar tampoco el hecho de que nos trajo de vuelta a todos! Ustedes ignoran solamente lo que les conviene ignorar, siempre es la misma historia con ella…No la aceptan por la sangre que corre por sus venas. ¡Pero sus acciones son más heroicas que las de toda la Liga junta!-

-No podemos hacer diferencias…tal vez no debas estar presente en el momento que la juzguemos…-

-¿¡Qué?-

Ambos se callaron cuando escucharon el pip pip pip acelerado y vieron las líneas de la frecuencia cardíaca subir y bajar cada vez más rápido. Superman le dedicó una mirada de comprensión a Nightwing y salió en silencio de la enfermería, seguirían la discusión más tarde.

Richard tragó, los nervios lo paralizaron en su lugar. Cuando recobró el conocimiento se encontraba en la puerta del Tártaro, en la isla de las amazonas, y a su lado estaba el cuerpo inconciente de Raven. Por un momento su mundo se le había caído a los pies al pensar que estaba muerta, pero rápidamente comprobó que no era así. Para aumentar su alegría Lilith apareció momentos después con su hija en brazos. Lo extraño que la hechicera no pronunciara palabra alguna. Se limitó a sonreírle, devolverle a su hija y desaparecer luego. Instantes después algunas naves de la Liga aparecieron en el cielo y se llevaron a los tres a la Atalaya. Increíblemente todos aquellos que habían batallado en el Tártaro se encontraban sin un rasguño, ni siquiera sentían una pizca de cansancio. Por el contrario Raven parecida sumida en una especie de coma, el cual Zatanna dijo que era a causa del uso excesivo de la magia. Lilith recibió todos los chequeos habidos y por haber, pero la bebé no mostró ningún signo de enfermedad, lo cual alegró a todos pero causó cierta suspicacia en los miembros fundadores de la Liga. Tras horas de debate habían decidido someter a Raven a un juicio para decidir que hacer con ella y con Lilith. Estaba indignado, no podía creer que después del esfuerzo sobre humano que la joven Titán había hecho para devolverlos a todos a la vida, siguieran dudando de ella. ¡Había estado a punto de morir por eso! Luego de que ella les pidiese ayuda y ellos la ignoraran no tenían derecho a dudar de sus intenciones…Sin embargo todos habían sido testigos del cruel cambio que había sufrido y no estaban seguros de si Raven había logrado dominarse finalmente.

Pero ese no era el único cambio que había atravesado la demonesa, la sorpresa de todos fue igual que la de Richard al verla por primera luego de haber salido del abismo. Su cabello ya no era violeta, si no que ahora era de color negro, cual plumas de un cuervo. Su piel antes gris era ahora pálida, pero sin duda tenía un tinte más humano que el de antes. A pesar de todo, sus facciones eran las mismas y su chakra seguía en su lugar, confirmando que efectivamente ella era Raven.

Para Richard esto era prueba suficiente de que ella había cambiado, había logrado derrotar las ataduras de su poder maldito. Esperó que su nueva apariencia la ayudara al momento de enfrentar a la Liga, pero no podía dejar de pensar en qué otros cambios habrían ocurrido dentro de ella. ¿Seguía siendo la misma Raven de siempre?

-…si vas a salir corriendo, hazlo de una vez y deja de mirarme como un idiota.-Sus ojos…sus ojos seguían siendo del mismo tinte amatista de antes. Su tono sarcástico hizo que el aire le volviera a su pecho, pero no dejó escapar el significado de sus palabras.

-¿Porqué iba a salir corriendo?-

-Oh, no lo sé, tal vez por que podría ser capaz de atravesarte nuevamente con una lanza…-Podía sentir cada gota de amargo arrepentimiento y dolor en las palabras de ella. Trataba de enderezarse para mirarlo directamente, pero le costaba todavía hacer que su cuerpo respondiese correctamente. El suspiró y se acercó para ayudarla, suavemente la sostuvo con un brazo mientras con la otra mano acomodada las almohadas para que pudiera apoyar su espalda. Se sentó a los pies de la cama y se sacó el antifaz para mirarla a los ojos.

-Eres la misma de siempre, pero igual has cambiado. ¿Recuerdas todo lo que pasó?-

-Cada golpe…-Ahora que podía no lograba mirarlo. Sus manos se aferraron con fuerza a la sabana que la cubría y su mirada se fijo, obstinada, en su regazo.-cada orden, cada herida, cada muerte…lo siento, sé que no es suficiente…pero lo siento…¨ duele tanto ¨-

-Raven, mírame.-Pensó que ella iba a tardar más en levantar la cabeza, pero hasta ella misma se sorprendió en lo rápido que le hizo caso. No podía mostrarle lo que sentía por dentro, no tenía palabras para expresar su arrepentimiento, sus ¨ ojala no hubiera sido ¨, pero ya no podía volver atrás, cada decisión que había tomado lo había hecho conciente de todo lo que podría significar más adelante. Esperaba ver odio, desconfianza, miedo en esos ojos azules que ahora la penetraban y llegaban hasta lo más profundo de su ser. Pero no, lo que vio allí fue tristeza y alegría, dolor y esperanza. Amor. Estaban conectados, él se lo había repetido varias veces y ahora sentía finalmente la fuerza de esa conexión, libre de culpa, pues él no parecía tener dudas dentro de sí.

-¿Dónde esta Lilith?- La pregunta de ella los prendió desprevenidos a ambos esta vez. El se levantó de la cama y se acercó a la cuna que estaba a unos pocos pasos. Tomó a la bebé en brazos y no pudo evitar quedársela mirando como siempre lo hacía. Raven llevó su mano a su boca en un intento por refrenar el llanto que hacía fuerza por salir, pero una vez que él depositó a su hija en sus brazos no pudo contenerse más y rompió en llanto. Las lágrimas corrían libres por sus mejillas, trataba de no sollozar muy fuerte para no molestar a Lilith, pero ella se dedicaba solamente a mirarla con sus grandes ojos violetas.

-Lo siento…lo siento tanto…-Seguía repitiendo, recordando el dolor que había sentido al sanar el dolor de todos, el dolor que ella misma había causado.

-Shhh, ya esta hecho…ya todo terminó.- Richard se sentó a su lado en la cama, pasó su brazo por la espalda de ella y la atrajo contra su pecho. Raven hundió su rostro contra su pecho y dejó que su llanto cayera, mientras trataba de tranquilizarse escuchando la voz de él.-Estoy feliz de que estés de regreso…de que ambas estén de regreso.-Susurró en su cabello, apenas audible para las cámaras que grababan lo que ocurría en la enfermería de la Atalaya. Bruce alejó su silla de la pantalla y Diana detuvo la grabación. La joven pareja se merecía esos instantes de tranquilidad y se harían cargo de que los tuvieran, aunque fuese por el momento.


Una semana después de recobrar el conocimiento la Liga decidió juzgar a Raven. Nightwing no se cansó de insistir en que no era necesario, que la hechicera ya estaba libre de la influencia de su padre, pero cuando alguien le hacía alguna pregunta a ella, esta se negaba a contestar y seguía alimentando a Lilith o viéndola dormir. Miraba con ansias por la ventana, quería poder salir de aquel lugar, de volver a la Torre, de volver a ver a sus amigos. Ellos habían pasado a verla varias veces cuando aún estaba en estado de coma, pero no los había visto desde que se había despertado. Luego Richard le dijo que era porque Diana había insistido en que formaran parte de juicio también, por lo que no querían que escuchara nada de lo que ella tenía para decir antes de tiempo, a su entender un truco no muy grato para evitar que les mintiera a todos.

Finalmente el momento había llegado, le dio un rápido beso a Nightwing, él miraría el juicio a través de una pantalla junto a los restantes miembros de la Liga. Pensó unos instantes y luego entró al cuarto de mando. Allí se encontraban sentados Jonn, Superman, Linterna, Flash, Chica Halcón, Batman y Wonderwoman. No se sorprendió en ver también a Zatanna, la escena era exactamente igual a la primera vez que había llegado a la tierra en busca de ayuda. Cerró los ojos para evitar las imágenes de los miembros de la Liga descuartizados por sus manos y se sentó en la silla que habían dejado libre para ella. Todo eso se lo esperaba ya, pero le costó horrores tomar el valor suficiente para mirar a sus amigos, quienes completaban el semicírculo ante ella. Cyborg, Chico Bestia y Starfire la miraron al principio sin que ninguno de sus rostros reflejara lo que sentían, pero la primera en ceder fue Star. Sus ojos se llenaron de lágrimas y se notaba que hacía fuerza por no sonreír. Cyborg levantó los dedos pulgares de ambas manos haciendo un gesto como de que todo estaba bien y Chico Bestia le guiño un ojo. Miró para abajo, aún no podía dejar libre esa sonrisa que amenazaba con salir, todavía sentía culpa…y la sentirá luego de mucho tiempo. A pesar de todo, la seguían considerando su amiga, no estaba allí para juzgarla, estaban allí para defenderla.

-Raven Roth, supongo que sabes porqué estas aquí.-Dijo Jonn, una vez que los Titanes dejaron de mostrar sus rápidas señales de afecto a su amiga. Esta asintió y esperó en silencio que le dijeran que hacer, aunque ella ya lo sabía, solo trataba de ganar tiempo para organizar las ideas en su cabeza. No era su plan armar una guerra entre la Liga y los dioses del Olimpo, sabía que estarían observando cada movimiento que hiciera, por lo que debía ser cuidadosa. Lilith, si bien no podía interferir directamente le había dado una pequeña pista de que camino podía seguir. La apariencia más humana que llevaba ahora era producto de un hechizo potente de la loba que ella era capaz de mantener ahora sin problemas. Ellos podrían haber rastreado en su mente y averiguar la verdad mientras ella estaba inconciente, pero no, decidieron tratarla como una criminal. Por un lado su sentimiento de culpabilidad aligeró al verse en esa situación, pues sentía que realmente era responsable por todo lo que había pasado. Pero por otro lado ese juicio era una mascara, algo que quedaría guardado en los archivos de la liga para futura referencia. No podían simplemente escucharla decir todo lo que tenía que decir, no, tenían que hacerla atravesar esa humillación.

-Sostendrás en tus manos el Lazo de la Verdad.- Diana se acercó a ella con el seño fruncido, más tarde sabría Raven que a la princesa de Themyscira no le hizo nada de gracia tener que imponer semejante medida.

-De acuerdo.-Contestó Raven, su rostro no mostraba ninguno de los tantos sentimientos que ahora la acosaban por dentro. Estaba decidida en su plan de acción. ¿Así que el Lazo de la Verdad? Muy bien, era hora de que los dioses entendiesen cómo era la situación desde ese momento. Era hora de que aceptaran que había una demonesa que estaba al tanto de su verdadero objetivo en ese mundo.-Cómo ustedes saben, mi poder estaba influenciado por el de mi padre. Siempre tuve miedo de ser consumida por este…-Prosiguió su historia de cómo Trigón la había obligado a cometer todos los actos de crueldad, cómo ella pudo ver todo concientemente pero no fue capaz de hacer nada para refrenarse. Todos escucharon en silencio su relato, nadie movió un músculo, aunque por sus expresiones al escuchar el relato de sus propias muertes se notaba que tenían muy fresco ese recuerdo aún. Sus amigos la miraban con las caras llenas de tristeza y simpatía, sintiendo el dolor en su voz al escuchar la historia narrada desde el otro lado de los hechos. Finalmente el relato concluyó y el recinto quedó en silencio. Zatanna entonces la miró e hizo la pregunta que Raven quería evitar a toda costa.

-¿Qué pasará con tu hija?-

-¿Qué tiene que ver mi hija en todo esto?-Sabía a donde querían llegar y la situación no le gustaba nada. Por lo visto, a los miembros de la Liga no les agradaba tratar ese tema, Superman y Linterna tenían ambas cejas arqueadas, Diana y Bruce fruncían el seño y Shayera y Flash mostraban su incomodidad abiertamente. Los Titanes parecían muy preocupados, la angustia de Starfire era evidente; y sabía que en algún lado Richard estaría apretando los puños, si es que no estaba sosteniendo a Lilith en brazos. Por primera vez la molestia ante toda la situación se mostró en su antes fría expresión.

-El poder de tu…linaje, seguirá pasando de generación en generación. Ese poder corrupto corre por las venas de tu hija, ya que fue concebida antes de tu reciente derrota a Trigón, según sus planes.-Determinó severamente Zatanna. No pudo evitar enfadarse ante el tono de reproche que escucho en el discurso de la maga.

-En primer lugar, nosotros decidimos que nuestra hija viviera, nosotros decidimos darle la oportunidad de existir en este mundo, más allá de los planes de mi padre. Fue una decisión que nada tuvo que ver con Trigón. No voy a dejarla abandonada a su suerte, cómo ya ha pasado antes.- Siseó peligrosamente la última frase y vio culpa por primera vez reflejada en los ojos de todos ellos, la expresión de superioridad de Zatanna borrada de su rostro de una bofetada mental.

-Pero entonces, hay que ayudar a esa niña a controlar sus poderes. Deberíamos buscar una comunidad como la de Azarath donde ella pueda aprender a reprimir esos poderes malignos.-

-¡De ninguna manera!-Ya había sido suficiente juego de diplomacia por ese día. Raven dejó libre el enojo que oprimía su garganta.-Creo que no están comprendiendo el asunto. Yo no les estoy pidiendo ayuda en la crianza de mi hija. Durante el tiempo que estuve en Azarath me crié apartada de las emociones, le prohibieron a mi madre tener contacto conmigo durante la mayor parte de mi estadía allí. Cuando llegué a la Tierra, aprendí que la clave del control sobre mi misma no estaba en la represión de las emociones, como me habían enseñado. Los Titanes me mostraron lo que es tener el cariño de una familia que te comprende y te sostiene a pesar de todo.- Miró entonces a los rostros de sus amigos uno por uno con el agradecimiento grabado en sus ojos y luego su mirada se quedó fija en el vacío detrás de ellos, aunque todos entendieron que estaba dedicada al Titán que no le fue permitido estar presente en ese momento y que, sin embargo, estaba escuchando desde algún lugar de la Atalaya.-¡No voy a someter a mi hija al mismo sufrimiento que tuve que pasar yo!-Apretó con fuerza el lazo y trató de tranquilizarse.

-Entendemos tu sufrimiento…-Batman continuo, el resto parecía demasiado conmovido por las palabras de la joven.-Pero. ¿Qué ocurre con la influencia de Trigón?-

-Trigón esta muerto.-Sentenció la Titán.-Yo lo maté mientras me encontraba en el Tártaro. Cómo bien puede confirmarles la maga, un demonio solo puede ser muerto definitivamente por otro.-No pudo evitar el veneno en su voz al hacer referencia a Zatanna.

-¿Y que pasa con tu propio poder?-Preguntó Diana.

-Yo me encargué de esa parte mía…para siempre.-El silencio reinó nuevamente en la sala, por lo visto no había nada más que decir.

-Muy bien Raven, puedes salir a esperar, te llamaremos cuando hayamos llegado a una decisión.-

Enojada por la insistencia en pensar que ellos todavía tenían el poder de manejar sus acciones pero liberada luego de haber confesado todo, soltó el lazo, se levantó de la silla y abandonó rápidamente el lugar.

Cuando salió al pasillo se apoyó contra la pared, agotada mientras pensaba todas las posibles respuestas que le podría dar. Si decidían condenarla a ella sola, pensó, se dejaría encarcelar…por el momento. En cambio, si decidían enviar a su hija a algún lugar lejano lucharía y escaparía con ella. La criaría lejos de ellos, pero le daría todo el amor que ella no recibió, les mostraría que ellos estaban equivocados y su corazón le decía que Richard huiría junto con ella. Por el contrario… ¿Qué haría si decidían…hacerse cargo de la bebé? Un escalofrío recorrió su espalda al siquiera pensar tal opción, pero no tuvo tiempo para torturarse ante tal pensamiento porque la puerta se abrió y un sonriente Flash le dijo que ya podía entrar. Al mirar a sus amigos obtuvo una pista de cual era la naturaleza de la decisión tomada, ya que ninguno de ellos podía ocultar las sonrisas de sus rostros. Se sentó en la silla, ansiosa por saber cual había sido esa decisión, aún muy pronto para aceptar que algo bueno podía salir de todo eso y para permitir que la nube negra comenzara a disiparse sobre sus emociones.

-Raven.-Jonn se paró de su asiento y camino unos pasos hacia ella.-Hemos tomado la decisión de perdonarte por tus actos y dejarte criar a tu hija del modo que has propuesto. También reconocemos nuestro error al haberte dado la espalda la primera vez y te ofreceremos toda la ayuda que sea necesaria. Por otro lado, si alguna vez Lilith llega a sucumbir ante sus poderes…no dudaremos en tomar las acciones necesarias…no permitiremos que esto se repita.-Raven asintió severamente, pero por dentro no podía aguantar la felicidad que la llenaba ahora.-El juicio ha concluido, todos pueden abandonar el recinto.- Y con esas palabras, la tensión de la habitación se evaporó finalmente. Star dio un saltó, voló rápidamente hasta donde estaba su amiga y la abrazó con todas sus fuerzas.

-¡Amiga Raven, estoy tan feliz, feliz!-

-Star, la estas ahogando…-Se apresuró a decir Cyborg.

-Aunque ahora que es humana podemos abrazarla sin tener que preocuparnos porque nos saque la cabeza.- Chico Bestia siempre aprovechando cada oportunidad para demostrar con humor su alegría, pero obviamente Raven seguía siendo Raven.

-No, pero con mi magia aún puedo hacer que ardas como si estuvieses en el infierno…así que no atenten contra su suerte.-Chico Bestia tragó nerviosamente, aunque la voz de su amiga sonó ahogada bajo el abrazo de oso de Star, si bien, si no hubiese existido tal abrazo la amenaza no habría sonado fuerte debido a la alegría que sentía ella.

-Vamos a casa.- Dijo un Cyborg sonriente.- ¡Todo esto amerita una celebración! Y se de una chica que se ganó sus waffles.-Raven tenía ahora un motivo más para irse de ese lugar cuanto antes, le pareció como si hubiesen pasado milenios desde que había sentido hambre por última vez. Sin embargo olvidó esa sensación al instante en el que abrió la puerta. Allí afuera estaba Nightwing, con una sonrisa que había visto pocas veces en su rostro, sosteniendo a Lilith en brazos. Estaba segura de que, si no fuera por el antifaz que cubría sus ojos se quedaría prendada al brillo que estos emanarían. Podía sentir las fuertes emociones que fluían de él, igual de fuertes que las que sentía ella ahora. Caminó hasta estar frente a él y finalmente pudo relajarse y mostrar la alegría que sentía, sin pensarlo dos veces lo abrazó aunque Lilith estuviese en el medio. La bebé no parecía molesta, al contrario, escucharon todos por primera vez su risa juguetona. Al separarse, extendió sus pequeños bracitos en busca de su madre.

-Creo que te extraña.-Cómo si fuera la situación más normal del mundo, Richard le pasó fácilmente a Lilith.

-Ya nos vamos a casa.-Le susurró Raven a la bebé, quien seguía riendo juguetonamente. En ese momento Batman se acercó a Nightwing y lo apartó a un costado para hablar, los demás estaban entretenidos viendo a la joven madre y a su hija. Bruce se quedó en silencio durante un tiempo considerable pero Richard le dio su tiempo, sabía que después de todo, el caballero oscuro no era muy dotado a la hora de expresarse con palabras.

-Parece una buena chica…sabes donde encontrarme, pase lo que pase.-Esas palabras fueron suficientes para que el Titán entendiera que su mentor trataba de disculparse por todo lo ocurrido durante esos años. Aún era muy pronto para ponerse a arreglar todos los cabos sueltos de su adolescencia y no era el momento ni el lugar. Claro que Bruce lo sabía también, por lo que no le mereció ninguna reacción el hecho de que su aprendiz asintiera con la cabeza y se alejara luego sin decir palabra alguna. Desde lejos Diana miraba la escena con una sonrisa, luego giró para escuchar la conversación de Shayera y Flash con Raven.

-Me alegro mucho que estés bien.-Le dijo Chica Halcón.-

-Si, realmente no quería que pasaras por todo lo de recién…pero sabes como son por aquí…en especial Bats…-

-Sentimos que hayas tenido que pasar por todo esto…debe ser difícil tener que matar una parte de tu alma…-Intervino Diana.

-Si, difícil…-contestó Raven.¨ La verdad no tengo idea y espero nunca tener que saber como se siente… ¨

-¿Van a estar bien en la torre? Si tienes problemas siempre puedes acudir a mi o a Themyscira, mi madre siempre estará…-Wonderwoman dejó de hablar al ver como Raven abría los ojos, en lo que supuso, era una expresión de pánico. Lo que no sabía era que la demonesa estaba haciendo fuerza por no largar la risa sarcástica que tenía adentro. ¨ Si, claro, la reina Hipólita me espera con muchas ansias, ya lo creo. ¨-Entiendo, no tienes buenos recuerdos de ese lugar, estoy apenada por ello. Entonces supongo que Bruce les dará toda la ayuda que necesiten.-

-Estaremos bien, no se preocupen.-Nightwing apareció detrás de Raven y apoyó sus manos sobre sus hombros, dando por finalizada la charla. Diana supuso que no debería presionarlos más, ya ellos sabrían si su situación se complicaba o no. La joven Titán suspiró aliviada cuando se sentaron todos de vuelta en la nave T, por fin estaban volviendo a casa.


-¡Wohoo! ¡Perdiste Cyborg!-

-¡Hiciste trampa!-

-¿Yo? ¡Nunca!-

-Ya vas a ver, esas cuchillar de Baraka no te servirán de nada cuando juegue con Sub-Zero.-

-¡Oye eso no se vale! Lo único que vas a hacer es congelarme…-

-¡Claro! Si tú juegas siempre con la misma técnica, no me queda otra salida. Ya dejamos de hablar de calidad de batalla… ¡Es hora de robar victorias!-

-Vamos, vamos muchachos, no se van a pelear por esto…no van a tener mucho que discutir después de que entre yo al torneo.-Nightwing se acercó felizmente y se sentó entre sus dos amigos. Habían pasado varias semanas desde que habían regresado de la Atalaya. Ciudad Jump seguía teniendo los problemas de siempre, más algunos agregados. Una semana atrás había descubierto una red de traficantes de drogas que provenía desde Ciudad Gótica. No pudo evitar que la investigación lo llevara a tener que intercambiar información con Batman y hasta viajar algunas veces para allá. No trabajaban juntos, aún no y él esperaba no volver a hacerlo, pero las cosas se estaban complicando cada vez más. Entre eso y los villanos regulares, apenas habían tenido un tiempo para relajarse.

Además de que, obviamente, tanto él como Raven habían subestimado un poco lo que sería cuidar de Lilith. Parecía tan tranquila en la Atalaya, apenas había llorado…pero ahora era otra historia. Se acostaban los tres juntos y se turnaban para dormirla, entonces el que lo lograba la acostaba en la cuna. Horas más tarde volvía a llorar entonces la llevaban de vuelta a la cama y cuando se dormía la volvían a llevar…y así toda la noche, todas las noches. Por otro lado tenían que andar cuidando de lo que la bebé se metía en la boca. Realmente era un problema serio, sobre todo desde que Star había empezado a cocinar sus recetas de Tamaran para recién nacidos…nunca habían tenido que comer tanta comida Tamaraniana junta.

Fue un alivio para ellos cuando, unos días atrás, había aparecido llamando a la puerta Antígona. La amazona observó a Raven de arriba abajo durante varios segundos pero no abrió la boca. Se limitó a sonreírle y a decirle que venía para que Raven cumpliera su promesa. La hechicera llevó a la sanadora con los otros Titanes y le explicó quien era. Cuando ellos le preguntaron porque se había ido de la isla, ella solamente se limitó a decirles que quería salir a conocer el mundo. Nightwing se alegró profundamente cuando la amazona se ofreció de hacer de niñera de Lilith cuando fuese necesario, ya que ellos le estaban ofreciendo donde quedarse le pareció más que justo.

-Amigos ¿Porqué no aprovechamos este maravilloso tiempo que tenemos libre y salimos a disfrutar de alguna salida nocturna?- Star se acercó flotando al sillón.

-¡Yo voy!-

-¡Yo también! Voy a llamar a Bee.-Rápidamente Cyborg se contactó con los Titanes de Este.

-¿Ustedes también vienen, si?-Preguntó Star mirando a la joven pareja. Raven, quien leía un libro con Lilith en brazos, no se veía muy bien. Estaba empezando a tener ojeras por la falta de sueño, que apenas estaba recuperando desde la llegada de la sanadora.

-Lo siento Star, estoy muy cansada…estoy bien, tú acompáñalos si quieres.-Se apresuró a decirle a Richard, quien la miró preocupado.

-No, esta bien, te la debemos Star. Yo también estoy un poco cansado y el caso de ciudad Gótica no me ayuda tampoco.-

-Pero estoy segura de que a Antígona le encantaría ir.-Y era verdad, la amazona era bastante enérgica y, a pesar de sus años, se comportaba como una joven de veinte muchas veces.

-¡De acuerdo!-Star se llevaba muy bien con Antígona, ambas hablaban mucho. Star además, la ayudaba a comprender todas las cosas nuevas que tenían frente a ellas, ya que la extraterrestre ya había pasado por ese proceso de adaptarse a todo lo que la rodeaba.

Una hora después los Titanes se habían marchado, dejando a la pareja sola en la sala de estar. Como ya era de noche decidieron prepararse la cena, querían poder sentarse a descansar lo más rápido posible. Hablaron durante toda la comida de cosas sin importancia, como era costumbre. Luego de cenar, lavaron sus platos más los que se habían acumulado durante la semana y Nightwing se ofreció a preparar el té. Puso a hervir el agua y se quedó observando fijamente a Raven, quien se dirigía a sentarse al sillón. Aún le costaba acostumbrarse a la nueva forma humana, era un cambio bastante sutil y no interfería con sus sentimientos hacia ella, pero luego de todos esos años de ver su cabello violeta enmarcar su bello rostro no puedo evitar pensar que lo extrañaba un poco.

-¿Qué miras?- Preguntó ella, su voz no denotaba molestia, si no simple curiosidad.

-¿No puedo quedarme observándote? Eso no sería justo, sobre todo cuando tú haces lo mismo…no creas que no te veo durante las prácticas. Además ambos sabemos que piensas que tengo un cuerpo mejor que el de los dioses.-Se apoyó contra la mesada y sonrió satisfecho cuando vio un asomo de sonrojo en el rostro de la hechicera. Era tan fácil desequilibrarla a veces, le encantaba molestarla con esas cosas.

-¿Nunca vas a dejarme en paz con eso, verdad?-

-No.-

-Genial…bueno, es que parecía que estabas pensando en algo, para variar.-Esta vez fue el turno de sonreírse de la hechicera.

-Estaba pensando que me cuesta acostumbrarme a tu nueva apariencia.-

-¿Te molesta mi nueva apariencia?-Raven se sorprendió un poco ante tal confesión, no notaba disgusto en la voz de él, solo simple confusión.

-No es que me moleste…es que estaba acostumbrado a como te veías antes…-Estaba ahora preparando las tazas de té y por un momento se preocupó de que la hechicera se hubiese tomado a mal su comentario ya que se había quedado en silencio. Tomó una taza en cada mano y giró mientras pensaba miles de formas de cómo explicar lo que sentía cuando sus pensamientos de quedaron mudos. Allí, asomando su cuerpo por el respaldo del sillón se encontraba la antigua Raven, piel color gris, y cabello violeta, estaba recogido, pero era el mismo de antes, estaba seguro. Las tazas casi se resbalan de sus manos, atinó a ponerlas de nuevo sobre la mesa y a quedarse estupefacto en su lugar.

-¿Qué…cómo…?-

-Lo sé, debería haberte explicado todo antes.-La demonesa tenía una mirada de culpa en su rostro, pero se apresuró a excusarse antes de que él pudiese pensar cualquier cosa.-Es que no tuvimos mucho tiempo desde que regresamos. Ven, trae esas tazas para acá, es una larga historia.-

Richard le hizo caso, sin comprender que es lo que pasaba. Estaba un poco molesto por que ella había esperado todo ese tiempo para decirle eso. En realidad no sabía que era exactamente eso, pero parecía algo bastante importante como para haber esperado todo ese tiempo. Se sentó al lado de ella, quien sostenía a Lilith en brazos, supuso que el té podría esperar.

-¿Y bien?-

Raven se estremeció un poco ante el tono de enfado que tenía él, pero se dijo que mientras antes le explicara las cosas antes se le iría el enojo. Empezó entonces a contarle desde el momento en el que él la había atravesado con su bastón y había recobrado la conciencia, despertándose en su mente. No era un recuerdo muy ameno, pero ambos sabían que esta era la mejor forma de lidiar con los horrores que ambos habían sufrido en el pasado. Le contó su encuentro con la demonesa de otro universo, cómo los dioses se habían corrompido de poder y habían exterminado a su raza, como su padre fue absorbido por la venganza y llegó a ser lo que todos conocían ahora. Luego siguió la batalla contra su Orgullo interno y finalmente su encuentro con su verdadero poder. Le explicó como al despertarse supo que la loba Lilith había hechizado su apariencia y le pareció lo más indicado al momento de tratar con la Liga ya que las amazonas estaban muy conectadas a través de Wonderwoman. Le dijo que había esperado todo ese tiempo ya que quería estar segura de que la Liga no los espiaba y que las amazonas no estaban tras ella. La noche en que Antígona había llegado se había encargado de interrogarla sobre las intenciones de Hipólita y la amazona le dijo que la reina había recibido órdenes de no perseguirla…por el momento. Los dioses estaban confundidos y aún no sabían que hacer con ella, aguardarían expectantes.

-¿Entonces que vas a hacer?-Richard ya no estaba enojado, simplemente fruncía el seño pensando en que ahora no solo debían preocuparse por los villanos si no también por dioses rencorosos.

-No lo sé realmente…-Raven observó como Nightwing se sacaba el antifaz y se frotaba los ojos, entonces se apresuró a contestar para tranquilizarlo un poco.-Creo…creo que todos nosotros ya estamos luchando por reestablecer el balance y eliminar la corrupción que han causado los dioses. Pero tengo ganas de conocer aún más a los humanos, porque si, los salvamos de los villanos, pero no somos más que un grupo de gente con superpoderes, no llevamos la vida que llevan la mayoría. Me gustaría estudiar alguna carrera…tal vez medicina y poder ayudar en más de una forma… ¿Qué?-Richard la miraba sonriente.

-Nada, es solo que sigo confirmando lo que te dije una vez, eres la persona más esperanzadora que conozco Raven.-Dijo este simplemente, pasando su brazo por la espalda de la hechicera.- ¿Qué pasa entonces con el poder de Lilith?-

-Ella va a estar bien, ya no hay nadie que dirija por mal camino el poder de los demonios…además, seguramente de grande quiera ser una superheroína haya heredado el carácter tuyo o mío.-Los dos observaron ahora a su hija, quien extendía sus bracitos y jugueteaba con el antifaz de Nightwing que Richard sostenía en su mano. Sonrieron y se dedicaron a tomar el té en silencio, disfrutando de ese merecido descanso, ya verían lo que les traería el futuro.


-¡Vamos! ¡Esta vez podemos ganarles!-Gritó Cyborg, alentando a su equipo de niños del orfanato.- ¡Antes solamente estábamos calentando!- Era ahora una costumbre para los Titanes ir a jugar con aquellos niños cada tanto.

-Si, claro, querrás decir, sobrecalentando.-Se burló Nightwing.

-¡Cállate y juega!-

Raven negó con la cabeza, sentada bajo el árbol en el que siempre acostumbraba leerles a Yoh y Anna.

-¿Qué pasa?-Preguntó Yoh extrañado porque la hechicera había dejado de leer.

-Hacen mucho escándalo, eso pasa.-Dijo Anna disgustada.

-Pero Annita, se están divirtiendo.-Apuntó Yoh, consternado ante el enojo de la rubia. Esta solamente se limitó a resoplar probablemente por el hecho de que él la seguía llamando por su diminutivo. Yoh y Anna habían sido los únicos que no habían preguntado nada sobre la nueva apariencia de Raven, los demás niños la apabullaron a preguntas a lo que ella tuve que inventar una rápida historia sobre como se habían enfrentado a un mago muy poderoso durante la última misión y el mago la había transformado en lo que veían ahora. La historia no tenía mucho sentido, pero los niños la creyeron…al igual que las encargadas del orfanato, la televisión, la prensa y demás. Sea como fuere, su identidad estaba protegida por el momento así que podía dedicarse a seguirle leyendo a los chicos.

¨-Pues claro que iré-Dijo firmemente Caramon.- ¿A que no se te ha ocurrido pensar de donde sacó esa horrible calavera, eh? No me gustaría entrar en su casa un día y ver tú cráneo en su sala de estar. Tú y yo, Raist. A partir de ahora, estaremos siempre juntos. El uno al otro, eso es todo lo que tenemos.

-No todo, mi querido hermano- susurró Raistlin. Se llevó la mano a la bolsita de cuero que llevaba colgada a la cintura; una bolsa que contenía sus componentes de hechizos. Ahora sólo guardaba pétalos de rosa secos pero, a no tardar, había más. Mucho más.-No todo.- ¨

Así terminó Raven de leer el primer volumen de La forja de un Túnica Negra, una nueva saga fantástica que había terminado de leer hace poco y le pareció interesante para los chicos.

-Me da pena ese pobre hechicero, Raistlin.-Comentó Antígona.

-¿Pena? ¿Por qué? Evidentemente va a tener mucho poder en el futuro.-Contestó Anna, muy segura de su respuesta.

-Miren, ahí viene Integra y su perro simpático.-Comentó Yoh mientras observaba como se acercaba una niña de unos once años. Al igual que ellos, los ojos azules de la niña mostraban que había vivido más de lo que una persona normal debía pasar en toda su vida. A su lado caminaba un gran perro negro que tenía una expresión bastante tenebrosa, o eso les pareció a Raven y Antígona. Raven miró detenidamente al perro, quien se dedicó a guiñarle un ojo. La jovencita se sentó, acomodando su falda azul para que sus piernas no tocaran el pasto y el perro se enroscó alrededor suyo.

-Hola, mucho gusto, mi nombre es Integra Fairbrook Wingates Hellsing, este es mi perro, Alucard.-

-Mucho gusto Integra.-Contestó Raven con la misma cordialidad con la que la niña la había tratado. A juzgar por su acento provenía de Inglaterra, pero lo más extraño de todo lo que la rodeaba no era precisamente su forma de hablar.- ¿Estas al tanto de que…tu perro es un vampiro, no?-

-Si, lo sé. ¡Él es mi fiel sirviente! Una vez haya crecido volveré a Inglaterra y tomaré la organización Hellsing bajo mi mando, se la sacaré de las manos de mi avaro tío.-Dijo la niña con ferviente orgullo.- Pero ahora me gustaría escucharte leer.-

Raven arqueó la ceja ante el tono mandón de la niña pero divertida se limitó a agarrar el segundo tomo de la saga cuando una explosión se escuchó a lo lejos. Lanzando un suspiro se levantó mientras los otros Titanes se acercaron. Era hora de volver al trabajo. Les dieron instrucciones a las encargadas del orfanato para que pudieran llevar a los niños a salvo de vuelta, aunque con el poder que tenía ese vampiro, Raven cuidaba que les pudiera pasar algo malo. Le dio un beso a Lilith, que estaba en brazos de Antígona, la amazona regresaría a la torre con la bebé.

-No le des problemas.-Le dijo la demonesa a su hija.

-Tienes que acostumbrarte a esto, cuando seas una heroína tendrás una vida así de interesante como la nuestra.-Nightwing paso su mano sobre la cabeza de Lilith mientras le decía esto.

-Pero recuerda, mantente alejada de los tentáculos…nunca te acerques a ellos.-Le dijo Chico Bestia, a lo que todos decidieron no emitir comentario alguno, no querían ni pensar a que se refería el joven con aquel consejo. Hechas las despedidas pertinentes los Titanes salieron a enfrentarse contra el villano de turno, trabajando todos como un gran equipo, como una gran familia.


Bueno, y eso es todo! Si ¿Quien sabe que pasará despues? La verdad no lo tengo pensado, estoy planeando ahora otros DOS fics RobxRae...la verdad que me gustó mucho escribir la pareja n,n

Si, se nota que me encantar crossoverear? xD Para los que no cacharon, SI, es INTEGRA DE HELLSING! Otro futuro proyecto de fic! Y Raistlin y Caramon Majere son dos hermanos protagonistas junto a otros de varias sagas de libros de Dragonlance, originalmente escritos por Margaret Weis y Tracy Hickman...amo a estas dos personas, son dos de mis personas favoritas en el mundo (?) (La verdad que si xD) les recomiendo MUCHO estos libros...pero aviso...Raistlin es mio, IS MINE, HE'S MINE!

Gracias MUCHAS a mi amiga Agus-blue que me banco en todo el desarrollo de la historia y nos tiene un regalito a todos! Vayan a: http : / / agus - blue . deviantart . com / gallery / # / d2vrdny (Saquen los espacios) Allí hay un muy lindo fan art hecho por ella de Richard y Raven con Lilith en brazos en el sillón! Es hermoso! Entren y veanlo!

Una vez mas, gracias a todos! Y nos leemos en el futuro!

Demoness Raven